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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Ingeniería en Hidrocarburos Mención “Gas”
Semestre IV-Sección 1

Ensayo: impacto del


Covid-19 en la
industria Petrolera

-Facilitador: - Bachiller:

-Yennys Graterol -Arturo Orna (CI: 28482422)


Impacto del Covid-19 en la Industria Petrolera
Actualmente el mundo enfrenta una pandemia con la proliferación del
coronavirus, el mismo se ha manifestado en más de 114 países con el contagio
de aproximadamente de 120 mil personas y más de 4.200 fallecidos según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el brote del virus inició a finales del
año 2019 en la ciudad de Wuhan (China) que cuenta con más de 11 millones
de habitantes, sin embargo, es a finales del mes de enero 2020 cuando se
dispara a magnitudes muy significativas la propagación del virus,
expandiéndose hacia otras provincias chinas (Hubei) reportando a principios de
febrero más de 15.000 casos de contagios y 360 muertes.

Para nadie es un secreto el impacto negativo que causo el covid 19 a la


industria petrolera tanto aquí en Venezuela como en el mundo entero.
Afectando su extracción, refinación y explotación, eso produjo un mercado
saturado y sin demanda. La acumulación de inventarios y la caída de los
precios del crudo son, a su vez, consecuencia de la deriva que en los últimos
meses ha tomado el mercado petrolero mundial golpeado por el doble efecto
de un exceso de producción y de un frenazo de la demanda.

Indudablemente, la economía mundial se ve afectada por la situación que


atraviesa China, dado la significación que tiene este país como productor y
proveedor de mercancías al mundo, además ser un importante consumidor de
materias primas, en especial de petróleo, aunado a esto la situación que
atraviesa Europa (Italia, España, entre otros) y Estados Unidos por la
expansión del coronavirus ha provocado la paralización de estas economías,
por lo cual se proyecta desaceleración, por ende, en la economía global para
este 2020. Ya los mercados de capitales en el mundo resienten el impacto de
esta crisis con caídas históricas de los principales índices bursátiles del
mercado petrolero, que inicialmente manifestaba su nerviosismo por la
disminución en la demanda de petróleo del gigante asiático, fue embestido con
fuerza por la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, que desplomó a
niveles históricos el precio del barril de petróleo WTI a menos de $30, lo cual
tendrá consecuencia en los países productores.

El país enfrenta una coyuntura muy difícil por el grado de vulnerabilidad en


el cual se encuentra el sistema de salud pública y la economía. En el sector
salud la gestión del régimen durante estos seis años ha sido nefasta, se
encuentra colapsado, por la falta de insumos, equipos, agua, sin profesionales
de la salud y especialistas que atiendan a la población y puedan garantizar una
respuesta efectiva. Así llega el coronavirus a Venezuela, en medio de la
debacle del sistema de salud pública, con una población subalimentada, donde
el 7.9% de los habitantes están atravesando por una inseguridad alimentaria
severa y 24.4% en moderada, además, el 32.3% necesitan asistencia
alimentaria según cifras del Programa Mundial de Alimentos. Lo que coloca a
nuestro país en alta vulnerabilidad a la llegada del virus.
En materia económica la situación es dramática, una economía que ha
padecido la devastación progresiva de sus factores productivos en los últimos 6
años y la caída de su producción interna en aproximadamente 70%, un proceso
de hiperinflación por tercer año consecutivo, la destrucción de la moneda, la
destrucción del poder adquisitivo de los trabajadores venezolanos, y por si
fuera poco, la caída histórica a menos de un millón de barriles diarios de
petróleo en la producción de la principal industria del país, motivado por el nivel
de deterioro de PDVSA.

En este contexto se desata una guerra de precios del petróleo entre Rusia
y Arabia Saudita, específicamente en el marco de la 178 Conferencia de la
OPEP, realizada en Viena el pasado 05 de marzo y donde, con base en las
perspectivas del mercado petrolero y el impacto adverso del COVID-2019 en
los pronósticos de crecimiento de la demanda de petróleo, en particular para el
primer y segundo trimestre del 2019, se propuso una reducción en la
producción de 1,5 Millones de barriles diarios (MDB) en los países OPEP y no
OPEP, a lo cual Rusia se negó, inmediatamente, ante tal actitud, los Sauditas
respondieron con la decisión de incrementar su producción petrolera por
encima de los 10,7 MDB, Rusia reaccionó informando un alza en sus niveles de
producción, situación que provocó el desplome histórico en los precio del
crudo.

Han transcurrido dos semanas desde el inicio de las tensiones entre Rusia-
Arabia Saudita y mucho se ha dicho de esta confrontación, se cree que es una
estrategia de los Rusos para detener el avance de los Texanos del fracking que
han venido ganando mercado con precios que superaban los 50 dólares, dado
que los mismos operan con costos de producción entre 45 y 50 dólares. En fin,
los acontecimientos están en pleno desarrollo y existe mucha incertidumbre
sobre el desenlace de este conflicto que ha provocado la caída de los precios
del petróleo a niveles históricos, afectando a los países productores de petróleo
y en especial a Venezuela.

Hablando sobre Venezuela con el desplome de los precios del petróleo y la


situación de la industria petrolera venezolana el escenario se ve muy oscuro, la
noche del lunes 16 de marzo Nicolás Maduro afirmó que el crudo venezolano
se cotiza en el mercado internacional por debajo de sus costos de producción,
evento perjudicial para la industria y las finanzas públicas, ya que este sector
provee más del 90% de las divisas que ingresan al país. La caída en los
precios del petróleo venezolano pone al régimen en una difícil situación
financiera, imposibilitando el pago de sus compromisos de gasto público
mínimo, generándole problemas para importar y distribuir gasolina en el
territorio nacional, también dificultará la adquisición de alimentos en otros
países, en fin no es posible financiar la importaciones del sector público, y el
sostenimiento de los servicios públicos.

El COVID-19 llega al país en uno de los peores momentos de su historia,


luego de que se despilfarraran un billón de dólares obtenidos en los últimos 20
años de la industria petrolera, con un sistema de salud desmantelado, servicios
públicos colapsados como resultado de la corrupción y malversación de los
fondos públicos. Además un alto porcentaje de la población en situación de
pobreza, aunado a la actual guerra de precios del petróleo, y la caída de las
importaciones de crudo por parte de China, el panorama es sumamente
adverso para Venezuela.

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