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América Latina: ¿gana o pierda con la guerra en Ucrania?

Las primeras consecuencias de la guerra Ucrania Rusia ya se están sufriendo.


Los precios de los alimentos y la energía han aumentado a nivel global tanto así
que la ONU ya ha hecho un llamado a evitar un “huracán de hambruna” y alerta
de posible colapso del sistema alimentario mundial. Y también, según advierte el
fondo monetario internacional la onda expansiva de este conflicto provocara un
aumento de la inflación.

¿Pero bueno, que significa todo esto para América Latina?


El índice mundial del precio de los alimentos alcanzo su mayor nivel jamás
registrado, es decir, los cereales, la leche, la carne, el aceite alcanzaron ya en
febrero antes del conflicto su máximo histórico.
Rusia y Ucrania son considerados el granero de cereales del mundo ya que juntos
representan el 30% de las exportaciones mundiales de trigo, por tanto, los costos
de algunos alimentos también han subido al dispararse el precio este cereal.
La ONU advierte que los costos mundiales de los alimentos que ya son record
podrían aumentar otro 22% más.
Al mismo tiempo Rusia es uno de los grandes productores de fertilizantes del
mundo y exporta el 40% a la región, pero con las sanciones de occidente a Rusia
pone en jaque las importaciones de Brasil ya que Brasil importa cada vez más
fertilizantes para sembrar soya y otros productos agrícolas y como sus dos
grandes proveedores son Rusia y China si se quedan solo con uno tendrán
muchas dificultades para conseguir el producto en otros mercados. Pero no solo
eso, también se ven afectados los exportadores de banano o flores en ecuador y
esto se da porque Moscú y Kiev importaban casi la cuarta parte de las bananas
que este exporta, pero con la devaluación de la moneda rusa y el descalabro
económico temen que su negocio enfrente duras consecuencias. Afecta igual a
los productores de soja en Argentina y de carne en Colombia. Ante este
panorama se teme que aumente aún más la inflación.
Aunque también se dice que pueden llegar a haber beneficiados de este conflicto,
algunos expertos dicen que los países productores de petróleo en la región
pueden sacar beneficio de esta guerra gracias a sus exportaciones.
En cambio, otros aseguran que que el precio del petróleo aumente, no es
necesariamente una buena noticia para todos los productores de crudo de
América Latina, Brasil y México son los principales productores en el continente,
mientras Venezuela, Ecuador, Colombia y Argentina también producen aunque en
menor medida, y si, para ellos es bueno que el precio suba pero en realidad no lo
es tanto porque aunque no es positivo tener un precio muy bajo, cuando asciende
por arriba de los 80dolares el barril es un problema muy grande por la inflación de
precios para el consumidor. Por más empresas estatales como Petrobras (Brasil)
y Pemex (México) tengan más dinero no es suficiente para poder reducir el
impacto hacia el consumidor, además para el gobierno es muy importante que los
precios no se eleven tanto. También se debe tener en cuenta que muchos países
productores necesitan igualmente importar gasolina, es el caso de México, que se
ve obligado a importar gasolina desde Estados Unidos porque no tiene la
capacidad de refinación necesaria para abastecer su demanda interna. La región
tiene la materia prima pero no la capacidad de refinería que necesita para
suministrar su demanda doméstica y por lo tanto sigue importando.

COLOMBIA:
El agro colombiano no ha sido ajeno a las consecuencias negativas del conflicto
bélico entre Rusia y Ucrania, y es que esta coyuntura ha provocado el incremento
en los precios de los abonos y fertilizantes necesarios para los cultivos de
alimentos como la papa, arroz, yuca y maíz.

Si bien Ucrania y Rusia no son los principales exportadores de estos insumos a


Colombia, la escasez en la oferta mundial de estos productos ha provocado que
incremente su precio a nivel global.

BOLIVIA: Es un país pequeño, pero es el mayor exportador de gas de


Latinoamérica.
Por décadas ha suministrado este combustible a muchos de sus vecinos, siendo
una importante fuente de energía para las grandes potencias de la región, como
Argentina y Brasil.

Pero los expertos creen que este panorama podría cambiar en un futuro no tan
lejano.
El hallazgo de un enorme reservorio de petróleo y gas en las costas de Río de
Janeiro -conocido como el Presal- y el descubrimiento de uno de los mayores
recursos de gas y petróleo no convencional del mundo en la formación de Vaca
Muerta, en el sudoeste de Argentina, podrían hacer que en unos años estos
países ya no necesiten el gas boliviano.

Ante este escenario, Bolivia sabe que necesita encontrar nuevos mercados para
su principal bien de exportación y la crisis en Ucrania le genera justamente eso.

El 65% del gas que produce actualmente Rusia tiene como destino los países
europeos, un continente que importa la mitad de la energía que consume.
Países como Estonia, Lituania, Finlandia y Letonia dependen totalmente del gas
que llega de Rusia, mientras que la principal economía europea, Alemania,
importa desde ese país el 36% del gas que consume.
Ahora, la anexión rusa a territorio ucraniano se vio considerado una invasión por

a imponer un bloqueo comercial y económico al gobierno de Vladimir Putin, que


incluye una reducción de las importaciones de energía.
Para Bolivia, esto supone una oportunidad única para ganar uno de los mercados
más codiciados del mundo.

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