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TEMA 4-SOCIOLOGÍA DEL ALUMNADO

1. CONSIDERACIONES PREVIAS

En España la plena escolarización de los niños no se produjo hasta finales de los años 70. Una vez
logrado esto en cuanto a la etapa obligatoria, es continuo el crecimiento de la escolarización referida
a etapas superiores no obligatorias como son la Universidad y la Formación profesional. En este
contexto son significativos y, por tanto, son muy interesantes para los sociólogos de la educación dos
aspectos:

- La feminización cada vez más acusada del Bachillerato: Cada vez hay más mujeres en el
Bachillerato.
- El mayor rendimiento de las alumnas en todas las etapas escolares y el menor abandono
escolar temprano.

2. LA ADOLESCENCIA Y LA CONDICIÓN DE ALUMNO

Rousseau en el Emilio recoge la noción moderna más aceptada de la infancia y de la adolescencia.


Siguiendo la creencia de la burguesía del siglo XVII, afirma que los niños para que crezcan libres y
maduros deben ser protegidos de las influencias perniciosas de los adultos.

Según Rousseau, el hombre nace con espíritu de beneficiencia, con una naturaleza bondadosa
dentro de sí hacia los demás y hacia la naturaleza. Entonces, el mal lo conoce a través de los adultos.
Por ejemplo, la mentira no es una actitud natural de los individuos más jóvenes, sino que se aprende
de los adultos, por eso se dice que es necesario que se viva al margen del mundo exterior.

Afirma que los adultos han creado una estructura inflexible que no deja paso a la espontaneidad, a la
creatividad, a la originalidad, etc.

Si antes se consideraba que a la infancia le seguía la etapa adulta, ahora se reconocía una etapa
intermedia, “la adolescencia” que según Rousseau tenía unas características muy peculiares. Este
autor proporciona la base ideológica para construir un mundo aparte para los jóvenes.

En este periodo intermedio presenta cierta necesidad de ampliar su círculo, pues entra en la etapa
de la adolescencia, en la que es muy sensible a la estructura rígida social en la que los individuos se
tienen que insertar.
Sostiene que es importante que los adultos prevengan a los niños de ciertos actos y acciones. pero es
peligroso hacer de los adolescentes personas dóciles, ya que al final se van a dejar engañar
fácilmente por los demás.

Sin embargo, según Marx los niños debían trabajar y se debía aunar la educación y el trabajo. Según
él la escuela separa al niño del adulto, el pensamiento de la acción; es en la fábrica donde los niños
pueden tomar conciencia de la sumisión en la que se encuentran durante la infancia y rebelarse
contra ello.

Volviendo a Rousseau hay que señalar que la idea de adolescencia como algo separado de la etapa
adulta no se podía mantener en los inicios de capitalismo pues era necesario que los niños trabajaran
para ayudar al mantenimiento de sus familias; pero a medida que se redujo el tamaño de las familias
y se desarrolló la urbanización, la adolescencia pudo convertirse en una etapa protegida.

A partir del siglo XVII se produjo un cambio muy importante, los colegios sustituyeron al aprendizaje
como medio de educación, lo que hizo que se separara más a los niños de los adultos y del trabajo. Y,
más allá a mediados del siglo XIX, el aumento del número de jóvenes vagando sin empleo ayudó a
sentar las bases para el establecimiento de la educación obligatoria.

La adolescencia se consolidó como etapa separada de la niñez y de la adultez en los años cincuenta
del siglo XX y en ello tuvieron gran protagonismo los medios de comunicación. Los adolescentes
tenían su propia música, moda, bailes; se convirtieron en un grupo de consumo peculiar e
importante, que también se caracteriza por su oposición a los adultos.

3. LA REALIDAD DE AULA

Para Durkheim la función del maestro va más allá de la de enseñar, se trata también de dominar. Para
él la escuela es una institución de poder.

Cuando nos referimos a lo que ocurre dentro de las aulas, es inevitable mencionar a Jackson (1991)
pues este psicólogo realizó unos estudios etnográficos pioneros en este ámbito (se metía dentro del
grupo investigado). Entró como investigador en aulas de Educación Primaria. Luego cambió al
método cualitativo, porque las reacciones y comportamientos de los alumnos no eran las mismos
cuando él no estaba presente.En sus estudios Jackson se acerca al aula para observar de manera
amplia y abierta, no para buscar las respuestas a preguntas preestablecidas (formulación de
hipótesis).
Según Jackson (1991):

- Los alumnos tienen que permanecer muchas horas en un espacio cerrado (aula) en el que se
controlan muchos aspectos de su vida.

- Existe gran desigualdad en la distribución de poder siendo el profesor el que más poder
ostenta.

- El profesor recompensa a los alumnos que son “buenos”, a los que obedecen.

Willis (1988) realizó un estudio etnográfico que tiene vigencia hoy día:

- Estudia los elementos que integran “la cultura de los colegas”: analiza la oposición a la
autoridad (el profesor) y el rechazo de los conformistas.

- La oposición a la escuela se manifiesta como un estilo de vida. Lo primero que hacen los
adolescentes para entrar en el “grupo de los colegas” es el cambio de vestimenta y de peinado. A
continuación, fumar, beber … con conductas con las que se quiere manifestar el paso a la
siguiente etapa, de la adolescencia a la juventud.

- El grupo de iguales es un elemento clave de la cultura contra-escolar: el grupo de iguales


carece de estructura sólida (no hay normas, ni sanciones, ni estructura de poder, …). No
obstante, una norma que tiene el grupo es fidelidad al mismo; otra sería que ningún miembro
del grupo puede hablar mal de otro delante de una autoridad. El grupo permite diseñar mapas
sociales para relacionarse con otros grupos.

- La habilidad para producir bromas es otro de los rasgos distintivos de los “colegas”.

- Los “colegas” necesitan trabajar en chapucillas para conseguir dinero del que presumen y
gastan.

- Sentido de superioridad ante los profesores.

- Acendrado sexismo.

- La cultura contra-escolar tiende a limitar la entrega de la fuerza del trabajo.


Por su parte Brown (1987) afirma que existen tres tipos de estudiantes:

- Los “cateadores”: son mayoritariamente varones, van a la escuela para encontrarse con sus
amigos y pasarlo bien (quedarse en casa es más aburrido).; no ven para qué sirve la escuela.

- Los “currantes”: se reconocen diferentes a los otros grupos; pertenecer a este grupo supone
un estigma (están mal vistos por los demás); sienten presión por no exteriorizar los rasgos que
les hace pertenecer a este grupo.

- Los chicos “convencionales”: tienen una visión de la escuela como elemento instrumental;
valoran negativamente tener que estudiar materias que nada tienen que ver con su futuro
profesional; trabajan lo mínimo para que el profesor no se enfade con ellos; la diversión en el
aula es muy importante.(Alumnos grises, alumnos que ni fú ni fa, que están poco motivados)

Los cateadores suelen estar mejor situados que los convencionales, suelen presentar un mejor
futuro.

Jackson es un psicólogo que para estudiar la adolescencia empleó la etnografía: se metía


dentro del grupo investigado. Entró como investigador en aulas de la educación primaria.
Luego cambió al método cualitativo, porque las reacciones de los alumnos no eran las mismas
cuando él no estaba presente. Destaca tres:
- En la clase, el profesor es capaz de conocer muchos aspectos de la vida del alumno,
por lo que el alumno se siente controlado.
- La dominación que el profesor podía llegar a ejercer sobre el alumno.
- El profesor tiende a separar a los alumnos y a recompensar a los alumnos “buenos”.

4. LAS RELACIONES SOCIALES EN EL AULA

Algunos autores como Sharp y Green (1975) estudiaron la estratificación en el aula desde el punto de
vista del interaccionismo y concluyen que los profesores para mantener el orden en el aula, de
manera consciente o inconsciente, establecen una jerarquía entre sus alumnos; lo que les lleva a una
contradicción: ideológicamente defienden o predican la igualdad de trato entre todos los alumnos,
pero a nivel práctico esa igualdad de trato solo se hace efectiva respecto a unos cuantos.

El profesor que tiene siempre que plantearse “qué” hacer en cada momento en el aula porque los
alumnos no pueden estar sin hacer nada y porque está dentro de una estructura en la que también
están los padres, los demás profesores, las expectativas de todos ellos y del sistema en general, para
hacer frente a todas esas presiones se acoge al “principio de la laboriosidad” y para obtener
soluciones clasifica a sus alumnos en tres grupos:

a) La clase alta o la élite de los alumnos “brillantes”.

b) La clase media de los alumnos “normales”.

c) La clase baja de los alumnos “problemáticos”, que son aquellos a los que el profesor no puede
introducir sin mucha dificultad en las rutinas del aula.

Mientras los alumnos “problema” reflejan lo difícil que es el trabajo de los docentes; los alumnos
“brillantes” le permiten demostrar sus competencias como profesor.

5.EL ALUMNADO UNIVERSITARIO

Desde los años sesenta tanto el alumnado universitario como la propia institución se han ido
modificando: se ha pasado de una Universidad homogénea, en cuanto a perfiles de alumnos,
profesores, objetivos, … a una Universidad heterogénea y fragmentada.

La democratización de la educación superior, acorde a los presupuestos de una sociedad avanzada,


ha tenido como efecto colateral la masificación en las aulas. Mientras que el número de alumnos ha
crecido exponencialmente, el número de profesores y los recursos disponibles no han logrado
aumentar en la misma proporción. Todo ello tiene efectos perversos en cuanto a la “distribución” de
los alumnos en las diferentes carreras universitarias. En este sentido autores como De la Fuente y
García de León (1993, p. 154) afirman refiriéndose a las pruebas de selectividad que “su
denominación exacta sería la de “pruebas de distribución” del alumnado en los centros
universitarios, según la puntuación obtenida en dichas pruebas”.

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