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NACIONALIDAD EN PERSONAS MORALES.

Las personas morales o jurídicas, han adquirido personalidad jurídica en virtud de


un mandato legal, existen diferentes teorías acerca de la naturaleza jurídica de
estos entes, pero en concreto podemos afirmar que jurídicamente son personas.

La nacionalidad es uno de los atributos de la personalidad. Es lo que se conoce


como el estado político, la expresión de la soberanía se entiende y comprende
atendiendo a que tiene una población, en la que, todos los que forman su pueblo
serían considerados como nacionales. Al respecto se han elaborado tres posturas,
las que niegan expresamente que una persona moral pueda tener nacionalidad,
los que la aceptan, y los eclécticos que han dicho que sí, pero que es
completamente distinta a la de una persona física, ya que se rige por reglas
distintas.

Posturas sobre la Nacionalidad

Los que niegan que las personas morales puedan tener una nacionalidad
Se limitan a decir que las personas morales, al ser una ficción jurídica, no tienen
los elementos necesarios para poseer un estado; es decir, no tienen estado civil ni
político. En el derecho estadounidense esta postura ha quedado muy arraigada.
En la opinión de estos tratadistas se dice que al atribuir nacionalidad a las
personas morales se han confundido las nociones de nacionalidad y domicilio.
El domicilio de la sociedad es fijado por el estatuto, el cual está conforme a la ley
aplicable y resuelve los problemas de su funcionamiento extraterritorial, sin
necesidad de recurrir a la noción de nacionalidad.

Siendo la nacionalidad un vínculo con un Estado, no es posible que dicho vínculo


pueda existir entre una persona moral y un Estado. Cuando el Estado determina
quiénes son sus nacionales, lo que realmente hace es un inventario. Para esta
posición, la verdadera nacionalidad, la única que existe, crea una relación de
orden político entre un individuo y un Estado.

Los que aceptan que las personas morales tienen nacionalidad llanamente

En realidad quizás muchos de las personas con estos criterios ven a las personas
morales como un ente jurídico, con una verdadera personalidad y que sus
decisiones se expresan a través de sus órganos. Generalmente argumentan su
posición al reproducir las normas legales que le atribuyen una nacionalidad a las
personas morales. Unos identifican la nacionalidad de las sociedades a los
individuos, y así aplican analógicamente el concepto de nacionalidad de la
persona física aunque adaptándolo a la naturaleza diferente de las personas
morales.
Los que aceptan que las personas morales tienen una nacionalidad
Al respecto no se ha elaborado una teoría única, y podemos decir que muchos de
estos criterios han perneado en la legislación, no siendo la nuestra una excepción.
Los principales criterios son los siguientes:
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Nacionalidad de los Socios: Se ha tomado como criterio el que el Estado conozca


la nacionalidad de los principales socios y deje abiertamente que sus relaciones
privadas se lleven a cabo con las reglas de carácter privado de su país de origen.
Representa el grave problema, de que en las grandes sociedades la nacionalidad
de los dueños de las partes sociales esta llamada a cambiar. Podemos añadir de
que este criterio no está completamente abandonado en nuestra legislación, y que
si produce efectos jurídicos el hecho de que los accionistas, socios, o dueños sean
de una nacionalidad o de otra.

Conforme al País en que se constituyó la sociedad: Según el país en que fue


constituida la sociedad, va a regirse conforme a las normas de derecho privado de
sus estatutos y de su país de origen. Este caso se da muy frecuentemente en los
países en los que se regula la transferencia de sede.

La del Domicilio Social: El lugar en donde se tomen las decisiones puede servir
para darle la nacionalidad a una sociedad, aunque existe el problema de que este
puede variar, o incluso que estas decisiones se tomen en un lugar diferente cada
vez, además de que no está claro, si en muchos casos es el domicilio de la
Asamblea General o el de la Administración de una sociedad.

La de la Nacionalidad de los Administradores: En otras legislaciones se ha tomado


como criterio la nacionalidad del socio administrador o del consejo de
administración, con el grave problema de que es este o estos pueden cambiar
fácilmente.

Conforme a la Regulación en sus Relaciones Privadas: En muchos casos se


puede dar la posibilidad de que con el cambio de nacionalidad, o regulándose con
una legislación extranjera una sociedad, se considere que ese es un elemento
suficiente para darle una nacionalidad a la sociedad.

Criterios de Control: Se ha dado el caso sobre todo con la posibilidad de la


develación de la personalidad y con los casos en donde se busca saber quienes
con los verdaderos socios, debido a que en muchos casos no se conoce con
claridad quienes son los dueños de las partes sociales, se tome como criterio que
la nacionalidad de una sociedad es aquella de los que ejercen el control. En la
legislación alemana se usó este criterio, en concreto se distingue entre
nacionalidad de una persona, y pertenencia al Estado, siendo la pertenencia el
criterio para saber si forma parte de los intereses de la nación alemana.

De la autorización que hace el Estado: Se parte de la base de que la personalidad


jurídica de una persona moral no se integra cabalmente hasta que recibe un
permiso o autorización del Estado para constituirse. En México, sería el permiso
concedido por la Secretaria de Relaciones Exteriores, aunque en otras
legislaciones se toma analógicamente el criterio de la inscripción en el Registro
Público, con efectos constitutivos.
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NACIONALIDAD DE AERONAVES Y EMBARCACIONES

AERONAVES:
La nacionalidad de los aeronaves se encuentra regulada en la Ley de Aviación
Civil de 1995.
Se le reconoció nacionalidad a partir del convenio internacional suscrito el 13 de
octubre de 1919;
En México la nacionalidad de las aeronaves está prevista en el artículo 12 de la
Ley de Aviación Civil que exige los siguientes requisitos: capacidad, matrícula e
inscripción. Por lo tanto la inscripción y otorgamiento de su matrícula confiere a la
aeronave la nacionalidad mexicana.
Es aplicable también en esta materia lo establecido en los artículos 3, 44, 45, 46 y
47 de la misma Ley de Aviación Civil.
BUQUES:
La nacionalidad de los buques se encuentra prevista en la ley de Navegación de
1994 artículos 10, 11 y 12.
En el artículo 12 de la Ley de Navegación se especifican las embarcaciones que
se consideran de nacionalidad mexicana:
I. Las abanderadas y matriculadas conforme la presente ley;
II. Las que causan abandono en aguas de jurisdicción nacional;
III. Las decomisadas por las autoridades mexicanas;
IV. Las capturadas a enemigos y consideradas como buena presa, y
V. Las que sean propiedad del Estado Mexicano.

El Extranjero y su condición jurídica

 Extranjero. Concepto.

La palabra extranjero proviene del vocablo latín “extraneus” que tiene como
significado “extraño”; es decir aquellas personas ajenas a un país determinado.
Carlos Arellano García considera al extranjero como “... la persona física o
moral que no reúne lo requisitos establecidos por el sistema jurídico de un
Estado determinado para ser considerada como nacional”.
Por otro lado, el autor Orué y Arreguín define al extranjero afirmando que es “...el
individuo que no es nacional”, sin embargo, es omiso en cuanto al orden
normativo de cada país, así como el caso de las personas morales; por lo cual,
este concepto es falto de consistencia y sustento.
Así mismo, el tratadista ruso Korovin señala que un extranjero es “... el individuo
que está en el territorio de un Estado del que no es ciudadano y que sí, en
cambio, lo es de otro”. Siendo este concepto un cuanto más detallado que el
anterior.
Es de destacarse que la mayoría de los autores del Derecho Internacional Privado,
y específicamente, aquellos que analizan al extranjero, coinciden en proponer
como definición más apta, la aportada por el autor Carlos Arellano García, ya que
su definición es más completa y reúne los elementos indispensables para
establecer de manera clara la condición jurídica de este tipo de personas. Criterio
con el cual también comulgo, en razón de su basto contenido, además de que no
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existen definiciones suficientes para poder establecer un criterio de elección


adecuado. Por lo cual un extranjero es una persona física o moral que desempeña
alguna actividad determinada fuera de su lugar de origen, y se encuentra bajo la
autoridad del país que lo recibe, según las leyes que en el mismo se aplican.

 Persona Física y Personas Morales.


La palabra persona tiene como significado “... todo ser susceptible de derechos
y obligaciones”.
Las personas físicas son llamadas también naturales, que gozan de capacidad
jurídica; este concepto es carente de consistencia, ya que no menciona cuál es su
capacidad jurídica.

La capacidad jurídica de las personas físicas, según Díez de Picazo y Gullón, “...
es la aptitud o idoneidad para ser titular de derechos y obligaciones”,
considerando que es una consecuencia ineludible de la personalidad que
pertenece a todo ser humano, en razón de su misma dignidad.

Ahora bien, tomando en cuenta que la persona física es el individuo, debe


entenderse que la persona moral es “... una entidad formada para la realización
de los fines colectivos y permanentes de los hombres”; siendo que esta
definición carece de sustento suficiente en su contenido, ya que no se señala su
naturaleza.

Jean Paul Niboyet considera al Estado y los Soberanos como personas morales y
dice: “Cuando un estado o un Soberano son reconocidos, su personalidad
moral, por ese mismo hecho, lo es también”. En lo referente a las asociaciones
y fundaciones como personas morales dice que ya que éstas emanan del poder
público extranjero no puede imponerse que se reconozcan en un país.

El autor francés Julien Bonnecase clasifica a las personas morales en personas


morales de derecho público y personas morales de derecho privado. Afirma que
las primeras son el Estado, los departamentos, los municipios, los
establecimientos públicos; estas personas tienen bienes afectados al
funcionamiento de los servicios públicos; también cuentan con un territorio
jurídicamente organizado; en cambio, las personas morales de derecho privado no
se caracterizan por ser de servicio público ya que emanan de la iniciativa de
particulares.

El tratadista mexicano, Jesús Ferrer, al respecto señala: “... las personas


morales deben tener personalidad jurídica reconocida en su lugar de origen,
las que sean entidades comerciales e industriales de origen extranjero
deberán sujetarse en sus operaciones a las leyes mexicanas que regulen la
inversión extranjera”. Dicha definición contiene aún más elementos que pueden
establecer la verdadera naturaleza legal de existencia de esta figura del derecho.
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Los autores anteriores coinciden en mencionar que las personas morales pueden
ser entidades de derecho público, privado, pero son omisos en referir las bases
que deben reunir dichas personas.

La definición que me pareció más adecuada, es la aportada por el autor Jesús


Ferrer Gamboa, ya que es más completa y contiene elementos para determinar el
funcionamiento de las personas morales. Por lo tanto, una persona moral es
aquélla que cuenta con personalidad jurídica propia y se establece en el país para
realizar actos de comercio u otras funciones, siempre y cuando sus operaciones
se sujeten a las leyes mexicanas.

1.3 El extranjero en el Derecho Internacional Privado.

Werner Goldschmidt considera a la condición jurídica de los extranjeros como “...


los derechos de que los extranjeros gozan en cada país”; agrega que no
puede existir un conflicto entre dos legislaciones, ya que se aplica la ley interna del
país donde se invoca el goce de un derecho.

Por otro lado, Jean Paul Niboyet en este sentido, indica: “... la condición jurídica
de extranjeros estará integrada por los diversos derechos y obligaciones
imputables en un Estado a las personas físicas o morales que no tienen el
carácter de nacionales”

Por tanto, la condición jurídica de los extranjeros involucra derechos y


obligaciones relacionados con las personas físicas o morales que carecen de la
nacionalidad del Estado en el cual se establecen.

Según Jesús Ferrer la condición jurídica se determina por los derechos y


obligaciones que tienen en el país de acuerdo con las leyes locales.

Los autores antes mencionados coinciden en que la condición jurídica de


extranjeros está constituida por derechos y obligaciones. La definición que es más
completa , en mi opinión, es la de Jean Paul Niboyet, ya que hace referencia tanto
a las personas físicas como a las morales y es más explícita que las otras. Se
puede concluir que la condición jurídica de los extranjeros está determinada por
los derechos y obligaciones que tienen las personas físicas y morales extranjera.

1.4 Sistemas de trato para Extranjeros.

De acuerdo con la doctrina del Derecho Internacional Privado, y atendiendo a los


estudios de autores como Contreras Vaca, Péreznieto Castro, Arellano García,
etc., existen diversos sistemas de trato para los extranjeros, los cuales son:

A) Sistema de Reciprocidad Diplomática: Establece que los extranjeros tienen


los derechos civiles estipulados en los tratados, según Francisco Contreras
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Vaca lo anterior resulta ineficaz debido a la gran cantidad de convenciones


internacionales que tendrían que suscribirse

B) Sistema de la reciprocidad legislativa o de hecho: Consiste en que los estados


otorgan a los extranjeros los derechos que sus nacionales gozan en el país de
donde provienen.
Niboyet considera que este sistema ofrece ventajas de una mayor adaptabilidad,
ya que no necesita de la estipulación de tratados diplomáticos para ponerlo en
práctica.

En México, el artículo 33 Constitucional estipula que los extranjeros tienen


derecho a las garantías que otorga la Constitución en el capítulo I, título primero,
sin que se mencione la reciprocidad.

B) Sistema de equiparación a nacionales: Concede al extranjero igualdad de


derechos civiles con los nacionales hasta que una disposición legal no
establezca restricciones en forma expresa.

Niboyet está a favor de este sistema y sostiene que la necesidad de colocar al


extranjero y al nacional sobre un mismo plano de igualdad ha ido imponiéndose
con mayor fuerza. Siendo que por su naturaleza, este sistema se aplica, sobre
todo en los países árabes, en razón de la ideología e identidad religiosa, aunque
su aplicación es de carácter consuetudinario.

C) Sistema de mínimo de derechos: Salvaguarda al extranjero un mínimo de


derechos que la normatividad internacional ha considerado indispensable
para el desarrollo de la persona y la protección de su dignidad humana.

Alfred Verdross considera mínimo de derechos los siguientes:


a) Todo extranjero ha de ser reconocido como sujeto de derecho
b) Los derechos privados adquiridos por los extranjeros de manera válida,
conforme a la normatividad que rige en el Estado de emisión han de respetarse.
c) Han de concederse a los extranjeros los derechos esenciales relativos a la
libertad.
d) Han de quedar abiertos a los extranjeros los procedimientos judiciales.
e) Los extranjeros han de ser protegidos contra delitos que amenacen su vida,
libertad, propiedad y honor

E) Sistema angloamericano: Distintos autores consideran a Gran Bretaña y


Estados Unidos en un grupo de países que concede a los extranjeros el disfrute
de derechos sin declararse previamente seguidores de un sistema determinado.
Arellano García considera que Estados Unidos no pertenece a este sistema desde
que suscribió la Convención sobre Condiciones de los Extranjeros en la
Habana, dándole a la comunidad internacional prerrogativas sobre extranjería que
limitan su competencia nacional.
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F) Sistema de Capitulaciones: Se caracteriza por la extracción de núcleos de


extranjeros a la jurisdicción del país en la cual se encuentran. En este sistema se
reconocen los colonos o residentes en un país; es decir, las comunidades
extranjeras. Aún y cuando en la actualidad ya caso no tiene aplicación este
sistema, siendo Turquía el último Estado que lo aplicó.

De los sistemas antes mencionados, me parece más adecuado el sistema de la


reciprocidad legislativa o de hecho ya que se concede igualdad de derechos tanto
a los extranjeros que residan en el país en donde son considerados como tales y a
los nacionales de ese país que residan en el lugar de donde provienen dichos
extranjeros.

Los otros sistemas son un poco limitativos ya que si no existe un tratado suscrito
por los países a los que los extranjeros pertenecen no gozarán de derechos y por
lo tanto sí sufriesen de algún atropello en cuanto a su persona o derechos no
tendrían forma alguna de pelear por lo que les lesionaron.

1.5 Internación y Estancia.

Xavier San Martín y Torres considera que el Estado no debe negar una internación
que se le solicite, siempre y cuando se cumpla con todos los requisitos exigidos
por la ley, así como respetar el plazo que se le fije.

Considera que las solicitudes de internación deben ser hechas directamente por el
interesado o en su caso, por su apoderado legal ante el gobierno a cuyo territorio
pretende ingresar.

El jurista Manuel J. Sierra sostiene que en “... la práctica no existe obligación


alguna por parte de un Estado de permitir el ingreso de los extranjeros a su
territorio a pesar de que éstos cumplan con los requisitos que las
disposiciones locales establezcan”.

En otro sentido Niboyet se pronuncia a favor de la admisión de extranjeros pero


también reconoce que tiene algunas limitaciones.

Arellano García considera si la legislación interna o la norma internacional


establecen como principio la admisibilidad de los extranjeros. Tal interpretación
estará sujeta a la reunión de distintos requisitos legales, entre ellos están:
Requisitos sanitarios, diplomáticos, fiscales, administrativos y económicos

La Ley General de Población vigente, en su artículo 37, establece hipótesis en las


cuales se puede negar a los extranjeros su entrada al país, siendo las siguientes:
A) Cuando no exista reciprocidad internacional;
B) Cuando lo exija el equilibrio demográfico nacional
C) Cuando se estime lesivo para los intereses económicos de los nacionales,
entre otras.
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De acuerdo con el tratadista Xavier San Martín, la estancia de los extranjeros


puede establecerse desde dos formas: a) estancia irregular propiamente dicha; b)
estancia ilegítima. En la primera se trata de una condición que dejó de ser
comprobada por el extranjero ante la autoridad correspondiente, pero que existió.
En el segundo inciso, no se permite revalidación alguna por parte del Estado en
favor del extranjero.

La población extranjera deber ser motivo de especial vigilancia por parte de la


autoridad ya que su estancia debe ser una constante prueba de su deseabilidad
de internarse en el país.

El control de extranjeros no podrá llevarse a cabo si se ignora lo esencial: en


donde se encuentra el individuo; “... es necesario saber el lugar preciso en el
cual radica a fin de que en un momento dado se pueda ejercitar sobre él la
acción estatal que requiera la protección a los nacionales o cualesquiera
otras de interés general”.

En mi opinión los Estados no tienen obligación de admitir extranjeros en su


territorio pero sí tienen que aceptar su estancia dentro de su país, siempre y
cuando no cometan actos que dañen la moral de sus habitantes, la paz social y no
transgredan las leyes que rigen aquel país.

1.6 Calidades migratorias.

Xavier San Martín define a la calidad migratoria como “... un conjunto de


condiciones impuestas por un Estado al extraño que desea vivir en su
territorio, sujeto a la norma vigente para la sociedad que en él tiene su
asiento.”

Considera que se deben dividir las autorizaciones de internación por razón del
tiempo más o menos prolongado que duren en el territorio, en internaciones de
tránsito e internaciones de intención permanente.

Respecto a las primera deben quedar catalogadas las calidades migratorias que
no acusen un deseo fundamental de permanecer indefinidamente en el territorio,
sino que tengan por objeto el arreglo de asuntos rápidos en ciudades fronterizas
(visitantes locales); el paso hacia otros países (transmigrante o transeúnte), el
viaje de placer (turista).

En lo referente a las internaciones de intención permanente, deben quedar


catalogadas todas las calidades que no estén incluidas en la clasificación anterior
debido a que quienes las ostenten deseen radicar definitivamente en el país que
los recibe o bien porque su estancia deba durar más tiempo.

La calidad migratoria de intención permanente son fundamentales para el fin


demográfico-migratorio del Estado ya que son las que en realidad aumentan la
población.
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Se Considera al transmigrante, como un individuo que está de paso, y por tanto el


Estado debe fijarle un plazo máximo de estancia, que tendrá que ser corto.

La autoridad migratoria debe salvaguardar los siguientes derechos de los


extranjeros transmigrantes:

A) Que su paso por el territorio sea simple

B) Que este garantizada su admisión en otro país distinto de aquel de donde


procede.
C) Que tenga medios de independencia económica durante el plazo de
permanencia.

En lo que se refiere a visitantes locales, considera que es la condición migratoria


impuesta a los individuos extranjeros cuya estancia es de calidad transitoria en las
ciudades fronterizas, pueden dedicarse a actividades remuneradas o lucrativas.

La calidad migratoria de visitante cae dentro de la calidad de tránsito ya que es un


inmigrante al que le falta el requisito esencial de intención de permanencia
indefinida. La diferencia entre el visitante y turista es que éste se interna
exclusivamente con fines de esparcimiento, en tanto que aquél lo hace con un fin
preconcebido.

De acuerdo con la Ley General de Población los extranjeros pueden internarse en


el país con la calidad migratoria de inmigrantes y no inmigrantes.

Inmigrante es el extranjero que se interna legal y condicionalmente en el país con


el propósito de radicarse en el en tanto adquiere la calidad de inmigrado, pueden
permanecer en el país con esa calidad por el término de cinco años.

El artículo 48 de la Ley mencionada enuncia las diversas hipótesis en que se


permite la internación de extranjeros como inmigrantes, son las siguientes:
Rentista, inversionista, profesional, cargos de confianza, científico, técnico,
familiares, artistas y deportistas, asimilados. En estos casos debe acreditarse la
solvencia económica del que atenderá las necesidades de sus familiares.

No inmigrante es el extranjero que, con permiso de la Secretaría de Gobernación,


se interna en el país temporalmente.

El artículo 42 del ordenamiento legal mencionado señala los casos en que se


internan los extranjeros en la calidad de no inmigrante, a saber: Turista,
transmigrante, ministro de culto religioso, asilado político, refugiado, estudiante,
visitante distinguido, visitantes locales, visitante provisional, corresponsal.
Los extranjeros que se encuentren en el país como no inmigrantes pueden
solicitar el ingreso de su cónyuge y familiares en primer grado, se les concederá la
misma característica migratoria bajo la modalidad de dependiente económico.
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La tercera característica migratoria es la de inmigrado, según el artículo 52 de la


Ley General de Población, es el extranjero que adquiere derechos de residencia
definitiva en el país podrá dedicarse a cualquier actividad lícita, con las
limitaciones que imponga la Secretaría de Gobernación. Para adquirir esta calidad
es necesario:

A) Residir legalmente en el país durante cinco años


B) Haber observado las disposiciones de la Ley General de población y su
reglamento.
C) Que sus actividades hayan sido honestas y positivas para la comunidad.
D) Solicitar el otorgamiento de su calidad de inmigrado, en los plazos que señala
el reglamento.
E) Obtener declaración expresa de la Secretaría de Gobernación.

1.7 Limitaciones al ingreso y permanencia del extranjero.

Arellano García considera que la permanencia de los extranjeros en México es


precaria en cuanto a que sufren importantes limitaciones a sus actividades.
Las restricciones que tienen los extranjeros en México son: Restricción al goce de
derechos políticos, restricción a la garantía de audiencia, restricción al derecho de
petición, restricción al derecho de asociación, restricción a los derechos de
ingreso, salida y tránsito, restricción en materia militar, en materia marítima y
aérea, al derecho de propiedad, restricciones en servicio, cargos públicos.
Aspectos que se analizarán en el capítulo ulterior.

La Ley General de Población en sus artículos 34,43,45,47,60,63,65 y 74 refieren


como limitaciones las siguientes:

A) El extranjero está obligado a cumplir estrictamente con las condiciones que se


le fijen en el permiso de internación y las disposiciones que establecen las leyes
respectivas.
B) Los inmigrantes tienen la obligación de comprobar a satisfacción de la
Secretaría de Gobernación, que están cumpliendo con las condiciones que les
fueron señaladas al autorizar su internación y con las demás disposiciones
migratorias aplicables a fin de que sea refrendada anualmente, si procede su
documentación migratoria.

C) El extranjero inmigrante tiene prácticamente prohibida su permanencia fuera


del país dieciocho meses, en forma continua o con intermitencias, pues de
hacerlo, perderá su calidad de inmigrante. En los dos primeros años de su
internación no podrá ausentarse de la República por más de noventa días cada
año.
D) Si un extranjero pretende ejercer actividades distintas a aquellas que le hayan
sido expresamente autorizadas requiere permiso de la Secretaría de Gobernación
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E) Está prohibido dar ocupación a extranjeros que no comprueben previamente su


legal estancia en el país y sin haber obtenido la autorización específica para
prestar determinado servicio.

F) Los extranjeros inmigrantes y no inmigrantes tienen la obligación de inscribirse


en el Registro Nacional de Extranjeros dentro de los treinta días siguientes a la
fecha de su internación.

G) Los extranjeros registrados, están obligados a informar al Registro Nacional de


Extranjeros, de sus cambios de calidad o característica migratoria, nacionalidad,
estado civil, domicilio y actividades a que se dediquen, dentro de los treinta días
posteriores al cambio.

1.8 Derechos y obligaciones de los extranjeros a la luz del Derecho


Internacional.

La Convención sobre Condiciones de los Extranjeros, firmada en la Habana en


1928, suscrita por México y diecinueve países que asistieron a la Sexta
Conferencia Internacional Americana, estableció derechos y obligaciones. A
continuación se mencionan las más importantes:

A) El derecho de los Estados para establecer, por medio de leyes, las


condiciones de entrada y residencia de los extranjeros.

B) Subordina a los extranjeros a la jurisdicción y leyes locales.

C) Obliga a los extranjeros a pagar las contribuciones ordinarias y


extraordinarias, siempre que sean generales para la población.

D) Obliga a los Estados a que reconozcan el goce de las garantías individuales


a los extranjeros.

E) Faculta a los Estados para que por motivos de orden o seguridad, puedan
expulsar al extranjero.

F) Prohíbe a los extranjeros inmiscuirse en las actividades políticas privativas


de los ciudadanos del país receptor.

Lo anterior denota que en todo momento el Estado, con base en su soberanía,


puede aceptar o rechazar el ingreso de extranjeros en su territorio, siempre y
cuando no se vulneren los derechos fundamentales de los mismos. Así mismo, se
reconoce que todo extranjero tiene limitaciones al derecho de estancia en un país
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ajeno, y a la vez debe cumplir con las obligaciones, contribuciones y reglas que el
mismo Estado determine en su régimen interno.

Lo anterior evidencia la condición jurídica de los extranjeros en el Derecho


Internacional, ya que las Convenciones acerca del trato para extranjeros, así como
aquéllas que regulan su situación de internación y estancia, establecidas a través
de normas de Derecho Internacional derivadas de Tratados suscritos para esos
efectos, reconocen que todo extranjero debe cumplir con el orden jurídico interno
del país receptor, y no pueden establecerse de ninguna manera privilegios o
prerrogativas mayores que las que gozan los nacionales. Ello se demuestra con la
Cláusula Calvo, llamada así por haber sido redactada por el jurista argentino
Carlos Calvo, en el año de 1844.

La condición Jurídica de los Extranjeros en México

2.1 Génesis de la condición jurídica del extranjero en México.


En México, la regulación normativa del extranjero, se ha observado a través de los
siguientes textos históricos:

A) Constitución de Apatzingán: En su artículo 14 consagra: “ Los extranjeros


radicados en este suelo, que profesaren la religión católica, apostólica y
romana y no se opongan a la libertad de la nación, se reputarán también
ciudadanos de ella, en virtud de carta de naturaleza que se les otorgará y
gozarán de los beneficios de esta ley”.

B) Plan de Iguala: Poco antes de consumada la independencia de México, este


Plan sugiere un trato de plena igualdad de nacionales y extranjeros.

C) Tratado de Córdova: En su artículo 15 establecía, sin distinción entre


nacionales y extranjeros, el derecho de toda persona de trasladarse con su fortuna
adonde le convenga. Este tratado fue firmado por Agustín de Iturbide y Juan O
´Donojú, el 24 de agosto de 1821.
D) Constitución de 1857: En relación con los extranjeros se desprenden los
siguientes artículos: En su artículo 1 establece que los derechos del hombre son la
base y el objeto de las instituciones sociales.
Sólo se limitan los derechos del hombre en materia política a los no ciudadanos de
la República.
Los artículos 32 y 33 son disposiciones especiales en las que se asienta un trato
diferencial, en relación al artículo 32, los mexicanos serían preferidos a los
extranjeros en igualdad de circunstancias, para todos los empleos , cargos o
comisiones.

El artículo 33 establece expresamente a favor de los extranjeros, que éstos tienen


derechos a las garantías consagradas por la sección primera de dicha
Constitución, pero reserva a favor d el gobierno la facultad para expeler al
extranjero pernicioso.
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D) La Ley de Extranjería y Naturalización de 1886: Reguló el tema de la


condición jurídica de los extranjeros al lado del tema de la nacionalidad.
Este ordenamiento dedicó el capítulo IV a los derechos y obligaciones de
los extranjeros, regulando la situación jurídica de los extranjeros.

El autor José Algara, al hace el análisis de dicha ley, resaltaba que el


ordenamiento admite plenamente para el extranjero el goce de los derechos
civiles.

E) Ley de Nacionalidad y Naturalización de 1934: Esta ley no menciona en su


denominación la extranjería que también reglamenta el capítulo IV bajo el
rubro: “Derecho y obligaciones de los extranjeros”; este capítulo IV no hace
una codificación del gran número de disposiciones que en el Derecho
Mexicano regulan la condición jurídica de los extranjeros.

El artículo 33 de dicho ordenamiento consagra la cláusula Calvo.

En la exposición de motivos establece que se ha conservado gran parte de la ley


de 1886.
G) La Ley de Inmigración de 1908: Promulgada por Porfirio Díaz, entró en vigor el
1° de marzo de 1909 y rigió hasta el 31 de mayo de 1926 contenía disposiciones
generales sobre inmigración, todo lo referente a esta materia era competencia de
la Secretaría General de Gobernación.
Todo extranjero debía ser sometido a reconocimiento para determinar su
admisión, esta ley preveía las clases de extranjeros cuyo estado de salud,
capacidad física, modo de vivir pertenecía a sociedades anarquistas o
responsabilidad en la comisión de delitos impedían su ingreso al país, esto con la
finalidad de evitar la perturbación del orden público.
Esta ley no hacía referencia alguna a documentos migratorios o de identidad
exigidos a los extranjeros para ingresar al país, tampoco se regulaban las
calidades y características migratorias.
Dicho ordenamiento establecía la facultad del Ejecutivo para ordenar la remisión
del extranjero al país de su procedencia cuando hubiera ingresado al territorio
nacional con violación de los preceptos legales, siempre y cuando no tuviera más
de tres años de residencia en la República.
H) La Ley de Migración de 1926: Expedida por el entonces Presidente Plutarco
Elías Calles, el día 19 de abril de 1926, derogando la ley de 1908.
La ley de 1926, regulaba la inmigración y la emigración estableciendo un mayor
control respecto de la entrada y salida de los extranjeros.
Los extranjeros que deseaban inmigrar a territorio nacional debían manifestarlo al
cónsul mexicano a fin de que se le inscribiera en el Registro de Extranjeros y se
les extendía una tarjeta individual de identificación.
Dicha ley contemplaba ya, los casos de deportación y expulsión del país.
I) La Ley de Migración de 1930: Regulaba la materia migratoria con mayor
detalle que las anteriores ya que contenía un capítulo específico sobre
servicio migratorio en el que se establecía que este estaba a cargo de la
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Secretaría de Gobernación, de acuerdo con esta ley todo individuo


podía entrar y salir del territorio nacional , pero estos quedaban a
disposición del cumplimiento de los requisitos establecidos por la
misma, el tránsito de las personas sólo podía llevarse a cabo por los
lugares designados para ello, dentro del horario fijo y con la intervención
de las autoridades migratorias, los extranjeros debían cubrir el impuesto
de migración respectivo.

Dicha ley contemplaba dos calidades migratorias para ingresar al país:


inmigrantes y transeúntes, los primeros eran los extranjeros que entraban al país
con el propósito de radicar en él por motivos de trabajo o los que hubieren
permanecido en el país por más de seis meses; los segundos eran los que
ingresaban al país con fines diversos a los anteriores.

De conformidad con dicho ordenamiento el ingreso ilegal al país no estaba


tipificado como delito, sino como una infracción administrativa.
La pena de expulsión o deportación prescribía a los cinco años de residencia
efectiva en el territorio nacional.

Esta ley contaba con su reglamento que fue publicado el 14 de junio de 1932,
contemplaba los requisitos para expedir la tarjeta de identificación, establecía la
cancelación de las tarjetas de identificación una vez que los extranjeros salían del
país, contenía un apéndice sobre el uso de los diferentes modelos de las tarjetas y
se amplio la clasificación de transeúntes agregando las características de hombre
de negocios, agente viajero, estudiante y transmigrante, se determinaban, también
motivos y casos de deportación.

J) Ley General de Población de 1936: Contenía disposiciones para restringir la


inmigración, pues establecía la facultad de la Secretaría de Gobernación para
elaborar tablas que marcan el numero máximo de extranjeros que podían
admitirse durante un año en el país, prohibía por tiempo indefinido la entrada de
inmigrantes trabajadores.

Creí la dirección General de Población como unidad administrativa de la


Secretaría de Gobernación, dicha dirección era competente para conocer sobre la
materia de migración; entre las principales funciones de dicha dependencia se
encontraban:

a) Supervisión de la entrada y salida de extranjeros.

b) El estudio de los casos particulares que consultaran las oficinas del ramo,
sobre admisión y no admisión de extranjeros y modalidades del tráfico
internacional.

c) La inspección de personas a bordo de los transportes terrestres, marítimos


y aéreos.
15

d) La vigilancia del cumplimiento de las disposiciones respecto a la residencia


y a las actividades de los extranjeros.

La Ley General de Población contemplaba las siguientes calidades migratorias:


turista, transmigrante, visitante local, visitante, inmigrante o inmigrado; para ello
necesitaban un examen médico, información personal y estadística, identificación
mediante la tarjeta respectiva, acreditación de buena conducta y de profesión o
medio honesto de vivir entre otros.

El ingreso ilegal al país o realizado en contravención de las disposiciones dictadas


por la Secretaría de Gobernación era considerado infracción administrativa, misma
que se sancionaba con multa y la deportación.

La ley señalaba expresamente algunos casos en los que procedía la deportación,


en su artículo 83 establecía que el cónyuge de un inmigrante extranjero sería
deportado o repatriado en caso de que hubiera ruptura del vínculo matrimonial
antes de cinco años contados desde la fecha de su internación.

El artículo 129 establecía una multa y deportación a los turistas que permanecían
en el país por más tiempo que el autorizado.

Los extranjeros deportados por violaciones a la ley no podían regresar al país sino
con autorización expresa de la Secretaría de Gobernación y después de haber
cumplido con las sanciones y condiciones que se les hubieran impuesto.

Este ordenamiento careció de reglamento por lo que siguió en vigor el Reglamento


de la Ley de 1832.

K) Ley General de Población de 1947: Publicada el 27 de diciembre de 1947,


abrogando la Ley General de Población de 1936 y fue la primera expedida por el
Congreso de la Unión, pues las leyes anteriores habían sido expedidas por el
Ejecutivo.
Establecía la competencia de la Secretaría de Gobernación para fijar las
modalidades que juzgara pertinentes y regular la inmigración de extranjeros, así
como vigilar la entrada, salida y la documentación de los mismos.
Los extranjeros podían ingresar legalmente al país como inmigrantes y no
inmigrantes, pero la Secretaría de Gobernación tenía la facultad para fijar
anualmente el número de extranjeros cuya internación podía permitirse en la
República.
Para ingresar a México los extranjeros debían pasar el examen de las autoridades
sanitarias, rendir a la autoridades migratorias los informes requeridos, identificarse
por medio de los documentos conducentes y, en su caso, acreditar su calidad
migratoria y llenar los requisitos fijados en los permisos de internación.
16

En esta ley no se hacía mención expresa de impedimentos para internarse en el


país; facultaba a la Secretaría de Gobernación para negar el ingreso al país o el
cambio de calidad migratoria cuando no existiera reciprocidad internacional; lo
exigiera el equilibrio de intercambio demográfico, entre otras.

Mencionaba la existencia de las estaciones migratorias para alojar a los


extranjeros a quienes se les autorizaba desembarcar provisionalmente por un
plazo máximo de 30 días.

Sancionaba con prisión o multa al extranjero que contraía matrimonio con el único
fin de radicar en el país y obtener beneficios previstos en las disposiciones
legales.

L) Ley General de Población de 1973: Faculta a la Secretaría de Gobernación


para sujetar la inmigración de extranjeros a las modalidades que juzgue
pertinentes, organizar y coordinar los distintos servicios migratorios; vigilar la
entrada y salida de nacionales y extranjeros, así como revisar su documentación.-

Con la finalidad de vigilar la entrada y salida de los extranjeros la Secretaría de


Gobernación se hace cargo de dos tipos de servicios de migración: el interior y el
exterior. El primero es prestado a través de las oficinas establecidas por la
Secretaría de Gobernación en el país; el segundo a través de los delegados de la
propia Secretaría, así como por los miembros del Servicio Exterior Mexicano y las
instituciones que con el carácter de auxiliares determine la Secretaría.

Esta ley considera que los extranjeros que incurran en algunas de las siguientes
hipótesis se les cancelará la calidad migratoria y serán expulsados del país sin
perjuicio de que se les apliquen las penas establecidas en otros preceptos legales:

a) Cuando auxilien, encubran o aconsejen a cualquier individuo para violar las


disposiciones de la ley y su reglamento, siempre y cuando no constituya delito.
b) Habiendo sido expulsado se interne nuevamente al país sin haber obtenido
acuerdo de readmisión.
d) Habiendo obtenido legalmente autorización para internarse al país viole las
disposiciones legales a las que se condiciono su estancia.
e) Dolosamente haga uso o se ostente como poseedor de una calidad migratoria
distinta a la que le haya sido concedida por la Secretaría de Gobernación.
f) Lleve mexicanos o extranjeros a internarse a otro país, sin la documentación
correspondiente o introduzca extranjeros al territorio nacional, sin la debida
documentación o con el propósito de tráfico, los albergue o transporte por el
territorio nacional a fin de ocultarlos para evadir la revisión migratoria.

Se crearon los ordenamientos legales antes mencionados para tener un mayor


control acerca de los extranjeros que se internaban en el país, así como los que
salían de él, con el paso del tiempo dichos ordenamientos fueron evolucionando y
se hicieron más exigentes en cuanto a los requisitos que debían cubrir aquellos
17

para internarse en el país y para obtener la calidad de inmigrado que se asemeja a


la nacionalidad mexicana.

2.2 Migración, Emigración e Inmigración.

2.2.1. Migración
A) La palabra migración proviene del latín migratione que significa ...” pasar de un
país a otro para residir en él especialmente tratándose de movimientos de
los pueblos o razas”. Agrega es el desplazamiento de la población con cambio
temporal o definitivo de residencia, considerado desde el punto de vista del lugar
de origen como desde el de la zona receptora.

La migración ...”es el desplazamiento de individuos de un sitio a otro pos


razones económicas, sociales o políticas”.

2.2.2 Inmigración

Los desplazamientos humanos se han repetido en todos los tiempos y son hechos
antiguos que han preocupado a los gobiernos de todas las épocas, dentro delas
atribuciones soberanas del Estado se encontraba la de impedir la entrada a
extranjeros sin embargo las limitaciones la entrada y salida de extranjeros antes
de la primera guerra mundial fueron nulas.

La inmigración puede estar impulsada por objetivos laborales y económicos, en lo


que convergen el interés del país que recibe a los científicos o técnicos extranjeros
que ayuden al progreso nacional con interés por parte del extranjero de obtener
una mejor remuneración o mejores condiciones de trabajo, puede haber
inmigración por motivos religiosos o raciales; inmigración por motivos políticos,
que se le conoce como derecho de asilo, personas que sufran persecuciones
políticas por expresarse o actuar contra el gobierno del país en que residan.

Inmigración proviene del latín inmigrare, de in. En y migrare, pasar, irse. Es la


internación y permanencia de extranjeros en un país distinto del cual estaban
establecidos. La inmigración, en sentido estricto, determínale asentamiento
durable, la integración del extranjero inmigrante en la comunidad receptora, y no
simplemente su paso por la misma por un periodo de tiempo limitado y con fines
no estrictamente laborales. El término genérico migración abarca tanto el aspecto
“emigración”; como la “inmigración”que es la acción de llegar y establecerse en
ese otro lugar.

La inmigración es el acto de llegar a un país y establecerse en él. En el caso de


México se entiende como tal aquella población que se asienta en nuestra nación.
En México la condición jurídica de los extranjeros e regula por leyes de carácter
federal según el artículo 73 fracción XVI Constitucional, menciona que es facultad
del Congreso de dictar leyes sobre nacionalidad, condición jurídica de extranjeros,
ciudadanía, naturalización, colonización, emigración e inmigración.
18

Corresponde a la Secretaría de Gobernación formular y conducir la política de


población . Es facultad de la Dirección General de Servicios Migratorios de la
propia Secretaría atender en el ámbito de su competencia, en forma concurrente
con otras autoridades, las responsabilidades y atribuciones señaladas en las
leyes, reglamentos, convenios internacionales suscritos por México.

La legislación mexicana en esta materia se encuentra un tanto dispersa entre las


principales disposiciones de nuestro sistema jurídico vigente.

Existe un control y selección demográfico de la población inmigrante tendientes a


asegurar la utilidad laboral y la productividad económica, el extranjero goza de
todas las garantías establecidas por la Constitución con las excepciones que la
misma señala. A fin de que el extranjero pueda internarse y permanecer
legalmente en el país tendrá que cumplir con las disposiciones que al respecto
determina la Ley General de Población y su reglamento.

La Secretaría de Gobernación promoverá los medios necesarios para sujetar la


inmigración de los extranjeros a las modalidades que juzgue pertinentes y procurar
la mejor asimilación de estos al medio nacional y a su adecuada distribución en el
territorio.

Los inmigrantes se aceptarán hasta por cieno años, con refrendos anuales deben
comprobar ante la Secretaría de Gobernación que cumplen con las condiciones y
disposiciones migratorias que les imponen.

La palabra inmigración proviene del latín inmigrare, de in. En y migrare, pasar,


irse. Es la internación y permanencia de extranjeros en un país distinto.

Para Henry Campbell Black la inmigración es “ la llegada de extranjeros a un


país con fines de residencia permanente”

La inmigración es el acto de llegar a un país y establecerse en él. En el caso de


México se entiende como tal aquella población que se asienta en nuestra nación.
La inmigración es un problema típicamente internacional que afecta a intereses
vitales de los estados que han tenido por fuerza promover una acción común de
los gobiernos desde la mas remota antigüedad.

Las cuestiones migratorias tienen una íntima conexión con la obra encomendada a
la Organización Internacional del Trabajo, es natural entonces que esta haya se
preocupado de las mismas desde su fundación, en 1919 cuando la defensa de los
intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero se incluyó entre los
objetivos de su carta fundamental.

Marco Jurídico regulador de los extranjeros en México.


19

Se encuentran consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos los artículos que garantizan la estadía de los extranjeros en México,
son los siguientes:
A) Artículo 1°: En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las
garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni
suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece.
B) Artículo 2°: Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los
esclavos del extranjero que entren al territorio nacional, alcanzarán, por ese solo
hecho, su libertad y la protección de las leyes.
C) Artículo 11 Todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de
ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de
seguridad, pasaporte, salvo conducto u otros requisitos semejantes. El ejercicio de
este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los
casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa, por
lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración,
inmigración y salubridad en general de la República, o sobre extranjeros
perniciosos residentes en el país.
D) Artículo 15 No se autoriza la celebración de tratados para la extradición de reos
políticos, ni para la de aquellos delincuentes del orden común que hayan tenido en
el país donde cometieron el delito, la condición de esclavos; ni de convenios o
tratados en virtud de los que se alteren las garantías y derechos establecidos por
esta Constitución para el hombre y el ciudadano.
E) Artículo 27, Fracción I: ... La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y
aguas de la Nación, se regirá por las siguientes prescripciones:
I Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades
mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus
accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas. El
estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que
convengan ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales
respecto de dichos bienes y en no invocar, por los mismo, la protección de sus
gobiernos por lo que se refiere a aquellos ; bajo la pena, en cado de faltar al
convenio, de perder en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren adquirido
en virtud de lo mismo. En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y
de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el
dominio directo sobre tierras y aguas.

F) Artículo 32: La Ley regulará el ejercicio de los derecho que la legislación


mexicana otorga a los mexicanos que posean otra nacionalidad y
establecerá normas para evitar conflictos por doble nacionalidad.

El ejercicio de los cargos y funciones para los cuales, por disposición del la
presente Constitución, se requiera ser mexicano por nacimiento, se reserva a
quienes tengan esa calidad y no adquieran otra nacionalidad. Esta reserva
también será aplicable a los casos que así lo señalen otras leyes del Congreso de
la Unión.
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En tiempo de paz, ningún extranjero podrá servir en el Ejército, ni en las fuerzas


de policía o seguridad pública. Para pertenecer al activo del Ejército en tiempo de
paz y al de la Armada o al de la Fuerza Aérea en todo momento, o desempeñar
cualquier cargo o comisión en ellos, se requiere ser mexicano por nacimiento.

Esta misma calidad será indispensable en capitanes, pilotos, patrones,


maquinistas, mecánicos y de una manera general, para toso el personal que
tripule cualquier embarcación o aeronave que se ampare con la bandera o insignia
mercante mexicana. Será también necesaria para desempeñar los cargos de
capitán de puerto y todos los servicios de practicaje y comandante de aeródromo.

Los mexicanos serán preferidos a los extranjeros en igualdad de circunstancias,


para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargos o comisiones de
gobierno en que no sea indispensable la calidad de ciudadano.

G) Artículo 33: Son extranjeros los que no poseen las calidades determinadas en
el artículo 30. Tiene derecho a las garantías que otorga el capítulo I, título primero,
de la presente Constitución; pero el Ejecutivo de la Unión tendrá la facultad
exclusiva de hacer abandonar el territorio nacional, inmediatamente y sin
necesidad de juicio previo, a todo extranjero cuya permanencia juzgue
inconveniente.
Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos
del país

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