Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los que niegan que las personas morales puedan tener una nacionalidad
Se limitan a decir que las personas morales, al ser una ficción jurídica, no tienen
los elementos necesarios para poseer un estado; es decir, no tienen estado civil ni
político. En el derecho estadounidense esta postura ha quedado muy arraigada.
En la opinión de estos tratadistas se dice que al atribuir nacionalidad a las
personas morales se han confundido las nociones de nacionalidad y domicilio.
El domicilio de la sociedad es fijado por el estatuto, el cual está conforme a la ley
aplicable y resuelve los problemas de su funcionamiento extraterritorial, sin
necesidad de recurrir a la noción de nacionalidad.
Los que aceptan que las personas morales tienen nacionalidad llanamente
En realidad quizás muchos de las personas con estos criterios ven a las personas
morales como un ente jurídico, con una verdadera personalidad y que sus
decisiones se expresan a través de sus órganos. Generalmente argumentan su
posición al reproducir las normas legales que le atribuyen una nacionalidad a las
personas morales. Unos identifican la nacionalidad de las sociedades a los
individuos, y así aplican analógicamente el concepto de nacionalidad de la
persona física aunque adaptándolo a la naturaleza diferente de las personas
morales.
Los que aceptan que las personas morales tienen una nacionalidad
Al respecto no se ha elaborado una teoría única, y podemos decir que muchos de
estos criterios han perneado en la legislación, no siendo la nuestra una excepción.
Los principales criterios son los siguientes:
2
La del Domicilio Social: El lugar en donde se tomen las decisiones puede servir
para darle la nacionalidad a una sociedad, aunque existe el problema de que este
puede variar, o incluso que estas decisiones se tomen en un lugar diferente cada
vez, además de que no está claro, si en muchos casos es el domicilio de la
Asamblea General o el de la Administración de una sociedad.
AERONAVES:
La nacionalidad de los aeronaves se encuentra regulada en la Ley de Aviación
Civil de 1995.
Se le reconoció nacionalidad a partir del convenio internacional suscrito el 13 de
octubre de 1919;
En México la nacionalidad de las aeronaves está prevista en el artículo 12 de la
Ley de Aviación Civil que exige los siguientes requisitos: capacidad, matrícula e
inscripción. Por lo tanto la inscripción y otorgamiento de su matrícula confiere a la
aeronave la nacionalidad mexicana.
Es aplicable también en esta materia lo establecido en los artículos 3, 44, 45, 46 y
47 de la misma Ley de Aviación Civil.
BUQUES:
La nacionalidad de los buques se encuentra prevista en la ley de Navegación de
1994 artículos 10, 11 y 12.
En el artículo 12 de la Ley de Navegación se especifican las embarcaciones que
se consideran de nacionalidad mexicana:
I. Las abanderadas y matriculadas conforme la presente ley;
II. Las que causan abandono en aguas de jurisdicción nacional;
III. Las decomisadas por las autoridades mexicanas;
IV. Las capturadas a enemigos y consideradas como buena presa, y
V. Las que sean propiedad del Estado Mexicano.
Extranjero. Concepto.
La palabra extranjero proviene del vocablo latín “extraneus” que tiene como
significado “extraño”; es decir aquellas personas ajenas a un país determinado.
Carlos Arellano García considera al extranjero como “... la persona física o
moral que no reúne lo requisitos establecidos por el sistema jurídico de un
Estado determinado para ser considerada como nacional”.
Por otro lado, el autor Orué y Arreguín define al extranjero afirmando que es “...el
individuo que no es nacional”, sin embargo, es omiso en cuanto al orden
normativo de cada país, así como el caso de las personas morales; por lo cual,
este concepto es falto de consistencia y sustento.
Así mismo, el tratadista ruso Korovin señala que un extranjero es “... el individuo
que está en el territorio de un Estado del que no es ciudadano y que sí, en
cambio, lo es de otro”. Siendo este concepto un cuanto más detallado que el
anterior.
Es de destacarse que la mayoría de los autores del Derecho Internacional Privado,
y específicamente, aquellos que analizan al extranjero, coinciden en proponer
como definición más apta, la aportada por el autor Carlos Arellano García, ya que
su definición es más completa y reúne los elementos indispensables para
establecer de manera clara la condición jurídica de este tipo de personas. Criterio
con el cual también comulgo, en razón de su basto contenido, además de que no
4
La capacidad jurídica de las personas físicas, según Díez de Picazo y Gullón, “...
es la aptitud o idoneidad para ser titular de derechos y obligaciones”,
considerando que es una consecuencia ineludible de la personalidad que
pertenece a todo ser humano, en razón de su misma dignidad.
Jean Paul Niboyet considera al Estado y los Soberanos como personas morales y
dice: “Cuando un estado o un Soberano son reconocidos, su personalidad
moral, por ese mismo hecho, lo es también”. En lo referente a las asociaciones
y fundaciones como personas morales dice que ya que éstas emanan del poder
público extranjero no puede imponerse que se reconozcan en un país.
Los autores anteriores coinciden en mencionar que las personas morales pueden
ser entidades de derecho público, privado, pero son omisos en referir las bases
que deben reunir dichas personas.
Por otro lado, Jean Paul Niboyet en este sentido, indica: “... la condición jurídica
de extranjeros estará integrada por los diversos derechos y obligaciones
imputables en un Estado a las personas físicas o morales que no tienen el
carácter de nacionales”
Los otros sistemas son un poco limitativos ya que si no existe un tratado suscrito
por los países a los que los extranjeros pertenecen no gozarán de derechos y por
lo tanto sí sufriesen de algún atropello en cuanto a su persona o derechos no
tendrían forma alguna de pelear por lo que les lesionaron.
Xavier San Martín y Torres considera que el Estado no debe negar una internación
que se le solicite, siempre y cuando se cumpla con todos los requisitos exigidos
por la ley, así como respetar el plazo que se le fije.
Considera que las solicitudes de internación deben ser hechas directamente por el
interesado o en su caso, por su apoderado legal ante el gobierno a cuyo territorio
pretende ingresar.
Considera que se deben dividir las autorizaciones de internación por razón del
tiempo más o menos prolongado que duren en el territorio, en internaciones de
tránsito e internaciones de intención permanente.
Respecto a las primera deben quedar catalogadas las calidades migratorias que
no acusen un deseo fundamental de permanecer indefinidamente en el territorio,
sino que tengan por objeto el arreglo de asuntos rápidos en ciudades fronterizas
(visitantes locales); el paso hacia otros países (transmigrante o transeúnte), el
viaje de placer (turista).
E) Faculta a los Estados para que por motivos de orden o seguridad, puedan
expulsar al extranjero.
ajeno, y a la vez debe cumplir con las obligaciones, contribuciones y reglas que el
mismo Estado determine en su régimen interno.
Esta ley contaba con su reglamento que fue publicado el 14 de junio de 1932,
contemplaba los requisitos para expedir la tarjeta de identificación, establecía la
cancelación de las tarjetas de identificación una vez que los extranjeros salían del
país, contenía un apéndice sobre el uso de los diferentes modelos de las tarjetas y
se amplio la clasificación de transeúntes agregando las características de hombre
de negocios, agente viajero, estudiante y transmigrante, se determinaban, también
motivos y casos de deportación.
b) El estudio de los casos particulares que consultaran las oficinas del ramo,
sobre admisión y no admisión de extranjeros y modalidades del tráfico
internacional.
El artículo 129 establecía una multa y deportación a los turistas que permanecían
en el país por más tiempo que el autorizado.
Los extranjeros deportados por violaciones a la ley no podían regresar al país sino
con autorización expresa de la Secretaría de Gobernación y después de haber
cumplido con las sanciones y condiciones que se les hubieran impuesto.
Sancionaba con prisión o multa al extranjero que contraía matrimonio con el único
fin de radicar en el país y obtener beneficios previstos en las disposiciones
legales.
Esta ley considera que los extranjeros que incurran en algunas de las siguientes
hipótesis se les cancelará la calidad migratoria y serán expulsados del país sin
perjuicio de que se les apliquen las penas establecidas en otros preceptos legales:
2.2.1. Migración
A) La palabra migración proviene del latín migratione que significa ...” pasar de un
país a otro para residir en él especialmente tratándose de movimientos de
los pueblos o razas”. Agrega es el desplazamiento de la población con cambio
temporal o definitivo de residencia, considerado desde el punto de vista del lugar
de origen como desde el de la zona receptora.
2.2.2 Inmigración
Los desplazamientos humanos se han repetido en todos los tiempos y son hechos
antiguos que han preocupado a los gobiernos de todas las épocas, dentro delas
atribuciones soberanas del Estado se encontraba la de impedir la entrada a
extranjeros sin embargo las limitaciones la entrada y salida de extranjeros antes
de la primera guerra mundial fueron nulas.
Los inmigrantes se aceptarán hasta por cieno años, con refrendos anuales deben
comprobar ante la Secretaría de Gobernación que cumplen con las condiciones y
disposiciones migratorias que les imponen.
Las cuestiones migratorias tienen una íntima conexión con la obra encomendada a
la Organización Internacional del Trabajo, es natural entonces que esta haya se
preocupado de las mismas desde su fundación, en 1919 cuando la defensa de los
intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero se incluyó entre los
objetivos de su carta fundamental.
El ejercicio de los cargos y funciones para los cuales, por disposición del la
presente Constitución, se requiera ser mexicano por nacimiento, se reserva a
quienes tengan esa calidad y no adquieran otra nacionalidad. Esta reserva
también será aplicable a los casos que así lo señalen otras leyes del Congreso de
la Unión.
20
G) Artículo 33: Son extranjeros los que no poseen las calidades determinadas en
el artículo 30. Tiene derecho a las garantías que otorga el capítulo I, título primero,
de la presente Constitución; pero el Ejecutivo de la Unión tendrá la facultad
exclusiva de hacer abandonar el territorio nacional, inmediatamente y sin
necesidad de juicio previo, a todo extranjero cuya permanencia juzgue
inconveniente.
Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos
del país