Está en la página 1de 4

La salud mental en jóvenes y adultos universitarios en Panamá

Cristy Rivera 08/03/22

Español Brenda Oliveros

Técnico Universitario para Servicios en Aerolíneas Universidad del Istmo

Según la OMS, es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus

propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de

forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. Para mí

es una etapa de entendimiento hacia nuestras emociones, adversidades que se presentan

sabiendo cómo manejarlas, priorizando nuestros sentimientos y estableciendo límites.

Tener estabilidad mental no es impedimento para seguir trabajando en una mejora, se debe

aspirar a más y no quedarse con el mínimo. Pero, ¿qué pasa cuando un individuo no goza

de buena salud mental? Todo el mundo a su alrededor se detiene, deja de tener sentido y

empieza una oscura problemática de la cual sí hay salida, pero miles de personas no

obtienen la ayuda terapéutica a tiempo.

Existen campañas que promueven al mundo qué es la salud mental, cómo un trastorno

mental interfiere en nuestro ámbito personal y laboral si no se busca ayuda profesional. A

través de esto conocemos sobre la ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, trastorno

obsesivo compulsivo, entre otras, descubrimos los principales síntomas de cada trastorno,

pero reconociendo que el cambio empieza por nosotros cuando asumimos que necesitamos

ayuda terapéutica.

Una encuesta realizada vía Instagram, hacia los jóvenes y adultos, arrojó que el 80% se ha

visto afectada mentalmente por los estudios, seguido de problemas amorosos, situación
familiar y expectativas sobre el futuro. Dejándoles con una problemática mental desastrosa,

situación que es preocupante y en la que se necesita romper tabúes y estigmas sociales. La

mayoría de jóvenes y adultos que cursan estudios universitarios, trabajan y estudian a la vez

o sólo se dedican a estudiar, como es mi caso, pero estoy consciente que no todos llevan el

mismo ritmo de vida ya que otros ejercen ambas cosas a la vez y esto provoca que su vida

sea más ajetreada con horarios limitantes y eso no está mal porque es el ciclo de la vida,

pero sí está mal cuando dicho ciclo interfiere de forma negativa en la salud física como

mental de una persona.

Muy poco se habla de la estabilidad emocional en jóvenes, muchas personas piensan que

tenemos cien por ciento de conformidad con los sucesos de nuestra vida y no es así, el

estrés que genera no saber qué nos traerá el futuro, si pasaremos tal materia, cómo haremos

para “sobrevivir” a este semestre, estrés en el trabajo y un sinfín de cosas más, genera un

desequilibrio mental empezando con la ansiedad y el hecho de sobre pensar todo. La mente

de una persona que sobre piensa y crea sucesos que ni han ocurrido, es un enemigo que

nunca hace silencio, es engañoso al presentar hechos que tomarán meses o años en llegar,

pero no es impedimento para crear un escenario terrible con fatal desenlace.

La vida universitaria implica esfuerzo, dedicación y compromiso, esto hará que tengamos

un resultado que nos dé satisfacción, ¿Y qué sucede cuando en vez de satisfacción, sólo se

siente frustración? Damos por hecho que hay un problema, ¿pero cuando afecta tu salud

mental? Preferimos llorar, estresarnos y descargar lo que tenemos acumulado para

liberarnos de ello y seguir ya que el semestre no se pasará solo, allí es donde nos olvidamos

de priorizar nuestros sentimientos y darle vía libre a que la frustración haga de las suyas a
tal punto de terminar en el piso de la habitación llorando, temblando y con dificultad para

respirar por una mala calificación.

Las noches de desvelo, estrés, ajetreo, forman parte del camino que nos lleva a desvariar

producto de la desesperación por una buena nota o el ambiente pesado en el trabajo.

Muchas personas dan por sentado que, si se trabaja y estudia a la vez, no hay de qué

quejarse porque por lo menos tienen las dos cosas, pero la realidad de muchos es que si no

estudian no podrán conseguir un buen empleo y si no trabajan, no podrán pagar una buena

universidad, lo que abre paso a la ansiedad y no es fácil lidiar con un cuadro de ansiedad en

pleno turno del trabajo o clase ya que muchos no entenderán.

Según resultados preliminares de la encuesta anual de participación estudiantil para

estudiantes universitarios de nuevo ingreso (BCSSE por sus siglas en inglés) las y los

estudiantes están agotados y presentan un aumento en problemas de salud mental. El

estudio se aplicó a cerca de 50 mil estudiantes de nuevo ingreso desde mayo hasta

septiembre de 2021. De los participantes, más del 50 % contestó que se sienten mental y

físicamente exhaustos, un 30 % sufre de depresión, el 27 % se siente más solos, otro 27 %

siente incapacidad para concentrarse, y un 20 % se siente desesperado.

Si así sucedió en 2021, no quisiera imaginar el aumento en las cifras en lo que va de este

año 2022, es alarmante el hecho de que jóvenes que recién empezamos a vivir y

experimentar la vida universitaria, nos sintamos la mayor parte del tiempo con la

incertidumbre de qué será de nosotros si no hacemos las cosas de manera correcta, qué

podremos lograr más adelante o si somos realmente buenos en lo que estamos estudiando.
Para los jóvenes y adultos ha de ser un compromiso al cien por ciento mantener día tras día

su empleo, porque con un descuido o falta, la vacante peligra y se debe tener cierto control

entre el empleo y estudios, sin olvidarse de su vida personal. Es un esfuerzo estudiar y

trabajar a la vez, representa un compromiso enorme del cual debe contener dedicación,

esmero y responsabilidad, no creo que sea un camino fácil (nada en esta vida lo es) pero sí

es un punto de nuestras vidas donde nos demostraremos qué tanto podemos manejar con la

organización debida.

De salud mental debe hablarse en los puestos de trabajo, universidad, colegio, es decir, en

todos los lugares posibles y hacer a un lado el estigma social o miedo al hablar de este tema

tan importante pero poco valorado en nuestra sociedad. Los problemas mentales son algo

que la mayoría del ser humano desarrolla a lo largo de su vida, y quien no lo ha padecido

aún, no está exento, pero tiene un compromiso por no descuidar su salud mental y avanzar

para informarse más del tema. Actualmente somos una generación que empieza a hacer eco

de esta problemática que ha causado millones de suicidios a lo largo de los años por el

silencio y poca ayuda hacia quienes se encuentran en estado cero favorecedores

mentalmente. Jóvenes y adultos sufren en silencio, ya es momento de que exista notoriedad

a este tema tan importante y clave en nuestras vidas para saber cómo apoyar a una persona

que enfrenta un trastorno mental, cómo lidiar con ello y no olvidarnos de nuestra salud

física y mental que es importante.

Referencias citadas: Notario Martínez, Daniel. (2021). La salud mental en los jóvenes |

Documental.

Paulette Delgado. (2021). Los estudiantes universitarios están exhaustos emocionalmente y

necesitan ayuda.

También podría gustarte