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Definición de actitudinal

ESCUCHAR

El adjetivo actitudinal se utiliza para aludir a aquello que está vinculado a la actitud. Se llama
actitud, por otro lado, a la disposición o la manifestación del ánimo que se aprende para dar una
respuesta consistente, ya sea positiva o negativa, a un mismo objeto social (una persona, una idea
o cualquier cosa que resulte de la actividad humana).

Por ejemplo, nuestras expectativas acerca de nuestro futuro laboral pueden considerarse un
objeto social; nuestro optimismo o nuestro pesimismo se corresponden con la actitud que
arrojamos como respuesta ante éste. Sobra decir que entre estos dos extremos hay un gran
número de matices, que son mucho más frecuentes.

Fuerza

Lo actitudinal es aquello que se vincula con la actitud.

Temas del artículo

Concepto de actitudinal

Competencias de utilidad

La inteligencia actitudinal

Componentes de la actitud

Concepto de actitudinal

Lo actitudinal se asocia al aprendizaje y el mantenimiento de una actitud. El conocimiento


actitudinal permite forjar una tendencia y desarrollar un cierto comportamiento frente a
diferentes situaciones o acontecimientos.
Es importante mencionar que lo actitudinal está relacionado al tipo de conducta que asume un
individuo en contextos determinados. Esa postura depende de factores internos del sujeto y va
más allá de aquello que se encarga de expresar verbalmente.

Resistencia

Las competencias actitudinales son útiles en todos los ámbitos de la vida.

Puede servirte: Proceso de aprendizaje

Competencias de utilidad

Se entiende que las competencias actitudinales permiten “saber” cómo actuar. Esto hace que
resulten muy valiosas en todos los terrenos de la vida, especialmente a nivel profesional.

La resiliencia y la proactividad son dos competencias actitudinales de enorme utilidad. Quien


consigue sobreponerse a las adversidades (es decir, es resiliente) y cuenta con iniciativa propia y la
facultad de prever necesidades futuras (es proactivo) dispone de importantes recursos para
progresar en el ámbito laboral.

Suele afirmarse que las competencias actitudinales reflejan la capacidad de interacción social y el
estado de salud emocional. Una persona con buenas competencias de este tipo tiene más
posibilidades de alcanzar sus metas en comparación a una que no tiene estos componentes
actitudinales.

Ver también: Utilidad

La inteligencia actitudinal

Todo esto se engloba en el marco de la inteligencia actitudinal, aquélla que nos sirve para escoger
las mejores actitudes para alcanzar los siguientes objetivos:
* resolver todos los problemas con los que nos cruzamos en nuestra vida cotidiana. En otras
palabras, es la herramienta fundamental para adaptarnos a nuestro entorno. Un buen ejemplo de
este tipo de actitud es la empatía, que nos sirve para entender la realidad de nuestros allegados y,
gracias a ello, poder ayudarlos;

* crear sistemas que nos permitan interpretar la realidad para poder manipularla. Para ello es
necesario crear nuevos problemas y resolverlos. El pensamiento crítico es un ejemplo de una
actitud que nos orienta constantemente a aprender nuevos conceptos mediante procesos
complejos y variables;

* crear nuestros objetivos. Esto se aplica a cada individuo y a la sociedad como un todo, en el
corto y en el largo plazo, y se aprecia en actitudes orientadas hacia la creatividad y el pensamiento
flexible;

* elegir los objetivos por medio de procesos de retroalimentación y evaluación de los posibles, y
determinar las mejores herramientas para conseguirlos.

La inteligencia actitudinal, en definitiva, consiste en la habilidad de seleccionar las actitudes


apropiadas para definir y alcanzar objetivos y para resolver problemas, por ejemplo. Como toda
inteligencia, posibilita la creación de información y favorece la adaptación al medio.

Sigue en: Inteligencia múltiple

Componentes de la actitud

En la actitud podemos distinguir los siguientes tres componentes:

* pensamientos: todas las creencias y las ideas que se vinculan con la actitud en sí misma;

* emociones: las que desata el objeto social. Estas pueden ser positivas o negativas y tener
diferentes grados de intensidad;
* conducta: es el aspecto de la actitud que se puede observar desde fuera, ya que se refleja en las
acciones del individuo cuando se cruza con el objeto social y responde a su estímulo. Es
importante señalar que el contexto nos condiciona indefectiblemente, ya sea para bien o para
mal.

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