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CAPÍTULO UNO - PRESENTACIÓN

Los acontecimientos que estoy a punto de contarte me ocurrieron de la forma más extraña y dolorosa posible,
lo que estás apunto de leer es un relato de como mi vida se fue a la mierda en menos de una semana. Todo
comenzó un lunes por la mañana, yo fui a trabajar como todas las mañanas a la obra, tenia 17 años. Mi
nombre es John y vivo en un humilde poblado de Fort Worth, está en la zona centro-norte de Texas. Era un
día como otro cualquiera, salí de trabajar y me aproxime a mi casa a comer, mi madre se llamaba Agnes, es
una mujer luchadora criada en lo más profundo de los pueblos de Texas, tradicional, y sobre todo una mujer
con principios, la verdad la admiraba. Era genial, luego por otro lado estaba Peter, mi padre… No teníamos
muy buena relación, mi padre era un hombre de campo muy tradicional también, se dedicaba a la agricultura
y la ganadería, era el que movía la industria cárnica aquí en Texas. Yo era una persona muy especial, no
como los adolescentes de hoy en día, me gustaba leer, escribir novelas y no tenía adicciones. Soy una
persona muy deportista, solía ir al gimnasio tres veces por semana. Me encantaba, era una forma de
desahogarme, y después de este repaso general voy a continuar con la historia. Llegue a casa como siempre y
comencé a comer al lado de mi dulce madre, compartí con ella las cosas que había echo hoy, todo genial
hasta que llego Peter, mi padre.
“¿Está la comida ya echa?” -Pregunto mi padre.
Odiaba cuando decía eso, mi padre tenía la mala costumbre de que mi madre se ocupara de absolutamente
todo, el solo tenía que traer dinero a casa y ella dedicarse al 100% a él. Mi madre solía auto-convencerse de
que aquello estaba bien, yo lo veía un tanto machista pero tampoco quería dar mi opinión ni hacerle muchas
preguntas a mi madre para no agobiarla. Corrí a mi habitación para coger las cosas ya que estaba estudiando
un cursillo de informática por las tardes, nada en especial. Cogí la mochila y fui a dar clases, tenia 2 horas y
media al día, después salgo y me dirijo al gimnasio 1 hora y cuarto. Solía acabar todas las actividades sobre
las 8 y media de la tarde, tiempo que aprovechaba para acudir al bosque como siempre a dibujar lo que veía
y sacar fotografías. Llegue a casa y cogí mi bicicleta para dirigirme al bosque. Saque mi cámara, una cámara
que tenía muchísimo cariño ya que fue un regalo muy costoso de parte de mi abuela Amanda. Solía salir
hasta las 10.30 de la noche para hacer fotos, siempre que llegaba mis padres ya estaban acostados en su cama
viendo alguna serie o leyendo un libro. Ese día me sentía extraño, tenía la sensación de no haber estado solo
en el bosque… Supongo que me encontraría mal y eso sería lo que sentía. Cene y fui a mi habitación a
tumbarme y revelar las fotos en mi ordenador, cuando me detuve a ver todas las fotos, comencé a ver
anomalías en ellas, no eran detalles muy raros. No hasta que llegue a la octava foto, el bosque salía precioso
pero pude apreciar una sombra muy extraña, era de aspecto abismal, mirada penetrante y cuerpo femenino.
En ese momento pude darme cuenta de que de verdad sentía esa sensación por algo y que lo que había estado
esa tarde conmigo hizo que mis ojos comenzasen a llorar sin ninguna razón, con el simple gesto de observar
su rostro en aquella foto. No me podía creer lo que había visto, yo era una persona que no creía para nada en
cosas paranormales y siempre intentaba sacarle el lado científico a las cosas. Todo tiene una explicación,
¿Pero que explicación tiene haber tenido eso delante de mis narices y no haberme dado cuenta? Ninguna. Ya
se estaba haciendo tarde y me moría de sueño, así que cogí y me acosté a dormir, mañana estaba decidido a
volver a ese bosque e investigar lo que había visto.

CAPÍTULO DOS - EL BOSQUE QUE OBSERVA

Llego el siguiente día y fui a trabajar como siempre, llegue a casa como siempre e hice las cosas que tenía
que hacer por la tarde como siempre. Al salir un presentimiento muy dentro de mi me dijo que no fuese a ese
bosque esa tarde, por alguna razón. Pero yo soy una persona muy impulsiva y lo único que necesitaba saber
es que era esa cosa que vi en la fotografía ayer. Por cierto os estaréis preguntado porque no sé la enseñe a
nadie o porque no pedí alguna opinión en internet. La respuesta es fácil, no quiero compartir estas cosas con
absolutamente nadie, quiero guárdame las vivencias extrañas para mi por si a la hora de la verdad la gente se
burla de mi o piensa que la foto es puro Photoshop. Cogí una mochila esta vez un un bocadillo y un refresco,
una chaqueta larga por si comenzaba a hacer más frío y un par de navajas por si acaso. Comencé a
aproximarme al bosque y la atmósfera cada vez era más rara, sentía que cada árbol que pasaba era una
sensación completamente diferente, una sensación de nostalgia, vacío, tristeza. Siempre había visto ese
bosque como un lugar triste y lúgubre. Pero jamas imaginaría que estas ramas otoñales pudiesen darme estas
sensaciones tan dolorosas por decirlo de alguna manera. Comencé a meterme en lo más profundo del bosque
buscando una simple respuesta, el viento empezó a resoplar más fuerte de lo normal, comencé a sufrir
escalofríos y los ojos me comenzaron a llorar. En ese momento vi unas motas de polvo iluminar
extrañamente el camino, no era una luz potente ni muchísimo menos, pero era una luz que parecía querer
estar ahí en ese momento para mi, para que siguiese ese frío camino en el medio del bosque, cuando empecé
a andar más y más me di cuenta que la temperatura estaba bajando y cada vez hacía más frío. Cogí la
chaqueta que traía en la mochila y decidí pararme 10 minutos a comer el bocadillo. En ese momento paso
por delante de mi una anciana, de unos 90/100 años por muy raro o exagerado que parezca, de verdad que
esa anciana tenía pinta de haber vivido al menos una o dos guerras. Pasaba con un velo de luto y vestida
completamente de negro, si oías bien podías notar un ligero llanto muy muy bajito, se estaba lamentando por
algo, probablemente por la muerte de algún ser querido. Esa imagen me impactó, así que decidí tomarle dos
fotografías, para mi sorpresa cuando las fui a ver la imagen se veía muy poco clara, con muy poca claridad.
Repito que la cámara que yo utilizaba era una cámara de muy buena calidad y en la vida había sacado una
foto tan mala como esa, el rostro de la señora a penas se podía observar. Lo único que podía observarse es el
bastón que está mujer llevaba, tenia una figura en la empuñadura, una cabra, una cabra con los ojos rojos y
un aspecto espeluznante. Me recordó a Baphomet, el demonio. Yo asustado comencé a andar y ni rastro de
aquella anciana, era imposible ya que al ritmo que esta señora estaba caminando apenas tenía que haber
avanzado. Se hacía más y más tarde y mis ganas de tener alguna respuesta superaban mi preocupación por
quedarme yo solo en aquel bosque tan extraño. Comencé a seguir andando y seguir andando hasta que llegue
a un arroyo, el agua caía muy fuertemente golpeando el suelo embarrado por el agua. Era una imagen
tenebrosa pero bonita a la vez, así que decidí tomarle una foto, en ese momento oí como una voz me susurro
muy bajito en la oreja; “No tomes fotos a mi bosque”. Me giré asustado y estaba completamente solo, el
único ser vivo que podía estar conmigo en ese momento eran los insectos e animales del bosque. Asustado
comencé a andar más rápido, muy asustado comencé a correr, cuando decidí pararme a mirar si estaba
caminando en la dirección correcta me di cuenta que me había perdido completamente. Joder, siempre me
tienen que pasar estas cosas a mi.
Andando me di cuenta que había algo en medio de mi camino, no quería pensarlo pero tenía el aspecto de un
cadáver en el suelo. Cuando me acerque pude verlo, esa imagen se me quedaría completamente grabada en
mi mente para el resto de mis días, era la anciana de antes completamente desmembrada y degollada, en el
suelo se podía leer escrito en sangre la frase; “¡TE DIJE QUE NO FALTASES AL RESPETO A MI
BOSQUE!” Joder, esa mierda me estaba asustando demasiado, comencé a llorar e intenté llamar a la Policía,
para mi sorpresa no tenía nada de cobertura en ese lugar, estaba solo, incomunicado, y con un posible asesino
en serie acechando el bosque, era un momento muy difícil para mi así que decidí correr y esconderme en un
arbusto cercano, comencé a respirar fuerte y fuerte así que decidí sacar un poco del refresco que me quedaba
y beberlo, tal vez solo necesitaba relajarme y asimilar la situación.
Pasaron 15 minutos y mi teléfono no recibía ningún tipo de señal, la situación se estaba haciendo cada vez
más y más difícil para mi. De repente me comencé a marear, pero no el típico mareo de por ejemplo cuando
estas en un coche y te empiezas a encontrar mal, no. Era el típico mareo que no había experimentado en mi
jodida vida, tenia una sensación de cansancio bastante extraña después de lo que acababa de experimentar.
Necesitaba tumbarme, pero con un posible asesino psicópata suelto por el bosque lo ultimo que quería era
quedarme en ese sitio mas. Decidí comenzar a andar a la inversa hacia la salida de aquel sitio tan tenebroso,
los caminos me confundían, el bosque comenzaba a tomar una atmósfera suicida muy extraña, y por suicida
me refiero a que los arboles tomaban un color negro-rojizo que jamás había visto en ningún otro lugar,
perdido por el lugar me encontré con un par de zapatos, eran unos zapatos muy muy antiguos, del siglo 19
aproximadamente, lo se porque en los libros de historia había unos zapatos muy parecidos a aquellos, de
repente comencé a escuchar una melodía, era una melodía bastante tenebrosa, era jazz, la voz me recordaba
un montón al gran cantante de jazz Tony Bennett. A pesar del miedo, pensé que lo mejor seria seguir esa
melodía, con suerte seria la radio de algún Policia Forestal y esta pesadilla podría acabar pronto. Estaba
caminando cuando de repente me pare un segundo a escuchar lo que decía la letra de la canción, esta decía
así;
Sweet innocent soul, the depths of the forest have arrived,
And what awaits you friend, is a assured and painful death

Que en español quería decir algo así;


Querida alma inocente, a lo mas profundo del bosque has llegado,
Y lo que te espera amigo mio, es una dolorosa y asegurada muerte.

En ese momento me di cuenta que lo que estaba escuchando no era la radio de un policía, ni siquiera era una
radio de ningún tipo, lo que estaba escuchando es a la persona que había cometido el anterior asesinato
cantándome a mi, ¿Por qué no había echo caso a ese susurro? Porque siquiera tenia que haber ido a ese
bosque, al fin y al cabo, si hubiese venido con algún amigo o amiga, no tendría que comerme este marrón yo
solo.
Mire el reloj y ya eran las 11 y media de la noche pasadas, mis padres me estarían llamando como locos, con
suerte ya habría mas de una patrulla de policía en mi búsqueda. No sabia donde estaba, no había ningún
rastro de humanidad, ni siquiera los típicos carteles de ‘’Prohibido tirar colillas de cigarrillos’’ Nada, lo
único que se escuchaba era a esa persona cada vez mas y mas cerca, cantando esa melodía tenebrosa una y
otra vez, yo estaba cada vez menos esperanzado de salir de ahí, así que lo único que se me ocurrió era correr
recto, en algún momento tenia que llegar a algún tipo de civilización. El bosque no es el bosque mas grande
del mundo, ni siquiera es grande en si. Pero al ser de noche me desoriente completamente lo único que podía
ver era arboles y vegetación. Hasta que, por un momento vi la esperanza en mis ojos, era una figura alta, con
sombrero, no le podía ver el rostro pero llevaba una linterna y me grito desde lo lejos; ‘Hola niño, ¿Necesitas
ayuda?’ No me fiaba mucho pero en ese momento no pensé dos veces el correr llorando hacia el para
explicarle lo que había visto en el bosque.
- No tengo señal en el móvil, estoy perdido y creo que acabo de presenciar un asesinato
- No te preocupes, exclamo, en mi casa tenemos cobertura de sobra, allí vivimos mi mujer y mis hijos,
acompáñame, te ayudare.
No estaba seguro del todo en que ese hombre me fuese a ayudar pero ahora mismo un caldo caliente y un
poco de cobertura convertirían mi vida mucho mejor de lo que es.

Llegamos a la casa, era la típica casa de bosque, era de madera y tenia un olor a estofado bastante agradable.
El desconocido, me dijo que su nombre era Jeff, que tenia 53 años y que se dedicaba a la caza y
mantenimiento de el bosque, yo tampoco quería hacerle mas preguntas, simplemente entré a la casa. Pero
cuando entre escuche que el señor había echado el cerrojo a la puerta, además encendí mi teléfono y no había
nada de cobertura, que extraño.
De repente todas las luces de la habitación se habían apagado, y de repente se escucho esa melodía, la que
mencione antes, eso quería decir que me había metido en la boca del lobo, genial.
Encendí la linterna del móvil y fui corriendo a esconderme, cuando de repente oí una voz que dijo; ‘No
tengas miedo, estas apunto de ser uno de nosotros’
Corrí al sótano y cuando prendo la linterna del móvil me traumatice por completo, presencie el cuerpo de una
mujer, de unos 25 años, cortado por la mitad y cosido al cuerpo también muerto de un cerdo. En el suelo
había dibujados símbolos muy extraños, como si fuese una especie de ritual.La música seguía de fondo, lo
cual hacia esa situación aun mas espeluznante.
Mi mente hizo ‘click’ y sin pensarlo dos veces cogí una piedra y rompí la ventana del sótano. Salí como pude
pero me desgarre la piel por el cristal roto. Comencé a correr como pude pero de repente tropecé con algo,
cuando me pare a mirar, enfoque con la linterna, y vi una cabeza humana, estaba desfigurada por mordiscos,
lo cual me dio a pensar que ese señor psicópata era un puto caníbal.

CAPITULO TRES – LAS CINCO DONCELLAS SE LAMENTAN

Eran las 2 de la madrugada, estaba solo, con un 7% de batería en el móvil y sobre todo, vulnerable. Lo único
que quería era alejarme lo mas posible de ese lugar, cuando de un momento para otro tropecé y caí en un
hoyo, genial, de puta madre, estaba atrapado en la posible trampa de un asesino serial. Me di por vencido, no
tenia fuerzas para seguir respirando, No podía luchar por mi vida. Cerré los ojos y cuando los abrí pude
apreciar cinco mujeres, estaban vestidas como en los años 20, tenían pañuelos en la cabeza y una sonrisa
tenebrosa de oreja a oreja. No te preocupes, me dijeron, sabemos lo que el Loco del Paradero 6 te a echo,
pero no te preocupes, nosotras te ayudaremos.
Me sacaron del hoyo y me llevaron ante un cálido fuego, me dieron una taza de chocolate caliente y unos
trapos mojados para sanar los arañazos y la herida que me hice saliendo del sótano.
¿Qué cojones esta pasando? – Les dije, necesitaba muchísimas respuestas para aquello que me había
sucedido. Entonces una de las cinco mujeres que estaban allí comenzó a hablar;
Es una historia muy difícil, en este bosque desde tiempos muy antiguos a habido una atmósfera negra que lo
cubre todo, solo si el bosque te elige las personas que habitan en el harán lo posible para que te quedes. Aquí
hay unas normas, ¿Sabes? Esto no es un cuento de hadas ni una monarquía. Aquí hay locura, aquí hay magia
negra, aquí hay asesinatos y muchísima maldad. Nosotras fuimos cinco doncellas que nos quedamos
atrapadas hace mucho tiempo. Tenemos un trato con “El Gran Demonio Del Bosque” es una criatura
demoníaca que manda en este bosque, lleva aquí más tiempo que el mismísimo Jesucristo, vendimos nuestra
inocencia a cambio de protección, nadie ni nada en este bosque puede tocarnos, ni hacernos daño. No
podemos darte más información, me dijeron. Evita a los sectarios.
De la nada desaparecieron, no había ni rastro de las chicas que habían estado hablando conmigo hace dos
segundos. Solo había un pequeño papel, era una hoja de periódico, muy vieja, ponía 5 de octubre de 1809.
“Cinco chicas desaparecen de una pequeña aldea de Texas” y una fotografía de aquellas chicas, pero el
periódico tenía manchas de sangre, seguí caminando y vi otro pedazo de papel, este era del 16 de octubre de
1809. “Las cinco hermanas desaparecidas el pasado cinco de octubre, han sido encontradas descuartizadas y
sus cuerpos estaban colocados en forma de Pentágono, el pueblo pide respuestas y la familia está rota de
dolor”
¿Que cojones? ¿Esas chicas eran… espíritus? Esto es imposible, estoy deseando que de ese árbol que tengo
enfrente salga un señor con una cámara diciendo que he superado la broma con cámara oculta y que e sido
premiado con 10.000$, o al menos que iba a venir un coche para llevarme de vuelta a casa. Porque esto es
demasiado raro, necesito salir de aquí cuanto antes, caminando me encontré una figura, era una figura de
aspecto muy alto, ojos rojos, cuernos de cabra, y un pentágono en el medio de la frente, más abajo había un
letrero que ponía: “Larga vida a el Oscuro”. ¿Como? ¿Era este el ser al que se referían las hermanas, o es el
ser que admirarán los sectarios que hay por aquí? Esto se está volviendo demasiado raro y no puedo
comprenderlo.
A lo lejos pude apreciar un grupo de personas, tenían largas capas y cabezas deformadas, me recordaban a
los típicos extraterrestres que suelen salir en la TV, pero eran humanos, de eso estoy seguro. Estaban
hablando en griego, sé que era griego porque en el instituto di un curso de este idioma, sin embargo se me
hacía imposible saber que decían, estaban alrededor de un muñeco echo de palos, cuando me fijé pude ver
que los ojos eran reales, se los habían arrancado a alguien. Empezaron a danzar y a reír locamente alrededor
de él. Yo no daba crédito a la situación, esta gente es de la que me habían hablado las chicas. Así que como
pude salí del lugar, sigilosamente y con muchísimo cuidado de que no me oyesen, lo último que quería es
que mis ojos fueran usados para actos satánicos o lo que fuese eso.
Pude percatarme que a lo lejos había algo, era algo muy parecido a un cementerio, en él estaban escritas las
signas “INRI” pero al revés; ósea: “IRNI” ¿Que podía significar eso? Sé que INRI es simbología Cristiana,
pero porque estaba escrito al revés, también me pregunté porque todas y absolutamente todas las cruces del
lugar estaban volteadas. Cruces invertidas. Había estatuas representando pasajes Cristianos, ángeles, pero
todo tenía un rollo muy oscuro. Los ojos de los Angeles de estatua estaban rotos y las bocas eran gigantes
con punzantes dientes, necesito respuestas, saqué valor y me aproximé al cementerio. Empecé a golpear
todo, se me había ido la hoya. Lo notaba. Empecé a llorar y reírme a la vez. Reventando esas figuras,
destrozándolas como había echo ese bosque con mi corazón, destrozarlo. En ese momento descubrí donde
estaba, en ese preciso instante vi lo que el bosque me quería hacer, ¿Y si los locos que había visto antes era
gente como yo? ¿Y si en el fondo no soy tan diferente a ellos y lo único que necesito es mantenerme cuerdo
ante la situación? Cogí mis cosas y recordé las navajas que me había metido en la mochila. Me puse una
guardada en la parte de atrás de la mochila y otra de la mano, no creo que sea capaz de acuchillar a nadie
pero si estoy en peligro y no me queda otra estoy seguro que no voy a dejar que me maten.
A lo lejos pude apreciar un castillo, ¿Un momento? ¿Un castillo? En ese bosque jamás había oído ninguna
historia acerca de un castillo. Estaba empezando a sospechar de que el bosque en el que me encontraba no
era el bosque al que había acudido mil veces con hojas y lapiceros para dibujar, el bosque había ido más allá
de eso, el bosque estaba reflejando la miseria humana y la demencia… Parecía una jodida pesadilla.

CAPÍTULO CUATRO - LAS COSAS SE VEN CLARAS

Seguía siendo la misma hora que hace mínimo dos horas, yo anonadado decidí apagar el móvil para guardar
batería, nunca se sabe si voy a necesitar el teléfono y en ese bosque no había mucha pinta de tener enchufes
por ningún lado. Estaba solo, sin nadie a mi alrededor y de alguna forma aunque suene macabro me estaba
acostumbrando a esa sensación, gritaba pero nadie salía a mi ayuda, nadie. El silencio era tan doloroso que
solo quería gritar y salir corriendo. Yo sabia que esa sensación no me gustaba en absoluto pero lo cierto es
que no me importaba estar así, sentía que en ese momento es como tenia que estar y como me tenía que
sentir, cada vez que andaba un paso el bosque tenía más y más oscuridad en el, no podía ver nada ni siquiera
ya los árboles que rodeaban ese inmenso bosque. Estaba muy cansado así que decidí pararme cinco minutos
a descansar y pensar algún plan para salir de ahí. Mientras me paraba por mi mente pasaban pensamientos
que jamás me había planteado. ¿Soy feliz? ¿Lo era antes de entrar en esta pesadilla? No tengo ni idea, quizás
el contestar a esa pregunta me daba más miedo que ella en si. Joder, no estaba nada bien, y ahora que lo
pienso tampoco lo estaba antes de entrar aquí. En ese momento algo dentro de mí se encendió y decidí actuar
con cabeza, Cogí un par de palos que había visto en el suelo y revolqué la mochila que llevaba en el suelo
para ver si por casualidad tenía un encendedor por ahí. Yo no fumo pero siempre viene bien llevar uno
encima. Y ¡bingo! Encontré un mechero escondido dentro de los bolsillos, prendí fuego y enseguida empezó
a salir una humareda que cubría las copas de los árboles, el lugar estaba muy iluminado y podía ver con
claridad, me sentía más seguro de mí mismo. En ese momento empecé a ver como una criatura muy extraña
se estaba acercando a mi. No sé porque pero no sentía que tenía que sacar la navaja para defenderme, ni
siquiera sentía que me fuese a hacer daño. Estaba llorando, muy triste, era una especie de erizo, pero más
feo… Tenía ojos y boca de humano pero la nariz era muy parecida a la de un zorro o algún animal parecido.
Tenía unas largas manos delgadas y huesudas con uñas largas. No tenía pies, caminaba arrastrándose por los
mismos brazos. Se acercó a mi y empezó a llorar, me miro fijamente a los ojos y sentí un dolor
profundamente enorme dentro de mi, no se que estaba pasando por la cabeza de ese ser pero lo que sí sé es
que estaba horriblemente mal. Me acerque como pude y le pregunté; ¿Necesitas ayuda?
El me miro fijamente, y siguió arrastrándose por el suelo mientras sollozaba, lo que me daba a entender que
no sabía hablar el mismo idioma que yo, solo emitía sollozos y las grandes lágrimas que caían de la cuenca
de sus ojos expresaban más que mil palabras. ¿Fue el fuego o yo el que había atraído a ese ser? Ese fue mi
primer pensamiento nada más que él se fuese. Seguí frente al fuego media hora o así, no sé exactamente
porque el reloj seguía totalmente congelado. De pronto volver a alzar la mirada y volvió a aparecer el
Castillo que mencione antes. Que extraño, fue como si la tristeza hubiese echo que omitiese totalmente el
echo de que tenia el castillo enfrente, ni siquiera cuando encendí el fuego lo estaba viendo, y ahora de la
nada lo vuelvo a ver. Las cosas en este lugar eran raras, como si la tristeza fuese la prioridad de este bosque y
cuando desapareciese aunque fuese 5 minutos las cosas se ponían claras. Empecé a aproximarme al castillo y
pude apreciar detalles muy góticos, tenia grandes copas, la torre era bastante alta, un portón gigante por el
cual se unían dos hierros fuertes con una puerta ya bajada, supongo que está diseñado para cerrarlo si este
está en guerra con alguien. Comencé a andar por ese frío suelo hasta llegar a la puerta principal, no se
escuchaba nada, había un silencio absoluto demasiado macabro teniendo en cuenta que estábamos en medio
de un bosque,

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