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El p l ano
En el srcen
d e l cine·
Colección dirigida por Joel Magny
y Frédéric Strauss
f
3
Sumario
1I
Pri mera parte
Capítulo 1
Reconocimiento
El plan
o como unidad creada
Rodaje y montaje
Si queremos dar una rápida de0nición de «plano», diremos simple-
mente que la re alización de una pelí cula se compone de dos gra ndes
operaciones: el rodaje de los pl anos y el montaje de los planos.
Para ser más exact os, cuando velUOSun filme sabemos que en un mo-
mento dado hizo falta colocar película en una cámara, ponerla en
marcha y luego detenerla una vez transcurrido cierto tiempo. Esta
operación simple podía bastar para hacer una pelícu la en los prime-
ros aÚos del cine , pero hoy lo más norma l es repetirla cierto número
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Complicac
iones: el plano compuesto
El plano percibido corresponde a la unidad de montaje, es decir, al
fragmento de película seleccionado y colocado en su lugar durante el
montaje, pero es evidente que percibimos los «cortes» que lo delimi-
tan como otros tantos cambios acaecidos a la propia imagen de un
plano a otro (un cambio de punto de vista, de decorado ...). En el caso
más simple, el que hemos considerado hasta ahora, el fragmento de
película corresponde a un momento único del rodaje, pero también
El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, 1957), de Jack puede suceder que el plano percibido, el bloque homogéneo de es-
Arnold. Superposición, gracias a la técnica deltravelling matte, de una figura (el hom- pacio y tiempo del plano percibido, resulte de la combinación de va-
bre) y un fondo (la puerta y el gato) filmados por separado: cuando un hombre filma-
do en plano general se encuentra con un gato filmado en primer plano ... rios registros distintos.
Eslo que ocurre en tres familias de casos bastante extendidos:
ocular»s Elcambio de plano puede ser brutal, pero, seajuste o no a las
«leyes» delrac co rd formuladas en las gramáticas del cine, en la mayoría Primer caso: el espa cio compu esto
de casosescasi transparente. Aunque, si le prestamos atención, si no nos A veces ocurre que aquello que, en la ficción construida por la pe-
dejamos «distraer» por la película, seremoscapaces de verlo. lícula, se supone que es un espacio unitario y homogéneo, en reali-
Por lo tanto, el plano no es sólo una unidad de fabricación de la pe- dad se obtenga por yuxtaposición y/o superposición de espacios dis-
lícula: el plano es un momento de la película identificado por el es- tintos. Desde la primera mitad del siglo xx, mucho antes de que
pectador, una unidad que, en la película, es testimonio del acto crea- apareciera el software de tratamiento de imágenes, toda clase de proce-
tivo del rodaje y del montaje. dimientos (sobreimpresión, travelJi ng matte, transparencia, máscara-
Al fin y al cabo, sepodría hablar de cine sin mencionar nunca elplano: contramáscara...) ya permitían semejante operación. Advertidos ono,
bastaría con hablar de laimagen. estos procedimientos comprometen la evidencia del plano en tanto
s. ]acqu es Aumont, L 'oei! interm inable, París, SégUi~ Pero la imagen no cuenta nada que fragmento de realidad, bloque homogéneo e indivisible, rastro
1989, pág. 97 (trad. casr.: El o jo In re rm in o ble ,
Barcelona, Pa,dós, 1996). acerca de lo sucedido durante material del rodaje. Dos seres pueden compartir pantalla sin haberse
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Invención de un lugar híbrido (Los pájaros [The birds, 19631, de Alfred Hitch-
cock). La parte superior del plano rodado ha sido sustituida por una pintura en trompe-
I'oei! filmada por separado (foto de la izquierda). La yuxtaposición de las dos mitades
encontrado nunca durante el rodaje (ejemplo: el hombre miniaturi- de imagen heterogéneas crea un espacio coherente y unitario. El espectador no avisa-
do no ve nada: no todos los trucajes se traducen en sensacionalismo.
zado y el gato de El increíble hombre menguante [The Incredible Shrinking
Man, 1957J, o dos personajes interpretados por un mi smo actor), y
dentro de un espacio-tiempo pretendidamente continu06 Cuando es-
pasearse por un lugar que jamás visit aron y que tal vez ni siq uiera
tas soldaduras temporales se efectúan digitalmente, resultan imposi-
existe.
bles de detectar.
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l
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Quizá porqu e encarna la evidencia del cine (rod ar/montar), el plano
se desmonta cuando tratamos de incluir en su definición demasiados
casos particulares. Es preferible, en consecuencia, atenerse al caso fun-
damental del plano resultante de la fragmentación de un mome nto
Único del roda je. En adelante consideraremos como parte integrante
del plano a todos los acontecimientos, tanto visuales como sonoros,
que tenga n lugar entre dos cor tes.
Capítulo 2
plazamientos, el vestuario que llevan, la forma en que están ilumina- en un dibujo animado, «simplemente»
reproduciendo en una superfLcie plana los datos
dos, o la distribución entre zonas enfocadas y desenfocadas de la ima- visuales complejos comÚnmente producidos por
un desplazamiento real.
2. Véase la continuación del texto en la pág. 85. ~ gen y la pr ofundidad de 5. Pier Pa oJoPasoli ni, «Le cin éma de poésie», en
3. s.M. Eisenstein. «Hors cad re" (1929). C a!JI.m du Can1pO.. cOlno, para explicar L 'expériencc hérétique, ]n/lgue el cinénH l París,
, Payot,! 976,
C Inem a na 215, septiembre de 969, pago 25. Vease
J
pá g 15+.
también el texto deAlain Bergala. pág. 8+. lo que ven10s, hablan10s de tra-
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Capítulo 3
La distancia
La distancia implica un punto de vista (a cierta distancia del objeto fil-
mado) , pero en real idad expresa una idea bastante distinta. Mientras
que el punto de vista constituye la cúspide de una pirámide visual que
se ensancha a partir de ese punto, la distancia mide la separación y
tensión entre dos puntos, evocando un hilo más o me nos tenso entre
el cirí.easta y el objeto de su atención. Alain Bergala evoca en este sen-
tido la metáfora del elástico, un elástico que se pod ría tensar o des-
Plano de conjunto recurrente en ¿Dónde está la casa de mi amigo? (Khane-ye
tensar a instancia de uno u otro de los protagonistas.
doust kodjast?, 1988), de Abbas Kiarostami, de inolvidable composición: el sendero en ¿ Qué razon es nos pued en llevar a interesarnos por la dist ancia en un
zigzag trazado sobre la colina desnuda; el árbol plantado en la cima. El propio plano
está sólidamente arraigado en el filme, es físicamente «ineludible»: Ahmad debe pasar
plano? ¿Qué explica una distancia? La distancia puede ser la que un per-
una y otra vez por él, sin atajos. sonaje deba franquear para ir a alguna parte, la que le separa de un pun-
to. ¿Se sitúa la cámara del lado del personaje? ¿O bien va a esperarle del
otro lado, mant eniéndolo en su campo de visión desde el lí mite de esa
El espacio del plano
distancia a franquear? La distancia también puede mostrarse infran-
Aquí puede sernas útil adoptar la perspectiva del cineasta: al poner su
queable, cerrada. Por ejemplo, cuando un personaje es filmado a través
cámara en uno u otro lugar, al e legir una u otra distancia focal, al des-
de los ba rrotes de una prisi ón, o a través de un crist al, o desde la otra
plazar o no su sámara, el cineasta actúa simultáneamente sobre varios
orilla del río. La distancia mide, por último, la libertad de que goza un
parámetros del plano: determina una dist ancia respecto a cada uno de
cuerpo filmado: ¿hasta dónde se le permite alejarse, hasta dónde pue-
los objetos que filma; fija u na serie de relacion es de tamaBos (relación
de llevar el ejercicio de su libertad dentro del encuadre?
entre tamaño proyectado y tamaño real de cada uno de los objetos
Dentro del encuadre, la distancia se declina en plural. El conjunto del
filmados, y relación entre los tama ños relativos de todos los objetos
encuadre queda tensado por las distancias establecidas entre la cámara y
en pantalla); también delimita un campo de visión, un encu adre; y
los distintos ocupantes del encuadre, pero también entre los constitu-
por últ imo, compone lo que luego será una ima gen proyectada sobre
yentes del encuadre entre sí. De este modo, una relación entre persona-
una pantalla, es decir, una superficie plana. Para elegir entre todas las
jes puede expresarse en la distancia que los separa y en la forma que la
opciones de que dispone, el cineasta puede entonces empezar a pen-
cámara tiene de medir esa distancia (¿una pano rámica de uno a otro?
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te, por ejemplo, otra variedad de encuadre, que cabría calificar dein - z~calo lo forma esa misma línea. Cuando un gesto acabe vinculando
diferente: un encuadre que, sin esperar que los personajes se plieguen a a los dos personajes (el niño tiende la sábana a la mujer, que la toma),
sus límites, rechaza sin embargo regular su propia dinámica en fun- la cámara se negará a seguir el gesto y a conectar las dos células.
ción del contenido. Seproduce entonces un divorcio entre la dinámi-
ca del encuadre y la de los personajes. El encuadre corta por la mitad El fuera de campo
los cuerpos sin preocuparse por ellos,los abandona en pleno tormen- Desde el momento en que se percibe como fragmento de un todo
to o en mitad de una frase, y traza su camino con absoluta indepen- más amplio, el encuadre define un fuera de campo, es decir, unespacio
dencia. Jean-Luc Godard llevó a cabo una temprana experiencia de imaginado por el espectador que prolonga el espacio visible. La ten-
esta situación tan especial, no exenta de violencia tanto para los per- dencia del espectador a prolongar imaginariamente el espacio más
sonajes como para el espectado
r. allá de las fronteras del encuadre es tan acentuada que André Bazin la
proclamó rasgo distintivo del cine, en oposición al encuadre pictóri-
El corte co, según él exclusivamente polarizado hacia dentro.4 Sin embargo,
El vocabu~rio francés para designar la escala de un plan03 quizá re- hemos visto queel encuadre puede ser tratado comosistema cerrado:
sulte elocuente. Cuando se habla de plan taille (plano cintura), de plan es lo que sucede, en concreto, en numerosos planos deP lay time.
poi trine (plano pecho) o deplan é p a u 1e (plano hombro), queda claro que Estas diferencias vienen determinadas por el lugar de corte, por una
el encuadre se define nombrando el lugar de un corte. Para hacer un mayor o menor estanqueidad del encuadre y por su «movilidad»,s
plano, puede que el cineasta no se pregunte qué puede caber en el por la estab
pretados porilidad de la composición,
el espectador por losdeindici
como procedentes os rior
sonoros
un exte inter-
y,por su-
cuadro ni a qué distancia quiere ponerse del tema filmado, sino cómo
recortar un pequeño rectángulo de espacio a partir de un conjunto puesto, por los planos que se encuentren en las proxirÚidades (si en
más amplio (rectángulo que puede crecer o disminuir de forma diná- un momento anterior de la película se nos ha mostrado la porción de
mica, de lo particular a lo generala a la inversa) . espacio filmado integrada en un plano más abierto, entonces el fuera
¿Dónde está la casa de mi amig0 7 propone un ejemplo muy particular de de campo se instala más nítidamente en la mente del espectador).
segmentación del espacio. Esun espacio de dos «plantas» (la calle; un
¡::'ndré cinéma», en
Bazin,«Peintureet
balcón). El joven protagonista recoge una sábana caída en el suelo y La superficie Qu'est-ce que lecinéma?, París, Cerf, 1985, pág.
188 (trad. cast.:¿Quieselcine? Madrid.
trata de lanzársela a la mujer que lo interpela desde el balcón. Para fil- Elencuadre no sólo delimita un cam-
Rialp. 1991).
mar la escena, Kiarostami ha decidido tratar la línea de separación ho- po de visión: delimita una superficie
, 5. Ha bla r de «mo vili dad» del enc uadre
equiva le ya a admitir la existencia de
rizontal constituida por el suelo del balcón como una frontera infran- la de la imagen proyectada. Para el un esp acio explora do por l a cámara. Para
queable. De esta frontera se deducen rigurosamente dos encuadres y espectador, por lo tanto, el plano es el espect ado r, nat uralmente, el marco de la
pantalla nunca es mó vil: la ima gen es la
dos planos: los planos del nÜlo, cuya línea fronteriza está constituida visión de un espacio en profundidad que cambia en su iI,lte rio r, y las
por el borde vertical superior, y, a la vez, representación plana. variaci ones de la image n se inte rpreta n
como una mo vili dad del c ampo de vi sió n
3.Véase el cuadr o de la pág. 90. I y los planos del balcón, cuyo Cuando se enfrenta a un espacio tri- de la cámara en el espacio.
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no es más que una estrecha tira de tierra que apenas asoma por el bor-
de inferior del encuadre. Nada permite medir, «ver» la distancia física
que separa los cuerpos. y al mismo tiempo se impone, casi con la mis-
ma violencia que en un filme trucado de Mélies, la copresencia en el
encuadre de cuerposgigantes y cuerpos miniaturizados.
autobús rojo sobre un cartel publicitario, las casillas multicolores de fundidad de campo enWelles. La relación de tamaño es tanto más impactante en cuan-
to a cada uno de los personajes se le concede media pantalla, como si un primer pIa-
un interfono, las pequeñas carpetas azules, rosas, naranjas transporta- no y un plano de conjunto se encontraran yuxtapuestos.
resto. Cada una a su modo, las películas de ]ean-Luc Godard y Jac- labp, de un motivo musical, de un ruido, de un timbre de voz; nos
ques Tati contribuyen a cuestionar la tradicional preeminencia de la permiten aguzar el ojo y el oído, desacostumbrarnos a ver y a oír.
palabra. Hay que prestar atención al modo en que Godard eclipsa de-
liberadamente las voces tras ruidos desagradables, cercena brutal- El tiempo de un plano
mente su ritmo o las trata como material sonoro y no COlUO instru-
mento de lenguaje; hay que escuchar el modo en que Tati, sobre todo El p lan o com o mar co tem por al
en Playtime, arropa los acontecimientos más ínfimos (la caída de un Cuando el montador corta un plano está definiendo un marco tempo-
objeto, unas toses, el roce de los batientes de una puerta) con todo ral. Como el marco espacial, este marco temporal puede aparecer
su esplendor sonoro sin preocuparse por su importancia en el en- como un sistema cerrado; también puede prolongarse suavemente,
cuadre. proyectarse hacia el plano siguiente; o, por último, puede impactamos
con la violencia del corte operado sobre un acontecimiento, truncán-
Pun to de vis ta, pun to de escu cha dolo, amputándolo sin que el plano siguiente lo continúe y complete.
El plano sonoro también permite al espectador vivir una experiencia
singular, imposible para un cuerpo ordinario: la separación del ojo y El pla no com o tra ves ía del tie mpo
el oído, del «punto de vista» y el «punto de escucha»: se puede, en Para el espectador, sin embargo, el marco temporal sólo existea poste-
efecto, hacer oír con total claridad un diálogo de dos personajes si- riori, cuando tras haber visto el plano en su totalidad puede proyectar
sobre él una mirada retrospectiva. Pero mientras contempla la pelícu-
tuados al fondo de la imagen. Así pues, podemos analizar un plano la el espectador no se encuentra con un marco temporal, sino que ex-
tratando de determinar el punto de escucha y el punto de vista en su
relación mutua. perimenta una duración.
Laduración de un plano no es algo que pueda medirse como una dis-
Corte s sonor os, cortes visual es tancia o abarcarse con la mirada. Tenemos que pasar por ella,a travesarl a
Elsonido suele emplearse como elemento de continuidad entre planos físicamente (salvo que sea ella la que nos atraviese, la que fluya por
de una misma escena. Sinembargo, como sonido e imagen se montan nuestro cuerpo, poniéndolo a prueba), mientras repartimos nuestra aten-
en dos bandas autónomas, existen otras combinaciones posibles de ción entre todos los acontecimientos que se desarrollan simultá-
cortes sonorosy visuales, a menudo violentas. ]ean-Luc Godard as l ha neamente, yeso sin saber cuándo terminará la travesía (aun cuando
explorado sistemáticamente en sus películas: corte sonoro practicado creamos «ver venir» el final, cosa sobre la que siem pre podemos equi-
en mitad de un plano; continuidad sonora brutalmente interrumpida vocarnos). La relación entre duración y contenido es un potente ins-
por un corte visual (personaje interrumpido en mitad de una frase). trumento de condicionamiento y dinamización de la mirada. Un pla-
No setrataba sólo de hacer entrar en el ámbito de lo posible unas prác- no que dure más alláde lapura necesidad funcional que le suponemos
ticas de montaje hasta entonces proscritas, sino de descubrir su poder nos obliga a replantear la imagen según criterios menos directamente
significante. Esos cortes brutales permiten acentuar el valor de una pa- ligados al relato, moviliza nuestra atención sobre «lo accesorio», mo-
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difica nuestra apreciación del «tema» de la imagen. La duración es, E:r:trelos términos comúnmente empleados para calificar globalmente
pues, un acontecimiento de pleno derecho que, según los casos, pue- un plano, el «contracampo» define precisamente el espacio de un pla-
de invitarnos a una actitud más contemplativa o desorientarnos, irri- no en relación con el campo delimitado por un plano adyacente. Una
tarnos o crear un sentimiento de ansiedad e inquietud. secuencia puede estar constituida por una serie de «campos/ contra-
A esa facultad de la duración recurre SatyajitRaycuando filma elregre- campos», es decir, planos que muestran alternativamente una porción
so del padre deApu. Durante su prolongada ausencia, la familia deApu de espacio y su opuesto (típicamente, en una conversación, un inter-
se ha visto afligida por un duelo que él todavía ignora. Levemos entrar locutor y luego el otro) 8Larelación campo/ contracam po puede estar
en el encuadre, en plano de conjunto, marcar una parada ante el árbol previamente establecida por un plano de conjunto que comprenda los
caído sobre el muro que rodea la casa, y luego continuar su camino, dos espacios (en inglés se habla de establishing shot). Pero, aun en el su-
acompañado por una panorámica. Al llegar al patio sevuelve a detener puesto de que refleje una relaciónespacial real dada en el lugar de ro-
dándonos la espalda, pasea una mirada de inquietud a su alrededor. daje, para el espectador la relación campo/ contra campo queda siem-
Prosigue acto seguido su camino hacia la derecha del encuadre, pero pre establecida o construida por el filme: se precisa cierto número de
esta vez la cámara no le acompaña y él sale de campo. Durante largos indicios para identificarla (un personaje como referencia, elementos
segundos, nos quedamos solos frente alpatio, en compañía de una vaca de decorado visibles en los dos planos, dirección de lasmiradas, etc.).
que, impasible, pace en su corral. Finalmente, el padre reaparece en el La posibilidad que el montaje ofrece de construir un espacio abierto
patio, desorientado, y llama a su hija; su mujer pasa junto a él como un de 360 (un espacio en cuyo interior podamos «volvernos»; recorde-
0
fantasma. En este bellísimo plano, los interminables segundos pasados mos que el término inglés para contracampo esreverse shot) , un espacio
en compañía de la vacaabren en elplano una brecha (cuyo reflejo esla imaginario sin límites, habitado por el relato, se impuso muy pronto
brecha del muro caído) que transmite de manera admirable el vacío como una finalidad del plano, como su vocación prioritaria, hasta el
abierto en el hogar deApu por la pérdida de uno de sus miembros. punto de ir dando origen, gradualmente, a un conjunto de leyes y
prohibiciones que los cineastas tuvieron desde entonces que aprender
El plano como momento del filme a transgredir.
En un filme narrativo, el plano participa en un doble proceso que Cabe, sin embargo, contemplar la relación entre plano y filme con
implica la totalidad del filme: la elaboración de un relato y la cons- mayor libertad, sin limitarnos a la mera función narrativa. Cuando el
trucción de un universo de ficción. Cada plano pone su grano de plano aparece, ya hemos acumulado un saber (sobre la trama, las mo-
arena en el proceso al asociarse con otros planos para presentar un tivaciones de los personajes, el escenario de la acción, etc.), nos hace-
conjunto de acontecimientos cuya organización forma un relato,? mos cierta idea de qué podría sucederles a los personajes, cómo po-
completando así nuestra re- dría ser el fuera de campo del
~En castellano se habla de
7. En los documentos preparatorios de un film~ presentación mental del espa- plano que acabamos de ver (en «campo/contracampo» para el conceplo
general y de «plano/contrapIano» en el caso
narrativo, este relato puede dividirs e en una serie cio-tiempo en el que se desa- Playtirne y en otras de sus películas, específko de un intercambio de miradas y/o
de grandes unidades narrativas compuestas por
múltiples planos: son las «secuenci as». rrolla la historia. ]acques Tati se divierte precisa- palabras entre dos personajes (N. d el L).
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mente dando pie a falsas conjeturas sobre el fuera de campo, sor- ql~econstituyen otras tantas bazas para el cineasta. En vez de montar
prendiéndonos cuando éste nos es finalmente revelado), o también sus planos con el objetivo de construir un espacio coherente, Eisens-
qué es posible en el régimen del filme (por ejemplo, a veces nos pre- tein se dedica a hacer circular un motivo (un círculo, por ejemplo) de
guntamos si la película que estamos viendo admite un final infeliz o plano en plano, o a producir contrastes formales y luminosos entre
si el ha ppy en d es «obligado»): no sólo recibimos el plano con nuestro planos sucesivos para generar una tensión dramática creciente, hasta
libre albedrío sino tal y como el filme nos ha construido a nosotros: el punto de considerar que el plano en sí no es nada: sólo el montaje
con un saber, una memoria, una expectativa. de los planos puede dotarlo de sentido. B allet mécanique, película reali-
Por lo tanto, la construcción del plano puede jugar adrede con este sa- zada por el pintor Fernand Léger en 1924, está montada en su totali-
ber, esta memoria, esta expectativa: puede completar nuestro saber o dad con el propósito de generar encuentros de formas, movimientos,
rectificarlo, reavivar nuestra memoria o sembrar una duda en nuestro composiciones: no hay historia o, mejor dicho, la historia del filme es
espíritu, satisfacer una expectativa o prolongarla. Laspelículas llama- la de esos encuentros extraordinarios (por ejemplo, Fernand Léger
das «de suspense» son, claro está, lasprimeras que en este sentido nos pone de manifiesto, al montarlos sucesivamente, un chocante e ines-
vienen en mente, y desde luego resulta muy interesante estudiar los perado parecido entre un embudo y el ojo de un loro) 9
planos de las películas de Hitchcock preguntándose en cada caso El estudio del montaje excede los límites de esta obra. Si pese a todo
cómo compone el plano, cómo emplea la distancia y el encuadre para resulta oportuno interesarse aquí por los principios de montaje que
reconstruirnos a nosotros, los espectadores. Aunque el director tam- supuestamente garantizan la construcción de un espacio-tiempo fic-
biénque
los pued
lee preceden.
darle un matiz más lúdico a ese encuentro del plano con cional unitario, es porque su consolidación en la primera década del
siglo xx en Estados Unidos coincide con un acontecimiento que nos
de mi amigo? rebosa de esaspequeñas situaciones de sus-
¿D ónde está la casa afecta directamente: la aparición en Francia de la palabra «plano» en
pense organizadas: cuando por ejemplo el niño ve a un chaval trans- el sentido que nosotros le hemos dado de bloque de espacio y tiem-
portando pn tablón de madera, Kiarostami se divierte situando el ta- po, y la posterior cristalización de un vocabulario técnico relativo a la
blón justo delante de la cabeza del niño, de manera que nos pasamos escala del plano.
cierto tiempo preguntándonos si es o no el niño que buscamos. La Trasexaminar dicho vocabulario, sin embargo, pronto descubriremos
película también juega con nuestra memoria de las formas. En uno de que, lejos de ser un instrumento de descripción neutra, éste se adap-
los planos iniciales, el encuadre sitúa a un caballo blanco en segundo ta especialmente a una categoría concreta de planos:
término, justo entre dos pilares. En el siguiente plano, una camisa - cuyo patrón-unidad de medida es el cuerpo humano;
blanca ocupa exactamente el mismo lugar en la imagen (está tendida - caracterizable por un a distancia o
en un patio), y no podemos dejar de notar que la camisa, blanquísi- llntamaño y que por lo tanto impli- ~Debemos recordar la frase de Lautréamont,
en quien los surre alistas recono cieron a un
ma, dispuesta de modo peculiar con sus dos mangas colgando muy ca una marcada jerarquización de precursor de sus investigaciones: «Bello como
verticales, se asemeja enormemente ... a un trasero de caballo. suscomponentes (parahablar de un el azaroso encuentro entre un paraguas y una
máquina de coser sobre una mesa de
Mientras vemos una película almacenamos formas, colores, sonidos, plano «cercano», en efecto, hace disección»,
49
Durante algo más de una déca da, entre 1895 Y la segunda mitad de
los años 1900, el cine existirá sin que se haga men ción del «plano»
en el sentido en que lo hem os definido en la primera parte de este li-
bro. En su luga r, se habla de «vistas» o de «cuadros». Técnicamente,
estas palabras son sinó nimos de plano en tanto que bloq ue continuo
de espac io y tiempo. Pero si las observamos más de cerca, descubri-
mos que «vista» y «cuadro» definen dos estéticas distintas, o en otras
palabras dos maneras distintas de concebir el plano, dos maneras de
Vista Lumiére no catalogada, rodada en 1896 (sin duda por Louis Lumiére, en
familia). proyectada con el título de Enfants au jouets o Enfants et jouets. La sombra de
pensar el encuadre, la distancia, el punto de vista, etc. A ellas nos de-
un testigo fuera de campo (quizá el operador) atraviesa el encuadre. dicaremos ahora, antes de abordar el «plano».
50 51
Estética de la «vista»
Cuando Louis Lumiere y sus operadores rodaron los primeros filmes
proyectados públicamente en Francia en el marco de una exhibición
comercial, llamaron a esos filmes «vistas». 1 ¿ Qué es una vista? ¿ Cómo
se hace una vista? La tom ade uno vista consiste en elegir un motivo(un
gato; dos bebés; un desfile militar; el estanque de las Tullerías; la Pla-
ce des Cordeliers en Lyon; el andén de una estación; etc.); un emplaza-
mientopara la cámara (cercano, alejado, de frente, lateral...); un momen-
to (y por lo tanto una luz, ya que las vistas se ruedan al aire libre).
Una vez fijados esos parámetros, el operador gira la manivela de la cá-
mara sin interrupción hasta agotar los diecisiete metros de película
que contiene. Lo cual, proyectado a razón de 16 imágenes por segun-
do, representa un filme de alrededor de un min uto, constituido por
un único plano. La duración,parámetro esencial del plano, es aquí in-
mutable. La cámara está fija, pero puede encontrarse a bordo de un
tren o un barco: las vistas así obtenidas se llaman panoramas. Départ des cyclistes, vista rodada en Lyon el12 de julio de 1896, sin duda por
Louis Lumiére. Premeditación (hacia falta estar en la salida de la carrera) y azar com-
Noel Burch resume del siguiente modo el programa de las vistas Lu-
puesto: multitud, movimiento, polvareda.
miere: se trata de «"ca pturar" una acció n, conocida en sus lí neas ge-
nerales y previsible con unos minut os de anticipación, pero aleatoria
en todos sus detalles»2 Este programa define, independientemente del En un opúsculo redactado hacia 1894, un año ante s de inventarse el
mom~nto histórico, una actitud. del director, e incluso una ética, que cinematógrafo, Louis y Auguste Lumiere habían dirigido a los fotó-
otros cineastas reivindicarán, adaptándola a sus respectivos programas: grafos aficionados una serie de consejos. Hace falta, escriben, «sor-
lo hace Philippe Garrel cuando rueda una sola toma de cada plano, con prender a la naturaleza bajo su mejor ángulo»; en cuanto a la figura
la deliberada asunción de riesgos que semejante decisión comporta, o humana, «el obje tivo consiste en fijar, entre las actitudes que pued a
lo hace ]ac ques Rivette, en su adoptar el modelo, la pose accidental que satisfaga las reglas indicadas
1. Lo que llamamos estética de la vista conCiern~ forma de construir películas [de la composición, heredada de una tradición pictórica], sin sacrifi-
específicamente a las vistas Lumiere. En efecto, en
los años diez el término «vista» aparece empleado buscando un equilibrio entre car un ápice de naturalidad y verdad» 3
en el sentido genérico de filme. sea o no un filme escritura e improvisación, in- Sin duda, el cinematógrafo Lumiere persigue idéntico objetivo, pero
de plano Único (en el segundo caso se habla de
«vista compuesta>,). e independientemente del yectando una parte de libertad abre a lo aleatorio y lo acci-
género y la estética del mme.
y azar en una puesta en esce na dental el intervalo de tiem po ~ElBernardtextoChardere,
de este opÚsculo se reproduce en:
Lumieres sur Lumiere, lyon, lnStllUt
2. Noel Burch, La Lucarne d e J'infini, París, Nathan,
1990. pág 21 globalmente controlada. incompresiblede un minuto, o Lumiere, Presses Universit aires de Lyon, 1987.
52 53
Una escena del filme de Ferdinand Zecca Tempete dans une chambre á cou-
cher (1901).
Histoire d'un crime : las figuras de cera del museo Grévin. Primer cuadro: el Historie d'un crime, la película (1901), de Ferdinand Zecca. El decorado del
asesinato. «Estamos en la caja de una sucursal bancaria, es de noche, el vigilante que, museo Grévin se reconstruye escrupulosamente (la ropa colgada en el centro, el al-
como de costumbre, duerme allí se ha visto sorprendido en mitad del sueño por el manaque a la derecha, la caja fuerte a la izquierda ...).
asesino, que le asesta una terrible puñalada en el corazón. El criminal ha forzado la
caja fuerte y se apresura a robar los valores y billetes de banco que contiene, mientras
se vuelve para comprobar que la víctima sigue inmóvil.»
zar con la máxima fidelidad el suceso evocado. L'Histoired'un crime,en-
tonces un éxito clamoroso, no consta de una única escena sino de «sie-
(Voyage dans la lune, 1902), de Georges Mélies, son acróbata s de Fo- te cuadros distintos que representan las siete peripecias más importan-
lies Bergere, y las estrellas del cielo bailarin as de ballet del Chatelet; tes del drama» El crimen; El arresto; La confrontación; El tribunal; La
A
Lucien Nong uet, antes de convertirse en operador de la firma Pathé, celda del condenado; Los preparativos; La ejecución. En 1901, Ferdi-
es jefe de figuración en el Chatelet; en los espectáculos teatrales se in- nand Zecca convertirá, para la product ora Pathé, L'Histoired'un crimeen
tegran cortos a modo de intermedio, y a su vez los espectáculos pro- una película en seis cuadros (el cuadro del tribunal queda eliminado)
porcionan a los cineastas la materia prima de sus p elículas, como Les con idéntico título. Por lo general, en la primera década del siglo xx to-
Quatrecentscoupsdu dioble,en cine convertidos en LesQuat'cents[orcesdu dia- da la producción cinematográ-
ble,«gran pieza fantástica en 3S cuadros» realizada por Mélies. fica francesa tiende a elaborarse G.según los términos de! calálogo delmuseo
El museo Grévin, que había abierto sus puertas en París el año 1882, según un mismo principio: la Grévin editado entOnces. También citado en laegues
Deslandes y )acques Richard. Histoi re com parée d u
presentaba sus figuras de cera en inmóviles escenas que debían sinteti- sucesión de tableaux vivclJIts. cinEma, LOmo 2, Casterma n, 1968, pág. 310.
56 57
La estética del «cuadr o» se distingue de la vista Lumiere ante todo en vist'!, Lumiere, el tiempo se abría, como la caja de Pand ora, a lo alea-
que requiere una preparación y una organización próximas a la «pla- torio. La duración del cuadro, en cambio, es un marco restrictivo: la
nificación» tratada en el prim er capítulo de esta obr a: «La composi- peripecia, el número, la acción, el episodio narrativo deben caber en-
ción de una escena», escribe Mélies, «de una pieza, drama, fantasía, teros y llenarlo de principio a fin 6
comedia o escena artís tica, requiere naturalmente la elaboración de
un guió n producto de la imaginación; luego, la búsqueda de efectos Del «cuadro» al «plano»
para llegar al púb lico; la elaboración de croquis y maquetas de deco- Entre la primera década del siglo xx y nuestros días la palabra «plano»
rados y vestuario; la invención del pla to fuerte, sin el cua l ninguna ha sustituido a la palabra «cuadro» para designar el bloque de espa-
vista tiene éxito (...). La puesta en escena también se prepara de an- cio y ti empo en el fi lme. ¿Cómo se operó esta sustitución, qué revo -
temano, igual que los movi mientos de la fi guración y la colocación lución estética expresa, y cómo acabó la palabra «plano» adoptando
de los actores. Es un trabajo absolu tamente análogo a la preparación de un senti do que sus oríg enes no parecían indicar? En los terrenos pic-
una obra teatral (...) .»5 Mientras que la vista constituye un plano úni- tórico y teatral, la palabra plano llevaba mucho tiempo designando
co, el cuadro comienza, a partir de 1900, a integrarse en una serie . «cada una de las superficies planas perpendiculares a la dirección de
Entra a formar parte entonces de un programa narrativo yespectacu- la mirada y que representan las profundidades, los alejamientos en
lar: cada cuadro constituye, en el seno del filme , una pequeña escena una escen a real o figurada en perspectiva»,? superficies planas entre
autónoma que representa de forma más o menos clara y satisfactoria las cuales se distinguía el «primer plano», el «segundo plano» o tam-
un episodio de la historia. bién el «último plano». Todavía queda muy lejos el con cepto de blo-
El espacio del cuadro consiste efectivamente en una escena construi- que de esp acio y tiempo, aunque un brev e examen semántico de los
da en un «teatro de toma de vistas», y cerrada en profundidad por guiones Pathé de 1908 nos permitirá delimitar mejor la relación en-
una tela pi ntada en trampantojo. El emplazamiento de la cámara, va- tre las do s nociones. La palabra «plano» se emplea allí a veces en el
riable de una vista Lum iere a otra, se fija aquí de modo tal que el en- sentido clásico de superficie plana vertical, para precisar el contenido
cuadre limite exactamentela escena construida, o lo que es lo mismo, de un «cuadro». Por ejemplo, en el guión de Huit joursd'absence,cuadro
indica Mélies, justo a diecisiete metros del frontal de la escena y exac- noveno, leemos lo sigui ente:
r - : - Precisemos que louisLumiere y sus operadores
tamente frente a ella. «Cuando el ca rtero ya se h a también realizaron pequeñas ficciones
cuidadosamente minutadas y encuadradas (siendo
Lá escena sólo admite una relac ión frontal de espectáculo a especta- ido, la gente se reúne en el pri- la más célebre de ellas . sin duda . El regador regado).
dor, a veces subr ayada por las mer plano». En la mayoría de esas ficciones, sin embargo, la
elección del punto de vista y la puesta en escena
S. Georges Mélies, «Les vues cinématographiqu~ interpelaciones directas de los A veces, sin embargo, el uso es obedecen a principios alejados de la estética del
en A nnuaire général el im ernotiona! de la photographic, París, actores al espectador. Enmarca- algo distinto, como en esta cuadro.
Plon. 1907. Repro ducido en inglés en: Richard 7. AlaÍ n Re y (baJO la direc ción de), Dictionnaire
Abel, F rench film theory ond criticislT l 1907-! 939, vol. !, da en el espacio, la acción tam- descripción del doceavo cua- historique de la langae franlaJsc. París. Robert. 1998 (al
que, de todos modos,el lector hará bien en no
Princeton, Princeton University PIess. Extractos
bién debe ceñirse a la duración dro de un filme titulado Id y lle
public ados en franc és en Larcvue du cinéma n° 4, 15 acudir para lo relativo al plano específicamente
de oc tubre de 1929 . de do nde sale mi cit a. del plano, que varía poco. En la romaine: «Primer plano de la cinematográfico) .
58 59
Cada plano sólo debe mostrar lo necesario para el relato, y sin exce- no fu,::conc ebido corno una sola est ancia, sino según los planos ne-
der el tiempo necesario. El cineasta debe identif icar los elementos más cesarios, en cuatro partes distintas, cada una de ella s construida a par-
importantes de cada escena y luego aislarlos, destacarlos y organizar- tir de la otra». 11 Lo que el mon taje permite entonces no es descom-
los en una sucesión de planos cuya duración se convierte en paráme- poner una escena unitaria en pla nos de deta lle, sino sintetizarun
tro del montaje y tiende a disminuir. Estarnos, pues, ante una estética espacio continuo (el gabinete de trabajo) a partir de fragmentos dis-
de centramiento que tant o puede manifestarse en las estrategias de continuos de decorado. Las «leyes» del raccordy las figuras de monta-
iluminación corno en el uso de máscaras circulares negras, en la com- je tales corno el campo-contracampo deben contribuir a esa síntesis.
posición, en los ta maños de plano o en los án gulos de torna: el espa- La escena del cuad ro, en su rigurosa frontalidad, habría admitido un
cio del plano no es un campo indiferenciado, está jerarquizado, estra- solo contracampo: la sala con los espe ctadores. El espacio diegético
tificado, centrado en un objeto, una figura, un acontecimiento. «envolvente» implica por el con trario la desaparición de un espac io
Este centramiento responde a una exigencia de eficacia y clar idad. A específicamente espectatorial. Al principio de la cámara «observador
diferencia del cuadro primitivo, en cuyo asp ecto «hormigueante» y activo» le corresponde simétricamente el de «espectador invisible»
«confuso» insiste Burch, la el plano está ideado para dirigir, para cen- imaginariamente incorporadoal espacio de la ficción. 1 2
trar la atención del espectador: debe ser inmediatamente descifrable
por el espectador, ahorrarle todo esfuerzo de interpretación de la ima- Supervivencia y m utacio nes del plano
gen y, sobre todo, no distraerle de lo esencial. Así nace lo que Hitch- Ni que deci r tiene que el ci ne clási co de Hollywood, o en sentido
cock denominará la «dirección del espectador». amplio el conjunto de filmes narrativos que se conforman más o me-
- Principiodelobservadoractivo.De algún modo (al menos es así corno Pu- nos a una «gr amática» común, no constituye la única alternativa po-
dovkin elabora su pedagogía del montaje), la sucesión de planos rele- sible a la escena teatral del «cua dro». La pléyade de filmes que pu-
va al espectador de su ejercicio de atención convirtiéndose ella misma sieron en crisis la estética clásica, aplaudidos por críticos como André
en espectador, en «observador activo». La variación en los ángulos de Bazin y Alexandre Astruc después de la Segun da Guerra Mundial,
torna, la variación en las dis tancias de un plano a otro se teorizan atrajeron la atención sobre la inadaptación del concepto de «plano».
corno una variac ión en el punto de vista (para el espectador, en ellu- De Orson Welles, Alexandre Astruc escribió en 1948: «Rompiendo
gar del espee.tador) sobre un aconte cimiento que debe ser res tituido con el m ontaje, donde se salta
en toda su diversidad. de un plan o al otro, y con los ~. Lott e Eis ner, Murna u,Rams ay poc he cin éma,
- Síntesisdeespacio-tiempo; principiodelespectadorinvisible.Si no es preciso li- movimientos de cám ara que pág. 38. Citado en BenoÍt Peeters, ]acques Faton,
Philippe de Pierpont, Storyboard, ciné m a animé, Yellovv
le
mitarse a una vista de conju nto del espacio escénico, la construcción enlazan los distintos momen- Now. ]992.
misma del espacio puede a su vez fragmentarse en elementos de de- tos de una acción, trata sus se- ! 2. Fu e duran te los añ os diez cuando la mira da a la
cámara fue proscrita por las productoras
corados discontinuos. El decorador del Faustode Murnau (filrr1e ale- cuencias en plano s práctica- nortea merica nas: en un reglamento destinado a los
mán de 1926), Robert Herlth, cuenta mente fijos en los que la actores que contrataba, la sociedad Selig incluyó la
pro hibición expres a de mira r hacia la cám ara (véase
10.NoeJBurch.op.Cil.,pág 146. I que «el gabinete de trabajo de Fausto acción se desarrolla en distin- Noel Burch, 0 1'. cil.. pág. 208)
62 63
tas profundidades sin que la cámara necesite moverse. Varias acciones Epí~ogo
se simultanean pues en un mismo encuadre fijo, como en la gran es- Lascategorías presentan algunas ventajas, pero también tienen el gran
cena de baile de E l cuartomandamiento.
Este proceder obliga alojo del inconveniente de mantenernos a distancia de las películas, y a distan-
espectador a llevar a cabo su propia planificación, a encontrar por sí cia de los planos. Conviene pues, en cierta medida, olvidarlas para ex-
mismo en una escena esas líneas dramáticas que normalmente los plorar las películas, con precisión y sin apriorismos, fuera de esque-
movimientos de cámara se encargan de trazar. Acción y reacción se mas ·históricos; abrirnos de este modo a su capacidad de invención
inscriben así en un mismo plano». 13 personal y no sólo a aquello que las creemos capaces de inventar.
Ahora bien, como apunta lean Mitry, desde el momento en que un En su opúsculo dirigido a fotógrafos, los hermanos Lumiere constata-
«plano» ya no corresponde a su determinación sino a la organización ban con tristeza: «Debemos confesarlo (...) los medios del fotógrafo
de un campo en profundidad, «es el campo en su totalidad lo que con- son muy limitados. El pintor, el dibujante, pueden suprimir y añadir a
viene definir y, por encima de todo, un lugar cualquiera de éste».14 voluntad: el fotógrafo no dispone de esasventajas, por la faltade plasti-
Idéntico problema plantean los movimientos de cámara: «( ...) como cidad de sus herramientas. Élse sirve de la luz con ayuda de objetivos y
un plano es, por definición, una determinación espacial fija, hablar de productos químicos; todo lo que le está permitido reside casiexclusiva-
plano único cuando se trata de un travelling
es un contrasentido». 15 mente en una selección, una opción de emplazamiento e iluminación».
Este cuestionamiento del plano revela, más allá de la simple cues- En realidad, más que enunciar una verdad, los hermanos Lumiere es-
tión de la profundidad de campo, el surgimiento de una nueva mi- taban trazando un marco en cuyo interior habían elegido evolucionar,
rada sobre la sociedad, sobre el cuerpo humano, sobre la represen- o que no tenían intención ni deseos de modificar. Como hemos visto,
tación, sobre el relato, y sobre los propios medios del cine. Una esemarco no era el mismo que sehabía fijado Mélies: pintor, dibujan-
estética «moderna» queda, así pues, definida a contrarioen los años te, Mélies ideaba él solo sus decorados y su vestuario, y se concedía po-
sesenta, a través de un conjunto de desviaciones respecto a la esté- testad para suprimir o agregar accesorios, figurantes y hasta planos. A
tica clásica implícita en la palabra «plano», desviaciones cuya lista cambio, la variación del punto de vista no entraba en su campo de po-
abierta puede elaborarse con los filmes de, entre muchos otros, sibles: no quería disponer de esa libertad (o no sabía cómo hacerlo).
Rossellini, Antonioni, Bergman, Resnais, Godard o Cassavetes (y En esta breve historia del plano lo que debemos retener es la idea de
que, con independencia de la historia del cine, son otras tantas po- una historia del cine y del plano como invención d e unpo sib le : un posible
tencialidades del plano): relación no funcional del plano con el no sólo técnico (lo que una sociedad domina en una época dada) e
relato, tiempos muertos, am- ideológico (lo que una sociedad admite), sino un posible conquista-
13. Alexandre Astrue, «Notes sur Or50n WelleS)~ bigÜedades, improvisación, do, descubierto, arrancado por el cineasta a los dictámenes de la téc-
La Table ronde, nO 2. rebrero de 1948. en Du SlyIo < Í la planos desconectados entre nica y la ideología, con ayuda de ciertos instrumentos, y que sólo se-
Ctlmém... de la cU llléra au slylo. Écri ts (1942-1984),
el
París. L'Archipel. 1992. pág. 322. sí, efectos de distanciamien- remos capaces de apreciar si nosotros mismos nos sustraemos a
14 . Jean M itry, Esthétiquc psychologie du cinéma, to m o
el
to, figura humana como terra nuestros esquemas de pensamiento.
J, París, Edil ions Universit aires, 1963, pág. 155.
IS.IIM incognita.
64 65
Segunda parte
Documentos
de trabajo,
textos,
análisis
de planos
Planificación clásica
inicialmente prevista: suce-
sión de planos y plano-con-
traplano Wanley/camarero.
);!!,.¡ ¡;
"
en el club, donde Wanley se ha- cws,; $)!Ol' -, ft¡1 " \~' S P10!lE ¡ ,
I
pesadilla.
ft¡:\FBIU':¡;Al:VtJ>,.';;I.USUlt':lO~\
t(t;¡"~"~rt~,
"h~~V\~'..
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), ; : a !A lI : \
varios planos, como disponía O~. ;jt·;!~)
WWU;Y
'r."I.l .. It~.
\
\r{u w "f-"
el guión técnico siguiendo la
pauta clásica, Fritz Lang ha todo caso, la let ra de Lang). Se
Fotogramas de la película: el primero corresponde al plano 204 del optado por un plan o único du- trata en efecto de un plano tru-
guión técnico (Woman at phone). Los demás fotogramas proceden del plano
realizado según el dibujo de Lang. rante cuyo transcurso el encua- cado, ya que fue necesario cam-
dre pasa por cuatro fases suce- biar elementos del deco rado
Atrapado en una pesadilla de la siempre, suena el teléfono. Un sivas, como indica con prec i- mientras el rostro de Wanley
que ya no puede escapar, Wan- travellinghacia atrás re encuadra a sión un dibujo preparatorio de ocupaba todo el encuadre para
ley ha ingerido una fuerte dosis Wanley en su butaca: el somní- su puño. En la página corres- poder pasar sin cortes del deco-
de somníferos. Está en su apar- fero hace su efecto, Wanl ey se pondiente del guión técnico rado de su ap artamento al del
tamento. En una mesita cerca queda inerte. Travellingde avance puede leerse la anotación trick club (obsérvese, en concreto, el
de la butaca, junto al icono de sobre el rostro, muy ilumina- shot, sin duda obra de la script cambio de pinturas al fondo),
la paz conyugal perdida para do: Wanley se hunde, es el fi n. durante el ro daje (no es, en de la pesadilla a la realidad.
I
Textos
I I Los objetos al poder
71
Primer plano Fernand Léger, «A propos du cinéma» na 7 Conmueve como un rostr o. Nunca
(193 O- 31), en Fonctionsde lapeinture,París, Folio antes de este invento habría sospechado
¿Por qué ese entusiasmo con el primer plano en los años veinte? Essais,Gallimard, 1996, pág. J 68. Lapintma usted la personalidad que posee n los
moderna ha destruido al «tema» en pintma. fragmentos.
¿Qué se descubrió al acercar la cámara a un rostro o a un objeto?Tres
¿Qué lo sustituirá? «El objeto», responde
figuras arrojan luz sobre estas preguntas: Jean Epstein, quien antes El cine personaliza "el fragmento" y lo
Fernand Léger.En ese descubrimiento del
objeto por las artes plásticas, el cine ocupa, a
encuadra; es un nuev o "realismo" de
de ser cineasta dio, con Bonjour cinéma, un texto poético-teórico
su juicio, un puesto esencial. consecuencias quizá incalculables.
seguido luego por muchos otros; Fernand Léger, pintor y autor de Un botón de falso cuello, colocado bajo
una película que marcaría los años veinte; Béla Balázs, teórico del «Es una invención diabólica que puede el proyector, aumentado cien veces, se
cine cuyo nítido eco se deja oír en algunos pasajes de hollar e iluminar todo lo que ocultamo s, convierte en un planeta radiante . Un li-
La imagen-movimiento , de Gilles Deleuze . proyectar el detalle aumentad o cien ve- rismo absoluta mente nuevo del objeto
ces. ¿Acaso sabía usted lo que era un transformado acaba de nacer, una plásti-
"pie" antes de haberl o visto vivir de ntro ca va a esbozarse sobre estos hechos
de un zapato bajo una mesa, en la panta- nuevos, sobre esta verdad nueva.»
La emoción, la idea
Un mun
do nuevo
Jean Epstein, «Grossissement» (1921), en yo lo devoro. Ese rostro está en mí como
Bonjourcinéma(Écritssurle cinéma,tomo I, París,
un sacramento. Máxima agudeza visual. Béla Balázs, Le cinéma,na~lreet évolutiond'unart núsculas y aquélla es el resultado de és-
Cinéma club/Seghers, 1974, págs. 93 y 98). nouveau (1948), París, Payot, 1979, págs. 51-52.
El primer plano delimita y dirige la aten- tas. Las grandes líneas nacen, en la ma-
«Ojalá pudi era dar una idea del amo r ción. Me obliga , indicador de emoción. yoría de casos , de nuestra miopía y de
que siento por los prim eros planos ame- No tengo ni el der echo ni los medios de «Elrostrodela s cosas.Elprimer mundo nue- nuestra superficialidad, que no tienen en
ricanos. Nítidos. La pantalla, súbitamen- distraerme. Imperativo presente del ver- vo descubierto por la cámar a en la era cuenta la sustancia viva que se agita, que
te, despliega un rostro y el drama, cara a bo comprender. Como e! petróleo palpi- del mudo fue el mundo de las cosas di- bulle, que mana, si no es de un modo
cara, me tutea y aumenta hasta intensida- ta bajo el paisaje que a tientas sondea el minutas, las cosas vistas con la proximi - demasiado generalizador. La cámara ha
des imprevistas. Hipnosis. Ahora laTrage- ingeniero, se disimula allí la foto genia y dad más extrema , las cosas ocultas de la sacado a la luz la célula como elemento
dia es anatómic a. El decorado de! quinto toda una retórica nueva. No tengo dere- vida más ínfima . Pero el cine ha hecho fundamental de la materia viva, ha abier-
-acto es ese rincón de mejilla, desgarrado cho a pens ar en ninguna otra cosa que algo más que mostrar cosas y aconteci- to ese terri torio en e! que unos inicios
secamente por una sonrisa.» (...) no sea ese teléfono. Es un monstruo, una mientos hasta entonces desconocidos: ínfimos preparan sucesos de envergadu-
«El primer plano altera el dra ma gracias a torre y un personaje. Poder y alcanc e de la aventura de diminutos escarabajos en la ra; en sí, el más violento deslizamiento
la impresión de proximidad. El dolor se su susurro. Alrededor de ese pilar los des- selva virgen, el drama de un gallo en un de terreno no es más que el result ado de
halla al alcance de la mano. Si extiendo el tinos giran y entran y salen de él como corral o el erotismo de las flores. La cá- los movimientos de pequeÜos guijarros
brazo, te toco, intimidad. Cuento las pes- de un palomar acústico. Por ese hilo puede mara ha hecho algo más que descub rir y moléc ulas. Una legió n de prime ros
taÜasde ese sufrim iento. Podría sentir el circular la ilusión de mi voluntad, una la poesía de los paisajes en miniatur a. Ha planos puede mostrarnos ese instante en
sabor de sus lág rimas. Nunca un rostro se risa que amo o una cifra, una espera o un hecho algo más que aportar nuevos te- que "l a cantidadse transformaen calidad"
acercó tanto al mío. Eserostro me acosa a silencio. Es un borne sensible, un nudo mas. Con el primer plano, el cine tam- (Marx). El primer plano no se ha limi.ta-
un suspiro de distancia, y yo soy quien lo sólido, un relé, un transformador miste- bién ha descub ierto las raíces secretas de do a ampliar la imagen que nos hacemos
acecha frente a frente. Ni siquiera es cier- rioso del que pued e emanar todo el bien la vida que ya conocíamos, que tenía- de la vida: la ha profundizado. Al primer
to que haya aire entre nosotros, porque y todo el mal. Se asemeja a una idea.» mos la ilusión de conocer. Porque la vida plano no le basta con mostrar cosas nue-
más grande la constituyen esas vidas mi- vas, sino que IlOS revela su sentido.»
I Análi sis de pl ano I 73
I
Pather Panchali
Siempre resulta interesante es- pozo. Esta mujer, a la que había-
tudiar la estra tegia adoptada mos divisado antes, aunqu e de
por un cineasta para presentar muy lejos, se revelará precisa-
al espe ctador los personajes mente como Harihar. Nos basta
Chismes en la
principales de la película. Unas con este plano para adivinar lo. azotea. En primer tér-
veces el encuentro es inmedia- Con su palabra ,luego con su mo- mino, la mujer que
tiende la ropa se in-
to, otras diferido; en ese plano vimiento y por últiITlo con su mi- digna contra los hur-
que aparece aproximadamente r a d a , la mujer de la azot ea nos tos de una chiquilla
cuya madre descubri-
tres min utos después de ini - habrá llevado, pues, hasta Hari- remos a continuación,
ciarse la película, la mujer que har. Altiva y hostil, la mujer se abajo, en el patio. El
último fotograma (pIa-
tiende la ropa en primer térmi- encuentra en posición elevada no medio de la madre)
no revis te un papel muy parti- respecto a Harihar y lo seguirá t)
está sacado del plano
siguiente.
cular: el de mediadora. estando durante el resto de la
Segundos antes, ha sorprendi- película. Harihar, por el contra-
do a Durga, la hermana deApu, rio, está al descubierto, expues-
robando guayabas. Ahora la ve- ta en med io del patio a los hu-
mos comentar el hu rto con millantes comentarios de las
acritud, y precisar la identidad demás mujeres, que resuenan
de la lad ronzuela: es la hija de en toda la profundidad del es-
una tal Harihar. pacio y siguiendo varios ejes,
Cuando la mujer da unos pasos en cuya intersección se en -
hacia el borde de la azot ea, la cuentra la mujer de la azotea.
cámara hace una panorámica Decididamente, parece que esta
para seguirla y luego, siguiendo mujer lleva las riendas del pla- quedan directamente fuera de randa secamente de la rop a,
la dirección de su mirada, deja no. Ocupa la parte anterior de la campo. Antes incluso de dirigir hace aparecer y desaparecer al-
atrás la azote a para ensel1ar un escena, mientras que sus inter- los movimientos de cámara con ternativamente a su interlocuto-
patio hasta ento nces fuera de locutoras o bie n se reducen a sus propios desplazamientos, ra en seg undo término, como
campo, en el que descubrimos a una pequel1a silueta encuadrada ella obstruye la profundidad del para afirmar aún más su autori -
una muj er sacando agua de un por una ventana alejada, o bien espacio tendiendo su sábana. Ti- dad sobre el encuadre.
I
Textos
I Consejos a los operad
ores
75
La integración narrativa Charles Pathé, «Étude sur l'évolution de miemo del autor . Ejemplo: el hombre
l'industrie cinématographique fran~aise», con está en su despa cho, escribe o piensa.
En los años diez, la integración del plano en una lógica narrativa que e! subtítulo «Destinée aux auteurs, scénaristes, Constituye un error grave mantener en
Inetteurs en scene , opérateurs et artistes»
implicaba una manera específica de planificar las escenas y de la imagen una porción de ese despacho,
(mayo de 1918), en Marcel L'Herbier,
y hasta la mesa sobre la que escri be, si
encuadrar una acción hizo pasar al cine de la era del «cuadro)) a la del Intelligence
ducinérnotographe
(1946), París,
Éditions d'Aujourd'hui, 1977, págs. 225-226.
tales accesorios no son indispensables.
«plano)). Los siguientes textos son un testimonio de esa mutación: los Los gran des decorados y mobiliarios
escribieron personas que la vivieron directamente. Entre ellos, un «El operador inteligente y amante de su completos sólo deben mostrarse e! tiem-
gran productor de la primera década del siglo xx, Charles Pathé, y profesión puede ser un colaborador po necesario para crear una atmósf era de
uno de los primeros cineastas-teóricos del montaje en la Unión muy valioso para el director y e! artista. verdad que pers ista lo bastante en la
Soviética, Lev Kulechov. Además de tener la responsabilidad de imaginación del espectador como para
una fotografia impecable, él es quien que, una vez exclu idos del cuadro, éste
debe indicar las condic iones en las que comprenda más a fondo la psicol ogía de
se pueden obtener los distintos efectos la acción, y para luego poder volver, me-
de ilum inación con un resultado ópti- diante fundidos varios, a los intérpretes,
Economía del relato: la secuencia mo. También puede, como ya dije sobre únicos encargados de exter iorizar el
del revólver los artistas, suplir la inexperiencia de és- pensamiento del autor. Su influjo sobre
tos ralentizando o acelerando la veloci- el espectador será más pronunciado cuan-
Lev Kulechov, "La Banniere du la pantalla puedan verse a la vez la mesa, dad del negativ o, en caso de que el actor, do ocupen en la pantalla un lugar m ás im-
cinématographe» (1920), en F. Albera, toda la habitación y el personaje de pies llevado por la acción, olvide dar a su ac- portantenosóloenalturasinoensuperficie.
En la
E. Khokhlova, V. Posener, Koulechovel les siens, a cabeza, cuando lo esencial de la escena tuación distintos matices en razón de su mayoría de casos , con el busto es sufi-
Ed. del Festival Internacional de Cine de es la apertura del cajón, el revólver y el mayor o menor proximidad al objetivo. ciente, y los pies, todavía menos que las
Locarno, 1990, págs. 80-81 .
rostro del actor, los ojos del espectador Siempre es el ope rador quien decide la rodillas, sólo deben aparecer si son in-
«En su afá n por reducir la longitud de no podrán focalizarse y vagarán por la focal del objetivo a utilizar en cada cua- dispensables. (...)
cada uno de los componentes de! filme, superficie de la panta lla, buscando el dro, el cual puede cobrar mucho impac- Si no revela él mism o sus negativos, el
la longitud de cada fragmento tomado gesto del actor necesari o en el instante '1 to según se emplee, sobre un mismo operador tiene la obligación de asistir a
por separado y filmado desde e! mism o dado. Si, a la in versa, planificamos la es- plano, un objetivo de 30, 40, SO u 80 ese trabajo que debe realizarse todoslos
lugar, los americanos han encontrado el cena según los momentos que la com- milímetros. Este detalle no suele captar días,es decir, a medida que se va ejecu-
modo de resolver las escenas complejas ponen: 1) la mano abre e! caj ón, 2) el lo bastante la atención de quienes parti- tando y no de golp e. En muchos casos
filmando únicarnente el instante del mo- revólver, 3) el rostro del actor, podremos cipan en la obten ción de un negativo podrá, ya desde el día siguiente, indicar
vimiento indispensable para la acción, y mostrar cada instante a escala de toda la cuando se realizan planos americanos, y al director qué cuadros son fallidos des-
situando la cámara de manera que el es- pantalla, y el espectador lo percibirá di- menos aún en los primeros planos, que de un punto de vista fot ográfico, los
pectador capte y perciba el sentido del rectamente (porque su mirada no estará son más próximos. cuales podrán rehacerse con unos gastos
movimiento en cuestión con la máxima permanentemente distraída por algún Elresultado en la pantalla cambia rá radi- mínimos. Finalmente, no debe confiar se
claridad y simplicidad. Tomemos una es- elemento inútil de la imagen). (...) En calmente cuando se empleen objetivos por completo a su memoria y debe ano-
cena cualquiera para ilustrar lo. Por ejem- otras palabras, para producir una impre- de distintos ángulos y focales. Siempre tar, en un cuaderno, todas las circunstan-
plo, un actor abre el cajón de ulla mesa, sión, impor ta menos el contenido de que sea posible , resulta muy provechoso cias particulares, especialmente las de
encuentra un revólver y piens a en matar- cada fragmento que el modo en que és- llenarla pantalla sólo con la porció n del o iluminación, que hayan acompa llado la
se.Si filmamos la escena de modo que en tos se encadenan , se combinan.» de los personajes que traduzca el pensa- toma de cualquier cuadro.»
Doc ument os ~ 77
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INTE RIEU R LOIN oD - JOf fi1
SOal!ile"il
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Jeah-Pien'Qo !&UD Aa'como l-oincd 0-2 9K 11 R .. RópétiGion en lumibra ... lWG'O aotoora.
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18 II .. Fin. a u too.mP..¿'O
Análi sis de plan o 79
todo planonosesiempre
mentales conjuganfáciles
dos operaciones
de deslinda r placer
obra, unperverso a lo larg
día Auguste o de letoda
Renoir dijo su
a El cuerpo fragm
entado
en la cronología real del rodaje : la disposi- Matisse: "A menudo pinto los ramos por
cióny el ataque.Cuando un cineasta de fic- el lado que no los he preparado". Jacques Rivette, en su entrevista con Serge -luego a veces me arrepiento- de retro-
ción se dispone a filmar un plano, siem- Del mismo modo, en cine Godard puede Daney en la película de Claire Denis Jorqu es ceder, retroceder porque sólo el rostro ..
pre necesita (y poco importa por ahora disponer en un mismo espacio una chi- Rivette,leveilleur(1990), comenta su Tengo ganas de ver las mano s, y si veo
cuál de los dos gestos pred omine en él) ca, una mesa, sobre la me sa un ramo de repugnancia ante la idea de fragmentar el las manos también me entra n ganas de
disponersus figuras en e! espacio, y decidir flores, y en el último momento atacar su rostro.
ver el cuerpo, siempre me entran ganas
e! modo en que va a atacarese espa cio y plano haciendo que el ramo de flor es «No quiero separarlo, trocearlo. Sé que de ver todo el cuerpo y,de paso, también
ese motivo, es decir, desde qué ángulo, enmascare parcialmente el rostro de la hay muchos cineastas que, conscie nte o a la per sona en el deco rado y a la o las
con qué focal y a qué distancia. En la mujer. Esta pulsión de no atacar el plano inconscientemente, funcionan al revés, personas para las que ese cuerpo actúa,
mayoría de películas, en las que los (o la escena) en el sentido en que uno la partiendo de esta idea del cuerpo frag- reacciona, se mueve, siente, etc.
autores se esfuerzan por permanecer en dispuso, esta propensión a desligar cada mentado -no sólo el rostro, puede ser la En realidad, todo se debe a que no tengo
segundo plano respecto a la historia que vez más a menu do la disposición y e! mano, cualquier parte de! cuerpo- pero el temperamento, el gusto o el talento de
han de contar, el ataq ue sigue siempre el ataque son, aunque él nunca lo mencio- es evidente que el rostro es la parte pri- hacer un cine de montaje. Mi cine, por el
sentido de la disposición, y ese sentido ne, lo que más obstinadamente, unas ve- vilegiada del cuerpo troceado y. por mi contrario, funciona más a part ir de la
común es a un tiempo el vector de la le- ces en secreto, otras abierta mente, traba- parte, sé que cuando llega el momento noción de continuidad de los aconteci-
gibilidad del pla no y el gara nte de la ja el acto cinematográfico godardiano de de plantarme detrás de la cámara, de po- mientos tomados más o men os en su
buena fe del contrato con el espectad or. los alias ochenta.» nerme frente al visor, tengo la tendencia globalidad.»
I Anál isi s de plano I 87
Etica del plano Roberto Rossellini, Le cinéma révélé, Champs la izquierda: planonmericano-travelling late-
Contre-champs, París, Flamm arion, 1984, wl-cámampnnorámica y encuadre
... Esun poco
¿Qué hace moralmente aceptable un plano para un cineasta? ¿Qué· págs. 70-71 (declaraciones recogidas por como si un novel ista hiciera un guión
Maurice Scherer y Fra n~ois Truffaut,
consideraciones éticas dictan su relación con el espacio, técnico de su li bro [..} En cuanto a la
Cahiers du ciné ma nO 37, julio de 1954).
los actores, la realidad? Un crítico y futuro cineasta, columna de la derecha, es donde se en-
Jacques Rivette, se posiciona en un texto célebre. «- Tiene famade rodarsinguióntécnico,
improvi- cuentran los diálogos. Yono los improvi-
sandoconstantem ente ... so sistemáticamente; están escritos desde
Los cineastas Johan van der Keuken y Roberto Rossellini,
- Esto es en parte una leyenda. Tengo pre- hace tiempo y, si los doy en el Últim o
principal figura del neorrealismo italiano, se explican sente en mi mente la «continuidad» de momento, es porque no quie ro que el
acerca de sus métodos de rodaje. mis película s: además, tengo los bolsillo s actor -o la actriz- se acostumbre a ellos.
llenos de notas. No obstante, debo confe- Esta dominación sobre el actor la logro
sar que nunca he entendido bien la nece- también ensayando poco y rodando rápi-
sidad de tene r un guión técnico si no es do, sin demasiadas tomas.»'
para tranquilizar a los pr oductores No
El «casi» dominio de lo real hay nada más absurdo que la columna de 1 El cine revelado, Barcelona, Paidós, 2000 .
Johan van der Keuk en, Aventures d'un regard, que todo punto de vista es ambiguo, ar-
pág. 43. bitrario, y que también viene seguido
por un infinito número de puntos de vis-
Una cuestión de moral
«Todo el prob lema de la compo sición ta.A grandes rasgos, por lo tanto, existen Jacques Rivette, «De l'abjectiofi», Cahiers du sos problemas de la forma y el fondo. del
fílmica, ficcional, consiste en resolver dos clases de desp lazamiento del encua- cinéma n° 120, ju nio de 1961 , págs. 54- 5 5.
cierto núme ro de tema s, que distan de dre: uno trata de enco ntrar dentro del «( ...) se ha citado much o, a izquierda o a realismo y la
senscene», delfantasía, del guión
actor libre y laado
o domin «mi-y
estar resuelt os en la realidad. Encuadrar, propio plano una info rmación nueva derecha, y en la mayoría de casos con no- demás; digamos que podría ser que todos
afirmar el punto de vista sobre la reali- -son, por lo tanto , varios encu adres en table estupidez, una frase de Moullet: la los sujetos nacieran libres e iguales en de-
dad, ya es algo posit ivo, posibilita al me- un mismo plano- y otro, que conside ro moral es cuestión de traveJlings(o la versión rechos; lo que cuenta es el tono , o el
nos una comunicaCión sobre la realidad, bastante personal, consiste en conservar de Godard: los travellings son una cuestión acento, el matiz, como quiera llamársele:
y una definici ón de la realidad es al me- casiel mismo punto de vista pero despla- de moral); se la ha queri do ver como el es decir, el punto de vista de un hombre,
nos hablar, cosa prefer ible a no hablar. zando ligerame nte las relaciones espacia- colmo del formalismo [...J . Y,sin emba.r- el autor, mal necesario, y la actitud que ese
Pero por otro lado, con esto se tiene la les en el encuadre para, precisam ente, go, vean ahora, en K a po (1960), de Gilles hombre adopta frente al mlmd o y frente a
ilusión de que la realidad social y políti - acentuar ese "cas i". Muchas cosas son Pontecorvo, el plano en el que Riva se sui- todas las cosas : lo cual puede expresarse
ca puede dominarse en el acto de la com- iguales y, al mismo tiempo, son casiigua- cida, lanzándose sobre la alambrada elec- por la elección de las situaciones, la cons-
posición. Este punto de vist a sobre la les. Mostrar la realidad consiste, por lo trificada; el hombr e que en ese momento trllCción de la intriga, los diálogos, la in-
realidad es, por lo tanto , muy ambiguo y tanto, en multiplicar esos "casi". decide efectuar un travelling de avance para terpretación de los actore s, o la pura y
por esa razón debe ser destruido simultá- Tengo que insisti r en otra cosa: el despla- reencuadrar el cadáver en contrapicado, simple técnica, "sin distinciones y en igual
neamente. En mis obras el encuadr e mu- zamiento del encuadre se realiza siempre cuidándose de inscribir exactamente la medida". (.. ) Hacer una película es, pues,
chas veces viene seguido por un despla- en un mismo eje, sobre la superf icie pla- malla levantada en un ángul o de su en- mostrar ciertas cosas, y al mismo tiempo,
zamiento que en realidad no va hacia un na. Para mí es importante subrayar que el cuadre final, ese homb re sólo merece el y en la misma operación, mostrarlas de
encuadre nuevo, sino que precisamente cine es la proyección de una ilusión lu- más profundo de los desprecios. Desde determinada manera, siendo estos dos ac-
desplaza un poco las cosas, y que indica minosa sobre una superf icie plana.» hace unos meses nos atosigan con los fal- tos rigurosamente indisociables.»
Anexo 91
Cuadro comparativo Inserto y plano de recurso
El siguiente cuadro se compone de cuatro columnas. En la primera recuperamos las El inserto y el plano de recurso aluden al carácter intrusi va de un plan o dentro de una
definiciones propuestas por Vincent Pinel (Voea!Julairctcehniquedu einémo,París, Nathan, secuencia. Ira Konigsberg defme el insertshotcomo un plano detalle insert ado en una se-
1996). En la columna siguiente indicamos el término inglés/americano equivalente cuencia durante el montaje. Vincent Pinel descri be el inserto únicamente por la escala (se
propuesto por el mismo autor. Las definiciones contenidas en las dos últimas colum- trata de «u n primerísimo primer plano que des cubre una par te de Wl cuerpo o de un
nas proceden de dos fuentes americanas: Ira Konigsberg (Thc CompletcFilm DiClionclfy,2' objeto»), y por otra parte insiste en el val or de inserto del plano de recurso, definido
edición, Nueva York, Penguin Reference, J 997); David BordweJl y Kristin Thompson como «un plano, generalmente breve, inserto[el subrayado es mío] en la continuidad de
(Film Art, an introduetion,3' edición, McGraw-Hill, lne., 1990). otro plano o introducido entre dos planos para facilitar la transición de uno a otro».
Plano de conjunto Long shot Personajes integrados en un entorno que continú a siendo preponderante
Plano que encuadra el conjunto del decorado construido
Plano americano «Plano americano)) Personaje encuadr ado a partir de las rodill as
Plano que corta a los personajes por el muslo,
traducido por medium clase shot
Plano de semi-conjunto
Plano que sitúa a los person ajes en su medio
encuadrando buena parte del decorad o
Medium long shot Sinónimo de plano americano Misma distancia que el plano americano,
pero con un objeto y no un cuerpo
Plano corto Medium close-up Personaje encuadrado a mitad del pecho Figura encuadrada a partir del pecho
Plano que encuadra alla los personaje/s a la altura (también se le llama medium close shot)
de la cintura (plano cprto cintura) o del pecho
(plano corto pecho)
Primer plano Close-up Cabeza y hombros del personaj e El plano sólo muestra la cabeza, o las
a) Plano que aísla un rostro , generalmente encua- o una parte del cuerpo manos, o los pies, o un objeto pequeño
drado a la altu ra del nudo de la corbata , u otro deta-
lle del cuerpo.
b) Plano que encuad ra todo o parte de un pequeño
objeto (close-up).
Primerisimo primer plano Extreme close-up El plano aísla una parle del rostro, un pequeño objeto, un detalle
Plano que encua dra una parte del rostro o un deta-
lle del cuerpo: un ojo, una boca , un dedo, etc.
! ,-
Anexo
dan cuenta de toda la casuística de figuras posibles. Sin embargo, IJohnny Guitar,
1953), de Nicholas
pueden facilitar la descripción de un plano y proporcionar una Ray.
primera aproximación satisfactoria. Para una mayor precisión, se
debe renunciar a la terminología estándar.
4. Catherine
Deneuve y
1. Intolerancia Frangoise Dorléac
Ilntolerance, 1916), en Las señoritas de
de D. W. Griffith. Rochefort ILes
Demoiselles de
Rochefort, 1968),
de Jacques Demy.
5. Rita
Hayworth en La
2. Valentina Cortese, dama de
Rossano Brazzi, Shangai IThe
Humphrey Bogart y Lady from
Ava Gardner en La Shangai, 1948),
condesa descalza de Orson
IThe Barefoot Welles.
Contessa, 1954), de
Joseph L.
Mankiewicz.
94
95
Créditos fotográficos
Foto Marie Fouque 9 - Col. Vincent Pille! 11, 41, 66 - Universal Studio
12, 14-1 5, 18 - Alain Venisse/Films du Carrosse 17 - Hélene Jeanbrau /Ciné- Tama -
ris 23, 93 abajo - Specta Film s 28 - Specta Fil ms/col. Vincent Pinel 83
- Celluloid Dreams 30 - Celluloid Dreams/col. Jacques Petat 86-87 - Faces Distribu-
tion 32 - Marions Film 38-39 - Bibliotheque nationale de France 52
- Cinématheque fran<;aise 53 - Musée Grévin 54 - Col. B IFI 55, 64-65 , 67, 69-
Col. Emmanuel Siety 68 - Films du Carrosse/col. BIFI 76-77 - Films
du Carrosse/col. Jacques Petat 78-79 . United Artists 92 aba jo - Republic Studios 93
arriba - Columbia/col. Vincent Pinel 93 abajo.
ISBN 84-493-1575-1
Depósito legal: B-17 .93812004