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Universidad Nacional

Autónoma de México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia

Análisis Político y
Administrativo
Grupo 9122
Profra. María Guadalupe Peña González

Elliott Ruiz Hernández


Actividad 4.1. Ensayo
PROBLEMÁTICA:
D: Analiza las relaciones de poder entre los distintos sectores de la sociedad y
el gobierno, a partir de los temas que están en la agenda pública (elige un
tema de la agenda).
 
TEMA: Programas para el Bienestar.
 
Con la bandera del “bienestar”, el Gobierno Federal condiciona las
relaciones de poder
 
INTRODUCCIÓN
En un país de 55.7 millones de pobres, es decir el 43.9 por ciento de la
población (CONEVAL, 2020), el combate a la pobreza tiene que ser
necesariamente el tema número uno de la agenda de cualquier gobierno. Y así
lo ha entendido la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador
que, desde antes de asumir el poder, enlistó  tres prioridades: bienestar social,
rescate del sector energético y seguridad pública; en ese orden.
 
En ese sentido, el diagnóstico fue correcto. ¿El remedio? La llamada Cuarta
Transformación decidió que la pobreza se podía combatir con más programas
sociales, con pensiones para personas con discapacidad, con pensiones para
los adultos mayores, con becas para niños y jóvenes… No es el primer
gobierno asistencialista que tiene nuestro país, pero hay algo más. Esta política
pública tiene efectos secundarios, que repercuten de forma negativa en las
relaciones de poder, entre gobierno benefactor y pueblo (pobre) beneficiado.
 
 
DESARROLLO
En su libro “El precio de la desigualdad”, Joseph E. Stiglitz explica que el
“sistema político ha venido funcionando cada vez más de una forma que
incrementa la desigualdad de los resultados y reduce la igualdad de
oportunidadaes”. ¿Cuáles son las razones? “Tenemos un sistema político que
concede un desmedido poder a los de arriba, y estos han utilizado este poder
no solo para limitar el alcance de la redistribución, sino también para conformar
las reglas del juego en beneficio propio y arrebatarle al público lo que solo
podría calificarse como grandes regalos” (2012, pp. 90-91).
 
Aunque se refiere al sistema político estadounidense, el sistema político
mexicano sigue el mismo camino; la diferencia está en que, en nuestro país, la
brecha es todavía más grande. El actual gobierno mexicano coincide con este
análisis; el mismo presidente ha dicho: “Queremos que la gente tenga apoyos,
que mejoren su situación económica y condiciones de vida” (Gobierno de
México, 2019). 
 
Sin embargo, que los adultos mayores, los niños y jóvenes, y las personas con
discapacidad reciban más apoyos, no quiere decir necesariamente que las
reglas del juego hayan cambiado o que el sistema político haya dejado de
beneficiar a los de arriba.
 
Tal vez todavía es temprano para evaluar si la política de combate a la pobreza
de este gobierno ha funcionado, pero los datos generados hasta ahora indican
que la pobreza va  a la alza, incluída la pobreza extrema. Cuando López
Obrador tomó el gobierno, en 2018, se contaban 51.9 millones de mexicanos
en condición de pobreza. Dos años después, para 2020, la cifra alcanzó los
55.7 millones (CONEVAL, 2020).
 
En el caso de la pobreza extrema, en 2018 se contabilizaron 8.7 millones de
personas, mientras que para 2020, el indicador llegó a los 10.8 millones de
personas (CONEVAL, 2020). El Coneval está próximo a publicar los resultados
de 2022, pero el panorama no luce nada alentador.
 
El propio presidente pone en duda su política pública al explicar una y otra vez
la razón de estos programas de asistencia social. Durante su conferencia
mañanera del miércoles 4 de diciembre, López Obrador dijo textualmente:
“Ayudando a los pobres va uno a la segura. Porque ya saben de que cuando se
necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de
ellos. No así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los
medios, ni con la intelectualidad. Entonces, no es un asunto personal, es un
asunto de estrategia política” (Gobierno de México, 2023).
 
Con este tipo de declaraciones, López Obrador nos deja en claro cuál es el
principal objetivo de los famosos Programas para el Bienestar: asegurar el
apoyo de los pobres a su proyecto político. En su lógica, por simple matemática
(y esa es su estrategia política), si el 43 por ciento de la población vive en
condiciones de pobreza, de extrema a moderada, y a todos ellos los ayuda el
Gobierno Federal, con eso se garantiza incluso la próxima elección.
 
El propio Obrador ganó la presidencia en 2018 con poco más de 30 millones de
votos, prácticamente la mitad de los mexicanos en situación de pobreza (55.7
millones).
 
A menos que los números digan lo contrario en los próximos años, con este
tipo de estrategias clientelares, pensadas para la elección, se ve muy lejos el
México que se quiere para 2030, descrito en el documento Visión 2030, que
expresa:
 
“Los mexicanos vemos a México como un país de leyes, donde nuestras
familias y nuestro patrimonio están seguros, y podemos ejercer sin
restricciones nuestras libertades y derechos; un país con una economía
altamente competitiva que crece de manera dinámica y sostenida,
generando empleos suficientes y bien remunerados; un país con igualdad
de oportunidades para todos, donde los mexicanos ejercen plenamente
sus derechos sociales y la pobreza se ha erradicado” (Gobierno Federal,
2015).
 
¿Qué libertades podrá tener un pueblo que vive de las dádivas del gobierno?
Esos millones de pobres están preocupados cada día por comer, porque no los
corran de su casa, por sobrevivir. ¿Qué podría exigir una sociedad así al
gobierno? Ahí es donde se ven afectadas las relaciones de poder, porque,
aunque el pueblo eligió el camino de la alternancia, su subsistencia misma está
condicionada a que voten o no por un partido, Morena.
 
 
CONCLUSIÓN
Mientras que la pobreza seguirá en aumento, la política pública dará resultados
en su verdadero propósito: comprar voluntades, y todo esto gracias al reparto
de migajas. Lo curioso es que estas migajas, todas juntas, forman una gran
rebanada de pan, una muy grande; por lo que no hay pan para que otros
coman.
 
Claro que el descontento crece a la par, pero en las clases medias y medias
altas, quienes no obtienen beneficio de esta supuesta transformación.
 
 “Es posible que este descontento e insatisfacción con la democracia mexicana
impulse en algún momento los cambios que el país necesita”, escribe José Luis
Méndez en la introducción del Tomo XII Políticas Públicas de la serie Los
grandes problemas de México. “Sin embargo, ello puede no suceder o no
suceder en forma oportuna. Es más probable que México continúe por la senda
de las reformas parciales, que sin embargo tienden a generar una creciente
decepción, y que, por lo tanto, podrían llevarnos a un punto de no retorno en el
proceso de deslegitimación democrática” (2010, p. 33).
 
Mientras el erario se consuma en dádivas y no en proyectos que incentiven la
economía, el Gobierno tendrá la sartén por el mango y la sociedad
empobrecida no tendrá forma de reclamar nada, porque viven “literalmente” de
las limosnas.
 

Referencias
CONEVAL. (2020). Medición de Pobreza 2020. México: Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Gobierno de México. (16 de agosto de 2019). presidente.gob.mx.
Obtenido de https://presidente.gob.mx/bienestar-social-rescate-del-
sector-energetico-y-seguridad-publica-prioridades-del-gobierno-
presidente-amlo/
Gobierno de México. (04 de 01 de 2023). #ConferenciaPresidente.
Obtenido de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=4juvTOfY8Rg
Gobierno Federal. (2015). Visión 2030. El México que queremos.
México. Gobierno Federal.
Méndez, J. L. (2010). Los grandes problemas de México. Tomo XII.
Políticas Públicas. México: El Colegio de México.
Stiglitz, J. E. (2012). El precio de la desigualdad. Taurus.

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