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LA “CIRCUNSTANCIA DIFÍCIL” Y

LA GRACIA DE DIOS
07/01/2007
(2 Corintios 12: 1-10) "Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las
revelaciones del Señor. 2Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo,
no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3Y
conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4que fue
arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 5De tal
hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. 6Sin
embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que
nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 7Y para que la grandeza de las
revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero
de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres
veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las
debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte"

Introducción
Las circunstancias difíciles y adversas continuamente nos lanzan un mismo mensaje, negativo y
contrario a la fe y a las promesas de Dios. Ese mensaje suele expresarse de la siguiente manera:

“No hay solución”; “no hay salida”; “no hay nada que hacer”.

Las circunstancias difíciles son el báculo de satanás, que usa para intentar lanzarnos un mensaje,
a veces abierto, a veces subliminal:

“Dios está ajeno a tu vida, El se ocupa de otros y de otras cosas, pero no de ti”

Aunque la filosofía que emana de esa situación adversa, parece indicar todo esto, la verdad es que
existe otra lectura muy diferente de todo esto.

1. Las “circunstancias difíciles” son para que Dios se glorifique


Dios también utiliza las circunstancias difíciles que nos rodean, y en la cuales estamos muchas
veces, para glorificarse.

Dios se glorifica interviniendo en Su momento y a Su manera, para que podamos ver su poder y su
amor de forma práctica.

Juan 9: 1-3

"Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2Y le preguntaron sus discípulos, diciendo:
Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? 3Respondió Jesús: No es que
pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él"
Dios muestra su poder y su magnificencia, y lo quiere mostrar en nosotros sus hijos en cada
momento, para que nuestra vida y obra no estén basadas en nuestros logros y habilidades, sino en
Su gracia y acción.

Indudablemente eso es así. Tenemos muchos ejemplos en la Biblia. Veamos el ejemplo del apóstol
Pablo.

(2 Corintios 12: 1-10)

Pocos personajes del Nuevo Testamento, aparte de nuestro Señor Jesucristo fueron más notorios
que Pablo de Tarso. Sin embargo, él aprendió a vivir basado en la gracia de Dios, por encima de
todas las consideraciones.

Pablo, un hombre privilegiado


Como hemos leído, Pablo fue un hombre privilegiado en extremo. No sólo Dios le salvó de manera
absolutamente milagrosa, con intervención directa del mismo Jesús, sino que a lo largo de su
ministerio, en gran manera único, tuvo visiones y revelaciones del Señor como pocos; fue
arrebatado a los cielos donde oyó cosas que jamás otro hombre había oído (2 Co. 12: 1-4), y para
que, por toda esa enormidad de revelaciones y prodigios no cayera en la trampa del orgullo
espiritual, le fue dada una “circunstancia difícil”, e insuperable desde un punto de vista humano.

El aguijón en la carne
Esa “circunstancia difícil” era el instrumento de Dios para mantener el orgullo de Pablo a raya. Sin
lugar a dudas, era lo que Pablo necesitaba.

Pablo podría haberse amargado, y hasta haber dudado de Dios y de Su poder, después de haberle
pedido hasta tres veces que le quitara ese aguijón en su carne (posiblemente una enfermedad).

Pero lejos de hacer eso, Pablo entendió el propósito de esa medida correctiva de parte de
Dios:

1) Esa “circunstancia difícil” era necesaria para su vida espiritual; le hacía acordarse de que seguía
siendo humano, a pesar de todo.

2) Esa “circunstancia difícil” era útil para que Pablo experimentara la gracia de Dios, y que a través
de su debilidad humana, el poder de Dios se hiciera patente en su vida.

3) Esa “circunstancia difícil” le era muy útil para depender de Dios y alejarse de toda
autosuficiencia carnal.

4) A causa de esa “circunstancia difícil”, Pablo en vez de quejarse de sus debilidades (incluida esa
circunstancia difícil), podía gozarse al ver su precariedad humana, viendo cómo el poder de Cristo
se hacía efectivo y real en su vida. Veámoslo de nuevo:

(2 Corintios 12: 10) "Por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte"
Pablo aprendió como nadie a ver en su debilidad humana, la oportunidad de experimentar y
manifestarse la fortaleza de Dios:

“Cuando soy débil, entonces soy fuerte”.

LAS “CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES” SON LA OPORTUNIDAD DE VER EL PODER DE DIOS


MANIFESTADO.
Por esa razón él mismo pudo decir a ciencia cierta:

Filipenses 4: 12, 13 "Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para
padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"

El había sido enseñado por el Señor a depender de Su poder no importaba cual fuera su
situación humana o “circunstancia difícil”.

2. La gracia de Dios antecede a la “circunstancia difícil”


(Efesios 1: 3-5) "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con
toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes
de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad"

Antes de que pudiésemos darnos cuenta de que teníamos una “circunstancia difícil”, ya la gracia
de Dios estaba disponible para todos los nosotros los creyentes, para ser más que vencedores en
cualquier situación.

Hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, antes de
la fundación del mundo tal y como fuimos escogidos.

La razón de ese acto de misericordia de Dios, fue para que pudiésemos ser santos y sin mancha
delante de Él en nuestro transitar por este mundo, andando en amor, y andando en victoria frente
al enemigo y sus obras.

DIOS NOS HA DADO TODA LA GRACIA NECESARIA PARA QUE PODAMOS PROCEDER
HACIA LA CIUDAD CELESTIAL, QUE ES NUESTRA META FINAL.

Dios sabe lo que hace y permite


A Dios nadie ni nada le pilla por sorpresa. Dios no se sorprende por las cosas que nos pasan,
como si no supiera de antemano que eso nos iba a pasar.

Dijo Jesús: "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien
a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 29¿No se venden dos pajarillos por
un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30Pues aun vuestros
cabellos están todos contados. 31Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
32A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de
mi Padre que está en los cielos. 33Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo
también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 10: 28-33)

Aquí lo que importa es vivir conforme a la voluntad de Dios, sin temer a la “circunstancia difícil”, ni
temerle al enemigo (porque no puede hacernos perder), ni siquiera temer a aquellos que pueden
matar el cuerpo, pero no el alma.

SI DECIDIMOS VIVIR DANDO LA GRACIA A DIOS, POR ENCIMA DE LA “CIRCUNSTANCIA


DIFÍCIL”, NO SÓLO ESTAREMOS VIVIENDO EN LA GRACIA DE DIOS, SINO QUE
ESTAREMOS CONFESANDO A CRISTO ANTE LOS HOMBRES”.

Recordemos que la clave para vivir en esa victoria, es el agradecimiento a Dios:


Colosenses 3: 17 "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él"

Efesios 5: 15-20  "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos,
sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18No os embriaguéis con vino, en lo cual
hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19hablando entre vosotros con salmos, con
himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando
siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo"

De todo ello sacamos como conclusión que las “circunstancias difíciles” están en realidad al
servicio del creyente, para que éste se mueva más cerca del Señor y en dependencia de la gracia
del Espíritu Santo.

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