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Clame a Dios...

Él responderá sus oraciones

Base Bíblica: Salmo 107:1-14.

Introducción:

Los problemas son inherentes a la vida de todo ser humano. Emergen cuando menos lo esperamos y tienen, buena
parte de ellos, dimensiones insospechadas. Unos son fáciles de resolver, otros no tanto porque sobrepasan la
capacidad humana. Un ejemplo de ello son las enfermedades catalogadas por la ciencia como incurables. ¿Qué
hacer? El mejor camino es abandonar la angustia y la desesperación y volver nuestra mirada a Dios, de quien
proviene nuestra ayuda.

I.- DIOS MERECE HONRA Y ALABANZA POR SUS MARAVILLAS (vv.1-5)

1.- Dios nos manifiesta su bondad (v. 1 a)


2.- Dios nos manifiesta su misericordia (1. 2 b)
a.- Es misericordioso con nosotros.
b.- Su misericordia es eterna.
3.- Dios nos rescata de las garras del enemigo (v. 2)
a.- Dios nos hace libres.
b.- Dios nos cobija bajo su poder (v. 3)
4.- Dios nos guía cuando nos encontramos en un callejón sin salida (v. 4)
a.- Dios sacia nuestra alma.
b.- Dios nos fortalece (v. 5)

II.- DIOS MANIFIESTA SU PODER CUANDO CLAMAMOS A EL (vv.6, 7)

1.- Dios conoce nuestros problemas y necesidades.


a.- No está bien seguir abrumados por los problemas.
b.- No está bien conformarnos con el "callejón sin salida"
2.- En momentos de crisis es imperativo clamar a Dios (v. 6 a)
a.- Vuelva su mirada a Dios en oración.
b.- Recuerde siempre que el poder de Dios es ilimitado.
3.- Dios responde al clamor (v. 6 b)
4.- Dios cambia las circunstancias que estemos enfrentando (v. 7).

III.- DIOS ESTÁ PRESTO A ESCUCHAR SU CLAMOR (vv.8-14)

1.- Es hora de depositar toda nuestra confianza en Dios (v. 8).


a.- Confiar implica no razonar sino creer.
b.- Confiar implica reconocer el poder y grandeza de Dios.
2.- Es hora de llevar nuestra situación difícil ante Su presencia (v. 9)
a.- Su problema tiene solución.
b.- Su problema puede ser modificado en bendición.
3.- En medio de nuestro dolor no debemos lidiar en nuestras fuerzas sino en las de Él (vv.10-14)

Conclusión:
Hay una solución para todos los problemas. Se encuentra en Dios. Baste que clamemos creyendo que se resolverá
aquella situación por la que estemos atravesando, incluyendo las enfermedades que en criterio de los científicos son
incurables. Para encontrar respuestas es necesario volvernos al Señor de todo corazón, confiando. Es el secreto
fundamental para obtener la victoria en medio de las circunstancias difíciles. ¡Hoy es el día para comenzar a clamar!

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