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Arte, memoria, ética y estética: elementos problematizadores de la realidad.

Una

interpretación histórico-social.

Atendiendo el arte y su estructura como el pilar en el que se presenta y representa la existencia

humana, queremos realizar este escrito en aras de atender como ha sucedido este a través del

tiempo y del espacio. Así, podremos reconocer aspectos tanto diferenciadores en el pasado, como

también, en el presente.

Ahora bien, para comenzar, es menester resaltar uno de los que nosotros creemos, es la

trayectoria histórica que ha tenido el arte. Sin embargo, es menester decir que cuando decimos

“arte”, nos encontramos, netamente, a un entendimiento occidental de este. Si bien nos

acercaremos un poco al mundo árabe, este se lee bajo la –valga redundancia- lectura occidental.

El arte, o como bien se atiende conceptualmente para este escrito como la forma de representar y

de presentar la realidad humana, en términos existenciales que abarcan tanto la vida social,

religiosa, económica, política, moral y, claramente, cultural; se ha ido transformando a lo largo de

las eras.

Por ejemplo, cuando se hacen análisis del arte antiguo, en cuanto a las expresiones de regiones

mesopotámicas, egipcias y griegas –cronológicamente hablando-, contienen, justamente aquellos

matices que hemos reconocido anteriormente, aunque, y en esto su carácter diferenciador, con

representaciones y presentaciones artísticas que solo se atribuyen, en cuanto a su contenido y

forma, a esta era.

Es así que lo que se encuentra –y de los vestigios arqueológicos y patrimoniales que nos quedan

hoy en día- son expresiones que se inscriben en una lógica distinta a nuestra realidad, en donde la
vida alrededor de la producción agrícola, las relaciones de vida-muerte, la heroicidad, los dioses,

la guerra y la vida militar, son las partes estructurales de estas expresiones artísticas.

Es por ello que cuando el cristianismo toma el Imperio Romano –aproximadamente en el 300

a.C.- y se consolida como religión oficial, propagándose en todas las regiones del Imperio

Fracturado, se encuentran disposiciones del arte totalmente distintas, que, inclusive, buscando la

paz necesaria en aquellos tiempos bélicos, se necesitaban, dando paso a la Edad Media, la cual,

tendrá aspectos diferenciadores a lo anteriormente expuesto.

Siendo por esto que las expresiones artísticas, con una estética sumamente diferenciada a la

grecorromana, y con valores obviamente distintos, pregonan una exaltación a Dios que, como

centro de las representaciones artísticas, harían que este arte, fuese sumamente religioso y

relacionado con las características básicas de la moralidad cristiana: culpa-pecado, bien-mal,

cielo-infierno.

Lo anterior hará que se den expresiones que exaltan el castigo divino y la pena constante de la

vida pecadora que, cristianamente, se intuye como naturaleza humana –aunque, este concepto aún

no existe en aquella época-, como sino de existencia y donde constantemente, el infierno y el

apocalipsis, se encuentran cerca; y, donde el diablo, está en todas las prácticas de la existencia

humana.

Pero, todo esto cambiará cuando el Renacimiento irrumpe en el siglo XIV. Allí el ser, como

humano, será el centro de todo. A partir de allí, el arte se bifurcará en tantas formas y matices,

hará que el arte se diferencia en sí mismo y mantenga en un constante replanteamiento de sí. Es

por ello que, si bien el Arte del Renacimiento, influenciado por el medioevo con el Arte Gótico,
hará que el humano esté como eje central –inclusive en contraposición a Dios, y por eso su

“Renacer”-, este, se reconstituya ello constantemente, pero, trascendentalmente, de la forma.

Así, desde el Arte Barroco, Rococó, Moderno, Romántico, hasta las nuevas expresiones del siglo

XX como el Impresionismo Alemán, el Cubismo, el Neorrealismo, entre tantos otros, dará

cuenta, justamente de ello, de su roll diferenciador de otras eras, cambiando siempre en sí mismo,

pero con un contenido expresamente humano como centro, donde las ideas religiosas, morales,

ateas, culturales, políticas, sociales y culturales, pondrán en tela de juicio la realidad

presentándola y representándola.

Esto nos lleva a el Arte en el siglo XX y XXI, llamado posmoderno por su carácter diferenciador,

allí, aquel concepto de humano se deconstruirá de manera tal que se darán cuenta de que las

expresiones artísticas, como dijimos en un comienzo, en cuanto a lo humano, solo ha sido bajo

una mirada occidental, blanca y judeocristiana. Es decir, una mirada eurocéntrica.

Lo anterior, hará que todo se ponga en tela de juicio, dando paso a que el arte ya no solo se

preocupe por el humano occidental, sino también, por todas aquellas partes del mundo donde el

arte se expresa de manera distinta a la manera occidental. Donde la técnica, inclusive, será

abolida muchas veces por ser una premisa eurocéntrica, pues su estética implica ello.

Esto, para ir finalizando, hará que se den muchas expresiones artísticas totalmente distintas, que

permitirá que grupos sociales y culturales, históricamente excluidos, se manifiesten. Por lo que

las expresiones artísticas LGTBI, sectores vulnerados como las negritudes e indígenas –al menos

para nuestros grupos históricamente relegados en la herencia occidental que tenemos- se

expresen, dando a entender, una nueva forma, inclusive de entender al humano y hasta su

relación con dios –o los dioses-.


Por lo que, para concluir, allí se darán en disputa aspectos sobre la ética del arte, su roll

importantísimo como generador de memoria. Además, de la importancia de conservar vestigios

de otras culturas en la forma de patrimonio para conocerlas y reconocerlas como herencia

implícita de la historia, habiendo allí, un papel no solo diferenciador, sino también,

resquebrajador de las ideas y premisas artísticas del arte que, oficialmente, se considera como

occidental.
Referencias

Azara, P. (31 de Marzo de 2020). Iconoclastia. Obtenido de YouTube:

https://www.youtube.com/watch?v=Vsg8pY0PSr8

Canclini, N. G. (2010). La sociedad sin relato. Buenos Aires: Katz Editores.

meridianocolombia. (2016). Beatriz González, fugitiva de lo obvio. Obtenido de YouTube:

https://www.youtube.com/watch?v=C1qJarTMMRw

Pública, R. (1 de Abril de 2013). El arte es marcadamente ideologico. Obtenido de YouTube:

https://www.youtube.com/watch?v=q88Oq3p9iOQ

UNESCO. (22 de Noviembre de 2016). El Valor del Patrimonio. Obtenido de YouTube:

https://www.youtube.com/watch?v=K1_f-GqaHHo

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