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Amazonia

Etnias

Las cinco etnias indígenas amazónicas objeto de este estudio se ubican mayormente en
las provincias de Sucumbíos y Orellana y, en menor medida, en Pastaza y Napo.

Los kichwa de la Amazonía Norte del Ecuador superan las 100 000 personas (Conaie,
2014), y los de este estudio se sitúan a lo largo de los ríos Napo y Aguarico, en las
provincias de Napo, Orellana y Sucumbíos. Es una de las etnias con un número elevado
de población y que ha tenido más tiempo de contacto en ámbitos sociales, políticos,
culturales y económicos con el resto de la población y con actores sociales y estatales.

Los shuar poseían territorio a lo largo de las fronteras del Ecuador y Perú en el oeste de
la Amazonía. Cuentan con una población de 110 000 habitantes (Conaie, 2014). Debido
a su alta densidad poblacional, muchos de los del sur de las provincias de la Amazonía
ecuatoriana empezaron a migrar hacia las provincias de Orellana, Napo y Sucumbíos en
busca de tierras. Esto los coloca en la inusual situación de ser, al mismo tiempo,
inmigrantes colonos e indígenas (Lu et al., 2011).

Los waorani (o wao) cuentan con una población de 3000 personas ubicadas en 24
comunidades (Conaie, 2014). Esta ha sido la última etnia contactada y asimilada en el
Ecuador (1958), a través del Instituto Lingüístico de Verano, y seguido por las
compañías petroleras que presionan intensamente para integrarlas a la sociedad nacional
(Lu, 2007; Lu et al., 2011; Lu & Wirth, 2011).
Los cofán o a´i se encuentran en el sur de Colombia y norte del Ecuador con una
población total de 15 000 miembros, de los cuales 1000 se encuentran en el Ecuador
(Conaie, 2014). Se ubicaban en la zona de Lago Agrio, pero fueron desplazados por la
explotación petrolera y se desagregaron en asentamientos en áreas más alejadas de los
centros poblados de la Amazonía.

Los siekopai, al igual que los cofán, también se ubican en el noroeste de la Amazonía.
Esta etnia está conformada por alrededor de 700 personas en el Ecuador y Perú; 380 de
ellas se encuentran en el Ecuador (Conaie, 2014).

Cultura

Para un indígena amazónico, con sus particularidades culturales, no existe una clara
separación entre individuo y sociedad, cultura y naturaleza.

En la práctica, un indígena amazónico tiene escasa o ninguna posibilidad o autonomía


para tener un comportamiento individual con respecto al comportamiento del grupo, y el
grado de individualismo es muy débil o casi inexistente, al contrario de una sociedad de
cultura occidental capitalista, en la que el individualismo es un rasgo distintivo.

La persona, en una sociedad amazónica, arma un ámbito cargado de significaciones, en


el que la naturaleza se incorpora a la cosmovisión, atribuyendo sentido al ethos y a la
comunidad.

Ética indígena: la clave del equilibrio medioambiental.

Ethos, entendido a la manera de Bourdieu, como un conjunto de reglas, estrategias o


constructos ideológicos, creencias, predisposiciones y prácticas habituales que dan
forma a la ideología.

En este caso, la persona interioriza el paisaje y lo convierte en un elemento protagónico


en su vida diaria.
Como dice la Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente: La lección más
importante de los pueblos indígenas es su inserción en los ecosistemas y su estrecha
interrelación con ellos.

Para ellos, “su cosmovisión es su retrato, su concepción de la naturaleza, de la persona,


de la sociedad”, como señala Geertz.

El fluir de la existencia diaria traduce los ritmos de la naturaleza, y las cosas se ordenan
de acuerdo con los ciclos de la naturaleza, del día y de la noche, del sol y la energía.

Cultura del Amazonas: rasgos comunes.

En la práctica las diversas culturas amazónicas, tienen algunos puntos de contacto, que
generan similitudes en los comportamientos, por eso muchas veces hablamos en
singular y nos referimos a ellas como a una sola cultura del Amazonas.

Mitos y leyendas (cosmogonía)

La cosmogonía de los pueblos de las amazonas es casi tan abundante como su flora y
fauna. Como sucede en otras culturas, el mito parece a veces una forma de restringir
ciertos comportamientos inadecuados, peligrosos o que contravienen el equilibrio
ambiental que asegura la vida.

Platos típicos (gastronomía)

Las mujeres del Amazonas son las firmantes anónimas de la extensa gastronomía


amazónica (asados, sopas, caldos, mazamorras, panes, postres, bebidas); son madres
también de los fascinantes tejidos de su cestería, co-creadoras de las danzas, de la
música amazónica, y no se limitan a eso, también intervienen, con sus restricciones, en
la caza, la pesca y la recolección.

Tradiciones

Artesanías

En Puerto Bolívar, Sucumbíos, los indígenas de la comunidad Siona elaboran artesanías


como canastas, coronas, shigras (bolsos de mano) y hamacas. Otras artesanías de la
región son collares con semillas y la popular cerámica de barro cocido terminada con
pintura vegetal. En la provincia de Napo (Tena, Archidona y Misahuallí) hay varios
mercados artesanales donde se exhiben productos elaborados por diferentes
comunidades. Shigras, hamacas, cerámicas, arcos, flechas, lanzas y cerbatanas, son
algunos de los trabajos que se ofrecen al turista. Puyo, capital de la provincia de
Pastaza, también cuenta con tiendas artesanales. Uno de sus monumentos importantes es
la Macahua, símbolo de la artesanía de la región. En Macas (Morona Santiago)
igualmente hay tiendas con productos artesanales. Y en Zamora Chinchipe, sus
habitantes trabajan en la elaboración de shigras, hamacas, collares de semillas, adornos
de chonta, lanzas, etc.

Por su cercanía con la Capital del país (Quito) y su fácil accesibilidad, en tan solo 30
minutos de viaje por carretera es posible ingresar a sus mágicos territorios. En la
provincia de Napo, el sector de Papallacta nos da la bienvenida con sus relajantes aguas
termales, rodeadas de impresionantes paisajes. Aquí, es posible recargar las energías
para iniciar un viaje a las profundidades de la Amazonía ecuatoriana, un paraíso de
diversidad donde se puede encontrar:

Sabores

Por la conservación de sus saberes ancestrales, la gastronomía amazónica es una de las


menos intervenidas de Latinoamérica. En sus destinos es posible encontrarse con
exquisitas y exóticas preparaciones como los pinchos de gusanos (mayores), los
destacados maitos de pescado o ricas bebidas como la chicha de chonta, yuca o guayusa.

Según el Mapa Gastronómica del país, en las provincias amazónicas se destacan otros
platos como: casabe de yuca y sinchicara, en Sucumbíos; uchumanka y jugo de cocona,
en Orellana; maito de filete de pescado y té de guayusa, en Napo; maito de pescado y té
de guayusa, en Pastaza; ayampaco y chuchuguaso, en Morona Santiago; y caldo de
corroncho y licor siete pingas, en Zamora Chinchipe. Los platos típicos se pueden
degustar desde los $5,00.

Aventura

Los extensos bosques, los grandes ríos, las hermosas cascadas y los largos senderos se
convierten en recursos ideales para practicar turismo de aventura. En la provincia de
Napo, en compañía de guías especializados es posible dejar fluir la adrenalina a través
de la práctica de kakay y rafting en los ríos Quijos, Cosanga, Hollín, Jondachi,
Jatunyacu, Misahuallí, que cuentan con niveles para principiantes y expertos. Los costos
varían según el tour que se contrate, va desde los $60,00 por persona, por día.
Asimismo, se puede realizar senderismo, paseo en canoa en los ríos lagunas que cuentan
con facilidades para disfrutar de las frescas aguas. Uno de los sitios ideales para
conectarse con la naturaleza mientras se realiza un paseo en canoa es la Laguna
Taracoa, administrado por el Centro de Turismo Comunitario Ila Kucha, en Orellana. El
costo aproximado es de $5,00 por persona.

Naturaleza

La Amazonía ecuatoriana ha sido catalogada como el “Pulmón del Planeta” y muchos


de sus bosques, parques y reservas han sido reconocidos como santuarios de vida y
lugares que todo amante de la naturaleza y la conservación debe visitar.

Solo entre las provincias de Orellana y Pastaza está ubicada el área protegida más
grande de Ecuador continental, el Parque Nacional Yasuní, que alberga a más de 1400
especies de animales como: 140 de anfibios, 610 de aves, 204 de mamíferos, 270 de
peces y más de 100 mil especies de insectos en una sola hectárea.

Así también se encuentran otras áreas naturales protegidas, como la Reserva Ecológica
Cofán Bermejo, Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras, Reserva de Producción
Faunística Cuyabeno, Reserva Biológica Limoncocha, Reserva Biológica El Cóndor,
entre otras. Todas cuentan con facilidades para disfrutar de su entorno y practicar
aviturismo, senderismo, observación de monos, mariposas, anfibios y otras actividades
que comprende el turismo de naturaleza.

El ingreso a estas áreas se realiza en compañía de guías locales certificados y con


operadoras registradas en el Ministerio de Turismo quienes garantizan el disfrute de las
experiencias y la calidad y seguridad de los servicios.

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