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SISMOS: Causas, características e

impactos
Sismos, temblores y terremotos son términos usuales
para referirse a los movimientos de la corteza
terrestre, sin embargo, técnicamente hablando, el
nombre de sismo es más utilizado (terremoto se
refiere a sismos de grandes dimensiones).
Servicio Geológico Mexicano | 02 de octubre de 2017

Sismos

Son de corta duración e intensidad variable y son producidos a


consecuencia de la liberación repentina de energía. Paradójicamente,
poseen un aspecto positivo que es el de proporcionarnos información
sobre el interior de nuestro planeta. Actualmente, gracias a la técnica
conocida como tomografía sismológica o sísmica, se conoce con gran
detalle el interior de nuestro planeta.

Para información más detallada visita GeoInfoMex, selecciona en


Contenido: Tectónica y sismos. También puedes consultar SISMOLOGÍA
DE MÉXICO.

Causas
Aunque la interacción entre Placas Tectónicas es la principal causa de
los sismos no es la única. Cualquier proceso que pueda lograr grandes
concentraciones de energía en las rocas puede generar sismos cuyo
tamaño dependerá, entre otros factores, de qué tan grande sea la zona
de concentración del esfuerzo. Las causas más generales se pueden
enumeran según su orden de importancia en:

 TECTÓNICA: son los sismos que se originan por el desplazamiento de


las placas tectónicas que conforman la corteza, afectan grandes
extensiones y es la causa que más genera sismos.
  VOLCÁNICA: es poco frecuente; cuando la erupción es violenta genera
grandes sacudidas que afectan sobre todo a los lugares cercanos, pero a
pesar de ello su campo de acción es reducido en comparación con los de
origen tectónico.
 HUNDIMIENTO: cuando al interior de la corteza se ha producido la
acción erosiva de las aguas subterráneas, va dejando un vacío, el cual
termina por ceder ante el peso de la parte superior. Es esta caída que
genera vibraciones conocidas como sismos. Su ocurrencia es poco
frecuente y de poca extensión.
 DESLIZAMIENTOS: el propio peso de las montañas es una fuerza
enorme que tiende a aplanarlas y que puede producir sismos al
ocasionar deslizamientos a lo largo de fallas, pero generalmente no son
de gran magnitud.
 EXPLOSIONES ATÓMICAS: realizadas por el ser humano y que al
parecer tienen una relación con los movimientos sísmicos.
Cuando se aplican esfuerzos sobre una roca, ésta, dependiendo del tipo
de roca y de las condiciones ambientales de temperatura y presión, se
comportará en forma más o menos elástica o plástica “comportamiento
elástico de las rocas”. La elasticidad es una propiedad de los sólidos y
significa que, luego de haber sido un cuerpo deformado por una fuerza
aplicada, este retorna a su forma original cuando la fuerza ya no está
presente. Si la tensión se aplica por un período prolongado de tiempo la
deformación será permanente, es decir, el material “fluirá" plásticamente;
por lo tanto, el concepto rígido y elástico o fluido, depende de la fuerza y
el periodo de tiempo que se aplique esa fuerza al material.
Cuando una roca se deforma acumula en su interior energía elástica de
deformación; si el esfuerzo aplicado es relativamente pequeño la roca se
comporta elásticamente, mientras que, si el esfuerzo aplicado es muy
grande producirá deformaciones demasiado grandes, y llega a romper la
roca, esta ruptura súbita origina una falla. Un plano de falla (por donde
corre la falla) está relativamente libre de esfuerzos por lo que puede
desplazarse casi con libertad en ambos lados generando que la roca
vuelva a tomar su forma original aproximada de manera nuevamente
súbita, este movimiento repentino de grandes masas de roca,
produce ondas sísmicas que viajan a través y por la superficie de la
Tierra, dando lugar a un sismo. El movimiento dependerá del tipo de falla
produciendo efectos distintos para distintas direcciones.
A este modelo del ciclo de acumulación de esfuerzo, falla y liberación de
esfuerzo es nombrado repercusión elástica y fue propuesto por H.F.
Reid, en base a sus observaciones de los efectos del terremoto en San
Francisco de 1906 y, mediante posteriores estudios de campo y
laboratorio se ha confirmado que, en formas más o menos elaboradas,
es el mecanismo que produce los terremotos.
 
En las zonas de subducción es en donde se registran los temblores más
profundos. A lo largo de las trincheras generalmente existe una gran
cantidad de sismos, delimitando una zona que se conoce como “zona de
Benioff”. Las trincheras, en sí, se asocian a una gran cantidad de sismos
y volcanes.
¿Qué pasa en la zona de subducción? La placa subducida avanza sin
resbalar, la deformación aumenta hasta que los esfuerzos son más
grandes que la fricción entre ellas, el contacto se rompe y ambos lados
de la ruptura se desplazan (dando lugar a un sismo) permitiendo el
avance de las placas; posteriormente, el contacto entre las placas sana y
comienzan de nuevo a acumular energía de deformación y el ciclo se
repite.
 
La explicación a muchos de los fenómenos sísmicos y volcánicos que
han ocurrido en los últimos años es que son consecuencia de Fallas
Tectónicas y obviamente del movimiento de las Placas Tectónicas.
Desde al punto de vista geológico, las zonas conocidas como las más
activas del mundo en estos términos forman dos grandes alineaciones de
miles de kilómetros de longitud y sólo unos pocos de ancho:
 Cinturón Circumpacífico (conocido como "Cinturón de Fuego"). Rodea
casi totalmente el Pacifico, se extiende a los largo de las costas de
América del Sur, México y California hasta Alaska; después continúa por
las islas Aleutianas, antes de dirigirse hacia el sur a través de Japón y las
Indias orientales. La mayor parte de la energía sísmica se libera en esta
región, libera entre 80 y 90% de la energía sísmica anual de la Tierra.
 
 Cinturón Eurasiático-Melanésico, (Alpino-Himalaya) que incluye las
cordilleras alpinas de Europa y Asia, conectando con el anterior en el
archipiélago de Melanesia. Desde España se prolonga por el
Mediterráneo hasta Turquía, el Himalaya y las Indias Orientales. Esta
inmensa falla se produce por las plataformas Africana e India que se
mueven hacía el norte rozando levemente la plataforma Euroasiática.
Aunque la energía liberada aquí es menor que en el del Pacífico, a lo
largo de los años ha producido devastadores terremotos, como el
ocurrido en China en 1976, donde murieron más de 650 mil personas.
 
 Una tercera región altamente sísmica la formaría la Dorsal Mesoatlántica
ubicada en el centro del Océano Atlántico.

Ilustraciones tomadas de: 


 http://cienciamasciencia.blogspot.mx/2010/05/el-cinturon-de-fuego-
o-circumpacifico.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Cintur%C3%B3n_alpino
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Atlantic_bathymetry.jpg?
uselang=es

Hay regiones donde la actividad sísmica es casi nula o desconocida lo


que pone de manifiesto que el peligro representado por los temblores es
muy grande en ciertas regiones y casi nulo o insignificante en otras.
Estudiando la distribución de los hipocentros de distintos terremotos que
han tenido lugar a lo largo de la historia, se divide la superficie terrestre
en tres zonas:
 Regiones sísmicas: zonas activas de la corteza terrestre muy
propensas a sufrir grandes movimientos sísmicos; coinciden con las
zonas de impacto o roce de las placas.
 
 Regiones penisísmicas: zonas en las que sólo se registran terremotos
débiles (de poca intensidad) y no con mucha frecuencia.
 
 Regiones a sísmicas: zonas muy estables de la corteza terrestre en las
que raramente se registran terremotos. Son sobre todo regiones muy
antiguas de corteza de tipo continental (escudos).
 
Si comparamos la distribución mundial de epicentros (sismicidad
mundial) con las principales Placas Tectónicas, vemos inmediatamente
que las franjas sísmicas corresponden, en su gran mayoría y de forma
impresionante, con las fronteras entre las placas, esto es, cada tipo de
interacción entre placas produce sismos.
 
Figuras tomadas de: La Ciencia para todos
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/113/
htm/sec_10.htm
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/113/
htm/sec_7.htm

Algunas de las zonas de sismicidad difusa, como las que se encuentran


cerca de las islas Filipinas, en los extremos occidental y oriental del
Mediterráneo, y en el extremo noroccidental de Sudamérica, son
regiones donde es posible la presencia de microplacas aún no bien
documentadas.

Características
El punto exacto en donde se origina el sismo se llama foco o hipocentro,
se sitúa debajo de la superficie terrestre a unos pocos kilómetros hasta
un máximo de unos 700 km de profundidad. El epicentro es la proyección
del foco a nivel de tierra, es decir, el punto de la superficie terrestre
situada directamente sobre el foco, donde el sismo alcanza su mayor
intensidad. El fallamiento (falla) de una roca es causado precisamente
por la liberación repentina de los esfuerzos (compresión, tensión o de
cizalla) impuestos al terreno, de esta manera, la tierra es puesta en
vibración; esta vibración se debe a que las ondas sísmicas se propagan
en todas las direcciones y trasmiten la fuerza que se genera en el foco
sísmico hasta el epicentro en proporción a la intensidad y magnitud de
cada sismo.

 Ilustración tomada de:


http://gfrojas.blogspot.mx/2008/08/sismos.html

Las diversas ondas sísmicas viajan a diferentes velocidades por lo que


llegan al sismógrafo a diferentes horas, los tiempos de viaje se ilustran
como gráficas de tiempo-distancia llamados sismogramas con lo que se
podrá determinar el epicentro de cualquier sismo.
 
Movimiento Trepidatorio y Oscilatorio. Al generarse un temblor las
ondas sísmicas que se propagan en todas direcciones, provocan el
movimiento del suelo tanto en forma horizontal como vertical. En los
lugares cercanos al epicentro, la componente vertical del movimiento es
mayor que las horizontales y se dice que el movimiento es trepidatorio;
por el otro lado, al ir viajando las ondas sísmicas, las componentes se
atenúan y al llegar a un suelo blando, como el de la ciudad de México,
las componentes horizontales se amplifican y se dice que el movimiento
es oscilatorio.
 
A menudo, si el sismo es de grandes dimensiones y tiene lugar en tierra
se denomina terremoto, y si tiene lugar en mar se
denomina maremoto formando olas gigantescas llamadas tsunamis de
enorme poder destructivo en las costas vecinas. Al tiempo comprendido
entre dos terremotos se le llama tiempo de recurrencia y al lapso de
calma (menos sismos y de baja magnitud) en un área donde han ocurrido
macrosismos se le conoce como quietud sísmica. De acuerdo con
recientes investigaciones de Max Wyss en el campo de la geología, se
ha determinado que es ahí donde se encuentran los mayores riesgos de
un terremoto, ya que indican la acumulación de energía o tensión
elástica.
 
Impacto
 
Los efectos de un sismo traen como consecuencia el sacudimiento del
suelo, los incendios, las olas marinas sísmicas y los derrumbes, así como
la interrupción de los servicios vitales, el pánico y el choque psicológico.
Los daños dependen de la hora en que ocurre el sismo, la magnitud, la
distancia del epicentro, la geología del área, el tipo de construcción de
las diversas estructuras, densidad de la población y duración del
sacudimiento.
 
Para cuantificar o medir el tamaño de un temblor se utilizan las escalas
de intensidad y magnitud. La escala de Intensidad o de Mercalli está
asociada a un lugar determinado y se asigna en función a los daños o
efectos causados al hombre y a sus construcciones. La escala de
Magnitud o Richter está relacionada con la energía que se libera
durante un temblor y se obtiene en forma numérica a partir de los
registros obtenidos con los sismógrafos, esta es la manera más conocida
y más ampliamente utilizada para clasificar los sismos.
 
Premonitorios. Frecuentemente algunos temblores grandes son
precedidos por temblores de menor magnitud generados al inicio del
fracturamiento alrededor de lo que será la región focal del gran temblor,
conocidos como temblores premonitorios. No es fácil determinarlos ya
que no es posible diferenciarlos de la sismicidad normal de una región,
por lo que en la generalidad de los casos, se sabe que un temblor es
premonitorio sólo en el contexto de la actividad posterior.
 
Replicas. Los sismólogos también han observado que, inmediatamente
después de que ocurre un gran temblor, éste es seguido por temblores
de menor magnitud llamados réplicas y que ocurren en las vecindades
del foco del temblor principal. Como estos sismos ocurren en la zona de
ruptura del temblor principal, su ocurrencia se debe probablemente al
reajuste mecánico de la región afectada que no recupera su estado de
equilibrio inmediatamente después del temblor principal. Inicialmente, la
frecuencia de ocurrencia es grande pero decae gradualmente con el
tiempo. El estudio de las réplicas de un gran temblor se ha aprovechado
para estimar las dimensiones de la zona de ruptura y otros estudios
científicos, pero desde el punto de vista social es necesario conocer su
ocurrencia para adoptar una actitud previsora. Las réplicas son de menor
magnitud y pueden ocurrir minutos, días y hasta años después del
evento principal, el número de estas puede variar desde unos cuantos
sismos hasta cientos de eventos.
 
Predicciones sísmicas. Los sismos son un fenómeno recurrente. La
acumulación suficiente de energía en cualquier lugar tendrá que liberarse
reiteradamente mediante la ocurrencia de un nuevo sismo. Los eventos
símicos ocurren periódicamente en las mismas regiones geográficas; a
medida que pasa el tiempo en una región donde no ha ocurrido un
temblor fuerte, mayor es la probabilidad de que ahí ocurra uno. Es de
esperarse que en las regiones donde ya se han presentado sismos
fuertes, vuelvan a presentarse en el futuro. La predicción como resultado
de la comprensión de un proceso de la naturaleza es una de las metas
de toda ciencia, por lo que la sismología no es ajena a estas
aspiraciones.
 
Hasta hoy no existe una técnica eficaz que permita predecir los sismos ni
en los países como Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy
avanzada. Pero los adelantos logrados y el conocimiento adquirido nos
permiten aseverar que llegará pronto el día que la posibilidad de anticipar
la ocurrencia de un terremoto sea una realidad cotidiana.
 
Los Sistemas de Alerta Sísmica (SAS) implantados en algunos países
dan la oportunidad de conocer el inicio de un sismo fuerte cerca de su
epicentro, la diferente velocidad de propagación de las ondas sísmicas y
eléctricas, y la distancia entre el sitio del epicentro sísmico y el lugar
donde se desea prevenir sus efectos. La eficacia de esta tecnología
depende del resultado de las acciones como captar el sismo, pronosticar
su magnitud e informar oportunamente a la población en riesgo para que
responda adecuadamente, todas estas acciones tienen posibilidad de
falla. El SAS es capaz de brindar, por medio de la radio y la televisión, un
aviso de entre 50 y 70 segundos, previo a la llegada de un macrosismo
de 6 grados o más en la escala de Richter.
 

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