Está en la página 1de 3

EMESIS E HIPERÉMESIS GRAVÍDICA

La emesis gravídica es una situación clínica muy frecuente en el embarazo que


afecta al 75-80% de las gestantes. Suele aparecer entre las 6-9 semanas y
tiende a desaparecer hacia las 16-18 semanas de gestación. El espectro más
grave se conoce como hiperémesis gravídica y es mucho menos frecuente
(0,5-2%). Esta forma grave se caracteriza por vómitos persistentes en ausencia
de otras patologías que los expliquen, con pérdida ponderal importante
(superior al 5% del peso inicial) e intolerancia parcial o total a la ingesta. La
etiología es desconocida, aunque diferentes causas han sido propuestas:
niveles elevados de b-hCG y estrógenos, la «masa placentaria» aumentada,
factores psicológicos y factores familiares.
CONSIDERACIONES DIAGNÓSTICO-TERAPÉUTICAS
El diagnóstico de emesis gravídica es muchas veces un diagnóstico de
exclusión y básicamente clínico: paciente que explica varios vómitos al día en
relación o no con las comidas, con intolerancia total o parcial a la ingesta.
Además, no se acompaña de otra sintomatología. Sólo si superan la cantidad
de 4-5 vómitos al día (hiperémesis gravídica) se debe realizar un estudio
completo para valorar el estado de la paciente, que debe incluir:
Analítica sanguínea:
Bioquímica: pueden aparecer alteraciones electrolíticas (hiponatremia,
hipopotasemia, hipocloremia y alcalosis metabólica), alteración del perfil
hepático (elevación leve de GOT y GPT < 300 U/L, y bilirrubina < 4 mg/dl).
Coagulación. – Hemograma donde se pueden encontrar datos de
hemoconcentración.
Perfil tiroideo: TSH baja, T4 ligeramente alta, T3 normal (estímulo por hCG).

• Analítica urinaria: donde se podrá observar aumento de creatinina y cuerpos


cetónicos.
• Ecografía: para excluir enfermedad trofoblástica o gestación múltiple.
Se debe pensar en otras patologías (gastroenteritis, pancreatitis, pielonefritis,
cólico renal, cetoacidosis diabética, hipertiroidismo, migraña, etc.) cuando los
vómitos se inician más allá de las 10 semanas de gestación o si estos se
acompañan de otros síntomas como dolor abdominal, cefalea o fiebre.
Tratamiento
El tratamiento para los vómitos del embarazo debe ser multimodal y
escalonado.
En formas leves podemos emplear medidas generales, medidas no
farmacológicas y tratamiento médico:
• Medidas generales: cambios en estilo de vida (evitar estrés), evitar
desencadenantes (olores fuertes, calor, cambios bruscos de posición) y
medidas dietéticas e hidratación. Otras medidas pueden consistir en apoyo
psicológico, psicoterapia, hipnoterapia y terapia conductual.
• Medidas no farmacológicas: acupresión, acupuntura, jengibre 280 mg/6
horas.
• Tratamiento farmacológico: se deben ir añadiendo los fármacos que se
refieren a continuación en el orden en el que se citan, a medida que la
sintomatología vaya empeorando:
– Doxilamina 10 mg + piridoxina 10 mg: la dosis habitual es un comprimido
cada 6-8 horas, aunque se puede ajustar la dosis en función de la
sintomatología hasta alcanzar una dosis máxima de 70 mg/día. Su principal
efecto secundario es la somnolencia.
Dimenhidrinato 50-100 mg/4-6 horas, oral o rectal, como dosis máxima de 400
mg/ día.
Metoclopramida 5-10 mg/8 horas, oral en comprimidos o suspensión. Puede
causar sintomatología extrapiramidal (espasmos en cara, cuello y lengua).
Cuando persiste la clínica a pesar de la asociación de dos o más tratamientos y
la paciente presenta intolerancia total a la ingesta, o existen alteraciones
analíticas nos encontraremos ante el espectro más grave de la enfermedad y
será necesario un ingreso hospitalario para rehidratación intravenosa y la
opción de los siguientes tratamientos farmacológicos:
• Dieta famis y fluidoterapia: suero glucosado 10% 500 ml/8 horas alterno con
Ringer Lactato o suero fisiológico 500 ml/8-12 horas hasta corregir el trastorno
electrolítico. En pacientes que presentan clínica de vómitos durante más de 3
semanas se recomienda añadir suplementos de tiamina (vitamina B1)
intravenosa a dosis de 100 mg/día durante 2-3 días. En pacientes que
presenten alteración en el ionograma se asociará 10-20 mEq de cloruro
potásico en cada suero glucosado durante 24-48 horas o hasta corregir el
trastorno hidroelectrolítico.
• Metoclopramida: 5-10 mg/8 horas intravenosa. En casos resistentes a todos
los tratamientos mencionados o que requieren varios ingresos, además se
puede asociar:
• Ondansetrón: 8 mg/12 horas i.v.
• Corticoides: metilprednisolona 16 mg/8 horas vía oral o intravenosa durante
3 días, seguido de dosis decrecientes durante 15 días hasta desaparición de
los síntomas (prednisona vía oral: 40 mg/día 1 día, 20 mg/día 3 días, 10 mg/día
3 días y 5 mg/día 7 días). Si no hay respuesta en los tres primeros días, debe
interrumpirse el tratamiento porque no es esperable una respuesta y se ha
descrito asociación con fisuras labiales y/o palatinas fetales cuando se
administra por debajo de la semana 10.
En situaciones más graves que requieren varios ingresos o en casos en que
parece haber un componente claro psicoafectivo, se puede valorar el
aislamiento de la paciente.

BIBLIOGRAFÍA
Fell D, Dodds L, Joseph K, Allen, Butler B. Risk factors for hyperemesis
gravidarum requiring hospital admission during pregnancy. Obstet Gynecol
2006; 107:277-84.
Jueckstock J, Kaestner R, Mylonas I. Managing hyperemesis gravidarum: a
multimodal challenge. BMC Med 2010; 8:46.
Veenendaal M, van Abeelen A, Painter R, van der Post J, Roseboom T.
Consequences of hyperemesis gravidarum for offspring: a systematic review
and meta-analysis. BJOG 2011; 118:1302-13.

También podría gustarte