Está en la página 1de 4

5.

1 El contrato de compra-venta internacional de mercaderías

Introducción

El contrato mercantil internacional es un acuerdo de voluntades entre dos o más personas físicas o morales con domicilios fiscales en
diferentes países (aunque existen excepciones), por el cual se crean o se transfieren derechos y obligaciones entre sí.

Existen varias formas contractuales en el comercio internacional. Para la exportación e importación de mercaderías se utilizan
normalmente los siguientes tipos de contrato:

De compra-venta (una sola transacción).


De suministro (modalidad del contrato de compra-venta), que puede incluir entregas repetidas de un producto, en el marco de un
único contrato.
De comisión, representación o distribución mercantil.
De licencia para el uso o explotación de una patente o marca.
De maquila de exportación
De prestación de servicios.
De franquicia internacional.

Los contratos internacionales pueden ser informales por medio de un acuerdo verbal o de un intercambio de documentos
(correspondencia, faxes, correo electrónico, pedidos, órdenes de compra, documentos de embarque, etc.), aunque lo más habitual es
que se hagan por escrito de una manera formal. El contrato más utilizado en las operaciones de exportación es el contrato de compra-
venta internacional.

Leyes y normas aplicables a los contratos de compra-venta internacional

Los contratos de compra-venta internacional se rigen en primer lugar por la voluntad de las partes. Esto quiere decir que vendedor y
 
comprador pueden decidir que legislación y que tribunales, en caso de controversia, son los que serán de aplicación en dicho contrato.
Pueden decidir la aplicación de las leyes y tribunales del país del vendedor o del comprador. Partiendo de este principio sucede sin
 embargo que a partir de 1980 y más aun a partir del nacimiento de la Organización Mundial del Comercio, los contratos internacionales
se rigen por las normas internacionales de comercio entre las que destaca la Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos
de compra-venta internacional de mercaderías, adoptada en Viena el 11 de Abril de 1980.

La importancia de este convenio es cada vez mayor, pues cada vez son más el número de países que lo han firmado (México entre
ellos) y por tanto, desde el momento en que se firma pasa a ser derecho interno del país. Es por tanto lógico que a día de hoy la
inmensa mayoría de los contratos de compra-venta internacional sea esta convención el derecho aplicable.

Existe en los contratos de compra-venta internacional un problema añadido que es el del lenguaje utilizado en ellos. En estos contratos
se recurre a usos y prácticas comerciales y fundamentalmente a la llamada “Lex Mercatoria. La Lex Mercatoria no es una ley sino un
conjunto heterogéneo de normas basadas en los usos y costumbres mercantiles. La Lex Mercatoria incluye:

Términos comerciales internacionales o INCOTERMS: que como ya hemos visto se refieren a las condiciones de entrega de mercancías
en un contrato internacional. No es una Ley ni normas: son costumbres o usos mercantiles que se derivan de las prácticas comerciales
que son desarrolladas por la Cámara de Comercio de París, que es una sociedad privada de empresarios (por eso no constituye ley sino
una costumbre que utiliza quien quiere). Por su importancia en la elaboración e interpretación de los contratos y su uso prácticamente
universal, el tema 3 de este modulo estará dedicado íntegramente a los INCOTERMS.

Principios UNIDROIT: principios del instituto internacional para la unificación del derecho privado. Son unos principios formulados por
expertos internacionales en derecho (de todas las tradiciones del derecho: romano) desde Italia. Es así mismo una institución de
derecho privado que emplea quien quiere.

Usos y reglas uniformes sobre medios de pago internacionales: son usos y reglas redactados por la Cámara de Comercio de París
(institución privada) y que se refieren a las operaciones de pago, a los instrumentos que se utilizan para realizar el pago: letras de
cambio, cheques, pagarés, crédito documentario.

Contratos “tipo” de organismos profesionales: son los contratos de transporte marítimo, ferroviarios, y seguros de transporte.

En cualquier caso es la Convención de Viena de 1980 sobre la compra-venta internacional el marco regulatorio más importante hoy en
día, teniendo en cuenta que el lenguaje y términos utilizados en los contratos sigue siendo el que marca los usos y costumbres
comerciales incluidos en la “Lex Mercatoria.

Sobre la Lex Mercatoria te presentamos el siguiente documento:


Castrogiovanni, R. (n.d.). Lex Mercatoria.
Extraído el 14 de julio de 2011 desde:
http://www.derecho-comercial.com/Doctrina/lexmerc.pdf
o para su descarga haz clic aquí.

La Convención de Viena sobre la compra-venta internacional de mercaderías

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías proporciona un texto
uniforme del derecho sobre la compraventa internacional de mercaderías. La Convención fue preparada por la Comisión de las
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) y adoptada por una conferencia diplomática el 11 de abril de 1980.

La preparación de un derecho uniforme para la compraventa internacional de mercaderías comenzó en 1930 en Roma en el Instituto
Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT). Después de una larga interrupción en la labor como consecuencia de
la Segunda Guerra Mundial, el proyecto fue presentado en 1964 a una conferencia diplomática celebrada en La Haya, que adoptó dos
convenciones, una sobre la compraventa internacional de mercaderías y la otra sobre la formación de los contratos para la
compraventa internacional de mercaderías. Casi inmediatamente después de adoptadas ambas convenciones sus disposiciones fueron
objeto de muchas críticas por cuanto reflejaban principalmente las tradiciones jurídicas y las realidades económicas de la Europa
continental occidental, la región que había participado más activamente en su preparación. En consecuencia, una de las primeras tareas
emprendidas por la CNUDMI a raíz de su organización en 1968 fue preguntar a los Estados si tenían o no intención de adherirse a esas
convenciones y las razones que justificaban su postura. A la luz de las respuestas recibidas, la CNUDMI decidió estudiar ambas
convenciones para determinar qué modificaciones podrían hacerlas susceptibles de una aceptación más amplia por parte de países
con diferentes sistemas jurídicos, sociales y económicos. El resultado de este estudio fue la adopción el 11 de abril de 1980 por una
conferencia diplomática de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías
donde se combina la materia de las dos convenciones precedentes.

El éxito de la CNUDMI al preparar una Convención más ampliamente aceptable queda demostrado por el hecho de que entre los 11
Estados originales para los que el 1 de enero de 1988 entró en vigor la Convención figuraban Estados de todas las regiones geográficas,
todas las etapas de desarrollo económico y todos los principales sistemas jurídicos sociales y económicos. Los 11 Estados originales
eran: la Argentina, China, Egipto, los Estados Unidos, Francia, Hungría, Italia, Lesotho, Siria, Yugoslavia y Zambia. México aprobó la
convención sin reservas a finales del año 1987 y entro en vigor el 1 de Enero de 1989.

Hoy en día más de los dos tercios del comercio mundial, y quizás me quede corto se rige por esta convención. La convención
comprende en total 101 artículos. Se inicia con un preámbulo, en que se expresan sus objetivos de aprobación, y termina con la
cláusula de autenticidad que expresa la fecha, las versiones expedidas y precede las firmas de los representantes.

Su articulado se divide en cuatro partes. La tercera parte "Compraventa de mercaderías", es la más amplia: comprende del artículo 25 al
88. Se subdivide en cuatro capítulos, y éstos en secciones. El primer capítulo (arts. 25-29) establece reglas generales sobre el contrato
de compraventa: define lo que entiende por "incumplimiento esencial" (concepto novedoso del cual penden importantes
consecuencias), establece que toda comunicación entre las partes surte efecto en el momento en que se expide (teoría de expedición),
que el contrato se modifica por mero acuerdo específico del contrato.

El segundo capítulo, "Obligaciones del vendedor" (arts. 30-52), precisa el contenido de la obligación de entregar las mercancías, el lugar,
momento y forma en que debe hacerse; define la responsabilidad del vendedor por la calidad de las mercancías y por los derechos o
pretensiones del tercero sobre ellas, especialmente los derivados de la propiedad intelectual, y establece los recursos que tiene el
comprador en caso de incumplimiento del vendedor.

El siguiente capítulo (arts. 53-65) se refiere a las obligaciones de pagar el precio y recibir las mercancías, así como los recursos que
tiene el vendedor en caso de incumplimiento.

El capítulo cuarto (arts. 66-70) se dedica exclusivamente al problema de transmisión del riesgo, con el criterio de que ésta opera, en
general, cuando el vendedor especifica y pone a disposición del comprador.

El capítulo quinto (arts. 71-88) da reglas comunes para las obligaciones del comprador y el vendedor: define los recursos que tienen en
caso de incumplimiento previsible de la otra o de incumplimiento de una entrega en un contrato de entregas sucesivas; indica los
criterios para evaluar los daños y perjuicios y para cobrar intereses moratorios, así como los casos de exoneración de responsabilidad
por incumplimiento y los efectos de la resolución del contrato.

Analicemos a continuación algunos aspectos importantes de esta Convención:

Define la compraventa como el contrato por el cual el vendedor trasmite y


entrega la propiedad de las mercaderías a cambio de un precio.
Entiende por “mercaderías” a los “bienes muebles corporales”, según la definición utilizada en las Convenciones de La Haya de
1964.
Excluye las ventas de bienes inmuebles y de bienes incorporales, como los
derechos de patente, marcas, etcétera.
Establece la internacionalidad del contrato a partir del hecho de tener las partes los “establecimientos” en países diferentes.
La Convención se puede aplicar de dos formas distintas: de forma directa y de forma indirecta.
Aplicación de forma directa: Se aplica de forma directa cuando las partes tengan sus establecimientos en Estados diferentes
cuando esos Estados sean
Estados contratantes(es decir, cuando esos Estados hayan firmado la Convención). Es irrelevante la nacionalidad de las partes
así como el carácter civil o comercial de dichas partes o de la operación en cuestión.
Aplicación de forma indirecta: Se aplica de forma indirecta cuando las normas de derecho internacional privado prevean la
aplicación de la Ley de un Estado contratante (o sea, cuando se deba aplicar la ley de un Estado que haya firmado dicha
Convención). Esta posibilidad puede ser excluida por los Estados por medio de la reserva del artículo 95. Las partes deciden
hacer uso de la Convención en supuestos que se encuentran fuera de lo que ella misma considera su campo de aplicación.

La Convención tiene carácter dispositivo, es decir, puede ser excluida por las
partes. Pero en el caso de esta exclusión no se produzca, constituye el derecho
directamente aplicado por el juez.

La Convención de Viena no se aplica cuando la compra-venta tenga por objeto:

A las compraventas de consumo (para uso personal, familiar y directo), salvo que el vendedor no hubiera sabido ni debiera haber
sabido que las mercaderías se compraban con esa finalidad.
A las realizadas en subastas.
A las judiciales.
A las de valores mobiliarios, títulos o efectos de comercio y dinero.
A las de buques, embarcaciones, aerodeslizadores y aeronaves.
A las de electricidad.

Asimismo, ésta tampoco se aplicará a determinados tipos de compraventa, que constituyen contratos complejos:

En los casos en que la parte que encargue la operación suministre una parte sustancial de los materiales necesarios para tal
operación.
En los casos en que la parte principal de las obligaciones consista en suministrar mano de obra o prestar otros servicios.

La Convención regula los siguientes aspectos de la compra-venta:

La formación del contrato de compraventa (Parte II "Formación del contrato"), siempre que esta parte no haya sido excluida por
el Estado contratante de que se trate. Hay que tener en cuenta que no todos los países firmantes han ratificado esta parte de la
CV, con lo cual lo dispuesto aquí por la Convención no se aplicará siempre.
Los derechos y obligaciones del vendedor y del comprador resultantes de ese contrato (Parte III "Compraventa de mercaderías).

La Convención no regula ciertos aspectos del contrato de compraventa:

La validez del contrato ni la de ninguna de sus estipulaciones, ni tampoco la de cualquier uso.


Los efectos que el contrato pueda producir sobre la propiedad de las mercaderías vendidas.

Al no regular la Convención ni todos los tipos de compraventa ni tampoco todos los aspectos de los contratos que entran en su campo
de aplicación esto hace que el Derecho de la Convención y el interno coexistan en esta materia.

Un aspecto importante es el papel que cumple la voluntad de las partes en los contratos regidos por la Convención de Viena. La
Convención consagra la autonomía de las partes de forma que las partes vendedor y comprador pueden:

a) Excluir totalmente la aplicación de la Convención.


b) Modificar su contenido, con la limitación establecida en el artículo 12.
c) Alterar los efectos de las disposiciones de la Convención.

Respecto a otros aspectos regulados por la Convención como son: la interpretación de los contratos, el papel de los usos y prácticas
comerciales, la consideración del establecimiento del contrato, los posibles requisitos formales, la exoneración del cumplimiento, la
sanción por el incumplimiento, la resolución del contrato, la indemnización por daños y perjuicios o la responsabilidad por los productos
defectuosos.

Elaboración de un Contrato de compra-venta internacional de mercaderías

Para elaborar este apartado del tema, que es desde un punto de vista practico, el más importante para el estudiante, vamos a ponernos
en la piel de un empresario mexicano que quiere realizar una exportación de mercancías a una empresa extranjera. A partir de este
supuesto vamos a ir analizando cada uno de los pasos que es conveniente realizar para un final exitoso de la operación.

Antes de realizar cualquier tipo de transacción comercial, las partes (el empresario mexicano y el extranjero), deben negociar los
términos y las condiciones en un contrato y consignarlos por escrito, pues existen cláusulas de mucha importancia y trascendencia que
no se mencionan en ningún otro documento, como un pedido en firme, cartas de crédito y otros documentos que suelen acompañar a
las transacciones internacionales de mercancías. Antes de ello es importante que el empresario mexicano se informe sobre su
contraparte, sus referencias comerciales, solvencia económica y moral, referencias bancarias etcétera. Será una forma de reducir los
riesgos de incumplimiento y las controversias comerciales internacionales. Esta información se puede obtener por medio de
dependencias gubernamentales o consultarías privadas.

El contrato es el documento formal y jurídico que regirá toda la operación comercial, los aspectos relativos al objeto del contrato, el
precio de las mercancías etcétera. Es asimismo conveniente que el empresario mexicano presione para que aparezcan otros aspectos
tales como, la logística de la operación, los canales de comercialización, los mecanismos de promoción y sobre todo la solución de las
posibles controversias surgidas de la interpretación y cumplimiento del contrato. Los aspectos fundamentales que debe incluir el
contrato son:
1. Objeto: la principal obligación del empresario mexicano el origen de la mercancía es la entrega de la mercancía, la transmisión de la
propiedad al comprador, por ello se deberá señalar el origen, la cantidad, clase, tipo, uso, calidad, y especificaciones estipuladas de la
mercancía vendida, en pocas palabras determinar con claridad todas sus características. En cuanto al origen de la mercancía se suele
adjuntar el “certificado de origen” y se utiliza habitualmente para efectos “regulatorios” más que para los efectos contractuales
mercantiles. Para las características de las mercancías se suele utilizar anexos al contrato.

2. Precio: la obligación principal del comprador es el pago de la mercancía. Es recomendable que el precio se fije en una moneda
estable (en estos momentos el peso mexicano lo es), normalmente se utiliza el dólar estadounidense. Es conveniente estipular el
compromiso de las partes a efectuar periódicamente (contratos de suministro) revisiones para que en cualquier momento se pueda
renegociar el precio pactado, cuando este sea afectado por variaciones del mercado internacional o por condiciones económicas,
políticas, naturales o sociales, incluso se puede agregar un párrafo que indicara que cualquiera de las partes podrá modificar el precio
acordado por las causas señaladas, siempre y cuando se justifique y sea con base a los usos y prácticas del comercio internacional. Es
en esta parte del contrato en donde se recomienda la utilización de los INCOTERMS, para basar la cotización internacional del precio de
los productos objeto del contrato y establecer los derechos y obligaciones del vendedor y el comprador, en relación con la entrega y
recepción de las mercancías (los INCOTERMS los estudiaremos en el siguiente tema).

3. Forma de Pago: para el establecimiento de la forma de pago lo más importante es el nivel de confianza que exista entre las partes.
Existen numerosas formas de pago en el comercio exterior que estudiaremos en el próximo módulo con detalle; baste decir aquí que el
método más utilizado es la “carta de crédito” o “crédito documentario”.

4. Envase y Embalaje: es necesario envasar y embalar la mercancía de acuerdo a las necesidades, exigencias y regulaciones vigentes
en el país de destino. En el contrato las partes deben especificar el tipo de envase y embalaje seleccionado. Es obligación del
empresario mexicano vendedor estar al tanto e informarse sobre las regulaciones de envase, embalaje, etiquetado etcétera, del país
destino de la mercancía.

5. Entrega de Mercancía: es de suma importancia que vendedor y comprador fijen claramente la fecha de entrega, el lugar y la forma de
realizarla (medio de trasporte). Esto última dependerá de la cotización internacional de conformidad a los términos de comercio
aplicados según los INCOTERMS 2000, que las partes hayan elegido para concretar la entrega de la mercancía. Es fundamental añadir
que la mercancía debe estar perfectamente individualizada e identificada, tal como lo establece el Convenio de Viena.

6. Responsabilidad Civil sobre el producto: en algunos países (por ejemplo Estados Unidos o la Unión Europea) rigen disposiciones
legales relativas a la responsabilidad civil. El fabricante o vendedor de determinados bienes (alimentos enlatados, electrodomésticos,
etcétera.) incurre en tal responsabilidad por defectos de fabricación, si algún producto causa daños personales (muerte, lesiones) a
quien los consume. El fabricante puede transferir total o parcialmente tal responsabilidad al importador mediante estipulaciones
expresas en el contrato. Otra forma de eliminar o atenuar los efectos de una posible demanda es contratar un seguro de
responsabilidad civil.

7. Patentes y Marcas: si el empresario mexicano cuenta con una marca, un diseño o una patente propios, corre el peligro de ser
plagiado. Para evitar esto se puede incluir en el contrato una cláusula, en ella el comprador se obliga a registrar ante las autoridades de
su país y a nombre de la empresa mexicana la marca, diseño o patente. Otra forma de evitar el plagio es que el empresario mexicano,
por medio de un bufete de abogados del país de destino de la mercancía, registre su marca, diseño o patente.

8. Impuestos: las partes deben acordar, utilizando los INCOTERMS 2000, el punto específico en el que se entregaran los productos.
Dependiendo del INCOTERMS elegido cada uno pagara los gastos y efectuara los trámites que corresponda.

9. Cesión de derechos y obligaciones: la compra-venta se perfecciona mediante la entrega de la mercancía y el pago de esta, por lo que
no se debe aceptar la cesión de derechos a un tercero mientras no sean estipuladas en el contrato las obligaciones del tercero. Si no se
toma esta precaución, jurídicamente no se puede obligar a ese tercero a cumplir con sus compromisos.

10. Cláusula compromisoria o arbitral: por ella las partes se comprometen a resolver los posibles litigios o controversias derivadas del
contrato, su interpretación o cumplimiento ante los tribunales de un país determinado o someterse a un arbitraje internacional. Desde
luego es mucho más recomendable este segundo sistema por la neutralidad, rapidez confidencialidad y costos del arbitraje.

A continuación puedes ver un contrato de compra-venta internacional,  tomado del sitio web de PROMEXICO.

PROMEXICO. (n.d.). Modelo de contrato de compra-venta internacional tipo. Para descargar haz clic aquí.

Así finalizamos este tema, pero no olvides que para tener la imagen completa de cómo se elabora un contrato de compra-venta
internacional de mercancías se debe de analizar el tema referido a los INCOTERMS y el módulo en el que se estudian los medios de
pago en el comercio exterior.

También podría gustarte