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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

CATAMARCA

Taller de lectura y escritura

Docente: Dr. Luis Aguirre


Seminarista: Clelia Cruz
Marco de referencia conceptual
En este trabajo abordamos la problemática de la comunicación desde un enfoque
pragmático. Nos interesa mostrar la relación formas-intenciones de las consignas escolares
de Lengua y Ciencias Sociales desde un nivel textual. La elección del enfoque tiene que ver
fundamentalmente con dos elementos: la posibilidad de acceder al análisis de las consignas
desde el enunciado a partir de una perspectiva pragmática y el valor dado por este enfoque
teórico al propósito comunicativo.
En la presentación de los lineamientos teóricos asumidos optamos por un breve
recorrido en el que se articulan dimensiones fundamentales para este trabajo:
1- la pragmática estudia el lenguaje en uso.
2- la vinculación entre significado semántico y pragmático en la consigna escolar.
3- la caracterización de la pragmática como marco teórico-metodológico de esta
investigación.
4- la consigna escolar como objeto complejo que es considerado desde su nivel
textual.
De acuerdo con lo antes expresado, planteamos una construcción dialéctica que nos
permite encuadrar teóricamente nuestro análisis.
Stephen C. Levinson, en su obra titulada Pragmática (1989), señala que no existe
una teoría pragmática que abarque un objeto de estudio tan amplio y diverso, que requiere
ser explicado desde distintas perspectivas; cada una de sus líneas teóricas ilumina un
aspecto del objeto. Es en este sentido en el que se constituye como un campo de
conocimiento poco uniforme y escasamente estructurado, impreciso en sus propios límites
teóricos; un campo en el que confluyen diversos centros de interés, pero en el que es
posible reconocer una idéntica perspectiva: la comprensión del modo en que la lengua
funciona en procesos comunicativos. Es decir, se ubica como el conjunto de teorías que,
desde distintos puntos de vista -no necesariamente convergentes- recortan dentro de los
estudios lingüísticos dos aspectos que las teorías lingüísticas de principios de siglo XX
nunca focalizaron: el uso y el contexto. Estas nociones presuponen un sujeto que no solo las
condiciona, sino que las transforma en mutuamente implicadas. Emplear una lengua supone
un sujeto que la use para algo en un contexto determinado.
A las líneas fundacionales de la pragmática les cabe la denominación de teorías de
la acción comunicativa; específicamente, de las acciones lingüísticas: con las palabras, con
el uso del lenguaje podemos cambiar el estado de cosas del mundo. Uno de los textos más
significativos de esta línea teórica es Cómo hacer cosas con palabras (1982). En este grupo
se inscribe: la Teoría de los Actos de Habla. Los actos de habla se clasifican en directos e
indirectos. Los primeros se realizan cuando lo que decimos coincide con lo que queremos
decir, por lo cual la fuerza ilocutiva que queremos darle a nuestras palabras es la que
justamente tienen. En cambio, en los actos de habla indirectos ocurre todo lo contrario,
pues sobre un mismo enunciado recaen dos fuerzas ilocutivas diferentes, una primaria
(F.I.P) y otra secundaria (F.I.S).
Lo notable de los actos de habla indirectos –señala Searle (1969)- es que el hablante
da a entender a sus interlocutores una cosa diferente de lo que realmente dice y el oyente
entiende o puede entender perfectamente al hablante a pesar de ello. A partir de las
palabras expresadas por Searle (1969) podemos advertir que la riqueza de empleo del
lenguaje (directo-indirecto) no imposibilita la interpretación eficiente del receptor.
Las teorías discursivas conforman otra de las líneas de la pragmática. Entre ellas, se
destacan: las teorías de la enunciación de línea francesa (Benveniste 1972, Ducrot 1984,
Kerbrat-Orecchioni 1986).
Por último, también se incluyen en la perspectiva pragmática, las teorías textuales. En
este orden se distinguen dos vertientes: las que apuntan a dar cuenta del texto en tanto
unidad de lenguaje en uso y las que lo utilizan como la construcción teórica analizable a
partir de la producción concreta que se denomina discurso (van Dijk 1980).

La pragmática estudia cómo los hablantes producimos significados intencionales y


cómo los interpretamos dentro de un contexto. El significado de una palabra está
determinado por su uso. Cada palabra se carga de significado o lo adquiere en el juego del
lenguaje en que es empleada; con lo cual se plantea la noción de significado contextual.
Esto nos permite reflexionar sobre el uso práctico del lenguaje.
La pragmática diferencia lo que se dice y lo que se quiere decir o se tiene la intención
de decir. En este caso, lo dicho pertenece a la semántica y, lo comunicado, a la pragmática.
Esta diferencia entre lo dicho explícitamente y lo comunicado implícitamente es la que
media entre la semántica y la pragmática. Finalmente hay que señalar que la semántica y la
pragmática bien pueden ser consideradas como dos perspectivas complementarias de
observación de un mismo objeto y para deslindarlas, un principio de solución consiste en
atender a las relaciones entre lo que dice la frase y lo que quiere decir el hablante.
A la Pragmática no le interesa el significado referencial en función de la asignación
de valores veritativos (verdadero-falso) sino el significado que desborda dicho valor. Le
interesa el significado que el hablante quiere comunicar; lo que no se dice pero también se
comunica. Reconocer la intención comunicativa implica mucho más que reconocer el
significado de las palabras. A la pragmática también le atañen los principios de uso e
interpretación del lenguaje que explican cómo puede añadirse un significado extra (en
sentido amplio) a los enunciados sin que – de hecho- estén codificados en ellos. En este
último sentido, la pragmática se ocupa de estudiar aquellos aspectos del significado que no
están contemplados en una teoría semántica.
Herbert Paul Grice (1975) reconoce la existencia de tres niveles de significado,
contrastando las nociones significado del hablante (SH) y significado de la frase (SF) y,
entre ambos, un nivel intermedio denominado significado enunciativo (SE). El significado
de la frase está determinado por los componentes lingüísticos explícitos, en tanto que el
significado enunciativo consiste en la actualización del significado de la frase pronunciada
por un hablante concreto en un momento y lugar concretos.
El significado enunciativo (SE) es un suplemento del significado de la frase,
producido por las informaciones contextuales. La adquisición de significados diferentes de
los expresados lingüísticamente y de los que derivan del suplemento deíctico del
significado de la frase (SF) depende del desciframiento de posteriores coordenadas
contextuales. Estas coordenadas tienen en cuenta fenómenos mentales y psicológicos como
los conocimientos compartidos y las intenciones de los participantes que varían de un
intercambio a otro y pueden alejarse bastante del significado de la frase.
Finalmente, el significado del hablante (SH) representa el resultado de un proceso
inferencial fundado en los conocimientos que proporciona el contexto de la enunciación. A
este significado intencional, Grice (1975) lo denomina “no-natural” (“meaning-nn”) y lo
describe como un tipo especial de intención destinada a ser reconocida como tal por quien
la recibe.
En su teoría, el significado enunciativo corresponde a “aquello que se dice”, mientras
que el significado del hablante (SH) a “aquello que se comunica”; “aquello que se dice”
está constituido por el significado de la frase y algunos ingredientes contextuales, mientras
que “aquello que se comunica” está constituido por lo que se dice más lo que se implica o
comunica por implicación.
Esta concepción del significado sustentada por Grice (1975) orienta acerca del
significado que le interesa estudiar a la Pragmática. Como ya se dijo, la interpretación del
significado del hablante (SH) es el resultado de la interpretación de un proceso de
decodificación y de la derivación de inferencias: inferimos lo que se nos quiso decir, que no
suele estar totalmente explícito. Por su parte para Wittgenstein el significado de una
expresión está determinado por el significado de la expresión manifestada y por las
circunstancias pragmáticas de la manifestación. Es decir: quién habla, a quién le habla,
cuándo y dónde.
De acuerdo con lo antes planteado, la Pragmática se ocupa de estudiar los principios
regulares que guían los procesos de interpretación lingüística. Interpretar lo que otro dice es
reconocer una intención comunicativa y esto es mucho más que reconocer el significado de
las palabras, comprender un enunciado es decodificar o calcular todo lo que podría haber
querido decir el hablante del enunciado. En este sentido, la Pragmática intenta precisar los
mecanismos por medio de los cuales el hablante puede significar algo más de lo que dice,
explotando de manera creativa las convenciones comunicativas.
De la explicitación realizada sobre el significado en el marco de la pragmática
subrayamos que dicha comunicación nos posibilita abrir un abanico de posibilidades que el
lenguaje nos brinda.
En nuestro trabajo usaremos el modelo de situación ya que este se enmarca en un
enfoque semántico –pragmático. Solo, nos centraremos en la lectura comprensiva. Parodi,
G (2005) al respecto dice: “el proceso de lectura comprensiva aún es- para muchos
investigadores- ciertamente un asunto lleno de incógnitas” Como bien sabemos en los años
60 surge la creación de modelos gracias a la influencia de la lingüística computacional y los
estudios sobre inteligencia artificial. Es el mismo Parodi (2005) quien estudia los cinco
modelos principales sobre la comprensión:
 Modelo de situación (vanDijk &Kintsch, 1983).
 Modelo integral (Peronard& Gómez Macker, 1985).
 Teoría construccionista 8Graesser, Singer &Trabasso, 1994)
 Modelo de construcción-integración (Kintsch, 1988)
 Modelo de Indización de eventos (Zwaan, Langston&Graesser, 1995)
En el primer modelo, el lector establece una retroalimentación entre la información
procedente de unidades menores (palabras) a unidades mayores (texto). En la comprensión,
el lector utiliza el texto como fuente de información y la combina con datos del contexto y
de sus esquemas de conocimiento previo. Las estrategias a tener en cuenta en el modelo
texto de base son microestructurales, macroestructurales y superestructurales. La primera
relaciona oraciones entre sí, conecta referentes, establece relaciones temporales, causales,
condicionales; la segunda permite distinguir la idea principal (macroestructura semántica) y
el acto de habla global (macroestructura pragmática); la tercera reconoce la organización
formal del texto (clases textuales).
Para abordar teóricamente el concepto de consigna -inicialmente- tomamos la
definición de Fajre y Arancibia (2000) quienes la consideran “un texto instruccional por
excelencia que se constituye en una de las prácticas escolares más corrientes y menos
analizadas críticamente”; también, incluiremos a: Riestra (2002) y Atorresi (2005). Para
trabajar intención comunicativa, enunciados directos e indirectos apelaremos a: Escandell
Vidal, (1996), Reyes, (1995), García Negroni, & Tordesillas Colado (2001).

Bibliografía

Atorresi, A (2005). Construcción y evaluación de consignas para evaluar la escritura como


competencia para la vida. Enunciación
Austin, J. (1982) ¿Cómo hacer cosas con palabras?, Madrid, Cátedra.
Benveniste, E. (1972). Problemas de lingüística general, T. I, México, Siglo XXI.
Denzin, N. & Licoln,Y. Introduction (1994): Entering the field of qualitative research.
Thousand Oaks, California, Sage.
Ducrot, O. (1984). El decir y lo dicho, Buenos Aires, Hachette.
Escandell Vidal, M. V. (1996). Introducción a la pragmática, Barcelona, Ariel.
Fajre, C. & Arancibia, V. (2000). La consigna: un manual de instrucciones para leer en la
escuela. Recuperado de http://www.ucm.es
García Negroni, M.M. & Tordesillas Colado, M. (2001).La enunciación en la lengua. De la
deixis a la polifonía. Madrid: Gredos.
Grice, H. P (1975). “Lógica y conversación”, en Valdez Villanueva, L. M. (ed) La
búsqueda del significado, Madrid, Tecnos, 1991, pp. 511-530.
Levinson, Sthepen C. (1989). Pragmática, Barcelona, Teide.
Riestra, Dora (2002). Lectura y escritura en la universidad: las consignas de tareas en la
planificación dela reenseñanza de la lengua. Recuyperado de http//www.ehu.es
Kerbrat – Orecchioni, C. (1986). La enunciación. De la subjetividad en el lenguaje, Buenos
Aires, Hachette.

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