Está en la página 1de 2

ASUNTO: DIOS

PROPÓSITO: PASTORAL
TEMA: EXPERIENCIAS ESENCIALES PARA CONOCER A DIOS

CONOCIENDO A DIOS BÍBLICAMENTE:


UNA EXPERIENCIA VERDADERA, UNA FE VERDADERA
JUAN 5:39

INTRODUCCIÓN:
Uno de los grandes y peligrosos problemas de la fe cristiana actual es que, hay
una gran mayoría de cristianos que no conocen a Dios, o conocen solamente
aquello que resulta conveniente para sus fines. Los intelectuales del siglo pasado
parecían tener un conocimiento más amplio de Dios que los creyentes actuales.
Dostoievsky, un escritor socialista ruso, escribe: Si Dios no existe, todo está
permitió. Indicando así su conocimiento de un Dios cuya autoridad divina le
permitía establecer normas absolutas, reglas inquebrantables y que para poder
vivir inmoralmente había que pretender pensar que era mejor que no existiera. En
estos tiempos se hace necesario conocer a Dios, y el mejor lugar para comenzar
esta travesía se hace necesario un estudio bíblico sistemático. La idea de clases
de discípulado en las congregaciones, efectivamente deben impulsar dicho estudio
bíblico para que todos los creyentes conozcan a Dios ampliamente. El conocer a
Dios es un estudio de por vida, pero no está demás iniciar una serie de estudios
que ayude a impulsar un renacer en el amor por las Escrituras. Para ello, este
tratado expresa “cuatro experiencias esenciales para conocer a Dios”.

Dostoievsky: Si Dios no existe, Todo está permitido.

I. Experiencia bíblica (Juan 5:39)


Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan
vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!  Sin embargo, ustedes se
niegan a venir a mí para recibir esa vida.  
II. Experiencia intelectual (Romanos 11:33-12:2)
  ¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es
realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos!
Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del SEÑOR? ¿Quién sabe lo
suficiente para aconsejarlo? ¿Y quién le ha entregado tanto para que él
tenga que devolvérselo? Pues todas las cosas provienen de él y existen por
su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén. Por
lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por
todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y
santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Ésa es la verdadera forma de
adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más
bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la
manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para
ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
 
III. Experiencia moral (Santiago 4:1-10)
¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no
surgen de los malos deseos que combaten en su interior? Desean lo que no
tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que
otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra
para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden
a Dios. Y, aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con
malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer. ¡Adúlteros! ¿No
se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de
Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de
Dios.  ¿Qué creen ustedes que quieren decir las Escrituras cuando afirman
que el espíritu que Dios ha puesto dentro de nosotros está lleno de envidia?
Sin embargo, él nos da aún más gracia, para que hagamos frente a esos
malos deseos. Como dicen las Escrituras: «Dios se opone a los orgullosos
pero muestra su favor a los humildes». Así que humíllense delante de Dios.
Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Dios se
acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón,
porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. Derramen lágrimas
por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto
en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría. Humíllense delante del Señor, y
él los levantará con honor.

IV. Experiencia vivencial (Hechos 1:8:2:1-5)

Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes. Y


serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en
Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la
tierra.
El día de Pentecostés, todos los creyentes estaban reunidos en un mismo
lugar. De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un
viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados.  Luego,
algo parecido a unas llamas o lenguas de fuego aparecieron y se posaron
sobre cada uno de ellos. Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu
Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas,* conforme el Espíritu Santo
les daba esa capacidad. En esa ocasión, había judíos devotos de todas las
naciones, que vivían en Jerusalén.  
CONCLUSIÓN:
Para conocer a Dios se hace necesario estar dispuesto a reconocer nuestra
naturaleza, condición de pecado y que somos seres soberbios que somos
afectados por nuestro orgullo y carnalidad.

También podría gustarte