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A menudo se ignora el derecho a la protección legal, ya que esto se debe, que al menos en
parte, a que es difícil comprender el alcance del daño causado por eventos como los casos
de Facebook y Cambridge Analytica; donde las violaciones de datos son sucesos bastante
comunes, por lo que las empresas pueden minimizar su gravedad, ya que por su parte, los
consumidores comenzaron a considerar tales violaciones como algo normal donde el daño
no es inmediatamente tangible y, por lo tanto, puede parecer menos real.
En esta situación, las amenazas a los derechos humanos son aún mayores si la
información está disponible o incluso vendida a terceros. Allí, los datos de las personas
podrían incorporarse a algoritmos que ayuden a las empresas y los gobiernos a tomar
decisiones sobre ellos.
Relevancia de los derechos constitucionales frente al desarrollo de tecnologías
Por lo tanto, el acceso barato, rápido y fácil a Internet puede ayudar a crear sociedades
más equitativas y valiosas, pero no debe darse por sentado que la innovación tecnológica
traerá beneficios automáticamente donde las organizaciones de la sociedad civil, los
gobiernos y los reguladores deben estar conscientes del potencial de Internet refuerzan las
desigualdades existentes.
Esto sostiene que la estrategia de derechos humanos que se presenta hoy, anta la nueva
sociedad tecnológica, tiene sin duda características nuevas, de esta manera, los derechos
y libertades de la tercera generación se presentan como una respuesta a la llamada
contaminación de las libertades, ya que las tecnologías de la información y la
comunicación son susceptibles de vulneración de la privacidad de los datos personales,
provocando gravísimas violaciones implican conflictos humanitarios de gran
envergadura.
Acciones apropiadas para que son conocidas por la justicia, si este juicio de
Cambrigde Analytics fuere realizado en el Ecuador
Podemos concluir que, si este fuese llevado a cabo en Ecuador, mediante las leyes de
nuestras constituciones dictaría que el delito de violación de la intimidad en concordancia
con el artículo 178 del COIP, implica que “la persona que, sin consentimiento ni
autorización legal, acceda, capte, examine, grabe, almacene, reproduzca, distribuya o
publique datos personales, mensajes de datos, voces, audios y video, transmisiones
postales, información incluida con soporte informático, comunicación privada o reservada
de otra persona en cualquier forma se sancionan con pena privativa de libertad de uno a
tres años, pero no son aplicables estas normas para la persona que divulgue grabaciones
de audio y video en las que interviene personalmente, ni cuando se trata de información
pública de acuerdo con lo previsto en la ley.