Capítulo 1

El modelo agroexportador
(1880-1930)

SUMARIO: l. Introducción. 1.1. La consolidación institucional y territorial. 1.2. La

distribución de las tierras. 1.3. El reparto de la renta agraria. 1.4. L1 inmi­
gración. 1.5. La infraestructura. 2. El pilar de la economía nacional: d sector
agropecuario. 2.1. La actividad ganadera. 2.2. El desarrollo agrario. 2,3. Las
economías regionales. 3. El sector industrial. 4. Las inversiones. 5. La cuestión
social. 5.1. El surgimiento de los sindicatos. 5.2. El ro! estatal ante el conflicto
social: represión e integración. 5.3. La crisis habitacional. 6. Breve semblanza
de los gobiernos desde 1880 hasta 1930. 6.1. El orden conservador, 6.2. Los
gobiernos radicales.

l. Introducción
La construcción y consolidación del Estado nacional argentino
fue el resultado de un largo proceso político, económico y social.
Impregnada en el espíritu positivista, la elite dirigente creyó
fervorosamente en la promesa del progreso ilimitado. Esa dirigen­
cía era ­como lo definiera el historiador Thomas McGann­1 liberal
en lo económico y conservadora en lo político.
Esa dualidad estuvo marcada por la presencia de una elite te­
rrateniente que lideró una transformación económica­ apelando a
todo tipo de estrategias para conservar sus privilegios políticos.
Por eso, las nociones de libertad económíca y libertad política se
transformaron en términos de una antinomia irreductible en la
historia argentina. 3
Para algunos, la llamada "generación del ochenta" tuvo la visión
necesaria para transformar a la Argentina en una de las naciones
más prósperas y progresistas del mundo.
En palabras de Ha1perín Donghi, el progreso argentino fue "la
encamación en el cuerpo de la nación de lo que comenzó por ser
un proyecto formulado en los escritos de a]gunos argentinos cuya
única arma era 1a clarividencia","
1 Me Gana, Thomas (196S).
2 La indudable transformación económica que se produjo en el período se asentó
sobre una cultura fuertemente rentística de la elite gobernante.
3 Rapoport, Mario (1984).
4 Halperín Donghi, Tulio (1980).

Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·2Cal� / 13

 Entre ellos, los escritos de Albcrdi sobresaldrían como el prin­
cipal aporte doctrinario para la política económica implementada
por la generación del ochcnta.!
Para otros, la historia se encargaría de demostrar que un modelo
centrado exclusivamente en la exportación de alimentos y materias
primas a los grandes centros industriales era intrínsecamente vul­
nerable e insustentable en el tiempo.
Lo cierto es que desde finales del siglo XIX se asistió a un
profundo proceso de transformación económica dejando atrás las
experiencias artesanales y pastoriles del pasado. Aprovechando su
amplia disponibilidad de recursos naturales, lá Argentina se insertó
eficazmente en el mercado internacional adhiriendo a. la teoría de
las ventajas de la división internacional del trabajo.
Aquellas zonas geográficas internas de la Argentina que no se
incorporaron directamente al sistema mundial representaron un
peso económico y demográfico mucho menor que en el resto de
América Latina. En ese sentido, la Argentina fue un caso de ho­
mogeneidad intranacional significativamente mayor que lo ocurri­
do en el resto de los países Iatinoamericanos.s
Primero como abastecedor de lanas (producto demandado ere­
cientemente por la industria textil) y luego de carnes y cereales
a la potencia económica de la época (Inglaterra), la Argentina
consiguió alcanzar elevados niveles de ingreso a comienzos del
siglo XX.
De esa manera, Argentina se insertó plenamente en las co­
rrientes financieras y comerciales mundia]es que mostraban un
marcado crecimiento de la mano del liderazgo británico. 7
Entre 1870 y 1913, el volumen físico de las exportaciones mun­
diales se expandió casi cinco veces8 y en comparación con 1929,
el crecimiento fue de seis veces? convirtiendo a la Argentina en
e1 noveno exportador mundial per cápita. 10
Es decir, la tasa anual acumulativa de crecimiento comercial
fue superior al 3%. 11
Así, la Argentina se transformó en un importante abastecedor
5 Rapoport, Mario (1984).
6 O'Donncll, Guillermo (1976).
7 Ese orden mundial es mencionado por algunos autores bajo el nombro de
"Pax Brittaniea". Schedvin (1990).
8 Entre esos años (1870­1913), el crecimiento del PBI per capita argentino fue
del 2,5% superior al crecimiento operado en Canadá (2,2%), Estados Unidos (I,8%),
México (1,7%) y Australia (0,9%). Fuente: Maddison, Angus (1997).
9 Ferrer, Aldo (2004).
10 Llach, Lucas (2006).
11 Ferrer, Aldo (2004).
14 / Diego RubinZal: Hístolta económica argentina {1880-2009)
de productos primarios y las exportaciones de ese tipo de productos
llegaron a superar el 94% de las ventas externas totales argentmas."
Por su parte, el capital fijo invertido en el sector agropecua­
rio creció un 128% entre los quinquenios 1900­1904 y 1925­1929
y la mano de obra ocupada en la producción agropecuaria aumentó
un 112%.13
La conformación de una economía con visos de modernidad
fue el resultado de la confluencia de distintos factores.
La consolidación institucional, el afianzamiento de un poder
estatal con pleno dominio territorial, la extensión de prácticas pro­
ductivas capitalistas, la difusión de obras de infraestructura que
integraron territorialmente al país fueron algunos de los requisitos
que permitieron la modernización de la estructura económica.
A diferencia de lo ocurrido en los Estados Unidos, el Esta­
do nacional argentino fue predominantemente construido desde
"arriba hacia abajo",14 fomentando la unificación del mercado in­
terno y la integración de la economía doméstica en el mercado
mundial.
A pesar de que la Argentina ocupó gustosa el papel de pro­
veedora de materias primas, los efectos de la crisis de 187315 cau­
sarían un enfrentamiento entre los sectores librecambistas y aque­
llas voces que defendían posturas más proteccionistas.
Esa discusión se produjo en ocasión del debate ­en 1875 y
1876­ de una nueva ley de Aduanas. Mientras que la voz cantante
del primer grupo fue el ministro Norberto de la Riestra, los planteas
"industrializadores" eran defendidos ardorosamente por Vicente
Fidel López, Miguel Cané y Carlos Pellegrini. 16
Ellos sostenían la necesidad de dejar de ser una granja de)
extranjero y una nación de pastores para convertirse en una nación
de obreros.
En ese debate, Fidel López planteaba: "Es preciso tener materia
prima, señor presidente, no para mandarla a Europa y sacar dinero
por ella, porque ese dinero se va irremediablemente en los con­
sumos. Es preciso tener materia prima para elaborarla [ ... ] por el
inmenso valor que tiene la materia manufacturada [ ... ] contra la
debilidad de la materia prima".
12 Los principales productos de exportación eran bienes­salario que incidían sobre
el consumo popular. ·
13 Ferrcr, Aldo (2004).
14 Sábalo, Jorge (1991).
15 La crisis de 1873 fue la primera que sufrió a gran escala el sistema capitalista.
16 Es necesario tener en cuenta que lo que se defendía eran las llamadas industrias
"naturales", es decir aquellas ligadas al procesamiento de la producción primaria.
Diego Rubinzal: Historia econémlca argentina (1880-2009) / 15
 Si bien los "proteccionistas" lograron un provisorio aumen­
to arancelario, el modelo librecambista siguió gozando de buena
salud.
Era el tiempo en que la "oligarquía con olor a bosta de vaca"17
­corno supo definirla Sarmiento­­ regía firmemente los destinos
nacionales. La hegemonía política y económica giraba claramente
en torno a los intereses asentados en el modelo agroexportador.
Existía un círculo social exclusivo que regía los destinos de la Ar­
gentina y que se reunía para conversar en las sobremesas de la
Sociedad Rural, del Club del Progreso y del Club de Armas.
No era fruto de la casualidad que las dos terceras partes de
los miembros del Congreso pertenecieran a las clases altas.18
El Estado nacional era el principal ámbito de poder político
de las clases dominantes (léase la burguesía pampeana) que ter­
minaría arrasando con las oligarquías regionales presentes en aque­
llas regiones no vinculadas directamente al mercado mundial.19
1.1. La consolidación institucional y territorial
Entre 1860 y 1880 se sentaron las bases de la consolidación
institucional y de una gradual integración económica y territorial.
El triunfo de las fuerzas militares de la Provincia de Buenos
Aires, lideradas por Mitre a raíz de la defección del general Urquiza
en la Batalla de Pavón (año 1861), construyó los cimientos de un
pacto interregional implícito.
Para Cao y Vaca20 ese arreglo se conformó sobre la base de
acuerdos políticos (por el cual el interior reconoció la hegemonía
porteña y, a su vez, los porteños toleraron a las clases dominantes
provinciales, dejando de lado sus proyectos unitarios) y económicos
( organización de un mercado único nacional alrededor del Puerto
de Buenos Aires con eje en los emprendimientos agrícola­gana­
deros).
A su vez, la nacionalización de la aduana de Buenos Aires
­dispuesta por Mitre en 1862­ fue la herramienta utilizada para
dotar de recursos presupuestarios necesarios al naciente Estado­
Nación y la "exitosa" Campaña del Desierto consolidó el dominio
territorial.
En este último caso, cuando las tropas del general Julio Ar­
gentino Roca llegaron hasta el Río Negro, se terminó de "pacificar"
17 El carácter ganadero extensivo de los terratenientes de la pampa húmeda
justificaba el uso del término "oligarquía vacuna".
18 Rapoport, Mario (:?.000).
19 O'Donnell, Guillermo (1976).
20 Cao, Horacio y Vaca, Josefina (2006).
16 / Diego Rubinzal: Histor8 económica argentina (1880-2009)
definitivamente a esa región, asegurando el dominio efectivo de
millones de hectárcas.21
La expedición comandada por Roca se concentró en lo que
actualmente es el territorio ncuquino. Algunos años más tarde,
nuevas expediciones militares permitirían someter a las poblaciones
indígenas radicadas en el sur argentino.
Como resultado de esas campañas militares, las actuales pro­
vincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz
y Tierra del Fuego fueron incorporadas como "Territorios Nacio­
nales" a través de la sanción de la ley 1532 en 1884.22
El exterminio de los indígenas permitió incorporar aproxima­
damente treinta millones de hectáreas a la actividad productiva,
casi la mitad de la tierra disponible hasta entonces.23
A su vez, la derrota de la sublevación del gobernador bonae­
rense Carlos Tejedor, la supresión de las milicias provinciales, la
creación del ejército nacional y la fcdcralización de Buenos Aires
permitieron la instauración de un inédito orden político.
Algunos autores resaltan que ese orden político logrado en 1880
no tuvo como correlato un orden económico. Gerchunoff, Rocchí,
Rossi lo explican de la siguiente manera: "lCuáles fueron los fac­
tores explicativos de esa asincronía? El primero, la competencia
anárquica entre la provincia más poderosa y la nación ­y en algunos
momentos entre las provincias mismas­por imponer la propia mo­
neda en el territorio, capturar fondos en los mercados de capitales
y adueñarse de la cuota mayor del presupuesto público" .24
Otro factor importante en la consolidación institucional fue la
conformación y consolidación de una burocracia estatal que pu­
diera hacer frente a los desafíos de los nuevos tiempos. En general,
los funcionarios de más alto rango eran jóvenes profesionales egre­
sados de las Universidades de Buenos Aires y Córdoba. En el
plantel directivo estatal sobresalían cuantitativamente los médicos
y abogados.
El crecimiento burocrático produjo un fuerte incremento del
gasto público de la administración central. Mientras que en el pe­
ríodo 1864­1869 ia cifra alcanzaba los 13,1 millones de pesos oro,
en 1890­1894 había aumentado a 37,6 millones y en el período
1910­1914 a 187,4 millones.P
21 Palacio, Juan Manuel (2008).
22 Esos territorios nacionales dependían política y administrativamente del go­
bierno central al igual que las superficies territoriales pertenecientes a las actuales
Provincias de Chaco, Formosa y Misiones.
23 Cortés Conde, Roberto (1997).
24 Gerchunoff, Pablo: Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
25 Lobato, Mirta Zaida (2000).
Diego Rub·nzal. Historía econórnca argent1ra (1 83CJ 20'.;9; / '. 7
 Entre 1876 y 1890, el personal de la administración pública
nacional se incrementó un 160%.26
También se sancionó la Ley de Servicio Militar Obligatorio por
iniciativa del ministro de Guerra Pablo Ricchieri ·en diciembre de
1901. Un año antes ya se había creado la Escuela Superior de
Guerra como medida tendiente a la configuración de un ejército
moderno modelado de acuerdo al modelo prusiano.
Esa medida fue muy combatida por los sectores anarquistas
que tenían un sentimiento antimilitarista muy marcado. Incluso la
central sindical anarquista (FOA) creó un fondo de ayuda para
los soldados desertores. ' ción privada generaron el fracaso de la iniciativa.32
Tanto el servicio militar obligatorio como la ley de educación
(1884) y la celebración de fechas patrias fueron instrumentos uti­
lizados para homogeneizar ideológicamente a una población muy
ecléctica. 27
1.2. La distribución de las tierras
El economista brasileño Luiz Bresser­Perera puntualiza que en
una primera etapa del desarrollo económico la explotación de re­
cursos naturales resulta una bendición porque al mismo tiempo
que permite que el país participe del comercio internacional, pro­
mueve la acumulación de capital original, establece una infraes­
tructura económica mínima y posibilita el surgimiento de una clase
de empresarios capitalístas.P
En el caso argentino, la estructura de tenencia de la tierra con­
dicionó severamente las características y particularidades de esa
emergente clase capitalista.
A diferencia de lo ocurrido en países corno los Estados Unidos,
Australia y Canadá, el desarrollo agropecuario argentino se asentó
sobre un patrón de distribución desigual de las tierras productivas.29
La cristalización de una marcada concentración de la propiedad
de la tierra fue el resultado de un proceso que se apartó drásti­
camente de la utopía sarmientina de conformar una civilización
de pequeños propietarios rurales al estilo norteamerícano.v
26 Oszlak, Osear (1997).
27 Barroctavcña, Mariano; Parson, Ouillenno; Román, Viviana; Rosal, Hernán y
Santoto, Mara (2007).
28 Bresser­Perelra, Luiz (200&).
29 Un funcionario del Departamento de Agricultura norteamericano (Carl Taylor)
sostuvo que el mayor escollo para superar el estancamiento agrícola argentino era el
sistema de tenencia de la tierra. Taylor señalaba que la inexistencia de actores pro­
ductivos análogos a losfamzl!rs nortcamcrícanos era una falencia que debla ser superada
para promover el desarrollo agrícola. Taylor, Carl (1948).
30 Halperín Donghi, Tulio (1984).
18 / Diego Rubinzal: Historia eoonórnlca argentir.a (1880-2009)
Las iniciativas que habían fomentado un reparto más equitativo
de ese factor productivo terminaron fracasando. Un ejemplo de
ello fue la ley aprobada durante la presidencia de Avellaneda"
que estimulaba el acceso de los colonos a lotes de 200 hectáreas
de extensión pagaderos a diez años. A efectos de evitar la con­
centración propietaria, la norma fijaba topes máximos de hectáreas
que podían ser adquiridas por cada productor.
Sin embargo, la improvisación, la falta de exploraciones y men­
suras de tierras, la escasez de recursos destinada a la colonización
pública y las operaciones especulativas producidas en la coloniza­
Valcncia33 señala que "en 1878 se reiteró la oferta de tierras
debido al poco éxito de la anterior, en este caso predominó la
idea de no limitar la concentración de la propiedad. Se vendieron
alrededor de tres millones de hectáreas [ ... ] con la aplicación de
esta norma legal terminó el proceso de transferencia de las tierras
arrendadas a los particulares."
En 1882, se aprobó una ley de remate público por la cual se
remataron tierras de La Pampa, Patagonia, Chaco y Misiones. Aun­
que teóricamente existía un tope de 40 mil hectáreas por comprador
y lotes de entre 25 y 400 hectáreas para ser dedicados a la agri­
cultura, las limitaciones fueron fácilmente eludidas mediante la
participación de resraterros.>
En 1885, se sancionó una ley de premios para los militares que
participaron en la conquista del desierto asignando 8.000 hectáreas
a los jefes y 100 a los soldados.35
Muchas de esas hectáreas terminaron en manos de latifundistas
que las compraron a precios de remate ­a endeudados soldados­
ya que en esos comienzos el precio de la tierra era muy bajo.
Más de 23 millones de hectáreas de las fértiles tierras fiscales
pampeanas habían sido regaladas o vendidas a muy bajo precio a
principios del siglo XX.
A medida que esa frontera productiva avanzaba, los precios
comenzaron a subir rápidamente. Así, el precio promedio de la
31 Ley Nacional 817 de Inmigración y Colonización de! 19 de octubre de 1876.
Ese cuerpo legal creó el Departamento Genera! de Inmigración que se encargaría de
todos los aspectos relacionados con el proceso inmigratorio. Además, !a ley estableció
las bases para la división de los campos, el asentamiento de los núcleos de población,
el acceso y reparto de la propiedad, entre otras cuestiones. Fuente: Mata Olmo, Rafael
(1991).
32 Mata Olmo, Rafael (1991).
33 Valencia, Marta (2007).
34 Ferrer, Aldo (2004).
35 Ferrer, Aldo (2004).
Diego Rutmzal: Historia eccnómca argentina (1880-2009) / :9
tierra pampeana se multiplicó por diez entre 1880 y 1913 y el celas de tierras públicas de 30 hectáreas con posibilidades de ac­
costo de la tierra en la zona litoraleña subiría desde un 1.500% a ceder a los derechos de propiedad luego de cultivarlas durante
un 8.000% entre 1886 y 1929.36 determinados años. Además de aportar las tierras, el Estado pro­
En la región pampeana la mayor parte de las tierras quedaron vincial eximía a los agricultores de las cargas impositivas. Durante
en manos de unas pocas familias terratenientes.37 El Censo de el transcurso de la segunda etapa (1870­1890), se incrementaron
1914 reveló una fuerte concentración productiva/propietaria ya que los emprendimientos colonizadores privados y la superficie de las
apenas 25.235 establecimientos poseían 127.564.851 ha. Es decir, tierras entregadas. La primera ola colonizadora se plasmó en la
el promedio ascendía a 5 .055 ha por establecimiento. creación de 34 colonias que comprendían 360.000 hectáreas. Ha­
Las explotaciones de más de 1.000 hectáreas representaban el cia 1890, las colonias habían superado las doscientas y alcanzaban
8,2% de las explotaciones totales y abarcaban el 79,4% de la su­ los 2,4 millones de hectáreas.43
perficie total, y las mayores de 5.000 hectáreas representaban el
1,7% de las explotaciones y el 49,9% de la superficie.38 Cuadro 1.1 Cantidad y snperñcíe de colonias ñmdadas
La concentración propietaria repercutió en el nivel de las re­ en Santa Fe. Córdoba y Entre Ríos
muneraciones por dos cuestiones: en primer lugar, aumentaba la 1871-1880 1881-1890
oferta de mano de obra disponible y deprimía el nivel de los salarios Colonias Heculrcas Promedio Colonias Hectáreas Promedio
urbanos y, en segundo lugar, fijaba un bajo nivel de remuneraciones Santa Fe 39 431.240 11.057 181 1.877.734 10.374
para los peones debido a la inexistencia de alternativas por la im­
Córdoba 4 36.549 9.137 53 580.422 10.951
posibilidad de acceder a la tierra.39
Esa distribución dominial limitó la capacidad de acumulación Entre Ríos 27 206.536 7.649 119 55.279 465
de la economía argentina, concentrando los excedentes agrope­ Fuente: Djenderedjian, Julio y Schmu, Roberto (2008).
cuarios en pocas manos." Esos excedentes parcialmente fueron
destinados a viajes al extranjero y al consumo de bienes de lujo La ocupación agrícola plena liderada por los colonos santafe­
importados.41 sinos, solamente pudo ser reproducida años más tarde en la pampa
Por ello, Cortés Conde sostiene que "el ingreso agrícola no bonaerense debido al predominio latifundista existente en ese te­
produjo un efecto dinámico y acumulativo" .42 rritorio."
En contrapartida, la ocupación de tierras tuvo un carácter más
democratizador en la Provincia de Santa Fe (sobre todo en el centro 1.3. El reparto de la renta agraria
y el oeste del territorio provincial). La difusión de pequeñas par­
celas bajo el modelo de colonias agrícolas generó un reparto te­ 1.3.1. La disputa arrendatarios-propietarios
rritorial más equitativo. Ese esquema de desarrollo rural explicó En la disputa por la apropiación de la renta agraria intervinieron
el explosivo incremento de la siembra del trigo en esa zona. distintos actores productivos que presentaban marcadas asimetrías
La colonización santafesina se dividió en dos etapas diferen­ de poder.
ciadas. En la primera (1850­1870), los inmigrantes recibieron par­ Si bien los productores arrendatarios fueron uno de los esla­
bones más débiles de esa cadena ­juntamente con los peones­, la
36 Ortlz, Ricardo (1958). avidez de los terratenientes para poner a producir las tierras inex­
37 Gaígnard, Romain (1989).
38 Ferrer, Aldo (2004).
ploradas les permitió a algunos (cuantitativamente los menos) pro­
39 Fcrrcr, Aldo (2004). gresar e incluso acumular el capital necesario para transformarse
40 En una exposición dictada en Australia en 1924, Raúl Prebisch recomendaba en propietarios.
subdividir la tierra para que dejase de ser un instrumento de privilegio y se convirtiera
en uno de producción eficiente en manos de una población rural amplia y desarrollada. La abundancia de tierras, combinada con la escasez de traba­
Más allá de esas recomendaciones, Prebísch diagnosticaba que los grandes terrate­ jadores en las zonas de frontera, generó una competencia entre
nientes supieron emplear su poder político para evitar cualquier acción que pudiera
debilitar su situación. El problema de la tierra, Raúl Prcbisch. Obras 1919-1948 (1991).
41 Balassa, Bela (1981). 43 Palacio, Juan Manuel (2008).
42 Cortés Conde, Roberto (1969). 44 VitcHi, Guillermo (1999).

20 / Diego Rl.binzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rwnzal: 1-fistor¡¡¡ econ6mica argentina (1880-2009) / 21
los estancieros por captar agricultores, lo que llevó -a ofrecerles de ese conflicto era la finalización del proceso de ocupación de
arreglos contractuales generosos.v la superficie apta para cereales producidos en 1908.49
Ese proceso culminó en la década de los veinte cuando no se Luego de dos meses de iniciado el movimiento huelguístico,
pudieron continuar expandiendo horizontalmente las explotaciones. los terratenientes de Alcorta aceptaron mayoritariamente los tér­
A partir de ese momento, los estancieros comenzaron a racionalizar minos planteados por los chacareros."
el uso de la tierra y endurecieron las condiciones de arrendamiento.
Por ese entonces, el 70% de los productores agrícolas de la 1.2 Área sembrada de trigo, en hectáreas
Provincia de Buenos Aires arrendaban sus tierras." Provincia/Años 1875 1888 1895 1!108
Es decir, la fuerte concentración propietaria coexistía con una Santa Fe 35.857 401.652 1.030.898 1.169.837
multitud de agricultores que alquilaban parcelas de tierra para
Buenos Aires 19.898 246.788 367.446 l.9­16.633
destinarlas a la producción. '
La disparidad de fuerzas entre los terratenientes y arrendatarios Entre Ríos 5.113 67.319 292.108 245.938
se cristalizó en contratos de arrendamiento temporarios con cláu­ Córdoba 5.737 55.777 293.700 1.260.772
sulas leoninas para los productores entre las cuales se contaba que La Pampa o 163 370 173.172
el arrendatario se debía construir su propia vivienda. La misma
Resto 47.917 43.739 65.161 57.734
solía ser extremadamente precaria ( de adobe con techo de paja o
Total del país 114.522 815.438 2.049.683 4.854.086
zinc)47 ya que el productor siempre tenía la incertidumbre de hasta
cuándo se quedaría en esa fracción de terreno. Fuente: Vitelli, Guillemio (1999).
Luego de una caída abrupta de los precios que precedió a una
cosecha de maíz, una multitud de campesinos se movilizó en la 1.3.2. Otros actores
localidad santafesina de Alcorta en junio de 1912. Los agricultores
La apropiación privilegiada del excedente agropecuario por par­
reclamaron modificar condiciones contractuales de los arrenda­
te de los terratenientes era compartida con otros actores tales como
mientos y repudiaron el sistema monopólico de transporte y co­ el sector comercializador (vendedores de granos al exterior" y fri­
mercialización de las cosechas.48 goríficos con fuerte presencia dominial extranjera), y también por
Reunidos en asamblea realizada en las instalaciones de la So­ unas pocas fábricas porteñas que fabricaban las bolsas de yute que
ciedad Italiana Giuseppe Garibaldi de Rosario ­bajo la conducción permitían almacenar el producto cosechado.52
del abogado y periodista ítalo­rosarino Francisco Netri­ los cha­ El carácter oligópolico de esas firmas les permitía aprovechar
careros resolvieron un cese de actividades en agosto de 1912. El los privilegios de su posición dominante.
movimiento reivindicativo se extendió a otras localidades santafe­
sinas (Casilda, Santa Teresa, Cañada de Gómez, Firmat, Careara­ Por último, estaban los propietarios de los almacenes de ramos
ñá), de la Provincia de Buenos Aires (Pergamino, Salto, Arrecifes, generales. Esos capitalistas montaban su negocio sobre la base de
Rojas, Junín, Baradero) y de la Provincia de Córdoba (Marcos otorgarles préstamos ( dinero y/o mercaderías) a los chacareros a
Juárez, Camilo Aldao). cambio de los frutos de la futura cosecha. La inexistencia de me­
Era el bautismo de fuego de la Federación Agraria Argentina 49 Giberti, Horacio (1965).
cuyo congreso constituyente ­en Rosario­ había sido realizado el SO Dasso, Carlos Alberto (2008).
15 de agosto de 1912. 51 Rodolfo Puiggrós (2006) señaló que "Las 153.000 explotaciones que en la
década del treinta se dedicaban a la agricultura estaban sometidas a la acción extensiva
Más allá de sus reivindicaciones puntuales, la causa estructural de cuatro firmas exportadoras: Bungc & Born, Luis Drcyfus, La Plata Cereal y Luis
de Ridder. Las dos últimas dependían de la primera y entre las cuatro se repartían
las compras y los embarques, mediante un acuerdo similar al existente entre los frj.
45 Palacio, Juan Manuel (2008). goríficos. En 1936­1939 exportaron el 85% de los cereales y de lino, correspondiente
46 Giménez Zapiola, M. y otros (1975). al 15% restante a 33 firmas que giraban en la órbita de las grandes".
47 Taylor, Carl (1988). 52 Rocchi, Femando (2000) sostiene: "Este sistema ponía al productor en una
48 El llamado "Grito de Alcorta" había tenido como lejanos antecedentes el situación especialmente frágil, pues quería deshacerse de su cereal tan pronto como
levantamiento de colonos producido en la Provincia de Santa Fe en 1893 y las jornadas fuera posible, ante el riesgo de un temporal, e impedía que guardase lo cosechado
de protesta de los chacareros pampeanos de Macachín y Colonia Trebal en 1910. hasta que los precios estuviesen a su favor".

22 / Diego Rut>inzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rlbínzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 23
canismos de financiamiento formales ­sobre todo en el caso de
los chacareros no propietarios­ obligaba a acudir a esta fuente de
financiamiento informal y gravosa.
Un actor social que ocupó un rol absolutamente subalterno en
el ambiente rural fue el peón rural. Al tratarse de un trabajador
itinerante, sus posibilidades de organizarse para pelear por sus
derechos encontraban serias Jimitaciones.53
1.4. La inmigración
El proceso de ocupación territorial fúe acompañado de una
intensa corriente inmigratoria atraída por las oportunidades que
brindaba la Argentina y por las iniciativas plasmadas en la Ley
Nacional Nº 817 de Fomento de la Inmigración (1876).
El incentivo al arribo de los extranjeros incluyó la conformación
de agencias de reclutamiento en los países europeos.54 Esas agen­
cias realzaban a la Argentina como una tierra de oportunidades
que aseguraba a los extranjeros el disfrute de ciertos derechos
básicos (libertad de asociación, de movimiento, de profesión, de
religión) protegidos por su Constitución liberal.
Uno de los objetivos de la política inmigratoria era el recluta­
miento de trabajadores procedentes de la Europa del norte ya que
se los consideraba culturalmente "superiores" a la población nativa
y funcíonales a la política "civilizatoria" auspiciada por el gobierno
nacional.55
Entre 1870 y 1890, 1.130.000 inmigrantes arribaron a la Argen­
tina." El censo de 1895 reveló que más de la mitad de los habitantes
de la ciudad de Buenos Aires eran inmigrantes, en su mayoría
italianos y españoles.V
Los hoteles para inmigrantes se convirtieron generalmente en
el primer alojamiento de los recién llegados.
Buscaron albergue en ese tipo de establecimientos casi el 50%
de las personas que descendieron de los barcos entre 1881 y 1890.
En la década siguiente, el porcentaje bajó al 43% pero a comienzos
del siglo XX volvió a subir llegando a un 47%.58
La "Argentina aluvíona1"59 se transformó en el país con mayor
53 Ansaldi, Waldo (1993).
54 Vázquez Presedo, Vicente (1971).
55 Devoto, Fernando (2003).
56 Vázqucz Presedo, Vicente (1971),
57 Tcrán, Osear (2008).
58 Cihotti, Ema (2000).
59 Esta denominación fue acuñada por el historiador José Luis Romero.
24 / Diego Rubim:al: Histona económica argentina (1880-2009)
receptor de inmigrantes de toda América Latina, absorbiendo a
la mayor cantidad de población extranjera en relación con su po­
blación nativa.60
La abundancia de recursos naturales y la escasez poblacional
tornaban atractivo a ese destino. En 1896, la Argentina tenía 3,9
habitantes por kilómetro cuadrado de tierra productiva, contra lo
que ocurría en Inglaterra (277 habitantcs/km2), Alemania (148),
Italia (145), Francia (105), España (82), Estados Unidos (49), Rusia
( 44) y Canadá (39). Solamente en el caso de Australia (1,3 habi­
tantes/km2) era posible encontrar un territorio con tan poca po­
blación por unidad de tierra fértil.61
Mientras que en los Estados Unidos ­a partir de la década de
1890­ existió una creciente presión ciudadana para limitar el arribo
de extranjeros a su territorio,62 la Argentina continuó con su política
liberal en la materia. 63­64
Entre 1895 y 1914 ingresaron a la Argentina casi cuatro millones
de nuevos inmigrantes. Esa nueva ola inmigratoria explicó más del
50% de crecimiento poblacional registrado en ese período. 65 La
tasa anual de crecimiento poblacional fue de alrededor del 3,5%
y los extranjeros representaban el 30% del total.
Esos hombres y mujeres provenían mayoritariamente de España
y del norte italiano. De acuerdo a los datos del Censo de 1914,
los italianos y españoles representaban el 92% del stock total de
residentes extranjeros.é
El arribo de los extranjeros redefinió la estructura poblacional
argentina. En 1869, el porcentaje de extranjeros sobre la población
total apenas representaba el 12%, mientras que en 1914 rondaba
el 30%. Por cierto que esa masa inmigrante se distribuyó de manera
despareja. La mayoría se concentró en las grandes ciudades de la
zona pampeana. Así, la población extranjera representaba el 50%
de la población total de Capital Federal, el 34% de la Provincia
de Buenos Aires y el 34% de la Provincia de Santa Fe.67
60 En cambio, Estados Unidos fue la nación que más inmigrantes recibió en
términos absolutos.
61 Gerchunoff, Pablo y Llach, Lucas (2003).
62 Esa presión logró que se impusieran restricciones al finalizar la Primera Guerra
Mundial.
63 Sánchez Alonso, Blanca (2007).
64 Si bien la Argentina aplicó medidas represivas contra los inmigrantes, éstas
estaban más relacionadas con motivaciones políticas (como por ejemplo: detener el
avance de las ideas anarquistas) que con la imposición de trabas cuantitativas a la
inmigración.
65 Palacio, Juan Manuel (2008).
66 lndec (1997).
67 Ferrer, Aldo (2004).
Diego Rubinzal: Historia económca argentina (1880-2009) / 25
 En cambio en el norte argentino, la inmigración europea fue
ínfima ya que la mayoría de los extranjeros afincados en esa región
eran de nacionalidad boliviana.
Etariamente, los extranjeros superaban en número a los argen­
tinos de nacimiento en el grupo de 20 a 40 años de edad.68
El arribo de los inmigrantes coexistió con la consolidación de
un patrón de distribución de la tierra muy concentrado. Esa rea­
lidad conspiró contra las aspiraciones de aquellos que pensaban
en dedicarse a las tareas agrícolas y motivó que la mayoría de los
recién llegados se terminaran radicando en las áreas urbanas.

1.3 Porcentaje de inmigrantes en la poblaci6n argen1ina 1.4 Variación de porcentajes de la población económica actfva en ramas de actividad
Año % Extraajeros/Poblaci6n total Argentinos Extranjeros
1869 12,1% Rama primaria
1895 25,4% 1895 23,70% 13,20%
1914 29,9% 1914 16% 12%
Fuente: etabomcion propia a pattir de Maurizlo, R. (2007). Rama secUDdarin
1895 18,80% 11,60%
Entre los varones adultos, la presencia de los inmigrantes era
1914 18,90% 16,60%
claramente mayoritaria, lo cual reflejaba el carácter predominan­
temente masculino de los llegados de ultramar. Entre 1881 y 1914 Rama terciaria
solamente la tercera parte de los inmigrantes fueron mujeres.69 1895 18,70% 14%
El estallido de la Primera Guerra Mundial (1914­1918) detuvo 1914 19% 17,50%
el arribo de nuevos contingentes. Pero una vez finalizado el con­ Fuente: Di "félla, Germoni, Graciarena (1965).
flicto bélico, la inmigración continuó su tendencia alcista.
Entre 1919 y 1939, Argentina tuvo una tasa neta de inmigración Muchos de ellos se dedicaron a la fabricación de manufacturas
del 3,9%, lo que se tradujo en un crecimiento poblacional del sencillas y otros instalaron sus propios comercios. 71 El Censo de
17%.70 Durante esos veinte años, existieron varios subperíodos cla­ 1895 reveló que el 85% de los establecimientos industriales eran
ramente diferenciados. En ese sentido, la crisis de 1929 generó
propiedad de extranjeros.P al igual que los dos tercios de los em­
por varios años un descenso del arribo de extranjeros al territorio pleados de esas firmas. 73
nacional argentino.
Las limitaciones estructurales que impidieron el acceso de los
Aunque la inmigración neta fue positiva, el porcentaje de ex­ inmigrantes a la tierra 74 explicaban las razones por las cuales los
tranjeros en el total poblacional descendió durante la década de inmigrantes se volcaron al desarrollo de actividades manufacture­
los treinta. Se calcula que en 1939, dicho porcentaje rondaba ras, 75 ya sea como empresarios pioneros o corno simples trabaja­
el 19%. dores.
A su vez, el estallido de la Segunda Guerra Mundial detuvo Entre los primeros se cuentan al francés Adrián . Prat, quien
momentáneamente la inmigración ultramarina. De manera similar llega al país como mozo, trabaja de doméstico y luego instala un
a lo ocurrído con la Gran Guerra, a la finalización de la contienda
bélica se reanudó el arribo de miles de personas que se escapaban
de la devastación europea. 71 Tomquist, Ernesto (1919) señala que la actividad donde se concentraba el
A pesar de eso, la importancia de los inmigrantes en el conjunto mayor número de extranjeros, en 1914, era el comercio (38% argentinos, 62% ex­
tranj eros).
poblacional continuó disminuyendo. Así, el Censo de 1947 reveló n Ese porcentaje se redujo al 65% en el Censo de 1914.
que "apenas" representaban el 15% de los habitantes de la Ar­ 73 Panettieri, José (1969).
74 El Censo de 1914 reveló que solamente el 42% de los habitantes vivían en
gentina. poblaciones rurales a pesar de que la estructura económica argentina era predomi­
nantemente agropecuaria. Además, solamente el 10% de los propietarios rurales eran
68 Cortés Conde, Roberto (2001). extranjeros contra el 90% que se registraba en los establecimientos comerciales e
69 Cibotti, Ema (2000). industriales.
70 Taylor, Alan (1992). 75 Díaz Alejandro (1975).

26 / Diego Rubinzal: Hlsloria económica argentina (1880-2009) Diego Rubir"llal: Historia económica argent,na (1880-2009) / 27
taller que fabricaba paño con lavado y limpieza de lana; a Juan
Bcrisso, peón de lavadero, gue llega a construir astilleros; al italiano
Silvestre Zarnboni, herrero de profesión, que instala una fundición
y herrería mecánica; a Bagley, que funda una fábrica de galletitas,
entre tantos otros.76
Ferrer comenta que "no más del 25% de los inmigrantes lle­
gados al país se orientaron hacia las actividades rurales, mientras
que el 75% se radicó en los centros urbanos y formó la fuerza de
trabajo disponible para la industria y los servicios. Así se explica
que, en 1914, mientras los extranjeros de nacimiento representaban
el 42, 7% de la población total, los inmigrantes sólo constituían el
10% de los propietarios de bienes raíces"."
También los inmigrantes fueron los que fundaron las primeras
instituciones comunitarias basadas en los principios de solidaridad,
cooperación y ayuda mutua. Por ejemplo, las cajas de crédito co­
operativas surgieron bajo la forma de cajas mutuales de la comu­
nidad judía.1s.79
Por su parte, la primera cooperativa de consumo del país fue
gestada por el primer grupo socialista que se registra en la Ar­
gentina.80 A su vez, el Partido Socialista (fundado en 1896) estaba
formado mayoritariamente por inmigrantes insertados en las pro­
ducciones del Litoral o en los servicios públicos de Buenos Aires
(ferrocarriles, gas, electricidad).81
El fomento de la inmigración no estuvo exento de algunos vai­
venes sujetos al clima social reinante. Las consecuencias de la crisis
económica de 1890 fomentaron el surgimiento de sectores nacio­
nalistas que buscaron instalar a los inmigrantes como los chivos
expiatorios de los problemas nacionales y corno culpables de la
falta de civismo nacional. Así, se sancionaron algunas leyes repre­
sivas, Ley de Residencia (año 1902), Ley de Defensa Social (1910),
con el objeto de ser aplicadas contra los inmigrantes "indeseables".
76 Galctti, Pablo (1984).
77 Ferrer, Aldo (2004).
78 Spognardi, Andrés (2008).
79 El primer contingente judío arribó a la Argentina en agosto de 1889, asentándose
en la Provincia de Santa Fe, dando origen a la primera colonia judía agrícola en la
localidad de Moisés Ville. Con posterioridad, miles de judfos emigraron a la Argentina
en el marco del proyecto de la Jcwish Colonizatlon Association (JCA) fundada por
el Barón Hirsch. El objetivo de la JCA era ayudar a los ju dios asquenazíes perseguidos
en la Rusia zarista a convertirse en colonos agricultores en las pampas argentinas.
Para ello, la JCA adquirió más de 600.000 hectáreas repartidas entre las Provincías
de Buenos Aíres, Entre Ríos y Santa Fe, La Pampa y Santiago del Estero. Fuente:
Scnkrnan, Leonardo (2009).
80 El Club Vorwarts fue fundado por un grupo de inmigrantes alemanes en 1881
en las instalaciones de la cervecería Bieckert,
81 Elgue, Mario César (2009).
28 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
Esas leyes facultaron al Poder Ejecutivo nacional a ordenar la
salida del país y/o a impedir el ingreso de todos aquellos extranjeros
que habían sido condenados o eran perseguidos por los tribunales
extranjeros (por crímenes o delitos de derecho común) y cuya con­
ducta comprometiera la seguridad nacional o perturbara el orden
público.
Dos días después de aprobada la ley de residencia, el gobierno
decretó el estado de sitio, expulsando a 21 inmigrantes italianos
y españoles a sus pueblos de origen.
Algunos años antes de esa legislación represiva ( en 1894), el
presidente Luis Sáenz Peña había advertido: "Aquel que invoque
la hospitalidad debe merecerla por su vida anterior y por su con­
ducta subsiguiente. Si su entrada o permanencia en nuestro suelo
llegaran a constituir una amenaza contra nuestras instituciones o
nuestra sociabilidad, el Poder Ejecutivo, representante de la sobe­
ranía nacional, debe hallarse habilitado para contrarrestarla, ne­
gándole su entrada o decretando su salida del país".
1.5. La infraestructura
Además de la ocupación territorial, de la consolidación de una
burocracia estatal y del aluvión inmigratorio, la realización de obras
de infraestructura resultó uno de los requisitos esenciales para la
transformación de la economía nacional.
Entre ellas, el tendido de los ramales ferroviarios sobresalió
claramente sobre el resto de las inversiones en infraestructura física
por la magnitud de recursos destinados y por su trascendencia
como herramienta para la integración territorial y el aumento de
las transacciones económicas.
Desde comienzos de la década de los 60 del siglo XIX hasta
mediados de la década siguiente, la construcción de ferrocarriles
tomaría un fuerte impulso a partir de una serie de factores internos
(consolidación y modernización del Estado bonaerense, reunifica­
ción nacional) y externos ( expansión del mercado financiero de
Londres, ampliación del comercio internacional, interés por nuevas
áreas productivas).82
Esos factores externos explicarían por qué la mayoría de las
inversiones británicas se terminaron orientando hacia los países
latinoamericanos, africanos o asiáticos.
En el caso argentino, los capitales externos se canalizaron hacia
aquellas actividades vinculadas con la producción y comercializa­
82 Regalsky, Andrés (2007).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-?009) / 29
ción primaria. En ese sentido, la construcción de una red ferroviaria
era un requisito esencial para trasladar las cosechas hacia las zonas
portuarias.
La favorable evolución de los precios internacionales de los
productos primarios y las generosas condiciones otorgadas por el
gobierno nacional para el tendido de los ramales ferroviarios es­
timularon especialmente el ingreso de los capitales ingleses a ese
negocio.
La promoción estatal de este tipo de emprendimientos ya había
sido recomendada por uno de los ideólog;os del proyecto de país
auspiciado por la generación del ochenta: Juan Bautista Alberdi.
En su célebre obra ("Bases"), el tucumano afirmaba que "para
tener ferrocarriles hay que negociar empréstitos en el extranjero
y proteger las empresas extranjeras para la construcción de ferro­
carriles colmándolas de todo favor ímaginable't.P
Siguiendo las recomendaciones de Alberdi, las compañías fe­
rroviarias recibieron beneficios tales como la eximición por 40 años
de cualquier tipo de impuesto para la importación de materiales
de construcción, el otorgamiento de concesión de tierras al costado
de las vías,84 una garantía de tasas mínimas de ganancias (normal­
mente se aseguraba una tasa de rentabilidad del 7% sobre el capital
invertido) y la libre transferibilidad al exterior de los servicios del
capital invertido. ss
Prácticamente la única exigencia a las compañías ferroviarias
fue el establecimiento de una contribución única del 3% del pro­
ducto líquido de sus líneas. Ese aporte debía ser destinado a la
construcción de puentes y caminos que permitieran el acceso a las
estaciones ferroviarias.
Con respecto a los privilegios otorgados, la garantía de renta­
bilidad asegurada fue causa de numerosas controversias a lo largo
de su vigencia. Las diferencias normalmente giraban alrededor de
los gastos de explotación y el monto del capital invertido declarado
por las compañías ferroviarias. Esos números eran claves al mo­
mento de definir si la tasa de rentabilidad era inferior al tope
fijado oficialmente y, por ende, correspondía al Estado abonar las
garantías correspondientes.
Pero más allá de estos conflictos, las empresas se vieron favo­
83 Alberdi, Juan Bautista (1943).
84 Muchas de estas tierras fueron vendidas transformándose en un excelente ne­
gocio inmobiliario.
85 En 1907, Emilio Mitre logró la sanción de una ley que prorrogó los beneficios
originales de esas compañías. En su historia de los ferrocarriles argentinos, Raúl Sea­
labrini Ortiz cuenta la veloz y subrepticia aprobación que tuvo la llamada Ley Mitre.
30 / Diego Rubínzal: Historia económica argentina (1880-2009)
recidas por las asimetrías que existían en el mecanismo de cance­
lación de la contribución que debían abonar las compañías y las
garantías liquidadas por el Estado. Mientras que estas últimas eran
canceladas en metálico, el producto neto de las firmas se llevaba
en papel moneda por lo que su valor real se vio fuertemente afec­
tado por la depreciación monetaría registrada a partir de 1889.86
Pero no todas las compañías se acogieron a la garantía de ren­
tabilidad estatal para no verse obligadas a adoptar las tarifas fijadas
oficíalmente.P La explicación de ese comportamiento estuvo dado
en que en muchos casos el nivel de beneficios superaba la barrera
del siete por ciento. Hacia finales de 1891, solamente el 35% de
la inversión extranjera en el sector contaba con esa cláusula.f
A la par de cumplir con su principal cometido (el traslado de
la producción),89 el diseño ferroviario ­en forma de abanico ha­
ciendo centro en las zonas portuarias­ consolidó los­ manifiestos
desequílibrios regionales existentes.
El emprendimiento agroexportador de base pampeana ocupó
el centro de la dinámica nacional, generándose una brecha con el
resto de los territorios no integrada a esa lógica productiva."
Al desaparecer las distancias como barrera de protección de
las economías regionales, los productos importados llegaron fácil­
mente al interior, dañando las precarias industrias locales. A su
vez, la penetración de los productos importados produjo una re­
ducción del precario intercambio regional existente.91
Por otra parte, el tendido del ferrocarril no se transformó en
un instrumento de impulso industrial interno, ya que se importaron
hasta las más simples piezas, las estructuras edilicias, las vías y los
equipamientos.92 La eximición de los derechos de importación para
las compras de las compañías ferroviarias favoreció el abasteci­
miento externo y el nulo derrame en la economía local.
1.5.1. La inupción de los ferrocarriles
La construcción ferroviaria redefinió abruptamente los sistemas
de comunicación de la Argentina. Mientras que en 1857 solamen­
86 Regalsky, Andrés (2007).
87 Rapoport, Mario (1990). Por ejemplo, el Central Argentino se retiró del sistema
en 1884.
88 Regalsky, Andrés (2007).
89 Los costos de transporte se redujeron desde los $ 7 oro la tonelada transportada
cada 100 kilómetros por las carretas a los$ 1,50 oro por ferrocarril. Fuente: Cortés
Conde, Roberto (1969).
90 Cao, Horacio y Vaca, Josefina (2006).
91 Ferrer, Aldo (2004).
92 Vitelli, Guillermo (1999).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009} / 31
te existían 10 kilómetros de vías férreas construidas por capitales
privados argentinos, treinta años más tarde habían aumentado
a 6.700 km.93
La primera concesión otorgada a capitales privados fue la de
los Ferrocarriles Norte de Buenos Aires (1857) que debía construir
un ferrocarril desde la Aduana hasta Retiro.94
En el año 1862, le siguieron el Ferrocarril Sud (se internaba
en el sur bonaerense y luego se extendió hasta la zona patagónica)95
y el Central Argentino ( cuyo objetivo era unir a las ciudades de
Rosario y Córdoba). En la década de los setenta se construyó el
ferrocarril de Buenos Aires a Campana,' y el Argentino del Este
(de Concordia a Monte Caseros)."
En la mayoría de los casos, la construcción de los ferrocarriles
fue financiada por inversores ingleses. A eso se debió la numerosa
importación de técnicos y obreros ingleses que se produjo en los
inicios del tendido de las líneas férreas.97 Mientras que el personal
superior era británico, los que seguían en la escala jerárquica eran
italianos o españoles porque existían fuertes limitaciones para el
ingreso de los trabajadores argentinos.w
Las compañías británicas propietarias de los ferrocarriles Sud,
Oeste y Central Argentino llegaron a controlar el 50% de la red
ferroviaria totaJ.99
Por su parte, los capitales franceses invirtieron en el ramal Ro­
sario­Balúa Blanca y en uno que recorría el centro­norte santafe­
sino.
A su vez, el Estado nacional y algunos provinciales financiaron
el tendido de distintos ramales ferroviarios.
Por ejemplo, el Ferrocarril Oeste fue construido inicialmente
­en 1854­ con el aporte de capitales privados nacionales y de la
Provincia de Buenos Aires. En 1862, el Estado adquirió la tota­
lidad de la participación accionaria de los inversionistas priva­
dos.100 Posteriormente, la extensión de ese Ferrocarril fue ejecu­
tada primero por la Provincia de Buenos Aires con fondos propios
y luego por el gobierno de Roca (1882) mediante la obtención
de un empréstito.
· 93 Fcrrer, Aldo (2004).
94 Esa concesión fue revocada por incumplimiento de los plazos fijados.
95 A principios del siglo XX, el Ferrocarril del Sud tenía 3.500 kilómetros de
extensión, es decir un poco más del 20% de la red ferroviaria total de la Argentina.
96 Regalsky, Andrés (2007).
97 Irazusta (1981 ).
98 Elgue, Mario César (2009).
99 Ferrer, Aldo (2004).
100 Schvarzer, Jorge y Gómez, Teresita (2006).
32 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·2009)
Entre mediados de la década de los setenta y la década siguiente,
el Estado nacional construyó el Ferrocarril Andino ( que se extendía
hacia el oeste)1º1 y el Central Norte (que desde la ciudad de Cór­
doba se extendía hacia el norte). Por su parte, los gobiernos pro­
vinciales de Santa Fe y Entre Ríos avanzaron en la construcción
de sus propias redes ferroviarias.
Como afirman Regalsky y Salerno:102 "Sucesivas ampliaciones
hacia el oeste y hacia el norte, particularmente durante la presi­
dencia del general Roca (1880­1886), fueron llevando la longitud
de esta red estatal a unos 1.900 kilómetros en 1886, lo que sumado
a las líneas de propiedad de los estados provinciales ( el Ferrocarril
Oeste en la Provincia de Buenos Aires, y el Ferrocarril de Santa
Fe) equiva1ían a la mitad de la red ferroviaria existente".
Entre 1880 y 1900, el tendido de líneas férreas pasó de 2.550
a 16.563 kilómetros y las cargas transportadas crecieron desde
772.717 a 10.334.560 toneladas.P' A su vez, el número de pasajeros
pasó de unos 14 millones en 1895 a 20 millones en 1902 y a más
de 82 millones en 1913.104
A partir de 1887, el presidente Juárcz Celman redujo al 5% la
tasa garantida'< y dispuso la transferencia de las concesiones co­
rrespondientes al Ferrocarril Andino, al Ferrocarril Oeste y a los
principales ramales del Central Norte (sobresaliendo el tramo que
enlazaba las ciudades de Córdoba y Tucumán) a capitales ingleses.
Por su parte, el gobierno de Santa Fe transfirió sus ferrocarriles
a una compañía Irancesa.l'é
De esa manera, la longitud manejada por el Estado nacional
se redujo a apenas unos 300 kilómetros en 1890. Al año siguiente,
el Estado construyó una serie de ramales dispersos en distintas
zonas periféricas por lo cual pasó a administrar unos 1.000 kiló­
metros. En los años siguientes, el Estado retomó la administración
de algunas compañías y rearmó una red estatal de 2.000 kilómetros
de extensión organizada en torno a tres líneas: el nuevo Central
Norte, el Argentino del Norte y el Andíno.P?
La crisis de 1890 produjo un parate en la extensión de la in­
101 En octubre de 1873 se realizó la apertura de la primera sección que iba desde
Villa María a Río IV. En 1875 se inauguró la línea hasta Villa Mercedes, en 1882
hasta la capital de San Luis y en 1885 hasta Mcndoza y San Juan.
102 Regalsky, Andrés y Salomo, Elena (2008).
103 Ministerio de Obras y Servicios Públicos (1962).
104 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008),
105 La tasa garantida había sido fijada en el 6% durante la presidencia de Roca.
106 Una tercera parte de las inversiones extranjeras del período tuvo como destino
a los ferrocarriles. El 60% de las mismas era de procedencia británica. Fuente: Díaz
Alejandro, Carlos, en Gallo, Ezequiel y Ferrari, Gustavo (comps.) (1980). ·
107 Regalsky, Andrés y Salema, Elena (2008).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (7 880-2009) / .33
fraestructura ferroviaria y una reorganización del espectro ferro­ En 1908, la red ferroviaria principalmente estaba distribuida
viario. Por un lado, el Estado absorbió a las empresas que se en­ en las siguientes provincias: Buenos Aires: 33,97%, Santa Fe:
contraban en dificultades, mientras que por otro, las firmas más 16,86%, Córdoba: 13,05%, Santiago del Estero: 5,50%, Entre Ríos:
pequeñas fueron adquiridas por las compañías más grandes. 4,50% y La Pampa 4,40%.112
A su vez, el gobierno de Pellegrini impulsó la sanción de una La Argentina llegó a tener en 1915, el tercer sistema ferrovia­
Ley de Ferrocarriles Nacionales (17/11/1891), permitiéndole al Es­ rio ­detrás de Estados Unidos y Canadá­ en el continente ame­
tado nacional adquirir múltiples capacidades rcgulatorias sobre casi ricano.!"
todo el espectro ferroviario.
Durante la gestión Sáenz Peña­Uriburu, el gobierno nacional avan­ 1,5 Extensión de los ferrocarrñes
zó en la renegociación de las deudas estatales en concepto de garantías
Año Km
ferroviarias. Previo a ello se constituyó un'a Comisión Investigadora
encargada de revisar la contabilidad de las compañías privadas. 1860 39
Gerchunoff, Rocchi y Rossi108 señalan que "La Comisión In­ 1870 732
vestigadora presentó un durísimo informe final en octubre de 1895, 1880 2.556
referido a siete de las diez compañías ferroviarias involucradas. 1890 9.432
En el caso de dos ferrocarriles (el Noroeste Argentino y Central
1900 16.563
Córdoba), determinó créditos a favor del gobierno por ingresos
netos que no habían sido declarados por las empresas. El informe 1910 27.993
le sirvió al ministro del Interior Benjamín Zorrilla, comprovinciano 1920 33.884
y amigo del presidente, para finiquitar una negociación con las
Fuente: MOSP (1962).
siete empresas sobre bases más moderadas que las de la Comisión,
lo que significó un alivio para los accionistas de las compañías y
un motivo de crítica para los opositores". En ese período, las inversiones estatales en los ferrocarriles se
convirtieron en el principal rubro de las obras públicas. Las obras
El 10 de enero de 1896, los legisladores aprobaron la entrega
en saneamiento lo superarían levemente recién a partir de 1925.114
de bonos estatales para cancelar la deuda acordada. A partir de
ese momento, desaparecieron los ferrocarriles garantidos y la red Entre 1900 y 1930, el Estado pasó a manejar casi 9.000 kiló­
quedó conformada por los ferrocarriles estatales y los privados metros de vías férreas, aumentando progresivamente su participa­
con regulación estatal.P? ción sobre el total. Así pasó del 2,5% en 1890 a más del 12% en
el período 1900­1910 y al 22,6% en 1930.rn
A principios del. siglo XX, la construcción de los ferrocarriles
retomó un renovado impulso ­se ampliaron las viejas líneas y las
1,6, Evolución de la red ferroviaria
ya existentes­ y al cabo de veinte años, se había duplicado la ex­
tensión de los ramales ferroviarios. Esa corriente inversora estuvo Período 1890-1945
alentada ­entre otras causas­l'" por la extensión por 40 años de AAo Km Km rerrocarriles % Ferrocarriles
las franquicias aduaneras que gozaban las compañías ferroviarias estatales estatales sobre
el total
aprobadas durante la gestión de Figueroa Alcorta.!'!
1890 12.606 320 2,54%

108 Gcrchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastén (2008). 1895 14.029 1.026 7,31%
109 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Femando y Rossi, Gastón (2008). 1900 16.563 2.016 12,17%
110 Entre las que se puede mencionar: el fuerte crecimiento de la producción
agrícola, los saldos positivos de la balanza comercial, los acuerdos alcanzados con los 1905 19.546 2.468 12,63%
acreedores en materia de deuda pública y la correspondiente reanudación de su pago
y la adopción del régimen de libre convertibilidad del papel moneda según las normas 112 Villanucva, Javier (2001).
del patrón­oro. Fuente: Regalsky, Andrés (1986). 113 Wright, Winthrop (1980).
111 El gobierno "obtuvo" un relativo control sobre la fijación de las tarifas a 114 Regalsky, Andrés y Salerno, Elena (2008),
cambio de ese significativo privilegio. 115 Rcgalsky, Andrés y Salerno, Elena {2008).

34 / Diego Rubinzal: Historia ecooórnca argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 35
 1.6. Evolución de la red ferroviaria tabilidad de las empresas privadas, las que diferían del criterio del
Período /890-1945 Estado, que impulsaba las obras ferroviarias y mantenía en ope­
ración ferrocarriles en aquellas regiones que no interesaban a los
Año Km Km ferrocarriles '¼, Fcrrocarrllei
estatales estatales sobre capitales particulares.!"
el total Alvear ( 1922­1928) man tendría la política ferroviaria yrigoyc­
1910 27.992 3.490 12,47% nista durante su presidencia.
1915 33.710 4.7113 14,22% En 1930, el 60% de la red ferroviaria se concentraba en las
provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba. De ese total, las
1920 35.278 6.310 17,89%
nueve décimas partes pertenecían a las empresas británicas y una
1925 36.101 6.877 19,05% fracción a las francesas. En cambio, los ferrocarriles del Estado
1930 39.799 8.979 22,56% se concentraban en las zonas mar gin ales.!"
1935 40.008 9.188 22,97% Otra obra de infraestructura esencial para la comercialización
1940 41.370 12.772 30,87%
de los productos agropecuarios fu e ron los puertos. Todas las cons­
trucciones portuarias relevantes fueron construidas después de
1945 42.036 12.942 30,79%
1880.118 Específicamente, a principios del siglo XX se terminaron
Fueme: Salemo, Elena (2008). de construir los puertos de Rosaría y Buenos Aires.119
En el caso del puerto de Buenos Aires, éste fue construido
La explotación de esos ferrocarriles estatales fue rentable eco­ siguiendo el proyecto trazado por Eduardo Madero. ·
nómicamente hasta 1912. A partir de allí, el déficit global fue casi De las diez empresas extranjeras que obtuvieron, a fines del siglo
permanente, por la tendencia de los gastos a subir más que los XIX, concesiones portuarias, siete eran compañías de fcrrocarriles.12º
ingresos debido a la ampliación de la red a zonas no redituables
desde el punto de vista económico.
2. El pilar de la economía nacional: el sector agropecuario
1.7 Gasto público total y en ferrocarriles La producción agropecuaria y sus exportaciones fueron el nú­
(Medias quiquenales en miles de pesos moneda nacional} cleo inicial del desarrollo y de la acumulación de capital y poder
Periodo 1900-1929 económico en la Argentina.121
'¼, Gasto en
La estancia se convirtió en la primera empresa capitalista en
Año Gaslototal Gasto en
ferrocarriles fcrrocarrilcsffotal gran escala y expansiva de la economía nacional.F'
1900­1904 178.250 3.875 2,17%
En ese sentido, la Argentina se insertó comercialmente en el
mercado internacional como abastecedor de lanas, 123 carnes y ce­
1905­1909 276.618 19.598 7,08%
reales del mercado inglés.
1910­1914 411.020 33.518 8,15% Uno de los factores de esa particular inserción internacional
1915­1919 402.622 5.244 1,30% era la correspondencia entre la oferta de productos primarios de
1920­1924 593.223 22.704 3.83% la pampa húmeda y su demanda por parte de una economía po­
1925­1929 846.514 24.950 2,95%
116 Salerno, Elena (2008).
Fuente: eloboracion propia a partir de Regalsky, Andrés y Salemo, Elena (2008). 117 Puiggrós, Rodolfo (2006).
118 Lazzaro, Silvia (1992).
119 Coscia, Adolfo (1980).
En 1920, el gobierno yrigoyenista vetó la ley impulsada desde 120 Puíggrós, Rodolfo (2006).
el Senado con mayoría conservadora, que constituía una empresa 121 Ferrer, Aldo (2004).
122 Ferrer, Aldo (1968).
mixta con los Ferrocarriles del Estado y con otros ferrocarriles de 123 Uno de los contratiempos que tuvo el comercio de lanas fue la decisión del
capitales privados. Yrigoyen criticaba que la ley sancionada dejaba Parlamento de Estados Unidos de cerrar la importación de lanas argentinas en 1867.
a las poblaciones y regiones subordinadas a los parámetros de ren­ En ese entonces, Estados Unidos absorbía una cuarta parte de las colocaciones ar­
gentinas. Fuente: Chiaramonte, Juan (1986).

36 / Diego Rubinza!: Histooa económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argent,na (1880-2009) / 37
derosa y dinámica ­aunque pobre en tierras e importadora de ali­
mentos­ como lnglaterra.124
Por supuesto que eso también fue posible debido a adelantos
tecnológicos tales como las nuevas embarcaciones dé hierro con
motor a vapor, los ferrocarriles y las cámaras frigoríficas, entre
otras.
Como señala Díaz Alejandro.!" la disminución de los costos
de los fletes marítimos, el acondicionamiento para productos con­
gelados, la incorporación de mano de obra, tierras y capitales, un
marco político estable y el liberalismo gubernamental en comercio
y movilidad de factores de producción fueron todos factores que
estimularon el crecimiento de las exportaciones agropecuarias.
En 1929, el 70% del valor de la producción agropecuaria de
la zona pampeana era destinado a la exportación volcada funda­
mentalmente al mercado europeo, en general, y al inglés en par­
ticular.P' Las particulares relaciones de intercambio anudadas por
la Argentina le permitirían formar parte de un comercio triangular
en donde el déficit comercial registrado con los Estados Unidos
­las importaciones procedentes de ese país fueron creciendo pro­
gresivamente­P? era compensado con el superávit de intercambio
obtenido con el continente europeo.P'
El rol como proveedor de productos primarios y el vínculo pre­
ferencial, por lo menos claramente vigente hasta 1914,129 anudado
con la potencia hegemónica de la época fueron arduamente de­
fendidos por la elite dirigencial.
En ocasión de la celebración de la Primera Conferencia Pana­
mericana en Washington (1889­1890), los delegados argentinos
(Roque Sáenz Peña y Manuel Quintana) no hicieron más que boi­
cotear las propuestas norteamericanas de creación de una unión
aduanera americana y de una moneda común.
En esa conferencia Sáenz Peña denunció la contradicción de
los Estados Unidos quienes, por un lado, proponían la constitución
de una Unión Aduanera y, por el otro, se negaban a firmar acuerdos
bilaterales que lesionaran su política proteccionista. El fracaso de
esa Conferencia no hizo más que demostrar que la elite argentina
124 Gcrchunoff, Pablo y Llach, Lucas (2003).
125 En Gallo, Ezequiel y Ferrari, Gustavo (comps.) (1980).
126 Ferrer, Aldo (1963 b).
127 Las mismas pasaron de representar el 13% del total de importaciones argen­
tinas, en 1914, al 35% en 1919. Fuente: Ortiz, Ricardo (1958).
128 Fcrrer, Aldo (2004).
129 Según Henry Fcrns (1974) esa relación dorada culminó en la Primera Guerra
Mundial, momento en cual el mayor dinamismo de las inversiones extranjeras pasó
a manos de los capitales alemanes y norteamericanos.
38 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
optaba por proteger el vínculo privilegiado con Gran Bretaña y el
resto de Europa. 130
Más de cuarenta años después, el vicepresidente argentino Julio
Argentino Roca (hijo) declararía que "Argentina es, desde el punto
de vista económico, parte integrante del Imperio Británico."
2.1. La actividad ganadera
El desarrollo productivo rural estuvo muy ligado a la producción
ovina en sus comienzos.
La existencia de ganado ovino pasó de las quince millones de
cabezas en 1850 a cuarenta millones en 1865, cincuenta y siete
en 1881, superando las sesenta millones al finalizar el siglo. A su
vez, las exportaciones laneras crecieron desde las 7.500 toneladas
en 1850 a las casi 19.000 en 1858 y a las 90.000 en 1875. Argentina
se convirtió así en un relevante actor del comercio mundial de ese
producto siendo la lana su principal producto de exportación hasta
finales de ese siglo.P!
La producción de lana y carne ovina era marcadamente exten­
siva. Durante la primera década del siglo XX, en lo que luego
sería la Provincia de Santa Cruz, menos de diez mil personas cria­
ban 11 millones de ovejas.132
1.8 Existcoci11s de ganado vacuno y ovino (en miles de cabezas)
Año Vacunos Ovinos
1875 13.338 57.507
1888 21.964 66.701
1895 21.702 74.380
1908 29.117 67.212
Fuente: Secretaria de Agricultura, Ganadena, Pesca y Alimentos.
La producción ovina sería progresivamente desplazada en im­
portancia por la multiplicación de las explotaciones vacunas.
A partir de 1880 se incrementó exponencialmente la importa­
ción de alambre debido a la difusión de la técnica de alambrado
para marcar los límites territoriales, reemplazando la utilización
de pozos y aguadas naturales. El aumento en la importación de
alambres era un indicio de la creciente importancia que comenzaba
a tener la producción ganadera.
130 Morgenfcld, Lcandro (2009).
131 Palacio, Juan Manuel (2008).
132 Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (1990).
Diego Rubinzal: Historia económica argent,na (1880-2009) / 39
 Como señala Horado Giberti, "el mejoramiento ganadero ba­
sado sobre la mestización del ganado criollo con ovinos y vacunos
refinados agregó imprescindibilidad al alambrado, porque debía
evitarse que la introducción de ganados no refinados de los vecinos
esterilizara la tarea de mejoramiento por cruza o que los vecinos
aprovecharan los buenos reproductores para mejorar sus propios
rodeos" .133
En el período 1880­1890, las exportaciones ovinas crecieron un
176% mientras que las vacunas lo hicieron a un impactante 3.600%.
El incremento de las exportaciones era posible por avances tec­
nológicos tales como la irrupción de las plantas refrigeradoras. Los
primeros frigoríficos británicos se instalan en la Argentina en 1883.
La novedad de la cadena de frío facilitó las posibilidades de
exportar la carne argentina, sobre todo luego de la suspensión de
importación de ganado en pie decidida por el Reino Unido ante
un brote de aftosa producido a comienzos del siglo XX.134
Los ingresos por las exportaciones subieron por mayores volú­
menes comercializados y por una suba de los precios, al comenzar
el siglo.
A partir de 1903, las exportaciones de vacunos superaron por
primera vez a las ventas de carnes ovinas.
A su vez, la instalación de los frigoríficos promovió el proceso
de desrnerinización (el reemplazo de la oveja merino, buena pro­
ductora de lana, por la lincoln, buena productora de carne).135
Otro avance tecnológico resultó la posibilidad de reemplazar el
proceso de congelado por el enfriado. Esa novedad permitiría que
la carne pudiera conservar su sabor original.
El crecimiento de las exportaciones cárnicas vino acompañado
de un refinamiento en los planteles ganaderos. Los productores
fueron eliminando de su rodeo el ganado criollo e incorporando
las razas (básicamente el Shorthorn 136 cuya carne más tierna y gra­
sosa se adaptaba mejor al paladar inglés) demandadas por los fri­
goríficos.
En el censo de 1914, el 45,5% de los vacunos refinados existentes
133 Giberti, Horado, reportaje realizado en Hlstoria de la Economía argentina del
siglo XX, en Página/12, 2007/2008.
134 La prohibición de exportar ganado en pie favorecía a los frigoríficos ingleses.
135 Girbal­Blacha, Noemí (1998).
136 "Este proceso puso de manifiesto un incremento en la productividad sin pre­
cedentes hasta entonces, que salta a la vista con sólo comparar a qué edad la hacienda
alcanzaba el máximo peso, así los Shorthorn, Hcrcford y Aberdccn Angus daban 600
kilos a los 4 años, en cambio, los criollos estaban entre 280 a 350 kilos entre los 6 a
7 años". Fuente: Ses10, Carmen (2003).
40 / Diego Rubínzal: Historía econémica argentina (1880·2009)
en el país pertenecían a la raza Shorthorn, mientras que en 1930
ese porcentaje creció hasta el 56,2%.137
Por esos años, casi la mitad del tonelaje de vacunos faenados
eran destinados a los mercados externos.
El estallido de la Primera Guerra Mundial produjo algunos
temores sobre la evolución futura de las exportaciones argentinas.
Los temores parecieron confirmarse cuando transitoriamente se
paralizaron las ventas destinadas al mercado europeo. Sin em­
bargo, la decisión del gobierno inglés de asegurar el abasteci­
miento alimenticio del mercado británico y de las tropas aliadas
multiplicó las exportaciones de carnes enfriadas y congeladas ar­
gentinas.
Así, la exportación aumentó de las 370.000 toneladas comer­
cializadas al inicio de la contienda bélica a las 680.000 toneladas
que se vendían al finalizar la misma.138.
Tentados por los beneficios de la guerra, los ganaderos argen­
tinos extendieron sus manadas desde los 26 millones de cabezas
en 1914 a los 37 millones en 1927.139 Entre 1914 y 1929, el ganado
refinado vio crecer su valor de 37 a 55 pesos reforzando el interés
por invertir en el sector.140
Sin embargo, la actividad ganadera sufriría diferentes vicisi­
tudes a lo largo de esos años ya que la acumulación de stock
y la recuperación de la producción ganadera europea generó
un derrumbe de precios cercano al 30%, durante el bienio 1921­
1922.141
A eso se sumó la implementación de barreras al ingreso de la
carne argentina al mercado norteamericano cuando el Congreso
de ese país votó una ley de emergencia tarifaría que retrotraía los
aranceles a los elevados niveles previos al desarrollo de la Primera
Guerra Mundial. Esa política proteccionista afectó el comercio de
carnes, cereales y frutas.142
Si bien ese mercado no era relevante para las exportaciones
argentinas, prometía buenas posibilidades a futuro.
137 Ortiz, Ricardo (1958).
138 Girbal­Blacha, Noemí (1998).
139 Smith, Pctcr (1%8).
140 Girbal­Blacha, Noemí (1998).
141 En ese momento, los consumidores volvieron a demandar carnes enfriadas
en desmedro de las congeladas. Por lo tanto, "los sectores vinculados al congelado
no pueden colocar el stock ganadero acumulado y los precios caen precipitadamente.
El refrigerado, y con él los sectores invcrnadores, recobran importancia y se aprestan
a recuperar el espacio perdido". Fuente: Gírbal­Blacha, Noemí (1998).
142 Rapoport, Mario (2002), La integración argentina entre el Mercosur y el ALCA.
La cuestión comercial y el proteccionismo norteamericano, en Realidad Económica
N11 191, JADE, Buenos Aires.
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·2009) / 41
 1.9 Exportaciones ganaderas y totales en millones de dólares la hacienda. El 30 de octubre de 1922, el hacendado bonaerense
Año Productos E,cportacio­ % E11por• Año Productos Exportado­ �F.xpor­ Pedro Pagés se convirtió en el vocero de esas posiciones. En una
dela nes totales loción pro- de la nos 101alfs laci611 pro­ conferencia de prensa organizada al efecto, Pagés reclamó el re­
gallll<leria duelo., garn,deña duelos
ganaderos gonadtros emplazo del impuesto a la exportación de carnes por uno de "es­
sobre ex- sobre"• tabilidad y defensa de la producción pecuaria" que transferiría lo
portQclones portarioaos
totates tot.:>lts recaudado a un organismo autónomo con el objetivo de naciona­
1880 52,67 Só,32 93,52% 1906 125,17 281,96 44,39%
lizar los frigoríficos extranjeros, créditos blandos para el sector,
leyes reguladoras de la actividad frigorífica y la creación de frigo­
1881 53,05 55,9 94,90% 1907 126,46 285,75 44,26% ríficos regionales que funcionaran como un regulador de los pre­
1882 53,25 58,26 91,40% 1908 117,94 353,11 33,40% cios, entre otras medidas.143
1883 52,79 58,09 90,88% 1909 154,09 383,32 40,20% Para fundamentar científicamente sus reclamos, la Sociedad Ru­
1884 55,97 65,63 85,28% 1910 171,17 375,75 45,55% ral Argentina encomendó a la Facultad de Ciencias Económicas
un estudio sobre el mercado de la carne. El elegido para esa tarea
1885 70,8 80,93 87,48% 1911 179,48 329,99 54,39%
resultó ser el joven graduado Raúl Prebisch.
1886 59,48 67,38 88,28% 1912 202,45 484,88 41,75%
Prebisch realizó una meticulosa investigación basada en fuentes
1887 62,22 81,45 76,39% 1913 191,48 494,88 38,69% estadísticas nacionales e inglesas y, para decepción dela Sociedad
1888 76,34 96,59 79,04% 1914 185,16 375,68 49,29% Rural, refutó la idea de la existencia de un pool todopoderoso que
1889 72,l 86,97 82,90% 1915 222,43 551,47 40,33% manipulaba los precios. Por el contrario, Prebisch sostuvo que los
1890 69,57 97,27 71,52% 1916 284,35 551,34 51,S7%
mismos se regían por la ley de oferta y demanda aunque reconoció
la existencia de un pool de frigoríficos y recomendaba adoptar
1891 64,3 99,SB 64,57% 1917 374,58 548,08 68,34% algún tipo de intervención estatal moderada.v"
1892 69,98 109,38 63,98% 1918 506,61 810,79 62,48% Por su parte, el presidente Alvear receptó algunas de las de­
1893 56,21 90,78 61,92% 1919 540,95 1.016,5 53,22% mandas de los productores, emitiendo un decreto que fijaba de­
1894 63,33 98,11 64,55% 1920 278,56 930,37 29,94% terminados precios mínimos. Esa decisión fue sistemáticamente
75,61 115,84 65,27% 1921 187 485,59 38,51%
saboteada por los frigoríficos, quienes finalmente lograron la sus­
1895
pensión del citado decreto.
1896 72,35 112,69 64,20% 1922 194,16 553,29 35,09%
Unos años más tarde, el presidente de la Sociedad Rural Luis
1897 71,94 97,61 73,70% 1923 253,32 603,43 41,98% Duhau insistiría en la necesidad de implementar un control con­
1898 88,7 129,12 68,70% 1924 316,7 788,SS 40,16% table permanente en los frigoríficos que sirviera de base para una
1899 112,75 178,41 63,20% 1925 352,95 792,83 44,52% intervención estatal en el mercado de las carnes.
1900 71,3 149,16 47,80% 1926 320,25 729;65 43,89% Sin embargo, el gobierno de Alvear prefirió no innovar en el
tema.
1901 91,26 161,81 56,40% 1927 347,32 971,22 35,76%
El conflicto productores­frigoríficos enmascaraba otra puja que
1902 104,25 173,17 60,20% 1928 331,65 1.016,2 32,64% se daba en el interior del sector ganadero entre los invcrnadorcs
1903 103,83 213,2 48,70% 1929 284,66 906,72 31,39% y los criadores.
1904 107,29 254,86 42,10% 1930 217,94 509,67 42,76% Los invcrnadorcs eran generalmente los dueños de los mejores
1905 142,66 311,48 45,80% campos y estaban al tope de la jerarquía productiva rural. En cam­
Fuente: elaboracián propia a partir de datos de Ferreres, Orlando (2005).
bio, los criadores ( que se ocupaban de la primera etapa de vida
del ternero) estaban recluidos en los campos de calidad inferior.
Los criadores solían quedar comercialmente presos de los in­
En ese contexto, los ganaderos lanzaron una fuerte ofensiva
reclamando la intervención estatal denunciando la existencia de
un pool de frigoríficos que manejaba a su arbitrio los precios de 143 Halperín Donghí, Tulio (2005).
144 Caravaca, Jimena y Plotkin, Mariano (2007).

42 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica arqentna {1880-2009) / 43
vcrnadores que les compraban sus novillos. En cambio, los invcr­ tiplicaron por seis pasando a representar casi el 60% del valor de
nadores tenían vinculaciones directas con los frigoríficos -en donde las exportaciones entre 1895 y 1914.152
se concentraba la parte más rentable del negocio de la carne­, lo En ese último año, los dos cultivos más importantes eran el
que les permitía negociar los precios.145 trigo ­cuya área sembrada superaba los 6 millones de hectáreas­
Si bien éste era el esquema predominante, existieron produc­ y el maíz con más de cuatro millones de hectáreas cultivadas.
tores que realizaban tareas de invernada y de cría simultáneamen­ Entre 1875 y 1913, el área cultivada creció un 9% anual y el
te, e íncluso había criadores que eran muy poderosos económica­ producto agrícola lo hizo a un 10,5% anual.153
mente.
En 1926, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos 1.10 Área sembrada y producción de trigo y maíz
prohibió la importación de carnes desde los países que registraran Periodo 1900-1930
casos de aftosa. La Argentina se encontraba dentro de la lista de
Trigo Maíz
naciones perjudicadas.
De todas maneras, el mantenimiento del vínculo con el mercado Cosecha Área sembrada Prodtmi6n Área sembrada Producción
(hectáreas) (toneladas) (hectáreas) (toneladas)
inglés le permitió a la Argentina convertirse en el mayor exportador
del mundo de carne enfriada 146 a finales de la década de los treinta. 1900 3.250.000 2.766.589 1.1109.000 1.426.000
Desde principios de siglo, su producción de carne vacuna au­ 1901 3.379.749 2.034.438 1.255.346 2.510.692
mentó un 260%.147 1902 3.296.066 1.534.405 1.405.796 2.134.165
1903 3.695.343 2.823.853 1.801.644 3.783.452
2.2. El desarrollo agrario
1904 4.320.021 3.529.100 2.100.000 4.460.000
La crisis de 1873 desató una deflación de precios a escala mun­ 1905 4.903.124 4.102.600 2.287.040 3.574.153
dial que se extendió hasta 1895. Ese escenario fue relativamente
1906 5.675.293 3.672.231 2.717.300 4.951.000
beneficioso para los países productores de alimentos ya que los
precios agropecuarios descendieron menos que los industriales de­ 1907 5.692.268 4.245.434 2.851.300 1.823.000
bido al fuerte crecimiento registrado en la oferta de este último 1908 5.7S9.987 5.238.705 2.719.260 3.456.000
tipo de bienes. En este contexto, los ingresos relativos de produc­ 1909 6.063.100 4.250.086 2.973.900 4.500.000
tores y exportadores agropecuarios aumentaron. 148 1910 5.836.550 3.565.556 3.005.000 4.450.000
Las tierras cultivadas se expandieron notablemente en la Ar-
1911 6.253.180 3.974.520 3.215.250 703.000
gentina durante ese período, fundamentalmente en la Provincia
de Santa Fe, "donde la extensión real de las propiedades era menor 1912 6.897.000 4.523.000 3.422.000 7.515.000
y muchas de ellas estaban ocupadas por sus propietarios" .149 1913 6.918.450 5.100.000 3.830.000 4.995.000
A su vez, los precios agropecuarios se incrementaron a una 1914 6.573.540 2.850.123 4.152.000 6.6R4.000
tasa superior a los industriales ­una vez operada la finalización 1915 6.261.000 4.604.000 4.203.000 8.260.000
del período deflacionario­ extendiendo su mejora relatíva.P?
1916 6.6-15.000 4.600.000 4.017.900 4.093.000
Las superficies sembradas con cereales y lino pasaron de 3,8
a 12,6 millones de hectáreas,151 las exportaciones de granos se mul­ 1917 6.511.000 2.289.400 3.629.60() 1.494.600
1918 7.234.000 6.390.800 3.527.000 4.335.000

145 Rocchi, Fernando (2000). 1919 6.870.000 4.903.800 3.339.600 5.696.200

146 Rock, David (1985). 1920 7.045.000 5.904.600 3.512.000 6.571.000
147 Ras, Norberto (1977).
148 Vitelli, Guillermo (1999). 1921 6.076.100 4.249.300 3.273.900 5.853.000
149 Cortés Conde, Roberto (2001).
150 Vitclli, Guillermo (1999).
151 El aumento del área sembrada total pasó de 6 millones de ha en 1900 a 20 152 Palacio, Juan Manuel (2008).
millones para 1913. 153 Cortés Conde, Roberto (1997).

44 / Diego AubinZal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rub nzat; Historia econórmca argent,na P 880-2009) / 45
 1.10 Área sembrada y producción de trigo y maíz 1.11 Posiciones relativas de la agricultura y la ganadería en Iris exportaciones :irgcntlnas
(1880­1929) (%)
Periodo 1900-1930
Quinquenios Producción Producción Suma de ambos
Trigo Ma� agrícola ganadera
Cosecha Área sembrada Producción Área sembrada Producción 1905­1909 57,54% 39,21% 96,75%
(hectáreas) (toneladas) (hectáreas) (lond1ulas)
1910­1914 50,78% 45,11% 95,1!9%
1922 5.763.000 5.198.600 2.971.900 4.475.000
1915­1919 39,13% 55,08% 94,21%
1923 6.578.000 5.330.000 3.177.200 4.473.300
1920­1924 58,63% 36,83% 95,46%
1924 6.951.500 6.744.300 3,435.400 7.030.000
1925­1929 58,95% 37,17% 96,12%
1925 7.200.500 5.202.000 3.707.700 4.732.200
Fuente: Oniz, Ricardo M. (1964),
1926 7.769.000 5.202.100 4.297.000 8.170.000
1927 7.800.000 6.261.600 4.289.000 8.150.000
En apenas veinte años, la participación del sector agrícola en
1928 8.373.000 7.683.000 4.346.000 7.915.IJOO las exportaciones argentinas pasaron de menos del 1 % del total a
1929 9.219.000 9.499.700 4.78!Ul00 6.411.500 más del 20% registrado en 1890. En el primer quinquenio del
1930 8.285.600 4.424.600 5.647.400 7.128.100 siglo, las participaciones de la agricultura y la ganadería ya eran
Fuente: Comité Nacional de Geografía (1942). equivalentes.154 Luego de ese período, las exportaciones agrarias
predominaron claramente con la excepción de los años en que se
desarrolló la Primera Guerra Mundial.
Esa expansión agrícola se produjo de la mano de la proliferación
de las llamadas estancias mixtas, donde el estanciero se dedicada
al engorde de ganado mientras le arrendaba una fracción de su 1.11 Exportaciones agrícolas y 10111les en millones de dólares

tierra a los chacareros que sembraban cereales. Ailo Productos Exportado­ %E�por­ Año Productos Exportado­ ""E•por-
de la nes tOlaled tución pro- de la nes totales 1acl6a pro-
La mayoría de esos arreglos establecían el pago de un alquiler a�ricultura duetos ngriculruru duelos
agricolu
y la oblígación de entregar el campo alfalfado al término del plazo ngrioolus
sobre ex­ sobre e,.
fijado. De esa manera, el invernador se aseguraba el forraje para portaclo­ port•ciu­
sus animales a costo cero. nes tetales nes tetules

La extensión del área sembrada, la construcción de una infraes­ 1880 0,844 56,32 l,50% 1906 149,81 281,96 53,13%
tructura vial y portuaria que facilitaba el transporte de la cosecha 1881 1,4 55,9 2,50% 1907 \51,93 285,75 53,17%
y los favorables precios internacionales posibilitaron una fuerte 1882 3,79 58,26 6,51% 1908 226,34 353,11 (>4,10%
expansión económica interna y el predominio relativo de la pro­ 1833 4,01 58,09 6,90% 1909 216,19 383,32 56,40%
ducción agraria con respecto a las otras actividades primarias.
1884 8,01 65,63 12,20% 1910 189,82 375,75 50,52%
1885 9,48 80,93 11,71% 191) ]34,ó7 329,99 40,81%
1J1 Poslclooes rchitivas de la agricultura y la ¡:anadcrfa en las exportaciones argentinas
(1880­1929) (%) 1886 7,28 67,38 10,80% 1912 268,52 484,88 5.5,38%
Quinquenios Producción Producci6n Suma de ambos \887 18,32 81,45 22,49% 1913 286,94 494,BS 57,98%
agrícola ganadera
1888 17,16 96,59 17,77% 1914 167,15 375,68 44,49%
1880­1884 6,69% 89,13% 95,82%
1889 12.19 86,97 14,02% 1915 291,74 551,47 52,90%
1885­1889 16,62% 80,65% 97),7%
1890 26,24 97,27 26,98% 1916 232,6 551,34 42,19%
1890­1894 28,80% 66,40% 95,20%
1891 33,79 99,58 33,93% 1917 141,19 548,08 2..'i,76%
1895­1899 31,06% 64,25% 95,31%
1900­1904 46,61% 48,71% 95,32% 154 Ferrer, Aldo (2004).

46 / Diego Rubinzal: Historia econémica argentina (1880-2009) Diego Rubnzal: Historia económca argent1r.a ("1880-2009) / 47
 1.12 Exportaciones agrícolas y torales en millones de dólares Promediando esa década se inicia un proceso de estancamiento
Año Productos Exportoclo­ �Expor­ Afio Produdos E,cportl!cto­ 'll, Expor• de la superficie sembrada, de la producción agropecuaria en ge­
d�la ne5 totale.s taclón de la 11estotales tación neral y de la triguera en particular.
a.:ricullura produclos agricultura productos
aErftolas aerfcolas Para Alejandro Bunge las causas de ese estancamiento debían
sobre ex­ sobre OX• ser buscadas en la conjunción de una serie de factores: finalización
portado- portado-
nes totales nes totales de la etapa de crecimiento extensivo, un régimen institucional agra­
1892 36,02 109,38 32,93% 1918 259,66 810,79 32,03% rio y una política crediticia que impedían una mayor subdivisión
de la propiedad, un deficiente desarrollo vial y ferroviario y un
1893 30,8 90,78 33,93% 1919 430,21 1.016,5 42,32%
estancamiento del crecimiento poblacional, entre otros.
1894 31,96 98,11 32,58% 1920 597,5 930,37 64,22% Además, las dificultades para exportar las cosechas durante la
1895 37,57 115,84 32,43% 1921 ' 2n,46 485,59 57,14% Primera Guerra Mundial, a causa de la escasez de bodegas marí­
1896 35,72 112,69 31,70% 1922 335,26 553,29 60,59% timas disponibles, motivaron una importante reducción de las áreas
1897 17,W 97,61 17,70% 1923 322,85 603,43 53,50%
sembradas.
La producción agrícola al finalizar la década siguiente158 era
1898 35,12 129,12 27,20% 1924 444,95 788,55 56,43%
notoriamente superior a los valores registrados al comenzar el siglo.
1899 60,48 178,41 33,90% 1925 405,71 792,83 51,17% Concretamente, en esos treinta años la producción de cereales y
1900 72,19 149,16 48,40% 1926 378,59 729,65 51,89% lino había aumentado un 129%, los cultivos industriales un 300%
1901 62,78 161,81 38,80% 1927 586,27 971,22 60,36% y las legumbres y hortalizas un 75%.159
1902 S9,74 173,17 34,50% 1928 645,43 1.016,2 63,51%
Las exportaciones cerealeras llegaron a concentrar casi las dos
terceras partes de las exportaciones totales argentinas. El trigo, el
1903 102,55 213,2 48,10% 1929 592,52 906,72 65,35%
maíz y el lino, en ese orden de importancia, eran los principales
1904 140,33 254,86 55,06% 1930 267,99 509,67 52,S8% productos comercializados fronteras afuera.
190S 160,72 311,48 51,60% La Argentina se transformó en el mayor exportador mundial
Fuente: elaboracion propia a partir de dalos d,: Fetreres, Orlando (2005). de maíz y linaza y el tercero en trigo y harina.160

Los rendimientos por hectárea de la agricultura argentina 1.13 Principales exportaciones argentinas (en miles de pesos oro)
eran similares a los obtenidos por los [armers norteamericanos Periodo /881-/914
en el caso del trigo y ligeramente superiores para el maíz y la Afio Laoa Carga Carga Trigo Maiz Lino
avena.155 refrigerada refriaerada
Esa productividad agraria le permitió a la Argentina ocupar ovina vacuna
un destacado rol como proveedor mundial de productos cerealeros 1881 30.432 o o 147 288 604
detrás de Rusia y Estados Unidos. 1885 35.950 75 o 3.140 3.957 3.471
En 1914, la Argentina era el octavo productor mundial de trigo 1890 35.522 1.633 o 9.837 14.146 1.229
y el segundo de maíz (detrás de los Estados Unidos).156
1895 31.029 1.675 64 19.472 10.193 8.287
Como sostiene Girbal­Blacha: "Son estas características del
boom agrícola que vive la pampa húmeda hasta los inicios de la 1900 27.992 2.265 2.459 48.628 11.934 10.674
década de 1910, las que perfilan un país progresista, moderno, 1905 64.313 6.289 15.286 85.883 46.537 26.234
pero que al mismo tiempo asiste a los conflictos agrarios que tienen
como protagonistas a los chacareros (aparceros) y peones más po­ 158 Durante la década de los veinte existieron oscilaciones de precios importantes.
bres de la región".157 El precio del trigo comenzó a registrar caídas a partir de 1926. Al comenzar la década
de los treinta, su cotización era más de un 50% inferior a los valores de 1926. El
155 Cao, Horado y Vaca, Josefina (2006). precio del maíz sufrió un descenso a partir de 1928.
156 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008). 159 Ras, Norberto (1977).
157 Girbal­Blacha, Noemi (1998). 160 Rock, David (1985).

48 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rutinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 49
 1.13 Principales exportaciones argentinas (en miles de pesos oro) del Ferrocarril Trasandino ( que conectó a San Juan y Mcndoza
Período 1881-1914 con Buenos Aires) que facilitó el desarrollo vitivinícola cuyano.'?'
..
Las plantaciones de vides que no alcanzaban las 400 ha en 1852,
Año Lana Carga Cnrga Ti­i¡:o Maíz Lino
rcfriguada rdrigcmda se elevaron a casi 5.000 ha en 1887 y a más de 20.000 ha a principios
ovina vacuna de siglo.165
1910 58.848 6.008 25.371 72.202 60.261 44.604 La producción de vino pasó de los 57 millones de litros en 1895
1914 46.968 4.695 36.897 37.166 77.720 42.948
a los 500 millones en 1914.
Las características artesanales de la producción vitivinícola pcr­
Fuente: Rocchi, Femando (2()()0).
mitieron una adecuada inserción del inmigrante italiano y español.
Muchos de ellos se convirtieron en propietarios de viñedos o en
2.3. Las economías regionales bodegueros importantes (Giol, Gargantini, Tamba, Arizu).166 El
El modelo agroexportador consolidó una estructura económica desarrollo vitivinícola mendocino fue una de las causas explicativas
dual, dividida entre una pujante región pampeana plenamente in­ del alto crecimiento poblacional de esa provincia cuyana. Entre
tegrada a la división internacional del comercio y atrasadas eco­ los Censos de 1895 y 1914, la población mendocina aumentó un
nomías regionales. En ese sentido, el sistema troncal de ferroca­ 139% superando al crecimiento registrado en las áreas económicas
rriles con centro en Buenos Aires fue una de las causas que frenó más dinámicas tales como Capital Federal (137% ), Santa Fe
la expansión industrial del interior. 161 (126%) y Buenos Aires (124% ).
La consolidación de ese modelo aceleró la decadencia de Con el paso del tiempo, las 4.317 bodegas censadas en 1914 se
las articulaciones económicas coloniales con los Andes y el Pa­ redujeron a 1.693 a mediados de la década de 1930.167
cífico que se habían forjado en torno a la minería altoperuana.l= En el caso de la caña de azúcar, la traza ferroviaria a Tucumán
Las localidades del norte argentino sufrieron severamente esta re­ (1876) alentó el desarrollo de este cultivo, Ya en 1860 había en
organización del espacio económico y terminaron añorando Tucumán 24 ingenios azucareros rudimentarios, con trapiches de
quebracho movidos a mula. Ese mismo año se incorporó por pri­
s� antiguo rol de proveedoras de insumos para la minería poto­ mera vez una instalación mecánica hecha completamente de hierro
sma.
Los indicadores sociales reflejaron claramente esas asimetrías procedente de Liverpool.l=
territoriales. La esperanza de vida de un habitante del norte ar­ La explotación azucarera presentó características diferencia­
gentino era de 11 años inferior al promedio nacional en 1914.163 les de acuerdo a la zona geográfica. En algunos casos (Tucu­
En algunos casos, las economías provinciales se transformaron m�n) predominaron los pequeños productores, en otros (Salta,
en verdaderas economías de monoproducción a partir de la apli­ Jujuy) ]as grandes empresas azucareras concentraron la produc-
ci�. .
cación de políticas públicas específicas tales como exenciones im­
positivas y/o créditos. Por eso, el modelo azucarero tucumano fue socialmente más
democrático que el saltcño­jujeño, aunque no tanto como el sector
Por ejemplo, el azúcar en 'Iucumán, la yerba mate en Misiones,
vitivinícola mendocino que abrió perspectivas de ascenso social a
la vitivinicultura en Cuyo, la caña de azúcar en el noreste argentino
los pequeños contratistas.é?
(Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Catamarca), la pro­
ducción de algodón en el Chaco, la producción de manzanas y Más allá de esas diferencias, la Jlegada del ferrocarril modificó
peras en el Alto Valle del Río Negro y la explotación forestal en las condiciones en que operaba el circuito productivo del azúcar,
el Gran Chaco. produciendo un crecimiento de los cultivadores de caña y una con­
centración de los ingenios.
Esa especialización productiva también fue alentada por la cons­
trucción de obras de infraestructura específicas. Ése fue el caso 164 Richard­Jorba, Rodolfo (2007).
165 Meardi, A. L (1987).
166 Girbal­Blaeha, Nocmí (1998).
161 Liccaga, José (1950). 167 Girbal­Blacha, Nocmi (1998).
162 Campi, Daniel (2000). 168 Dorfman, Adolfo (1989).
163 Campi, Daniel (2000). 169 Campi, Daniel (2000).

50 / Diego Rubrnzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubrnzal: Historia ecorórnica argentina (1880-2009} / 51
 En 1877 llegaron a contabilizarse 82 ingenios y 207 cultivadores
de caña. En 1895, solamente quedaban 36 ingenios y los cultiva­
dores eran 2.630. La modernización trajo consigo la concentración
empresarial y aquellos que no pudieron adaptarse a esos cambios
tuvieron dos caminos: sumarse a las filas de los cultivadores o
cambiar de tarea.P"
La mayoría de los ingenios estaban radicados en la Provincia
de Tucumán que concentraba el 83% de la producción nacional
en 1890.171
A partir de 1884, la actividad azucarera gozó de una protección
arancelaria específica cuando los precios mundiales se derrumba­
ron un 30%.
Con apoyo oficial, la producción de azúcar pasó de 1.400 to­
neladas en 1872 a las 336 mil toneladas en 1914.172
Desde allí hasta comienzos de la década de los treinta, las plan­
taciones de caña de azúcar crecieron más del doble. ·
En algunos casos, el aliento a determinadas producciones re­
gionales era consecuencia de razones geopolíticas, como fue el
caso de la difusión de las plantaciones yerbatcras en territorio mi­
sionero (retornando a las prácticas desarrolladas por los pueblos
prehispánicos y sacerdotes jesuitasj.l" Así y con la participación
de inmigración de origen eslavo se cumplió con el objetivo de
ocupar territorialmente esa zona fronteriza.
Esa política colonizadora produjo un crecimiento exponencial
de la producción yerbatera: un millón de kilos en 1914, nueve
millones en 1924, treinta y ocho en 1930 y más de cien millones
en 1937. El aumento de la producción nacional terminó sustitu­
yendo a las importaciones. Mientras que en 1920 prácticamente
todo el consumo nacional ­unos 67 millones de kilos­ era abaste­
cido con yerba importada (principalmente brasileña), en 1940 so­
lamente se importaba el 30% del consumo interno.174
En el caso de la producción forestal adquirió relevancia la tala
de quebrachos colorados ­para la extracción del tanino­ realizada
por la compañía inglesa "The Forestal Land, Timber, Railways
and Co. Ltd." en 1.760.000 hectáreas ubicadas en el norte santa­
fesino y en el monte chaqueño.
170 Girbaí­Blacha, Noemí (1998).
171 Campi, Daniel (2000).
172 Ferrer, Aldo (2004).
173 El gobierno entregó tierras fiscales a partir de 1926. A cambio, les exigió a
sus ocupantes plantar el 75% de la superficie con este producto. Fuente: Pcrscllo,
Ana Virginia (2006).
174 Gortari, Javier (2007).
52 / Diego Rub·raal: Historia eccoómca argentina (1880-2009)
Por su parte, el cultivo del algodón creció más de cuarenta
veces entre 1914 y 1930.175
En general, los cultivos regionales se caracterizaron por una
alta densidad de fuerza de trabajo, una escasa utilización tecno­
lógica y en la apropiación de sus beneficios por parte de las oli­
garquías locales.
Tampoco faltaron casos en los cuales se entrelazaron los actores
locales tradicionales con otros de origen pampeano e incluso con
inversores internacionales, como fue el caso del ingenio Tornquist
radicado en Rosario.176
Algunas regiones (por ej. La Rioja, Santiago del Estero) ni
siquiera lograron articular una economía monoproductora y las
actividades que desarrollaron no superaron los límites de la sub­
sistencia.
Así, la agricultura "no pampeana" se estructuró mayoritaria­
mente dependiendo del mercado interno y, por lo tanto, con un
ritmo de crecimiento más lento que los cultivos pampeanos y so­
metida a crisis periódicas de superproducción.177
3. El sector industrial
A finales del siglo XIX, el desarrollo industrial argentino era
absolutamente precario ya que, a diferencia de la experiencia re­
corrida por otras naciones con trayectorias económicas iniciales
similares (Estados Unidos, Australia, Canadá), el excedente agro­
pecuario no se reinvirtió industrialmente.
Mientras que el modelo agroexportador no generaba interna­
mente aquellos procesos necesarios para dinamizar la gesta­
ción de un sector manufacturero local, el contexto internacional
tampoco brindó los incentivos requeridos para el despegue in­
dustrial.
La competencia mundial de manufacturas, que había producido
una caída en sus precios y el abaratamiento relativo de esos bienes,
conspiró contra las posibilidades de desarrollo de un proceso in­
dustrializador interno.
En otras palabras, la pregunta que se hacía la clase dirigente
era: lCuál es la razón para producir internamente lo que se podría
importar a precios bajos?
A esa falta de incentivos se sumaban los problemas de inexis­
tencia de economías de escala suficientes para encarar detcrmi­
175 Comité Nacional de Geografía (1942).
176 Cao, Horacio y Vaca, Josefina (2006).
177 Cao, Horacio y Vaca, Josefina (2006).
Diego Hubir.zal: Histor'a eccnónuca arger:.na (í 880 20)9) / 53
nadas producciones y la insuficiencia interna de los principales in­
sumos utilizados por la industria manufacturera ( carbón, hierro).178
Así, el precario nivel de industrialización estuvo reducido a
aquellas actividades (compañías mctalmecánicas que acompañan
las necesidades asociadas a la construcción de los ferrocarriles,
fabricación de bolsas de arpillera para el traslado .de la cose­
cha, frigoríficos) vinculadas estrechamente con el modelo agroex­
portador.
Alfredo Calcagno sostiene que la existencia de esos estableci­
mientos no respondía a una intención explícita de iniciar un rum­
bo industrializador, sino que el objetivo 6e reducía a asegurar el
traslado de las cosechas. Ahora bien, independientemente de las
intenciones, ese incipiente desarrollo industrial emergía natural­
mente.I"
También surgían talleres dedicados a la elaboración de produc­
tos textiles, elementos de construcción, muebles, alimentos, gráfi­
cos, etcétera.
La mayoría de esos establecimientos eran propiedad de "inmi­
grantes provenientes de familias europeas con experiencia en al­
guna rama industrial que vienen a la Argentina a ensayar fortuna.
Cuentan, para ello, con sus conocimientos, cierto espíritu de aven­
tura y un pequeño capital para iniciar las actividades".180
Ese proceso fue particularmente intenso durante el gobierno
de Pellegrini ya que la combinación de un tipo de cambio alto181
y el incremento de las tarifas aduaneras resultaron favorables para
el desarrollo de la incipiente industria.
El Censo de 1895 contabilizó 23.000 establecimientos industria­
les que empleaban a 170.000 personas. A su vez, los talleres arte­
sanales representaban el 60% de los establecimientos industriales
y de las personas ocupadas en la industria. l82
Aunque algunos autores'P revalorizaron la importancia econó­
mica de la industria nacional, a comienzos del siglo XX la industria
representaba apenas el 8% del PIB. La actividad manufacturera
178 Las importaciones de carbón y materia! ferroviario llegaron a representar el
25% de las importaciones de origen británico que, a su vez, representaban el 20%
de las importaciones totales argentinas durante la tercera década del siglo XX.
179 Dos inspiradores de Realidad Económica: Arturo Sampay y Adolfo Dorfman,
en Realidad Económica Nll 200.
180 Schvarzer, Jorge (1981).
181 Gcrehunoff, Pablo; Rocchl, Fernando y Rossi, Gastón (2008) detallan
que "el tipo de cambio, que había caído a 2,40 con la asunción de Pcllcgrini, llegaba
a 3,70 pesos papel por peso oro a fines de mayo de 1891, impulsado por la fuga de
depósitos".
182 Dorfman, Adolfo (1970).
183 Guerrero, Américo (1944).
54 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
se concentraba fundamentalmente en las ramas textiles, is� de la
construcción y de los alimentos.
Los establecimientos industriales elaboraban artesanías poco
relevantes y con procesos productivos muy distantes de lo fabril.
Ese escaso desarrollo del entramado industrial contrastaba con las
posibilidades con que contaba la Argentina de importar bienes de
capital a partir de las divisas obtenidas por la agrocxportación y
de contar con un creciente mercado interno.185
Para algunos autores, las características de la tercera revolución
tecnológica en marcha (utilización de la energía eléctrica, el pe­
tróleo, el motor a combustión, producción industrial sobre la base
de líneas de ensamblaje) dificultaron una política de desarrollo
industrial argentino. El nuevo paradigma tecnológico inducía ma­
yores tamaños unitarios de las empresas industriales, erigiendo ele­
vadas barreras al ingreso de las firmas manufactureras que no ha­
bían ingresado aún a la metalurgia. 186
A pesar de eso, la realización de un multitudinario meeting
industrial el 26 de julio de 1899 en Plaza Lorea marcaba a las
claras la emergencia de un sector que reclamaba ser tenido en
cuenta en los debates económicos.
Pero las demandas de los industriales chocaban con la oposición
de la ideología dominante y con los conceptos económicos de los
líderes radicales, conservadores y socialistas.187
Entre 1895 y 1908, se duplicó el número de establecimientos
industriales existentes, al igual que el total de obreros ocupados,
mientras que se triplicó el capital invertido y la potencia de las
máquinas (medidas en caballos de fuerza instalados) creció 124
veces.188
El crecimiento de la producción industrial se concentró bási­
camente en dos sectores: la fabricación de alimentos (que repre­
sentó más del cincuenta por ciento del producto industrial total)
y los establecimientos forestales.
Las ramas faltantes en el espectro industrial eran precisamente
las que en el mundo industrial abonaban los salarios más altos y
las que poseían un mayor ritmo de crecimiento potencial.189 Ar­
184 La primera fábrica de paños fue inaugurada en 1873 en la zona de Retiro
de la ciudad de Buenos Aires. Era movida por una máquina a vapor de 50 I­IP y
contaba con lavadero de lana, cardado, hilado y tejido. En 1874 se estableció la primera
fábrica de confección de camisas y ropa blanca. Fuente: Dorfman, Adolfo (1989).
185 Vitelli, Guillermo (1999).
186 Vitclli, Guillermo (1999).
187 Comblit, Osear (1967).
188 Dorfman, Adolfo (1942).
189 Vitclli, Guillermo (1999).
Diego Rub,nzal: Hisleria ecorómca arge,it,r,a (' 880-?009) / 55
gentina carecía de empresas productoras de maquinarias y equipos, Durante los años de desarrollo de la contienda bélica, la pro­
petroleras y fabricantes de materiales de construcción. ducción manufacturera argentina se incrementó un 50%, la fuerza
Así, el consumo local abastecido por la producción manufac­ motriz un 11 % y la cantidad de trabajadores industriales un 25%. 191
turera doméstica alcanza al 37% en la alimentación, el 17% en Antes de ese conflícto, la industria argentina aportaba sola­
textiles y vestidos y apenas el 12% en metales y maquinarias.P" mente el 13% del PIB y empleaba al 5% de la población total. A
su vez, esa industria contaba con débiles niveles de protección
1.14. La industria argenñnn debido a que las tarifas aduaneras se liquidaban sobre valores de
Rubro Establecimientos Capital
aforo notoriamente inferiores a los precios de mercado.
El desarrollo del conflicto bélico produjo una brutal contracción
1895 1913 1895 1913
de las importaciones de equipos de transporte, maquinarias indus­
Nº % Nº % Milc� % Miles % triales, materiales de construcción, productos intermedios, com­
mSn m$n
bustibles y bienes de consumo durable y no durable.
Alinrm•
ta<i<>n
4.936 21,34% 18.983 38.84% 226.496 47,40% 763.773 42,72% El volumen físico de las importaciones se redujo ( considerando
Yestidoy
1937 = 100) de 63,4 en 1914 a 42,9 en 1917 creando serias difi­
tocador
S.713 24,70% 7.081 14,49% 45.087 9,44% 100.178 5,60%
cultades a las empresas al carecer de maquinarias, combustibles,
COIIS-
8.582 12,09%
insumos y materias primas.!'"
3.995 17,27% l7,S6% 46.532 9,74% 216.182
truccidn Esos contratiempos no afectaron a todos los sectores industriales
M1teble,
2.259 9,77% 4.441 9,09% 23.010 4,82% 62.639 3,50% internos de la misma forma. Aquellos sectores que contaban con
y rodados
capacidad instalada y utilizaban materia prima e insumos locales (por
Arusüco
yde 949 4,10% 996 2,01% 8.569 1,79% 14.546 0,81% ejemplo: alimentos y bebidas, textil lanera, muebles) se expandieron
omaw aprovechando la reducción de la oferta de bienes importados. En
Meta/e,
3.163 13,68% 3.275 6,70% 26.479 5,S4% 107,620 6,02%
cambio, las industrias que dependían del abastecimiento de insumos
yant)(()J
extranjeros enfrentaron crecientes dificultades.P'
Qu/micm 317 1,37% 667 1,36% 12.902 2,70% 38.013 2,13% La guerra impulsó también la integración hacia atrás de em-
Artes
427 1,85% 1.439 2,94% 9.010 1,89% 32.982 1,84% presas Locales que importaban insumos cuya producción podía rea­
gráficas
lizarse localmente. Fue el caso de la Compañía General de Fós­
Fibras,
hi(am,s 0,00% 2.45B 5,03% 0,00% 34.423 1,93% foros, que comenzó a fabricar hilados de algodón, estimulando la
y tejidos producción local de dicha fibra, 19s
Varios 1.367 5,91% 957 1,96% 79.727 16,69% 417.306 23,34% A pesar de que la producción sectorial mostró un pequeño
Totaks 23.126 l00,00% 48.879 100,00% 477.812 100,00% 1.787.662 100.00% descenso durante el desarrollo de la contienda bélica ­explicado
por la fuerte contracción de la demanda europea de las manufac­
Observaciones: en 1895 el sector Fibras, hilados y tejidos se incluye en Indusuias varias. Dentro
del sector Alimentacion se han incorporado en 1895 i11dustrias que figuraban por separado: turas de origen agropecuario y por las dificultades para la impor­
Frigoríficos y saladeros, Moliiws harineros, Ingenios azucareros, Vino, ce,veza y destilería de tación de bienes de capital­ la tendencia se revirtió rápidamente
alcohol. al finalizar la guerra.196
Fuente: Rapoport, Mario (2000). A su vez, los derechos arancelarios aumentaron un 20% en 1919­
1920 brindando una protección adicional a la producción local. 197
A comienzos del siglo XX, la existencia de un mercado urbano
plenamente capitalista y de ingresos altos indujo un proceso de 192 Dasso, Carlos (2008).
industrialización que recibió un fuerte impulso a partir de las res­ 193 Rapoport, Mario (1984). Por ejemplo, la importación de maquinaria pesada
tricciones a la importación resultantes de la Primera Guerra Mun­ y equipos de fábrica disminuyó en 6n partes y la de carbón en '2,/3 partes. Fuente:
dial.191 Van Der Karr, Jane (1974).
194 Barbero, María Inés (2001).
195 Barbero, María Inés (2001).
190 Dorfman, Adolfo (1942). 196 Rapoport, Mario (2000).
191 O'Donnell, Guillermo (1976). 197 En 1923 se volvieron a elevar los aranceles de los bienes finales.

56 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rwnzal: Histona económica argentina (1880-2009) / 57
 El importante crecimiento que tuvo la producción industrial
local en la década de 1920198 respalda la idea ­sostenida por
algunos autores­ de que la Primera Guerra Mundial fue el estí­
mulo inicial o por lo menos básico para la industrialización ar­
gcntína.!"
La expansión industrial se vio acompañada por un proceso de
diversificación y modernización del sector manufacturero, enten­
diendo como tal la adopción de nuevas tecnologías en producción,
de nuevas formas de managcment y de nuevas técnicas en distri­
bución y marketing.é"
Las consecuencias económicas de la Primera Guerra Mundial
contribuyeron a que se problematizaran las bases sobre las cuales
se asentaba el exitoso progreso económico que la Argentina había
disfrutado hasta entonces. Surgía la sospecha de que lascondlcíones
internacionales de posguerra no necesariamente se parecerían a
las existentes antes de la confrontación.P'
Durante la década de los veinte comenzaron a escucharse con
mayor fuerza las voces que promovían una política de fomento
industrial interna mediante la utilización de las barreras aduaneras.
Uno de los exponentes más importantes de esta visión proteccio­
nista fue Alejandro Bunge, quien llamó la atención sobre las li­
mitaciones del modelo económico en curso. Para Llach, Bunge
fue el mentor primigenio del planteo de la "demora" del desarrollo
económico argentino después de la Primera Guerra Mundial. Bun-
ge planteaba que si Argentina continuaba por la senda recorrida
hasta la Gran Guerra, se terminaría estancando. Por lo tanto, el
Estado debía fomentar un desarrollo agropecuario más intensivo
y una mayor industrialización, centralizada inicialmente en las ma­
terias primas nacionales, en el contexto de una diversificación ge­
neral de la producción.P'
Lo cierto es que durante la década de los veinte, la producción
industrial creció sostenidamente debido a un importante crecimien­
to en la tasa de inversión.P'
Durante esos años, el grueso de la innovación industrial se pro­
dujo a través de la incorporación de tecnología extranjera por me­
dio de diversas fuentes: inversión extranjera directa (IED), joint
198 El crecimiento fue de alrededor de un 5% promedio anual.
199 Di Tella, Guido y Zymelman, Manuel (1967).
200 Barbero, M. L y Rocchi, F. (2002).
201 Caravaca, Jimcna y Plotkin, Mariano (2007).
202 Llach, Juan (1985).
203 La tasa de inversión pasó del 24% (1920) al 35% (1929) de acuerdo a datos
de la CEPAL.
58 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
ventures, licencias, importación de bienes de capital e incorporación
de métodos de gestión y de comercialización de origen cxterno.v'
La instalación de fábricas ­mayoritariamente de capitales nor­
teamericanos­ de artículos electrónicos, metales, productos quími­
cos, farmacéuticos, neumáticos, fue una de las características de
ese período.
Mientras que entre 1900 y 1920 solamente se habían instalado
trece grandes empresas extranjeras industriales, entre 1921 y 1930
se radicaron cuarenta y tres.205
Las industrias livianas fueron las que lideraron el desarrollo
industrial aunque también se observó una tenue diversificación
hacia la producción de bienes de consumo duradero, química, eléc­
trica y metales.P' Las elevadas tasas de crecimiento se mantendrían
hasta la crisis de 1929. Ese año, los niveles de producción industrial
casi duplicaban los valores registrados al comenzar la década y
Argentina era el país latinoamericano con mayor participación de
la industria en su PIB.
Tomando como base 100 el año 1950, el índice de producción
industrial había pasado del 20,3 en 1914, al 22,1 en 1918 y al 45,6
en 1929.207
Ese desarrollo industrial elevó en dos puntos su participa­
ción sectorial en el PIB, pasando del 16,5% en la década de 1910
al 18,6% en la de los veinte.208
Aunque había sufrido un retroceso relativo, la industria alímen­
ticia seguía siendo la rama manufacturera más relevante superando
el 25% del total producido.
Las empresas automotrices extranjeras ­una de las novedades
del sector industrial doméstico­ armaban los automotores total­
mente con piezas importadas del exterior. Sin embargo, para finales
de la década de 1920 se produjo cierto desarrollo de la producción
nacional de ceniceros, portaequipajes, paragolpes, ornamentos, cu­
breneumáticos, algunas piezas de repuestos y carrocerías.w?
4. Las inversiones
El movimiento internacional de capitales fue una de las vías
de integración de la economía mundial en el siglo XIX.
Las inversiones extranjeras crecieron desde los 6.000 millones
204 Barbero, María Inés (2003).
205 Villanucva (1972).
206 Lcwis ( I 990).
207 Dí Tclla, Guido y Zymelman, Manuel (1967).
208 Barbero, María Inés (2003).
209 Barbero, María Inés (2003).
Diego Rubinzal: Historia económica argent,r,a (1880-2009) / 59
(registrados en el año 1874) a los 44.000 millones de dólares co­ gentina en uno de sus destinos preferidos. En efecto, el 42% de
rrientes. Las mismas provenían fundamentalmente de capitales in­ las inversiones inglesas realizadas en América Latina tuvieron como
gleses, franceses y alemanes y tenían como destino: América del destino a la Argcntina.216 Esa corriente inversora fue particular­
Norte, Oceanía y Argentina (38 % ), África, Asia, América Latina mente pronunciada durante toda la década de 1880 y decayó fuer­
(excluida la Argentina) (34%) y los países europeos (27%). temente durante la década posterior al "pánico Baríng" de 1890.217
El monto total de los capitales ingleses invertidos en la Argen­ Luego se ubicaban las inversiones alemanas, las norteamerica­
tina que alcanzaban solamente a 20 millones de libras esterlinas nas y las procedentes de distintas naciones europeas.
a finales de 1880, diez años más tarde pasarían a ser 157 millones La importancia que adquirieron las compañías extranjeras se
y 357,7 millones en 1913.210 reflejó en el flujo de utilidades remitidas al exterior por esas firmas.
La tasa anual de acumulación de capital creció a un sorpren­ En algunas ocasiones, la transferencia de fondos llegó a representar
dente 4,8% en la Argentina, entre 1890 y 1913.211 Durante ese entre el 30 y el 50% de valor total de las exportaciones argentinas. 218
proceso de crecimiento del capital fijo, el stock de propiedad ex­ Además de los préstamos a los gobiernos nacionales y provin­
tranjera fue creciendo ininterrumpidamente: 32% (1900), 41 % ciales, los capitales extranjeros se concentraron en aquellos sectores
(1909) y 48% (1913).212 que estaban íntimamente vinculados con la dinámica agrocxpor­
Así, las inversiones extranjeras se incrementaron de 2.500 mi­ tadora (frigoríficos219 ­Swift220 y Liebigs entre otros­, producción
llones en 1900 a 10.500 millones de dólares en 1913.213 de tanino ­La Forestal­, talleres ferroviarios.P' acopio y comer­
cialización de granos ­Bunge y Born, Louis Dreyfus, Wcil
1.15 Stock de capital en millones de libras (precios de 1910) Hnos.­).222
Stock de Tusa de Capital inicial Proporción En el caso de los frigoríficos, la presencia extranjera era tan
capital inicial crecimiento del de propiedad inicial de abrumadora que los establecimientos ingleses y norteamericanos
stock de capital extranjera propiNlnd firmaron un Acuerdo de Fletes (1911)22­' para repartirse los cupos
extranjera
de embarque. En ese convenio, las compañías acordaron que
1890-1913 478 4,80% el 41,35% de los embarques sería abastecido por los frigoríficos
1913-1929 1.450 2,20% 704 48% estadounidenses, el 40,15% por los ingleses y solamente el 18,50%
Fuente: Taylor (1992). restante quedaría para los establecimientos argentinos.
Más allá de ese acuerdo, la supremacía británica en el negocio
En ese último año, el capital estaba invertido fundamentalmente
en ferrocarriles (un 36%), préstamos al gobierno (un .31 %) y ser­ 216 Fcrrcr, Aldo (2004).
vicios públicos (un 8%). El resto estaba repartido entre compañías 217 Teijeiro, Mario (1980). La crisis del Baring generó un retraimiento de las
comerciales y/o financieras (20%) y en explotaciones agropccua­ inversiones británicas anuales mundiales desde los 120 millones de libras esterlinas
rias214 (5% ).21s (1890) a los 40 millones en 1893. Hacia finales de la década de los noventa, la inversión
británica se concentraba en los ferrocarriles (38,8D%) y los préstamos a los gobiernos
La mayoría de esos capitales eran de procedencia británica de la nación, de las provincias y de los municipios (30,3%). Fuente: Rippy, Frcd (1977).
(59%) ya que los inversores ingleses habían convertido a la Ar­ 218 Ferrer, Aldo (2004).
219 Barbero, Maria Inés (2003) señala: "los frigoríficos norteamericanos que se
instalaron desde la primera década del siglo XX [ ... ] introdujeron no sólo el sistema
de enfriado sino también los métodos más modernos de producción y organización
210 Rippy, Fred (1977). del trabajo. Fueron los primeros establecimientos en utilizar el sistema de producción
211 Según los datos de Taylor, Alan (1999), la Argentina estuvo en el primer en serie (mass productionv ya que destinaban su producción a mercados externos",
puesto en materia de recepción de inversiones extranjeras por unidad del PIB ­cn 220 El frigorífico norteamericano Swift se instaló en 1910 y llegó a convertirse
América Latina y Asia­ durante 1900. En ese sentido, el porcentaje argentino alcanzó en el primer exportador de carnes vacunas del país. Su planta de Berisso seguía es­
al 4,15%, superando a Uruguay (3,14%) y Brasil (2,55%). En 1914, la Argentina trictamente las normas arquitectónicas y el método de producción implementados en
retrocedió a la segunda posición {2,60%), detrás del Brasil (2,96%). los establecimientos de Chicago.
212 Taylor, Alan (1992). 221 En 1913 existían 55 talleres que empleaban a 15.000 trabajadores. Fuente:
213 Dasso, Carlos Alberto (2008). Dorfrnan, Adolfo (1970).
214 Fueron particularmente importantes las inversiones agropecuarias de capitales 222 CEPAL (1959).
franceses y belgas. 223 El Acuerdo de Fletes fue una iniciativa del gobierno británico destinada a
215 Ferrer, Aldo (2004). frenar la expansión de los frigorfficos norteamericanos.

60 / Diego Rublnzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubínzal: Historia económica argenrr.a (1880 2009) / 61
de )a carne estaba asegurada por el manejo de los fletes (los barcos rífico Wilson, Thc Remington y National Cash Rcgistcr (maqui­
frigoríficos eran ingleses),224 los seguros de dichas embarcaciones narias de oficina), Kodak y Standard Elcctric, General Elcctric,
y la recepción de la carga en el puerto de Smíthfield. Standard Oíl, Ford Motors.P" General Motors y Colgate­Palmolivc,
A comienzos del siglo XX, la inserción de las compañías ex­ Corn Refining Products Company e International Cement Corpo­
tranjeras en la economía local registró un cambio de comporta­ ration, entre otras.
miento con relación a lo ocurrido a fines del siglo anterior. Alrededor de 150 empresas norteamericanas ­que contaban con
La instalación de filiales europeas y norteamericanas que re­ un capital de 400 millones de dólares­ se contabilizaban a principios
plicaban los procesos productivos implementados por sus casas ma­ de la década de los treinta del siglo XX.233
trices era toda una novedad. Esas compañías orientaron su pro­ Por ese entonces, las inversiones de capitales extranjeros equi­
ducción al abastecimiento del mercado mterno. 225 valían al 32% del capital fijo total234 y los crecientes capitales nor­
En esa época, las inversiones sobre sectores técnicamente no­ teamericanos rondaban el 15% del total.
vedosos, como las compañías de electricidad, estuvieron en manos
alemanas y los tranvías pasaron de manos británicas a capitalistas 1.16 Origen de la inversión. Flujo porcentual de In inHirsi6n
franceses, belgas y alemanes.P' Periodo: 1921-1930
Otra de las novedades estuvo dada por el paulatino crecimiento
Inversión 1921/1925 1926/1930
de las inversiones norteamericanas y el progresivo declive de las
Nacional 83,30% 84,90%
británicas ( que generalmente estaban asociadas al modelo agroex­
portador).227 Extranjera 16,70% 15,10%
La Primera Guerra Mundial había estimulado un proceso de Fuente: elaboración propia a partir de Vitelli (/999).
liquidación de las inversiones europeas en el extranjero y el sur­
gimiento de Estados Unidos como el principal país acreedor en Los capitales externos seguían dominando los resortes estraté­
inversiones extranjeras a largo plazo.228 gicos de la estructura productiva (comunicaciones, ferrocarriles,
Las inversiones norteamericanas en la Argentina crecieron pro­ frigoríficos, puertos). Hacia 1927, el 44,2% de los capitales extran­
gresivamente: 40 millones de dólares (1913), 100 millones (1919)2­"9 jeros operaban en los ferrocarriles.235 Los frigoríficos norteameri­
y 160 (a principios de la década de los treinta),23º incrementando canos manejaban el 58,5% del mercado, los ingleses el 29,64% y
su presencia en las industrias manufacturera y frigorífica, las ra­ la comercialización de granos también estaba hegemonizada por
diocomunicaciones y los servicios. compañías extranjeras.
Hacia 1929, el 7% de las inversiones totales norteamericanas
estaban dirigidos hacía América Latina y, de ese porcentaje, el
1.17 Tasa de inversíén bruta
25% tenía como destino la Argentina.231
Período 1900-1914
Entre las compañías norteamericanas más destacadas que se
radicaron en la Argentina se contaron: Frigorífico Armour, Frigo­ Allo Inv�rsi6n bruta fija
(%del PIB)
224 El mercado de fletes era un pingüe negocio. Los barcos británicos ganaron 15 1900 25%
millones de libras por el negocio del transporte de cargas entre Argentina e Inglate­
rra en 1924. Ese mismo año, el total de las ventas británicas a la Argentina alcanzó 1901 25%
los 24 millones de libras. Fuente: Fodor, Jorge; O'Connell, Arturo y Dos Santos, Mario
(1973). 1902 24%
225 Basualdo, Eduardo (2006). 1903 23%
226 Rayes, Agustina (2008).
227 Kosacoff, B. y Azpiazu, D. (1989). Por ese entonces, las inversiones ingle­
sas alcanzaban los 385 millones de libras. Fuente: Skupch, Peter; Panaia, M. y Lesses, R. 232 La planta de armado de Ford en Buenos Aires fue construida en 1920 y era
(1975). una reproducción en miniatura del Ford Dctroit Ccntcr de Highland Park. Fuente:
228 Ferrar, Aldo (2004). Barbero, María Inés (2003).
229 Ortiz, Ricardo (1958). 233 Rapoport, Mario (2000).
230 Phelps, D. (1936). 234 Ferrer, Aldo (2004).
231 Rowthorn, B.; Warren, B.; Emmanucl, A. y Cardoso, F. H. (1973). 235 Revista de Economía Argentina (1931).

62 / Diego Rubinza!: Historia económiea argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argent.na (1880·2009) / 63
 1.17 Tasa de inversión bruta ciedad de Resistencia de Obreros Marmoleros (1883), la Sociedad
de Obreros Panaderos (1885) y La Fraternidad (1887).�7
Periodo 1900-1914
Ese florecimiento sindical preanunciaba un incremento de la
Año Innrsión bruta fija
(%del PIB)
conflictividad social debido a las pésimas condiciones laborales que
afrontaban los trabajadores en la Argentina.
1904 31%
La crisis económica imperante a fines del siglo XIX fue otro
1905 42% de los factores que impulsó la visibilidad del conflicto social.
1906 49% Mientras que en 1887 se contabilizó una sola huelga,238 realizada
1907 58% por los zapateros, en 1896 se registraron 26 huelgas lideradas por
1908 44% trabajadores pertenecientes a distintas actividades (fídccros, cur­
' tidores, madereros, etc.).239
1909 48%
La actividad sindical no se limitaba a las movilizaciones y huel­
1910 53% gas sino que también incluía la elaboración y difusión de material
1911 52% propagandístico destinado a elevar la conciencia de clase de los
1912 39% trabajadores.
1913 39% En ese sentido, la conmemoración del día de los trabajadorcs="
1914 27%
( el día 1 º de mayo) constituía un rito simbólico muy especial que
cumplía con el mandato establecido por el Congreso Obrero In­
Fuente: CEPAL (1958b).
ternacional celebrado durante 1889.
En la Argentina, los reclamos de los manifestantes fueron ­du­
rante muchos años­ una jornada laboral de ocho horas para los
5. La cuestión social adultos, de seis para los menores, prohibición del trabajo infantil
5.1. El surgimiento de los sindicatos y descanso dominical.
La conformación de la primera central de trabajadores en 1901
La esperanza de vida de los habitantes argentinos era de tan ­la Federación Obrera Argentina (FOA)241 que aglutinó a treinta
sólo 31 años en 1877. A partir de entonces, ese umbral se elevaría organizaciones obreras­ simbolizaba un relevante avance organi­
progresivamente hasta llegar a superar los 50 años en 1914. De zativo, dando cuenta de la maduración y fortalecimiento del ac­
esa manera, la esperanza de vida de los habitantes de Buenos cionar sindical.
Aires estaba a la altura, o incluso en mejor situación, que otras
Durante muchos años, la conducción de la FOA/FORA estuvo
ciudades receptoras de inmigrantes como Nueva York.236
en manos de los anarquistas, quienes transformaron a la Argentina
El positivo impacto del crecimiento económico en la vida co­ en el país sudamericano donde las ideas libertarias adquirieron un
tidiana reforzaba el optimismo de la elite acerca de la pertinencia mayor predicamento. Una de las causas de este fenómeno estaba
del rumbo adoptado. dada en que las principales corrientes inmigratorias provenían de
Pero el fruto del progreso no alcanzaba a todos por igual y los países como España e Italia en donde el anarquismo tenía una
sectores menos favorecidos comenzaron a hacer oír su voz de des­ fuerte presencia.
contento a través del accionar sindical.
Así, en las últimas décadas del siglo XIX se intensificó la crea­ 237 Matsushita, Hiroshi (1986).
ción de sindicatos de trabajadores tales como: la Unión Tipográfica 238 La primera huelga fue llevada adelante por los trabajadores gráficos en 1878.
(1877), la Sociedad de Obreros Molineros (1881), la Unión de 239 Oddone, Jacinto (1975).
Oficiales Yeseros (1882), la Sociedad de Obreros Tapiceros (1883), 240 El 111 de mayo se comenzó a conmemorar en la Argentina a partir del año 1890.
241 Existieron algunas fugaces experiencias anteriores como la Primera, Segunda
la Sociedad de Mayorales y Cocheros de Tranvías (1883), la So­ y Tercera Federación de Trabajadores de la República Argentina que estuvieron atra­
vesadas por las polémicas entre los trabajadores socialistas Y. anarquistas. Ef! 1904, la
FOA cambió su denominación, pasando a llamarse Federación Obrera Regional Ar­
236 Armus, Diego (2000). gentina (FORA).

64 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (7 880- 2009) / 65
 Frydenbcrg y Ruffo sostienen que "el predominio del anarquis­
mo se explica por la peculiar estructura de la clase obrera de prin­
cipios de siglo: su heterogeneidad étnica y social, su dispersión
productiva, su condición de inmigrantes facilitaron el desarrollo
del anarquismo que apelaba genéricamente a los explotados y le­
vantaba banderas antiestatales y de revuelta inmediata que se amol­
daban al espíritu de los trabajadores" .242
La hegemonía anarquista en la FOA produjo el surgimiento de
otras centrales sindicales que no respondían a ese ideario político.
Así, los trabajadores socialistas se desvincularon de la FOA en
abril de 1902 y fundaron la Unión General de Trabajadores (UGT).
Siete años más tarde surgiría otra central sindical ­la CORA (Con­
federación Regional Obrera Argentínaj­ de tendencia "sindicalis­
ta", cuyas posturas se diferenciaban tanto de los anarquistas como
de los socialistas.é"
Los "sindicalistas" consideraban ­a diferencia de los anarquis­
tas­ que era factible luchar por una legislación más favorable a
los trabajadores, pero ­contrariamente a lo sostenido por los so­
cialistas­ entendían que la única manera de conseguirlo era por
medio de la acción directa y las movilízaciones.é"
Fue justamente el activismo de las organizaciones obreras que
pondría en debate la llamada "cuestión social". En algunos casos,
los sindicatos incrementaron cualitativamente sus demandas de in­
tervención estatal en el conflicto social,245 y en otros, fueron aún
más lejos proponiendo reformas sociales radicales.
Entre 1902 y 1910 estallaron siete huelgas generales y en muchas
de ellas la represión fue violenta.é" En 1909, el paro general se
extendería una semana completa en repudio a la represión policial
que terminó con la vida de ocho trabajadores247 y ochenta heridos
durante la conmemoración del 12 de Mayo en Plaza Lorea.248
242 Frydcnbcrg, J. y Ruffo, M. (1992).
243 La CORA se integraría imponiendo sus concepciones sindicalistas a la FORA.
Otras centrales sindicales de tendencias sindicalistas fueron la Unión Sindical Argen­
tina (USA) ­que entre 1922 y 1926 funcionó como una central única­ y la Confede­
ración General del Trabajo (CGT) (1930). La CGT surgió como resultado de la fusión
de la USA (sindicalista) y la Confederación Obrera Argentina (COA­socialista). Por
su parte, los comunistas fundaron su propia central sindical ­el Comité de Unidad
Sindical Clasista (CUCS)­ en 1929.
244 Barroetaveña, Mariano; Parson, Guillermo; Román, Viviana; Rosal, Hernán
y Santoto, Mara (2007).
245 Suriano, Juan (2000).
246 Ferrer, Aldo (2004).
247 Godio, Julio (1987).
248 El que comandó esa feroz represión fue el jefe de la Policía de Buenos Aires,
coronel Ramón Falcón. El 9 de noviembre de 1909, el anarquista ruso Simón Ra­
dowitzky lo ejecutó a la salida de un acto en el cementerio de la Recoleta.
66 / Diego Rubil12'.Bl: Historia económica argentina (1880-2009)
Alarmado por ese activismo sindical, el presidente José Fi­
gueroa Alcorta sostenía en 1910: "Tiempo es ya [ ... } que nos
apresuremos a oponer a las huelgas una sabia y prudente legis­
lación para prevenir los efectos de la cesación del trabajo, que
perjudica a los obreros y a los capitalistas como perjudica al co­
mercio y al Estado".
Pocos días antes de la celebración del centenario de la Revo­
lución de Mayo, la CORA convocó a una huelga general recla­
mando la derogación de la Ley de Residencia y la libertad de los
presos sociales. El gobierno declaró el estado de sitio, alentando
a los grupos parapoliciales a realizar atentados contra los locales
sindicales. Además, se encarceló a un importante número de mi­
litantes obreros y se deportó a unos 600 trabajadores.w
En octubre de 1913, la represión a los huelguistas de la crista­
lería Rigolleau culminó con la muerte, entre otros, del secretario
de la FORA y redactor de órgano de difusión anarquista "La Pro­
testa" Costanzo Panizza. Como repudio a los asesinatos perpetra­
dos ese día, la FORA convocó una huelga general de 48 horas.
Era el primer movimiento colectivo de los trabajadores anarquistas
desde la celebración del centenario.o'' ·
Entre finales de la década de 1910 y principios de la siguiente,
se produjeron una serie de conflictos que por su gravedad y ex­
tensión dejarían sus marcas en la historia argentina.
Uno de ellos fue el que tuvo como protagonistas a los traba­
jadores de la mítica compañía inglesa La Forestal. Los abusos y
arbitrariedades de la firma251 eran difundidos profusamente por
los periódicos sindicales de la época.
Entre mediados de 1909 y principios de 1911, los hacheros de
La Forestal realizaron varias medidas de fuerza exigiendo una jor­
nada de trabajo de 8 horas y mejoras en las condiciones laborales.
El conflicto culminó con una feroz represión y la derrota del mo­
vimiento huelguista.
Otro conflicto emblemático fue el protagonizado en los talleres
metalúrgicos Vasena de la Capital Federal, que había comenzado
el 2 de diciembre en reclamo de aumentos salariales, reducción
de jornada, supresión del trabajo a destajo y reincorporación de
los obreros despedidos por su actividad sindicaJ.2S2
249 Dasso, Carlos Alberto (2008).
250 González, Gustavo Damián (2006).
251 Por ejemplo, se solía abonar los salarios a los trabajadores con vales que
únicamente podían ser canjeados por mercaderías en almacenes pertenecientes a la
misma firma empleadora.
252 Bilsky, Edgardo J. (1984).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880,2009) / 67
 El 7 de enero de 1919, la policía atacó un piquete de huelguistas,
asesinando a cuatro trabajadores.
El 9 de enero, el cortejo fúnebre ­que acompañaba a los obreros
asesinados­ fue brutalmente reprimido por los hombres encabe­
zados por el general Luis Dellepíane, causando veinte nuevas víc­
timas fatales. El ataque contra los trabajadores fue acompañado
por atentados contra los periódicos sindicales y de izquierda per­
petrados por la organización estatal Liga Patriótica (que hizo su
primera aparición pública) comandada por Manuel Carlés.253
La FORA respondió con una huelga general que se extendió
durante el 10 y el 11 de enero. ' Porque no era un gobierno obrero. Desde el punto de vista histórico
Esta página negra de la historia argentina se conoció bajo el
nombre de la "Semana Trágica" debido a que las convulsiones
sociales se extendieron durante toda una semana, costando la vida
de alrededor de 700 manifestantes obreros.
Los acontecimientos de la Semana Trágica agitaron los miedos
de la jerarquía eclesiástica. Monseñor Miguel De Andrca excla­
maría: "Nos amenazan las pasiones más bravas, las iras del popu­
lacho, el rencor de las masas obreras, la sed de venganza anarquista,
el huracán de la revolución antisocial, la loca ambición de ejercer
la dictadura en nombre de las heces de la sociedad ... iLos bárbaros
están a las puertas de Roma!" Ante esa amenaza, los obispos im­
pulsaron una gran colecta nacional con fines de beneficencia.é!
Los conflictos laborales también se extendieron a la lejana Pa­
tagonia a finales de 1920. En esa ocasión, los peones rurales pre­
sentaron un petitorio reclamando la reducción de la jornada de
trabajo y mejores condiciones laborales. La respuesta ·patronal no
se hizo esperar: la policía local y grupos enrolados en la Liga Pa­
triótica reprimieron a los trabajadores.
Ante la magnitud del conflicto, el gobierno nacional encomendó
al teniente coronel Héctor Vareta a preservar la paz social mientras
el gobernador laudaba entre las partes.
El trabajoso acuerdo al cual se arribó fue incumplido sistemá­
ticamente por los terratenientes. Ante eso, los trabajadores reto­
maron su plan de lucha a finales de 1921.
El presidente Hipólito Yrigoyen movilizó al Regimiento 10 de
Caballería hacia el sur patagónico dividido en dos grupos: uno
dirigido por el teniente coronel Héctor Benigno Varela y el otro
253 Durante esa represión conocida como la "Semana Trágica" se registraron 700
muertos y más de 2.000 heridos. La Liga Patriótica tenía un discurso xenófobo y
particularmente antijudío. Su lema era "Orden y patria" y durante las jornadas del 7
al 17 de enero de 1919 llevaron adelante un pequeño pogrom en Buenos Aires atacando
distintas instituciones de la izquierda judía.
254 Romero, Luis Alberto (2001).
68/ Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
comandado por el capitán Elbio C. Anaya. La feroz represión se
cobró la vida de alrededor de dos mil huelguistas que fueron fu­
silados por el Ejército. En su libro Los vengadores de la Patagonia
Trágica, el historiador Osvaldo Bayer relata: "Ante la nueva huelga
­indudablementc más pacífica que la primera y mejor organizada,
más general­ se ordena la represión. Pero no el fusilamiento de
los estancieros que no cumplían el convenio, sino de los obreros
que exigían el cumplimiento de ese convenio. Claro que para ser
neutrales desde el punto de vista histórico no podemos esperar
que el gobierno radical fuera a ordenar que se fusilaran estancieros.
los únicos equivocados fueron los obreros por haber iniciado la
segunda huelga sin apoyo ni solidaridad de las centrales obreras
de Buenos Aires y no haber negociado antes con el gobierno radical
la probable salida de un movimiento de esa envergadura. Los obre­
ros patagónicos se levantaron solamente porque tienen razón. Es
la típica reacción anarquista. Desconocen lo más elemental de la
política burguesa. Para triunfar no sólo hay que tener razón".
El teniente coronel Varela fue homenajeado por sus servicios
prestados por la Sociedad Rural y por la Liga Patriótica. Luego
de aniquilada la protesta obrera, el 11 de enero de 1922, la Sociedad
Rural anunció que había decidido rebajar un tercio los salarios.
De esa manera, el nivel salarial se ubicaba por debajo de los valores
vigentes con anterioridad a la primera huelga obrera patagónica.
Un año después, el anarquista alemán Kurt Wilckcns asesinaría
al teniente coronel Vareta en represalia por la masacre de los peo­
nes rurales.
A pesar de la intensidad que alcanzaron las luchas sindicales
en determinados períodos históricos, el nivel de sindicalízación se
mantendría muy bajo.255 Recién al aproximarse la década de los
cuarenta, la cantidad de afiliados comenzaría a subir rápidamente.
5.2. El rol estatal ante el conflicto social: represión e integración
La ascendente conflictividad social obligó al Estado a abandonar
el rol prescindente que había adoptado en el siglo anterior.
La elite dirigencial apeló tanto a medidas de corte represivo
(Ley de Residencias", Ley de Defensa Social) como a iniciativas
255 Rapoport, M. (2000).
256 Suríano, Juan (2000) sostiene refiriéndose a esa Ley que "se arrogaba la
capacidad de expulsar a todo extranjero sospechoso de impulsar huelgas y actividades
consideradas subversivas. Sin dudas, la eficaz represión amparada en estas medidas
ahogó al movimiento huelguístico y debilitó la capacidad movilízadora del movimiento
anarquista".
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 69
"integradoras" (reglamentación del trabajo, descanso dominical)
para preservar el orden público como garante del progreso eco­
nómico y la estabilidad política.P?
Aquellos lúcidos conservadores que propugnaron la adopción
de este último tipo de medidas encontraron en el "Informe sobre
el estado de las clases obreras argentinas en el interior de la Re­
pública Argentina" de Bialet Massé un sólido soporte documental
para sus iniciativas reformadoras. Ese "Informe" fue fruto de una
iniciativa surgida de las mismas entrañas del régimen conservador.
En efecto, el presidente Roca y su ministro del Interior Joaquín
V González fueron los que encomendaron al doctor catalán Juan
Bialet Massé ­a través de un decreto suscripto el 22 de enero de
1904­ un relevamiento de las condiciones de trabajo en la Argen­
tina.
El "Informe"258 retrató fielmente las miserables condiciones de
trabajo que afrontaban los jornaleros y obreros argentinos. El sis­
tema de expoliación producido a través del pago en vales que de­
bían ser canjeados por mercaderías ­en almacenes propios de las
firmas empleadoras­, las interminables jornadas laborales que no
respetaban tiempos de descanso, el trabajo infantil,259 los contratos
leoninos que perjudicaban a los colonos, las condiciones miserables
de las viviendas habitadas por los trabajadores, las persecuciones
de las autoridades políticas y judiciales fueron algunos de los temas
expuestos por el catalán.
Bialet Massé sostenía: "Son rarísimos los patrones que se dan
cuenta de que el rendimiento del trabajo es directamente propor­
cional a la inteligencia, al bienestar y a la alegría, sobre todo del
obrero que lo ejecuta, y no al tiempo que dura la jornada, cuando
ésta pasa de su límite racional; y muchos menos los que alcanzan
a comprender que manteniendo a sus obreros en la miseria, lo
mantienen en la tendencia al vicio y al delito, que ellos pagan en
último término".
"En Córdoba no ha entrado la civilización de la letrina, y las
fábricas de calzado cobran por el uso de sus pozos inmundos iQué
extravagancias tiene la codicia!", exclamaba indignado Bialet
Massé.
En algunos casos, las formas laborales semiesclavistas eran el
257 Zimmermann, E. (1995).
258 El 30 de abril se dieron a conocer públicamente las primeras conclusiones.
El 17 de septiembre de ese año, Bialet Massé da a conocer la segunda parte del
Informe.
259 El Informe detalla que "Hay en las cigarrerías niños y niñas­de 8 a 12 anos
[?]. Algunas estaban anémicas, pálidas, flacas, con todos los síntomas de la sobrefatiga
y de la respiración incompleta".
70 I Diego Rubrizal: 1-istoria económica argentina (1880-2009)
resultado de aceitados andamiajes legales impulsados por las di­
rigencias locales. En el norte argentino, las leyes contra la vagancia
o de peonaje por deudas facilitaban la tarea de los "conchabadores"
de peones.260 Esos personajes se concentraban en torno a los al­
macenes de ramos generales y, apelando a distintas artimañas, in­
citaban a sus víctimas a consumir bebidas y alimentos. Para cancelar
esa deuda, el único camino que les quedaba era conchabarse como
peones.
Partiendo de las conclusiones del trabajo de Bialet Massé, el
ministro Joaquín V. Gonzálcz propuso la elaboración de una Ley
Nacional del Trabajo. A tal fin convocó para esa tarea a un ecléctico
conjunto de intelectuales: José Nicolás Matienzo, Enrique del Valle
lberlucea, José Ingenieros, Manuel Ugarte, Juan Bialet Massé, en­
tre otros.
Pero el proyecto elaborado por ese grupo de trabajo fue re­
chazado por la Unión Industrial Argentina que consideró "extre­
ma" la intromisión estatal. También las centrales sindicales (FOA
y UGT) se opusieron a la iniciativa porque consideraban que era
un intento de control estatal de la acción sindical.
La férrea oposición empresarial y la falta de impulso 'oficial
terminaron haciendo naufragar el Código del Trabajo.
A pesar de eso, la creación del Departamento Nacional del
Trabajo (1907), de la Caja de Jubilaciones para los empleados de
la Administración Pública (1904), del fondo de pensiones para los
trabajadores ferroviarios (1905), de las leyes de descanso dominical
(1905)261 y de reglamentación del trabajo femenino e infantil
(1907)262 formaron parte del conjunto de iniciativas "integradoras"
que marcaban el fin del abstencionismo estatal en la 'materia.
Más alJá de esos tímidos avances, las pujas entre aquellos que
proponían medidas de corte represivo y quienes auspiciaban me­
didas "íntegradoras"263 eran bastante comunes por aquellos días.
260 En 1913, un informe del Departamento Nacional del Trabajo denunció el
esquema feudal que predominaba en las relaciones contractuales laborales en los
ingenios azucareros. En Jujuy y Salta, esas disposiciones legales estuvieron vigentes
hasta 1915 y 1921 respectivamente.
261 El ámbito de aplicación de esa ley fue la Capital Federal y fue permanente­
mente violada por la mayoría de los empresarios. En ese sentido, la UIA condenó la
obligación de pagar los jornales de los días no trabajados.
262 Esas leyes fueron impulsadas especialmente por el legislador socialista Alfredo
Palacios. Establecía que los menores de 16 años no podían trabajar más de ocho
horas diarias ni 48 semanales, prohibía el empico de mujeres y menores en industrias
insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno, permitía a las mujeres ausentarse del
trabajo durante los treinta días anteriores y posteriores al parto con la obligación del
empleador de reservarles la fuente de trabajo. También les permitía amamantar a sus
niños quince minutos cada dos horas.
263 De tocias maneras no hay que perder de vista que esas medidas "Integradoras",
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 71
 Esa disputa saldría a la luz, por ejemplo, durante el conflicto
sindical desatado en los ferrocarriles en 1912. En esa ocasión, mien­
tras que el ministro de Obras Públicas Ramos Mejía encarnó las
posturas represivas.é' el "católico social" Gómez impulsó un acuer­
do negociado entre las empresas y el sindicato La Fraternidad que
reunía a fogoneros y maquinistas de locomotoras,265
La obtención de algunas conquistas sociales por parte de los
trabajadores continuaría con la sanción de la primera Ley de Ac­
cidentes de Trabajo (1915), la cobertura previsional de los traba­
jadores de los sectores públicos, bancarios, compañías de seguro,
periodistas, gráficos, marinos mercantes y aeronáuticos (proceso
que se extendió entre 1916 y 1930), entre otras.266
5.3. La crisis habitacional
El masivo arribo inmigratorio sobrepasó holgadamente la in­
fraestructura habitacional existente.
La ciudad de Buenos Aíres triplicó su población en apenas
veinte afios.267 Como ese crecimiento poblacional no fue acompa­
ñado con la construcción de nuevas viviendas, el déficit habitacional
creció exponencialmente.
De acuerdo a los datos proporcionados por el Censo Municipal
de 1904 existía un promedio de 11,5 personas por casa en la Capital
Federal. A su vez, de los 950.891 habitantes de la ciudad, 138.188
vivían en las 43.873 habitaciones de las 2.462 casas de inquilinato
porteñas. Los dueños de los conventillos se quedaban, en concepto
de alquiler, con casi la mitad del salario que percibía entonces un
obrero.268
La reacción gubernativa frente a ese cuadro de situación fue
bastante tímida. Una de las iniciativas en ese sentido fue ta sanción
de una ley (en el año 1905) que permitía a la municipalidad de
Buenos Aires emitir títulos y transferir terrenos destinados a la
construcción de barrios obreros. 269
Por su parte, la Iglesia Católica empezó a tomar nota de las
tal como plantea Dasso, Carlos (2008), generalmente se concentraron. en medidas de
carácter tutelar que no se planteaban sacar al obrero de la pobreza, sino garantizar
la reproducción de la fuerza de trabajo y asegurar su subordinación al poder hege­
mónico oligárquico.
264 Si bien en este conflicto defendió las posiciones más duras, Ramos Mejía se
inscribía dentro del campo de los reformistas.
265 Suriano, Juan (comp.) (2000).
266 CIFRA (2009c).
267 La población de la ciudad de Buenos Aires pasó de 663.000 habitantes (1895)
.a 1.575.000 (1914).
268 Girbal­Blacba, Noemí M. (2000).
269 Liernur, Jorge (2000).
72 / Diego Rubinza!: Historia econórnca argentina (1880-2009)
propuestas sociales plasmadas en la encíclica Rerum Novarum del
Papa León XIII. En 1902, la Iglesia construyó un conjunto de
viviendas en el barrio porteño de Parque Patricios utilizando fondos
provenientes del Jockey Club.27º Algunos años después surgirían
organizaciones como la Liga Social Argentina y los Círculos de
Obreros imbuidas de las propuestas del "catolicismo social".
Pero el desequilibrio habitacional era tan profundo que el valor
de los alquileres seguía aumentando desproporcionadamentc co­
locando a los inquilinos en una situación desesperante.
Girbal­Blacha relata que "en agosto de 1907 la Municipalidad
decreta un aumento en los impuestos para 1908. Los propietarios
de las casas de inquilinato suben los alquileres para anticiparse a
los hechos y cubrir los nuevos desembolsos. Frente a esta decisión
los inquilinos de un conventíllo propiedad de Pedro Holterhoff,
situado en la calle ltuzaingó 279, rehúsan pagar el alquiler. Pronto,
otros conventillos imitan la actitud y presentan a los encargados
pliegos de condiciones en los que solicitan rebaja de los alquileres
y mejoras en las condiciones de la vivienda. Marchas de niños con
escobas al hombro 'para barrer a los caseros' recorren las barriadas
de un baluarte de la inmigración como la Boca y otras zonas, en
busca de adhesiones al movimiento huelguístico, que se extenderá
hasta fines de 1907".271
En la protesta participaron 2.000 conventillos de la ciudad de
Buenos Aires, 300 de Rosario y un número no determinado de
Bahía Blanca y de otras ciudades bonaerenses. De acuerdo a las
estadísticas del Departamento Nacional de Trabajo, el movimiento
huelguista abarcó a unas 140.000 personas en todo el país. En el
caso de Buenos Aires, alrededor de un 10% de la población de
la ciudad participó activamente en ese conflicto.I"
La respuesta gubernamental fue implementar algunos planes
habitacionales destinados a lograr una desconcentración poblacio­
nal de los conventillos.273
Pero en realidad no existía una genuina preocupación oficial
por las precarias condiciones de vida de los "conventilleros", sino
que las escasas medidas implementadas eran fruto de la inquietud
política.
En ocasión de un debate en la Cámara de Diputados, Santíago
de Estrada manifestó: "El Doctor Rawson con voz profética dijo
270 Licrnur, Jorge (2000).
271 Girbal­Blacha, Nocmí (2000) .
272 Girbal­Blacha, Nocmí (2000).
273 Entre otras medidas en 1915 se creó la Comisión Nacional de Casas Baracas
(ley 9677) que se financiaba con fondos provenientes de las carreras d.: caballos,
Díego Rubínza!: Historia económíca argentina (1880-2009) / 73
entonces que [ ... ] si seguía desarrollándose la familia obrera en el
conventillo, un día llegaría en que todos tendríamos que arrepen­
tirnos porque allí germinaría el socialismo revolucionario y las ideas
anárquicas ... "274
Además de la respuesta gubernamental, el socialismo275 abrió
cuatro casas residenciales en 1907 en Floresta a través de la coo­
perativa El Hogar Obrero.276 Esas "casas colectivas con amplios
espacios de aire, sol y luz; grandes ambientes y todos los servicios
básicos, accesibles mediante un alquiler que no comprometiera
más de un 25% del ingreso familiar" ,277 continuarían construyén­
dose en Ramos Mejía, Caballito, Barracas y Chacarita, durante
los años siguientes.
El problema estuvo muy lejos de solucionarse: el 88,4% de las
familias obreras vivían en una única pieza en 1917.278
Durante la gestión radical, el Estado promovió algunas políticas
tendientes a morigerar los problemas sociales. Por ejemplo se san­
cionó una ley de congelamiento de alquileres (1923), para regular el
mercado de la vivienda en beneficio de los sectores más necesitados.
La urbanización acelerada no solamente multiplicó las deman­
das de vivienda sino también las de un conjunto de infraestructura
social.
En ese sentido, los médicos higienistas reclamaron la concreción
de obras de salubridad, cloacas y servicio de aguas corrientes, sa�
neamiento hospitalario, asistencia pública y el control de la pros­
titución y del funcionamiento de los conventillos y casas de inqui­
linato.279
Por su parte, los diputados socialistas sostuvieron la necesidad
de que el Estado desempeñara un rol central en la promoción de
la salud pública, destinándose fondos genuinos en cantidad sufi­
ciente para atender apropiadamente esa cuestión.P?
6. Breve semblanza de los gobiernos desde 1880 hasta 1930
El período histórico que abarca este capítulo puede ser dividido
274 Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación (27/10/1910).
275 El Partido Socialista Obrero Argentino había sido fundado en 1896 por Juan
B. Justo.
276 La cooperativa "El Hogar Obrero" fue creada en 1905 como una agencia de
vivienda y crédito. En 1909, la cooperativa había abierto un ala para el consumidor,
en 1911 una panadería y en 1913 un almacén al por mayor. Fuente: Adelman, Jeremy
(2000).
277 Polino, Héctor (2005).
278 Licmur, Jorge Francisco (2000).
279 Soriano, Juan (1991).
280 Recalde, Héctor (1991).
74 / Diego Rubinzal: Historia económica argent,na {1880-2009)
en dos etapas diferenciadas. La primera (1880­1916) está caracte­
rizada por la presencia de una sucesión de gobiernos políticamente
conservadores que instauraron un férreo orden oligárquico. La se­
gunda etapa (1916­1930) comprende a los gobiernos radicales que
llegaron al poder a partir de la apertura política propiciada por
la Ley Sáenz Peña.
Como bisagra entre ambas etapas puede mencionarse la con­
solidación de la Unión Cívica Radical como partido nacional, po­
niendo en tela de juicio el ideario "modernizador" de la Generación
del 80 (poblar, educar y comunícarj.P'
En el presente apartado, repasaremos algunos de los aconte­
cimientos económicos y políticos más importantes de esta etapa
histórica.
6.1. El orden conservador
6.1.1. Julio Argentino Roca (12/10/1880-12/I0/1886)
La "exitosa" Campaña del Desierto sentó las bases para un
desarrollo económico integrado a las corrientes mundiales del co­
mercio.
El desalojo y exterminio de los indígenas permitió incorporar
aproximadamente treinta millones de hectáreas a la actividad pro­
ductiva. Esa cifra representaba nada menos que casi la mitad de
la tierra disponible hasta entonces.282
La campaña militar no solamente cumplió con el objetivo ex­
plícito de terminar con el "problema" aborigen sino que también
consolidó el liderazgo del joven general Julio Argentino Roca.
Roca aglutinó en torno a su figura a las elites provincianas
(reunidas en la llamada "Liga de los Gobernadores" que se había
conformado en 1877 en Córdoba) y a los hacendados de la Pro­
vincia de Buenos Aires.
A ese poderoso apoyo político, Roca le sumó la conformación
del Partido Autonomista Nacional (PAN) que se transformaría en
una eficiente maquinaria electoral.
El 11 de abril de 1880, Roca es elegido presidente de la Nación
Argentina. El último escollo que le quedaba para gobernar con
cierta tranquilidad es rápidamente removido cuando las tropas na­
cionales derrotan a las fuerzas militares de la Provincia de Buenos
Aires. La capitulación porteña permitió la sanción legal de la fe­
deralización de la Ciudad Buenos Aires justo unos días antes de
la asunción del nuevo presidente (ley 1029 del 20/9/1880).
281 Saguier, Eduardo (2009).
282 Cortés Conde, Roberto (1997).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880­2009) / 75
 A partir de ese momento, esa urbe se transformó oficialmente
en la Capital Federal de la República, dando punto final al proceso
de organización nacional inaugurado en 1862 con la primera pre­
sidencia constitucional del país unificado.
Sábato sostiene que el acceso de las elites provincianas a los
cuerpos estatales contrapesó los desequilibrios económicos regio­
nales del nuevo orden agroexportador.w
El sólido apoyo obtenido por Roca contrastaba con una débil
oposición, encabezada por Bartolomé Mitre, que se expresaba fun­
damentalmente a través de la prédica del diario La Nación.284
Bajo el lema de "Paz y Administración", la administración ro­
quista puso en el centro de la preocupación gubernamental la lucha
por el progreso material.
6.1.1.1. La ofensiva laica
La sanción de la ley de educación primaria laica, gratuita y
obligatoria (ley 1420 en 1884)285 y la asunción por parte del Estado
de la administración de los cementerios (1881) y del registro del
estado civil (nacimientos, fallecimientos, matrimonios, defuncio­
nes) formaron parte de las tendencias modernizadoras que ero­
sionaron el poder eclesial.
Esa ofensiva laica encontró fuertes resistencias en los secto­
res católicos ya que implicaba la asunción por parte del Estado
de tareas que, hasta entonces, eran realizadas por la Iglesia Ca­
tólica.
La educación laica fue una de las iniciativas que mayor rechazo
despertó en la cúpula eclesiástica. En ese sentido, legisladores ca­
tólicos presentaron un proyecto en el Congreso Nacional para san­
cionar con carácter de obligatoriedad la educación religiosa en las
escuelas.286 Esa iniciativa, discutida en el Senado en 1883, originó
una polémica mayúscula que culminó con la destitución del mili­
tante católico José Manuel Estrada de la rectoría del Colegio Na­
cional y la expulsión del nuncio apostólico monseñor Mattera. Esta
última medida produjo la ruptura de relaciones diplomáticas con
la Santa Sede.
Para contrarrestar las presiones católicas, el Club Liberal or­
ganizó varios mitines en defensa de la escuela laica.
283 Citado por Carnpi, Daniel (2000).
284 Debido al deliberado abstencionismo electoral practicado por el mítrismo.
285 La legislación era únicamente aplicable en el ámbito de la Capital Federal y
territorios nacionales ya que la educación primaria era una responsabilidad jurisdic­
cional provincial.
286 La iniciativa fue aprobada en i::\ Senado por solamente un voto de diferencia.
76 / Diego Rubirizal: Historia económica argentina (1880-2009)
A pesar de las fuertes resistencias eclesiásticas, el proyecto ofi­
cial fue aprobado por el Congreso nacional y posteriormente pro­
mulgado un 8 de julio de 1884.
Los positivos frutos de la ley 1420 se pudieron observar en un
tiempo relativamente corto. En 1909, menos del 4% de los niños
de 13 años residentes en la Capital Federal eran analfabetos.P?
6.1.1.2. Las obras de infraestructura
La tarea de consolidación del Estado nacional encarada por el
roquismo requirió la concreción de múltiples obras de infraestruc­
tura.
Entre ellas sobresalieron por su impacto las inversiones ferro­
viarias. La extensión de los ramales de los Ferrocarriles Oeste, 288
Andino y Central Norte permitió que el Estado pasara a adrninis­
trar alrededor de 1900 kilómetros de transporte ferroviario.
Pero las inversiones públicas estuvieron lejos de reducirse a la
ampliación del tendido férreo.
A partir de 1883 se extendieron aceleradamente las redes de
agua potable de la Capital Federal.
Mientras que en 1880 alrededor de 5.000 casas accedían al agua
potable, ese número ya se había elevado a 30.000 en 1893 y a
casi 45.000 en 1899. Diez años más tarde, más del 50% de las
viviendas estaban abastecidas por esa red.289
A eso se le sumó la canalización del Riachuelo, la construcción
del puerto de Rosario, la inauguración de los muelles de San Ni­
colás y Concepción del Uruguay y la ampliación de la red telegrá­
fica, entre otras relevantes obras públicas=? que le imprimieron
un carácter fundacional a la gestión roquísta.
La contracara de ese activismo estatal estuvo dada por un
sustancial incremento del gasto público. En 1884, los gastos su­
peraban en un 56% a los ingresos, generando un enorme déficit
fiscal.P'
El aumento del gasto público no estuvo circunscripto a la es­
fera nacional sino que se extendió a las jurisdicciones provinciales.
Por ejemplo, la poderosa Provincia de Buenos Aires incrementó
sustancialmente sus erogaciones financiándolas con la colocación
de empréstitos y cédulas hipotecarias, en los mercados de capi­
287 Cibotti, Ema (2000).
288 Esta compañía pertenecía a la Provincia de Buenos Aires.
289 Armus, Diego (2000).
290 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
291 Regalsky, Andrés (1998).
Diego Rubinzal: Histcfia económica argentina (1880 2009) / 77
tales internacionales, a un ritmo incluso mayor que el propio 1.18 Evolución del PIB y del PIB per cápita y el saldo comercial de la Argentina
Estado nacional. 292 Periodo: 1880-1886

6.1.1.3. El sistema monetario Año PIB Tusa de PIB Tos11 de Exporta• Importa- Saldo
Gcary crecl- per crecímien­ dones dones balanza
Khamis miento cápila to anual ($oro) ($ oro) comercial
Una de las cuestiones a resolver por el gobierno era la referida (mill anual
al anárquico sistema monetario vigente ya que se seguían utilizando US$
unidades monetarias heredadas del sistema colonial. En las tran­ 1990)
sacciones económicas se intercambiaban una rara mezcla de pesos 1880 3,9]7,8 ·1,92% 1.534 ­4,84% 58.380.787 45,535.880 12.844.907
papel y variadas monedas metálicas extranjeras.é" 1881 3.990,7 1,60% 1.512 ­1,43% 57.938.272 55.705.927 2.232.345
Intentando dotar a la Argentina de un sistema monetario cohe­
1882 5.025 25,92% 1.847 22,16% 60,388.939 61.'.?46.045 ­857.106
rente, el gobierno dictó una Ley de Unificación Monetaria (1881)
que establecía una equivalencia entre las tenencias de oro o plata 1883 S.633,1 12,10% 2.008 8,72% 60.207.976 80.435.828 •20.227.852

con cada peso emitido localmente. 1884 6.031,4 7,00% 2.085 3,83% 68.029.836 94.056.144 ­26.026.308
Pero el objetivo oficial no pudo ser cumplido completamente 1885 7.072,8 17,27% 2.372 13,76% 83.879.100 92.22L969 ­8.342.869
porque fracasó la pretensión roquista de monopolizar la emisión 1886 7.100,8 0,40% 2.310 ­2,61% 69.834.841 95.408.745 ·25.573.904
de dinero a través del Banco Nacionalé" ya que las Provincias de
Fuente: eluboroció,1 propia a partir de Ferretes, Orlando (2005) y datos Censo 1914.
Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Tucumán conser­
varon sus propios bancos emisores.
A pesar de ese traspié, Roca amplió progresivamente los már­ En una carta a Eduardo Wilde, el futuro presidente argentino
genes de maniobra del Banco Nacional, al mismo tiempo que in­ Miguel Juárez Celman sentenciaba: "Es preciso ser tonto para no
tentaba limitar las facultades del poderoso Banco de la Provincia gobernar bien en estos tiempos".297
de Buenos Aires. Sin embargo, la caída de precios de los productos primarios y
Así, el gobierno nacional consiguió anular un convenio cele­ la desaceleración en el ingreso de capitales ­debido al aumento
brado ­en el año 1876­ entre ambas entidades, que limitaba se­ de la tasa de descuento del Banco de Inglaterra­ provocarían la
veramente la operatoria del Banco Nacional debido a una deuda emergencia de un nuevo escenario hacia finales de 1884.
contraída con el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Los problemas financieros obligaron al gobierno nacional a ra­
A raíz de la anulación de ese convenio, el peso papel de la cionar la entrega de oro, en lo que sería la antesala de la suspensión
Provincia de Buenos Aires dejó de ser la única moneda de curso de la convertibilidad monetaria decidida finalmente el 15 de oc­
legal en el territorio nacional295 y, en contrapartida, el gobierno tubre de 1885.
central nacionalizaba la deuda externa de la Provincia de Buenos . La inconvertibilidad de la moneda fue acompañada por pre­
Aires, completaba las obras inconclusas del Riachuelo y cancelaba siones por parte del sector agroexportador tendientes a la aplica­
con bonos las obligaciones que tenía el Banco Nacional con su ción de políticas fiscales y monetarias expansivas.
par de la Provincia de Buenos Aires.295 Aldo Ferrer explica que "cada vez que se planteó un déficit de
Más allá de las disputas entre la Nación y la Provincia de Buenos presupuesto, esos sectores apoyaron la emisión de moneda contra
Aires, el patrón bimetálico funcionó durante un tiempo porque el títulos públicos como forma de cubrirlo en lugar de aumento de
déficit comercial ­registrado ininterrumpidamente desde 1882 has­ los impuestos, la colocación de empréstitos y/o la contracción de
ta 1891­ fue compensado sobradamente por la afluencia de capi­ los gastos. La razón de esta actitud es clara. Mientras los impuestos
tales externos. y empréstitos debían ser pagados en parte por los sectores de altos
ingresos ( esto es, comerciantes del Puerto y terratenientes de la
292 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Femando y Rossi, Gastón (2008).
293 Perreres, Orlando (2005).
zona pampeana) la emisión monetaria y la devaluación consecuente
294 Esa entidad bancaria nacional había sido fundada durante la presidencia de del peso (por la presión de la demanda de importaciones sobre
Sarmiento.
295 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossí, Gastón (2008).
296 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008). 297 Viñas, David (1963).

78 / Diego RubinzaJ: Histor'ia económiea argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 79
las disponibilidades de divisas), en cambio, los beneficiaba por la En el período 1881­1885, la deuda pública se incrementó a una
traslación de ingresos puesta en marcha por la devaluación y la tasa superior al 13% anual y los montos destinados a la cancelación
modificación de la estructura de precios".298 de los servicios promediaban el 25% del presupuesto total.
Con la suspensión de la convertibilidad, la Argentina vivió hasta
principios del siglo XX con dos patrones monetarios: un papel l.20 Poreentale de los servicios de lo deuda
moneda nacional depreciado y usado para las transacciones inter­ con relación a los gaslos totales
nas y el oro y divisas utilizado para las transacciones internacio­
Periodo: 1881-1890
nales. 299
Año % Servidos/Gastos totales
Así, el sistema monetario argentino se volvió a rearticular sobre
la base de la circulación de billetes inconvertibles cuyo curso legal 1881 30
se circunscribía al ámbito de actuación de cada banco emisor. 1882 18,9
Solamente los billetes del Banco Nacional conservaron la ca­ 1883 26,6
pacidad de circulación en toda la geografía nacional. Así, su cir­ 1884 20,8
culante se terminaría más que triplicando y la participación de los
billetes del Banco Nacional pasaría del 6 al 47% del total. Ese 1885 25,3
crecimiento sería a expensas del Banco de la Provincia de Buenos 1886 25,7
Aires.300 1887 24
La puja entre el Banco Nacional y el Banco de la Provincia de 1888 21,3
Buenos Aires se mantuvo durante toda la gestión roquista. Asi­
1889 15,6
mismo, el presidente logró unos pocos días antes de la finalización
1890 35,1
de su mandato, la aprobación legislativa para el surgimiento del
Banco Hipotecario Nacional. Otra entidad bancaria nacional des­ Fuente: Arcondo, Aníbal y Amaudo, Aldo (1990).
tinada a fortalecer la posición relativa del Estado nacional.

1.19 Peso relativo de los sectores de la actividad económica argeatína En marzo de 1885, Carlos Pellegríni viajaría a Londres con la
Año Industria Agricul- Gana- 'Irans- Comercio Gobierno Cens- misión de renegociar esa deuda. En dicha renegociación, el go­
tun dería porte trucción bierno nacional logró la concesión de un préstamo de 8.400.000
1881 10,70% 5,30% 57,80% 1,40% 18,60% sin datos 6,20% libras a cambio de que el mismo estuviera garantizado con las
1885 9% 6.40% 42,50% 1,90% 16,30% 6,60% 17,30% rentas aduaneras y del compromiso oficial de no emitir nuevos
Fuente: elaboración propia a partir de Rocchi, Femando (2000). papeles de deudas sin autorización de los banqueros."
Roca también intentó recomponer las cuentas fiscales aumen­
6.1.1.4. La deuda pública tando los ingresos tributarios. A tal fin se elevaron un 15% los
aranceles a la importación, aunque dicha medida se reveló como
La canalización de un tercio de las inversiones extranjeras en insuficiente debido a que la alícuota se aplicaba sobre valores no­
préstamos gubernamentales resultó un factor clave para la conso­ minados en papel devaluado.
lidación del modelo económico implementado por la generación
del ochenta. La solución de fondo hubiese sido la fijación de los valores de
Por eso mismo, la administración de la deuda pública se con­ reíerencia en relación con el oro. De esa manera, los ingresos
virtió en uno de los principales desafíos para la elite gobernante. fiscales habrían acompañado la revaluación del metal. Pero la adop­
ción de esa medida era sumamente impopular porque significaba
encarecer los bienes que eran consumidos internarnente.P'
298 Fcrrer, Aldo (1963 b).
299 Rapoport, Mario (1984).
300 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008). 301 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).

80 / Diego Rubinzal: Historia ecooórnca argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 81
6.1.2. Manuel Juárez Celman (12!10/1886-6/8/1890)
6.1.2.1. El alejamiento de los notables y la política del unicato
La sucesión de Roca fue decidida al interior del partido hege­
mónico, ungiéndose como candidato a su concuñado el abogado
Miguel Juárez Celman.302
Una vez seleccionado el candidato, el régimen conservador ape­
laba a distintos mecanismos (por ejemplo control sobre la lista de
electores y las mesas receptoras de votos) para garantizar el triunfo
del postulante elegido.F"
El gobierno de Juárez Celman túvo puntos de continui­
dad y de ruptura con respecto a la gestión de Roca. En lo que
hace al primero, el juarismo continuó con las tendencias laicas y
liberales, el activismo estatal en materia de obras públicas y las
características centrales del conservadurismo político encarnado
por el roquismo.
Sin embargo, Juárez Celman se preocupó por alejarse de la
influencia de los "notables"304 del PAN.
Esa estrategia de diferenciación política incluyó su preocupa­
ción por apoderarse de la jefatura del partido. La ocupación si­
multánea de la primera magistratura y de la presidencia del PAN
fue bautizada como "la política del unicato".
6.1.2.2. El impulso a los [errocarriles
El gobierno juarista dio un fuerte impulso a la infraestructu­
ra ferroviaria, satisfaciendo los reclamos de varias provincias po­
bres del interior. La garantía estatal de una tasa mínima de ren­
tabilidad estimuló la acelerada expansión de los ramales ferro­
viarios.
Durante la presidencia de Juárez Celman se construyeron 822
kilómetros de vías férreas anuales, superando el promedio del se­
xenio roquista (608 kilómetros anuales).
El impulso a los ferrocarriles "garantidos"305 no impidió que
302 El pariente político del conductor del PAN había sido gobernador y senador
de la Provincia de Córdoba y estaba casado con la hermana de la esposa de Roca
(Clara Funes Díaz).
303 Las elecciones en las que se impuso fraudulentamente Juárez Celman sobre
el candidato opositor Manuel Ocampo ­apoyado por el "autonomista" Bernardo de
lrigoycn­ se celebraron el 11 de abril de 1886.
304 Ése es un concepto acuñado por el historiador Natalio Botana para referirse
a los principales dirigentes del PAN: Roca y Pcllcgrini.
305 Durante la presidencia de Juárcz Ccíman se otorgaron sesenta y siete con­
cesiones para la construcción y prestación del servicio ferroviario, De ese total, vein­
ticinco contaban con garantía estatal. Fuente: Regalsky, Andrés (2007).
82 / Diego Rub.-izal: Hist01ia económica argentina (1880-2009)
se produjeran algunas pujas entre el gobierno y las compañías pri­
vadas, relativas a los ingresos y gastos reflejados en la contabilidad
de esas empresas.
La decisión oficial de establecer un tope a los gastos de explo­
tación a fin de evitar costos "inflados" que erosionaran las ganan­
cias reales, la suspensión del pago de las garantías del Ferrocarril
Este Argentino, ]a reducción del porcentaje de garantía reconocida
fueron ejemplos de ese constante forcejeo entre las autoridades y
las compañías.w
A su vez, Ja creación de la Dirección de Ferrocarriles Nacionales
reveló la intención oficial de organizar una burocracia técnica es­
tata! capacitada para supervisar el funcionamiento del sistema fe-
rroviario nacional. Ese organismo conservaría esas funciones hasta
las nacionalizaciones llevadas adelante en 1947.307
El giro ortodoxo que tuvo la política gubernamental, para en­
frentar los problemas financieros, provocó la transferencia de los
ferrocarriles estatales a manos privadas.
Así, el Ferrocarril Andino, el Ferrocarril Oeste y los principales
ramales del Central Norte se transfirieron a capitales ingleses. El
Estado nacional apenas se quedó con la operación de 300 kilóme­
tros de vías férreas marginales.
Horowicz sostiene que esa política equivalió a entregar el puerto
de Buenos Aires al control de una potencia extranjera, ya que el
ferrocarril no era más que la continuación del puerto en tierra
firmc.Jos
6.1.2.3. La dinámica económica
La crisis financiera obligó a suspender la convertibilidad mo­
netaria en octubre de 1885. Un año después, el consumo interno
y las importaciones se recuperaron nuevamente aunque, en este
último caso, con algunas modificaciones en su composición con
respecto a lo que había acontecido en la década anterior.
Los bienes de consumo pasaron de representar el 89,3% de las
importaciones totales (períodol876­1880) al 56,4% (1891­1900).
La contracara de esa caída relativa en la importación de bienes
de consumo era el crecimiento observado en el caso de los bienes
de capital ­pasaron del 2,8 % al 21,6 % en ese mismo período­
y las materias primas (del 8,1 % al 21,9%).309
306 Gcrchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossl, Gastón (2008).
307 Regalsky, Andrés (2007).
308 Horowicz, Alejandro (1990)
309 Vázquez Presedo, Vicente (1972).
Diego Rubmal: Historia económica argeni'na (1880-2009) / 83
 Esas modificaciones en la composicron importadora daban El aumento de la tasa de descuento decidida por el Banco de
cuentas de algunos cambios en la estructura económica local. Inglaterra a principios de 1890 conmovería severamente a la eco­
nomía local, poniéndola a las puertas de una nueva crisis financiera.
1.21 Evoluci6n del PIB y del PIB pcr cápita y el saldo comercial de la Argentina Ni siquiera la política de ajuste implementada a mediados del
Periodo: 1887- 1890 año anterior podría evitarla. La reversión del flujo de capitales y
la consiguiente disminución de las reservas jaquearon severamente
Año PIB Tasa de PIBper Tasa de Exporta­ Importa­ Saldo
Ge:iry crecí­ cápíra creci­ clones ciones balanza a la economía nacional.
Khamis miento miento ($ oro) ($ oro} comercial Como explicó muchos años después Prebisch, las crisis finan­
(mill. anual anual cieras desatadas en las naciones periféricas estaban ligadas a los
US$
1990) ciclos económicos de los centros capitalistas mundiales. Cuando
la metrópoli necesitaba exportar capitales, porque disminuía la ren­
1887 7.583 5,80% 2.392 3,�S% 84.421.820 117.3.52.125 ­32.930.305
tabilidad de sus empresas, los capitales arribaban en abundancia
1888 8.799 16,04% 2.693 12.ssc,� 100,111.903 t2lt412.110 ­28.300.207
atraídos por las facilidades que daban los gobiernos argentinos,
1889 9..562 S,67% 2.86.s 6,39% 90.145.355 164.569.!184 ­74,424.S29 iniciando un ciclo de endeudamiento externo. Pero cuando nece­
1890 8.855 ­7,39% 2.550 ­10,99% 100.818.993 142.240.812 ­41.421.819 sitaban hacer regresar esos capitales, "el Banco de Inglaterra subía
Fuente: elaboracián propia a partir de Ferreres, Orlando (2005) y daros Censo 1914. las tasas de interés para atraerlos, dejando un nivel de deuda que
no podía pagarse. El endeudamiento externo era así una caracte­
Por otra parte, el aumento de las exportaciones no alcanzaba rística clave de] modelo agroexportador".315
ni siquiera a cubrir las divisas requeridas para el pago de las ím-
portaciones. 6.1.2.4. La ley de Bancos Garantidos
Ese desequilibrio era financiado con el ingreso de capitales ex­ La particular regulación legal de la actividad bancaria encarada
ternos, de la manera en que había sucedido en e] lustro anterior. por el gobierno fue una de las marcas distintivas de la gestión
En ese contexto, se multiplicó la emisión de cédulas hipotecarias juarista y una de las causales de su derrumbe.
que brindaban un rendimiento del 7% anual. Mayoritariamente Las nuevas reglas del juego monetario se plasmaron en la
emitidas por el Banco Hipotecario de la Provincia de Buenos Ai­ ley 2216 de "Bancos Nacionales Garantidos" promulgada en no­
res3'º, las cédulas tenían como garantía la propiedad de la tierra viembre de 1887, que permitía a los bancos privados la emisión
prendada en ocasión del otorgamiento de préstamos dados a los de billetes de curso legal.
productores agrarios. Para ello, la emisión debía estar respaldada con la compra de
Los inversores ingleses'!' destinaron 35 millones de libras es­ bonos públicos nacionales previo depósito del oro correspondiente
terlinas a la adquisición de esos títulos públicos en el período 1887­ en el Banco Nacional.
1890. De ese modo, aproximadamente el 30% de las inversiones Las entidades bancarias obtenían esos recursos mediante la co­
británicas (en el período 1886­1890) tuvieron como destino esos locación de empréstitos en el mercado financiero de Londres.
bonos nominados en peso papel.312 Al amparo de la nueva normativa, el número de entidades con
La tasa de crecimiento anual de la deuda externa fue del 26,2% facultades emisoras creció considerablemente. De junio a diciem­
durante el período 1886­1890.313 El endeudamiento creciente314 do­ bre de 1888 se crearon nueve bancos provinciales garantidos y
taba al sistema de una marcada vulnerabilidad externa. hacia finales de 1889 ya sumaban veinte: el Banco Nacional ( agente
310 El Banco de la Provincia llevaba colocados 210 millones de pesos oro en financiero del gobierno central), 13 bancos provinciales y 6 enti­
cédulas y el Banco Hipotecario Nacional 70 millones a finales de 1889. Fue/lle: Ger­ dades bancarias privadas.
chunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
311 La Banca Baring fue uno de los principales inversores. En 1898 destinó cinco Con anterioridad a la ley 2216, solamente cinco bancos podían
millones de libras esterlinas a la suscripción de esos papeles. emitir previa autorización del Poder Ejecutivo. Durante los dos
312 Tcijciro, Mario (1980). años previos a ]a sanción del nuevo marco legal, la oferta monetaria
313 Arcando, Aníbal y Arnaudo, Aldo (1990).
314 Por ejemplo, los préstamos recibidos durante el año 1888 superaron en más
de seis veces los montos de 1885. 315 Rapoporr, Mario (2008).

84 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (7 880-2009) Diego Rub:nzal: Historia econórrrca argennna (7 890-2009) / 85
aumentó a una tasa anual promedio del 12% mientras que el tipo
de cambio se mantuvo relativamente constantc.316
La aplicación de la Ley de Bancos Garantidos multiplicó ve­
lozmente esa oferta monetaria al amparo de los deficientes con­
troles estatales.
A su vez, ese descontrol monetario coexistía con una fuerte
puja entre la Provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional,
en el mercado financiero de Londres, para obtener los recursos
necesarios para paliar el creciente desequilibrio de las finanzas
públicas.
Esa competencia no presentó mayores dificultades hasta inicios
de 1888 porque la tasa de descuento del Banco de Inglaterra se
mantenía a niveles muy bajos.
Pero a finales de ese año, la Casa Baring fracasó en su intento
de colocar acciones de la Buenos Aires Water Supply ­la empresa
concesionaria de las obras de salubridad capitalina­ en el mercado
londinense. 317
Ése sería el primer indicio de los problemas que se avecinaban.
A mediados del año siguiente, el gobierno nacional implementó
un giro ortodoxo para intentar sortear una crisis financiera.
Pero esa política de ajuste no tendría mayores resultados y la
Argentina se encontró ante serias dificultades para contraer nuevos
empréstitos. Durante 1889, los montos de préstamos recibidos fue­
ron un 36% inferior a los del año anterior.
El servicio de la deuda pública representaba el 35% del gasto
público total y tornaba extremadamente vulnerable a la economía
nacional.
A eso se sumaba una caída del orden del 25% del valor de las
exportaciones argentinas, deteriorando aún más la capacidad de
pago.
Los problemas se profundizaron cuando el Banco de Inglaterra
aumentó su tasa de descuento en enero de 1890.
A los problemas financieros se sumaron los políticos ya que,
en ese mismo mes, se produjo la ruptura pública entre Roca y
Juárez Celman.
La emisión descontrolada y el desequilibrio de las cuentas pú­
blicas provocaron un frenesí especulativo que presionó sobre la
cotización del oro. A su vez, la drástica disminución de los depósitos
bancarios realimentaba el drenaje de reservas. Los capitales co­
menzaron a emigrar hacia plazas que se consideraban más seguras.
316 Teijeiro, Mario (1980).
317 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gasten (2008).
86 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina [1880-2009)
La reversión en el flujo de capitales desestabilizó fuertemente
a una economía que necesitaba ese "combustible" para contra­
rrestar el sostenido déficit comercial.
6.1.2.5. El final de Juárez Ce/man
La crisis política y económica provocó la renuncia de todo el
gabinete ministerial en abril de ese año.
Ante la magnitud del descalabro institucional, Julio Roca, Ra­
món Cárcano y Carlos Pellegrini se reunieron con el presidente,
acordando darle un apoyo político al frágil gobierno.
Esa puesta en escena permitió un ligero y transitorio respiro
ya que los mercados respondieron positivamente apreciando el
peso papel.
El anuncio de que la Provincia de Buenos Aires privatiza­
ría sus ferrocarriles también indujo una baja adicional del precio
del oro.
El gobierno retomó cierta iniciativa impulsando modificaciones
en la valuación de los aforos de los productos importados. A partir
de la aprobación legislativa del proyecto oficial, el 50% del valor
fiscal se calculaba en función de la cotización del oro. Esa medida
implicaba fortalecer los ingresos públicos ya que la anterior liqui­
dación se practicaba con valores muy depreciados.
Pero la situación era altamente delicada. La deuda externa pú­
blica total había aumentado dos veces y media desde 1886, mientras
que las exportaciones habían aumentado menos de dos vcces.318
Como el servicio de la deuda llegó a representar cerca del 50%
del valor de las exportaciones, la desconfianza cundió entre los
inversores extranjeros. 319
La Argentina anunció, en junio de 1890, que no podía cancelar
los servicios del préstamo otorgado por la casa Baring. La banca
inglesa debió cerrar provisoriamentc sus puertas al quedar al borde
de la bancarrota por el incumplimiento argentino.
A su vez, las provincias que habían podido colocar deuda en
el exterior ­cntre ellas la poderosa Provincia de Buenos Aires­
entraron en cesación de pagos y los principales bancos argentinos
quebraron y fueron liquidados,320
La crisis financiera sirvió como disparador de profundas dis­
cusiones acerca del rumbo del proceso modernizador en que se
encontraba inmersa la Argentina. Para algunos, la crisis no ha­
318 Gcrchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
319 Rapoport, Mario (1984).
320 El Banco de la Provincia de Buenos Aires recién pudo ser reabierto en 1908
y el Banco Nacional fui: definitivamente liquidado.
Diego Rub1nzal: Historia económica argent,na (1880· ?.CXl9l / 87
cía más que ratificar aquellas profecías que advertían acerca de
las consecuencias negativas del ansia de enriquecimiento a toda
costa.321
Desde el campo doctrinario económico, las opiniones se dividían
entre quienes imputaban las causas de la crisis a la emisión des­
medida de dinero inconvertible, y aquellos -como José Tcrry quien
ocuparía el Ministerio de Hacienda en 1893­1894 y 1904­1906­
que señalaban que el principal problema era el déficit en la balanza
comercial potenciado por la falta de capitales de origen nacional.t"
De todas maneras, y a diferencia de lo ocurrido durante la
crisis de 1873, no existió un cuestionamíento ­al régimen econó­
mico vigente­ al interior de las clases dirigentes. Por el contrario,
el modelo agroexportador se siguió afianzando alcanzando su má­
ximo esplendor entre fines del siglo XIX y la guerra de 1914.323
La debilidad política gubernamental era otro aspecto que di­
ferenciaba a esta crisis de la anterior. El régimen juarista enfren­
taba serios cuestionamientos internos dentro del autonomismo na­
cional, crecientes acusaciones acerca del uso dispendioso de los
recursos públicos324 y el surgimiento de una agrupación política
opositora: la Unión Cívica.
Ese nuevo nucleamiento se daría a conocer públicamente el 1 Q
de septiembre de 1889 en un "mitin" organizado en el Jardín Flo­
rida.
La Unión Cívica estaba constituida por sectores que siempre
habían sido muy críticos al PAN (liderados por Leandro Alem),
pero también por otros grupos sociales surgidos de las mismas
entrañas del partido gobernante. Los "cívicos" reclamaban elec­
ciones libres, combate a la corrupción y transparencia guberna­
tiva.
A fines de 1889, los dirigentes de la Unión Cívica comenzaron
a planear una insurrección armada contra el gobierno nacional.
La rebelión cívica­militar sería liderada militarmente por el general
Manuel Campos y civilmente por Leandro Alem.
Finalmente, el 26 de julio de 1890 estalló la Revolución del
Parque comandada por Leandro Alem. La rebelión tenía corno
objetivo copar el Cuartel del Parque de Artillería y marchar, desde
allí, hacía la Casa Rosada.
321 Terán, Osear (2008).
322 Caravaca, Jimena y Plotkin, Mariano (2007).
323 Rapoport, Mario (1984).
324 Un ejemplo paradigmático de ese derroche fue la construcción del edificio
de Obras Sanitarias de la ciudad de Buenos Aires. Los costosos materiales importados
utilizados elevaron los costos a niveles siderales.
88 / Diego Rubinzal: Historia ecooómica argentina (1880-2009)
Para Alíonsín, los sucesivos levantamientos'< radicales326 no te­
nían como objetivo triunfar militarmente sino obligar al régimen
a parlamentar para obtener como resultado la realización de elec­
ciones libres.327
Lo cierto es que existe numerosa documentación que demuestra
que el objetivo revolucionario era la toma del poder, la confor­
mación de un gobierno provisional y la convocatoria a elecciones
generales en un plazo no superior a los tres meses.
A pesar de que los rebeldes lograron tomar el cuartel militar,
las tropas gubernativas ­comandadas por el ministro de Guerra
Carlos Pellcgrini­ lograron reducirlos luego de tres días de en­
frentamientos.
A pesar de su derrota, la Revolución del Parque se constituyó
en un símbolo de 1a impugnación a la legitimidad de un régimen
caracterizado como fraudulento y corrupto.P'
Como tituló impecablemente el diario La Nación: "La revolu­
ción está vencida, pero el gobiemo está muerto".
Ante el desgaste de Juárez Celman, los viejos "notables" del
PAN acordaron que era necesario que el vicepresidente Carlos
Pellegrini asumiera el gobierno para preservar las bases del régi­
men. La cúpula del PAN entendió que el "gringo" Pellegríni ase­
guraba la continuidad institucional y era la figura adecuada para
los nuevos tiempos.
Juárez Celman presentó formalmente su renuncia el 6 de agosto.
1.22 Peso relati,o de los sectores de la actividad económica argentiaa
Comercio Gobierno
Año lndnslria Agricul- Gana- 'Irans- Cons­
tura dería porte trueclén
1890 13,40% 12,90% 27,80% 2,90% 19,40% 5,30% 18,20%
Fuente: elaboración propia a partir de Rocchi, Femando (2()()0).
6.1.3. Carlos Pellegrini (7/8/1890-12/10/1892)
El nuevo presidente conformó un gabinete representativo de
una amplia coalición incluyendo tanto a dirigentes autonomistas
nacionales como a mitristas.S? La presencia de Julio Argentino
325 Durante los años 1890, 1893, 1903 y 1905.
326 En realidad, la Unión Cívica Radical nació formalmente durante 1891 con­
virtiéndose en el primer partido político de masas con alcance nacional y con una
estructura organizativa basada en comités distribuidos por todo el país.
327 Alfonsín, Raúl (citado por Horowicz).
328 Botana, Natalio (1977).
329 La actitud acucrdista del mitrismo produjo en 1891 la división de la Unión
Cívica en dos agrupamientos diferentes: la Unión Cívica Nacional (liderada por Mitre)
y la Unión Cívica Radical (conducida por Leandro Alem).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina {1880-2009) / 89
Roca como ministro del Interior mostraba a las claras que la elite
gobernante ponía en juego a sus mejores figuras para salvaguardar
el régimen conservador. · impuestos internos,331 la reimplantación de los impuestos a la ex-
6.13.1. El ajuste fiscal
La crisis financiera obligaba al gobierno a recomponer las ali­
caídas cuentas públicas.
La suscripción de un empréstito patriótico por parte de ban­
queros y hombres de fortuna fue la condición exigida por Pellegrini
para asumir la primera magistratura. ,
El 6 de agosto de 1890, Pellegrini señaló: "Necesitamos de ocho
a diez millones de pesos para pagar en Londres, el 15 del corriente
mes, es decir, de aquí a nueve días, el servicio de la deuda externa
y la garantía de los ferrocarriles: en el Banco Nacional no tenemos
nada: si no pagamos, seremos inscriptos en el libro negro de las
naciones insolventes. Sólo la ayuda de todos los que están en con­
diciones puede salvamos: iReclamo de ustedes esa ayuda en nom­
bre de la patria! Se trata de una contribución inmediata y reservada,
porque si divulgáramos lo que pasa, agravaríamos con el pánico,
hasta hacer incurable, el mismo mal que tratamos de remediar
[ ... ] Aquí, en este pliego, he proyectado las bases de un empréstito
interno: los invito a ustedes a suscribir y pagar de inmediato, al
contado, ese empréstito [ ... ] el resultado de la suscripción me dirá
cuál es la confianza que inspiro y determinará mi aceptación o
renuncia del gobierno". Y entregando el pliego a los más cercanos,
pasó a las habitaciones contiguas. Los circunstantes leyeron por
pequeños grupos el papel y fueron anotando las cantidades con
que contribuían. Un rato después, volvió Pellegrini y haciendo la
suma se irguió, exclamando: "iDieciséis millones! Bueno, ahora sí
soy presídente't.P"
La concreción de ese aporte extraordinario fue complemen­
tada con la modificación de la base imponible de los tributos
aduaneros.
La caída de las importaciones y la desvalorización de la moneda
local habían provocado una reducción de la principal fuente de
financiamiento tributaria del gobierno nacional.
Para sortear esas dificultades, la liquidación de los tributos al
comercio exterior se comenzó a realizar sobre la base del valor
oro de las importaciones, reemplazando al tipo de cambio "oficial"
que había quedado notoriamente desfasado debido a la desvalo­
rización de la moneda doméstica.
330 Balestra, Juan (1959).
90 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina {1880­2009)
Pero las modificaciones tributarias no quedaron reducidas al
ámbito del comercio exterior, sino que abarcaron: la creación de
portación sobre los productos ganaderos y la sanción de un im­
puesto del 2% sobre los depósitos en papel o en oro en los bancos
privados.332
El resultado de las medidas de ajuste implementadas por Pe­
llegrini fue: el derrumbe de las importaciones y del consumo in­
terno y la obtención de un saldo comercial favorable.
Por su parte, la combinación de un tipo de cambio alto y la
elevación de las tarifas aduaneras brindaron algunos incentivos a
la incipiente industria local.
6.1.3.2. La renegociacián de la deuda pública
El deterioro de las finanzas públicas y la nula posibilidad de
obtener nuevos empréstitos internacionales ­los bonos argentinos
cotizaban a menos de la mitad de su valor nominal­ dificultaban
la cancelación de los servicios de la deuda externa.
Los rumores acerca de que la Casa Baring se declararía en
quiebra si la Argentina no cancelaba sus deudas de corto plazo
se intensificaron a fines de 1890.
Ante esa situación, Pellegrini encomendó al ex ministro de Ha­
cienda de Roca ­Victorino de la Plaza­ la tarea de renegociar la
deuda.
El Banco de Inglaterra ya había puesto en marcha un plan para
evitar la posible caída del Baring. Ese salvataje consistía en el
aporte de fondos por parte del Banco de Francia y el Banco de
Rusia y la constitución de un Comité de Acreedores presidido por
el barón de Rothschild.
Ese Comité sería el encargado de negociar con .el principal
deudor de la Casa Baring: el gobierno argentino.
El convenio negociado entre el Comité y Victorino de la Plaza,
consolidaba la deuda ­tomando como garantía la recaudación
aduanera­ y otorgaba un plazo de gracia de tres años para la rea­
lización de los pagos correspondientes. A su vez, la Argentina se
comprometía a no emitir nuevos empréstitos, a no otorgar nuevas
331 El 26 de enero de 1891 se sancionó la ley 2774 creando los impuestos internos
a las bebidas alcohólicas y al tabaco. Ese tributo terminó aportando cerca del 10%
de la recaudación total.
332 En realidad este impuesto no tenía un fin fiscalista sino que pretendía incen­
tivar un desvío de los depósitos a favor de los bancos públicos que estaban atravesando
severos problemas de liquidez.
Diego Rl.oirizal: Histona ecorórnca argeritina (1880 2009) / 91
garantías a los ferrocarrilcs333 y a nacionalizar la concesión de obras
de salubridad de la ciudad de Buenos Aires.
Como la mayoría del capital accionario de esa compañía per­
tenecía a la Casa Baring, el Estado debía indemnizarla por las
obras ejecutadas y las cuotas de arrendamiento pagadas.
Los términos de esa renegociación fueron aprobados por
el Congreso nacional mediante la ley 2770 del 23 de enero de
1891.
6.1.3,3. El sistema financiero interno
El descontrol monetario que había significado la aplicación de
la ley de Bancos Garantidos era uno de los problemas que debía
enfrentar la nueva administración.
El gobierno optó por intervenir los bancos provinciales y soli­
citar al Congreso autorización para emitir dinero a fin de sortear
la asfixia presupuestaria. _
Mientras eso ocurría, la fuga de los depósitos del Banco Na­
cional y del Banco de la Provincia de Buenos Aires se intensificó,
alimentando la depreciación del peso papel.
El 3 de octubre de 1890 se creó la Caja de Conversión y, seis
meses más tarde, el Poder Ejecutivo la autorizaría para emitir un
empréstito interno destinado a apoyar financieramente a Jos bancos
públicos.
Sin embargo, la suscripción fracasó ya que se reunieron mu­
chos menos fondos que los esperados, obligando al gobierno na­
cional a decretar la suspensión de la devolución de los depósi­
tos de los dos bancos más importantes del sistema financiero
nacional.
De esa manera, el Banco Nacional y el Banco de la Provincia
de Buenos Aires'>' vieron reducidas sus operaciones a niveles in­
significantes.
Ante un sistema financiero interno devastado, Pellegrini ingresó
a) Congreso nacional un proyecto para crear el Banco de la Nación
Argentina en mayo de 1891. La iniciativa pretendía dotar al Estado
nacional de una institución de crédito que reemplazara al Banco Na­
333 Ese acuerdo luego fue nuevamente renegociado alargándose los plazos de
gracia hasta 1897.
334 El Banco Nacional fue reemplazado por el Banco de la Nación Argentina y
por la Caja de Conversión. Por su parte, el Banco de la Provincia de Buenos Aires
recién reabriría sus puertas en febrero de 1906 ­a instancias de su gobernador Mar­
colino Ugartc­ organizado bajo una forma mixta con el aporte en capitales por partes
iguales del Estado provincial y del capital privado (Banco de Comercio Hispano). En
poco tiempo, se convirtió en la segunda entidad del país,
92 / Diego RubinZal: Historia económica argentina (1880-2009)
cíonal, reservando para la Caja de Conversión el papel de emisora
del circulante interno. Luego de intensos debates parlamentarios, la
°
entidad abriría sus puertas el 1 de diciembre de ese año.
La crisis de las entidades bancarias públicas se extendió rápi­
damente a sus pares privadas. A mediados de 1891, los ahorristas
comenzaron a retirar sus depósitos y los legisladores nacionales
dispusieron una prórroga de 90 días para la devolución de los
depósitos de las entidades privadas.
Todos los bancos privados, con la solitaria excepción del Banco
de Londres y del Río de la Plata, se acogieron presurosamente
a esa moratoria decretada por los diputados y senadores argen­
tinos.
La situación se normalizaría meses más tarde y casi todas las
entidades reabrieron normalmente sus puertas.
6.1.3.4. Luego de la crisis, la reactivación económica
La lenta normalización del sistema financiero fue acompañada
con una recuperación productiva motorizada por la excelente co­
secha triguera y el aumento de la producción lanera.
A esos dos factores se sumaron los efectos benéficos producidos
por la caída en la tasa de descuento del Banco de Inglaterra.
Así, la Argentina volvió a gozar de los efectos del mejoramiento
de los términos de intercambio y de la reanudación dela corriente
de préstamos otorgados por los inversores británicos a partir del
acuerdo alcanzado con la Comisión Rothschild.
La rápida recuperación de la crisis se debía, en gran medida,
a que el endeudamiento preexistente se había canalizado mayori­
tariamente en la creación de la infraestructura básica que necesi­
taba el modelo agroexportador.s"
El mejoramiento de las cuentas externas produjo la recupera­
ción de las alicaídas reservas metálicas y la revalorización del peso
papel, sentando las bases para el funcionamiento de la Caja de
Conversión.Ps
El lado negativo fue que la apreciación de la moneda nacional
atentó contra la competitividad de las exportaciones. Dicho de
otra manera, el mayor costo de los insumos locales redujo los ex­
cedentes de los exportadores.
335 Rapoport, Mario (1984).
336 La Caja emitía los billetes circulantes en función de las tenencias en metálico.
Estas últimas dependían del saldo de la balanza de pagos. Con algunas modificaciones.
esa Caja de Conversión funcionó hasta 1930.
Diego Rub1nza1: Historia eccnérnca argent,�a {1880-2009) / 93
 1.23 Evolución de las exportaciones y sus términos de intercambio 6.1.3.5. El proceso político
Periodo: 1895-1892 El activismo opositor no decayó durante la presidencia de Pe­
Año Valor de las exportaciones Precio de las Términos de llcgrini.
exportaciones intcrounbio
En millones de 188S = 100 1885 = 100 1885 = 100
La concreción de un atentado fallido contra el ministro del
libras esterlinas Interior Julio Roca determinó que se implantara el estado de sitio
1885 16,7 100 100 100 el 20 de febrero de 1891.
1886 14 84 84 89 Pero más allá de esos actos de violencia esporádicos (general­
1887 16,9 106
mente auspiciados por algunos sectores del anarquismo), al ofi­
101 103
cialismo le preocupaba la actividad insurrecciona! de los seguidores
1888 20 120 1 115 113
de Leandro Alem.
1889 18 133 128 El estallido de un nuevo alzamiento en Córdoba, rápidamente
1890 20 108 99 94 sofocado, pareció confinnar los temores oficiales. El gobierno res­
1891 20,6 123 pondió acordando una tregua con los sectores mitristas y los au­
tonomistas para aislar políticamente a los más intransigentes de
1892 22,6 135 107 126
la Unión Cívica.
Fuente: Di Te/la, Guido y Zymelman, Manuel (1967). El acuerdo sellado el 12 de junio no sirvió para· impedir un
nuevo alzamiento, esta vez en la Provincia de Catamarca, que se
La reactivación económica coexistió con algunos problemas par­ desató hacia finales de ese mes por parte de los seguidores de la
ticulares tales como el rechazo de los países europeos a los azúcares Unión Cívica.
primados exportados por los ingenios argentinos. A eso le siguieron diversos incidentes en las Provincias de San­
Para proteger los intereses de los empresarios azucareros, el tiago del Estero y Corrientes y la conformación de la Unión Cívica
gobierno nacional implementó la "ley machete" que dispuso la Radical en julio de ese año.
destrucción de la caña a cambio de una indemnización a) cañero. La conflictividad política continuó en aumento: Julio Roca re­
El objetivo era resguardar el precio del azúcar refinado destinado nunció a la presidencia del autonomismo un mes más tarde y,
al abastecimiento del mercado interno. 337 poco después, la totalidad de los ministros de procedencia mítrista
Esa práctica realizada en 1902 y 1903 tuvo que ser dejada de dimitieron a sus cargos.
lado cuando la Corte Suprema la declaró inconstitucional. En septiembre de 1892 estalló otra insurrección en el Campa­
mento de Santa Catalina.
6.1.4. Luis Sáenz Peña (12/10/1892-23/1(1895)
1.24 Evolución dtl Pm y del Pm per cápita y el saldo comercial de la Argentina
Periodo: 1891-1892
6.1.4.l. La neutralización de la candidatura
de Roque Sáenz Peña
Afio PIB Tasa de PIBper Tasa de Exporta­ Importa• Saldo
Ceary ereeí­ clipita crecí­ clones clones halanz11 Las elecciones a celebrarse en 1892 presentaban algunas par­
Khamis miento miento ($oro) ($ oro) comercial
(míll. anual anual
ticularidades: la hegemonía política del PAN estaba en riesgo y la
US$ renuncia de Roca a la jefatura partidaria había intensificado el
1990) estado deliberativo interno.
1891 8.38() ­5,36% 2.340 ·8,24% 100.219.000 67.207.780 36.0ll.220 El 15 de febrero de 1892 un grupo de ex dirigentes juaristas
1892 10.008 19,43% 2.711 15,85% 113.370.337 91.481.163 21.889.174 ­apodados los "modernistas't­F" lanzaron la candidatura de Roque
Fuente: elal>oroci6n propia a partir de Ferreres, Orlando (2005) y datos Censo 1914.
Sáenz Peña­Manuel Pizarro.

338 Algunas de las figuras más representativas del "modernismo" eran Paul
337 Girbal­Blacha, Noemí (1998). Groussac, Miguel Cané y Lucío V. López,

94 / Diego Aubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Aubnzal: Historia sconórnca argentina (1880·2009) / 95
 La fórmula recogió rápidamente el apoyo de dirigentes de pro­
vincias muy importantes tales como Buenos Aires, Santa Fe, Entre
Ríos, Corrientes, Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, Jujuy
y Salta.
Apelando a su diestra muñeca política, Roca diagrama una ope­
ración de pinzas para enfrentar esa candidatura, la que consiste
en concretar un acuerdo con Bartolomé Mitre339 y ofrecerle la
candidatura presidencial al padre del candidato modernista: el
prestigioso juez de la Corte Suprema Luis Sáenz Peña.
Finalmente, el magistrado aceptó el ofrecimiento y Roque Sáenz
Peña se vio obligado a retirar su postulación.
El 95% de los electores elegidos en enero de 1892 apoya­
ron la fórmula oficial compuesta por Luis Sáenz Peña y José Uri­
buru.
6.1.4.2. La inestabilidad política
La asunción de Sáenz Peña coincidió con una caída sostenida
en el precio del oro motorizada por el repunte de las exportaciones.
Mientras que en octubre de 1891, la cotización del peso oro era
de 4,40 pesos papel, en diciembre era de 3,90 y, entre enero de 1892
y la despedida de Pellegrini cayó un 16% adícíonal.>"
En ese contexto, el ministro de Hacienda Juan José Romero
se abocó a la renegociación de las condiciones de pago de la
deuda pública incluida en el acuerdo celebrado por el gobierno
anterior.
Así, el 3 de julio de 1893 se suscribió el llamado convenio Ro­
mero­Rothschild, prorrogando el vencimiento de las amortizacio­
nes hasta el año 1901 y reduciendo transitoriamente la carga fi-
nanciera correspondiente a los servicios de la deuda.
El reordenamiento de la deuda pública incluyó la nacionali­
zación de las deudas externas de diez provincias y la cancelación
de los compromisos internos de otras tres jurisdicciones. Esas
339 En realidad ese acuerdo tuvo varias marchas y contramarchas. El 20 de marzo
de 1891 se había anunciado públicamente que la Unión Cívica y el PAN concurrirían
conjuntamente a las elecciones. Las resistencias internas que salieron a flote (tanto
en las filas del PAN como en la Unión Cívica) produjeron una ruptura en octubre
de 1891. La irrupción de la competencia "modernista" hizo renacer el acuerdo. Por
su parte, la alianza roquista­mitrista produjo la división de la Unión Cívica en dos
agrupamientos distintos: la Unión Cívica Nacional (liderada por Mitre) y la Unión
Cívica Radical (conducida por Leandro Alem), Finalmente el acuerdo roquista­mitrista
se terminó rompiendo en octubre de 1892, pocos días antes de que asumiera Luis
Sácnz Peña como presidente de los argentinos.
340 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Femando y Rossi, Gastón (2008).
96 / Diego RubilZal: Historia económica argentina (1880·2009)
medidas fueron aprobadas por el Congreso nacional en agosto
de 1894.341
El gobierno también encaró una negociación con las empresas
ferroviarias destinadas a cancelar las deudas estatales en concepto
del pago de )as garantías adeudadas.
Este último punto y la asunción por parte del Estado nacional
de las deudas provinciales implicaron mayores exigencias financie­
ras para el poder central. 342
En ese sentido, el gobierno impulsó un aumento de las tasas
aduaneras con el objetivo de fortalecer los ingresos fiscales. La
iniciativa de reforma a las leyes aduaneras ingresó al Congreso
nacional a finales de 1894 y fue arduamente defendida por los
legisladores del PAN apelando a la necesidad de aumentar la re­
caudación fiscal y, al mismo tiempo, proteger a la producción local.
La lógica proteccionista de los legisladores oficialistas se enfren­
taría dialécticamente con las posiciones librecambistas defendidas
por los legisladores radicales.
La normalización de algunas variables económicas coexistiría
con una caída en el precio de las exportaciones, del orden del
30%343, y una profunda inestabilidad política que terminó soca­
vando a Sáenz Peña.
Durante su gestión, los levantamientos en las provincias estu­
vieron a la orden del día: los modernistas y cívicos se alzaron en
Santiago del Estero, los mitristas en Corrientes y los radicales en
San Luis, Buenos Aires344 y Santa Fe.
A su vez, las respuestas del gobierno ante cada alzamiento fue­
ron dispares a lo largo del tiempo y provocaron periódicas crisis
políticas dentro del elenco gubernamental.
Un ejemplo de ello fueron las reacciones generadas ante la
convocatoria a elecciones en Santiago del Estero que fueron ga­
nadas por una coalición cívica­modernista. La medida contó con
la férrea oposición del roquismo que defendía la restitución del
mandatario depuesto por el movimiento insurreccional.
A pesar de esa derrota, Roca forzó la renuncia de Quintana
en un marco de creciente división en el partido gobernante.
El 12 de julio de 1883, el Presidente se reunió con Mitre, Roca,
Pellegrini y les propuso llegar a algún tipo de acuerdo político. La
341 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
342 Este mecanismo se reforzó durante la presidencia de Uriburu dictándose una
Ley de Unificación de deudas.
343 Ford, A. (1966).
344 En la Provincia de Buenos Aires, las fuerzas radicales bajo el mando de
Hipólito Yrigoyen obligaron a la renuncia del gobernador.
Diego Rtbinzal; Historia ecorórnca argentina (1680-2009) / 97
falta de resultados de ese encuentro convenció a Sáenz Peña de
la necesidad de ­darle un giro reformista a su gestión. Para ello,
el presidente designó como ministro de Guerra al político antia­
cuerdista y ex revolucionario Aristóbulo del Valle.
El nuevo ministro se rodeó de un elenco de colaboradores que
tenía como aglutínador común su ferviente antirroquismo.tv
Del Valle emitió un decreto a través del cual se ordenaba el
traslado de los parques de artillería provinciales al Arsenal de Gue­
rra. En línea con lo calculado por el ministro,346 el desarme pro­
vincial incentivó el estallido de rebeliones populares (San Luis,
Santa Fe y Buenos Aires) destinadas a derrocar a las autoridades
de origen fraudulento.
Sin embargo, Sáenz Peña no aprobaba su idea de intervenir
las provincias y llamar a la celebración de elecciones libres. Ante
esa falta de apoyo presidencial, Del Valle renunciaría a su cargo
acusando de cobardía a Sáenz Peña.
Era el fracaso de esa experiencia reformista que solamente ha­
bía durado cuarenta y dos días.
El nuevo ministro, el mitrista Manuel Quintana, adoptó una
política radicalmente opuesta a su antecesor.
El retomo de Quintana a ese ministerio estuvo marcado por
)a adopción de una política represiva inaugurada con la instaura­
ción del estado de sitio y las intervenciones a las provincias rebeldes.
Pero, a diferencia de )os planes de Del Valle, las intervenciones
de las Provincias de Buenos Aires, Santa Fe, San Luis y Catamarca
no tuvieron como finalidad la convocatoria a elecciones libres, sino
la restauración del orden perdido.
La política represiva no pudo impedir que nuevas insurrecciones
estal1aran en Tucumán y Santa Fe. La respuesta oficial mantuvo
la línea marcada por Quintana: Alem y decenas de radicales fueron
confinados en un buque de guerra a la espera de que un tribunal
civil los juzgue por sedición, Yrigoyen fue deportado a Montevideo,
varios civiles radicales fueron expulsados de sus puestos públicos
y los militares opositores a) régimen vieron truncadas sus posibi­
lidades de figuración en las listas de ascensos.347
E! ensañamiento con los dirigentes radicales no frenó la pro­
gresiva consolidación de la Unión Cívica Radical como un verda­
345 En algunas carteras se nombraron a dirigentes radicales a pesar de que el
Comité Nacional de ese partido había rechazado la posibilidad de integrarse a la
coalición gobernante.
346 La estrategia impulsada por Del Valle se conoció como el impulso de la
"revolución desde arriba",
347 Alonso, Paula (2000).
98 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina ( 1880-2009)
dero partido nacional. Esa fuerza política emergió triunfante de
las elecciones celebradas en Capital Federal, La Rioja, Mendoza
y Provincia de Buenos Aires en 1894.
La derrota electoral y las constantes disputas internas provo­
caron la renuncia de Sáenz Peña el 22 de enero de 1895.
6.1.5. José Uriburu (23/1/1895-12/10!1898)
El ascenso del vicepresidente Uriburu a la primera magistratura
consolidó las tendencias represivas del oficialismo y dio rienda
suelta a una política guerrerista que pondría en peligro la paz con
el vecino país de Chile.
Esa hipótesis de conflicto provocó el comienzo de una carrera
armamentista que elevaría sustancialmente el gasto público y el
déficit fiscal.
Durante el primer año del gobierno de Uriburu se aprobó una
compra de 180 cañones a la firma alemana Krupp, 50.000 fusiles
mauser y ambulancias militares por un valor de dos millones de
libras esterlinas.348
Mientras eso ocurría, la economía comenzaba a mostrar leves
signos de mejoría ­hacia finales de 1895­ de la mano de una leve
recuperación de los precios de exportación y de los términos de
intercambio.
1.25 Peso ttlatit'o de los sectores de la actividad económica argentina
Año Induslria Agricul• Gana­ Trans­ Comercio Gobierno Cons­
lura dcría porte treecién
1895 13,8% 21,3% 30,4% 3% 19,9% 5,2% 6%
Fuente: elaboración propia a partir de Rocchi, Femando (2000).
Pero luego de un sostenido crecimiento económico producido
en 1896, la Argentina sufrió una fuerte recesión al año siguiente.
La mala cosecha349 y la inminencia de un enfrentamiento armado
con Chile fueron algunas de las causas que, para algunos, expli­
caban ese retroceso de la economía argentina.
A partir de 1897, la Argentina había vuelto a cancelar los ser­
vicios de la deuda. Esas erogaciones y el incremento del gasto
bélico debilitaron las finanzas públicas, provocando una reducción
del ritmo de ejecución de las obras de infraestructura.
348 Baycr, Osvaldo (2009). ,
349 La sequía de 1896/1897 produjo un incremento de la desocupación en las
zonas cerealeras,
Diego Rwinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 99
 J.26 Evolución del PIB y del PIB per cápita y el saldo comercial de 1:1 Argentina La única coincidencia entre Pcllegrini y Roca fue romper el
Período: 1893-1897 acuerdo político con el mitrismo.
Afio PIH Tusa de PIBper Tasa de Exporta­ Importa- S11lclo
En las elecciones de marzo de 1898, el candidato del PAN ob­
Geary crecí­ cápita crecí­ clones dones balanza tuvo 218 electores contra los 38 cosechados por Mitre.
Khamis miento miento ($ oro) ($ oro) comerclal
(mili. anual anual 6.1.6. Julio Argentino Roca (12/10/1898-12/I0/1904)
US$
1990) 6.1.6.1. Evolución de la actividad económica
1893 10.602 S,94% 2.786 0,SS% 94.000.159 \ló.223.628 ­2.22..'l.469
La recuperación de la demanda mundial de productos agrope-
1894 12.224 15,30% 3.l16 11,8.4% 101.687.790 92.788.625 8.81)<),165
1
cuarios impulsó una suba en los precios de esas commodities, faci­
1895 13.552 10,86% 3.350 7,51% 120.067.790 95.096 ,438 24.971.352 litando el relanzamiento de la economía local.
1896 14.991 10.62% 3.594 7.28% 116.802.016 112.163.591 4.638.425 A su vez, la recomposición de las tenencias de reservas y la
1897 12.161 ·18,88% 2.831 ·21,23% 101. 169.299 98.288.948 2.880.351 consiguiente apreciación de la moneda doméstica posibilitaron po­
Fuente: etabomcion propia a partir de Ferreres, Orlando (2005) y datos Censo 1914. ner nuevamente en marcha la convertibilidad monetaria en 1901.351
El optimismo reinaba en el elenco gubernamental dejando atrás
6.1.5.1. Roca o Pellegrini los temores producidos por las crisis financieras.
En el término de veinte años ( entre 1880 y 1900), la tasa de
La Unión Cívica Radical atravesaba momentos difíciles. El 1 ll crecimiento del producto disponible para los argentinos se había
de julio de 1896, Leandro Alcm se había suicidado y su ausencia
duplicado con respecto a lo acontecido en economías como la de
incentivaba las divisiones dentro del principal partido opositor. Australia o de Brasil, fue un 50% más alta que lo ocurrido en
Mientras que la fracción más moderada del radicalismo (los Estados Unidos y Noruega, un 35% superior a México y Suecia y
seguidores de Bernardo de Irigoyen) tendía lazos de acuerdos con un 16% superior a la economía de Canadá.352
los mitristas, los yrigoyenistas siguieron sosteniendo las posturas A pesar de eso, el año 1902 fue particularmente complicado
más intransigentes.
para la economía argentina que vio retroceder su PIB alrededor
Si bien el Comité Nacional de la UCR aprobó una alianza de un 2%.353­354
electoral con el mitrismo, Hipólito Yrigoyen llamaría a sus corre­ La retracción económica fue acompañada de una intensificación
ligionarios a mantener la postura abstencionista. del conflicto social.
La fractura de la Unión Cívica Radical favorecía al PAN, cu­ Las huelgas en la Refinería Argentina del Azúcar de Rosario
yos dirigentes se dividían entre aquellos que postulaban a y de los estibadores de esa ciudad, San Nicolás, Villa Constitución,
Roca para un nuevo mandato y los que proponían al "gringo" San Pedro y Ramallo; en el Mercado Central de Frutas; en el
Pellegrini. puerto de Buenos Aires y el cese de actividades declarado por los
El conflicto latente con Chile350 fortaleció considerablemente conductores de carros mostraban un clima social conflictivo que
las aspiraciones de Roca debido a su origen militar y su probada alcanzó puntos máximos de tensión con la declaración de una huel­
capacidad de mando. ga general por parte de la FOA en noviembre de 1902.
En enero de 1897, Pellegrini renunció a sus pretensiones alla­ Ese mismo mes, el gobierno respondió con la declaración del
nando el camino de Roca para quedarse con la candidatura au­ estado de sitio y la sanción de la Ley de Residencia.
tonomista.
La influencia roquista se consolidó aún más con la elección del 351 La ley de conversión fue sancionada en 1899 fijando el tipo de cambio a 2,27
candidato a vicepresidente. El general impuso como su compañero pesos papel por cada peso oro. A tal fin se creó una institución ­la Caja de Conversión­
de fórmula a Norberto Quimo Costa a pesar de que Pellcgrini encargada de custodiar y mantener la convertibilidad.
352 Vitelli, Guillermo (1999).
proponía a Vicente Casares. 353 Banco Central de la República Argentina (1975 y 1976).
354 La explicación de algunos a ese retroceso productivo estaba dada por el clima
350 El conflicto finalmente no se produjo ya que los países en litigio acordaron de incertidumbre generado por una posible guerra con Chile. Ese mismo año se
someterse a un arbitraje de la Reina d� Inglaterra. empezaron a despejar esos temores cuando se suscribió un Tratado de Paz.

100 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 101
 El clima social y económico mejoró sensiblemente al año si­ de los gastos públicos totales en 1900356 y el monto del endeuda­
guiente de la mano del crecimiento de los precios y los volúmenes miento había aumentado un 25% en el curso de los 'últimos dos
exportados. años.
A diferencia de lo sucedido en los años ochenta, la expansión Esos dos datos por sí solos explican por qué la deuda seguía
económica vino de la mano de la generación de excedentes co­ siendo una pesada carga para las finanzas públicas nacionales.
mcrciales, En ese marco, Carlos Pellegrini propuso renegociar ese pasivo
El superávit comercial se transformó en una señal muy fuerte público sobre la base de dos puntos principales: unificación de
de que la Argentina estaba en condiciones de repagar su deuda, treinta y seis emisiones de bonos en un solo título ­que se deno­
estimulando el ingreso de capitales355 y, por ende, estabilizando la minaría "consolidados argentinos"­ y estiramiento en los plazos
cotización del billete local. ' de pagos posponiendo el vencimiento de los servicios hasta 1905.
A cambio, el Estado argentino garantizaría las obligaciones re­
1.27 Evolución del PIB y del PIB per cápita y el saldo comercial de la Argentina sultantes con un porcentaje de las rentas aduaneras que serían
Periodo: 1898·1904 depositadas diariamente en el Banco Nacional y transferidas de
Aio PIB 'Iasa de PIB per Tusa de Expor­ Impor- Saldo
forma trimestral a los acreedores.
Geary ereci- cápita crecí- tacíones tacio�s balanza El proyecto de ley de Unificación de deuda externa pública fue
Khamis miento miento ($oro) ($ oro) comercial
presentado el 11 de junio de 1901 ante la Cámara de Senadores
(mill. anual anual
US$ de la Nación.
1990) La iniciativa provocó un inesperado rechazo ciudadano alentado
1898 13.188 8,22% 2.981 5,08% 133.829.458 107.428.900 26.400558 por los diarios La Nación y La Prensa. Las manifestaciones de
1899 15.51S t7,64% 3.405 14,22% 184.917531 116.850.674 68.066.857 repudio incluyeron el ataque a los domicílios particulares de Roca
1900 13.691 ·11,76% 2.918 -14,30% 154.600,412 113.485.069 41.115.343 y Pellegrini y a los periódicos oficialistas (La Tribuna, El País). Los
1901 14.849 8,46% 3.077 5,4S% 167.486.727 113.959.149 53.526,978 opositores al proyecto denunciaban "las condiciones humillantes"
de la unificación propuesta. ·
1902 14.SSO ­2,01% 2.932 ­4,7lo/c, 179.486.727 IOJ.039.256 76.447.471
1903 16.631 14,30% 3.259 11,15% 220.984.524 131.206.600 89.m.924
La reacción de Roca fue dual: por un lado dictó el estado de
sitio, pero, por el otro, retrocedería sobre sus pasos retirando del
1904 lS.405 10,67% 3.$07 7,61% 264.157.525 187.305.969 76.851.556
Congreso ese proyecto que ya había sido aprobado por el Senado
Fuente; elaboración propia a partir de Ferreres, Orlando (2005) y datos Censo 1914. el 15 de julio de 1901.
El retroceso de Roca implicaba la ruptura definitiva de la pre­
La conjunción de todos esos factores posibilitó que, durante el caria sociedad política que aún lo unía a Pellegrini. Un tiempo
período 1903­1906, se produjera la mayor tasa de crecimiento del después (en el año 1903), el "gringo" formalizó su alejamiento de
siglo XX de la Argentina. las filas del PAN.
Descartada la propuesta de Pellegrini, el gobierno utilizó las
1.28 Peso relatfyo de los sectores de la actividad económica argentina
reservas acumuladas en el Fondo de Conversión357 para hacer fren­
Año Industria Agrien!- Gana- Trans­ Comercio Gobierno Cens- te a los vencimientos financieros.
tura deda porte trucción
Así, el cumplimiento de los servicios se transformó en una pe­
1900 18,20% 19,70% 24,20% 4,30% 19,50% 6,4�% 7,80% sada carga ya que aumentaron de 27 millones de pesos oro en 1900,
Fuente: elaboración propia a partir de Rocchi, Femando (2000). a más de 36 millones en 1903.358

6.1.6.2. La deuda pública

Los vencimientos de servicios de la deuda representaban el 37%
355 Gerchunoff, Pablo; Rocchl, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
356 Durante ese año, el Estado nacional comenzó a abonar los intereses de las
deudas provinciales que habían sido absorbidas durante la gestión de Uriburu.
357 Ese Fondo tenla como función acumular liquidez para respaldar la emisión
preexistente a la vigencia de la Ley de Convertibilidad.
358 Vence Conti, Agustina (2008).

102 / Diego Rublnzal: HiStoria económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·2009) / 103
 La favorable evolución de los precios agropecuarios aligeró la En la nota, fechada el 29 de diciembre de 1902, Drago sostendría
situación financiera del gobierno nacional en los años siguientes. el principio "de que la deuda pública no puede dar lugar a la
intervención armada, ni menos a la ocupación material del suelo
1.29 La car¡;a de los servicios de la deuda de las naciones americanas por una potencia europea".359
Periodo 1891-1905
El argumento de Drago, basado en el concepto de soberanía
y en el principio de no intervención, fue defendido arduamente
Año Prima del oro Servicios de la Senicios de la
($p por$o) deuda/Exporta- dcudn/Presupucslo
por su autor en la Conferencia de La Haya celebrada en 1907.
clones (%) Nación{%)
6.1.7. Manuel Quintana (12/10/1904-12/3/1906)
1891 3,7S 11,4 74,6
, Las luchas intestinas debilitaron a tal punto el dominio hege­
1892 3,32 8,9 41,4
mónico del PAN, que esta vez terminaría apoyando la candidatura
1893 3,24 12,5 41,4
de un hombre surgido de las filas de la Unión Cívica Nacional: el
1894 3,57 15,9 48,3 doctor Manuel Quintana. El abogado de los ferrocarriles ingleses
1895 3,44 12,9 41,7 y consultor del Banco de Londres recibió el determinante apoyo
1896 2,96 12,8 33 de Roca, Mitre y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires
1897 2,91 15 32,2
Marcelino Ugarte. Una "Convención de Notables" compuesta por
alrededor de trescientas personalidades del "régimen" refrendó
1898 Z,58 15,1 33,5
esa postulación.
1899 2,25 12,2 31,5 A pesar de que el "zorro" Roca seguía conservando su influencia
1900 2,31 15,8 37,6 en la política nacional, su poder había menguado conside­
1901 2,36 16,8 44,2 rablemente. Tal es así que el segundo lugar de la fórmula quedó
37
reservado para Figueroa Alcorta que era un íntimo amigo del "grin­
1902 2,27 16,4
go" Pellegrini.
1903 2,27 16,3 48,S
Los comicios se llevaron adelante bajo las reglas impuestas por
1904 2,27 10,9 40,3 una reforma electoral impulsada por Roca. Esa nueva legislación
1905 2,27 8,3 30,4 facilitaría el triunfo oficial pero también dio lugar a un aconteci­
Fuente: Gerchunoff, Pablo;' Rocchi, Femando y Rossl, Gastón (2008). miento histórico: el socialismo arribaba a la Cámara de Diputados
a través del doctor Alfredo Palacios, representante del porteño
A partir de 1907, la Argentina volvería a colocar deuda volun­ barrio de La Boca.
taria en los mercados internacionales. 6.1.7.1. Diecisiete meses de gobierno de Quintana
6.1.6.3. La doctrina Drago Durante la gestión de Quintana, el gasto público continuó su
carrera ascendente siendo particularmente importante el creci­
La flota inglesa, alemana e italiana atacó los puertos venezo­ miento de las erogaciones en materia de obras públicas, que era
lanos en 1902 exigiendo compulsivamente el cobro de la deuda cercano a unos 20 millones de pesos moneda nacional al comienzo
contraída por ese Estado latinoamericano. de su gestión. Esa cifra equivalía a un 10% del gasto público total.
Ese ataque fue respaldado por Estados Unidos, quien se de­ A partir de 1905 y hasta el período 1910­1914, el aumento general
sentendió de los principios de la doctrina Monroe ('½mérica para del gasto fue de 2,3 veces y el correspondiente al Ministerio de Obras
los americanos"). En esa ocasión, el ministro de Relaciones Exte­ Públicas, sumado a la partida de los "Trabajos Públicos", lo hizo 4,5
riores Luis María Drago remitió una nota al embajador argentino veces. Así, el presupuesto destinado a infraestructura se situó en 88
acreditado ante el gobierno de Washington, doctor Martín García millones de pesos (un 21,4% del total), alcanzando un valor máximo
Mérou, para dar a conocer la posición argentina al gobierno de
Estados Unidos. 359 Amigo, Juan Carlos (19&4).

104 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 105
de 100 millones para el trienio 1909­1911 (lo que representaba un 1.31 Evoluci611 del PIB y del PIB pcr dipila y el saldo comercial de la Argentina
25% de participación, récord absoluto del período).300 Periodo: 1905-1906
A su vez, Quintana tenía una concepción económica más libre­ Año PIB Ths11 de PIB per Tusa de Expor­ Irnpor­ Saldo
cambista que su antecesor del PAN. En su discurso inaugural, el Geary creci­ cápita crecí­ tacíones taciones balanza
presidente sostuvo que "hay que corregir las tarifas aduaneras cuan­ Khamis miento miento ($ oro) ($ oro) comercial
do convenga, otorgar franquicias a las industrias de otras naciones (mili. anual anual
US$
[ ... ] moderar la producción de las industrias precarias". Así, el por­ 1990)
centaje libre de toda tarifa protectora sobre el total varió de 1905 '.!0.849 13.28% 3.S63 10.1s% 322,843.841 205.154.�20 117.689.421
esta forma: era del 13% entre 1860­1864 (Mitre), del 4% entre
1906 21.897 S,03% 3.878 0,39% 292.2.'i3.B29 269. 970.5 21 22.283.308
1875­1879 (Avellaneda) y subió al 30% entre 1905­1909 (Quinta­
na­E Alcorta).361 '
Fuente: elaboración propia a partir de Fetreres, Orlando (20(}5) y datos Censo 1914.

En el orden interno, el levantamiento armado radical del 4 de

febrero de 1905 demostró que la lucha contra el "régimen" gozaba
de buena salud a pesar de que una sorprendida prensa calificaría a
la rebelión como la aparición de "un rayo en un día sin nubes".
La insurrección cívico­militar abarcó las localidades de Buenos
Aires, Rosario, Bahía Blanca, Córdoba y Mendoza. Aunque los
rebeldes lograron tomar varias comisarías de Capital Federal y
dominaron algunas ciudades muy importantes (Córdoba, Mendoza,
Bahía Blanca) con el apoyo de los regimientos locales, no lograron
apoderarse del principal objetivo: el Arsenal de Guerra de Buenos
Aires. Al no tener acceso a las armas, el plan revolucionario fracasó.
El presidente Quintana estableció el estado de sitio y la censura
de prensa, mientras que las fuerzas oficiales se lanzaron a la caza
de los militantes radicales.
Muchos de ellos fueron detenidos e incluso algunos serían fu-
silados. Pero a pesar de 1a conflictividad política, la economía seguía
sumergida en un sendero de fuerte crecimiento.
El 12 de marzo de 1906 se produjo el fallecimiento de Manuel
Quintana362 y el ascenso al poder del vicepresidente José Figueroa
Alcorta. Hasta ese año, la Argentina venía disfrutando de uno
de los ciclos de crecimiento más importantes de su historia eco­
nómica.
1.30 Peso relativo de los sectores de la actividad económica argc111im,
Año Industria Agricul- Gana- 'Irans­ Comercio Gobierno
tura dcria porte
1905 22,10% 18,90% 17,10% 3,90% 19,50% 3,80%
Fuente: elaboracion propia a partir de Rocchi, Femando (2000).
360 Rcgalsky, Andrés y Salomo, Elena (2008).
361 Galasso, Norberto (2003).
362 El 19 de enero de ese año falleció Mitre, el 17 de julio Pellegrini y el 27 de
diciembre Bernardo d� lrigoycn.
6.1.8. José Figueroa Alcona (12/3!1906-12/10/1910)
6.1.8.1. La disputa con el roquismo. La respuesta
represiva ante las luchas sociales
José Figueroa Alcorta estaba enrolado en la corriente "pelle­
grínista" y, por ende, estaba enfrentado al "roquismo". En ese
sentido, el nuevo presidente utilizó el mecanismo de la intervención
federal para desembarazarse de los dirigentes que aún le respon­
dían al general Roca.
La disputa intestina con el roquismo fue una constante durante
el mandato de Figueroa Alcorta y se expresó, en más de una oca­
sión, en disputas parlamentarias entre los legisladores de una y
otra procedencia. En una ocasión, el presidente anuló la convo­
catoria a sesiones extraordinarias del Congreso nacional para frenar
el tratamiento de la ley de presupuesto.
El alza en el costo de los alimentos producida en 1906 generó
algunas inarticuladas reacciones de descontento.
Pero el conflicto social se hizo más visible a partir del estallido
de la famosa huelga de conventillos en 1907, del paro general que
abarcó una semana en 1909 y de las huelgas de los obreros de La
Forestal producidas durante ese mismo año.
El manejo de la "cuestión social" desataba periódicas disputas
entre los dirigentes gubernamentales que priorizaban una salida "in­
Cons­ tegracíonista'' y aquellos que impulsaban medidas de corte represivo.
trucción Los "integracionistas" impulsaron la creación de la primera ins­
14,70% titución estatal encargada del mundo laboral, el Departamento Na­
cional del Trabajo, que realizó una vasta tarea de investigación
incluyendo temas tales como: la situación laboral en el país, los
niveles de conflictividad, las formas de protestas, las diferencias
de género y el número y tipo de organizaciones gremiales y em­
presariales. La actuación del Departamento Nacional del Trabajo

106 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (7 880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 707
fomentó la generación de un clima tendiente a la necesidad de Hasta ese momento, la Argentina cubría el 60% de sus nece­
reconocer algunos derechos laborales para contener las demandas sidades con carbón mineral y petróleo importado desde Inglaterra.
obrcras.363 El descubrimiento de yacimientos petrolíferos internos causó
Pero esas políticas conciliadoras coexistieron con el dictado del inquietud en aquellos sectores ligados comercialmente al Reino
estado de sitio, el cierre de locales partidarios opositores, el in­ Unido.
cendio de periódicos como La Protesta y La Vanguardia y el en­ La posible reducción de la demanda argentina de carbón bri­
carcelamiento y deportación de activistas obreros. tánico provocaba escozor entre los ganaderos argentinos, quienes
El 26 de junio de 1910 estalló una bomba durante una función temían que la alteración del equilibrio comercial resquebrajara el
de ópera celebrada en el Teatro Colón. El gobierno respondió con intercambio binacional.
la remisión al Congreso nacional de un proyecto de ley represivo Con el tiempo, y a pesar de la existencia de numerosas trabas,
que fue rápidamente aprobado por los legisladores. La Ley de la producción doméstica de petróleo pasó desde los 16 a los 43.795
Defensa Social prohibió el ingreso al país de los extranjeros que metros cúbicos, entre 1907 y 1914. Por su parte, la importación
hubieran cumplido condenas por delitos comunes, de militantes crecería desde los 196.913 a los 235.000 metros cúbicos en el mismo
anarquistas y de los sectores tildados como violentos.· Además, se período.365
prohibió el anarquismo y se reglamentó el derecho de reunión.
6.1.8.3. El festejo del Centenario
J.32 Evolución del PIB y del PIB per cápila y el saldo comercial de la Argentina
Periodo: 1907-1910
La clase dirigente organizó ruidosos festejos en ocasión de ce­
lebrarse el Centenario de la patria. La firme creencia en el progreso
Año PIB Tasa de PIBper Tosa de Expor- lmpor- Soldo
Gc11ry crecí­ cáplta creci­ tacíones taclones balanza
indefinido y en el futuro de grandeza reservado a la Argentina
Khamis miento miento ($oro) ($ oro) comercial estaba sólidamente instalado en vastos sectores sociales.
(mill. anual anual La Argentina había crecido a un sorprendente 5,8% anual
VS$
1990)
una vez superada la crisis de 1890. El retorno de los capitales
ingleses había contribuido a sostener ese ritmo de crecimiento.
1907 22.359 2,11% 3.784 ­2,42% 296.204.3159 285.860.683 10.343.686
Entre 1901 y 1913, el volumen de capital británico en la Argentina
1908 24.550 9,80% 3.970 4,92% 366.005.341 272.972.736 93.032.605 creció desde los 180 millones de libras esterlinas a los 650 mi­
1909 25.761 4,93% 3.982 0,30% 397.350.528 302.756.095 94.594.433 llones.366
1910 27.6.35 7,27% 4.082 2.51% 372.62.6.055 35t.no.6S6 20.85S.399 Pero a pesar del fuerte crecimiento económico, el incremento
Fuente: etaboracion propia a partir de Ferretes, Orlando (2005) y datos Censo 1914. per cápita fue sustancialmente menor (1,9%) debido al sostenido
aumento poblacional registrado en esos veinte años.367
6.1.8.2. El descubrimiento del petróleo Botana y Gallo sostienen que "el crecimiento económico deri­
vado de la excepcional expansión de la frontera agropecuaria creó
El 13 de diciembre de 1907 se descubrió el primer yacimiento riqueza, la concentró regionalmente y generó una nueva estratifi­
de petróleo en suelo argentino ( en Comodoro Rivadavia) dando cación con altas tasas de movilidad socíal".368
sus frutos los trabajos mineralógicos y geológicos iniciados unos Ya hacia finales del siglo XIX, los salarios argentinos eran dos
años antes.364 veces y media superiores a los jornales de los italianos y dos veces
Ese hallazgo tenía una trascendencia significativa debido a que más altos que los de los españoles.369
la Argentina era un país fuertemente dependiente en el plano ener­ Cortés Conde estima que entre 1883 y 1899, los salarios reales
gético.
365 Ministerio de Comercio e Industria de la Nación {1957).
363 Lobato, Mirta (2008). 366 Teijciro, Mario (1980).
364 El presidente Roque Sácnz Pena creó la Dirección General de Explotación 367 Gcrchunoff, Pablo y Llach, Lucas (2003).
del Petróleo de Comodoro Rivadavia para explotar una zona de 5.000 hectáreas re­ 368 Botana, Natalio y Gallo, Ezequiel (1997).
servada por el Estado nacional en diciembre de 1910. 369 Maurízio, Roxana (2007).

108 / Diego Rubinzal: H·�tcria económica argeniiria (1880-2009) Diego Rub1nza1: HistOfia económica argen1,na (1880-2009) / 109
de los trabajadores urbanos no calificados y rurales se elevaron a
una tasa anual del 2,5%370 debido al exceso de demanda de obreros
y peones.
Desde comíenzos de siglo esa situación tan favorable a los tra­
bajadores comenzó a revertirse lentamente.371 De todas maneras,
el ingreso promedio de los habitantes argentinos era más elevado
que los percibidos en países como Italia, España o Portugal durante
la época del Centenario.
El PIB per cápíta argentino era aproximadamente un 47% más
alto al italiano y un 54% superior al español.t"
En su visita a la Argentina en 190g, Anatole France exclama­
ría: "iFelices argentinos! Vuestra fortuna no está fundada en los
productos inseguros que la moda que los sostiene puede muy
luego abandonar, y basados en substancias que el progreso de
la industria puede despreciar en un instante. No, vosotros pro­
ducís para el inmortal consumidor [ ...] Exportáis con los cueros
y las lanas de vuestros rebaños, las carnes, los cereales, los pro­
ductos indispensables para la alimentación y el vestido de los
hombres y vuestra producción irá creciendo a medida que vuestra
población aumente, con la multiplicación de vuestros centros ga­
naderos y la roturación de nuevas zonas incultas de vuestro in­
menso territorio ... "373
Pero ta realidad estaba muy lejos de la imagen idílica de la
nación de las vacas y de las mieses que la clase dominante transmitía
discursivamentc. El Centenario tuvo que ser festejado bajo la vi­
gencia del estado de sitio debido a las conmociones sociales que
generaba una sociedad que reservaba la participación política a
una elite muy reducida y con inmensos déficits sociales como tan
bien documentara el Informe Bialet Massé.
una bonanza económica. Eran los tiempos de la Bel/e Époque donde
la elite argentina se distinguía por su elevado nivel cultural y por
su consumo ostentoso.
Las clases patricias realizaban periódicos viajes al Viejo Con­
tinente, en general, y a París, en particular.
Las noticias del derroche de las clases altas argentinas atrave­
saban el Océano Atlántico. Ferns cuenta que "En los centros de
placer europeos la palabra argentino se convirtió en sinónimo de
riqueza y lujo. Los grandes palacios de la aristocracia en torno a
la Plaza San Martín, en Buenos Aires, y los petit hoteles del Barrio
Norte rivalizaban con las residencias urbanas de la aristocracia
inglesa. Los magnates alquilaban para su uso particular vagones
de ferrocarril y hasta trenes enteros para transportar a sus familias
y servidumbres de sus mansiones urbanas a sus residencias de ve­
raneo. Un estanciero se llevó consigo vacas lecheras a Europa para
asegurarse que sus hijos tuvieran buena leche para beber durante
el viaje".374
Los visitantes extranjeros se asombraban frente a los presun­
tuosos palacios y, también, frente a la dimensión del parque au­
tomotor, que era ya uno de los mayores del mundo respecto a la
población.é"
La expresión "rico como argentino" se popularizó rápidamente
en el continente europeo.
Según Díaz Alejandro, el PIB creció a una tasa anual media
de por lo menos el 5% en los 50 años previos a 1914, mientras
que la población había aumentado a una tasa anual del 3,4%.376
De acuerdo a los cálculos de Angus Maddison, el PIB per cápita
creció de 1.311 a 3.797 dólares en el período 1870­1913.377

6.1.9. Roque Sáenz Peña (12/10!1910-9/8/1914). 1.33 Evohaclón del PJB y del PIB pcr cápila y el snldo comercial de la Argcnllna
Victorino de la Plaza (9/8/1914-12/10/1916)
Periodo: 19J1.1916
6.1.9.1. La "Be/le Époque" y la crisis Año PIB Tosa de PIB pcr Tusa de Expor- Imper- Saldo
Geary crecí­ cáplta crecí­ taelenes taeiones balanza
Una heterogénea coalición electoral, la Unión Nacional, llevaría Khamis miento miento comercial
como candidato oficial a la presidencia a Roque Sáenz Peña. (mill. anual anual
Así, el destacado dirigente "modernista" se convirtió en presi­ US$
1990)
dente de la República.
1911 28.132 1,80% 3.996 ­2,11% 324.697.538 366.810.686 •42.113.148
Los primeros años de su gestión estuvieron acompañados por

370 Cortés Conde, Roberto (1979), 374 Fcrns (1973), The Argeruine Republic citado por Historia, Página/12.
371 Lobato, Mirta Zaida (2000). 375 Schvarzcr, Jorge (1998).
372 Maurizio, Roxana (2007). 376 Díaz Alejandro (1975).
373 Citado en Villanueva, Javier. 377 Maddison, Angus (1997).

11 O / Diego Aublnzal: His10fía económica argentina (1880-2009) Diego Rut:inzal: Historia eccnórmca argent•na (1880-2009) / 1: 1
 1.33 E1'olución del PIB y d.:I PIB per cápita y el saldo comerelal de la Argentina que se producía una salida de capitales extranjeros. La combinación
Periodo: 1911-1916 de esos factores terminó derrumbando a la Caja de Conversión.
Aiío PIB Tusa de PIBpcr Tosa de E,cpor­ Impor- Saldo
Así, entre agosto y septiembre de 1914 se dictaron varias leyes
Geary crecí- cáplta crecí- taclones melones balallZll de emergencia que suspendieron la conversión de los billetes en
Khamis miento miento comercial circulación=' y la prohibición de exportar oro.
(mili. anual anual
US$
El estallido de la Primera Guerra Mundial=" agregó otro factor
1990) negativo al modelo económico. Como consecuencia de la reasig­
1912 30.430 8,17% 4.156 4,00% 480,391.256 384.853 .409 95.537.847 nación de recursos realizada por las naciones beligerantes y por
1913 30.747 1.04% 4.038 ­2,84% 483.504.547 421.352.542 62.152.005
la escasez de bodegas para el transporte ultramarino, los flujos
n.436.241
comerciales mundiales se contrajeron drásticamente.
1914 27.563 ­10,36% 3.480 ­13,82% ;149.254.141 271.817.900
La minimización de las corrientes de comercio mundiales im­
191S 27.70& 0,53% 3.364 ­3,33% 1.323 694 629
pactó en gran medida en una economía ligada íntimamente a los
1916 26.9l1 -2,88% 3,212 -4,52% 1.302 832 470
mercados externos.
Observaciones: exportaciones e importaciones en$ oro hasta 1914 y en millones de m$s. Desde el inicio de la Primera Guerra Mundial hasta 1915, el
Fucnie: elaboración propia a panir de Ferreres, Orlando (2005) y Conzif¿ Nacional de Geografía. PIB argentino se retrajo un 10,4%.383
Esa caída se extendería a los años siguientes: año 1916 (­2,9%)
Pero las cosas distaban de ser armónicas y la visión idílica de y 1917 (­2,9%). Ese último año, las exportaciones argentinas fueron
estar en presencia de una "Edad Dorada" estaba muy lejos de un 40% inferiores a las registradas en 1913.
responder a la realidad. La desigual distribución del ingreso era La caída de las exportaciones fue acompañada por el derrumbe
una realidad que golpeaba con fuerza, sobre todo a los sectores de las importaciones, impactando severamente en el desarrollo de
alejados del núcleo dinámico de la economía argentina. algunas actividades que dependían del abastecimiento exterior.
A su vez, el régimen económico imperante estaba a las puertas Por ejemplo, la construcción quedó reducida a niveles insigni­
de una nueva crisis debido a su elevado grado de vulnerabilidad ficantes ya que la producción cementera argentina era práctica­
externa. mente nula. La caída de importación implicó que el consumo de
La cancelación de los servicios del capital extranjero, las remesas cemento per cápita decayera de los 59,6 kilogramos por habitante,
de los inmigrantes y los gastos de los argentinos en el exterior valor registrado en 1913, a los 9,9 kilogramos consumidos en
produjeron una salida de fondos de cerca de 200 millones de pesos 1918.384
oro durante el año en que se festejó el Centenario.378 A su vez, la relación real de intercambio de la Argentina em­
Como el saldo de la balanza comercial no podía financiar ese peoró alrededor de un 50% entre 1912 y 1921.385
drenaje de fondos, el régimen convertible solamente podía soste­ Un problema adicional de origen endógeno fue la finalización
nerse con un continuo y regular ingreso de capitales externos. del proceso de expansión horizontal de la frontera agrícola. El
Las tensiones internacionales que preanunciaban la guerra y la porcentaje de crecimiento de incorporación de tierra cayó desde
desaceleración del crecimiento de la economía europea produje­ el 8,3% al 1,3%, entre 1913 y 1930.386
ron una caída en el ingreso de inversiones extranjeras en el bíe-
El alza en el costo de vida también irrumpió como una preo­
nio 1911­1912.379
La decisión de Inglaterra de interrumpir el funcionamiento del
381 Por ley 9483 del 12 de agosto de 1914, se prohibió la exportación de oro.
patrón oro perturbó aún más los mercados internacionales de ca­ Luego, el 30 de setiembre de 1914, la ley 9507 estableció que "Las obligaciones pro­
pitales. La Argentina comenzó a tener serias limitaciones para ac­ venientes de operaciones internacionales expedidas de los países en guerra o en mo­
ceder a tos capitales extranjeros a partir de 1913,380 al mismo tiempo ratoria a cargo de firmas radicadas en el territorio de la República, se consideran
prorrogadas hasta que desaparezca aquella situación". Era_ el final del patrón oro.
382 La Argentina se mantuvo neutral durante el conflicto.
378 Historia de la Economía argentina del siglo XX, en Página/12 (2007­2008). 383 BCRA (1976).
379 Rayes, Agustina (2008). A eso se sumó una pérdida de la cosecha del maíz 384 Vílelli, Guillermo (1999).
en 1911 que afectó negativamente la balanza comercial. 385 Di Tella, Guido y Zymelman, Manuel (1967).
380 Phelps, V. (1938). 386 Cortés Conde, Roberto (1997).

112 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 113
cupación social por aquellos días. El director nacional de Estadís­
1.36 Tasa de desempleo (% PEA)
ticas, el ingeniero Alejandro Bunge, calculó que los costos de ali­
mentación habían subido un 45%, los alquileres un 17% y la ves­ Período 1913-19/9

timenta un impactante 194%, entre 1910 y 1918.387 Año Tosn de desempleo

1916 19,40%
1.34 Peso relativo de los sectores de la actividad económica argentina 1917 10.80%
Año Industria Agricul­ Gana­ Trans­ Comercio Gobierno Construc­ 1918 7,90%
tura dería porte dón
1919 7,20%
1910 22,80% 15% 17,20% 5,20% 19,10% 4,80% 15,90%
Fuente: BAC (1982).
1916 27,80% 18,30% 18,30% 5,70% 22% 4% 3,90%
Fuente: elaboración propia a partir de Rocchi, Femando (2000).
6.1.9.2. La Ley Sáenz Peña
Por su parte, el gasto destinado a obras públicas se contrajo El radicalismo se iba consolidando como partido nacional y su
severamente pasando a representar apenas un 9% del total del lucha contra "el régimen" no decaía. Particularmente, la actividad
presupuesto, luego de que ese porcentaje había oscilado en un de Hípólito Yrigoyen en la Provincia de Buenos Aires era frenética
25% durante el período 1909­1911.388 y efectiva.
El desaccleramicnto del ritmo de crecimiento económico ar­ Los dirigentes más lúcidos del conservadorismo, Carlos Pelle­
gentino fue superior a lo ocurrido en otras naciones, de acuerdo grini y Roque Sáenz Peña, entendieron que ya no era posible frenar
a los análisis comparativos realizados por Maddison. una renovación de las tramposas prácticas políticas vigentes. En
ese sentido, impulsaron una reforma electoral que fue finalmente
1.35 Tosa de crecimiento del PIB per cápíta (%) sancionada en 1912.
1900-1913 1913-1919 La nueva ley electoral instauró la vigencia del voto masculino,
Argentina 2,47 0,88 secreto y obligatorio y un sistema de representación proporcional,
Muestra de la OCDE 1,55 1.27
a contrapelo de la propuesta de voto uninominal por circunscrip­
ciones realizada por Joaquín V. González.
Fuente: Maddison (1989).
Más a11á del trascendente avance que significaron esas nuevas
reglas de juego, la obligatoriedad del voto ni siquiera abarcó a
La reducción del intercambio comercial y de la actividad interna todo el universo masculino, ya que quedaron excluidos del padrón
impactaron negativamente en el mercado del trabajo y el desempleo electoral los habitantes de los territorios nacionales y los extranjeros
comenzó a subir. A su vez, el incremento de la desocupación produjo no nacionalizados.
un retroceso de las luchas reivindicativas de los trabajadores.
En abril de 1912 se concretaron las primeras elecciones legislativas
bajo el nuevo marco legal. Si bien los resultados fueron favo�ab�es al
1.36 Tasa de desempleo (% PEA) oficialismo, el triunfo radical en Capital Federal y en la Provincia de
Periodo 1913-1919 Santa Fe marcaron la presencia de una oposición fuerte y con ansias
de poder. Faltaba poco para que los radicales llegaran al gobierno.
Año 'Iasa de desem pleo
1913 13,70% 6.2. Los gobiernos radicales
1914 14,50%
6.2.1. Hipólito Yrigoyen (12/10/1916-12/10!1922)
1915 17,70%
6.2.1.1. El triunfo de la causa radical
387 Bunge, Alejandro (1918). El 2 de abril de 1916 se celebraron las primeras elecciones
388 Rcga!sky, Andrés y Salcrno, Elt:na (2008). presidenciales bajo los lineamientos de la Ley Sácnz Peña.

114 / Diego Bubmzal: Historia económica argen1:na (1880-2009) Diego Rubinra: Historia económica argenl;na (1880-2009) / 1, 5
 Mientras que en las elecciones presidenciales de 1910 habían 6.2.1.2. El impacto de la crisis económica
votado apenas 199.000 personas (un 2,8% de la población total),
en las de 1916 lo hicieron 724.000 ciudadanos que representaban La crisis económica originada por la Primera Guerra Mundial
un 8,8% del total.389 estaba en su pleno apogeo cuando le toca asumir al "Peludo" Hi­
El candídato radical Hipólíto Yrigoyen se impuso ampliamente pólito Yrigoycn.
a las agrupaciones conservadoras, al Partido Demócrata Progresista La Gran Guerra había generado una desorganización comercial
y al Partido Socialista, obteniendo el 46% de los votos emitidos. mayúscula, una brusca contracción del ingreso de capitales y la
Mientras que los conservadores se alarmaron por el triunfo de la interrupción del flujo inmigratorio.
"chusma" radical, los socialistas no le fueron en zaga y sostuvieron A su vez, la caída de las exportaciones e importaciones afectaron
en su periódico La Vanguardia que "el triunfo de Yrígoycn es la severamente las bases sobre las cuales se había expandido la eco­
consecuencia de la ignorancia de las masas analfabetas, incapaces de nomía argentina hasta entonces.
comprender las ideas sociales y económicas que contribuirían a ob­ El PIB argentino se contrajo un 29,84% en el período 1913­
tener su bienestar material, su progreso íntelectual y su emancipación 1917,395 tratándose de la mayor caída histórica registrada en la
política [... ] Yrigoyen no se presentó una sola vez a sus partidarios Argentina hasta ese momento (incluso superior a la retracción pro­
y no se dignó exponer, ni por escrito ni de palabra, ante los electores, ducida con posterioridad a la crisis del 30).
sus vistas políticas, sus aspiraciones sociales, sus principios económi­
cos, en una palabra, su plataforma de gobierno". El último año de ese período recesivo (1917), el PIB retrocedió
casi un 9%, los salarios reales disminuyeron fuertemente y diversos
A pesar del triunfo de Yrigoyen, la Unión Cívica Radical quedó
cálculos estimaron que la desocupación había trepado a una franja
en minoría en las dos cámaras del Congreso.s" solamente gober­
que variaba entre un 12 y un 19%.396
naba tres provincias y tenía en contra ( o por lo menos no a su
favor) a buena parte de los funcionarios de la administración pú­
blica, del Poder Judicial y de la diplomacia.391 1.37 Evolución del PIB y del PIB per cápíta y el saldo comercial de lo Argentina
Ante esa desfavorable correlación de fuerzas, el presidente ra­ Período: 1917-1922
dical apeló a todo tipo de medidas: intervenciones provinciales,392 Año PIB Tus11 de PIB pcr Tasa de Expor­ Impar­ Saldo
falta de concurrencia a las sesiones de apertura del Congreso na­ Geary erecl­ cáptta ereci­ tuclones taciones balanza
cional, negativa a que sus ministros sean interpelados por los par­ Khamis miento miento (millones (millones comercial
(mill. anual anual de m$s) de m$s)
tidos opositores. US$
Pero más allá de las actitudes autoritarias que la oposición le 1990)
endilgaba al gobierno yrigoyenista, el ascenso del radicalismo al 1917 24.730 ­8,58% 2.902 ­9,65% 1.250 864 386
poder supuso la instauración de un Estado democrático liberal393 1918 29.264 18,33% 3.375 16,30% 1.822 1.138 6S4
en donde por primera vez las clases medias irrumpían en la vida
1919 30.340 3,68% 3.440 1.93% 2.343 1.490 853
política y en las instituciones estatales argentinas.
A pesar de que buena parte de la dirigencia radical tenía pro­ 1920 32.548 7,28% 3.628 5,47% 2,373 2.125 248
cedencias sociales similares a los líderes del orden conservador, la 1921 33.381 2.56% 3.610 ­0,50% 1.525 1.703 •178
presencia de funcionarios y legisladores que eran hijos de inmi­ 1922 36.051 8,00% 3.784 4,82% 1.536 1.567 ­31
grantes simbolizaba una ruptura con el viejo orden.394
Fuente: elabomcién propia a partir de Ferreres; Orlando (2005) y Comité Nacional de Geografia.
389 Cattaruzza, Alejandro (2009).
390 El partido gobernante solamente contaba en la Cámara de Diputados con
cuarenta y cinco legisladores sobre un total de ciento catorce. En la Cámara de Se­ Los precios de la producción primaria y los flujos comerciales
nadores, el predominio conservador era abrumador.
391 Luna, Félix (2001).
392 La primera intervención fue a la Provincia de Buenos Aires que se encontraba 395 Fanclli, José María y Albricu, Ramiro (2008).
gobernada por el dirigente opositor Marcelino Ugartc, 396 En un artículo publicado en la Revista de Economía Argentina (N11 7, enero
393 García Delgado, Eduardo (1994). de 19]9) se calculó que el gran salto en la desocupación se produjo entre 1913 y 1914
394 Cattaruzza, Alejandro (2009). cuando pasó desde el 6,7% al 13,7%.

116 / Díego Rubinzal: Historio económica argent.na (1880-2009) Diego Rubnzal: Historia eccrórnca argen!,.,a (1880 2009) / 1 � 7
internacionales se recuperaron durante la posguerra, fomentando
un fuerte crecimiento en la economía argentina.
Por su parte, la restricción importadora multiplicó los talleres
e industrias que elaboraban aquellos productos que no llegaban a
la Argentina durante la guerra. Si bien muchos de estos estable­
cimientos no subsistirían una vez finalizado el conflicto bélico, cien­
tos de ellos continuaron con las persianas abiertas.
La recuperación económica fue acompañada por un incremento
de la obra pública que había alcanzado niveles muy reducidos du­
rante la guerra. Esa tendencia ascendente continúo durante 1a pre­
sidencia de Alvear, a tal punto que los fondos invertidos entre 1925
y 1929 más que duplicaron las erogaciones del período 1910­1914.
De esa manera, el gasto en obra pública llegó a representar el
15% del presupuesto nacional. La mayor parte de esos fondos
fueron destinado a inversiones ferroviarias y a infraestructura sa­
nitaria.397
Hacia 1920, los indicadores sociales y económicos de Argentina
se asemejaban a los de Australia, Canadá y las sociedades capita­
listas industrializadas de Europa.398
Los salarios medios argentinos superaban a los italianos en un
25% y a los españoles en un 43%, a la vez que el diferencial de
PIB per cápita favorecía a la Argentina en un 33% y un 62%,
respectivamente. 399
El salario medio nominal, que en 1914 era de $ 3,64, llegaría
hasta un máximo de $ 6,87 en 1921. Ese sustancial aumento se
produjo a pesar de que las remuneraciones sufrieron una sustancial
caída durante el desarrollo de la Primera Guerra.
A pesar de que luego registraría una pequeña caída en 1922,
el salario real era casi un 80% superior a los valores vigentes en
1917.
A su vez, el costo de vista que tenía un índice 82 en 1915
(tomando como base 100 el año 1929) alcanzó su valor máximo
en 1920 (142), para luego descender constantemente durante toda
la década.400
6.2.1.3. El frente fiscal
La desaceleración del comercio mundial y el reflujo de los ca­
pitales impactaron negativamente en las finanzas estatales, ya que
397 Regalsky, Andrés y Salcmo, Elena (2008).
398 Annstrong, Warnick (1985).
399 Maurizio, Roxana (2007).
400 Ortlz, Ricardo (!958).
118 / Diego Ruolll.al: Historia económica argentina (1880-2009)
los principales ingresos públicos provenían de los impuestos al co­
mercio exterior y de los préstamos externos.
La caída en la recaudación de los tributos aduaneros produjo
una disminución de su peso relativo en la composición de las rentas
generalcs.w'
Mientras los ingresos caían, el gasto aumentaba. Según Romero:
"la decisión del gobierno radical de usar más liberalmente el pre­
supuesto ­ya sea para su política de 'interés social' o para retribuir
a la nutrida maquinaria electoral­ complicó más las cosas'',4º2 Entre
1920 y 1922, la elevación de los salarios de los empicados públicos
provocó que el rubro salarial se duplicara pasando de 100 a casi 200
millones.403 David Rock sostiene que el crecimiento del empleo
público fue la principal estrategia de Yrigoyen para consolidar su
base electoral entre las clases medias urbanas.s?'
Para fortalecer los ingresos públicos, el presidente Yrigoycn y
su ministro de Hacienda Domingo Salaberry impulsaron la creación
de un Impuesto a los Réditos. El tratamiento de esa iniciativa,
remitida al Congreso nacional juntamente con el proyecto de pre­
supuesto del año 1919, fue pospuesto indefinidamente y así se
terminó frustrando esa reforma fiscal.
El sensible mejoramiento del frente fiscal producido a partir
de 1919 fue una de las causas por las cuales naufragó ese proyecto
oficial. Mientras que el saldo entre ingresos y gastos había arrojado
en 1918 más de 86.000.000 $m/n de déficit, al año siguiente el
dcsfasaje se redujo a 17.000.000 $m/n, para transformarse en un
superávit de 72.000.000 $m/n en 1920.405
El Congreso nacional rechazó también el proyecto oficial de
aumentar el impuesto a los bílletes de lotería cuyos fondos serían
destinados a la lucha antituberculosa.
Ante la falta de apoyo legislativo a sus iniciativas fiscales, el
gobierno elevó un 20% las tarifas de avalúo aduanero.
A su vez, el aumento de la presión tributaria a las producciones
típicas del interior argentino produjo un enfrentamiento político
entre Yrigoyen y algunos gobernadores radicales corno el caso de
Cantoni en San Juan y Lencinas en Mendoza.
401 El peso lit: los impuestos aduaneros en las rentas generales disminuyó del
54,4% ­en el período 1910­1914­ al 35% en los años 1915­1919. Fuente: Caravaca,
Jimena (2009).
402 Romero, Luis Alberto (2001 ).
403 Caravaca, Jímcna (2009).
404 Rock, David (1997).
405 Regalsky, Andrés y Salomo, Elena (2006).
Diego Rubinzal: Historia econórrrca arqentna (1 BS0-?009) / 1 ·: 9
6.2.1.4. El modelo agroexportador permanece intacto
El gobierno de Yrigoyen adoptó un rol conciliador en el con­
flicto social sin afectar las bases sobre las que se asentaba el modelo
agroexportador.
La conformación del primer gabinete yrigoyenista marcaba a
las claras la voluntad oficial de mantener inalterables los cimientos
del esquema económico vigente, En efecto, cinco de los ocho mi­
nistros estaban vinculados a la Sociedad Rural y/u otros grupos
��� .
El 60% de los proyectos presentados al Congreso a favor de
los ganaderos durante las presidencias de Yrigoyen y Alvear fueron
presentados por diputados radicales.407
La ruptura con el viejo orden, que significó el radicalismo en
algunos aspectos, no incluía la formulación de un proyecto eco­
nómico alternativo al librecambismo agroexportador,
Eso llevó a Alaín Rouquié a sostener que, en ese período
histórico, la oligarquía desarrollaba una "dominación sin hege­
monía" .408
La vitalidad del modelo agroexportador coexistía con distintas
realidades en el interior del sector agropecuario. Durante ese tiem­
po, las estancias comenzaron a modificar su esquema pr�ductivo
e incrementaron las combinaciones de explotaciones agranas y ga­
naderas para hacer frente a las variaciones de las cotizaciones in-
ternacionales.
Ese reordenamíento productivo implicó el desalojo de aquellos
arrendatarios agrícolas que tenían contratos de alquiler sumamente
flexibles, generalmente "de palabra" y muy inestables.
En agosto de 1921, cientos de chacareros se movilizaron hacia
la Ciudad de Buenos Aires bajo la amenaza de convocar a una
huelga agraria si no se reparaban las asimetrías existentes entre
propietarios y arrendatarios.
El gobierno hizo lugar a esa demanda impulsando la pri!11era
ley de arrendamiento (año 1921) que estaba bas_ada en dos pilares
fundamentales: regía únicamente para los predios meno�es a 300
hectáreas y establecía que el plazo mínimo de arrendam1ent? era
de cuatro años. Además, la norma prohibía el subarrendamiento
para limitar las prácticas especulat�vas.
. .
La nueva ley fue burlada sistematicamente por los propietarios
ya que alquilaban únicamente predios superiores a 300 hectáreas.
406 Smith, Pctcr (1986).
407 Smith, Peter (1967).
408 Rouquié, Alain (1982).
120 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
A su vez, como la ley no exigía la firma de los contratos por escrito
­solamente se invitaba a hacerlo en su artículo cuarto­, se difundió
la práctica del arriendo verbal ( con todas las ventajas que ese sis­
tema suponía para los tocadores), tornando inaplicable el control
de los plazos mínimos fijados.409
A pesar del fracaso de esta herramienta legal, el gobierno fa-
cilitó el acceso a la propiedad de la tierra de los chacareros arren­
datarios a través de una reforma en la Carta Orgánica del Banco
Hipotecario Nacional (año 1919). Esa modificación normativa per­
mitió que el BHN pudiera otorgar préstamos hipotecarios por mon­
tos equivalentes al 80% del valor de la chacra.
Si bien esa oferta crediticia no alteró sustancialmente el pa­
trón de tenencia concentrada de la propiedad de la tierra, se
produjo un incremento del número de pequeños y medianos pro­
pietarios.
Mientras que en el año agrícola 1923­1924 existían 120.000 cha­
cras destinadas al cultivo de cereales y lino, y los propietarios eran
el 35,7% del total, en el bienio 1929­1930 las explotaciones ascen­
dieron a 153.000 y los propietarios pasaron a ser el 39,5% del
total.410
6.2.1.5. La conflictividad social y el rol arbitral del Estado
El yrigoyenismo aplicó una lógica arbitral para resolver los con­
flictos sociales. La idea de que el Estado se colocaba como un
actor neutral en las disputas, y por ende con capacidad arbitral,
fue acompañada de determinados gestos que marcaron un viraje
histórico.
Por ejemplo, la recepción de la dirigencia gremial marítima"!
y la de los obreros ferroviarios en la Casa Rosada fue todo un
símbolo de una nueva etapa.
Esa apertura hacia el movimiento obrero no impediría la re�­
lización de numerosas huelgas y movilizaciones,412 a pesar del bajo
nivel de sindicalización de los obreros.w Algunos ejemplos de la
409 Palacio, Juan Manuel (2008).
410 Ortiz, Ricardo (1958).
411 A menos de dos meses de la asunción de Yrigoycn, los trabajadores de las
empresas navieras de cabotaje se declararon en huel��­ El 5 de dicie��re, Yrigoyen
se reunió con Francisco García, líder de la Federación Obrera_ "1anll":ª. (FOM) Y
secretario general de la FORA sindicalista:½ huelga naval termino co_n éxito porque
\os patrones tuvieron que aceptar el arbitraje estatal que antes habían rechazado.
Fuente: Martínez Mazzola, Ricardo (2007).
412 Terán, Osear (2008). •
413 Rapoport, Mario (2000). La cantidad de afiliados comenzaría a crecer rápi­
damente recién al aproximarse la década de los cuarenta.
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 121
combatividad sindical fueron dados por las huelgas celebradas por La mayor permisividad oficial frente a los reclamos laborales
los sindicatos marítimos, frigoríficos414 y ferroviarios en 1917,415 o produjo el surgimiento de la patronal Asociación del Trabajo en
el paro general convocado por las dos centrales obreras a finales mayo de 1918. Los principales objetivos de esa organización eran
de 1918. enfrentar colectivamente los reclamos de la clase obrera y presionar
Las luchas reivindicativas no se limitaron a los centros urbanos al gobierno para que reprimiera a las organizaciones sindicalcs.vs
sino que también se extendieron a las áreas rurales, en lugares Esa presión patronal encontró ceo en los despachos oficiales
tan diversos como Jacinto Aráoz, Tres Arroyos ( en la cosecha de en ocasión de dos conflictos emblemáticos: la huelga en los Talleres
1919­1920), Villaguay (1921), Leones, Oncativo y por supuesto la Metalúrgicos Vascna417 y los reclamos de los peones patagónicos.
patagonia argentina. La respuesta represiva fue acompañada de la elaboración de
un proyecto de Código Nacional del Trabajo (1921),418 que final­
1.38 Huelgas en Capital Federal mente no fue aprobado, y de un aumento del salario mínimo de
Pedodo /916-1930
los empleados estatales de 100 a 160 pesos moneda nacional.
Huelguistas
Los conflictos no estuvieron recluidos al ámbito productivo sino
Año Huelgas
que se extendieron a otras esferas sociales. El 15 de junio de 1918,
1916 80 24321
los estudiantes cordobeses dieron a conocer un Manifiesto a los
1917 138 136.062 hombres libres de Sudamérica donde exigían terminar con una
1918 196 133.042 universidad escolástica y elitista. Los reclamos eran variados: au­
1919 367 308.967
tonomía, cogobierno, cátedras paralelas, concursos, gratuidad y ex­
tensión universitaria para vincularse con la sociedad. El apoyo del
1920 206 134.015
presidente Yrigoyen permitió que el movimiento reformista se ano­
1921 86 139.751 tara algunas victorias y que se nacionalizara la Universidad de
1922 116 4.737 Tucumán y se creara la del Litoral.419
1923 93 19.190 El gobierno de Yrigoycn también extendió los servicios hospi­
1924 77 277.071
talarios, particularmente aquellos referidos a la atención de las
enfermedades "de la pobreza", y la construcción de viviendas eco­
1925 89 39.142
nómicas para los trabajadores. En materia educativa, el gobierno
1926 67 15.880 mejoró sustancialmente los haberes de los maestros y construyó
1927 58 38.236 nuevas escuelas. Según Iñigo Carrera, esas medidas permitieron
1928 135 28.109 una disminución del analfabetismo en edad escolar del 20 al 4%.420
1929 113 28.271
De todas maneras, la progresiva escolarización de la población
era parte de un proceso que había comenzado con la sanción de
1930 125 29.331
Fuente; Crónica Mensual del Departamento Nacional del Trabajo, N� 110, abril de 1927, sindicales y el respaldo a las compañías ferroviarias. En ese marco, la represión policial
Estadísticas de las Huelgas, Buenos Aires, 1940. se cobró la vida de varios obreros ferroviarios.
El 18 de octubre la huelga fue levantada luego de que Yrigoyen accediera a los
414 La huelga de los trabajadores de los frigoríficos fue ferozmente reprimida reclamos sindicales. Fuente: Mazzola, Ricardo (2007).
por los infantes de marina en las localidades de Zárate y Berisso. 416 Lvovich, Daniel (2003).
415 El cese de actividades complicó el embarque de los productos que estaban 417 El paquete accionario mayoritario de la compañía pertenecía a inversores
destinados a los mercados externos ya que se extendió durante varios meses. El conflicto ingleses y el porcentaje minoritario era propiedad del empresario argentino Pedro
comenzó a mediados de junio cuando, en respuesta a una huelga iniciada por mejoras Vasena.
laborales en los talleres de Rosario de la empresa Central Argentino, la compañía 418 Los redactores de ese Código, elaborado en 1921, utilizaron como antecedente
ferroviaria despidió a algunos trabajadores. A su vez, los obreros respondieron con la Ley Nacional del Trabajo elaborada por Joaquín V. González (1904).
sabotajes y actos de violencia destinados a evitar el funcionamiento de los trenes. El 419 El movimiento reformista se expandió por todo el país e incluso tuvo una
11 de agosto, los trabajadores extendieron el paro a todo el Ferrocarril Central Ar­ proyección continental, Un claro ejemplo de esto último fue e! surgimiento del líder
gentino, mientras que la FORA amenazaba con un paro general. El 24 de febrero, peruano Víctor Haya de la Torre (fundador de !a Alianza Popular Revolucionaria
diversos sindicatos ferroviarios convocaron a una huelga general ferroviaria. Americana ­APRA­), quien se declaró heredero del movimiento reformista cordobés.
Mientras tanto el gobierno nacional oscilaba entre el apoyo a algunas pretensiones 420 lñigo Carrera, H. J. (1980).

122 / Diego Rubinzal: Histor� ecorómca argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Hislona ecorórnca argentina (1880-2009) / 1,'3
la ley 1420. Entre 1902 y 1913, los alumnos en las escuelas primarias
se incrementaron de 412.000 a 843.000 y los de las escuelas se­
cundarias de 9.000 a 20.000.421
Acompañando ese crecimiento matricular, el número de esta­
blecimientos primarios aumentó de 4.450 a 9.399 y el de secunda­
rios de 53 a 149, en los quince años previos al ascenso de Yrigoyen
a la presidencia.422
Pero más allá del aumento en la cobertura social en algunas
áreas, Campos423 sostiene que "no hubo una expansión de los fon­
dos destinados a la asistencia social ni,propuestas de soluciones a
través de sistemas universales".
62.1.6. La creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
El descubrimiento de un yacimiento petrolero a 100 kilómetros
de la ciudad de Neuquén en 1918 produjo el surgimiento de dos
asentamientos poblacionales (Plaza Huincul y Cutral Có) y un re­
novado impulso al proyecto petrolero nacional.
El 3 de julio de 1922 se fundó la empresa estatal Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF) que comenzaría a actuar siguiendo
las líneas maestras definidas por Yrigoyen (subsuelo exclusiva­
mente nacional y monopolio estatal­nacional de explotación).424
Esa orientación estratégica recibió la adhesión de aquellos sec­
tores militares que se enrolaban bajo las ideas del nacionalismo
económico. 425
El objetivo inmediato de YPF era lograr el abastecimiento de
combustibles para la industria y el ejército. En 1923 se logró pro­
ducir nafta para los aviones de la fuerza área y en 1925 se inauguró
una destilería en La Plata.426
Esa destilería, cuya construcción fue financiada con créditos y
letras de tesorería, se encontraba entre las diez más grandes del
mundo.427
La organización administrativa de YPF llegó a ser internacio­
nalmente reconocida. Tal es así que la célebre British Petrollum
replicaría ese diseño administrativo.
A su vez, YPF estructuró un sistema de incentivos (por ejemplo
a través del pago de una bonificación por eficiencia)" y una serie
421 Gerchunoff, Pablo; Rocchi, Fernando y Rossi, Gastón (2008).
422 Cattaruzza, Alejandro (2009).
423 Campos, Martín (2007).
424 La Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales dependía admi­
nistrativamente del Ministerio de Agricultura,
425 Puiggrós, Rodolfo (2006).
426 Mansilla, Diego (2007).
427 Solberg, Carl (1982).
124 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
de prestaciones sociales para sus trabajadores (como el abono de
un plus por familia numerosa), que crearía fuertes lazos de iden­
tificación con sus empleados y con los habitantes de la localidad
en donde desarrollaba sus actividades.
Como sostiene Rofman: "La modalidad de ocupación del te­
rritorio no se circunscribía sólo a la explotación del recurso natural,
sino que abarcaba una amplia red de equipamientos sociales, cul­
turales, recreacionales y residenciales para el personal permanente.
Ello implicaba una estrategia de desarrollo urbano y regional que
excedía, en mucho, lo que una empresa tipo estaba obligada a
realizar en términos de sus objetivos de obtención de la máxima
tasa de ganancia posible. De algún modo, YPF 'subsidiaba' al te­
rritorio local donde se asentaba y tal decisión superaba una visión
mercantilista de su rol y su función como empresa líder en el pro­
ceso de extracción, industrialización y comercialización del petró­
leo" .428 YPF se convirtió en la empresa de "bienestar" por exce­
lencia.f'"
En los años 20, la industria petrolífera nacional aumentó su
producción entre el 20 y el 30% anual. A pesar de eso, la impor­
tación de hidrocarburos extranjeros siguió siendo el componente
de mayor peso en la oferta. 430
6.2.1. 7. La política de relaciones exteriores de Yíigoyen
El gobierno yrigoyenista coexistió con un mundo profundamen­
te conmocionado a raíz de la Primera Guerra Mundial y el triunfo
de la revolución bolchevique en la Rusia zarista.
Con relación al conflicto bélico, el presidente defendió la neu­
tralidad argentina frente a las presiones norteamericanas destina­
das a que se apoyara al bando aliado (Francia, Inglaterra, Italia,
la Rusia zarista y Estados Unidos) en su lucha contra los imperios
alemán, austrohúngaro y turco.
Yrigoyen no solamente debió soportar las demandas externas
sino que también tuvo que resistir a las presiones de ciertos sectores
internos que reclamaban que Argentina interviniera en el conflic­
to.431 Ese reclamo se volvió particularmente intenso luego de que
un submarino alemán hundiera el velero de bandera argentina
"Monte Protegido", a comienzos de abril de 1917, frente a las
costas de las islas Scilly.
428 Rofman, Alejandro (1999).
429 Mases, H. y Rafart, G_ (1987).
430 Rapoport, Mario (2000).
431 Uno de los que opinaba en ese sentido era el influyente embajador argentino
en París, y próximo presidente argentino, Marcelo Torcuato de Alvear.
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·20J9) / 125
 Al finalizar la guerra mundial, la Argentina integró provisoria­
mente la Liga de las Naciones. Sin embargo, poco tiempo después
se retiró del organismo en disconformidad con la política revan­
chista aplicada a los países derrotados y advirtiendo sobre las con­
secuencias negativas que traería aparejadas el Tratado de Versa­
lles.432
Por su parte, la irrupción y consolidación de la experiencia so­
cialista soviética marcaría a fuego la historia mundial del siglo XX,
provocando el surgimiento en la Argentina del Partido Socialista
Internacional en 1918 (dos años más tarde convertido en el Partido
Comunista Argentino).
El gobierno argentino reconoció a las nuevas autoridades y,
durante el segundo período de gobierno de Yrigoyen, suscribió
un acuerdo de intercambio comercial de productos argentinos por
petróleo ruso.433
Yrigoyen también estrechó las relaciones con las naciones la­
tinoamericanas y condonó la deuda pendiente que tenía el Paraguay
con motivo de la guerra de la 'Triple Alianza.
La autodeterminación de los pueblos y el principio de no in­
tervención fueron arduamente defendidos por la política exterior
yrigoyenista. En 1920, un crucero argentino se dirigía hacia Santo
Domingo, que se encontraba ocupado por fuerzas norteamericanas.
Yrigoyen ordenó al comandante del buque que ingresara al puerto
izando la bandera dominicana y que se abstuviera de saludar a las
fuerzas de ocupación.
6.2.2. Marcelo Torcuato de Alvear
(12/10/1922-12/10/1928)
6.2.2.1. El apoyo inicial de Yrigoyen y la
ruptura de esa sociedad política
La candidatura presidencial del embajador argentino en Fran­
cia, Marcelo Torcuato de Alvear, fue bendecida por el saliente
presidente Hipólito Yrigoyen.
A pesar de sus diferentes procedencias sociales y de sus disí­
432 El ministro de Relaciones Exteriores argentino Honorio Pueyrredón viajó a
Ginebra a defender el principio de autodeterminación de los pueblos. Como las na­
ciones victoriosas en la guerra desestimaron la postura argentina, Yrigoyen decidió
abandonar ese organismo. Tiempo después, el presidente Alvcar reincorporó a la
Argentina en la Liga.
433 El convenio nunca llegó a aplicarse porque el gobierno surgido del golpe de
Estado de 1930 lo anuló.
126 / Diego Aubinzal: Historia económica argentina (i 880-2009)
dcncias políticas, una fuerte comunión afectiva rodeaba a los dos
líderes radícales.P'
La fórmula radical Marcelo Torcuato de Alvcar­Elpidio Gon­
záloz se impondría con el 47,5% de los votos en las elecciones
celebradas el 2 de abril de 1922. Ese amplio triunfo le permitió
al futuro gobierno contar con una amplia mayoría propia en la
Cámara de Diputados.
El "padrinazgo" de Yrigoyen no impidió que Alvear desarro­
llara tempranamente un juego propio.
El nuevo presidente se preocupó por marcar importantes dife­
rencias con su correligionario, tanto a través del nombramiento
de ministros alejados del círculo áulico del líder radical como de
su particular estilo de gobierno. 435
Las tempranas desavenencias se fueron ahondando con el tiem­
po hasta que el partido gobernante se fracturó en 1924. De un
lado quedaron los seguidores de Alvear que se identificaron con
el rótulo de "antipersonalistas"436 y del otro se agruparon los per­
sonalistas o yrigoycnistas.
Las elecciones parlamentarias de 1924 y 1926 fueron el campo
de batalla en donde se dirimieron las fuerzas de ambos bandos.
El sector yrigoycnista emergió victorioso de ambos comicios y los
legisladores electos se dedicaron a boicotear buena parte de las
iniciativas del gobierno nacional.
El presidente llegó a clausurar en tres oportunidades las sesiones
extraordinarias, debido a que los yrigoyenistas boicoteaban con su
ausencia el tratamiento de los temas.437
La disputa entre los antipersonalistas y los yrígoyenistas también
se trasladó al campo de la política petrolera.
El designado primer presidente de YPF ­el coronel Enrique Mos­
coni­ acordaba primariamente con los lineamientos impulsados por
Yrigoyen.438 Eso hacía prever una continuidad en la política petrolera.
434 El "dedazo" de Yrigoyen no impidió que una pequeña fracción del partido
(la UCR Principista) postulara corno candidato presidencial al entrerriano Miguel
Laurencena,
435 Alvcar conformó su gabinete con solamente tres ministros de extracción ra­
dical, el resto de los ministerios (cinco) fueron ocupados por dirigentes provenientes
del propio riñón oligárquico ( antiguos partidarios del presidente Juárcz Colman). Fuen-
te: Dasso, Carlos (2008).
436 Sus dirigentes más destacados eran: Vicente Gallo, Lcopoldo Meto, los her­
manos Lencina y Eduardo Larencena,
437 Cattaruzza, Alejandro (2009).
438 Mosconi revisó varias veces su posición con respecto a este tema ya que su
postura original de defender el monopolio estatal se modificaría en 1925 cuando
defendió la conformación de una sociedad mixta. Durante la segunda presidencia de
Yrígoyen volvió a sus concepciones iniciales.
Diego Rublnzal: Historia econémca argentina (1880-2009) / 127
Sin embargo, los alvearistas rechazaron un proyecto de ley presentado 1.39 Evolución del PIB y del PIB per cápita y el saldo comercial de la Argentina
por los legisladores yrigoyenistas que consagraba legalmente el prin­ l'eriodo:1923-1928
cipio del monopolio estatal petrolero.439 Año PIB Tusa de PIB per Tosa de Exporta­ Importa­ Saldo
La iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados pero Geary crecí- cápila crecí- clones dones balanza
fue rechazada en el Senado debido a los votos negativos de las Khamis miento miento (millones (millones comercial
bancadas conservadoras, alvearistas y socialistas. (mil!. anual anual de m$s) dcm$s)
US$
En las elecciones presidenciales celebradas el 1 º de abril 1990)
de 1928, la fórmula Yrigoyen­Beiró cosechó 840.000 votos contra 1923 40.022 11,01% 4.077 7,74% 1.753 1.974 ­221
los 420.000 sufragios de los alvearistas Lcopoldo Mello­Vicente
1924 43.144 7,80% 4.265 4,61% 2.299 1.883 416
Gallo. El yrigoyenismo volvía a ganar una vez más.
' 1925 42.964 ­0,42% 4.12] ­3,38% l.973 l.993 -2D
6.2.2.2. La economía en tiempos de Alvear 1926 45.035 4,82% 4.205 2,04% 1.800 1.869 ­69

La bonanza económica acompañó los primeros años del go­ 1927 4S.230 7,09% 4.383 4,23% 2.294 1.947 347
bierno de Alvear. Entre 1922 y 1924, el PIB creció a un sorpren­ 1928 51.216 6,19% 4.530 3,35% 2.397 1.902 495
dente 29,2% y las exportaciones mostraron una tendencia creciente Fuente: elaboración propia a punir de Ferreres, Orlando (2005) y Comité Nacional de Geografia.
luego de la caída registrada en 1921.
Aunque no significaba una renuncia al modelo agroexportador, El rumbo favorable de la economía permitió una recomposición
el primer ministro de Hacienda designado por Alvear ­Rafael He­ del volumen de reservas y el retomo al patrón oro el 25 de agosto
rrera Vegas­ impulsó una serie de proyectos destinados a brindar de 1927. Una vez más, la emisión monetaria quedaba vinculada a
protección al sector industrial interno. Con la ayuda de su asesor la cantidad de reservas de oro y divisas existentes a pesar de que
Alejandro Bunge, el ministro diseñó un proyecto de reforma que durante toda la década de los veinte ­de manera opuesta a lo que
incluía un impuesto a la renta y la elevación de las tarifas aduaneras había acontecido durante el desarrollo de la Primera Guerra Mun­
con fines proteccionistas. dial­ la balanza comercial fue deficitaria.
Con respecto al primer punto, la iniciativa terminó naufragando A pesar de eso, el creciente endeudamiento externo fue la he­
nuevamente en el Congreso nacional, aunque en su reemplazo rramienta que permitió acumular las reservas que necesitaba el
se aprobaría un impuesto a la transmisión gratuita de bienes régimen convertible.
(ley 11.287). Por otra parte, el aumento del 60% en los aforos
Entre 1913 y 1929, la deuda pública nacional osciló entre el 17
aduaneros logró fortalecer las cuentas públicas y operar transito­
y el 23% del PIB.442
riamente como una barrera protectora para los sectores industriales
locales.440
6.2.2.3. El Estado como árbitro de los
Sin embargo, la salida del ministro Herrera Vegas, en octubre
conflictos laborales y productivos
de 1923, significó un retroceso de esas posiciones más proclives a
la adopción de medidas proteccionistas. El gobierno continuó con la política arbitral y conciliadora im­
El nuevo ministro, Víctor Malina, era un firme defensor del plementada por Yrigoyen. En algunos casos, la intervención estatal
librecambismo e incluso llegó a sugerir la necesidad de suprimir permitió encauzar el conflicto> en otros fracasó estruendosamente.
totalmente los derechos aduaneros. Un ejemplo de esto último lo dio el manejo de la crisis gana­
Molina entendía que el librecambio producía un "abarata­ dera,443 que ya había comenzado a manifestarse hacia finales del
miento de los bienes de consumo y un discreto aumento de los
salarios" .441 442 Díaz Alejandro (1975). Félix Luna (1986) apunta que durante la primera pre­
sidencia de Yrigoyen el endeudamiento externo se redujo en 225 millones de pesos oro.
443 La abundancia de stock existente debido a la reducción de la demanda externa
439 El proyecto también fue rechazado por los conservadores y los socialistas. produjo una pronunciada caída de los precios. A eso se sumó que Estados Unidos
440 La posterior revalorización del peso neutralizó esa precaria protección. canceló ­en 1926­ la compra de carne argentina aduciendo la presencia de brotes de
441 Rapoport, Mario (1984). aftosa.

128 / Diego Rub"r1zar Historia económica argentina [1880-2009) Diego Rubinzal: Histona económca argentina (1880-2009) / 129
gobierno anterior. Ante la baja de los precios, el presidente propuso empicados de comercio y ferroviarios, reglamentó la ley de tra­
una serie de medidas ( creación de un frigorífico estatal, estable­ bajo de mujeres y menores en la Capital Federal en 1924,446 y
cimiento de un precio mínimo para el ganado destinado a expor­ dos años más tarde la ley de descanso dominical para la Capital
tación y un precio máximo para la venta de carne en el mercado Federal.447
interno) reclamadas por los productores pero rechazadas por los En algunas oportunidades, esa política fue acompañada con un
frigoríficos ya que la excesiva oferta de animales les permitía com­ explícito apoyo a ciertos reclamos sindicales. Puntualmente, la ad­
prar la hacienda a precios inferiores al establecido oficialmente.444 hesión de AJvear a las demandas de la Unión Ferroviaria resultó
El trust frigorífico enfrentó las regulaciones estatales paralizan­ decisiva para que el sindicato obtuviera algunas conquistas en su
do sus compras. Finalmente, el gobierno cedió a las presiones y puja con las compañías ferroviarias extranjeras.
retrotrajo la aplicación de las medidas anunciadas. Sin embargo, el gobierno de Alvcar también produjo algunas
La sobreproducción también afectaha al mercado azucarero in­ reformas regresivas como por ejemplo la derogación de la ley
terno en 1927. Esta vez, el arbitraje del gobierno entre los cañeros 11.289 de jubilaciones y el veto a la ley 11.278 que reglamentaba
­organizados por la Federación Agraria Argentina­ y Jos ingenios el trabajo en la producción de la yerba mate.448
permitió La confección de algunas normas regulatorias ( evaluación
de la caña, precio) y la constitución de la Comisión Nacional del 1.40 Estructura econ6mica-Año 1926
Azúcar. Ese organismo pasó a ser el encargado de estudiar los Año Agricultura, Monufac- Construc­ Transporte Comercio
problemas sectoriales y aconsejar cursos de acción en materia téc­ ganadería turas y ciones
nica, económica o social. y pesca minería
Como señala Halperín Donghi, el arbitraje dejó de lado al sector 1926 27,60% 17,60% 5% 6,80% 21�b
más desfavorecido en el reparto de los frutos de la actividad azu­ Fuente: BCRA (1976, vol. uu.
carera: los peones rurales. Afirma Halperín Donghi que "los peones
del surco y obreros del ingenio ] ... ] sólo emergerán como un nuevo
actor colectivo en el marco de la Revolución Peronista, por lo
1.41 Crccimicoto del PIB
tanto al presidente (se refiere a Alvear) que advierte muy bien las
injusticias que sufren, no le queda sino confiar en que el conten­ Perlodo PIB pee cl'ipila PIBglobal

diente en cuyo favor ha fallado querrá corregirlas" .445
En materia laboral, el gobierno de AJvear impulsó la aprobación
de algunas leyes largamente reclamadas por los trabajadores. Por
ejemplo, ta sanción de un marco legal que obligaba a los emplea­
dores a abonar los salarios en moneda nacional ( año 1923). Esa
norma pretendía evitar las difundidas prácticas patronales consis­
tentes en retribuir a la fuerza de trabajo con vales canjeables en
determinados establecimientos.
El gobierno también decretó el 12 de Mayo como feriado na­
cional, elevó para su tratamiento un proyecto de jubilación de
444 Como afirma Schvarzcr (1998), los frigoríficos, "abusando de su rol mono­
pólico, clasificaban a simple vista el ganado que compraban en el campo y se negaban
enérgicamente a medidas tan simples como pesar a los anímales para establecer su
precio; todavía a mediados de la década del veinte alegaban que una práctica tan
sencilla, como utilizar balanzas, complicaba sus operaciones y elevaba sus costos. Re­
cién a mediados de la década de los treinta, largos años después que el modelo llegara
a su cenit, se comenzaron a ensayar esas prácticas de medida y cstandarizacién propias
de una economía de mercado merecedora de ese nombre".
445 Halperín Donghi, Tulio (2005).
1875­1930 3,11% 5,18%
Puente: elaboración propia a partir de Fanelli, José María y Albrieu, Ramiro (2008).
6.2.3. Hipólito Yrigoyen (12/10/1928-6/9/1930)
6.2.3.1. La actividad económica
Los indicios de la crisis mundial que estallaría durante octubre
de 1929 se comenzaron a vislumbrar a mediados del año anterior.
En ese momento, la Reserva Federal norteamericana elevó las
tasas de interés para contrarrestar el fuerte incremento del crédito
doméstico que estaba siendo utilizado como herramienta de espe­
culación bursátil.
446 La ley prohibía el trabajo femenino hasta seis semanas después de haberse
producido un parto y autorizaba a la madre a retirarse seis meses antes del mismo,
del trabajo. A su vez, las mujeres embarazadas no podían ser despedidas,
447 Esta última había siclo sancionada en el año 1905 por iniciativa del diputado
socialista Alfredo Palacios.
448 Dasso, Carlos Alberto (2008).

130 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rub:nzal: 1-istoria económica argentina (1880-2009} / 131
 La decisión de la máxima autoridad monetaria norteamericana
provocó una disminución del ingreso de capitales externos para la
Argentina.
Pero ése no fue el único efecto perjudicial para la economía
argentina ya que también se produjo una caída en la demanda
mundial y en los precios de los productos primarios. El descenso
de las exportaciones y el freno en el ingreso de los capitales ex­
tranjeros provocaron una reducción de las reservas y del circulante
interno.
Finalmente, las autoridades suspendieron la conversión de los
billetes en circulación el 16 de diciembre de 1929.
Intentando remediar la caída del comercio exterior, el 8 de
noviembre de 1929 se firmó el llamado Pacto D'Abernon=? con
Inglaterra.
Ese convenio establecía un acuerdo de crédito recíproco, por
100 millones de pesos, para facilitar el intercambio comercial bi­
nacional.
Argentina vendía al mercado inglés el 99% de la carne enfriada,
el 54% de la carne congelada, el 76% de todas las exportaciones de
carne, el 34% de las de trigo y el 10% de las de maíz. A su vez esas
compras representaban el 40% del consumo inglés de carne, el 85%
del de lino, el 24% del de trigo y el 75% del de maíz.450
En 1930, las exportaciones argentinas con destino a Inglaterra
representaban el 40,5% del valor total, mientras las destinadas a
los Estados Unidos habían caído desde un 23,4% en 1915 a un
10,7% en 1930.451
El Pacto fue suscripto en un momento en que ya se percibían
amenazas para la producción agraria. El precio del trigo venía
descendiendo desde 1926 y el del maíz desde 1928, prologando la
intensa caída que se registraría a partir de la crisis de 1929.
1.42 Evolución en términos de intercambio
Periodo 1925-1930
Año Términos de inten:amblo,
Año 1913 = 100
1925 80.3
1926 73,4
1927 72
449 El Pacto nunca estuvo operativo porque a la fecha de realización del golpe
de Estado solamente había sido ratificado por la Cámara de Diputados.
450 Díaz Alejandro, C. (197S).
451 Girbal­Blacha, Noemí (1998).
132 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
1,42 Evolución en términos de intercambio
Paiodo 1925-1930
Año Términos de intercambio.
Año 1913 = 100
1928 97
1929 90.4
1930 79,1
Fuente: Comité Nacional de Geografla (1942).
Por su parte, el gasto público subía a un ritmo mayor que los
ingresos profundizando el déficit fiscal que fue una regla ­durantc
la década de los veinte­ en la economía argentina.452
Mientras que el gasto público terminó promediando los 15,6
puntos del PIB durante el período 1925­1929, el setenta por ciento
de esas erogaciones correspondían a gastos corrientes.453
En ese dificil contexto que incluyó el despido de cientos de
empleados públicos, el yrigoyenismo continuó con su política de
introducir mejoras sociales y laborales.
La ley 11.544 (1929) implementó la vigencia de una jornada
laboral de ocho horas para todos los trabajadores, con excepción
de los peones rurales y el personal del servicio doméstico.
Los trabajadores ferroviarios vieron mejorar sustancialmente
el nivel de sus remuneraciones y conquistaron la estabilidad laboral
con el apoyo gubernamental.P'
El 17 de diciembre de 1929, Yrigoyen decretó el derecho al
usufructo de una licencia anual para el personal de talleres y al­
macenes. En marzo de 1930, se estableció la obligación de man­
tener negociaciones paritarias para revisar los escalafones y definir
el nivel del salario mínimo.
El yrigoyenismo alternó el otorgamiento de conquistas sociales
con la represión de conflictos laborales como ocurrió· cuando dis­
puso el envío de tropas del Ejército para desactivar medidas de
fuerza en la Provincia de Santa Fe y Costa Sud.
452 Al finalizar la década de los veinte, el gasto público era siete veces superior
al nivel registrado a comienzos de siglo. Por el contrario, los recursos públicos eran
solamente cinco veces superiores. La deuda pública creció dos veces y media durante
ese mismo periodo.
453 CEPAL (1959).
454 De la Vía, Hugo (1941).
Diego Rubir>zal: Historia económica argent,na (1880-2009) / 133
 1,43 Evolución del PIB y del PIB pcr cápita y el saldo comercial de la Argentina El 6 de septiembre de 1930, el general nacionalista José Félix
Petfodo:1929-1930 Uriburu avanzó triunfalmente desde Campo de Mayo hasta 1a Casa
Rosada.
AAo Pm Tosa de PlB pee Tusa de Expor­ Impor­ Saldo
Geary crecí- cápita crecí­ ladones tacíenes balanw Yrigoyen fue detenido y alojado transitoriamente en el acora­
Khamís miento miento (millones (millones comercinl zado Belgrano,457 mientras una multitud de personas saqueaban
(mill. anual anual de mSs) demSs) su domicilio particular.
US$
1990) Arturo Jauretche sostiene que su derrocamiento estuvo íntima­
1929 53.577 4,61% 4.612 1,81% 2.168 1.959 209
mente emparentado con la inminente sanción del monopolio pe­
trolero estatal.458 En sus Escritos inéditos, Jauretchc señala que
1930 51.360 ­4,14% 4,303 ­6,70� 1.396 1.680 -284
Yrigoycn "por primera vez iba a tener mayoría en el Senado en
Fuente: elaboración propia a pantr de Ferretes, Orlando (2005 J y Comité Nucional de. Geografía. 1930, entrando los dos senadores de San Juan y Mendoza, con
cuatro senadores, para sancionar la ley del petróleo. La elección
­fraudulenta, es cierto­ era el 7 de septiembre. La revolución fue
6.2.3.2. La caída de Yrigoyen
el 6, creo que las fechas lo están diciendo todo. En momentos en
El año 1929 estuvo marcado por el estallido de la crisis mundial que iba a tener mayoría para sancionar la ley del monopolio pe•
y por una intensa conflictividad política interna. Mientras que el trolero por el Estado, estalló el golpe" .459
gobierno recurría a nuevas intervenciones provinciales, el dirigente Suscribiendo esa tesis, Arturo Sampay comenta que el golpe
mendocino -y opositor al gobierno nacional­ Carlos Lencinas fue "fue festejado por los ricos terratenientes sacando de sus bodegas
víctima de un atentado que terminó con su vida. El propio Y rigoyen el champaña de las mejores vendimias para acompañar el menú
fue víctima de un frustrado ataque realizado por un militante anar­ de los petroleros americanos" .460
quista hacia finales de ese año. La detención e incomunicación del hasta entonces presidente
El triunfo radical en las elecciones legislativas de ese año (con de YPF, el general Enrique Mosconi, fue un poderoso símbolo del
el 41 % de los votos) no impidió que los partidos opositores (con­ inicio de una nueva etapa.
servadores, antipersonalistas, socialistas independientes) y los prin­ El presidente, el vicepresidente, el secretario general de la pre­
cipales periódicos (La Nación, Crítica, La Prensa, El Mundo) re­ sidencia y cinco ministros de] nuevo gobierno tenían algún grado
novaran su ofensiva contra Yrigoyen. de vinculación con la Standard Oil .461
Los diarios denunciaban el caos al que se encaminaba el país También las compañías ferroviarias extranjeras festejaron la caí­
y justificaban un posible golpe de Estado apelando al argumento da de Yrigoyen ya que significaba el abandono de su proyecto de
de la "ilegitimidad por el mal ejercicio" .455 redefinición de los sistemas de transportes.
Lo cierto es que más allá del accionar golpista de los periódicos Esa iniciativa preveía la construcción de 15.000 kilómetros de
y de los partidos políticos opositores, la ciudadanía percibía cierta caminos, de 10.000 a 15.000 kilómetros de ramales ferroviarios
inmovilidad administrativa por parte del poder central. nacionales y la utilización de barcos de cabotaje y de ultramar.
La presión opositora continuó creciendo. El diario La Nación El mismo 6 de septiembre, los activistas sindicales de la Unión
publicó, apenas unos días antes del golpe, que Yrigoycn había Telefónica comenzaron a ser despedidos mientras que un fundo­
retirado ilegalmente fondos del Banco Oficial.4S6
El 2 de septiembre, los partidos de la oposición organizaron 457 Yrigoycn fue recluido posteriormente en la Isla Martín García.
un mitin y reclamaron abiertamente el derrocamiento presidencial. 458 Ya el primero de agosto de 1929, Yrigoyen había decretado una rebaja y una
Tres días más tarde, una manifestación estudiantil opositora es homogeneización del precio del petróleo en las distintas regiones del país. Como
afirma Dasso, Carlos (2008): "Esta medida significó un acto de soberanía, ya que
reprimida causando la muerte de un manifestante y la declaración recuperó para el Estado el poder de regulación sobre el precío de ese combustible
del estado de sitio. · estratégico, que se constituiría en la base energética del desarrollo productivo futuro
del país".
459 Jaurctchc, Arturo (2002).
455 Floria, Carlos y García Belsunce, César (1988). 460 Sampay, Arturo (1949).
456 Una investigación posterior comprobaría que esas acusaciones no eran ciertas. 461 Puíggrós, Rodolfo (2006).

134 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 135
nario policial les informaba a los trabajadores sobrevivientes que
"había terminado el escándalo" .462
Paradójicamente, las dos centrales sindicales no repudiaron el
advenímiento del nuevo gobierno. Mientras la FORA adoptó una
postura "prescindente", los comunicados de la CGT fueron suma­
mente complacientes con el golpe de Estado.
Solamente los dirigentes de la FOM (Federación Obrera Ma­
rítima) y de ATE (Asociación Trabajadores del Estado) intentaron
infructuosamente impulsar una huelga general en defensa del go-
bierno constitucional.463
' .
Mientras las organizaciones de trabajadores se desentendieron
de la suerte del gobierno yrigoyenista, las clases privilegiadas fes­
tejaron estruendosamente la caída del líder radical y se conoció
una declaración de Marcelo T. de Alvear que justificaba la asonada
militar.
Como muy bien lo describía un informe de la diplomacia inglesa,
"la experiencia de los gobiernos radicales de Yrigoyen había con­
vencido a las 'clases privilegiadas' de la necesidad de unirse a fin
de evitar el peligro comunista que esos gobiernos habían dejado
desarrollar, 'unión' que pudo concretarse en el golpe de 1930".464
Si bien la realidad estaba muy lejos de esas percepciones, no
caben dudas de que las políticas populistas de Yrigoyen eran vi­
sualizadas como potencialmente peligrosas.
David Rock sostiene que "la supremacía de la elite terrateniente
y comercial de la región pampeana no había disminuido en ningún
grado apreciable. El golpe diluyó la impresión que la introducción
del gobierno representativo y el ascenso del yrigoyenismo había
hecho que el poder pasara a nuevas manos, restauró una estrecha
y neta relación entre el poder económico y el control formal del
Estado" .46S
462 Cattaruzza, Alejandro (2009).
463 Dasso, Carlos (2008).
464 Citado en Rapoport, Mario (1984).
465 atado en Barroetaveña, Mariano; Parson, Guillermo; Román, Viviaoa; Rosal,
Hernán y Santoto, Mara (2007).
136 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880­20J9)
Capítulo 11
Auge y caída del orden neoconservador
SUMARIO: l. La crisis del 30. Principio del fin del modelo agrocxportador. 2. El
procedimiento internacional de la Argentina. Dos proyectos en pugna. 3. El
sector agropecuario. 3.1. La actividad ganadera. 3.2. La agricultura. 3.3. Las
transformaciones operadas en las explotaciones agropecuarias. Censo Nacio­
nal Agropecuario 1937. 4. La industrialización "espontánea". 4.1. El desa­
rrollo industrial. 4.2. Las subsidiarias extranjeras y la oligarquía diversificada.
4.3. Las resistencias del viejo orden. 5. El intervencionismo estatal. 5.1. La
creación del Banco Central. 5.2. El control de cambios. 5.3. Las Juntas Re­
guladoras. 5.4. Las empresas públicas. 6. Los servicios públicos. 7. El sindi­
calismo argentino. 8. Breve semblanza de los gobiernos. Período 1930­1945.
8.1. José Félix Uriburu (6/9/1930­20/2/1932). 8.2. Agustín Justo (20/2/1932­
10/2/1938). 8.3. Roberto Marcelino Ortiz (20/2/1938­27/6/1942). Ramón Cas­
tillo (27/6/1942­4/6/1943). 8.4. El golpe del 4 de junio de 1943.
l. La crisis del JO. Principio del
fin del modelo agroexportador
El crack de la Bolsa de Nueva York desató, a partir de ese
jueves negro de octubre de 1929, una inédita crisis económica in­
ternacional. En tan sólo tres días, 38 millones de títulos fueron
ofrecidos a la venta en la Bolsa generando un inesperado pánico
financiero.1
Entre septiembre y noviembre de 1929, el índice bursátil in­
dustrial Time se derrumbó un 50% a pesar de las desesperadas
medidas implementadas por las autoridades norteamericanas para
revertir el pesimismo reinante.
La debacle se trasladó rápidamente al sistema bancario nor­
teamericano. De los 2S.000 bancos que operaban en 1929, sólo
quedarían menos de la mitad apenas cuatro años más tarde.2
La crisis se extendió rápidamente al sistema productivo a través
de la caída de la producción,' del consumo, del empleo4 y, por
ende, se multiplicaron las quiebras de firmas comerciales e indus­
tríales.t
1 Rapoport, Mario (1984).
2 Galbraith, J. K. (1993).
3 La producción industrial se desplomó un 40%.
4 La tasa de desocupación llegó al 25% de la población activa en 1933.
5 Rapoport, Mario (1984).
Díego Ruoozal: Historia económica argentina (1880­2009) / 137
 La debacle norteamericana generó una violenta caída de los
volúmenes y precios de los productos comercializados internacio­
nalmente.
El descenso de las exportaciones y el empeoramiento de los
términos de intercambios provocaron una caída del poder de com­
pra de los países latinoamericanos cercano a un 50%, en el lapso
transcurrido entre 1928­1929 y 1932.
La adopción de medidas restrictivas a las importaciones se ge­
neralizó como práctica mundial.
Como la economía argentina estaba plenamente integrada a
las corrientes de flujos comerciales internacionales, el impacto de
la crisis mundial se sintió plenamente en sus exportaciones (que
disminuyeron tanto en volumen como en precio) y en sus ingresos
fiscales ( dado que la estructura tributaria se encontraba fuerte­
mente asentada sobre los tributos al comercio exterior).
Las exportaciones bajaron de los 771 millones de pesos oro en
1923 a los 556 millones en 1932. 7
Como el ritmo de la caída de las exportaciones fue superior al
de las importaciones," las reservas de la Caja de Conversión pasaron
desde los 650 millones de pesos oro en 1928 a los 260 millones
en 1932.9 Esa disminución de la tenencia de divisas obligó a ter­
minar con la Caja de Conversión!" y a practicar una devaluación
de la moneda local del orden del 26,3%.
Previamente al abandono de la convertibilidad argentina, In­
glaterra había decretado la finalización del patrón oro (el
29/9/1931) y otros 24 países implementaron distintos controles de
cambios.U
La caída en los precios internacionales produjo una deflación
mundial. Los precios mayoristas decrecieron un 51 % en Holanda,
6 Las cotizaciones internacionales de los productos primarios cayeron en un
rango que iba desde un 30% a un 60%.
7 Puiggrós, Rodolfo (2006).
8 Las exportaciones disminuyeron un 35% mientras que las importaciones sola­
mente se contrajeron un 14% durante 1930 con relación al año anterior. La causa
de esta asimetría fue la mayor inelasticidad que tenía el coeficiente de importaciones
debido a la escasa industrialización interna. Fuente: Rapoport, Mario (2000).
Sin embargo, la continuidad de los efectos de la crisis produjo una drástica
disminución de las importaciones durante los años 1932 y 1933. Si se toma como
referencia el año 1928, las importaciones argentinas decayeron un 49,6% en 1932.
UADE (1993).
9 Puiggrós, Rodolfo (2006).
10 Desde el 26 de noviembre de 1931 al 5 de marzo de 1933 rigió una tasa de
conversión de 171 pesos oro por cada 100 dólares. La Caja de Conversión dejó for­
malmente de existir el 28 de mayo de 1935, cuando se concretó una profunda reforma
bancaria y monetaria que dio origen al Banco Central de la República Argentina.
11 Olarra Jiménez, Rafael (1969).
138 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
un 42% en Italia, un 38% en EE. UU. y un 34% en Canadá, entre
1929 y marzo de 1933.12
El retroceso de los precios también fue acompañado con una
caída del PIB mundial que estuvo liderado por una contracción
cercana al 30% de la economía norteamericana.
La crisis fue "en la Argentina menos aguda que en muchos
otros países [ ... ] no hubo pánico en la bolsa ni cierre de bancos"13
y la caída del PIB (1930: ­4,1 %, 1931: ­7%, 1932: ­3,4%) fue mucho
más suave que lo acontecido en los Estados Unidos.
De todas formas, la retracción económica produjo caída del
empleo y recortes salariales en todas las actividades. Un buen ejem­
plo de ello fueron las cesantías de 9.000 trabajadores resueltas por
las empresas ferroviarias entre 1931 y 1933.
A pesar del impacto de la crisis en la estructura productiva, la
tasa de desocupación no llegó a superar el 10% 14 aunque la con­
servación del empico no asegurara niveles de ingreso acordes con
las pretensiones de los trabajadores.
El Departamento Nacional de Trabajo estimaba que en 1933,
el presupuesto de una familia tipo era un 10% superior al salario
promedio. 15
El deficiente cuadro social era palpable en las revisiones mé­
dicas que se realizaban a los jóvenes que se presentaban a cumplir
el servicio militar obligatorio.
El 30% de los conscriptos eran defectuosos físicamente, el 34%
presentaban signos de degeneración física y más de la mitad de las
enfermedades detectadas tenían su origen en una mala alimentación.16
La crisis también produjo una redefinición de la política inmi­
gratoria. Por primera vez, La Argentina le exigió a los inmigrantes
acreditar previamente la existencia de un contrato de trabajo o
demostrar un mínimo estado de solvencia financiera a partir del
año 1932.17
A pesar de las dificultades, la Argentina siguió cancelando
puntualmente sus obligaciones financieras,18 convirtiéndose en el
único país latinoamericano que no suspendería el pago de los
servicios de la deuda.
12 Liga de las Naciones (1933).
13 Di Tclla, Guido y Zymclman, Manuel (1957).
14 Villarruel, José (1990).
15 Maurizio, Roxana (2007).
15 Lobato, Mirta (1997).
17 Sánehez Alonso, Blanca (2007).
18 Damill, Mario; Frcnkel, Roberto y Rapcttí, Martín (2005). El cumplimiento
argentino se contrapuso con la declaración de dcfault de nueve naciones latinoamc­
ricanas y la cancelación parcial de los intereses de otros cuatro países de esta región
(US Departrnent of Commerce, 1933).
Diego Rubinzal: Histona económica argentina (1880-2009) / 139
 Más allá de eso, la crisis desnudó los límites del modelo agrocx­ era utilizado para financiar el déficit resultante en la balanza co­
portador, poniendo en entredicho los fundamentos del llamado mercial argentina­norteamericana.
"orden oligárquico". Este tipo de relación comercial triangular generaba una difi­
La caída en los términos de intercambio puso al descubierto cultad especial: la Argentina cobraba en libras pero debía pagar
la fragilidad de una estructura productiva desbalanceada y dual, en dólares. La disparidad de monedas obligaba a encontrar me­
centrada en unas pocas actividades y orientada hacia mercados canismos que remediaran ese problema.23
muy concentrados.'? Algunos años más tarde, Prebisch formularía
su célebre teoría sobre el "deterioro de los términos de intercam­ :z.1 Comercio argentino con Gran Bretaña y los Estados Unidos (en porcentaje)
bio". Según Prebisch, la desigual evolución de los términos de in­ Periodo: 1914-1930
tercambio demostraba que la producción primaria no estaba en
Año GrnnBttlaña Estados Unidos
condiciones de liderar el crecimiento económico argentino.
Lo cierto es que los postulados del liberalismo económico y la Exportaciones Im portaclenes Exportaciones Importaciones

creencia en los ajustes automáticos del mercado no pudieron ex­ 1914 29,3 34,1 12,2 13,5
plicar la magnitud de la crisis en curso. 1915 29,6 29,8 16,t 24,8
Por su parte, la publicación del célebre libro de J ohn Maynard 1916 29,4 28,3 20,9 29,2
Keynes, Teoría General del Interés, la ocupación y el dinero (1936),
1917 29,4 21,9 29,4 23,3
conmovió las bases teóricas de la ortodoxia económica, dándole
un poderoso sustento doctrinario a la defensa del activismo estatal 1918 38,1 2.4,9 20,6 33,8

como medio para incrementar la demanda efectiva. 1919 28,7 23,6 18,4 35,5
La pérdida de consenso del liberalismo económico prcanunció 1920 26,8 23,4 14,7 33,2
el advenimiento de profundas modificaciones en el tablero mundial. 1921 30,6 23,3 8,9 26,9
En tal sentido pueden leerse el ascenso del fascismo, el fin de la
1922 22,2 23,5 11,8 22,1
hegemonía británica y la reconfiguración de las relaciones econó­
micas internacionales. Acontecimientos que generaron las condi­ 1923 24,5 23,7 11,6 20,9
ciones propicias para el inicio de la Segunda Guerra Mundial. 1924 23,1 23,4 7,1 22
1925 23,9 21,8 8,3 23,5
2. El posicionamiento internacional de 1926 25,1 19,3 9,1 24,8
la Argentina. Dos proyectos en pugna 1927 28,2 19,4 8,3 25,4
La relación comercial argentina había funcionado de acuerdo 1928 28,6 19,6 8,3 23,'.!
a un curioso triángulo anglo­argentino­norteamericano. Mientras 1929 32,2 17,6 9,8 26,3
que la mayoría de las exportaciones argentinas se destinaban al 1930 36,5 21 6 15,8
mercado inglés, las importaciones procedían mayoritariamente de
Estados Unidos.s" Fuente: Rapopon, Mario (2002).
Fundamentalmente, las compañías norteamericanas exportaban
las maquinarias demandadas por las industrias argentinas.21 Las modificaciones que se producían en el tablero mundial ge­
Así, el excedente comercial que tenía Argentina con Inglaterra= neraban debates acerca de cuál debía ser la estrategia argentina
de inserción internacional.
19 Bisang, Roberto (2007). La hegemonía británica había sido puesta en duda a partir del
20 La primacía de las mercancías norteamericanas en la estructura importadora envejecimiento de su estructura productiva y el sostenido creci­
argentina había comenzado en 1916 y se extendió en el tiempo. Sin perjuicio de esto, miento económico norteamericano y alemán.
las importaciones de origen británico volvieron a ocupar el primer lugar durante el
transcurso de algunos años posteriores. siglo XIX, la balanza se equilibró a comienzos del siglo XX y luego de 1914 el in­
21 Rapoport, Mario (2000). tercambio favoreció claramente a la Argentina.
22 La Argentina tuvo un déficit comercial bilateral con Inglaterra durante el 23 Romero, Luis Alberto (2001).

140 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rub:nzal: Histcr.,i económica argentina (1880-2009) / ·, 4 1
 Hasta la Primera Guerra Mundial, Inglaterra tenía una presen­ La conferencia celebrada en Otawa, durante el año 1932, entre
cia dominante en el comercio internacional. Sus exportaciones e Inglaterra y las naciones integrantes de la British Commonwcalth
importaciones representaban el 15% y el 18% de las mundiales, of Nations26 arrojó resultados no deseables para la Argentina. En
respectivamente. El exceso de importaciones con relación a las ese encuentro, Inglaterra se comprometió a otorgar preferencias·
exportaciones era cubierto con los ingresos generados por las in­ arancelarias y a privilegiar las compras procedentes de los países
versiones en el exterior y por los servicios comerciales y financieros de la Commonwealth.
que Londres prestaba como centro del sistema multilateral de co­ Además, los avances tecnológicos produjeron un debilitamiento
mercio y pagos.e' de las ventajas naturales que tenían las carnes enfriadas argentinas,
La perecibilidad de la carne enfriada obligaba a comercializar
2.2 Distribución de las importaciones por país de or�n esa mercadería en un plazo inferior a los cuarenta días contados
País 1914 1922 1929 desde la faena. Esos tiempos resultaban imposibles de cumplir para
los australianos y neozelandeses debido a la distancia que los se­
Reino Unido 34% 23% 18%
paraba de Europa."
Estados Unidos 14% 22% 27%
Las mejoras tecnológicas en el transporte y en el sistema de
Alemania 15% 13% 12% enfriado acortaron las ventajas comparativas que en este rubro
Francia 8% 5% 7% tenía la Argentina.
Italia 9% 6% 9% El repliegue de Inglaterra sobre sus dominios y el dcclinamiento
3%
de las ventajas comparativas argentinas se transformaron en una
Brasil 7% 4%
amenaza para los productores ganaderos que colocaban el noventa
Otros 17% 24% 2.1%
por ciento de sus exportaciones en el mercado inglés.
Fuente: elaboración propia a partir de Vázquez Presedo (/971). La alarma creció cuando las exportaciones cárnicas argentinas
a Inglaterra disminuyeron desde las 930.000 toneladas (1927) hasta
La pérdida de hegemonía inglesa, así como el avance nortea­ las 611.000 (1933).28
mericano, fue palpable a partir de la Primera Guerra Mundial. El La disminución del volumen exportado fue acompañada con
producto industrial mundial aumentó un 20%, el norteamericano una caída ­dcl orden de un 37%­ del precio abonado a los pro­
un 40% y el británico tuvo una caída del 14%, en el período 1913­ ductores, entre 1930 y 1932.
1925.25 Por el contrario, las utilidades finales de los frigoríficos aumen­
En ese marco, amplios sectores industriales y financieros sos­ taron un 17% ya que pagaban más barato el ganado en las estancias
tuvieron la necesidad de cambiar el rumbo de las alianzas inter­ y cobraban libras más caras ( con relación al peso argentino) por
nacionales y alinearse detrás de la nueva potencia emergente. la carne vendida a Inglaterra. La valorización del cambio compen­
Alejandro Bunge sería uno de los primeros que, al mismo tiem­ saba el descenso en el precio del producto registrado durante esos
po que alertaba sobre la excesiva dependencia de la economía años.29
argentina con el mercado inglés, recomendaba estrechar vínculos Los únicos productores que escaparon a ese esquema perju­
con el ascendente Estados Unidos. dicial para sus intereses fueron aquellos grandes invernadores
Por el contrario, tanto los invernadores de la pampa húmeda que tenían arreglos privilegiados con los frigoríficos anglonor­
como los agricultores presionaban para seguir afianzando los his­ tcamcricanos,
tóricos vínculos político­económicos con Inglaterra.
La resistencia de los agroganaderos argentinos no solamente
era congruente con sus pretensiones de conservar el mercado in­ 26 La Comunidad Británica dé Naciones reunía en su seno al Reino U nido, Canadá,
Eire, Australia, Nueva Zelanda, África del Sur, India, Rhodesía del Sur, Terranova y
glés, sino que también era resultado de su competencia con los Birmania y fue constituida mediante el Estatuto de Wcstminstcr que fue aprobado
[armers norteamericanos. por el Parlamento británico en noviembre de 1931.
27 Gibcrti, Horado (1986).
24 Fcrrer, Aldo (2004). 28 Puiggrós, Rodolfo (2006).
25 Rapoport, Mario (2000). 29 Puiggrós, Rodolfo (2006}.

142 / Diego Rubinzal: Historia económica argentir.a (1880-2009) Diego Rut:inzal: His1or•a económ,ca argernrn (1880 2009) / 1;,3
 2.3 Cuotas de faena y exportación -Ailo 1931
Frigoríficos Chillcd Congelado Ovinos
4 norteamericanos 54,85% 48,35% 60,78%
Jingle= 36,12% 43,11% 30,23%
Argentinos 9,03% 8,54% 8,99%
Fuente: Puiggrós, Rodolfo (2006),
Pero más allá de su situación privilegiada, los frigoríficos, in­
vernadores y grandes criadores pampeanos presionaban al gobierno
nacional para revertir las tendencias descendentes de las exporta­
ciones cárnicas argentinas.
En ese sentido, la firma del tratado Roca­Runciman ­celebrado
el 12 de mayo de 1933­30 intentó resguardar el acceso de las ex­
portaciones argentinas al mercado inglés, al mismo tiempo que
revalidaba la alineación argentina con esa declinante potencia eu­
ropea.é!
El compromiso inglés fue garantizar que no se establecerían
limitaciones a la compra de carnes argentinas por debajo de un
cierto nivel ( el 90% de las ventas realizadas en el período ju­
lio/1931­junio/1932).
Los críticos del acuerdo32 sostuvieron que el período base ele­
gido era perjudicial para la Argentina, ya que durante el mismo,
las ventas se habían visto reducidas por efecto de la competencia
de las carnes australianas y neozelandesas.
Además, el convenio fue ampliamente favorable a los intereses
británicos ya que se estableció que el 85% de las ventas quedaran
en manos de los frigoríficos ingleses y norteamericanos, reserván­
dose el 15% restante a las empresas que no persiguieran fines de
beneficio privado.P
También se convino una serie de exenciones de impuestos para
30 El Pacto lleva el nombre de los funcionarios que rubricaron el acuerdo: el
vicepresidente argentino Julio Argentino Roca (h) y el ministro de Comercio británico
Runciman.
31 Abrcu (1984) señala que la Argentina tenía de por sí una débil capacidad
negociadora por su fuerte dependencia de Gran Bretaña tanto en lo que respecta a
sus inversiones como en lo referente al comercio exterior.
32 Entre los que se contaba curiosamente al senador del Partido Socialista Inde­
pendiente Federico Pineda, quien unos meses más tarde sería designado ministro de
Hacienda.
33 Los frigoríficos argentinos Gualeguaychú y Municipal de Buenos Aires apenas
cubrían el 4% de esas exportaciones. Con el fin de aprovechar el cupo restante, la
Junta Nacional de Carnes dio origen a la Corporación Argentina de Productores de
Carnes (CAP), que fue fuertemente resistida por los frigoríficos extranjeros y por los
criadores del interior. De todas formas, durante mucho tiempo la CAP ni siquiera
aprovechó ese cupo dejándolo en manos del pool frigorífico.
144 / Diego Rlbinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
la importación de 235 productos ingleses, que se sumaron a las
que ya existían (por ejemplo: el carbón), se desbloquearon los fon­
dos ingleses que habían sido afectados por el control de cambios
instaurado en 193134 y, por último, se aseguró un trato favorable
a las inversiones británicas.35
La subordinación de la delegación argentina a los intereses bri­
tánicos fue claramente sintetizada por las palabras del vicepresi­
dente Julio A Roca: "La Argentina es, por su interdependencia
económica, desde el punto de vista económico, una parte integrante
del Reino Unido".
Uno de sus asesores, el señor Guillermo Leguizamón, agregó:
"La Argentina es una de las joyas más preciadas de la corona de
Su Graciosa Majestad".
Los industriales argentinos no se opusieron explícitamente al
Pacto Roca­Runciman pero reclamaron, en un acto organizado
por la UIA en el Luna Park durante junio de 1933, que no se
sacrificara en la mesa de negociaciones a la industria manufacturera
nacional.
Los términos del Pacto fueron rápidamente aprobados por el
Congreso nacional durante julio de 1933. La ratificación legislativa
del acuerdo produjo la renuncia del ministro de Hacienda Alberto
Hueyo, quien había manifestado su disconformidad con el desblo­
queo de las divisas y con la ampliación de las preferencias adua­
neras para los productos ingleses.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial" fue otra ocasión en
que se puso a prueba el alineamiento internacional argentino.
Mientras los ingleses veían con beneplácito la neutralidad argen­
tina, 37 porque facilitaba su rol de proveedor de alimentos al mer­
cado británico, los Estados Unidos reclamaban que se declare la
guerra al Eje, sobre todo después del ataque japonés a la Base de
Pearl Harbour,
Incluso la prensa argentina lideró una intensa campaña para
que el gobierno abandone su política neutralista. Por su parte, el
34 Lanata, Jorge (2003) puntualiza: "De acuerdo a los cálculos del Ministerio de
Relaciones Exteriores había por lo menos 49 compañías británicas con pesos bloquea­
dos. Como consecuencia del control de cambios, fueron bloqueados 51.530.000 pesos
en ferrocarriles, 4.090.000 en tierras y colonias, 35.550,000 en compaiiías de impor­
tación, 2.770.000 en aguas corrientes y 6.990.000 en compañías varias".
35 En ese momento las inversiones británicas estaban repartidas en: ferrocarriles
(50%), préstamos {14%), otras (36%).
36 La guerra comenzó el 1° de septiembre de 1939 con la invasión de las divisiones
Panzcr alemanas al país polaco.
37 La neutralidad fue declarada por el presidente Ortiz el 4 de septiembre de
1939 y abandonada a principios de 1944 durante la presidencia del general Ramírez,
Diego Rublnzal: Historia económica argent,na (1880-2009) / 145
gobierno de Castillo prohibió a los medios de comunicación opinar
sobre el posicionamiento argentino en esta materia.
En 1943, el oficialismo eligió como candidato presidencial al
terrateniente Robustiano Patrón Costas. La visión pronortcamcri­
cana de Patrón Costas no tuvo tiempo de plasmarse en la práctica
porque el golpe del 4 de junio lo impediría.
El historiador marxista Milcíades Peña afirma que al impedir
ese giro internacional y mantener el statu quo, los militares junianos
beneficiaron objetivamente a los intereses británicos."
3. El sector agropecuario
3.1. La actividad ganadera
Las restricciones a la comercialización de carne argentina des­
tinada al mercado inglés, a partir de las resoluciones de la Con­
ferencía de Otawa, impulsaron la firma del Pacto Roca­Runciman.
Aunque algunos denunciaron como leoninas las condiciones del
convenio, los frigoríficos e invernadores apoyaron sin fisuras la
celebración del mismo. Los privilegios reservados a las compañías
frigoríficas explicaban el apoyo de esas empresas. En el caso de
los invernadores, Horowicz sostiene que conservaban su porción
de renta reduciendo los ingresos de los productores que no tenían
trato directo con los frigonñcos."
En el mismo sentido, el líder demoprogresista Lisandro de la
Torre denunciaba en el Congreso nacional que los invernadores
ganaban a costilla de los otros productores actuando como verda­
deros subcontratistas de los frigoríficos ingleses. La maniobra con­
sistía en comprar los animales a un precio y venderlos ( a los mismos
animales, es decir sin realizar el engorde previo) a un valor sus­
tancialmente mayor.
El 12 de septiembre de 1934 se constituyó una comisión legis­
lativa, propuesta por el senador De la Torre, encargada de inves­
tigar el funcionamiento del mercado cárnico.
La tarea de la comisión se extendió durante seis meses y su
labor fue sistemáticamente saboteada, tanto por los funcionarios
nacionales como por los actores económicos involucrados. La co­
misión examinó los libros contables de las compañías frigoríficas
y allanó diversos domicilios buscando todo tipo de documentación.
En un allanamiento realizado al buque Norman Star se encontró
la contabilidad paralela ocultada por el frigorífico Anglo bajo el
38 Peña, Milcíadcs (1973).
39 Horowicz, Alejandro (1990).
146/ Diego Rub,nzal: Historia económica argentina (1880-2009)
rótulo "Comed bccf", En base a la información aportada por ese
descubrimiento se terminó encarcelando provisoriamentc al pre­
sidente del Anglo Richard Tootcll.
Al exponer las conclusiones, Lísandro de la Torre denunció la
existencia de una extensa red de complicidades que había permi­
tido: evasiones ímposítívas," manipulaciones en el mercado de
cambios, manejo discrecional del precio del ganado con inde­
pendencia de las cotizaciones del mercado de Londres y subde­
claración de exportaciones.
Las denuncias de De la Torre comprometieron seriamente a
los ministros Pinedo y Duhau. El 23 de julio de 1935, el ministro
de Agricultura Duhau discutió acaloradamente con el líder demo­
progresista en el Congreso nacional. En ese momento, Ramón
Valdez Cora ­un guardaespalda de los conservadores­ intentó ase­
sinar a De la Torre, pero sería el senador Enzo Bordabcherc quien
recibiría el impacto fatal del proyectil.
Como el Tratado Roca­Runciman tenía una vigencia de tres
años, los gobiernos argentino e inglés volvieron a negociar un nuevo
acuerdo al finalizar ese plazo.
En ese momento, el contexto había cambiado. Ahora, los ga­
naderos ingleses presionaban fuertemente a su gobierno para pro­
teger su producción interna. Ese requerimiento fue tenido en cuen­
ta por las autoridades británicas ya que el nuevo tratado ­conocido
bajo el nombre de Malbrán­Eden­ estableció un arancel del 20%
para las carnes argentinas. El producido de ese tributo era desti­
nado al otorgamiento de subsidios a los ganaderos ingleses.
El gobierno argentino intentó compensar esa medida con un
subsidio y un tipo de cambio diferencial para las divisas liquidadas
por los frigoríficos. Indirectamente, los contribuyentes argentinos
se hacían cargo del subsidio a los ganaderos británicos.41
La actividad ganadera también se vio influida en este período
histórico por la sanción de la Ley de Carnes N!l 11.747, ocurrida
el 7 de octubre de 1933. Esa normativa dio origen a la Junta Na­
cional de Carnes42 y estableció la constitución de un fondo de de­
40 En palabras de De la Torre: "La firma Grondona y Compañía con 45.000
pesos de capital, que exporta sólo el 0,67% de la cuota, ha pagado en 1934 por
impuesto a los réditos 24.300 pesos; el Anglo, la más poderosa de las compañías
extranjeras, pagó en el año 1933 sólo 3.700 pesos. En el mismo semestre del año 1934
la misma �ompañía pagó 1.800 pesos, mientras Grondona y Compañia pagó siete
veces más impuestos a los réditos que el Anglo, y este último exporta cuarenta veces
más carne", citado en Puiggrós, Rodolfo (2006).
41 Rapoport, Mario (2000).
42 En el ámbito político, la creación de !a Junta Nacional de Carnes recibió el
ªPoYº de la Concordancia y el Partido Demócrata Progresista y !a oposición del so­
cíalismo.
Diego Aubinzal: Historia económica argentinél. (1880-2009) / 147
fcnsa ganadera financiado con un impuesto del 1 % sobre las ventas 2.4 Exportaciones ganaderas y totales en nlilloncs de dólares
de ganado destinado al consumo y a la exportación. Año Productos de 111 Exportaciones % Exportación
La intención original era que ese fondo se utilizara en la crea­ ganadería totales productos ga-
ción de un frigorífico nacional que compitiera contra las compañías ne de ros sobre
exportacíones
frigoríficas extranjeras. Sin embargo, la Junta Nacional de Carnes totales
se limitó a constituir una entidad ­la Corporación Argentina de
1931 148.32 421,36 35,20%
Productores de Carnes (CAP)­ circunscripta a actividades comer­
cializadoras. 1931 101,23 331,36 30,55'.'/.

Los criadores denunciaron que la Junta le retaceaba a la 1933 129,04 346,67 37,22%
CAP los aportes financieros necesarios como para crear su propio 1934 150,73 467,02 32,27%
frigorífico. De esa manera, la actuación de la Junta terminaba 1935 168,07 492,1 34,15<;,.
beneficiando indirectamente a las compañías frigoríficas extran­
1936 189,61 51l,4 37,08%
jeras.
La CAP cumpliría simplemente un rol de intermediaria entre 1937 242,08 768,6 31,50%
los frigoríficos Sansinena, Smithfield, Municipal de la Capital, Gua­ 1938 203,68 446,9 45,58%
leguaychú, San Julián Río Gallegos, Santa Cruz y Río Grande y 1939 Z09,34 478,2 43,78%
el mercado inglés. 1940 211,12 430,2 49,07%
Más allá de la CAP, los criadores sostenían que la Junta bene­
1941 284,65 458,3 62,11%
ficiaba a los frigoríficos y a los ínvemadores privilegiados.43 Los
ganaderos de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos 1942 306,14 50S,3 60,59%
Aires y La Pampa (Carbap) acusaron a la Junta de "dictar medidas 1943 P..2,7 611,4 52,78%
tendientes a favorecer a los vendedores directos de novillos a los 1944 391,31 686,5 57,00%
frigoríficos, haciendo con éstos una política de acción solidaria 1945 367,96 737,6 49.l\9%
que ha perjudicado a la gran masa de criadores" .44
Fuente: eluborución propia o partir de duros de Ferretes, Orlando (2005).
Pcrsello señala que "el predominio de la SRA en la Junta [ ... ]
movilizó a legisladores de distintos sectores que asumieron la de­
fensa de las sociedades rurales del interior[ ... ] todos manifestaron 3.2. La agricultura
la necesidad de modificar la legislación a fin de que el organismo La crisis económica había afectado severamente las cotizaciones
fuera la expresión genuina de los ganaderos de todas las zonas de los principales granos comercializados por la Argentina.
del país. Pagan contribución a la Junta ciento cuarenta y un mil El precio del trigo era, a finales de 1929, un 30% inferior a
ganaderos, dijo Home,45 en tanto los socios de la SRA son cuatro los valores de 1925. El derrumbe de los precios internacionales
mil, dispuestos a defender un tipo de carne, el chilled y de proteger no se detuvo y en 1933, el peor momento de la crisis, era casi la
a sus socios, los frigoríficos extranjeros".46 mitad de los de 1929 y la tercera parte de los de 1925.47 Esa de­
El incremento de la demanda de las carnes argentinas, produ­ clinación estaba asociada a la disminución de la demanda de los
cido a causa del desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, le per­ países centrales debido a las políticas proteccionistas+ y de auto­
mitió a las exportaciones ganaderas superar nuevamente a las agrí­ suficiencia alimentaria promovidas por esas naciones. A raíz de la
colas.
El volumen físico cárnico exportado aumentó un 25%, entre
1935 y 1941. 47 Palacio, Juan Manuel (2008).
48 Un ejemplo de esas prácticas proteccionistas fue la aprobación del llama­
do arancel Smoot­Hawley por parte del Congreso de los Estados Unidos en diciem­
43 Liccaga, José (1950). bre de 1930. El arancel Smoot­Hawlcy impuso los niveles de protección más al­
44 Puiggrós, Rodolfo (2006). tos del siglo XX y, como consecuencia de ello, las exportaciones argentinas a ese
45 Home era un diputado radical entrerriano. país se redujeron alrededor de un 75% entre 1929 y 1931. Fuente: Rapoport, Mario
46 Persello, Ana Virginia (2006). (2000).

148 / Diego Rubinzal: His:or� económica argentina (1880-2009) Diego RLibinzal: Hisioria sconórr-ca argent,.,a (1880-2009) / 11.9
acumulación de excedentes invcndibles,49 los países productores
se reunieron en la IV Conferencia Mundial del Trigo con el objetivo
de introducir regulaciones al mercado triguero. Sin embargo, la
falta de cumplimiento de los cupos establecidos haría fracasar ese
acucrdo.S'
Durante 1930, la producción y exportación de trigo retrocedió
un 53% y un 66%, respectivamente. Por su parte, las de lino dis­
minuyeron un 33% y un 27%.
Los precios de los productos agropecuarios se redujeron a casi
la mitad en pesos y a menos de una tercera parte en oro, entre 1929
y 1933. El retroceso fue tan pronunciado que los precios en oro
registrados en 1933 eran bastante inferiores a los vigentes en 1900.51
Los productores argentinos tuvieron un problema adicional: pa­
gaban un sobreprecio, con relación a sus competidores en los mer­
cados mundiales de alimentos,52 en sus compras de fertilizantes.
Para algunos autores, la causa de ese recargo debía buscarse
en los altos fletes abonados por causa de la larga dístancía.P
La creación de la Junta Reguladora de Granos ( noviembre de
1933) fue una respuesta a este período crítico que atravesaba la
producción cerealera. El organismo estatal adquiría la producción
de trigo, maíz y lino, asegurando determinados precios mínimos,
y luego se encargaba de su comercialización. Ese subsidio virtual,
debido a las diferencias que existían entre el precio de compra y
el de comercialización de los cereales, era financiado con las ga­
nancias obtenidas por la intervención oficial en el mercado de
divisas en virtud del control de cambios existente.
cación de los precios básicos al trigo y al lino. El decreto del Poder
Ejecutivo (95.419) alegaba que cuando el gobierno intervino ma­
nifestó que la medida era de emergencia, no se aplicaba 'un con­
cepto doctrinario de economía dirigida con carácter permanente'.
El precio de los granos había mejorado y cubría ampliamente los
costos de producción; había llegado entonces el momento de que
el comercio recupere su libertad de movimícnros't.>'
A partir del año 1937, los valores comenzaron nuevamente a
descender determinando que el promedio de la década de los trein­
ta fuera un 37% inferior a los precios registrados en la década
anterior.55
La Junta Nacional de Granos volvió a establecer precios sostén
a partir de 1938 e incluso, desde noviembre de 1940, compró gran­
des volúmenes de trigo. Además se auspició el uso del maíz como
combustible sustitutivo del carbón y como alimento de porcinos,
para incrementar el precio abonado a los productorcs.56
Los términos de intercambio se recompusieron favorablemente
desde el final de la década de los treinta hasta el año 1943. A
partir de allí se volvería a producir una nueva declinación, aunque
los precios quedarían en niveles superiores a los registrados en
1937.
2.5 Exportaciones agrícolas y totales en millones de dólares
AÍIO Productos de la Exportaciones % Exportación pro­
agricultura totales duelos agrkolas sobre
exportaciones totales

Por otra parte, la devaluación de 1933 mitigó el impacto finan­ 1931 255,24 421,36 60,58%
ciero producido por la caída en los precios internacionales, y los 1932 218,2 331.36 65,85%
valores de los granos comenzaron a recomponerse como conse­ 1933 200,1S 346,67 57,74%
cuencia de una sequía que afectó a los productores norteameri­
1934 290,16 467,02 62,13%
canos y canadienses durante la cosecha 1934­1935.
La recuperación de precios producida en el bienio 1935­1936 1935 299,29 492,1 60,82%
duplicó los valores del trigo con relación a la cotización de 1930. 1936 297,32 511,4 58,14%
Esa transitoria recuperación alentó las esperanzas de aquellos 1937 495,07 768,f> 64,41%
que sostenían que el modelo agroexportador aún gozaba de buena 1938 211,97 446,9 47,43%
salud.
1939 233,14 478,2 48,75%
Ana Persello relata que "a fines de 1936 se suspendió la apli­
1940 179,57 430,2 41,74%
49 La sobreproducción mundial dada en el período 1937­1939 significó una caída 1941 108,56 4SB,3 23,69%
de las cotizaciones.
SO Rapoport, Mario (2000). 1942 109,2 505,3 21,61%
51 Prcbisch, Raúl (1933), El retroceso de los precios agropecuarios, en Revista eco-
nómica, vol. 6, Nº 8, Buenos Aires. 54 Pcrscllo, Ana Virginia (2006).
52 Vítelli (1999). SS Rapoport, Mario (2000).
53 Botella, Aúolfo (1960). 56 Girbal­Blacha, Noemí,

150 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rub•n7.al: Histor,a económica argen:"3 ("880-?009) / 151
 25 Exportaciones agrícolas y totales en millones de dólares todo, de Gran Bretaña). Esta superposicion, o combinación, de
Año Productos de la Exportaciones % Exportación pro•
dos fenómenos distintos, fue otro factor que contribuyó a disimular
agricultura rotales duetos agrícolas sobre durante décadas la verdadera causa de la crisis local. El país y,
exportaciones totales básicamente, su clase dirigente, siguió convencido de que el pro­
1943 138,58 611,4 22,67% blema era de demanda; ellos creían que el mundo volvería a com­
1944 173,S 686,5 25,27% prar con placer los (exquisitos y baratos) productos pampeanos y
238,53 32,34%
permanecieron estáticos a la espera de ese regreso a la «norma­
1945 737,6
lidad»".58
Fuente: elaboroci611 propia a partir de datos de Ferretes, Orlando (2005).

2.7 Área sembrada y producción de tri¡:o y maíi

Más allá de los vaivenes de los precios internacionales, la pro­
Período 1931-1943
ducción agraria interna comenzó a mostrar signos de ameseta­
miento a partir de 1935. Trigo Maiz
Año
La producción triguera y maicera sufrió un declive de aproxi­ Área sembrada Producción Área sembrada Producción
madamente un 10%, si se compara el período 1935/1939 versus (hcctámis) (loueladas) (hectáreas) (lonclndu)
1930/1934, que no fue revertido en el lustro posterior, ya que si 1931 8.613.000 6.321.800 5.575.000 10.660.000
bien la cosecha triguera tuvo un leve repunte, la producción mai­ 1932 6.999.000 5.979.200 5.855.IIOO 7.603.400
cera sufrió una nueva contracción (­14%). 1933 8.009.000 6.556.000 5.884.000 6.801.500
1934 7.957.300 7.787.000 6.514.000 6.526.000
2.6 Producciones de maíz y trigo. En miles de toneladas
1935 7.613.000 6.550.000 7.028.900 11.480.000
Período: 1930-1944
1936 5.750.000 3.850.000 7.630.000 10.051.000
Período lrlgo Mafz
1937 7.792.800 6.801.SOO 6.091.300 8.640.200
1930/34 33.194 43.071
1938 8.384.000 5.650.000 6.065.900 4.424.000
1935/39 30.178 38.354
1939 8.621.000 10.319.000 5.300.000 4.864.000
1940/44 31.922 32.911
1940 7.216.800 3.S58.000 7.200.000 10.375.000
Fuente: Anuario de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (1987).
1941 7.084.800 8.150.000 6.097.600 10.238.000

Ese período de declive coincidió con la finalización del aumento 1942 7.300.000 6.486.900 5.D00.000 9.034.000
productivo por incorporación de nuevas tierras que, desde 1928, 1943 6.872.800 6.400.000 4.138.500 1.943.200
había extendido la superficie en 27 millones de hectáreas.57 Fuente: Bolsa de Cereales.
Como afirma Schvarzer, "la oferta no podría crecer a partir de
ese momento si no se aplicaban cambios en la tecnología y la En síntesis, la producción agraria creció muy poco (+14,3%)
organización productiva. Ni esa problemática, ni esas propuestas, y la exportación tuvo una tendencia fuertemente negativa entre
estaban presentes en el discurso de la época. La falta de percepción 1937 y 1948.59 En contraposición al pobre desempeño argentino,
de ese desafío latente, se explica, en parte, porque éste quedó las naciones tradicionalmente competidoras (Estados Unidos, Ca­
disimulado por otro fenómeno diferente [ ... ] la tendencia al estan­ nadá, Australia) mostraron resultados muy superiores. El caso pa­
camiento del producto agrario local (restricción que afectaría el radigmático fue Canadá, que duplicó su producción en dicho pe­
crecimiento nacional a partir de entonces si no se encaraba una ríodo/"
solución) apareció subsumida por una contracción de la demanda
externa ( debido a la crisis de las potencias compradoras y, sobre 58 Schvarzer, Jorge (1998).
59 En 1943, las toneladas exportadas de cereales y lino fueron menos de la mitad
de las comercializadas en 1939.
57 Vézquez Presedo, Vicente (1976). 60 Vitelli, Guillermo (1999).

152 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: His1oria económica argentria (1880·2009) / 153
 Mientras que las modalidades mundiales eran cada vez más cado europeo. Solamente una parte de la producción pudo ser
intensivas en )a producción de lana, cereales y carnes, la produc­ "desviada" hacia un tercer mercado: el brasileño.
tividad por unidad de explotación argentina sufrió un fuerte re­ Las dificultades para exportar la producción agraria determi­
zago.v' naron que su participación en las exportaciones totales disminuyera
desde el 48% ­promedio registrado en el quinquenio 1935­1939­
2.8 Volumen físico de las exportaciones al 17% en el quinquenio 1940­1944.66
Indice base 1950 = IO() La acumulación de stock produjo la reducción de la superficie
sembrada cerealera y el crecimiento de las forrajeras. Esto último
Años Exportaciones Exportaciones Total
ganaderas agrícolas tenía su explicación en el favorable contexto existente para la pro­
ducción ganadera. A pesar de eso, el trigo siguió siendo el principal
1935 92,S 142 139,6
cultivo de la Argentina.
1936 95,7 129,9 127,8
1937 95,l 149,9 146,9 2.9 Términos de intercambio en el comercio exterior argentino
1938 98,4 104,7 104,3 Cociente entre los precios implícitos de las exportaciones respecto del de las exportaciones
1939 104,9 127,7 137,5 Periodo: 1937-1945
1940 95,9 103,l 104,4 Año Términos de íntercamblo
1941 123,5 102,4 )05,8 1937 100
1942 111,3 87,9 97,3 1938 92,4
1943 112,3 90,9 107 1939 83
1944 119,7 97,4 106,3 1940 91,3
1945 113,9 97,2 106,1 1941 108,4
Fuoue: elaboración propia a partir de Villarruel, losé (1990). 1942 116,8
1943 126,9
La caída del volumen de exportaciones agrarias argentinas fue
1944 117,1
superior a la de sus competidorcs,62 tanto en el caso de cereales
con demanda mundial en expansión como en aquellos cuya de­ 1945 111
manda mundial estaba en declinación (por ejemplo: el maíz).63 En Fuente: Vitelli, Guillermo (1999).
cambio, las exportaciones ganaderas incrementaron los volúmenes
físicos comercializados. 64 3.3. Las transformaciones operadas en las explotaciones
El estallido de la Segunda Guerra Mundial produjo nuevos tras­ agropecuarias. Censo Nacional Agropecuario 1937
tornos al desarrollo agrario argentino ya que el deterioro del fe-
El relevamíento practicado en ocasión del Censo Nacional
rrocarril ­cuyo mantenimiento se tornó dificultoso por el faltante
de partes importadas­ y la escasez de bolsas para almacenar los Agropecuario de 1937 mostraría un crecimiento de las explotacio­
nes agrícolas familiares y/o de pequeñas y medianas empresas no
granos afectaron la comercialización de la producción.f
familiares, a expensas del tradicional latifundio ganadero.
A su vez, los altos fletes y la falta de bodegas libres produjeron
Las unidades pampeanas de más de 1.000 hectáreas redujeron
una drástica caída de los embarques cerealeros destinados al mer­
su participación relativa desde un 61 % en 1914 al 42% en 1937.
61 Dlaz Alejandro, Carlos (1975). La contracara fue el incremento de las explotaciones de cien a
62 Un buen ejemplo de ello fueron las exportaciones de oleaginosas que decayeron quinientas hectáreas que pasaron de representar el 24% a llegar
un 60%. al 36% del total.67
63 Vitclli, Guillermo (1999).
64 Con excepción del retroceso parcial sufrido en el año 1940. 66 Ras, Norberco (1977).
65 Palacio, Juan Manuel (2008). 67 Barsky, Osvaldo y Pucciarelli, Alfredo (1994).

154 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Histor,a económica argentina (1880-2009) / 155
 El crecimiento de las explotaciones pequeñas y medianas no
implicaba una transferencia de la propiedad dominial de las tierras,
que mayoritariamente permanecieron en manos de los terratenien­
tes, sino que reflejaba la entrega de las mismas ­bajo la forma de
arriendo o aparcería­ para su puesta en producción.68
La difusión de esas prácticas explicaba por qué las unida­
des arrendadas representaban el 65% del total. El arrendamien­
to estaba reglado por una ley que había sido sancionada en
1932. Ese marco legal intentó remediar las falencias que tenía
la ley anterior, sancionada en 1921, que la habían tornado ino­
perable.
En ese sentido, la norma definió que su ámbito de aplicación
eran todas las explotaciones agropecuarias (en la norma anterior
estaba restringida a las inferiores a las 300 hectáreas), que el plazo
mínimo de arriendo era de cinco años y que los contratos debían
celebrarse por escrito y registrarse ante un escribano público o un
juez de paz.
Las inequidadcs continuaron a pesar de todas esas previsiones,
ya que no existían organismos estatales, ni tampoco había interés
en crearlos, capaces de controlar la normativa vigente en las ale­
jadas áreas rurales, Por eso, un alto porcentaje de los contratos
siguió haciéndose verbalmente. Cerca de la mitad de los arrenda­
tarios de la Provincia de Buenos Aires fueron encuadrados en la
categoría "sin contrato" en el Censo de 1937.69
Por otra parte, el 94,8% de la población activa rural corres­
pondía a trabajadores sin tierras, pequeños propietarios, arrenda­
tarios y medieros. 70
"De este modo, la estructura social agraria era percibida como
integrada por un grupo muy reducido que constituía una cúspide
monopólica y parásita ­los terratenientes que integraban la oligar­
quía dominante de la Argentina­ que controlaba la mayor parte
de las tierras productivas, por las cuales obtenía altas rentas sobre
la base de sus ventajas naturales comparativas. Y, en relación asi­
métrica, como subordinados y enfrentados a aquéllos, un numeroso
sector de productores no propietarios ­arrendatarios y aparceros­
con canales de acumulación bloqueados ya por el pago de altos
cánones de renta, por la inestabilidad en el uso del predio, y por
las desventajosas condiciones de financiación y comercialización
que mantenían con los proveedores locales y los representantes
68 Tierra, política y productores rurales en la pampa argentina, /937-1969, en Cua-
demos del PlEA, vol. 9, 1999.
69 Palacio, Juan Manuel (2008).
70 Germani, Gino {1955).
156 / Diego Rubinzal: His1oria econórrsca argentina (1880-2009)
de las comcrcializadoras transnacionales. Finalmente, en el último
peldaño de la escala, alrededor de un millón de trabajadores rurales
entre permanentes y de cosecha o transitorios, sin organización
gremial ni legislación social, con ingresos ínfimos, frecuente mo-
vilidad y desocupación, y condiciones laborales impuestas unilate­
ralmente por los productores" .71
Otro fenómeno epocal fue la masiva migración hacia las áreas
urbanas producida por la incipiente industrialización por sustitu­
ción de importaciones.
El despoblamiento rural se convirtió en una seria preocupa­
ción de funcionarios y dirigentes políticos, a lo largo de los años
treinta."
4. La industrialización "espontánea"
Luego de la retracción producida como consecuencia de la crisis
del 29,73 la producción industrial argentina creció a un sorprendente
16% anual en el período 1933­1935, a pesar de que no disponía
de un mecanismo específico de financiación a largo plazo ni de
una banca industrial especializada. 74
Ese salto productivo continuó su derrotero positivo, entre 1935
y 1939, a una tasa un poco más moderada pero igualmente signi­
ficativa: 5,5% anual.75
Para Di Tella y Zymelman,76 la Argentina comenzaba tardía­
mente una etapa de "crecimiento autogcnerado". Partiendo del
esquema teórico desarrollado por Walt Rostow, relativo a las di­
ferentes etapas del desarrollo económico, Di Tella y Zymelman
plantearon su tesis sobre la existencia de una "gran demora" en
la economía argentina entre 1914 y 1933.
Para esos autores, la "etapa de preacondicionamiento" había
concluido en 1914 y, en ese momento, debía haberse pasado a una
"etapa de despegue". Pero no ocurrió así. Di Tella y Zymelman
sostienen que esa demora fue producto del error de una dirigencia
argentina que apostó por seguir un rumbo agroexportador, cuando
las condiciones internacionales sugerían que se estaba ante un ca­
llejón sin salida.
Así, la falta de inversión de los excedentes agrícolas en el sector
71 Lattuada, Mario (2002).
72 Cattaruzza, Alejandro (2009).
73 La recesión se extendió durante el período 1929­1931.
74 Rougicr, Marcclo (2007).
75 Barroeravcña, Mariano; Parson, Guillermo; Román, Viviana; Rosal, Hcrnán y
Santoto, Mara (2007).
76 Di Tella, Guido y Zymelman, Manuel (1967).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 157
industrial se transformó en una de las causales básicas del reducido
desarrollo industrial argentino.
Estaba claro que la estructura social y política vigente estaba
hegcmonizada por actores resistentes a transitar un proceso de
industrialización.
Lo cierto es que a partir de la década de los treinta se comienza
a conformar un entramado industrial "espontáneo" que conforma
un modelo de "economía industrial no integrada",77­78 en palabras
de Aldo Ferrcr, basado en un proceso de sustitución de importaciones.
La drástica reducción del flujo comercial internacional incentivó
el desarrollo de una industrialización liviana de mano de obra in­
tensiva (textil,79 alimenticia, calzado), no solamente en la Argen­
tina, sino también en muchos países periféricos.
La política de sustitución de importaciones era la única alter­
nativa posible ante el cierre de los mercados externos, el elevado
ritmo de crecimiento poblacíonal y la profundización de la caída
de competitividad agroexportadora.s'
La progresiva estructuración de una industria centrada en el
mercado interno permitió romper con el esquema clásico vigente,
que le reservaba a los países centrales el rol de productores de
manufacturas, y a los periféricos, el de abastecedores de bienes
primarios.
El mercado interno pasaba a asumir un rol fundamental en el
crecimiento económico. El consumo y las inversiones dejaban de
depender exclusivamente del comportamiento de las exportaciones
y pasaban a sustentarse en el aumento del ingreso real/consumo
y del ahorro/inversíón.s!
La construcción de una industria manufacturera nacional señalaba
el agotamiento de un modelo de economía abierta en la cual el Es-
tado ejercía un rol mínimo, sin mayores regulaciones.s­
Lentamente se comenzó a construir un modelo de "crecimiento
hacia adentro" como contraposición al "crecimiento hacia afuera"
auspiciado por el modelo agroexportador.
77 Ferrer, Aldo (1963).
78 En su reemplazo Fcrrcr (1970) proponía la adopción de un "modelo industrial
integrado y abierto" que permitiera el establecimiento de plantas industriales con la
escala suficiente y la eficiencia necesaria como para colocar su producción no solamente
en el mercado interno, sino también en el externo.
79 El desarrollo de la industria textil permitió la utilización de insumos locales
(lana, algodón) cuya comercialización se había visto afectada por la drástica reducción
de los mercados internacionales.
80 Vitclli, Guillermo (1999).
81 ferrer, Aldo (2004).
82 Katz, Jorge y Kosacoff, Bernardo (1989).
158 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
Los núcleos fabriles se fueron instalando alrededor de los prin­
cipales centros urbanos argentinos (Buenos Aires, Córdoba, Ro­
sario). La existencia de un amplio mercado de consumo, de una
desarrollada infraestructura y la cercanía con el puerto explicaron
esa localización espacial que reforzó las asimetrías territoriales,
económicas y sociales preexistentes.
El proceso industrializador generó intensas migraciones del
campo a la ciudad, particularmente durante el transcurso de la
segunda mitad de la década de los treinta.
El desplazamiento de mano de obra produjo un sustancial in­
cremento de la población urbana.
Mientras que en 1914 solamente el 52,7% de la población
habitaba en áreas urbanas, ese porcentaje ascendió al 62% en
1936.83
El crecimiento de la población urbana fue particularmente in­
tenso en el espacio geográfico conformado por la Capital Federal
y el Gran Buenos Aires.
Los residentes capitalinos nacidos en otro territorio pasaron
de representar el 9% de la población total en 1914 al 15% en
1936 y al 37% en l 947.84
4.1. El desarrollo industrial
La producción industrial argentina registraría elevadas tasas de
crecimiento, a partir de la recuperación de los efectos de la crisis
de 1929, elevando su participación sectorial en el PIB global.
El PIB industrial se duplicó entre 1935 y 1939 y se volvió a du­
plicar durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundíal.P
A pesar de eso, el PIB industrial permaneció por debajo del
PIB agropecuario hasta el año 1944. En promedio, durante el quin­
quenio 1940­1945, la producción manufacturera representó el 21 %
del PIB contra el 24,7% del sector primario.w
2.10 Índice de la producción induslrial
Periodo: /935-1942
Año Volumen '¼llor
1935 100 100
83 Fuente: La población de Argentina, compilado por Zulrna Recchini de Lattes
y Alfredo E. Lattes, lndec Ese porcentaje siguió ascendiendo de la siguiente mane­
ra: 72% (1947), 79% (1960), 83% (1970), 87% (1980), 89,6% (2000).
84 Cauaruzza, Alejandro (2009).
85 Rapoport, Mario (2008).
86 Vi1c:lli, Guillermo (1999).
Díego Rut,inzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 159
 2.10 Ínclíce de la p.-oducción industrial 2.11 Creclmíeato anual irulustrial por ramos de actMdad
Período: 1935-1942 Periodo (1925!1929-1937/1939)
Año Volumen Valor Ramo 91, Cr«imiento anual
1937 122 134 Alimentos y bebidas 2,1
1939 133 145 Tabaco 0,5
1940 137 152 Productos textiles 10,8
1941 143 Sin datos Confecciones .Q,4
1942 155 210 Productos de ta madera .2,2
Fuente: Raúl Prebisch, Obl'us 1919-1948 (1991), volumen 2. Papel y cartón ­1,7
Imprenta y publicaciones ­2,2
El desarrollo industrial absorbió buena parte de la fuerza de Productos químicos -0,4
trabajo disponible. De acuerdo a datos de la Unión Industrial
Derivados del petróleo 12,6
Argentina, el porcentaje de la población económicamente activa
empleada en la industria creció del 43% al 47%, entre 1933 y Productos de caucho 39
1938.87 Artículos de cuero 2,2
A pesar de eso, el crecimiento del empleo industrial no se tra­ Piedras, vidrios y cerámicas 2,5
dujo en un cambio significativo en la participación salarial del in­ Metales 5,1
greso. Como afirma Lindenboim, "con algunas oscilaciones se arri­
Vehículos y maquinaria, excluida la eléctrica 8,3
ba a 1942 como uno de los años de participación más baja (39%),
cifra que crece paulatinamente hasta llegar a 1946 al 42% del Maquinarias y artefactos eléctricos 40,5
ingreso bruto factorial.88 Esta cifra sugiere que mientras el empleo Otras manufacturas 0,1
­particularmente el industrial­ crecía velozmente, no ocurría lo Fuente: Dtaz Alejandro, Carlos (1975).
mismo con la masa salarial, al menos en relación con el valor del
conjunto de la riqueza generada".89
2.12 Estructura Industrial argentina (en porcentaje)
A su vez, la industrialización de los años treinta tuvo un ele­
Rubro 1930 1939
vado grado de concentración económica, tanto en términos de
producción como de empleo sectorial. Los grandes establecimien­ Alimentos y bebidas 26,3 28,9
tos, aquellos con doscientos o más obreros ocupados, que apenas Tabaco 4,5 3,7
representaban el 1,4% de las plantas fabriles, concentraban el Textiles 7,6 13,2
37% de la ocupación y el 58% del valor de la producción industrial
Confecciones 8,7 6,9
en 1937.90
Madera 8,6 4,9

2.11 Crecimiento anual industrial por ramos de aclMdad Imprenta y publicaciones 9 5,5
Periodo (1925!1929-1937/1939) Cueros 4,6 3,9
Ramo % Crecimiento anual Papel y cartón 2,4 1,6

Promedio industrias manufactureras 3,4 Productos químicos 8,3 7,3

caucho 0,1 l,3
87 Cattaruzza, Alejandro (2009). Metales 5,5 7,9
88 Randall, Laura (1983) sostiene que entre 1931 y 1939, la participación salarial
se mantuvo más o menos estable en torno al 42%. Piedras, vidrio, cerámicas 7,4 4,1
89 Lindenboim, Jorge (2008).
90 Basualdo, Eduardo (2006).

160 / Diego Rubinzal: Historia económiea argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 161
 2.12 Estructura Industrial argentina (en porcentaje) También se desarrollaron importantes empresas de implementos
Rubro 1930 1939 agrícolas, sobre todo en la zona cercalera, y se consolidó la que
sería la mayor empresa metalmccánica de toda América Latina
VehícuJ05 y maquinarias 5,1 6,3
(la empresa SIAM fundada por Torcuato Di Tella en 1911).96
Aparatos eléctricos 0,1 1,5
Sin perjuicio de ello, las ramas metalmecánicas crecieron a rit­
Derivados de petróleo 1,9 3 mos muy inferiores a los registrados en los sectores más dinámicos.
Fuente: Rapoport, Mario (200()).
2.13 Tusa de crecfmíente y participación sectorial del PIB (en porcentajes}
La maduración del entramado industrial argentino recibió un fuer­ Secter 1925-1929 1930-1934 1935-1939 1940-1944
te impulso a partir de las consecuencias generadas por la Segunda Varia, Partiti- Varia- Particí- Varia• Partlci• Varia- Partid­
Guerra Mundial. Así, la producción manufacturera se incrementó ci6n paclón clón pación ción poción ci6n pación
un 79,2%, entre 1938 y 1948, superando ampliamente al crecimiento Agri-
del PIB (+53,8%) y al de la producción agropecuaria (+14,3%).91 3,6 14,9 ­0,3 14,6 0,7 13,8 4,5 13,7
cultura
La existencia de un mercado protegido, ante las dificultades Gana­
de abastecimiento de las manufacturas extranjeras y el incremento ­1,l 10,6 1,5 10,3 3,2 10,4 4,4 10,8
dería
de las tarifas aduaneras internas, impulsó un auge industrial (pre­ Indus­
5,8 17,7 1,2 18,4 4,7 20,4 4,6 21
ponderantemente trabajo­intensivo) asentado sobre la base de la tría
sobreutilización de capital disponible (en muchos casos con un Cons­
importante grado de obsolescencia). 8,8 6,5 ­7,9 5,3 5,3 5,7 3,1 5,3
trucción
Por eso, Vitelli señala que la producción de manufactura local Comer­
5,2 21,3 ­3 19,1 2,6 18,2 0,8 16,7
estaba enmarcada en parámetros técnicos muy alejados de los vi­ cio
gentes en las fronteras internacionales.92 Minería 10,S 0,4 6,8 0,6 14,6 0,9 5,6 1,2
La elaboración de productos textiles se constituyó en la rama Trans­
dinámica por excelencia de la actividad índustrial93 y en la explo­ 7,2 7,2 2,9 7,5 4,3 7,1 4,1 7,4
pones
tación paradigmática de la burguesía nacional. Serví­ 13,7 15,6 15,S 16
El desarrollo textil posibilitó que las importaciones de ese tipo cios
de productos, que representaban a principios de �iglo el 4_0% de Totales 4,4 ­0,S 3,3 3,6
las importaciones totales, prácticamente desaparecieran a fines de
Fuente: Rapoport, Mario (2000).
la década de los 30.94
Así la industria textil argentina se ubicó en un cómodo segundo
El desarrollo industrial produjo una duplicación del número
lugar detrás de las ramas alimenticias dentro del entramado in­
de operarios ocupados> que pasaron de los 511.805 en el año 1935
dustrial argentino.
a los 1.171.398 en el año 1946.
A partir de la década de los 40, el crecimiento de estas industri�s
A su vez, la multiplicación de los establecimientos fabriles pro­
vegetativas estaría más vinculado a la mejora en �l­ poder _adqm­
dujo una atomización del sector manufacturero argentino. La can­
sitivo de los trabajadores que a los efectos de la política sustitutiva.
tidad de empleados por establecimientos (12,4) en 1948 era n?to­
Las industrias manufactureras de alimentos, textiles y confec­ riamente inferior a la registrada por entonces en los Estados Umdos
ciones pasaron de representar el 46,9% del valor agregado indus­
(60,1).97
trial en 1938 al 48,3% en 1948.95
El crecimiento industrial no impidió que la economía argentina
preservara un carácter mucho más agropecuario y menos manu­
91 Vitelli, Guillermo (1999).
92 Vitelli, Guillermo (1999).
93 Basualdo, Eduardo (2007). 96 La empresa SIAM empezó fabricando máquinas para amasar el pan, luego
94 Fcrrer, Aldo (2004). pasó a construir surtidores para YPF y heladeras, entre otras cosas.
95 Vitelll, Guillermo (1999). 97 Vitelli, Guillermo (1999).

162 / Diego Rubinzal: Hstoria económica argen11na (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina {1880-2009) / 163
facturero que sus antiguos competidores (Estados Unidos, Canadá)
en los mercados alimenticios.98
Sin perjuicio de eso, el proceso industrializador estaba termi­
nando con las bases estructurales del modelo agroexportador que
sería sustituido por un capitalismo de estado ­sustentado en la
industrialización como el eje fundamental del desarrollo económi­
co­ impulsado por nuevas alianzas sociales.P?
Lo que había nacido de manera espontánea se terminaría con­
solidando al amparo de políticas estatales específicas.
4.2. Las subsidiarias extranjeras y la oligarquía diversificada
La instalación de subsidiarias extranjeras dedicadas a la fabri­
cación de bienes consumibles en el mercado interno era una ten­
dencia que venía desde la década de los veinte y que se profun­
dizaría una década más tarde.
En 1937, el capital extranjero controlaba algo más del 50% del
capital industrial total radicado en la Argentina.P'
Las filiales se instalaron mayoritariamente en actividades oli­
gopólicas entrando en competencia con las firmas locales que hasta
entonces abastecían al mercado interno. Estas últimas terminaron
supeditando su estrategia empresarial al comportamiento de las
subsidiarias extranjeras. 101
Entre las firmas más importantes se contaban las industrias de
neumáticos Good Year, Pirelli, Firestone y Michelin y las fabri­
cantes de artículos eléctricos como la holandesa Philips y la alemana
Osram, entre otras.
En cuanto al origen de las inversiones, los capitales ingleses
siguieron siendo los principales inversores ­con alrededor del 53%
del total­ hacia comienzos de la década de los cuarenta. De todas
maneras, la primacía inglesa estaba sustentada fundamentalmente
por las inversiones ferroviarias. En segundo lugar se ubicaban los
inversores norteamericanos con el 20% del total.
Sin perjuicio de la importancia del capital extranjero, la evolución
industrial ­entre los Censos de 1935 y 1946­ reflejó una formidable
expansión de la cantidad e incidencia de las empresas locales en
todas las variables censales (valor de producción, ocupación, número
de establecimientos). Las empresas locales superaron claramente el
aporte de las subsidiarias extranjeras radicadas durante ese período. 102
98 Vitelli, Guillermo (1999).
99 Basualdo, Eduardo (2007).
100 Dorfman, Adolfo (1942).
101 Villanucva, Javier (1972).
102 Basualdo, Eduardo (2004).
164 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
2.14 Origen de IA inversión. Flujo porcentual de la inversión
Periodo: 1931•!945
­­
1931-1935 1936-19� 19-U-1945
Nacional 85,60% 90,70% 93,30%
Extranjera 14,40% 9,30% 6,70%
Fuente: etabomcián propia a partir de Vitdli (1999).
2.15 Inrersíén extra,tjera .-adicada en la Ar¡¡entina. En millones de dólares de 1995
UJ0-1945
Total en millones de USS 1.323,5
Porcentual respecto del total 17%
Fuente: Aspiaz«; Kasakoff (1986).
Dentro del universo de empresas locales reinaba la heterogenei­
dad. Juntamente con un abanico de pequeñas y medianas empresas,
coexistían compañías pertenecientes a representantes de la oligarquía
local­como por ejemplo Bunge y Born, Bemberg, Tornsquint, Devoto,
Braun Menéndez, Ingeniero Ledesma, Terrabusi, Fortabat, Alparga­
tas­, que habían comenzado a diversificarse productivamente. Esos
grupos económicos pasaron a controlar múltiples emprendimicntos
comerciales, financieros, industriales y agrícola­ganaderos.
La "oligarquía diversificada"1º3 tenía características especiales
que la diferenciaban tanto de las típicas subsidiarias extranjeras
como de las pequeñas y medianas empresas.
Si bien esa clase empresarial era propietaria de buena parte
de la tierra productiva disponible, Sábato sostiene que su principal
base de poder económico­social residía fundamentalmente en el
control ejercido sobre el comercio y las finanzas.P'
Ese nuevo actor económico fue el sujeto social que apoyó ac­
tivamente el frustrado Plan Pinedo ante la certeza de que el viejo
modelo agroe.xportador estaba agotado.
4.3. Las resistencias del viejo orden
La incipiente industrialización fue tolerada a regañadientes por
la elite dominante. La dirigencia tradicional seguía esperanzada
en que, superada la crisis, la Argentina retornaría el rumbo agroex­
portador. ios
103 Basualdo, Eduardo (2004).
104 Sábato, Jorge (1991).
105 Schvarzer, Jorge (2003).
Diego Rl.binzal: Historia económica argentina (1880 - 2009) / 165
 Los hacedores de la política económica estaban estrechamente
ligados a los intereses agroexportadores y/o eran miembros directos
de las sociedades representativas de ese sector.P'
Cinco de los ocho presidentes de la República (entre 1910 y
1943) y todos los ministros de Agricultura (entre 1910 y 1932)
eran miembros de la Sociedad Rural.l'"
La creencia en que el proceso de industrialización no alteraría
la preeminencia del sector agropecuario se extendió incluso más
allá de la década de los treinta a pesar de las dificultades sectoriales
surgidas a raíz del estallido de la Segunda Guerra Mundial.l'"
Las propias autoridades monetarias se preguntaban, en las Me­
morias del Banco Central del período 1944­1947, si las firmas ra­
dicadas durante la guerra debían continuar produciendo o sola­
mente constituían soluciones temporarias hasta que se pudiera re­
gresar al antiguo modelo de apertura.P?
La confianza en un posible retorno al modelo agroexportador
influenció la estructura arancelaria aduanera que tornaba más gra­
vosa la importación de insumos que las compras de productos ter­
minados.
Ese diseño arancelario respondía a la idea de que no debía
incentivarse el desarrollo de las "industrias artificiales", es decir
de aquellas que utilizaban como insumo materias primas de escasa
disponibilidad interna. 110
5. El intervencionismo estatal
La Gran Depresión terminó por minar la confianza en los me­
canismos automáticos del mercado como remedio para resolver
los desequilibrios económicos.
Los efectos de la crisis demostraban empíricamente que el mer­
cado no podía resolver por sí solo los graves problemas económi­
co­sociales.
La necesidad de que el Estado asuma un nuevo rol en la esfera
económica pasó a ser una concepción compartida por buena parte
de la dirigencia argentina y mundial.
El paradigma dominante estaba cambiando y las publicaciones
de la época reflejaban esa transformación. Ruiz Jiménez señala
que "desde mediados de los años treinta, los diarios'!' cuestionaron
106 Vitelli, Guillermo (1999).
107 Smith, Peter (1986).
108 Coscía, Adolfo (1980).
109 Vitelli, Guillermo (1999).
l to Rapoport, Mario (2000).
111 Con excepción del diario La Prensa.
166 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (18B0-2009)
crecientemente el modelo agrocxportador argentino y exigieron al
Estado su implicación para lograr la transformación de las estruc­
turas económicas del país". 112
La participación activa del Estado en la economía también era
reclamada por las elites tradicionales que veían amenazados sus
ínrereses.t"
Los conservadores argentinos respondieron a esa demanda
construyendo un sistema de intervención estatal que fue concebido
como una medida defensiva para enfrentar los efectos de la crisis.
La creación de nuevas agencias estatales que regulaban la pro­
ducción, la reforma del sistema impositivo, el control del cambio y
la reorganización bancaria marcaron un punto de no retomo en lo
que a intervención estatal en la regulación de la economía se rcñerc.t"
Como sostienen algunos autores, m se iniciaba un período do­
minado por el control y la dirección estatal.
Este proceso sería impulsado especialmente por el ministro de
Hacienda Federico Pinedo y por su cercano colaborador, el eco­
nomista Raúl Prebisch.
5.1. La creación del Banco Central
La organización de un sistema monetario basado en una Caja
de Conversión había fracasado repetidamente en la Argentina. La
necesidad de replantear su funcionamiento obligó al presidente
Uriburu a conformar una comisión destinada a estudiar y proponer
los lineamientos de una reforma bancaria y monetaria. Ese grupo
­presidido por el ministro de Hacienda Enrique Uriburu e inte­
grado por Píncdo, Prebisch, Hueyo, Kilcher y Berger­ no llegaría
a culminar con su trabajo durante la gestión de Uriburu pero, un
año más tarde, el presidente Justo volvió a convocar a la mayoría
de ellos para retomar esa tarea.
Uno de ellos, Raúl Prebisch, propuso la creación de un Banco
Central. Aunque ]a propuesta fue receptada por el ministro de
Hacienda Alberto Hueyo, éste le encargó al vicepresidente del
Banco de Inglaterra sir Otto Niemeyer la redacción de una pro­
puesta alternativa.
La ley finalmente aprobada (N2 12.155/35) terminó diseñando
un organismo mixto ­versión híbrida del proyecto de Prebisch 116
112 Ruiz Jiménez, Laura (2007).
113 Rapoport, Mario (2005).
114 Pcrsello, Ana Virginia (2006).
115 Eshag, Eprime y Thorp, Roscmary (1965).
116 Luego de la creación de! Banco, Prebisch fue nombrado gerente general del
mismo, cargo que ocupó entre 1935 y 1944.
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 167
y del de Niemeyer­, en donde los bancos privados y el Estado
participaron conjuntamente de la conducción de la entídad.t'?
El Banco Central pasó a detentar el privilegio exclusivo de la
emisión de billetes en el territorio nacional y, el 28 de mayo de
1935, la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina
le transfirieron los fondos provenientes del justiprecio del oro.
La creación del Banco Central no estuvo exenta de polémicas.
La mayoritaria presencia de los sectores privados, con fuertes víncu­
los con accionistas y firmas extranjeras, en la conducción del nuevo
Banco generó una fuerte oposición de algunos sectores políticos.
En su célebre Manifiesto, el grupo Forja denunciaba que "son
estos capitalistas, dueños exclusivos de los bancos llamados argen­
tinos o nacionales, los que manejan el Banco Central, que así no
es una dependencia de la Nación Argentina, ni de capitales ar­
gentinos, sino un banco extranjero".
El flamante Banco Central fue complementado con la creación
de un Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias.
Este organismo estuvo encargado de afrontar las consecuencias
de la crisis bancaria, que había afectado profundamente a cuatro
grandes bancos y algunos pequeños, haciéndose cargo de la co­
branza de los préstamos incobrables de esas entidades.
También se sancionó una nueva Ley de Bancos y las reformas
de las leyes orgánicas del Banco Nación y del Banco Hipotecario
Nacional. Como afirma Rougíen­" "Estas normativas tenían como
objetivo prevenir las crisis y establecer normas obligatorias de sana
gestión bancaria, pero su instrumentación implicó que un sector
creciente de empresas industriales viera limitado su acceso a los
créditos. La financiación a largo plazo basada en depósitos a corto
plazo de uso habitual hasta los años treinta quedó expresamente
vedada por la nueva legislación".
5.2. El control de cambios
El control de cambios se constituyó en un instrumento central
de esta nueva época. A partir de octubre de 1931, la Comisión de
Control de Cambios se transformó en la institución estatal en donde
lF El diseño aprobado se diferenció del proyecto original propuesto por Sir Otto
Niemeyer, que preveía un Banco Central completamente privado. Finalmente, el di­
rectorio quedaría compuesto por 14 miembros de los cuales solamente tres represen­
taban al Estado, al Banco Nación y a los bancos provinciales, mientras que los once
restantes representaban a los bancos particulares (argentinos y extranjeros).
Además, la ley 12.155 dotaba al Banco Central de una serie de funciones (Intcr­
vención en el control de cambios, libertad para el manejo de la tasa de redescuento,
inspección de bancos) que el proyecto de Niemeyer no contemplaba.
118 Rougier, Marcelo (2007).
168 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
se liquidaban obligatoriamente las divisas provenientes de las ex­
portaciones, y a la que se debía concurrir para adquirir las divisas
al tipo de cambio oficial.
La Comisión autorizaba o no el acceso al mercado de divisas
de acuerdo a una lista de prioridades fijadas oficialmente. Los
pagos en concepto de deuda externa y las cancelaciones de las
deudas por importaciones de bienes críticos se llevaban la mayor
parte de los cupos asignados.
En cambio, las compañías inglesas se veían imposibilitadas de
remesar sus dividendos a su país.P?
Este mecanismo en la asignación de las divisas permitía manejar
discrecionalmente el comercio exterior y era una importante fuente
de ingresos fiscales, producto de la diferencia entre los tipos de
cambio comprador y vendedor. También representaba un poderoso
estímulo para las inversiones extranjeras que podían liquidarse en
el mercado libre a un precio más elevado que el oficial.12º
5.3. Las Juntas Reguladoras
La creación de las Juntas Reguladoras estatales fue reclamada
aun por aquellas entidades que profesaban el ideario del libera­
lismo económico.
La profunda alteración del comercio internacional producida
por la crisis mundial había perjudicado seriamente a los produc­
tores agropecuarios argentinos.
En ese marco, las juntas buscaban moderar los efectos derivados
de la drástica caída de los precios internacionales de la producción
exportada.
Las juntas obtenían los recursos necesarios para su funciona­
miento de la aplicación de impuestos específicos sobre el comercio,
producción y cultivo de los correspondientes productos.P'
Por su alcance y trascendencia, las Juntas Nacionales de Carnes
y de Granos122 fueron las más significativas.
En el caso de la de Granos, la Junta compraba las cosechas y
luego las vendía gradualmente a las casas comercializadoras. Como
el precio internacional solía ser inferior al de adquisición, las Juntas
asumían las pérdidas correspondientes.
La actuación de la Junta Nacional de Carnes estuvo atravesada
119 Esa imposibilidad sería sorteada con la firma del Pacto Roca­Runcirnan.
120 Rapoport, Mario (2000).
121 Pcrscllo, Ana Virginia (2006).
122 También se construyeron elevadores de granos para alentar el embarque a
granel y se creó la Red General de Elevadores de Granos (1932).
Diego Rubinzal: Hstor� económica argentina (1880·2009) / 169
por numerosas polémicas que fueron abordadas sintéticamente, 2.16 La regulación estatal
en este texto, en el punto 3.1. Organismo Fecha de creación
La regulación estatal no se limitó a las típicas producciones Comisión Nacional de Extracto del Quebracho 15/7/1933
pampeanas (granos, carnes), sino que también incluyó a la mayoría
Dirección Nacional de Elevadores de Granos 7/10/1933
de los cultivos típicos de las economías regionales extrapampcanas
(como por ejemplo: yerba, algodón, vino). Junta Nacional de Carnes 7/11/1933
Entre 1930 y 1940, se crearon veintiún organismos autónomos Junta Nacional de Yerba Mate 8/11/1933
y veinticinco sin autonomía cuya finalidad era proponer soluciones Luego: Comisión Reguladora de la Producción y comercio
4{10/1935
y encarar medidas para proteger los intereses de los distintos sec­ de la Yerba Mate
tores productivos.123 Junta Reguladora de Granos 28/11/1933
En líneas generales, los organismos estatales reguladores tenían Junta Reguladora de la Industria Lechera 1:!/4/1934
amplias atribuciones para defender el precio de las producciones.
Luego: Dirección de la Industria Lechera. Ministerio de
Por ejemplo, la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (1935) Agricultura
11/2/1938
podía prohibir y/o autorizar nuevas plantaciones y establecer cupos
Comisión Nacional de la Industria Lechera 5/8/1939
de cosechas.
Comisión Nacional del Aceite 5/6/1934
La Junta Reguladora de Vinos podía eliminar viñedos y pro­
ceder al derramamiento de vinos para evitar un desequilibrio entre Comisión de Productos Alimenticios Nacionales 30/6/1934
la oferta y la demanda. Hasta ese momento, esas regulaciones las Comisión Nacional de la Industria Vitivinícola 11/8/1934
habían asumido los estados provinciales (Mendoza y San Juan). Junta Reguladora de Vinos 24/12/1934
En una oportunidad, la Junta decidió ­ante una típica crisis de
Junta Nacional para combatir la desocupación 21/8/1934
sobreproducción­ la erradicación de 17 .000 ha de viñas, 124 el de­
rrame de miles de hectolitros de vino en las acequias y la prohi­ Comisión de Harinas 13/4/1935
bición de la implantación de nuevos viñedos.125 Comisión Nacional de Algodón 27/4/1935
Esa acción reguladora, al mismo tiempo que protegía el precio Comisión Nacional de Granos y Elevadores 5/10/1935
de los productores, generaba un aumento del desempleo en las Comisión de Fruticultura 12/12/1935
zonas afectadas.
Comisión de Préstamos de semillas 22/2/1936
Desde la oposición se cuestionaba la ausencia de los pequeños
Comisión de Petróleo y demás hidrocarburos 8/5/1936
y medianos propietarios y de los obreros y los consumidores en
las Juntas. En ese sentido, los líderes opositores sostenían que la Comisión Consultiva Nacional de Bosques 3/6/1936
regulación de la producción y elaboración de yerba mate estaba Comisión Nacional de Coordinación de transportes 5/1/1937
en manos de los molineros y, en el caso del vino, de las grandes Comisión Nacional de Carbón Vegetal 12/6/1937
bodegas.P'
Junta Consultiva de la Industria Molinera 14/5/1938
Comité Asesor de Lanas 24/5/1938
2.16 La nigulaci6n estatal
Comisión de Control de Abastecimiento 8/9/1939
Ori:anismo Fecha de creación
Consejo Agrario Nacional 21/8/1940
Comisión Nacional de Fomento Industrial 15/1/1931
Fuente: Bunge, Alejandro (1940).
Comisión Nacional de Patatas 8n/1931
Comisión Nacional de Fábricas Textiles 14/11/1931

5.4. Las empresas públicas

123 Rapoport, Mario (2000).
124 Rodríguez, Mario Domingo (1968).
125 Azpiazu, Daniel y Basualdo, Eduardo (2001). El mayor activismo estatal también implicó la creación de em­
126 Persello, Ana Virginia (2006). presas y/o reparticiones públicas, sobre todo a comienzos de la

170 / Diego Rubinzal: H�toria ',COrlÓmica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2(X)9) / 171
década de los cuarenta, que actuaban en una amplia gama de
actividades. Entre las compañías públicas emblemáticas se podía
contar: la Dirección General de Fabricaciones Militarcs,127 la Di­
rección Nacional de Vialidad, 1� Fabricaciones e Investigaciones
Aeronáuticas, los Astilleros y Fábricas Navales del Estado, la Junta
de Vigilancia y Disposición Final de la Propiedad Enemiga ( este
organismo asumió la dirección de dos centenares de empresas ale­
manas expropiadas a ca usa del conflicto bélico) y la Flota Mercante
Nacional, m entre otras.
Entre las actividades realizadas, el Estado inició ­en 1941­ las
explotaciones de los yacimientos de carbón con el objeto de sustituir
la drástica reducción de las importaciones de ese insumo estratégico
que abastecía el. sistema termoeléctrico interno. La importación
de combustibles había caído de cerca de 5 millones de toneladas
en 1939, a menos de la quinta parte en 1944. Los resultados de
esas explotaciones iniciales fueron bastante magros y obligaron, a
efectos de cubrir el déficit energético, a quemar cereales y residuos
vegetales y a obtener leña y carbón de leña mediante la destrucción
de reservas forestales.P"
Por su parte, la Dirección General de Fabricaciones Militares
­dirigida por el general Savio­ instaló los Altos Hornos Zapla
destinados a procesar el mineral de hierro extraído en la jujeña
localidad de Palpalá .. Fabricaciones Militares también abriría una
licitación pública para la "Constitución de una Sociedad Mixta
entre el Estado Nacional Argentino y el Capital privado, destinada
a encarar las actividades que comprenden la Segunda Unidad Si­
derúrgica't.P'
La Dirección Nacional de Energía, creada en octubre de 1943,
127 La función de este organismo.creado el 9 de octubre de 1941, era !a exploración
y explotación del cobre, hierro, plomo, estaño, manganeso, wolframio, aluminio y
berilio. Sus objetivos eran obtener una mayor independencia de! abastecimiento ex­
tranjero, la producción de materiales de guerra, la regulación de la exportación y !a
importación de productos estratégicos y el fomento industrial, ligando la seguridad
nacional al desarrollo de la industria. Angucira, María del Carmen y Tirre de Larra­
ñaga, Emi!cc (1995).
128 La Dírección Nacional de Vialidad fue el organismo encargado de ejecu­
tar la explosiva expansión de caminos y rutas que pasaron desde !os 2.000 kilóme­
tros construidos hasta 1932 a los 60.000 en 1944. Fuente: Cattaruzza, Alejandro
(2009).
129 La ausencia de bodegas estimuló la creación de una flota Mercante Nacional
en 1941. En ese sentido, el gobierno de Castillo se hizo cargo de 16 buques italianos
que se hallaban bloqueados por los aliados en puertos argentinos. Fuente; Historia de
la Economía argentina del siglo XX (2007/8). Durante el peronismo, el gobierno encargó
la construcción de tres nuevos buques en Génova. La flota se completó con la ad­
quisición de barcos pertenecientes a la Compañía Argentina de Navegación Dodcro.
130 Rapoport, Mario (2000).
131 Sería el antecedente de la constituci6n de Somisa,
172 / Diego Rubinzal: Histore económica argenlir.a (1880-2009)
era un organismo con amplias facultadcs regulatorias en lo refe­
rente a la producción, distribución y consumo del combustible y
la energía. Entre sus objetivos se destacaba la búsqueda de yaci­
mientos de hidrocarburos y la elaboración de derivados.
En abril de 1944 se creó el Banco de Crédito Industrial Ar­
gentino presidido por el empresario de la industria alimenticia
Miguel Miranda.132
El objetivo central del nuevo Banco era dotar a la economía
argentina de mayor capital circulante a largo plazo y financiar in­
versiones destinadas a la industria (construcciones nuevas o am­
pliación de edificios existentes, adquisición o introducción de me­
joras en las maquinariasj.P'
Un año más tarde surgió otro organismo que adquirió una im­
portancia suprema durante el gobierno peronista: el IAPI (Instituto
Argentino para la Promoción del Intercambio).
El 5 de marzo de 1945, el gobierno nacional decretó la nacio­
nalización del gas, tomando posesión de las instalaciones de las
empresas extranjeras distribuidoras del gas por redes (la más im­
portante de ellas era la empresa inglesa "La Primitiva de Gas"). 134
Ese breve racconto, que esta muy lejos de ser exhaustivo, es
bastante ilustrativo de un clima de época favorable al intervencio­
nismo estatal. De todas maneras, el Estado argentino estaba muy
lejos de convertirse en un actor económico excluyente, tal como
lo demostraba la participación del gasto público en el PIB.
Esa relación oscilaría entre un 16 y un 22% en el período 1938­
1947. En cambio, otras naciones como Australia, Canadá o Estados
Unidos registraban valores que superaban el 50% del PIB.135
6, Los servicios públicos
Las compañías de origen extranjero tenían una presencia cla­
ramente hegemónica en materia de prestación de servicios públicos.
Tanto las principales compañías de electricidad como las de pro­
visión de gas y las de servicios tranviarios estaban en manos de
capitales extranjeros, entre los que sobresalía el poderoso grupo
transnacional Sofina­Chade­Sidro.
Ese conglomerado económico, entre cuyos accionistas se en­
contraban empresas y bancos europeos de enorme peso político y
132 Presidente del Banco Central durante el gobierno pcronista.
133 Rougier, Marcclo (2007).
134 En ese momento solamente el 6% de la población recibía el servicio, lo que
equivalía a 190.000 usuarios repartidos en el Gran Buenos Aires, La Plata, Rosario,
Bahía Blanca y Tucumán. Fuente; Calleja, Gustavo (2003).
135 Vitelli, Guillermo (1999).
Diego Aubinzal: Histeria económica argentina (1880-2009) / 173
económico, fue objeto de múltiples acusaciones en la Argentina
debido a sus prácticas abusivas que aprovechaban su posición mo­
nopólica en el mercado.
La Chadc (Compañía Hispano­Americana de Electricidad) ma­
nejaba los servicios eléctricos de la ciudad de Buenos Aires136 y
de ciertas localidades del Gran Buenos Aires, proveía de gas a las
ciudades de Buenos Aires, La Plata y Rosario y era dueña de la
Compañía General de Tranvías de Buenos Aires, entre otras cosas.
La Chade terminaría asociada a un escándalo de corrupción
que afectó por igual al régimen justista y a la oposición radical.
Todo comenzó cuando el Concejo Deliberante porteño aprobó, el
23 de diciembre de 1936, una prórroga de las concesiones eléctricas
hasta finales de 1972 y 1977.137
Además de ese beneficio, el Estado les devolvió a las compañías
un fondo de reversión y previsión ­constituido por el 2% de las en­
tradas brutas hasta 1928, y por el 3% en adelante­ que debía haberse
transferido a la municipalidad al finalizar el contrato de concesión.
Tiempo después, las autoridades emergentes del golpe de Es­
tado de 1943 decidieron constituir una comisión destinada a in-
vestigar los pormenores de esa aprobación legislativa.
La comisión investigadora comprobó la existencia de sobornos
pagados por las compañías extranjeras para lograr ese "favor" le­
gislativo.
La presencia extranjera hegemónica en la prestación de los ser­
vicios públicos era complementada por la actuación del Estado y
las cooperativas en ciertas localidades a donde no llegaban las
compañías extranjeras.
En el sector eléctrico, las 25 cooperativas, las 15 usinas popu­
lares y las 35 usinas nacionales y municipales apenas proporcio­
naban 30.000 kw de los 1.097.000 kw de potencia conjunta, es decir
menos del 3% a finales de la década de los treinta. t38
En 1936 y 1937, se sancionaron las leyes 12.311 y 12.346 que
crearon la Corporación de Transportes de Buenos Aires y la Co­
misión Nacional de Coordinación de Transporte. El objetivo teórico
13� La otra empresa que tenía la administración del servicio eléctrico era la Com­
pañía Italo Argentina de Electricidad (Ciadc). Con el tiempo, la Chadc pasó a de­
nominarse CADE ­cs decir se "sacó" la H de Hispánica y se radicó legalmente en
la Argentina­ para aprovechar una serie de beneficios impositivos que solamente
alcanzaban a las empresas nacionales. Algunos autores sostienen que el proyecto que
instauró esas franquicias tributarias, y que fue aprobado por el Concejo Deliberante
de Buenos Aires, fue redactado desde las mismas oficinas de la Chade.
137 Las prórrogas comprendían a los contratos de concesión de la Chadc, que
vencía el 31 de diciembre de 1957, y de la Compañia Ítalo Argentina de Electricidad
(Ciade) cuyo vencimiento operaba el 31 de diciembre de 1962.
138 Puiggrós, Rodolfo (2006).
17 4 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-20'.)9)
de esas normativas era "coordinar" el sistema de transporte na­
cional. Lo cierto es que las nuevas leyes cubrían las aspiraciones
de los inversores ingleses que intentaban monopolizar los medios
de transporte ante la proliferación de ómnibus y colectivos, pro­
piedad de empresarios nacionales.
La ley 12.311 permitió la expropiación de las tres cuartas partes
de las empresas de colectivos. La cuarta parte restante transfirió
sus coches, los destinó a otros usos o huyó al interior. El resultado
fue pésimo: los servicios empeoraron y en poco tiempo la Corpo­
ración entró en quicbra.P?
7. El sindicalismo argentino
El aumento de la mano de obra industrial permitió el fortale­
cimiento de distintas organizaciones sindicales.
Como señala Cattaruzza,14º "un informe de la Liga Patriótica
indicaba que en 1932 unos 132.000 trabajadores estaban afiliados
a las organizaciones sindicales en Buenos Aires. La mayor de las
centrales era la CGT, con casi el 83% de los afiliados".
Justamente ese año se realizaron distintas huelgas que adqui­
rieron una resonante intensidad, demostrando la vitalidad de la
actividad sindical. A pesar de eso, el dinamismo gremial no im­
pediría que el 75% de las medidas de fuerza finalizaran con la
derrota de los trabajadores.r"
Al promediar la década de los treinta, las luchas sindicales se
intensificaron.
La huelga de los obreros de la construcción ­que se extendió
por más de noventa días­,142 el cese de actividades decretado por
los colectiveros y taxistas, los obreros panaderos y los trabajadores
textiles marcaron a fuego el año 1935.143
La conflictividad subiría otro escalón al año siguiente, llegando
a registrarse la mayor cantidad de huelgas de toda la década.
2.17 Huelgas en la industria
Periodo 1931-1943
Año Huelgas Huelguistas
1931­1932 74 19.592
139 Puíggrés, Rodolfo (2006).
140 Cattaruzza, Alejandro (2009).
141 Horowitz, Jocl (2005).
142 El conflicto se inició a raíz de un accidente de trabajo y fue liderado por
dirigentes comunistas.
143 Rubinzal, Maricla (2008).
Diego Rvbinzal: Historia económica argen1,,ia (1880 2009] / 175
 2.17 Huelgas en la industria A través de la tarea desplegada en la Secretaría de Trabajo,
Pettodo 1931-1943 Pcrón cooptaría a algunos dirigentes sindicales importantes, como
fue el caso del socialista Juan Bramuglia, de la Unión Ferroviaria.
Año Huelgas Huel¡:uistas
Cuando los sindicalistas se resistieron a su política de seducción 146
1933 52 122.000 el secretario de Trabajo alentó a las segundas filas de dirigentes
1934 42 12.200 a romper con sus líderes y a crear sindicatos paralelos que pasaron
1935 69 184.400 a gozar de ]os beneficios oficiales.w
1936 109 302.210
1937 82 176.830 8. Breve semblanza de los gobiernos. Período 1930-1945
1938 44 31.380
El período que abarca este capítulo se inicia con la lamentable
1939 49 19.718
interrupción del orden institucional que culminó en el derroca­
1940 53 12.721 miento de Yrigoyen. La caída del viejo caudillo radical fue mucho
1941 54 6.606 má� �ue un rec�mbío gubernamental: era el inicio de un proceso
1942 113 39.865 político caractenzado por el fraude y la degradación de las prácticas
políticas.
1943 85 6.754
Con el golpe de Estado del 4 de junio de 1943 se produjo un
Fuente: Estadísticas de las huelgas, Departamento Nacional del Trabajo. nuevo viraje histórico que influiría notablemente en la historia
argentina.
La creación de la Federación Obrera Nacional de la Construc­
ción,144 algunos años más tarde, sirvió como modelo para el desarrollo 8.1. José Félix Uriburu (6/9/1930-20/2/1932)
de distintas experiencias organizativas gremiales que se multiplicaban
a la par de la complejización de la estructura económica. 8.1.1. El huevo de la serpiente
En marzo de 1943, la principal central obrera se dividió en dos.
Las concepciones autoritarias reflejadas en el golpe de Estado
De un lado quedó la CGT Nº 1 que, comandada por el ferroviario
de 1930 venían gestándose desde hacía tiempo.
y afiliado socialista José Domenech, proponía adoptar una actitud
Ya en 1923, el llamado "poeta nacional" Leopoldo Lugones
independiente de los partidos políticos y se mostraba predispuesta
al diálogo con el gobierno emergente del golpe del 4 de junio. proclamó ­a lo largo de cuatro conferencias dictadas en el Teatro
Coliseo a ministros, funcionarios públicos y jefes militares­ la ne­
Del otro, ]a CGT Nº 2 era conducida por el municipal y socialista
cesidad de subordinar el poder civil al militar como único medio
Pérez Leirós y nucleaba a los sindicatos más cercanos a los socia­
para conjurar las amenazas externas e intemas.148
listas y comunistas. Esta central sindical se posicionó como clara­
mente opositora al "gobierno de los coroneles" y planteaba la ne­ Un año más tarde, Lugones declaró: "Ha llegado, para el bien
cesidad de que se rompieran las relaciones diplomáticas con las del mundo, la hora de la espada", en ocasión de la conmemoración
naciones del Eje. del centenario de la batalla de Ayacucho en la ciudad de Lima
En ese contexto, el presidente Ramírez dictó un decreto­ley de (Perú).
asociaciones profesionales que prohibía la intervención de los sin­ La frase de Lugones era, ni más ni menos, que un llamado
dicatos en política y los sujetaba a un fuerte control gubernamental. para que las Fuerzas Armadas irrumpieran en la vida política ar­
A su vez, el gobierno clausuró la CGT NQ 2 y encarceló a los gentina como "reserva moral de la Nación".
sindicalistas de la carne que habían conducido una huelga en los Lugoncs estaba lejos de ser un intelectual aislado. Las corrientes
frigoríficos.145 del nacionalismo elitista, que denunciaban la invasión de la lengua

144 Con el tiempo sería la segunda organización en cantidad de afiliados detrás 146 Como fue por ejemplo el caso de los dirigentes sindicales textiles y frigoríficos.
de la poderosa Unión Ferroviaria. 147 Pigna, Felipe (2008).
145 Pigna, Felipe (2008). 148 Bustelo, Natalia (2008).

176 / Diego Rubnzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubnzal: Historia económca argentina {1880-2009) / 177
y la degradación de la cultura producida por los inmigrantes, se
venían fortaleciendo desde los inicios de la década de los veinte. '49
Carlos Ibarguren era uno de los referentes de esa ascendente
concepción antiliberal y antidcmocrática que se difundía en múl­
tiples publicaciones tales como La Fronda (fundada en 1919) y La
Nueva República (fundada en 1927 por los hermanos Julio y Ro­
dolfo Irazusta),
Estos grupos identificaban al liberalismo como la doctrina po­
lítica de "la oligarquía al servicio de las finanzas extranjeras" .150
El renacer nacionalista vino acompañado de la exaltación mítica
del gaucho como arquetipo de la pureza y tenía fuertes lazos co­
munes con el pensamiento católico que exaltaba la herencia de la
cultura hispánica. Bajo la dirección de monseñor Gustavo Fran­
ceschi, la revista Criterio se transformó en la principal usina de
difusión de esas ideas restauradoras y antiliberales.151
La actividad propagandística del integrismo católico también
se extendería a los Cursos de Cultura Católica dictados regular­
mente a partir de agosto de 1922. Reconocidos disertantes de esos
cursos, por ejemplo Atilio Dell'Oro y el doctor Casares, terminaron
siendo funcionarios del régimen uriburista.
Precisamente, durante ese gobierno las relaciones entre el Ejér­
cito y la Iglesia fueron particularmente estrechas.
El accionar de esos grupos ayudó a generar las condiciones
para que, el 6 de septiembre de 1930, el general nacionalista José
Félix Uriburu liderara exitosamente el golpe de Estado contra Hí­
pólíto Yrigoyen.
El 8 de setiembre, José Uriburu y Enrique Santamarina juraron
como presidente y vicepresidente ante una multitud reunida en­
tusiastamente en la Plaza de Mayo.
En lo que se transformó en un triste precedente institucional,
la Corte Suprema de Justicia sostuvo la validez de los actos jurídicos
emitidos por el nuevo gobierno diferenciando entre la actuación
de los gobiernos de facto y la de los gobiernos usurpadores.
En un manifiesto público proclamado el 12 de octubre de 1930,
Uriburu manifestó la necesidad de convocar a una reforma cons­
titucional para el reemplazo de estos "meros representantes de
149 Sigal, Silvia (2002).
150 Halperín Donghi, Tulio (2004).
151 En 1934, la Iglesia Católica demostró su extraordinario poder de convocatoria
durante la celebración del Congreso Eucarístico Internacional en Buenos Aires. Por
esos años, como afirma Romero (2001): "La Iglesia condenó mihtantcmcntc el mundo
moderno: liberalismo, protestantismo, masonería, socialismo, comunismo y en general
todas las formas desviadas de la 'vida moderna', como los bailes, el cinc o el trabajo
de las mujeres, y agregó una buena dosis de antisemitismo".
178 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
comités políticos [ ... ] por obreros, ganaderos, agricultores, profe­
sionales, industriales, etcétera". El nuevo presidente reverenciaba
al dictador español Primo de Rivera y, al igual que él, aspiraba a
la conformación de un régimen de gobierno corporativo.
Sin embargo, la cosmovisión nacionalista y corporativista estaba
muy lejos de recoger adhesiones unánimes entre todos los inte­
grantes del elenco golpista. Dentro del Ejército, la mayoría de sus
hombres adherían al ideario liberal, conservador y probritánico
representado en la figura del general Agustín Justo.
8.1­2. El autoritarismo político
El nuevo gobierno impulsó la conformación de una Comisión
Investigadora destinada a examinar las acciones llevadas a cabo
por el "régimen político despótico y corrompido" de Hipólito Yri­
goyen.
El manifiesto dado a conocer el día del golpe de Estado de­
nunciaba que "las promesas de dádivas personales" habían sido la
herramienta utilizada por el gobierno yrigoyenista para "corromper
las conciencias". A pesar de la pirotecnia discursiva, la Comisión
no podría demostrar los hechos de corrupción atribuidos a la ges­
tión radical.
Lo que sí pudo verificarse fue la comunión que existía entre
el nuevo gobierno y los abogados de empresas extranjeras, com­
pañías petroleras, ganaderos, banqueros y dueños de compañías
azucareras.
El gabinete nacional daba cuenta de esa conexión con lo más
granado del poder económico.
Por ejemplo, el ministro de Interior Matías Sánchez Sorondo
era abogado de la Standard Oil, los ministros de Agricultura Ho­
racío Beccar Varela y de Obras Públicas Octavio Pico estaban vin­
culados a compañías privadas petroleras y el ministro de Relaciones
Exteriores y Culto Ernesto Bosch había sido presidente de la em­
presa petrolera Anglo­Persian.152
El 8 de septiembre, el gobierno nacional instauró la ley marcial,
intervino los gobiernos de 14 provincias y disolvió por decreto el
Congreso.
Era el inicio de un clima represivo que incluiría la clausura de
los diarios opositores La Época, Crítica y La Vanguardia y el ase­
sinato por aplicación de la pena de muerte de los militantes anar­
quistas Sevcrino Di Giovanni y Paulina Scarfó.
152 García Molina, Femando y Mayo, Carlos (1985).
Diego Rublnzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 179
8.1.3. La crisis económica
La economía argentina ya había comenzado a sufrir los efectos
de la crisis internacional al producirse el derrocamiento de Yri­
goyen.
La aguda caída en los ingresos fiscales153 fue enfrentada con
una batería de medidas enmarcadas en el recetario ortodoxo (re­
corte de obras públicas, rebaja de sueldos en la administración
pública, aumento de tarifas de los servicios públicos, despidos, etc.)
que produjeron una caída del gasto público del orden del 30%,
entre 1930 y 1932.1S4
El general Uriburu anunció que el objetivo estratégico de su ad­
ministración era el equilibrio presupuestario, lo que presuponía la
reducción del gasto y el aumento de los ingresos públicos.
Con respecto a este último punto, la necesidad de recomponer
los ingresos fiscales incentivó una modernización de la estructura
tributaria, a partir de la implementación del impuesto a los ré­
ditos.
El conservadurismo que había rechazado las iniciativas de este
tipo ­durante las presidencias de Yrigoyen y Alvear­ esta vez las
apoyaba, aunque apelando a argumentaciones distintas a las ofre­
cidas por los gobiernos radicales.
Mientras estos últimos sostenían la necesidad de implementar
un impuesto a la renta por razones de equidad y justicia tributaria,
los conservadores lo presentaban como una instancia provisoria e
imperiosa a los efectos de conjurar la crisis fiscal. 155
El joven economista Raúl Prebisch fue uno de los impulsores
de este nuevo tributo. Él mismo cuenta que lo fue a ver a Uriburu
y le informó que la crisis económica y fiscal no podía resolverse
con las medidas ortodoxas adoptadas. "Yo creo que sin una reforma
tributaria no se contendrá el déficit: hay que crear el impuesto a
la renta. En el Congreso hay un proyecto del año 1916 y no se ha
tratado", prosiguió Prebisch. Entonces, el presidente le respondió:
"Bueno subsecretario, hágame un proyecto, tráigalo el lunes y se
lo voy a firmar" .156
Así, el impuesto a los réditos se transformó en el tercer gra­
vamen en importancia recaudatoria detrás de los tributos aduane­
ros y de los impuestos internos.
El aumento de los ingresos y la reducción del gasto provocaron
153 Más del cincuenta por ciento de los recursos tributarios provenían de los
impuestos aduaneros.
154 Ferrcr, Aldo (2004).
155 Gaggero, Jorge (2006).
156 Rapoport, Mario (2005).
180 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
una caída del déficit fiscal 157 y una intensificación de la recesión
económica.
En el plano cambiario, la implementación del control de cam­
bios jugó un papel determinante para detener la huida de los ca­
pitales al exterior.
Ese control del mercado de las divisas resultaba esencial en un
contexto de caída de precios internacionales de los productos ex­
portados por la Argentina. Justamente el retroceso de las cotiza­
ciones de la producción primaria produjo una disminución de la
importancia relativa del sector agropecuario.
En números, la producción agropecuaria pasó de representar
el 27,5% del ingreso nacional (datos de 1926) al 25,8% (datos
correspondientes a 1933). En cambio, la representación de la in­
dustria fabril se incrementó de un 17,2% a un 18,6% en el mismo
periodo.l"
8.1.4. El uriburismo en retirada
El corporativismo uríburista era mirado con desconfianza
por amplios sectores del Ejército, que presionaban al presidente
para que procediera a una normalización institucional "contro­
lada".
Respondiendo a esas presiones, Uriburu archivó sus planes cor­
porativistas y convocó a elecciones en la Provincia de Buenos Aires
el 5 de abril de 1931. El triunfo de los candidatos yrigoyenistas
desató un terremoto polítíco en el seno del régimen gobernante
que no esperaba esos resultados, provocando la renuncia del mi­
nistro de Interior y la anulación de las elecciones.
El fallido comicio debilitó aún más la figura de Uriburu, for­
taleciendo la posición de su rival interno el general Agustín Justo.
En un intento por detener su inevitable caída, Uriburu creó la
Legión Cívica el 20 de mayo de 1931, una fuerza de choque ins­
pirada en la experiencia de "las camisas negras" del fascismo ita­
liano.
Por su parte, los radicales mantuvieron una intensa actividad
política a pesar del clima represivo reinante.
El 20 de julio de 1931, el teniente coronel Gregorio Pomar
lideró una sublevación en Corrientes, Chaco y Entre Ríos. Los
insurrectos exigían: la renuncia de Uríburu, la entrega del poder
a la Corte Suprema y el llamado a elecciones generales.
157 A pesar de esto, el déficit persistió ya que los ingresos apenas alcanzaron a
cubrir el 87% de los gastos.
158 Girbal­Blacha, Noemí (1998).
Diego Rubinzal: Histor,a económica argentina (1880·?.009) / 181
 La asonada fracasó rápidamente, varios dirigentes radicales fue­
ron deportados ­entre ellos el mismísimo Alvear, que se instalaría
en Brasil­, los locales radicales fueron allanados y se clausuraron
diversos diarios.159
A pesar de eso, el régimen antiliberal de Uriburu ya no contaba
con los apoyos necesarios como para continuar y debió convocar
­en el mes de octubre­ a la celebración de elecciones generales.
Marcelo Torcuato de Alvear confirmó, desde su exilio, que se
convertiría en candidato presidencial por el radicalismo.
Ese anuncio desactivó totalmente las tentativas de Justo de lan­
zar su candidatura con el auspicio radical. En su lugar, Justo or­
ganizó una alianza electoral que reunía a demócratas nacionales
(nuevo nombre para denominar a los conservadores), socialistas
índependientes'w y radicales antípersonalistas,
Además, la Iglesia Católica apoyó públicamente la candidatura
del ex ministro de Guerra de Alvear.
El camino de Justo hacia la presidencia se comenzó a despejar
cuando la fórmula radical Marcelo T. de Alvear­Adolío Güemes
fue vetada oficialmente el 6 de octubre alegando que la Consti­
tución vedaba el ejercicio de la presidencia a la misma persona
durante dos períodos seguidos.161
En la Convención Nacional radical, celebrada en Santa Fe el
27 de diciembre de 1933, la dirigencia de la U CR decidió abstenerse
de participar en esas elecciones fraudulentas.
La única fórmula opositora que entonces quedaría en carrera
era la de Lisandro de la Torre­Nicolás Repetto (Alianza Civil),
que representaba la conjunción del partido demócrata progresista
y el socialismo.
Las prácticas fraudulentas aseguraron el triunfo de la fórmu­
la oficial en todo el país con excepción de Capital Federal y San­
ta Fe.
El resultado de las elecciones del 8 de noviembre de 1931 fue:
606.526 votos para la fórmula Agustín Justo­Julio Argentino Roca
(h) y 487.955 para Lisandro de la Torre­Nicolás Repetto.
159 Luego se produjeron dos insurrecciones que nuevamente terminarían fraca­
sando: la liderada en diciembre de 1932 por el coronel Atilio Cataño y la comandada
por los hermanos Bosch y Pomar en diciembre de 1933.
160 El socialismo independiente fue una escisión derechista del Partido Socialista
concretada en 1927. Sus máximos dirigentes eran Federico Pineda y Antonio de To­
masso.
161 Esa interpretación era tan forzada que suprimía del cómputo a la última
presidencia de Yrigoyen y al propio gobierno de Uriburu.
182 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
8.2. Agustín Justo (20/2/1932-10/2/1938)
8.2.1. La hegemonía conservadora
El gabinete nombrado por Justo mostraba una clara hegemonía
de los sectores conservadores.
La salida de Uriburu significaba el desplazamiento de los in­
telectuales nacionalistas del poder estatal. 162
Luego del paréntesis producido por los gobiernos radicales, y
fracasada la experiencia nacionalísta­corporativista de Uriburu, el
orden conservador se restauraba plenamente.
El grupo de ex socialistas y conservadores que rodearon al nuevo
presidente pergeñaron los instrumentos económicos de una nueva
época.163
El contexto internacional era complejo y novedoso a la vez.
Franklin Delano Roosevelt había declarado la inconvcrtibilidad
del dólar, produciendo un aumento del precio del oro cuya coti­
zación pasó desde los 20,67 a los 35 dólares la onza en enero de
1934.
La devaluación de la divisa norteamericana agravó los proble-
mas comerciales del resto del mundo, potenciando la adopción de
medidas defensivas por parte del resto de las naciones.
Durante el primer año de gobierno, las políticas económicas
adoptadas combinaron medidas ortodoxas, como disminución del
gasto público, aumento de impuestos y disminución del crédito,
con otras de naturaleza heterodoxa, como por ejemplo la autori­
zación para aumentar las operaciones de redescuento y la elevación
de los arancelcs.t=
De todas maneras, el núcleo de la política económica seguida
por el ministro de Hacienda Alberto Hueyo era de tinte ortodoxo
intentando equilibrar el presupuesto y eliminar los déficits comer­
ciales.
8.2.2. El Plan de Acción Económica Nacional
El ascenso de Federico Pincdo al Ministerio de Hacienda pro­
dujo un cambio en el enfoque de la política económica,
A partir de entonces, la recesión fue enfrentada con la adopción
de una serie de medidas de carácter expansivo articuladas en el
llamado Plan de Acción Económica Nacional (dado a conocer el
28 de noviembre de 1933).
162 Bustclo, Natalia (2008).
163 Horowiez, Alejandro (1990).
164 Gurrieri, Adolfo (2001 ).
Diego Rub:nzal: Histor,a econórn,ca argen;ir.a {1880-2009) / 183
 En palabras de Prcbisch, se trataba de "un plan keyncsia­ La competencia entre la ruta y el riel desalentó la renovación
no, para expandir la economía, controlar el comercio exte­ ferroviaria, y la obsolescencia del material rodante produjo una
rior, trabajando con una política muy selectiva de tasas de cam­ disminución de los márgenes de ganancias de los ferrocarriles. Así
bios". tss el valor promedio de las acciones de las compañías ferroviarias
Uno de los objetivos del Plan era superar el desequilibrio de cayó desde m$n 98,62 en 1929 a m$n 11,62 en 1936.17º
las cuentas externas mediante una devaluación y el control de cam­ El activismo estatal produjo un relevante crecimiento del gasto
bios y de las importaciones. público. En términos reales, las erogaciones públicas crecieron un
El mercado cambiario se desdobló en dos diferentes tipos de 70% entre 1932 y 1939.171 Con relación al PIB, el gasto público
cambios. En el mercado oficial se liquidaban las divisas provenien­ promedió los 19,8 puntos en el período 1930­1934, y los 21,3 puntos
tes de las exportaciones normales y se adquirían las destinadas a durante el tramo 1935­1939.172
la importación de aquellos bienes que oficialmente eran conside­ Por el contrario, los niveles de inversión decayeron producto
rados esenciales. El resto de las operaciones se canalizaban a través de la escasez de divisas que impedía la importación de maquinarias
de un mercado libre. Ese esquema cambiario se mantuvo, aunque y equipos.
con algunas modificaciones, hasta el año 1958.
El desdoblamiento cambiario sumado al incremento del 10%
en los aranceles de importación estimularon el incipiente proceso 2.18 Variación de la inversión bruta interna fija
de sustitución de importaciones. Periodo 1931-1939
La implementación de un conjunto de políticas intervencionistas Año Inversión bruta Interna fija Tosa de variación
(creación de organismos públicos reguladores, multiplicación de ll!n mili. de $ de 1993
obras públicas de diverso calibre, surgimiento de empresas públicas, 1931 6.060 ­38,30%
creación de un Banco Central con facultades para emitir la moneda 1932 4.250 ­29,87%
y aplicar medidas anticíclicas, controles de cambios) permitió la
1933 4.748 11,72%
recuperación económica y del empleo.t=
1934 6.292 32,52%
Apuntalado por el repunte de las exportaciones y el consumo
interno, el PIB creció un 23% entre 1933 y 1939.167 1935 6.193 ­1,57%

Tomando como punto de comparación series conformadas por 1936 6.636 7,15%

cinco años consecutivos, la Argentina registró una de las tasas his­ 1937 8.966 35,11%
tóricas de crecimiento anual (5,4%. Fuente: BCRA) más elevadas 1938 9.618 7,27%
entre 1932 y 1937.168 1939 8.177 ­14,98%
En materia de recuperación del empleo jugó un papel muy Fuente: Ferretes, Orlando (2005),
importante la construcción caminera encarada por el gobierno na­
cional que movilizó a vastos sectores relacionados con la construc­
La política fiscal de la época fue marcadamente restrictiva
ción y a los proveedores de insumos intermedios.
hasta la mitad de la década de los treinta. La relación entre los
Además, la construcción de nuevos caminos estimuló la deman­ recursos corrientes y el gasto, que era del 61 % en 1930, aumen­
da de automotores y camiones, agudizando el declive de los fe­ taría a casi el 100% en 1935.173 En la segunda mitad de la década,
rrocarrtles.l" tanto la política fiscal como la monetaria tendrían características
165 González, Norberto y Pollock, David (1991). expansivas.
166 En el año 1936, el crecimiento del empleo permitió un incremento del 6%
de la masa asalariada, cifra mayor que el crecimiento del producto. Fucme: Graña,
Juan (2007). 170 Rapoport, Mario (2000).
167 Fcrrcr, Aldo (2004). 171 Ferrer, Aldo (2004).
168 Díaz Alejandro, Carlos (1975). 172 Cepal (1959).
169 Rapoport, Mario (2000). 173 Ferrer, Aldo (2004).

184 / Diego Ruoozal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentna (1880-2009) / 185
 2.19 Evolución del PIB y del PIB per cápila y el saldo comercial de la Argentina
2.20 Consumo interno de combustibles
Periodo: 1931-1938 cubierto con producción nacional
Año PIB Tosa de PIB pcr Tusa de Expor- lmpor- Soldo Periodo /9.19-/942
Gc:uy crecí- cñplta creci­ tacíones tacioncs balanu
Khamis miento miento (millones (millones comercial Aiío % producción naclenal
(mili. anual anual de m$�) de mSs) 1939 59%
US$
1990) 1940 65%

1931 47.795 ­6,94% 3.931 ·8,65% 1.456 1.174 282 1941 73%

1932 46.212 ­3,31% 3.731 ­5,09% 1.288 836 452 1942 86%

1933 48.384 4,70% 3.835 2,79% 1.121 897 224 Fuente: Puiggrós, Rodolfo (2006).
1934 52.203 7,89% 4.062 5,92% 1.438 1.109 329
1935 4,35% 1.569
YPF también expandió sus actividades mediante la inauguración
54.473 4.161 2,44% 1.175 394
de laboratorios en la localidad de Florencio Varela y una red de
1936 54.926 0,83% 4.130 ­0,75% 1.656 1.117 539 estaciones de servicios distribuidas en distintos lugares del país.
1937 58.907 7,25% 4.361 5,59% 2.311 l.558 753
1938 59.088 0,31% 4.307 ­1,24% 1.400 1.461 ­61 2.21 Porcentaje de la producción nacional
Fue111e: elaboración propia a partir de Ferreres, Orlando (2005) y Comité Naciona! de Geogmfia. de petroleo aportada por YPF
Periodo 1937-1943
8.2.3. La política energética Aio %

El gobierno justista impulsó la aprobación de un nuevo Régimen 1937 48,5

Jurídico del Petróleo en 1935. Ese Régimen estableció un marco 1938 52,7
legal que permitía la actuación de sociedades mixtas del Estado y 1939 54,9
de empresas privadas, en todas las etapas del negocio petrolífero
1940 60,5
(exploración, explotación y comercialización).
1941 63,6
En función de esa nueva normativa, la empresa estatal YPF sus­
cribió distintos convenios con las transnacionales Shell y Standard Oil. 1942 64,9
Esos acuerdos recibieron la cerrada oposición del radicalismo 1943 66,7
y de distintas vertientes del nacionalismo. Fuente: elaboración propia a partir de P11.iggrós, Rodo{fo (2006).
Los términos de los convenios, que se mantendrían en secreto
durante dos años, aseguraron la obtención de ganancias extraor­ 8.2.4. El proceso polüico
dinarias a los consorcios extranjeros. Los argentinos recién cono­
cerían esas cláusulas en 1938, cuando esos contratos fueron pu­ El abstencionismo radical generó la consolidación del Partido
blicados por periódicos extranjeros.174 Socialista corno principal partido opositor.
Más allá de esto, el crecimiento de la producción interna de En 1932, el socialismo alcanzó su máxima representación par­
petróleo fundamentalmente de la mano del fortalecimiento de YPF lamentaria, conformando una bancada de 43 diputados y 2 sena­
­que pasó de producir 1261.899 m3 (1937) a alcanzar los 2.632.901 dores que centraron su tarea en denunciar las generalizadas prác­
m3 (1943)­175 permitió la disminución relativa de las importaciones ticas de corrupción administrativa y en proponer una moderna
destinadas a abastecer el consumo interno. legislación socia}.176
174 Puíggrós, Rodolfo (2006). Por su parte, el radicalismo sufría la muerte de Hipólito Yrí­
175 En ese mismo período también se produjo un aumento de la producción
petrolera interna del grupo inglés radicado en la Argentina y un retroceso de la
norteamericana Standard Oil. 176 Tarcus, Horacio (1996).

i 86 / Diego Rübinzal: Historia económica argentina (i 880-2009) Diego Rublnzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 187
gayen ­el 3 de julio de 1933­ que se encontraba detenido en la
Isla Martín García.!"
El 3 de enero de 1935, la Convención Nacional radical abandonó
formalmente el abstencionismo electoral legitimando las prácticas
fraudulentas impuestas por los conservadores.
Como contrapartida, la Unión Cívica Radical pudo constituir
un importante bloque en el Congreso nacional a partir de las elec­
ciones legislativas celebradas en 1935 y 1936.
La complacencia alvearista no solamente se plasmó en el aban­
dono de las posturas abstencionistas, sino que también incluiría la
falta de denuncias ante la sucesión de actos de corrupción guber­
namentales. Es más, varios legisladores radicales de la ciudad de
Buenos Aires fueron sobornados ­juntamente con funcionarios y
legisladores oficialistas­ para prorrogar las concesiones otorgadas
a las compañías extranjeras de electricidad.
Mientras tanto, la Concordancia manejaba a su arbitrio las rien­
das del país incluyendo la adopción de medidas de corte netamente
represivo tales como la reglamentación del derecho de reunión,
la clausura de diarios y la declaración de ilegalidad del Partido
Comunista y otras organizaciones de izquierda.
La firmeza del gobierno para reprimir los conflictos sociales
no sería óbice para que apoyara la sanción de determinadas
leyes que mejoraban el bienestar de algunos trabajadores.
Ejemplos de ello fueron la aprobación del "sábado inglés", la
ley de protección a la mujer obrera178 y la fijación de un horario
tope de cierre a las ocho de la noche para los locales comer­
ciales.
En el plano social, la sociedad se había vuelto más compleja y
sofisticada al amparo del crecimiento de las capas medias. En Bue­
nos Aires, los sectores medios crecieron del 38% al 46%, entre
1914 y 1936. Ese grupo estaba integrado por empleados adminis­
trativos, trabajadores calificados, profesionales, pequeños comer­
ciantes y maestros. Con respecto al magisterio, el número de maes­
tros creció un 117% ­cuando la población había aumentado un
51 %- entre 1914 y 1930.179
177 Yrigoyen había sido liberado por Justo a comienzos de 1932. Ante una serie
de atentados callejeros producidos hacia finales de 1932, el gobierno decidió volver
a trasladarlo detenido a esa isla.
178 La ley prohibía el trabajo 30 días antes del parto y 45 días después, establecía
cuidados médicos gratuitos y otorgaba un subsidio por maternidad igual a un sueldo
íntegro. Fuente: Lobato, Mirla (1997).
179 Cattaruaza, Alejandro (2009).
188 / Diego Rubinzal: Historia ecoriómica argentina (1880-2009)
8.3. Roberto Marce/ino Ortiz (20/2/1938-27/6!1942).
Ramón Castillo (27!6/1942-4/6/1943)
8.3.1. La polltica aperturista de Ortiz
El radical antipersonalista y abogado de los ferrocarriles ingleses
Roberto Ortiz180 fue el candidato elegido por la Concordancia para
suceder a Agustín P. Justo.181 Su candidatura fue definida en las
instalaciones de la Cámara de Comercio Británico, como para que
no quedaran dudas de quiénes lo apoyaban en esa empresa. Por
su parte, el candidato vicepresidencia! fue el conservador catamar­
queño y ex ministro de Interior justista Ramón Castillo.
En las filas de la oposición, el radicalismo consagró a la fórmula
Alvear­Mosca, Extrañamente esa fórmula fue apoyada por el Par­
tido Comunista.
Previo a las elecciones, el oficialismo modificó la ley electoral
eliminando el sistema de lista incompleta para la selección de los
electores. A partir de esa reforma, el partido más votado en un
distrito se alzaba con la totalidad de los electores en juego.
Las elecciones presidenciales se celebraron el 5 de septiembre
de 1937 y estuvieron teñidas de todo tipo de actos irregulares. El
fraude electoral permitió el triunfo de la Concordancia y la pro­
longación de la llamada "década infame". 182
El nuevo presidente promovía un relativo proceso de apertura
política, encendiendo las esperanzas de aquellos que aspiraban al
destierro de las prácticas electorales fraudulentas.
La decisión de Ortiz de intervenir las Provincias de Catamarca
y de Buenos Aires luego de la celebración de comicios sumamente
irregulares, de anular los tramposos comicios de la provincia san­
juanina y de iniciar conversaciones con la UCR parecieron con­
firmar la presencia de aires de cambio.
A pesar de eso, se siguieron sucediendo negociados escanda­
losos tales como los que ocurrieron en ocasión de la compra, rea­
lizada por el Ejército a precios inusitadamente altos, de tierras en
El Palomar. L83 Las denuncias por ese hecho comprometieron se­
180 Ortiz bahía sido ministro de Obras Públicas de Marcclo T. de Alvcar y ministro
de Hacienda del general Justo.
181 Justo pretendía presentarse como candidato presidencial en las elecciones
generales previstas en 1943.
182 Esa denominación se popularizó rápidamente, como caracterización de esta
etapa histórica, recogiendo el título de un libro escrito por el periodista nacionalista
José Luis Torres.
183 Abós, Álvaro (1999) detalla ese negociado de la siguiente forma: "En 1934,
las hermanas María Antonia y María Luisa Pereyra Jraola decidieron vender unos
terrenos que tenían junto al actual Círculo Militar. Dos intermediarios los ofrecieron
Diego Rubinzal: Histor;a ecorórreca argentina (1880·2009) / 189
riamcnte tanto al ministro de Guerra, el general Márquez, como de Guerra general Tonazzi, que respondía políticamente a Justo,
a una serie de diputados radicales y oficialistas. y su reemplazo por el militar nacionalista Pedro Pablo Ramírcz.
Mientras la ofensiva conservadora marchaba a todo vapor, el
2.22 Evolución del PIB y del PIB per cápita de la Argentina radicalismo sufre la muerte de su máximo líder sobreviviente Mar­
Período: 1939-1942 celo T. de Alvear, en marzo de 1942.
Año PIBGeary Jasa de PIB per cápita Tusa de
El general Agustín Justo comenzó a negociar con los radicales
Khamls (mili. crecimiento crecimiento un acuerdo para las próximas elecciones presidenciales reeditando
US$1990) anual anual sus viejos planes de ser candidato por el radicalismo. Pero esas
1939 58.004 3,80% 4.143 2,35% tratativas no prosperarían por la muerte de Justo ocurrida en enero
1940 58.963 1,65% 4.161 0,31%
de 1943.
1941 61.986 5,13% 4.304 3,44%
8.3.2. El Plan Pinedo
1942 62.712 1,17% 4.284 ·0,46%
Fuente: dobomcíán propia a partir de Ferre= (2005). Federico Pinedo volvió a ocupar el Ministerio de Hacienda en
septiembre de 1940. En esta nueva etapa, el ministro y sus cola­
El reconocimiento del triunfo radical en las elecciones legisla­ boradores ­principalmente Raúl Prebisch, Ernesto Malaccorto y
tivas de 1940 permitió abrigar algunas esperanzas acerca del rumbo Guillermo Walter Klein­ elaboraron un Plan de Reactivación Na­
"aperturista" que Ortiz le había impreso a su presidencia. cional que combinaba medidas de corto plazo con políticas de más
Pero los tiempos de Ortíz en la presidencia estaban contados. largo alcance.
Víctima de una severa diabetes, el presidente delegó el mando en La propuesta de Pinedo consistía en avanzar en un modelo de
su vicepresidente en agosto de ese año. Roberto Ortiz no volvería acumulación que permitiera la consolidación de un eje productivo
a ejercer su función presidencial ya que, en junio de 1942, renun­ industrial.
ciaría definitivamente a su cargo. 184 A pesar de eso, el ministro aclaraba que el sector agroexpor­
Antes de que se efectivizara esa renuncia, el presidente en ejer­ tador seguiría siendo la "rueda maestra" de la economía argentina.
cicio Ramón Castillo había reorganizado completamente su gabi­ Tal es así que Pinedo planteaba que sería un error promover in­
nete en septiembre de 1941. Los cambios distaban de ser formales dustrias que disminuyeran las importaciones desde aquellos países
ya que mostraban una avanzada conservadora y un alejamiento que al comprar los productos argentinos proveían al país de los
del espíritu aperturista inaugurado por Ortiz. recursos necesarios para pagar dichas importaciones.P"
Era bastante conocido que el catamarqueño Castillo era par­ A diferencia del modelo que luego impulsaría el peronismo,
tidario de recurrir a las históricas prácticas fraudulentas para man­ fuertemente centrado en el desarrollo del mercado interno, el Plan
tener el orden conservador. de Reactivación Nacional se proponía la conquista de los mercados
Además de ese reordenamiento ministerial, Castillo comenzó externos.
a recortar el poder interno que aún conservaba Justo en distintas El Plan diagnosticaba una futura depresión mundial debido al
áreas gubernamentales. impacto que tendrían sobre la actividad económica "los grandes
Un claro ejemplo de eso fue el pedido de renuncia al ministro excedentes de productos invendibles (que) significan intenso ma­
lestar en la campaña, crisis industrial, desocupación y zozobra en
las ciudades, postración general en todas las ciudades del país, con
al Ministerio de Guerra por un peso y diez centavos el metro cuadrado, aunque no repercusiones sociales de imprevisible alcance" .186
valían más de veinte centavos. Primero Baldasarre, Torre y Casas ­Ios intermediarios­
venden al Estado las tierras de El Palomar, de las que ni siquiera eran dueños, en En ese contexto, la iniciativa postulaba que el Estado debía
dos millones quinientos mil pesos. En la escritura siguiente compran a las hermanas ofrecer "el incentivo necesario a fin de que esas actividades ad­
Pcrcyra Jraola esas mismas tierras por un millón quinientos mil pesos, y en la tercera
escritura levantan las hipotecas pendientes. Sin desembolsar nada, los gestores obtu­
vieron una ganancia de un millón de pesos, una suma inmensa entonces". 185 Murmis, Miguel y Portanticro, Juan Carlos (1987).
184 Roberto Ortiz falleció el 15 de julio. 186 Ministerio de Hacienda de la Nación (1940).

190 / Diego Rubinzal: Hstoría económica argentirlél (1880-2009) Diego Rt.t>inzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 197
quieran todo el impulso de que son capaces para combatir eficaz­
mente la depresión que comienza".
Se trataba del primer documento de Estado donde se intentaba
modificar parcialmente la estrategia de desarrollo económico vi­
gente, 187 aun cuando se seguía sosteniendo que el agro era la gran
rueda que movía la economía local.
Pinedo sostenía que si bien los productos agrarios podían me­
jorar sus precios absolutos, las cotizaciones en términos relativos
tenderían a desmejorar en el futuro, por lo que era necesario re­
vitalizar la industrialización sustitutiva188 y fomentar el surgimiento
de un sólido mercado de capitales. Con respecto a ese último punto,
el ministro de Hacienda proponía la utilización del Banco Central
como emisor de bonos de ahorro y movilizador de recursos finan­
cieros hacia el ámbito productivo.
El programa incluía un control selectivo de las importaciones
y un conjunto de incentivos cambiados y financieros para las ex­
portaciones. También proponía la creación de una zona de Libre
cambio con el vecino Brasil.
Además, el Plan preveía la instrumentación de un régimen cre­
diticio especial para la construcción de viviendas populares y la
autorización para que el Estado adquiriera total o parcialmente
los ferrocarriles.189
El proyecto fue elevado al Congreso nacional para su trata­
miento en diciembre de 1940, pero la iniciativa no recogió los
apoyos políticos necesarios debido al rechazo de legisladores con­
servadores, radicales alvearistas''" y socialistas.
Entre otros dirigentes, Agustín Justo y Marcelo Torcuato de
Alvear191 se opusieron fervientemente al Plan Pinedo. Además, la
187 Llach, Juan José (1988).
188 Horowícz, Alejandro (1990).
189 Con respecto a este último punto se dio a conocer un plan de nacionalización
ferroviaria que proponía la creación de una empresa milita, con un 70% de las acciones
para el capital privado y un 30% para el Estado. Fuente: Scalabrini Ortiz, Raúl (1955).
190 Un diputado radical sostendría: "Podrán caerse todas las chimeneas, pero
mientras el campo produzca y exporte, el país seguirá comprando lo que necesite,
seguramente a un precio menor que lo determinado por la aduana para favorecer
intereses creados". En Llach, Juan José (1984).
191 Pinedo viajó a la ciudad de Mar del Plata para entrevistarse con Alvear y
tratar de convencerlo de la conveniencia de aprobar ese proyecto. En opinión de
Félix Luna: "La entrevista fue un acto de coraje político. Lo que en cualquier país
se mira como normal, en aquella época era juzgado como un acto que transgredía
normas éticas insoslayables. Pero además de coraje político, la actitud de Pincdo ex­
presaba un intento de mirar el país a largo plazo". Citado por De Pablo, Juan Pablo
(2007). A cambio de su apoyo, Pinedo le ofreció a Alvear la eliminación del fraude
electoral.
192 / Diego Rubinzal: Histo<ia económica argentina (1880­2009)
Carbap, la Sociedad Rural y las organizaciones rurales del interior
militaron activamente contra ese proyecto.
Si bien la iniciativa fue aprobada en el Senado de la Nación,
la falta de apoyo político impidió que llegara a tratarse en la Cá­
mara de Diputados.
Como señala Llach: "pese a tratarse de la propuesta más ela­
borada y más integradora que el excluyente régimen político ins­
taurado en 1930 pudo ofrecer al país, el Plan fue derrotado poli­
ticarnente. Este fracaso no fue el producto de las virtudes o defectos
del Plan, ni de sus evidentes vacilaciones, ni de nada que fuera
intrínseco. Por el contrario, fue el elevado precio que la elite go­
bernante debió pagar por su incapacidad para forjar en su momento
una alianza social y política más amplia y capaz de dar respuestas
más tempranas a las dificultades de tipo estructural que afrontaba
el desarrollo de la economía argentína't.!"
El fracaso de este proyecto determinó la renuncia de Federico
Pinedo y de Julio Argentino Roca (h)193 a sus respectivas carteras
ministeriales, en enero de 1941.
Para Basualdo, 194 el Plan Pinedo era estructuralmente inviable
debido a que su principal socio potencial ­las empresas nortea­
mericanas­ se había expandido bajo formas de transnacionalización
que se contraponían al eje central de la propuesta que buscaba
potenciar las exportaciones industríalcs.l'" Por el contrario, las com­
pañías norteamericanas querían explotar los mercados internos de
los países latinoamericanos y no utilizarlos como plataforma de
exportación.
8.3.3. La política exterior
El presidente y el vicepresidente tenían enfoques diferentes en
materia de política exterior.
Mientras que Roberto Ortiz parecía adherir al panamericanis­
mo y, por lo tanto, estaba más dispuesto a lograr un entendimiento
con los Estados Unidos, Castillo sostenía la tradicional actitud an­
tinorteamericana y probritánica defendida por la oligarquía tradi­
cional.l'"
Ante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la Argentina
192 Llach, Juan José (1984).
193 Roca era ministro de Relaciones Exteriores.
194 Basualdo, Eduardo (2004).
195 Las exportaciones de productos manufacturados no tradicionales pasaron de
representar el 2,9% del total de las exportaciones argentinas en 1939 al 19,4% en
1943. Fuente: Llach, Juan José (1984).
196 Rapoport, Mario (1997).
Diego Rub,nzal: Historia eccnómca arge�t r>a (1880­2009) / 193
1
reafirmó su histórica neutralidad manteniendo un papel de abas­ -y propietario de un ingenio azucarero­ Robustiano Patrón Costas
tecedor comercial de materias primas a Inglaterra. como su candidato presidencial para las elecciones a celebrarse
En cambio, el comercio con Alemania disminuyó sustancial­ en septiembre de 1943.
mente. Mientras que en 1938, el 11,7% de las exportaciones y el Horowicz sostiene que Patrón Costas era un conservador pro­
10,3% de las importaciones argentinas tenían como destino u ori­ norteamericano y su potencial acceso a la presidencia equivalía al
gen el mercado alemán, las operaciones comerciales con el III fin de la política de "neutralidad'?" que venía siendo criticada
Reich prácticamente desaparecieron en 1940.197 por los Estados Unidos.
Las exportaciones destinadas al mercado inglés no eran cance­ La postura "proaliada" de Patrón Costas era observada con
ladas con divisas, sino que se acreditaban como "libras congeladas" evidente disgusto en amplios círculos militares.
en los libros contables del Banco de Inglaterra.198 Al término de Esa irritación se acentuó aún más cuando el presidente Castillo
la guerra, Inglaterra era un importante deudor de la Argentina.P? le exigió la renuncia al ministro de Guerra, el general Ramírez,
La falta de disponibilidad de esas "libras congeladas" impedía acelerando los tiempos del alzamiento militar.
la concreción de importaciones y produjo una disminución en los
niveles de inversión. Entre 1938 y 1945, el stock de capital en 8.4.1. Las disputas internas
maquinarias y equipos cayó alrededor de un 30%.200 El 4 de junio de 1943, la llamada "Revolución de los Coroneles"
instaló como presidente provisorio al general Arturo Rawson. Esa
2.23 Variaci6n de la inversión bruta interna írja designación duraría apenas tres días202 ya que Rawson no contaba
Periodo 1939-1945 con el apoyo de importantes sectores de la oficialidad, nombrán­
Año Inversión bruta interna l1j a Tusa de variación dose en su lugar al general Pedro Pablo Ramírez, a quien muchos
en mm. de $ de 1993 adjudicaban ser el verdadero jefe del movimiento insurreccional.F'
1939 8.177 ­14,98% En el movimiento golpista tuvieron un destacado protagonis­
1940 7.295 ­10,79%
mo204 algunos jóvenes oficiales205 (integrantes de una logia interna
apodada GOU ­Grupo de Oficiales Unidos­)206 entre los que se
1941 6,940 ,4,87%
encontraba el coronel Perón.
1942 6.492 ­6,46% En el "gobierno de los coroneles" convivían posiciones ideoló­
1943 6.42] ­1,09% gicas divergentes a pesar de la coincidente mirada antiliberal y
1944 7.359 14,61% anticomunista. Algunos funcionarios comulgaban públicamente
con las corrientes nacionalistas tradicionales de derechas" y otros
1945 7.411 0,71%
defendían posturas más ligadas a un pensamiento obrerista.
Fueme: Ferre�, Orlando (2005).
No hay que perder de vista que las ideas nacionalistas de de­
recha eran intensamente propaladas por un conjunto de periódicos
8.4. El golpe del 4 de junio de 1943
201 Horowicz, Alejandro (1990).
La tenue apertura política implementada por Ortíz fue abortada 202 Rawson seguía vinculado a la vieja política y armó su gabinete en una de las
por Castillo. El dirigente conservador siguió apostando a las de­ tradicionales reuniones en el Jockey Club. El gabinete nombrado por Rawson incluía
a típicos representantes de la oligarquía como el ex ministro de Hacienda del segundo
sacreditadas prácticas fraudulentas para impedir el arribo del ra­ gobierno de Roca. Al comprobar que el general­presidente venía a hacer lo mismo
dicalismo al poder. que ellos habían repudiado en su comunicado de presentación en sociedad, los oficiales
En ese contexto, la Concordancia eligió al terrateniente norteño del GOU decidieron desalojar a Rawson de inmediato. Fuente: Pígna, Felipe (2008).
203 Rouquié, Alain (1983).
204 Potash, Robert (1981e) relativiza la importancia del GOU al momento del
197 Rapoport, Mario (2000). golpe.
198 Horowicz:, Alejandro (1990). 205 Fundamentalmente coroneles y tenientes coroneles.
199 Al ñnalízar la contienda, Inglaterra no sólo le debía a la Argentina sino 206 El GOU fue constituido formalmente el 10 de marzo de 1943.
también, entre otros, a India ­1.250 millones de dólares­ y a Egipto ­­470 millones­. 207 Esos sectores lograron, por ejemplo, !a implantación obligatoria de la cnsc­
Ramos, Jorge Abelardo (1972). fianza religiosa en las escuelas públicas e importantes cargos en las instituciones cul­
200 Ferrer, Aldo (2004). turales de la burocracia estatal.

194 / Diego Rub"r1Zal: Historia económica argentina (1880­2009) Díego Rut'Mlzal: Historia económica argent'1na (1880-2009) / 195
que se editaban en la Argentina tales como: El Pampero (15.000
ejemplares), El Fonín (5.000), La Voz del Plata (3.000), Choque
(5.000), La Maroma (2.000), Cabildo ( 4.000), Liberación (2.000),
Crisol (4.000) y Bandera Argentina (7.000).208
Muchas de esas publicaciones eran abiertamente profascistas y
difundían ideas antisemitas financiadas por la Embajada alemana.
La comunidad alemana residente en la Argentina que adhería al
régimen hitleriano era bastante numerosa. Lanata detalla que "se­
gún registros descubiertos en Alemania al final de la guerra el
Partido Nazi Argentino tenía 315 miembros en 1933 y 2.110 a
principios de 1936. En 1937 era, en números absolutos, el cuarto
partido nazi fuera del Reich, después de los de Brasil, Holanda y
Austria" .209
La influencia del nacionalismo autoritario en diversas áreas gu­
bernamentales se apreciaba claramente en algunas medidas adop­
tadas, tales como: la disolución de los partidos políticos, la clausura
de algunos sindicatos y de la CGT, la censura, la persecución política
a la izquierda, 21º la designación del escritor de ideas fascistas Gus­
tavo Martínez Zuvíría al frente del Ministerio de Educación e Ins­
trucción Pública ­quien implantaría la educación religiosa en las
escuelas públicas­F'! la intervención de las Universidades de Cuyo
y del Litoral acompañada de la cesantía de numerosos profesores
por cuestiones ideológicas y el nombramiento de otro connotado
fascista, Alberto Baldrich, como interventor de la Provincia de Tu­
cumán.
Pero más allá de esas medidas, el régimen militar surgido del
golpe del 4 de junio no era del todo homogéneo y algunas tensiones
internas no tardarían en saltar a la luz.
Las contracciones y las disputas intestinas se fueron reflejando
en los sucesivos recambios presidenciales.
Cuando el general Ramírez declaró la ruptura de las relaciones
diplomáticas con Alemania y Japón el 26 de enero de 1944, diversos
sectores del elenco gubernamental se manifestaron en contra de
esa decisión. Aunque se mantuvo esa ruptura diplomática, Ramírez
fue obligado a renunciar en el mes de marzo de ese año.
En su lugar accedió a la presidencia el general Edelmiro Farrel
208 Cifras recopiladas por la Comisión Investigadora de Actividades Antiargen­
tinas y citadas por Rubinzal, Mariela (2008).
209 Lanata, Jorge (2003).
210 Fue particularmente notoria la persecución a los militantes comu�istas a los
cuales se les prohibió su órgano de difusión (el periódico La Hora) y miles fueron
detenidos.
211 A través del decreto 18.411 del 31 de diciembre de 1943.
196 / Diego Rubinzal: H�toria económica argentina {1880-2009)
quien designaría, el 7 de julio de 1944, al coronel Pcrón como
vicepresidente de la Nación.
A su vez, el joven coronel retendría los cargos de ministro de
Guerra, secretario de Trabajo y Previsión Social y presidente del
Consejo de Economía de Posguerra.
La potencia del norte retiró su embajador desconocien­
do al nuevo gobierno e implementó una serie de sanciones eco­
nómicas contra la Argentina como por ejemplo la prohibición
de exportación de equipos petroleros, vehículos, locomotoras, ar­
mamentos, maquinaria para producir papel de diario. También
fueron congeladas las tenencias de oro argentino en los Estados
Unidos.212
Ese distanciamiento luego fue parcialmente revertido cuando
la Argentina suscribió el Acta de Chapultepcc en marzo de 1945.
Ese documento pretendía organizar un sistema panamericano, bajo
el predominio de Estados Unidos, para la etapa de la posguerra
que se avecinaba.213
Ante la disminución de las tensiones, Estados Unidos se com­
prometió a vender equipamiento militar a la Argentina. Pero la
situación cambiaría ante el arribo del nuevo embajador norteame­
ricano Spruil1c Braden el 19 de mayo de ese año.
Braden comenzó a reunirse desembozadamente con los oposi­
tores (dentro y fuera del gobierno) a Perón, y en una reunión
mantenida con el coronel le comunicó que su país no estaba dis­
puesto a abastecer de equipamiento militar a la Argentina debido
a supuestos incumplimientos del gobierno argentino de los térmi­
nos del Acta de Chapultepcc.
8.4.2. El programa de gobierno
El régimen militar no pareció tener un programa de gobierno
claramente definido a pesar de que contaba con algunas ideas
fuerza que orientaron su accionar.
Los miembros del influyente GOU comulgaban con concepcio­
nes económicas intervencionistas corno herramientas necesarias
para solucionar los problemas sociales y enfrentar el avance del
comunismo. En un documento secreto, elaborado previamente al
golpe del 43, los integrantes del GOU planteaban que el Estado
212 Rapoport, Mario (2000).
213 La Argentina no había participado de la "Conferencia Intcramcricana Especial
sobre Problemas de Guerra y Paz" realizada en el Palacio de Chapultcpcc el 21 de
febrero de 1945. Sin embargo, el gobierno argentino terminó adhiriendo al Acta final
de esa reunión el 27 de marzo de ese año.
Diego Rubinzal: Historia econórn:ca argentina (1880-2009) / 197
debía transformarse en un "órgano regulador de la riqueza, director Sin embargo, el futuro escenario de posguerra era una de las
de la política y armonizador social" .214 principales preocupaciones de las autoridades.
La mayoría de los integrantes del GOU también coincidía en En un discurso pronunciado el 30 de noviembre de 1944, Pcrón
]a necesidad de alcanzar la autonomía industrial como un medio se preguntaba: "Cuando ya no sea posible exportar, si consumimos
para afianzar la defensa nacional. sólo el cincuenta por ciento, lcuál será la situación de nuestra
En ese sentido, la actitud oficial frente a la industria se modi­ industria, de nuestra producción?"
ficaría drásticamente creando una serie de instrumentos (el Banco Pero el coronel no se quedaba en preguntas sino que proponía:
de Crédito Industrial, decreto de protección de las industrias de "No habrá otro remedio que aumentar el consumo. Y el consumo
"interés nacional")215 aptos para la promoción del desarrollo in- [ ... ] sólo podrá aumentarse elevando los sueldos y salarios para
dustrial. El nombramiento en puestos económicos claves de dis­ que cada uno pueda consumir mucho más de lo que consume
tintos discípulos de las ideas industrialistas de Alejandro Bunge actualmente y permitiendo que cada industrial, cada fabricante,
significaba que por primera vez no se realizaba una distinción entre cada comerciante, pueda, a su vez, producir lo mismo que hoy sin
las llamadas industrias naturales y artificiales. 216 verse obligado a parar las máquinas y a despedir a sus obreros".217
Más allá de que el avance industrial se venía consolidando desde Para diseñar propuestas acordes a tal fin se había creado, el
la década de los treinta, el mismo se produjo a pesar de la ine­ 25 de agosto de 1944, el Consejo Nacional de Posguerra bajo la
xistencia de políticas públicas que lo promovieran sistemáticamen­ inspiración del New Deal norteamericano y las políticas de plani­
te. ficación soviéticas.
El combate contra la corrupción también se transformó en un E] Consejo presidido por Perón de1ineó los fundamentos de
caballito de batalla de las nuevas autoridades. El allanamiento prac­ una política industrialista destinada a transformar la estructura pro­
ticado a las oficinas de las cuestionadas compañías de electricidad ductiva argentina. En su decreto de creación se afirmaba .que su
objetivo principal debía ser proveer "soluciones aplicables a las
y la intervención a la Corporación de Transportes fueron medidas
necesidades apremiantes de la posguerra a fin de que el Estado,
que apuntaron en ese sentido.
sin alterar los principios de la libertad económica [ ... ] estimule la
producción utilizando toda la mano de obra disponible".
2.24 Evolución del PIB y del PIB per cápita de la Argentina
La Argentina solamente importó un tercio de lo que había com­
Periodo: 1943-1945 prado hacia finales de los años 30, casi al término del conflicto
Aio PIBGeary 'lasa de PIB per clipila Tusa de bélico. Recién al concluir la guerra se recuperaron los niveles de
Khamis (mili. crecimiento erecímíento importación previos, reflejando la elevada magnitud de necesidades
US$1990) anual auual
no cubiertas durante el desarrollo del conflicto.218
1943 62.218 ­0,79% 4.182 -2,38%
El fin de la contienda bélica fue acompañado por una caída
1944 69.280 11,35% 4.579 9,49% de la demanda externa y la Argentina sufrió una retracción de
194S 67.042 ­3,23% 4.356 ­4,87% su PIB del orden del 3,2%.
Fuente: elaboración propia a partir de Ferreres (2005).
8.4.3. La política social y la actuación de
La economía argentina permaneció estancada durante el año la Secretaría de Trabajo y Previsión
del golpe, pero en 1944 evidenció una notable recuperación ya
El gobierno intervino activamente en la llamada "cuestión so­
que el PIB creció más de un 11 %.
cial" dictando medidas tales como la restricción y suspensión de
los desalojos de los inquilinos, la prórroga de los contratos de
214 Potash, Roberl (1984). alquiler, la rebaja de los precios, decretando la obligatoriedad de
215 Hay que tener en cuenta la influencia "industrialista" de destacados militares.
Un ejemplo de ellos era Savio, quien defendía, en sus textos publicados en la Revista
Militar, la importancia de un desarrollo siderúrgico autónomo. 217 Per6n, Juan Domingo (1973).
216 Belini, Claudio (2006). 218 Vitelli, Guillermo (1999).

198 / Diego Rubinzal: His1oria económiea argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 199
denunciar las viviendas desocupadas e impulsando el otorgamiento
de créditos para la construcción de viviendas económicas.
El impacto de esas medidas fue muy pronunciado sobre todo
si se tiene en cuenta que, como sostiene Cattaruzza, "hacia 1937,
el 61 % de las familias obreras vivía en una única habitación en
las grandes ciudades, y, hacia mediados de los años cuarenta, el
63% de los trabajadores no era propietario de su vivicnda".219
La regulación de los alquileres también incluyó a los arrenda­
mientos rurales que se regían por la ley 12.771 sancionada en 1942.
Ese marco legal había sido aprobado con el objetivo de limitar
los éxodos rurales, disminuir la conflictividad en el campo y pre­
servar el aparato productivo agrícola (muchas explotaciones se ha­
bían reconvertido masivamente hacia la ganadería )220 frente a las
contingencias ocasionadas por la Segunda Guerra Mundial.P'
Esa normativa estableció la prórroga por el plazo de tres años
de los contratos de arrendamientos vigentes, la obligatoriedad de
su inscripción en un registro creado por el Ministerio de Agricul­
tura, la invitación a renegociar de común acuerdo el monto del
arrendamiento ( o en su defecto su reajuste por un índice oficial)212
y la suspensión de los juicios por desalojo.
El nuevo gobierno dispuso en noviembre de 1943, a través del
dictado del decreto 14.001, una rebaja obligatoria del 20% en el
precio de los arrendamientos.
La política social del régimen militar sería marcada a fuego
por la actuación de Juan Domingo Perón, quien tendría un rol
secundario ­durante los primeros meses del gobierno militar­como
jefe de la Secretaría del Ministerio de Guerra.
Ante el ofrecimiento para que ocupara un cargo más relevante,
Perón solicitó asumir al frente del Departamento Nacional del Trabajo
luego transformado en la Secretaría de Trabajo y Previsión.223 Hasta
219 Cattaruzza, Alejandro (2009).
220 Eso se debió a que mejoraron los precios ganaderos en virtud de la demanda
impulsada por los países beligerantes.
221 Palacio, Juan Manuel ('.!008).
222 En la práctica, la norma significó un virtual congelamiento de los alquileres
hasta muchos años después de la caída del pcronismo, aunque en 1952 se autorizó
un aumento del 15%.
223 La Secretaría de lrabajo y Previsión absorbió diversos organismos como la
Comisión de Desempleo, el Tribunal de Rentas, la Caja de Ahorro Postal y la Comisión
de Casas Baratas, el Departamento Nacional de Trabajo, las Secciones de Higiene
Industrial y Social y Leyes de Previsión Social ele la Dirección Nacional de Salud
Pública y Asistencia Social, la Comisión Asesora de la Vivienda Popular, !a Junta
Nacional para combatir la Desocupación y la Dirección Nacional de Salud Pública y
Asistencia Social. En 1944, el coronel Perón sumaría dos cargos más: ministro de
Guerra y vicepresidente de la Nación.
200 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
ese momento, las actividades de esa repartición se concentraban, casi
exclusivamente, en la elaboración de estadísticas laborales.
En octubre de 1943, Perón anunció en un mensaje radial: "Con
la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión se inicia la era
de la política social argentina. Atrás quedará para siempre la época
de la inestabilidad y desorden en que estaban sumidas las relaciones
entre patronos y trabajadorcsv.P'
El coronel estaba convencido de que el Estado debía abandonar
su actitud abstencionista frente a las disparidades económicas exis­
tentes y comenzar a actuar como un regulador de las relaciones
sociales. Perón vaticinaba que si el Estado no intervenía para tutelar
las relaciones entre el capital y el trabajo, el malestar de las masas
se tornaría explosivo y la lucha de clases destruiría a la Nación.225
El coronel aprovechó hábilmente la estructura de la Secretaría
de Trabajo y Previsión para darle visibilidad a su tarea. En ocasión
del terremoto de San Juan, ocurrido el 15 de enero de 1944, Perón
convirtió a esa dependencia en el centro de recepción de todas
las contribuciones destinadas a los damnificados.eé
La actividad febril de la Secretaría de Trabajo y Previsión im­
pulsaría, entre otras cosas, la celebración de regímenes de conve­
nios laborales por industrias y de asociaciones profesionales.P? la
creación de los tribunales del trabajo,228 el otorgamiento de un
subsidio para la creación de un policlínico, el Estatuto del Perio­
dista y del Personal Civil de la Nación, la extensión del universo
de trabajadores beneficiados con las leyes de jubilaciones, el dictado
de normativas tendientes a limitar la duración de la jornada laboral,
la resolución de numerosos conflictos laborales ( en el ramo de la
electricidad, del cartón, de los astilleros, portuarios, obrajeros del
Chaco), la fijación de aumentos salariales por decreto y el esta­
224 Lobato, Mirta Zaida (2008).
225 Altamirano, Carlos (2001).
226 En el terremoto murieron 7.000 personas y se registraron 12.000 heridos. A
su vez, el 90% de las edificaciones sanjuaninas quedaron en ruinas. En ocasión de
un festival realizado por artistas en el Luna Park destinado a juntar fondos para los
sanjuaninos, Per6n conoció a la que sería su segunda esposa: Eva Duartc.
227 En el decreto 23.852 (Asociaciones Profesionales) se estableció la estructura
que organizó el desarrollo futuro del sindicalismo. La sindicalizacién debía basarse
en la unidad de actividad económica o sea que cada sector estaba representado por
un único sindicato reconocido oficialmente a través del otorgamiento de la personería
gremial. Los empleadores estaban obligados a negociar con ese sindicato reconocido
y las condiciones y salarios establecidos en la negociación regían para todos los tra­
bajadores de esa rama de actividad. Fuente: James, Daniel (1990).
228 La Corte Suprema combatió este activismo de la Secretaría de Trabajo y
Previsión. Tal es así que se negó a tomarle juramento a los jueces de los Tribunales
del Trabajo y declaró la ínconstitucionalidad de las delegaciones regionales de la Se­
cretaría di! Trabajo y Previsión a comienzos de 1946.
Diego Rubinzal: Hstoria económica argentina {1880·2009) / 201
blecimiento del sueldo anual complementario, de la indemnización
por despido y de las vacaciones pagas.
Mientras que entre 1941 y 1943 se firmaron unos 400 convenios
de trabajo, entre mayo de 1944 y agosto de 1945 se suscribieron
700 acuerdos adicionales.P?
Carlos Fayt relata que "en la Capital Federal, en el año 1944,
se firmaron 26 convenios con intervención de las asociaciones pa­
tronales y 142 con intervención de las asociaciones obreras, que
contenían en total 280 disposiciones especiales sobre salarios y 28
de carácter general; 105 disposiciones normativas relativas a va­
caciones pagas, 86 referentes a despidos y suspensiones y 69 a
duración del trabajo, horarios y descansos, y 39 para condiciones
generales del trabajo y accidentes. En 1945 se firmaron, también
en la Capital, 23 convenios colectivos con intervención patronal
y 184 con asociaciones obreras, que contenían 187 disposiciones
sobre mejoras especiales de salarios y 23 mejoras de carácter ge­
neral sobre salarios, 104 relativas a vacaciones pagas, 91 relacio­
nadas con despidos y suspensiones, 63 vinculadas a la duración
del trabajo, horarios y descansos y 65 disposiciones referentes a
condiciones generales del trabajo. En el resto del país los convenios
firmados en 1944 fueron 101 con intervención de entidades patro­
nales y 279 con obreros".23º
Llach señala que a pesar de la vasta legislación social aprobada
entre 1943 y 1946, los salarios reales de ese último año fueron tan
sólo un 6,2% superiores a los vigentes en 1939.231
Otra medida trascendente resultó la sanción del Estatuto del
Peón Rural, mediante el decreto 28.169, que establecía pausas para
el descanso y la comida de los trabajadores rurales permanentes.
Esa normativa era la primera regulación orgánica que protegía el
universo de los trabajadores rurales.
La sanción del Estatuto de Peón Rural tenía una importancia
histórica innegable luego de décadas de sometimiento patronal.
Entre 1910 y 1930 se contabilizaron más de 3.000 peones rurales
muertos, miles de heridos y presos en la lucha por sus dercchos.232
La respuesta de la patronal fue previsiblemente negativa. La
Sociedad Rural expresaba en un comunicado: "En la fijación de
los salarios es primordial determinar el estándar de vida del peón
común. Son a veces tan limitadas sus necesidades materiales que
un remanente trae destinos socialmente poco interesantes. Últi­
229 Doyon, Louisc (2006).
230 Fayt, Carlos (1967).
231 Uach, Juan José (1984).
232 García Lerena, Roberto.
202 / Diego Rublnzal: Historia económica argentina {1880-2009)
mamente se ha visto en la zona maicera entorpecerse la recolección
debido a que con la abundancia de cereal y el buen jornal por
bolsa, resulta que con pocos días de trabajo se consideran satisfe­
chos". El Estatuto del Peón "no hará más que sembrar el germen
del desorden social, al inculcar en la gente de limitada cultura
aspiraciones irrealizables, y las que en muchos casos pretenden
colocar al jornalero sobre el mismo patrón, en comodidades y re­
muneraciones", amenazaba la Sociedad Rural.
También se dictó el Estatuto del Tambero­Mediero que regulaba
las relaciones entre el propietario de los tambos y la persona que
trabajaba.
Perón se había adueñado de algunas banderas que fueron le­
vantadas históricamente por los socialistas, y de la aplicación de
las mismas había emergido un fortalecido movimiento síndical.P!
8.4.4. Perán, Peron
La labor desarrollada en la Secretaría de Trabajo y Previsión
le permitió a Perón articular una red de relaciones claves para su
futuro político.
Por un lado, las tareas burocráticas propias de la Secretaría lo
acercaron a un grupo de funcionarios y juristas como Stafforíni,
Bramuglia y Figuerola, que ocuparían puestos de importancia en
su futuro gobierno.
Por el otro, el oficial Domingo Mercante (otro militar integrante
del GOU) le aceitaría los contactos con los representantes del
mundo obrero ya que su padre era un conocido dirigente sindical
de la Unión Ferroviaria.P'
Perón también estrechó lazos con un grupo de jóvenes intelec­
tuales provenientes mayoritariamente del radicalismo (Raúl Sea­
labrini Ortiz, Juan Luis Alvarado, Manuel Ortiz Pereyra, Juan Mo­
las Terán, Juan Fleitas, Félix Rarnírez, Luis Dellepíane.é" Homero
Manzi, Arturo J auretche) que integraban la Fuerza de Orientación
Radical de la Juventud Argentina (Forja).236
Forja había surgido como un agrupamiento que se declaraba
yrigoyenista, intransigente y auténticamente radical, en oposición
233 El porcentaje general de trabajadores síndicalizados no superó el 5% de la
fuerza de trabajo hasta antes de la década de los treinta. Durante esa década, el nivel
de sindicalización subió al 12%. Fuente: Cattaruzza, Alejandro (2009).
234 La Unión Ferroviaria era el sindicato de mayor importancia numérica.
235 Luis Dcllcpianc era hijo del ministro de Guerra de Yrigoyen y fue el primer
presidente de Forja.
236 El nombre estaba inspirado en una frase de Hipólito Yrigoyen: "Todo taller
de Forja parece un mundo que se derrumba".
Diego Rubinzal: Hstoria económica argentina (1880-2009) / 200
a la conducción nacional que había levantado el abstencionismo
electoral en enero de 1935.
El 2 de diciembre de ese año, Forja se dio a conocer pública­
mente a través de un Manifiesto al Pueblo de la República donde
denunciaba al régimen gobernante. El lema forjista era "Somos
una Argentina colonial, queremos ser una Argentina Libre".
Con el tiempo, el forjismo se convirtió en una corriente de
opinión autónoma del radicalismo, ya que a partir de 1940, dejó
de exigirse esa afiliación como condición necesaria para sumarse
al agrupamiento. Los forjistas se caracterizaron por denunciar
implacablemente las corrupciones del sistema político fraudulen­
to y por trabajar en la elaboración de categorías de pensamiento
locales para enfrentar la dependencia económica y cultural ar­
gentina.
A su vez, Forja fue una especie de puente entre las concepciones
yrigoyenistas y el nuevo movimiento peronista en ciernes.
Pero la principal base de sustentación política de Pcrón sería
el sindicalismo de Estado fomentado por el accionar de la Secre­
taría.
Como señala Villarrucl: "Hasta ese momento la tasa de salario
había evolucionado ­durantc el siglo XX­ próxima al nivel de sub­
sistencia y en donde predominaban en su determinación las fuerzas
propias del mercado laboral y las condiciones del ciclo económico
que orientan a las elecciones de los empresarios. A partir de 1943
se introducen elementos institucionales (Secretaría de Trabajo) y
sociales (organización creciente de los sindicatos) con lo cual ele­
vaba la capacidad de negociación de la fuerza de trabajo, el salario
tiende a crecer y alejarse del mínimo de subsistencia y a alterar
necesariamente el límite logrado por la tasa de ganancia hasta ese
entonces" .237
La comunión entre Perón y buena parte de la clase obrera ya
podía vislumbrarse el 12 de julio de 1944, cuando la CGT convocó
a un masivo acto en apoyo a las políticas impulsadas por el coronel.
Ese vínculo entre Perón y los trabajadores era observado con
mucho recelo por parte de la clase empresarial. El 25 de agosto
de 1944, el secretario de Trabajo concurrió a la Bolsa de Comercio
e intentando congraciarse con los empresarios proclamó la impor­
tancia de la iniciativa privada. Sin perjuicio de eso, el coronel les
advirtió que una riqueza sin estabilidad social era muy frágil y que
era mejor ceder algo para no perder todo.
El 16 de junio de 1945, las principales entidades empresariales
237 Villarruel, Jos6 (19\J0).
204 / Diego Rubinzal: Historia económca argentina (1880·2009)
representativas del comercio y de la industria publicaron una so­
licitada criticando las políticas auspiciadas por la Secretaría de
Trabajo y Previsión, cuestionando el intervencionismo estatal y rei­
vindicando el liberalismo económico.
Tres días después, la Sociedad Rural y las Confederaciones Ru­
rales Argentinas publicaron una solicitada en similares términos.
Por último, la Unión Industrial Argentina daría a conocer su re­
chazo a la política laboral oficial.
El 12 de julio, los trabajadores se concentraron frente a la
Secretaría de Trabajo y Previsión en defensa de las políticas ofi­
ciales.
El 19 de septiembre, las principales fuerzas sociales y políticas
opositoras realizaron una multitudinaria movilización en Capital
Federal convocada bajo el título Marcha de la Constitución y la
Libertad.
El 12 de octubre, Perón designó como director de Correos y
Telégrafos de la Nación a Osear Nicolini que era un amigo de la
familia Duarte. Los sectores militares que recelaban de Pcrón y
mucho más de Eva Duarte utilizaron ese nombramiento como ex­
cusa para avanzar contra el coronel.238
El 9 de octubre de 1945, el general Eduardo Ávalos ­jcfc de
la guarnición militar de Campo de Mayo­ encabezó una revuelta
contra el coronel Pcrón. Ávalos representaba a una amplia franja
de militares que miraba con desconfianza las políticas sociales del
coronel. 239
La movida del jefe de Campo de Mayo logró transitoriamente
su cometido ya que se destituyó a Perón, Ávalos fue nombrado
ministro de Guerra y otro enemigo del coronel, el almirante Héctor
Vemengo Lima, fue designado como ministro de Marina.
Al día siguiente, Perón se trasladó a una isla del Tigre con su
esposa y, unos días después, fue detenido y destinado a la Isla
Martín García.
Los acontecimientos políticos se fueron acelerando de una ma­
nera un tanto inesperada.
El líder del sindicato de la carne Cipriano Reyes reclamó a la
CGT, el 13 de octubre, la convocatoria a un paro general. El lunes
15, los obreros frigoríficos marcharon por las calles de Berisso y
Ensenada pidiendo la libertad de Perón.
Un día más tarde, el Comité Central Confedera! de la CGT
convocó a un paro general para el jueves 18.
238 Pigna, Felipe (200&).
239 Ya el 24 de septiembre, el general Rawson había intentado infructuosamente
dar un golpe palaciego para destituir a Perón.
Diego Rübinzal: Historia ecorórnca argentI1w (7 880-2009) / ?C5
 La resolución de esa medida no estuvo exenta de arduas discu­
siones ya que algunos sindicalistas opinaban que no debía reclamarse
la libertad de Perón sino la defensa de las conquistas obreras.
Tal es así que la convocatoria a la huelga como "medida de­
fensiva de las conquistas sociales amenazadas por la reacción de
la oligarquía y el capitalismo" se terminó resolviendo por escaso
margen (16 votos contra 11). Mientras tanto, corrientes sindicales
que no integraban la CGT se nuclearon en un Comité de Enlace
Intersindical, movilizándose el 17 de octubre desde Berisso a Plaza
de Mayo.
Esa movilización se fue engrosando con miles de trabajadores
procedentes de distintos lugares, a pesar de que el gobierno había
intentado obstaculizar el ingreso a Capital Federal a través del
levantamiento de los puentes de acceso.
Perón, que había sido trasladado al Hospital Militar, aguardaba
expectante el desarrollo de esa jornada histórica.
En la noche del 17 de octubre de 1945, se calcula que medio
millón de trabajadores se concentraron frente a la Casa Rosada
exigiendo la libertad de Perón.
La imagen de decenas de obreros mojando sus "patas" en la
fuente de Plaza de Mayo se convertiría en un icono histórico. Raúl
Scalabrini Ortiz se refirió a los protagonistas de aquella jornada
como los representantes del "subsuelo de la patria sublevada".
Un poco después de las once de la noche, Perón y Farrell se
mostraron juntos en los balcones de la Casa Rosada.
Luego se supo que Farrell había aceptado todas las imposiciones
de Perón: el retiro de Ávalos y Vernengo Lima y la formación de
un nuevo gabinete que incluía al teniente coronel Mercante como
nuevo secretario de Trabajo y Prevísión.P'?
Pocos días después, un grupo de dirigentes radicales comanda­
dos por Hortensia Quijano conformó la UCR Junta Renovadora
para apoyar la candidatura presidencial de Perón. Con el mismo
fin, alrededor de cincuenta sindicatos (entre ellos el de la carne,
el del vidrio, el de los cerveceros y parte de los ferroviarios) fun­
daron el Partido Laborista el 24 de octubre de ese año.241 La con­
240 Lanata, Jorge (2003).
241 La referencia indiscutible de este nuevo agrupamiento político era el Labo­
rismo inglés. El Partido Laborista le aportó a Perón dos tercios del caudal electoral,
mientras que el tercio restante fue aportado por las otras dos agrupaciones políticas
que apoyaron la fónnula Perón­Ouijano, Luego del ascenso de Perón al poder, el
conductor del Partido Laborista Cipriano Reyes se convirtió en opositor del nuevo
presidente y terminaría preso en 1948 acusado de organizar un supuesto complot para
asesinar a Perón y Evita.
Monzalvo, Luis (1975) cuenta que a Perón le ofrecieron la tarjeta de afiliación
206 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (í 880-2009)
ducción del laborismo quedó conformada con el dirigente telefó­
nico Luis Gay como presidente y el de la carne Cipríano Reyes
como vicepresidente.
La UCR Junta Renovadora, el Partido Independiente y el Par­
tido Laborista constituyeron el frente electoral que propondría la
candidatura de Perón.
Esa fórmula contaría también con el apoyo "espiritual" de la
Iglesia Católica.
8.4.5. El fenómeno peronista
La explicación de las causas que dieron origen al pcronismo
es un tema clásico de la historiografía política argentina. Cientos
de textos se han explayado largamente sobre este tema. En este
apartado, se rescatan tres aportes que reflejan distintas opiniones
sobre este fenómeno distintivo de la política argentina.
En un clásico texto, Gino Germani sostiene que las masas que
fueron migrando de las áreas rurales a las ciudades carecían de
experiencia sindical o política. Esa carencia las dejó en "estado
de disponibilidad" y a merced de ser capturadas por un líder ca­
rísmátlco.s" Germani rescataba el concepto de "anomia" desarro­
llado por Durkheim para explicar el comportamiento de la sociedad
francesa del siglo XIX, para dar cuenta de la desorientación y
falta de sentido de pertenencia generado por los intensos cambios
que se habían producido en la sociedad argentina.
De acuerdo a esta visión, Perón supo aprovechar hábilmente
ese particular contexto histórico.
Murmis y Portanticro difieren de la postura de Germani ya
que sostienen que, si bien es cierto que fue importante el papel
jugado por los obreros recientemente incorporados a la industria,
también existieron organizaciones y dirigentes del sector de viejos
obreros que participaron intensamente en el nacimiento de este
nuevo movimiento político.
De esa manera, Murmis y Portantiero rechazan la noción de
"masas disponibles" y resaltan el carácter racional y pragmático
del apoyo de grandes sectores de la clase obrera con el objetivo
de que continúen los programas sociales en marcha.243
Otro autor, Daniel James, resalta que "la construcción de la
clase trabajadora no implicó necesariamente la manipulación y la
N11 1 del laborismo, pero que el líder declinó esa oferta ya qu� tenía otros planes, A
poco de asumir subsumió al Partido Laborista en el Partido Unico de la Revolución
que luego pasarla a denominarse Partido Pcronista a secas.
242 Gcrmani, Gino (1965).
243 Murmis, Miguel y Portanliero, Juan Carlos (1971).
Diego Rubirizal: Histona económica argen:,ra (� 880-2009) / 207
pasividad asociadas a la poderosa imagen de las masas disponibles
formuladas por Gino Gcrmani [ ... ] había en juego indudablemente
un proceso de interacción en dos direcciones y, si bien la clase
trabajadora fue constituida en parte por el peronisrno, éste fue a
su vez en parte creación de la clase trabajadora" .'.!44
Marcando un quiebre histórico, el peronismo comenzaba a ca­
minar sus primeros pasos apoyado en una alianza implícita entre
las elites industrializantes de origen militar y algunos sectores de
la dirigencia sindicai.245
244 James, Daniel (1990).
245 Landi, Osear (1978).
208 / Diego Rwnzal: Historía económica argentina (1800-2009)
Capítulo 111
Los gobiernos peronistas
SUMARio: l. Las elecciones del 24 de febrero de 1946_ 2. La doctrina peronista.
3. El modelo ISI. 3.1. El contexto internacional de la segunda posguerra. 4.
El sector agropecuario. 4.1. El despoblamiento de las áreas rurales y las mo­
dificaciones en el régimen de tenencia de la tierra. 4.2. El deterioro de los
términos de intercambio. 4.3. Evolución de la producción agropecuaria. 5_ El
proceso de nacionalización económica. 5.1. La nacionalización de los ferro­
carriles, teléfonos y servicios públicos. 5.2. Las empresas públicas. 5.3. La
reforma constitucional. La incorporación de la nacionalización económica al
plexo constitucional. 6. Las políticas sociales. 6.1. La Fundación Eva Perón,
6.2. Los beneficios jubilatorios. 6.3. El problema de la vivienda. La salud y
la educación pública. 7. El primer Gobierno de Pcrón (1946­1952). 7.1. El
Plan Quinquenal y el IAPI. 7.2. El aumento del salario real. 7.3. Los cambios
en el equipo económico. 7.4. Las elecciones presidenciales de 1951. 8. El
segundo gobierno de Perón (1952­1955). El cambio de rumbo. 8.1. El plan
de estabilización. 8.2. El Segundo Plan Quinquenal. 8.3. La CGE. 8.4. La
caída del gobierno.
l. Las elecciones del 24 de febrero de 1946
En las elecciones presidencíales de 1946 se enfrentarían dos
alianzas políticas que se presentaban mutuamente corno la antítesis.
De un lado, el frente conformado por la UCR Junta Renova­
dora, el Partido Independiente y el Partido Laborista apoyaba 1a
fórmula Juan Domingo Perón­Hortensio Quijano.
Del otro, la Unión Democrática reunía en su seno a la
Unión Cívica Radical, al Partido Socialista, al Partido Demócrata
Progresista, a] Partido Comunista I y a los grupos conservadores,"
El 14 de noviembre de 1945 esa heterogénea coalición política
presentó su fórmula conformada por el ex ministro alvearista
José Tamborini y el radical ex gobernador de Santa Fe Enrique
Mosca.
La Unión Democrática también recibía el apoyo de las princi­
1 El Partido Comunista sufrió un particular viraje ideológico a partir de 1935
debido a las modificaciones en la línea política decidida por la Internacional Comunista
que giraban en tomo a dos propuestas: la conformación de un Frente Popular Anti­
fascista en los países centrales y un Frente Popular Antiimpcrialista en los países
coloniales y scmicolonialcs.
2 Si bien el conservador Partido Demócrata Nacional no integró formalmente la
Unión Democrática, llamó a sus afiliados a votarla.
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880· 2009) / 209
pales organizaciones empresariales de la Argentina. Tanto la UIA3
como la Sociedad Rural aportaron dinero para solventar los gastos
de campaña.
Es más, el cheque de 300.000 pesos aportado por la Unión
Industrial Argentina a la Unión Democrática fue utilizado publi­
citariamentc por Pcrón para demostrar que la oposición estaba
atada de pies y manos para actuar en un futuro gobierno por los
compromisos contraídos con las entidades empresariales.'
La Unión Democrática centró su campaña en la defensa de las
libertades democráticas ante la amenaza que representaba el "fas­
cismo criollo" de Pcrón.5
Esa estrategia recibió el sonoro apoyo del embajador nortea­
mericano, Spruille Braden, quien acusó a Perón y a sus colabora­
dores de ser los representantes del partido nazi en la Argentina.
Para sostener esas imputaciones, Braden difundió un informe
( conocido como el Libro Azul),6 en donde se exponían las supuestas
pruebas del vínculo de los nazis con los sucesivos gobiernos de
Castillo y de Farrcll­Perón.
Un día después de la publicación del Libro Azul, Perón afirmó:
"Sepan quienes voten el 24 de febrero por la fórmula del contubernio
oligárquico­comunista, que con este acto entregan el voto al señor
Braden. La disyuntiva en esta hora trascendental es Braden o Perón",?
El coronel supo leer con meridiana claridad que esa intromisión
del embajador norteamericano en la política argentina no sería
bien recepcionada por sus connacionales.
A su vez, el gobierno nacional publicó el Libro Azul y Blanco
contestando las afirmaciones sostenidas en el Libro Azul.
Perón cambió el eje del debate electoral que quería imponer
la Unión Democrática sosteniendo que "la verdad verdadera es
ésta: en nuestra patria no se debate un problema entre 'libertad'
o 'tiranía', entre Rosas y Urquíza; entre 'democracia' y 'totalita­
rismo'. Lo que en el fondo del drama argentino se debate es, sim­
plemente, un partido de campeonato entre la «justicia social» y la
«injusticia social»" .8
3 La UIA luego sería intervenida por el gobierno peronista.
4 Ruiz Jiméncz, Laura (2007).
5 El lema de campaña de la Unión Democrática fue: "Por la libertad, contra el
nazismo".
6 Cuando se dio a conocer este informe, Braden ya no estaba como embajador
norteamericano. En agosto de 1945 había sido ascendido a la Secretaría de Asuntos
Latinoamericanos del Departamento de Estado.
7 Declaración emitida en un multitudinario acto de campaña realizado en la Plaza
de la República.
8 Palabras pronunciadas en el acto de proclamación de su candidatura (12 de
febrero de 1946) rescatadas por Altamirano, Carlos (2001).
210/Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
El futuro presidente les advertiría a sus seguidores unos días
antes de las elecciones: "No concurran a ninguna fiesta a que los
inviten los patrones el día 23. Quédense en casa y el 24 temprano
tomen las medidas para llegar a la mesa en la que han de votar.
Si el patrón de la estancia, corno han prometido algunos, cierra
la tranquera con candado, rompan el candado o la tranquera, o
corten el alambrado y pasen para cumplir con la Patria. Si el patrón
los lleva a votar, acepten. Y luego hagan su voluntad en el cuarto
oscuro".
Tanto el clivaje que quería imponer la Unión Democrática ( de­
mocracia versus fascismo criollo) como el sostenido por Perón (jus­
ticia social versus injusticia social) daban cuenta del enfrentamiento
de dos proyectos sociales completamente antagónicos.
Sin embargo y más allá de los encendidos discursos, las dife­
rencias programáticas eran nimias. Tanto el laborismo como la
Unión Democrática proponían la reforma agraria, la nacionaliza­
ción de los servicios públicos, la concesión de derechos políticos
para la mujer y la instrumentación de medidas de protección social
para los trabajadores.?
La duda era cómo la Unión Democrática podría instrumentar
una reforma agraria contando en su seno a la Sociedad Rural
Argentina.
Un mes antes de las elecciones, la negativa empresarial a pagar
el aguinaldo provocó que Jos trabajadores realizaran una toma de
plantas fabriles y que los empresarios respondieran con un lockout
patronal.
El 24 de febrero se votó normalmente y luego de un prolon­
gado escrutinio, el 8 de abril se anunció oficialmente que la fór­
mula Perón­Quijano había cosechado el 55% de los sufragios
emitidos.
El frente laborista se había alzado no solamente con la presi­
dencia sino también con todos los gobiernos provinciales ( a excep­
ción del correntino) y con la mayoría en ambas cámaras legislativas
nacionales.
A pesar de la relativa paridad electoral, el análisis sociológico
de la votación revelaba una profunda fractura social. Los obreros
urbanos y rurales y los migrantes internos habían votado mayori­
tariamente a Perón. En cambio, la Unión Democrática había re­
cibido la adhesión mayoritaria de los empresarios urbanos y rurales,
la clase media, los profesionales, los empleados y ]os trabajadores
de filiación socialista y cornunista.!"
9 Horowicz, Alejandro (1990).
10 Godio, Julio (1990).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (i880·2009) / 211
 Pcrón evitó en todo momento enrolarse en posturas clasistas
a pesar del nítido mensaje emergente de las urnas. Por el contrario,
el futuro presidente se presentó como un árbitro "por encima de
las clases en pugna" aunque, eso sí, con un claro sentido antiim­
perialista.!'
Juan Domingo Pcrón juraría como el nuevo presidente argen­
tino un 4 de junio de 1946.
Se iniciaba un período histórico que si bien presentaba algunas
líneas de continuidad con el pasado cercano ­intervencionismo
estatal, políticas industrialistas­ también marcaría fuertes rupturas
con experiencias anteriores.
2. La doctrina peronista
Juan Domingo Pcrón fue tomando una serie de medidas ten­
dientes a reforzar su liderazgo político al poco tiempo de haber
asumido.
El primer paso fue la disolución de las fuerzas que lo habían
acompañado electoralmente y la constitución en su lugar del "Par­
tido Unico de la Revolución Nacional" en mayo de 1946.
La nueva herramienta política no era una jugada inocente. Pe­
rón quería evitar las presiones que podría haber ejercido el Partido
Laborista y dejar en claro que su liderazgo era indiscutible.
A la conformación del "Partido Único de la Revolución Na­
cional" le seguiría la organización del Partido Peronista en diciem­
bre de 1947.
El peronismo se presentaba como una "doctrina nacional"
orientada por el triple objetivo de constituir una Nación social­
mente justa, económicamente libre y políticamente soberana.P
Para su líder máximo, el peronismo "es un movimiento na­
l1 Ramos, Jorge Abclardo (1973).
12 El peronismo utilizó una amplia batería de herramientas propagandísticas
y simbólicas para identificar su larca de gobierno con esa formulación doctrinaria.
Un ejemplo de ello fue la firma de un acta en la histórica Casa de Tucumán, el 9
de julio de 1947, declarando la independencia económica de la Argentina, liberán­
dola del dominio del "capitalismo foráneo". En los libros escolares destinados a
los niños se destacaba: "Los ferrocarriles y teléfonos son argentinos. El gas es del
Estado".
Martín, Ana (2008) destaca que distintas publicidades peronistas "compartieron
el uso de una expresión con frecuencia utilizada en la propaganda de gobierno; el
concepto de 'ayer y hoy'. Con su uso se persiguió marcar el contraste y la ruptura
de un 'ayer' asociado a los excesos y los abusos que alimentaban el odio de los humildes
y la indiferencia q uc habían sufrido de parte de los gobiernos anteriores. Mientras
que el 'hoy' se caracterizaba por un presente de júbilo y alegría en el cual se remarcaba
la idea de justicia y redención respecto de los tiempos previos".
212 / Diego Rub·rizal: Historia ecooómca argentina (1880-2009)
cional: ésa ha sido la concepción básica. No somos [ ... ] un partido
político; somos un movimiento, y como tal, no representamos
intereses sectarios ni partidarios; representamos sólo los intereses
nacionales" .13
En el plano económico, Pcrón adhería a las teorías subconsu­
mistas que afirmaban que las tendencias al estancamiento del sis­
tema capitalista eran producto de la estrechez en la demanda de
bienes de consumo. Como eso se producía debido a la desigual
distribución del ingreso, el remedio era poner en marcha los me­
canismos necesarios para neutralizar o corregir esa tendencia cró­
nica.
Como señalan Rougier y Fiszbein, 14 "el incremento del poder
adquisitivo de los asalariados se entendía entonces como condición
imprescindible para el desarrollo t ... ] Desde el punto de vista teó­
rico, la idea fuerza consistía en alimentar el poder de compra de
la población para evitar el peligro de los que se definía como una
«crisis de subconsumo-",
En ese punto, el Estado estaba llamado a jugar un papel rele­
vante en el sistema económico."
Esos lineamientos doctrinarios se complementaban con la idea
de una "tercera posición" en el ámbito internacional. Así, el pe­
ronismo se diferenciaba tanto del capitalismo liberal como del "so­
cialismo real".
En ese marco, el 6 de junio de 1946 se anunció públicamente
el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y el 5 de agosto de 1953 se firmó
un acuerdo comercial bilateral. Además, la Argentina celebraría
convenios comerciales con naciones socialístas como Checoslova­
quia, Rumania, Polonia y Bulgaria.
Por otra parte, la Argentina profundizó sus lazos con los países
latinoamericanos firmando distintos tipos de acuerdos con Chile,
Paraguay, Ecuador, Nicaragua y Bolivia.
En síntesis, la doctrina pcronista se asentó en algunas "ideas
fuerza" que se fueron adaptando pragmáticamente a las cambiantes
condiciones contextuales. Para Sigal y Verón, las variaciones en el
discurso pcronista no eran de contenido ya que no componían una
ideología, sino que constituían invariantes enunciativos, es decir,
un particular modo de articular la palabra política al sistema po­
lítico."
13 Citado en Aítamirano, Carlos ('.!001).
14 Rougícr, Marcclo y Fiszbein, Martín (2006).
15 Villarruel, José (1990).
16 Siga!, Silvia y Verún, Elist:o ( 1982).
Diego Rubsn¿al: Historia económica argent na (1 B80-?.0J9) / 2'.3
3. El modelo ISI
3.1. El contexto internacional de la segunda posguerra
El ascenso del peronismo al poder se produce en el marco de
un contexto mundial muy particular.
La culminación de la Segunda Guerra Mundial marcaba el pun­
to de inicio de la construcción de un "Estado de bienestar" en los
países capitalistas centrales. Una de las características de ese "Es­
tado de bienestar" estaba dada por la presencia de un Estado
activo que arbitraba entre los intereses y las exigencias de las em­
presas y los sindicatos.
Era el comienzo de una Edad de Oro (término acuñado por
el historiador británico Eric Hobsbawn) para el capitalismo carac­
terizada por el pleno empleo, la universalización de la Seguridad
Social, el fuerte crecimiento económico y la consolidación de vastos
mercados internos.
Mientras el capitalismo central marchaba en esa dirección, el
gobierno peronista consolidaba el proceso de industrialización
como eje ordenador de la actividad económica y, por lo tanto, se
afirmaba como sujeto social una burguesía empresarial asentada
en la producción de bienes de consumo durable destinada al mer­
cado interno.
La expansión de la burguesía nacional, corno actor contrapuesto
a las fracciones empresariales predominantes estructuralmente,
vino de la mano de decisivos apoyos e incentivos estatales."
El objetivo de la política económica era "desarrollar un mercado
interno hasta que predomine sobre el mercado exterior" .18
De una sustitución de importación "natural" o "espontánea"
se pasaba a impulsar una sustitución de importación "deliberada",
orientada por la intervención estatal ya sea mediante la inversión
pública en industrias de base (petroquímica, siderurgia, producción
energética) o con la aplicación de políticas industriales cuyo com­
ponente principal era la industrialización por sustitución de im­
portaciones (ISI), 19
El modelo ISI se sostuvo inicialmente en la sustitución de im­
portaciones de bienes de consumo durables. Ese salto productivo
supuso incrementar las importaciones de aquellos bienes que eran
necesarios (de capital, insumos) para poder fabricar esas manu­
facturas.
El desarrollo del modelo ISI estaba influenciado por un clima
17 Jorge, Eduardo (1971).
18 BCRA (1947).
19 Guillén Romo, Héctor (2008).
214 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
cpocal favorable a una planificación del desarrollo y sumamente
crítico al rol que se les reservaba a los países periféricos en la
división internacional del trabajo ( abastecedores de materias pri­
mas e importadores de manufacturas).
Un buen ejemplo de ello fue la creación de 1a primera escuela
de] pensamiento económico autóctono latinoamericano, la Comi­
sión Económica para América Latina (Cepal), que rápidamente
se convertiría en una usína de ideas influenciadas por las concep­
ciones estructuralistas y keynesianas y en un soporte teórico de
los defensores del modelo ISI.20
El contexto internacional no obstaculizaba el desarrollo de la
industria nacional ya que los países centrales se concentraron en
la reconstrucción de sus aparatos productivos luego de la guerra
y la mayoría de su producción fue destinada al abastecimiento de
sus necesidades internas. Por lo tanto, las exportaciones de Estados
Unidos, Gran Bretaña, Japón y Alemania fueron ­poco antes del
final de la década de los cincuenta­ semejantes o inferiores a las
de la década anterior. 21
Eso posibilitó el desarrollo de una industria nacional despojada
de las presiones competitivas de los flujos comerciales externos.
3.1.2. El desarrollo industrial
El peronismo transformó al proceso de industrialización en el
eje fundamental del desarrollo económico argentino.22
Hasta entonces, el crecimiento industrial había estado íntima­
mente ligado a la transformación de productos primarios. Tal es
así que este tipo de manufacturas comprendía, aproximadamente,
un tercio del producto industrial. Ese porcentaje era muy elevado
en términos comparativos con relación a otras economías de tra­
yectoria similar donde dicho ratio alcanzaba ­como máximo­ a
un 25%.
Precisamente la aplicación del modelo ISI permitiría el avance
de ramas industriales más dinámicas como la metalmecánica y la
textil y el retroceso relativo de la industria alimenticia argentina.
La implementación del modelo de industrialización por susti­
tución de importaciones se plasmó a través de un conjunto de
políticas cambiarias, crediticias e impositivas que estimularon el
desarrollo industrial y el crecimiento económico.
20 La Cepa! es creada en el año 1948 y durante la década de los cincuenta s�
transforma en una de las principales usinas donde se da un soporte teórico a los
modelos ISI.
21 Vitelli, Guillermo {1999).
22 Basualdo, Eduardo (2007).
Diego Rub:nzal: Historia eccrómica argen:,na (1880-?.009) / 2:5
 Buena parte de los instrumentos utilizados estaban compren­ Buena parte de esos préstamos fue destinada a financiar el giro
didos en el decreto 14.630/44 de "Protección y promoción a las normal de las empresas y no a favorecer nuevos proyectos de in-
industrias de interés nacional" que había sido sancionado durante versión."
el anterior gobierno militar.
En ese decreto se establecían cuotas de importación, aranceles 3.1 Préstamos del Banco lnduslrial por ramas industri:iles (en porcentaje sobre montos)
diferenciales, liberalización aduanera para Ja importación de ma­ Ramas 1946-194!1 1950-1955
terias primas esenciales y bienes de capital, elementos de transporte
Alimentos y bebidas 12 14
y maquinarias."
Por otra parte, las políticas estatales promovieron una redistri­ Textil 12 20
bución de la renta ­rnediante la apropiación parcial de la renta Metales 8 9
agraria­ hacia los trabajadores y los empresarios industriales vin­ Maquinaria 7 15
culados al abastecimiento interno y al propio Estado.24 Químicos 9 6
Como afirma José Villarruel, "la estrategia para el sector in­
Construcción 9 6
dustrial recorrerá el amplio espectro de la ayuda al capital mono­
pólico especializado en la producción de alimentos como al uni­ Transporte y comunicaciones 20 5
verso de pequeñas y medianas empresas".25 Otros 23 25
Fuente: Rougiet; Marcelo (2007).
3.1.2.1. La política crediticia
La formulación de una política crediticia favorable al desarrollo Además, las tasas de interés fueron negativas en términos reales
industrial se llevó adelante por medio de dos herramientas: la na­ ( con excepción de un breve interregno producido en el período
cionalización de los depósitos bancarios y el destacado rol que 1953­1954) promoviendo la actividad productiva.
cumplió el estatal Banco de Crédito Industrial por lo menos hasta Villarruel sostiene que la disponibilidad de préstamos a tasas
el año 1949. de interés negativas favoreció a las ramas de alimentos y afines y
La nacionalización de los depósitos se había concretado pocos textiles, sin que se produzcan cambios de estrategia crediticia des­
días antes de la asunción de Perón a la presidencia a través del pués de que se hubiera verificado la fase de agotamiento de la
dictado del decreto 8503/46. Ese decreto destacaba que la política etapa de sustitución fácil de importaciones en torno a los 50.28
monetaria "no puede trazarse según normas aisladas y distintas Para Vitc11i,29 las tasas de interés negativas desalentaron el aho­
que las que inspiren la política económica del Estado" y creaba rro interno porque no incentivaron la formación de mercados in­
un "Sistema del Banco Central" basado en la nacionalización de ternos de capitales. Eso se debió a la inexistencia de ámbitos locales
esa institución y de los depósitos. capaces de efectivízar las transferencias intersectoriales de ahorro
Mientras que la nacionalización de los depósitos bancarios le y excedentes entre actores intemos.P+'
permitiría al gobierno establecer prioridades a la hora de otorgar La política crediticia se volvió mucho más restrictiva a partir
los créditos, las pequeñas empresas (hasta entonces marginadas de la vigencia del Plan de Estabilización de 1952. En el Congreso
del circuito del crédito) pudieron acceder a los préstamos bancarios de la Productividad realizado a comienzos de 1955, el ministro de
del Banco Industrial. Finanzas Miguel Revestido sostuvo que la utilización del crédito
Como resultado de esto, el sector industrial aumentó su parti­
cipación relativa como sujeto destinatario del crédito bancario; en 27 Girbal­Blacha, Nocmí (1998).
1945 obtuvo una tercera parte de los créditos totales y fue desti­ 28 Villarruel, José (1990).
29 Vitelli, Guillermo (1999).
natario de la mitad de los créditos bancarios disponibles en 1949.26 30 Las tasas reales negativas caracterizaron a la economía argentina hasta el
año 1975 inclusive (una excepción fue lo ocurrido durante los dos años posteriores
23 Mal!ón, Richard y Sourrouille, Juan Vital (1973). al plan de ajuste lanzado en 1967).
24 Basualdo, Eduardo (2004). 31 Desde una óptica kcyacsiana, se podría decir que las altas tasas de interés no
25 Villarruel, José (1990). garantizan la formación de ahorro debido a que ésta es una función del ingreso que
26 Rapoport, Mario (2000). depende de la inversión, lo que a su vez es función decreciente de la tasa de interés.

216 / Diego Rubinzal; Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 217
bancario para la promoción del desarrollo económico había estado
justificada en la primera etapa de la expansión industrial debido
la insuficiencia del ahorro interno, pero que ahora ya no era ne­
cesaria. En la nueva coyuntura económica, la capitalización de las
empresas debía ser realizada a través de mecanismos de mercado
como por ejemplo el mercado accionario. Para Revestido, el Estado
ya había cumplido el papel que el mercado no habría podido rea­
lizar inicialmente en cuanto al financiamiento del desarrollo in­
dustrial a través de créditos a largo plazo, ahora era momento de
dar lugar al mercado.32
3.1.2.2. La política cambiaría
El proceso industrializador fue impulsado de forma oficial me­
diante la profusa utilización de barreras arancelarias y paraaran­
celarías. Siguiendo los postulados de la famosa tesis Hamilton­List
referida a la protección de la industria naciente, la estructura aran­
celaria argentina puso fuertes barreras al ingreso de las importa­
ciones extranjeras.P
A través del decreto­ley 12.596/46 se estableció la centralización
de la política cambiaría en el Banco Central, con la finalidad de
suprimir la libre importación de ciertos bienes que querían pro­
ducirse internamente. Por otro lado, se otorgaron facilidades para
la importación de aquellos bienes de capital necesarios para tornar
viable una rápida industrialización.
En 1947, el Banco Central estableció un permiso previo de
cambio para las importaciones de cualquier naturaleza.34
Los permisos previos de cambio aprobados ese año incluyeron:
materias primas y productos semielaborados industriales (39,8%
de los valores totales), maquinarias, accesorios y repuestos (23,2% ),
elementos para el transporte (20,1 % ), artículos para consumo
(11,9%) y combustibles (5% ).35
Ese mismo año se eliminaron las listas de aforos que servían
de base de imposición para la liquidación de los tributos aduaneros
en materia de importaciones, debido a que esos valores se encon­
32 Rougicr, Marcclo (2007).
33 Ferrer, A Ido (1970) señala que "la incidencia de los gravámenes a la importación
fue aumentando hasta alcanzar magnitudes exageradas. En 1960 el promedio aritmético
simple de los gravámenes a la importación ascendía a 151 % en la Argentina, contra
el 16% en Australia, 17% en Francia y 21% en Italia. De un país con un nivel de
protección relativamente bajo en la década de 1920, Argentina se convirtió en uno
de los países más fuertemente proteccionistas".
34 Víllarrucl, José (1990).
35 Memoria Anual del Banco Central de la República Argentina (1947).
218 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
traban muy dcsactualizados. En su lugar, la liquidación aduanera
se comenzó a realizar sobre el precio real de la opcración.v
La introducción de los permisos de cambio y la actualización
de la base imponible de los tributos aduaneros impulsaron la in­
dustrialización interna y disuadieron las importaciones.
Así, las importaciones se redujeron a volúmenes físicos que
representaban menos de la mitad entre 1948 y 1953 y, por otra
parte, se produjo una marcada modificación de su composición ya
que crecieron sustancialmente las adquisiciones de bienes de capital
y materias primas en desmedro de los bienes de consumo.
El altísimo nivel de protección permitió el desarrollo industrial
de bienes finales con costos de producción superiores a los ínter­
nacionales.
J.2 Composící6n de los importaciones (% sobre el total)
Década Bienes de consumo Bienes de capital Materias primas
1941­1950 26,6 11, 7 58,1
1951­1960 8,6 19,6 70,S
Fuente: Vázque.z Presedo (1971).
3.1.2.3. La infraestructura
El desarrollo industrial fue apuntalado por la realización de
importantes obras de infraestructura, como por ejemplo la con­
clusión del gasoducto Comodoro Rivadavia­Lavallol (inaugurado
el 29 de diciembre de 1949)37 que garantizó el suministro gasífero
a los centros industriales y la triplicación de la capacidad de ela­
boración de las refinerías de YPF.38
También se construyeron otras obras importantes que fortale­
cieron el sistema energético nacional tales como diques, centrales
hidroeléctricas y usinas térmicas.
Mientras que entre 1940 y 1944 el gasto en inversión pública
había promediado el 4,6% del PIB, en el período 1945­1949 esa
relación llegó hasta el 13%.39
3.1.2.4. El sistema de precios relativos
El desarrollo industrial se vio favorecido por la estructuración
de un sistema de precios relativos favorables para el sector. Los
36 Rapoport, Mario (2000).
37 Con un recorrido de 1.700 kilómetros era el gasoducto más largo del mundo.
38 También por esos años se construyó el gasoducto Plaza Huincul­Gcncral Co­
nesa,
39 Rapoport, Mario (2000).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 219
bienes industriales se encarecieron en proporciones superiores a
la evolución de los productos agropecuarios y a las tarifas públicas,
entre 1938 y 1950.
Villarrucl sostiene que los precios de los bienes nacionales no
agropecuarios eran un 5,4% superior al de los bienes rurales en
1948, y que esa relación trepó al 13,7% un año más tarde."
De esa manera se revirtió la tendencia que se venía dando
desde décadas anteriores.
Solamente durante 1946, los incrementos de precios en los mer­
cados mundiales de alimentos ­desencadenados por la demanda
producida a finales de la guerra­ produjeron que las cotizaciones
agropecuarias crecieran a una tasa mayor que los precios indus­
triales. 41
Este nuevo escenario impulsó un sostenido incremento de la
inversión industrial que se encontraba en niveles muy bajos debido
a las dificultades existentes durante la Segunda Guerra Mundial
para equiparse tecnológicamente.
lación estaba dado por la capacidad de absorción de mercancías
por parte de los trabajadores.
En este esquema, el salario más que un costo de producción había
pasado a ser un factor dínamizador de la economía doméstica.
A su vez, como el desarrollo manufacturero estaba sustenta­
do en industrias livianas que eran mano de obra intensiva, se
produjo un importante incremento de los puestos de trabajo in­
dustriales.
El empleo industrial crecería a una tasa del 6% anual, entre
1935 y 1950. Mientras que en el quinquenio l 925­1929, la ocupación
industrial alcanzó a 890.000 personas, en 1950 sería de 1.780.000
trabajadores y en 1960 llegaría a los 2.130.000 puestos de trabajo."
El número de establecimientos aumentó un 75,66%, el personal
ocupado un 14,17%, el valor de la producción un 36,21% y los
salarios pagados un 43,38%, entre 1947 y 1954.
3.4 Datos industriales

1947 1954 Variación porcentual

3.31!:,·olución de precios agropccuaríes y no agropecuarios
Números índices. Base 1937 "" 100 Número de establecimientos 84.440 148.325 75,66%
Año Precios agropecuarios Precios no agropecuarios Personal ocupado l.023.032 l.167.961 14,17%
1938 86,2 95,6 Valor de la producción 3.415.370 4.652.200 36,21%
1940 76,5 112,6 Salarios pagados 572.697 821.1S8 43,38%
1942 84,2 168,7 Fuente: Censos industriales 1947 y 1954.
1944 94,3 204,9
1946 175,3 221,4 A pesar de la favorable evolución de todas estas variables, el
sector atravesó por distintas etapas claramente diferenciadas.
1948 195,1 274,2
Fuertes tasas de crecimiento en los períodos 1945­1948 y 1954­
1950 259,5 424,2
1955, tímido avance entre 1950 y 1951 ­que permitió superar le­
Fuente: Vitelli ( 1999). vemente los valores del producto industrial de 1948­, una caída
cercana al 3% en 1949 y un retroceso más pronunciado en 1952­
3.1.2.5. Las transformaciones operadas en el entramado industrial 1953 que determinó que ­a pesar de que existieran más estable­
cimientos­ el nivel de actividad decayera alrededor de un 7% entre
La implementación de un modelo ISI permitió la proliferación 1948 y 1953.43
de las industrias de bienes de consumo (alimentos, mobiliario, tex­ Ese retroceso no fue homogéneo al interior del entramado in­
tiles, calzado, herramientas, etc.) sustentadas en el creciente poder dustrial ya que, por ejemplo, mientras que las manufacturas de ali­
de compra de los sectores asalariados. mentos ( + 8%) y la industria de minerales no metálicos ( + 32,6%)
El mercado interno era el principal destino de la producción tuvieron una evolución positiva, las manufacturas textiles (­18,3%) y
industrial y, por ende, el principal soporte del modelo de acumu­ los metales básicos (­1 O, 7%) registraron el comportamiento contrario.

40 Villarruel, José (1990). 42 Ferrcr, Aldo (2004).

41 Vitdli, Guillermo (1999). 43 Vitelli, Guillermo (1999).

220 / Diego Rubinzal: Hístor� económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-20091 / 221
 La recuperación industrial durante 1954­1955 determinó que
la producción sectorial se recompusiera y fuera un 44% superior
a la existente en 1945.
El impulso industrializador desplazó a las actividades agrope­
cuarias como principal sector económico.
Entre 1945 y 1950, la industria pasó a representar el 23,5% del
PIB, mientras que el sector primario quedó relegado al segundo
lugar con el 18,5%.44
Con respecto a la inversión sectorial, Juan Carlos Esteban señala
que la acumulación de capital fue excepcionalmente alta en el
período 1945­1955­si se la comparaba con lo ocurrido en períodos
anteriores­ ya que la tasa anual de acumulación industrial se ubicó
en un promedio del 5,9% anual, alcanzando un 8,24% anual en
el tramo que va desde 1945 a 1950.45
3.1.2.6. El espectro manufacturero
tiplicadorcs hacia adelante (caminos, construcción) y hacia atrás
(insumos), movilizando al conjunto de la economía.
Un ejemplo paradigmático lo brindó la consolidación de la em­
presa nacional SIAM-Dí 'Iella, que fabricaba todo tipo de bienes
durables para el hogar y motonctas, y luego incursionaría en la
rama automotriz.
El accionar estatal no se circunscribió a definir una política
industrial favorable a la multiplicación de compañías privadas, sino
que también se plasmó en la constitución y el fortalecimiento de
numerosas empresas estatales."
De todas maneras, el peso de las empresas públicas en el pro­
ducto industrial fue bastante limitado. En 1947, esas compañías
representaban solamente el 3,7% de la producción industrial ar­
gentina y en 1954 había ascendido al 9,5%. En términos del per­
sonal ocupado, la participación estatal era más alta 4,3% (1947)
y 12% (1954).50

El desarrollo manufacturero se asentó principalmente en las 3.S Estructura industrial argentina según valor agregado,
pequeñas y medianas empresas. Las compañías industriales argen­ ramas seleccionadas (en porcentajes)
tinas eran mucho más pequeñas que las existentes en Estados Uni­ Rubro 1940/1944 1950/1954
dos en 1914, hacia finales de los años cuarenta.46
Alimentos 27,6 23,5
Por su parte, el perfil productivo evolucionó en similar sentido a
lo acontecido en los países más industrializados hacia 1954. Textiles 15,7 15,2

Había comenzado a reducirse el predominio de las franjas más Cueros 4,9 3,3
antiguas del espectro manufacturero (alimentos ­aunque esta in­ Papel y cartón 1,8 2
dustria siguió siendo marcadamente predominante­ e imprentas), Productos químicos 8,7 5,1
creciendo las ligadas a la fabricación de productos metálicos y ela­
Caucho 0,6 1,6
boración de metales básicos.47
Metales 6,4 10
El extraordinario crecimiento de la rama metalmecánica se des­
tacaría muy especialmente dentro de un marco de generalizada Vehículos y maquinarias 6,2 8,9
expansión de la actividad industrial, ya que duplicó el número de Aparatos eléctricos 1,1 2,3
establecimientos existentes y aumentó su ocupación un 60% ­cuan­ Fuente: Rapopon, Mario (2000).
do el promedio industrial fue de un 25%­ entre los Censos In­
dustriales de 1946 y 1954. 3.1.2.7. Las limitaciones de la !SI
A su vez, la industria metalmecánica superó a las industrias
alimentarias y textiles en todos los indicadores ( con excepción del La industrialización por sustitución de importaciones dependía
valor de la producción).4ª del aprovisionamiento externo de bienes de capital, insumos y com­
El auge de la metalmecánica produjo importantes efectos rnul­ bustibles ya que el desarrollo industrial liviano no había sido com­
plementado con actividades más complejas (por ejemplo: produc­
ción de acero, petroquímicas, etc.).
44 Vitelli, Guillermo (1999).
45 Esteban, Juan Carlos (1961). La falta de desarrollo de una industria de bienes de capital
46 Vítclli, Guillcnno (1999).
47 Vitelli, Guillermo (1999). 49 Basualdo, Eduardo (2004).
48 Sourrouille, Juan y Lucangeli, Jorge (1980). 50 Basualdo, Eduardo (2004).

222 / Diego Rubinzal: Histor� económica argentina (1880-2009) Diego Ruoinzal: Histona económica argentina (1880-2009) / 223
impidió establecer las bases estructurales para un crecimiento sos­
tenible en el tiempo. La importancia del sector de bienes de capital
está dada por que permite viabilizar innovaciones en los productos
o en los procesos, pues por cada nuevo bien de consumo que se
desee fabricar habrá que producir un nuevo bien de capital con
determinadas especificaciones. 51
La ausencia de una industria nacional de bienes de capital terminó
reforzando la dependencia tecnológica. En ese sentido, el proyecto
industrialista de Perón era limitado porque tendía a mantener la
estructura productiva industrial sin cuestionar su nivel de eficiencia
ni centrarse en el desarrollo de las industrias básicas necesarias.52
En opinión de algunos autores, el modelo ISI perjudicó a la
actividad tecnológica local debido a que promovía la obtención de
la tecnología disponible en el mercado mundial.53
En materia de combustibles, la Argentina destinó un promedio
de cien millones de dólares anuales a su adquisición, solamente
entre 1946 y 1948.54
El aumento de la producción de YPF, que había crecido un
51 % entre 1939 y 1945, no pudo cubrir la demanda interna.P
A su vez, la petrolera estatal se encontró con serias dificultades
para reponer e incrementar sus equipos de perforación una vez
finalizada la Segunda Guerra Mundial.56
Así, la importación de combustibles llegó a representar el 18,2%
de las importaciones argentinas en 1953.57
Otra de las debilidades asociadas al desarrol1o del modelo ISI
estuvo dada en las diferencias de escalas entre las industrias ar­
gentinas con relación a las de otras naciones.
Por ejemplo, el tamaño promedio de un establecimiento fabri­
cante de metales básicos en los Estados Unidos era 35 veces más
grande que el existente en la Argentina (medido en potencia ins­
talada) en 1954.58
Esas diferencias tecnológicas se repetían en la mayoría de las
ramas manufactureras (por ejemplo en la elaboración de productos
químicos, cauchos, minerales no mecánicos, textiles, etc.).
Para el economista Marcelo Diamand se había conformado una
51 Gon,.alvcs, Eduardo; Borgcs Lcmos, Mauro y Ncgri, Joáo de (2008).
52 Rapoport, Mario (1984).
53 Ranis, G. (1984).
54 Eshag, E. y Thorp, R. (1969).
55 Rapoport, Mario (2000). Como en el mismo período las empresas petrolíferas
privadas redujeron su producción, el resultado global íuc un crecimiento del 23%.
56 Silcnzi de Stagni, Adolfo (1956).
57 Cepa! (1958).
58 Vitelli, Guillermo (1999).
224 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
estructura productiva marcadamente desequilibrada, con un sector
agropecuario competitivo internacionalmente y con un entramado
industrial que sólo estaba en condiciones de abastecer el mercado
interno pero que, a su vez, requería insumos y maquinaria importada.
Diamand sostenía que no necesariamente el sector industrial
era ineficiente, sino que el problema residía en que el sector agro­
pecuario presentaba una muy alta productividad.
Para sortear esa dificultad, Diamand proponía la fijación de
tipos de cambio diferenciales que permitieran equiparar las pro­
ductividades y permitir un desarrollo más equilibrado.
Para Di Tella, la distorsión en los precios relativos industriales
mostraba el agotamiento de esa etapa de sustitución de importa­
ciones y la necesidad de poner en marcha un nuevo modelo de
desarrollo industrial.59 Para ese autor, la Argentina debía concen­
trar sus esfuerzos en algunos sectores industriales donde la exis­
tencia de ventajas comparativas le permitía producir a costos in­
ternacionalmente competitivos.w
Otro autor, Juan José Llach, sostiene que así como el Plan
Pineda careció de sensibilidad social, al programa peronista le faltó
racionalidad en la asignación de recursos. 61
4. El sector agropecuario
4.1. El despoblamiento de las áreas rora/es y las
modificaciones en el régimen de tenencia de la tierra
El sector rural sufrió intensas transformaciones durante el go­
bierno peronista.
La industrialización sustitutiva modificó la estructura de estra­
tificación social debido a la transferencia de fuerza de trabajo desde
las actividades agrícolas a las no agrícolas y, dentro de estas últimas,
a la expansión de las ocupaciones no manuales.62
3.6 Mo,illdad estructural general (en porcentajes)
Argentina 1960­1980
De manual no agrícola a no manual 3,3
De manual agrícola a manual no agrícola 5,9
Movilidad estructural global 9,2
Fuente: Cepa/ (1989).
59 Di Tclla, Guido (1970).
60 Di Tclla, Guido (1970).
61 Llach, Juan José (1985).
62 Gurrieri, Adolfo y Sainz, Pedro {2003).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 225
 Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, el retro­
ceso del sector agrícola en desmedro de actividades más extensivas
­como la ganadería­ produjo una expulsión de arrendatarios y
trabajadores agrícolas, agudizando los conflictos entre terratenien­
tes y arrendatarios y entre productores familiares y trabajadores
rurales.
El sostenido despoblamiento de las áreas rurales y el declive
del ámbito rural como espacio de residencia territorial y como
demandante de mano de obra produjo un pronunciado éxodo hacia
las zonas urbanas.
Si bien Perón había formulado algunas declaraciones que hacían
suponer que se producirían modificaciones en las cuestiones ati­
nentes a la tenencia de la tierra,63 cuando asumió la presidencia
recortó las atribuciones del Consejo Agrario Nacional= ­cuyas
principales figuras eran Antonio Molinari y Mauricio Birabent­
que promovía una "revolución agraria".
En cambio se implementaron una serie de políticas públicas
(legislación agraria, algunas expropiaciones selectivas, otorgamien­
to de créditos preferencíales)" que favorecieron el acceso de ex
arrendatarios a la propiedad de la tierra.
63 Por ejemplo, Perón había manifestado: "Yo he afirmado que el que tenga la
tierra ha de laborarla; y el que no pueda pagar peones, debe trabajarla personalmente.
Por otra parte, si no es capaz de trabajarla, que la venda", Manual del peronista,
Ediciones Los Coihues, Buenos Aires (1988). El Programa del Partido Laborista pro­
ponía la división de la tierra para eliminar el latifundio, la aplicación de un impuesto
progresivo a la herencia y a la tierra, la implementación de una política en favor de
los pequeños productores, la extensión de la justicia social a los trabajadores del
campo, la formación de cooperativas de productores con el apoyo y participación del
Estado, la nacionalización del comercio exterior y regulación del abastecimiento de
los artículos esenciales, y la continuidad de las reivindicaciones otorgadas por el go­
bierno militar a los sectores rurales entre 1943­1946. Fuente: Lattuada, Mario (2002).
64 El Consejo Agrario Nacional se constituyó formalmente el 31 de julio de 1941,
como organismo de aplicación de la ley de colonlzacién aprobada el 21 de agosto de
1940. Los objetivos de la ley eran aumentar el número de agricultores propietarios,
dividiendo los campos en unidades económicas (familiares), solucionar los problemas
técnico­económicos de la agricultura y aumentar la población rural. Hasta 1945, el
CAN había adquirido un total de 19 campos para colonizar, según el siguiente detalle:
por compra 141.738 hectáreas, por expropiación 71.423 hectáreas y por transferencia
de otros organismos 13.858 hectáreas, esto es, un total de 226.659 hectáreas. Fuente:
León, Carlos y Rossi, Carlos (2003).
65 En 1949, el Banco Nación emitió la Circular 938 que promovía el otorgamiento
de préstamos especiales para la compra de inmuebles rurales e introducción de mejoras
en ellos, "tratando de que en forma preferente beneficie a quienes adquieran la tierra
que han venido trabajando como arrendatarios",
Entre 1946 y 1955 se otorgaron 14.488 préstamos para adquisición de inmuebles
rurales y la introducción de mejoras, 1.891 préstamos especiales de fomento a los
arrendatarios de inmuebles para la adquisición de los predios que ocupaban y 1.887
préstamos hipotecarios para la explotación agropecuaria y construcciones rurales des­
tinadas a la misma. Fuente: Lattuada, Mario (1986).
226 / Diego Rubirzal: Historia económica argentina (1880-2009)
Muchos chacareros beneficiados con el congelamiento de los
contratos= y la suspensión de los desalojos terminaron adquiriendo
las tierras que trabajaban. 67
El acceso de los pequeños productores a la propiedad dominial
produjo relevantes modificaciones en la estructura social agraria,
ya que el porcentaje de arrendatarios y medieros se fue reduciendo
con el tiempo.
En ]a región pampeana, los arrendatarios y medieros que cul­
tivaban el 65% del total de la superficie (en 1937), pasaron a cul­
tivar el 61% (1947) y el 35,8% (en 1960).68
La estructura propietaria también sufrió modificaciones al agu­
dizarse la subdivisión de las grandes unidades productivas. Las
extensiones de más de 5.000 hectáreas perdieron el 30% de la
dotación de tierras controladas a fines de la década de los treinta.
Por el contrario, crecieron las unidades que comprendían una ex­
tensión de 1.000 a 5.000 hectáreas.69
El crecimiento relativo de las unidades de explotación más pe­
queñas era un proceso que venía produciéndose desde la década
de los veinte. En la zona norte de la Provincia de Buenos Aires,
las unidades de más de 1.000 hectáreas perdieron un 20% de la
superficie total agropecuaria mientras crecían las explotaciones
comprendidas entre 100 a 500 hectáreas, durante el período 1914
y 1937.7º
Entre 1923 (auge del modelo agroexportador) y 1958 (luego
del primer y segundo gobierno peronista ), los grandes propietarios
de tierras bonaerenses (más de 2.500 hectáreas) registraron una
espectacular reducción en la extensión de sus tierras, pasando de
controlar 17,9 millones de hectáreas a poseer 6,8 millones.71
A pesar de este proceso desconcentrador, también se produjo
una reconstitución de unidades de mayor dimensión en manos de
66 Ferrer, Aldo (2004) sostiene que "la congelación de los arrendamientos desde
principios de la década del cuarenta hasta mediados de la de 1960 introdujo distorsiones
serias en el aprovechamiento de las tierras arrendadas. La sustitución de la rotación
granos­alfalfa entre el arrendatario y el propietario, tradicional en el anterior régimen
de arrendamientos, fue sustituida por el monocultivo del arrendatario protegido en
la posesión de la tierra por la legislación de arrendamientos". Para Villarrucl (1990):
"Se generó un proceso de traslación de ingresos en el seno de las propias clases
sociales en el campo: el caso de los terratenientes que año a año se apropian de una
tasa en descenso de la renta del suelo a raíz del congelamiento de los arrendamientos
rurales".
67 Palado, Juan Manuel (2008).
68 Carraccdo, Orlando (1980).
69 Barsky, Osvaldo y Pucciarelli, Alfredo (1994).
70 Barsky, Osvaldo y Pucciarelli, Alfredo (1994).
71 Basualdo, Eduardo (2004).
Diego Rt.binzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 227
los propietarios originales72 y una intensificación del fraccionamien­ los combustibles también subieron sus precios debido a la demanda
to de grandes propiedades rurales en explotaciones medianas a derivada de las necesidades de reconstrucción del aparato produc­
efectos de burlar el pago del impuesto a la herencia y para conservar tivo europeo.f
la propiedad a través de acciones innominadas.73 En términos generales, las condiciones de intercambio evolu­
El 70% de las tierras pampeanas con capacidades productivas cionaron favorablemente para la Argentina hasta el año 1948.78
siguieron siendo poseídas por no más del 15% del total de los A partir de 1949, la tendencia se revirtió poniendo en peligro
establecimien tos.74 la sustentabilidad de las políticas redistributivas oficiales.
Ferrer calcula que "en 1952 los términos de intercambio de la
3.7 Grado de concentración de tierras, Provincia de Buenos Aires Argentina fueron 30 por ciento más bajos que en 1951 y en todo
Hectáreas %Predios % Superficie el quinquenio 1950­1954, más del 20 por ciento inferior a los vi­
Menos de 25 26,40% 1,10%
gentes en el quinquenio 1945­1949".79
25a200 45,80% 15,60%
3.8 Términos de intercambio (1945­1952)
200 a400 12,80% 14%
Base 100 - 1950
Másde400 15% 69,10%
Años Términos de Volumen de Volumen de
Fueme: Censo Nacional Agropecuario /r;60. intemunbio exportaciones importaciones
1945 86,5 106,1 44,4
El régimen de tenencia de la tierra provocaba que el 50% de 1946 96 123 81,5
la tierra fuera explotada en forma deficiente de acuerdo a un es­
1947 101,3 115,5 162,5
tudio realizado por el Centro Interamericano de Desarrollo Agrí­
cola. En ese trabajo se precisaba que el 3% de la tierra eran mi­ 1948 117,6 97,3 165,4­
nifundios, un 20% estaba arrendada en condiciones precarias y un 1949 101 72,S 116,8
25% correspondía a latifundios que no explotaban plenamente sus 1950 100 100 100
potencialidades naturales. La producción por hectárea de los la­
1951 97,2 78.6 114
tifundios era un tercio inferior a las obtenidas por las explotaciones
familiares.75 1952 73,3 51 82,3

A partir de 1952, se redujeron los créditos para la compra de Fuente: Girbal-Bladza. Noemi (19'}7).
tierras y se aumentaron los destinados al ciclo productivo.76
Prebisch sostenía que existían dos razones que explicaban este
4.2. El deterioro de los términos de intercambio fenómeno:
Luego del descenso de precios operado durante el desarrollo 1) En los países centrales los beneficios y los salarios crecían
de la Segunda Guerra Mundial, los precios agrarios se recuperaron más que la productividad debido al mayor poder de presión de
en 1946. los trabajadores. El aumento de los salarios producía un incre­
mento de los costos y, por ende, del precio de los productos
La caída de la oferta de materias primas y de productos ali­
industriales. ·
menticios procedentes de los países europeos durante la posguerra
produjo un alza mundial del precio de los mismos. A su vez, las 2) El crecimiento de las exportaciones primarias y la de bienes
materias primas sernimanufacturadas, las maquinarias y equipos y
77 Villarruel, José (1990).
78 La evolución de los términos de intercambio fue positiva con relación a lo
72 Slutzky, Daniel (1968). ocurrido en años anteriores. En el largo plazo, la caída en el precio de los productos
73 Girbal­Blacha, Nocmí (1998). agropecuarios -con relación a los industriales­ fue de tal magnitud que tomando
74 Vitelli, Guillermo (1999). como base 100 los valores vigentes en el período 1876­1880, el indicador era de 68,7
75 Comité Interamericano de Desarrollo Agrícola (1966). en 1946­1947, de acuerdo a los cálculos de Prebisch,
76 Lattuada, Mario (2002). 79 Ferrer, Aldo (1977).

228 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 229
industriales no ocurre al mismo ritmo. En su informe brindado en
la conferencia inaugural de la UNCTAD de 1964, Prebisch lo ex­
plicaba de la siguiente manera: "mientras las primeras se desen­
vuelven por lo general con relativa lentitud, salvo excepciones, la
demanda de importaciones industriales tiende a crecer con cele­
ridad". 80
La causa de esta asimetría se debe al progreso técnico (pro­
gresivo reemplazo de productos naturales por sintéticos que dis­
minuye el contenido de los productos primarios en Jos bienes fi­
nales) y a la menor elasticidad del ingreso de los bienes primarios
(cuando el ingreso aumenta, aumenta la demanda de los bienes
primarios pero a una tasa menor).
4.3. Evolución de la producción agropecuaria
4.3.1. La agricultura
La siembra de cultivos tradicionales argentinos (lino, maíz y
trigo)81 retrocedió durante la década de los cuarenta. Ese retroceso
fue compensado parcialmente con el avance de la siembra de olea­
ginosas y forrajeras.
En números, el área sembrada se redujo desde las 27.598.400
hectáreas en el año agrícola 1946­1947, a las 23.577.400 hectáreas
en 1950. Así, el volumen de la producción agrícola declinó en más
de un 10% entre 1946 y 1949.82
La producción cerealera argentina resultó ­a comienzos de la
década de los 50­ inferior a los valores registrados en los años 20.83
Mientras que la población argentina se había expandido un
27,1 %, la producción agropecuaria decreció un 0,4% y las expor­
taciones se contrajeron un 34,3%, entre 1937 y 1950.84
La dilucidación de las causas de ese estancamiento agrícola era
motivo de controversias.
Los economistas liberales sostenían que se debía a la aplicación
de políticas públicas contrarias al desarrollo sectorial. De acuerdo
a esta visión, el congelamiento de los arriendos y los deprimidos
precios. fijados oficialmente, desalentaron la inversión.
Sin embargo, el área total sembrada también había declinado
80 Prebisch, R. (1979).
81 La caída de la producción de trigo hizo desaparecer el pan blanco de las
panaderías, que fue reemplazado por pan de mijo.
82 Girbal­Blacha, Noemí.
83 Vitelli (1999).
84 IEERAL (1986).
230 / Diego Rubinzal: Hístoria económica argentina (1880-2009)
­en la campaña 1945­1946­ cuando los precios internacionales eran
favorables y no operaba aún en el mercado de granos el IAPI.85
Incluso durante la actuación del IAPI, Sábato sostiene que el
valor de la produccíón de trigo a precios reales fue ­durante el
período 1945­1949­ un 28% superior a los valores vigentes en el
quinquenio 1935­1939. A pesar de eso, el volumen físico de la
producción se redujo un 24%. Para ese autor, la explicación del
retroceso agrícola debía buscarse en el fuerte descenso de la oferta
de mano de obra producido por la migración del campo a la ciudad.
Esa menor disponibilidad de fuerza de trabajo había incrementado
el costo de contratación del personal disponible, obligando a los
productores a reemplazar la superficie destinada a la agricultura
por actividades ligadas a la ganadería.w
Los economistas enrolados en las corrientes "estructuralistas"
explicaban el retroceso agrícola en la actuación retardataria ( en
términos productivos) de los terratenientes pampeanos.87
Lo cierto es que el estancamiento agrícola venía produciéndose
desde finales de la década de los veinte.
La finalización del proceso de expansión por la incorporación
de tierras inexplotadas debería haber dado lugar a un crecimiento
asentado en la ampliación del stock de capital aplicable a las ex­
plotaciones agropecuarias. Sin embargo, el stock se mantuvo es­
tancado desde finales de aquella década.as
3.9 Producciones de mafz y lrl¡:o. En miles de loneladas
Periodo: 1940-1954
Periodo Trigo Maiz
1940/1944 31.922 32.911
1945/1949 26.366 18.875
1950/1954 29.420 15.256
Fuente: Anuario de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (1987).
Mientras la producción agrícola retrocedía, el gobierno argen­
tino otorgaba un crédito al gobierno español destinado a la ad­
quisición de medio millón de toneladas de trigo en 1948. 89 El ob­
85 Villarruel, José (1990).
86 Sábalo, Jorge (1980).
87 Los estructuralistas ponían en el centro de su análisis la particular conformación
de la estructura de propiedad de la tierra.
88 Rapoport, Mario (2000).
89 Este apoyo al régimen franquista fue dado en un momento en que la mayoría
de los países integrantes de la ONU habían votado una resolución condenando a ese
Diego Rubinz.al: Historia económica argentina (1880-2009) / 231
jctivo, además de tratarse de un gesto humanitario porque los es­ 3.10 Producción y exportaeién de cereales (miles de toneladas)
pañoles habían perdido dos cosechas seguidas, era captar un mer­ Producción Exportación
cado que había quedado afuera de los beneficios del Plan Marshall
Período Maí:t Trigo Lino Maí2 Trigo Lill<I
por la cercanía de Franco al régimen hitleriano.
1951/1952 2.040,0 2.100,0 313,4 298,0 2.455,0 181,0
Los países destinatarios de este Plan no podían adquirir la pro­
ducción argentina debido a que Estados Unidos no autorizó esas 1952/1953 3.550,0 7.633,7 584,3 652,0 63,0 26.0
compras porque perjudicaban la colocación de los excedentes agra­ 1953/1954 4.450,0 6.200,7 410,0 1.083,0 2.527,0 10,0
rios de los productores norteamcricanos.w 1954/1955 2.546,0 7.690,0 405,0 2.185,0 2.943,0 11,0
A partir de la cosecha 1949­1950, la caída de los precios in­ 1955/1956 3.870,0 5.250,0 238,0 362,0 3.617,0 0,0
ternacionales y la sequía agudizaron las dificultades del sector Fuente; Secretaria de Estado de Agricultura y Ganadería.
agrícola.
Tal como afirma Villarruel, la sequía era un accidente dentro
de un retroceso secular de la superficie de los campos cultivados, 4.3.2. La ganaderia
el estrechamiento de los excedentes exportables, la huida de la El tonelaje de exportaciones ganaderas se incrementó sustan­
población rural a la ciudad, la existencia de un parque mecanizado cialmente ­entre 1941 y 1948­ con respecto al volumen promedio
insuficiente y la ausencia de herbicidas y fertilizantes. 91
registrado en la etapa posterior a la crisis 1929­1932.94
Los productores agrarios apenas pudieron cosechar el 49% de la
Sin embargo, el aumento de las exportaciones vacunas no al­
superficie sembrada producto de la sequía de la cosecha 1951­1952,
canzó a compensar (en términos de divisas) la caída de las expor­
la menor proporción desde que se llevan registros estadísticos en
taciones agrarías.s
la Argentina.92
La extraordinaria cosecha 1953­1954 generó un desahogo
en las cuentas externas y permitió dejar atrás la recesión econó­ 3,11 Existencias de ¡:anado vacuno
rnica.f? (en miles de cabezas)
Período 1945-1955
3.10 Producción y exportación de cereales (miles de toneladas) Año E,cistencias
Producción Exportación 1945 40.391
Puíodo Maí� Trigo Lino Mab: Trigo Lino 1946 41.889
1945/1946 3.574,2 3.907,0 964,1 572,0 2.358,0 135,0 1947 41.966
1946/1947 5.814,7 5.615,0 1.034,3 2.200,0 1.367,0 37,0 1948 42.264
1947/1948 5.200,0 6.500,0 901,0 2.366,0 2.284,0 0,0 1949 42.352

l94&'1949 3.450,0 5.200,0 432,8 2.534,0 2.174,0 0,0 1950 42.043

1949/1950 836,4 5.144,0 675,8 1.063,0 1.847,0 0,0 1951

1952
. 42 . .583
43.438
1950/)951 2.670,0 5.796,0 559,2 794,0 2.767,0 139,0
1953 45.376
1954 47,517
gobierno. En 1947, Eva Perón visitó Madrid y Sevilla, fue recibida apoteóticamente 1955 48.270
por 500.000 personas y condecorada con la Orden de Isabel la Católica. Por su parte,
el gobierno argentino condecoró al dictador español con la Orden del Liberlador de Fuente: Gluck; Susana (1977).
América José de San Martín.
90 Rapoport, Mario (2002).
91 Villarruel, José (1990).
92 Cafiero, Antonio (1974). 94 Villarruel, José (1990).
93 Rougier, Marcelo (2007). 95 Barsky, Osvaldo (1988).

232 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rtbnzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 233
 Además, el incremento poblacional y la recuperación del con­
sumo interno dedujeron los saldos exportables.
Así, el porcentaje de la producción de carne consumida en el
mercado interno creció del 75% al 89% entre 1946 y 1952,96 pro­
ducto de que el consumo per cápita se había elevado desde los
79,2 a los 84,6 kilogramos por habitante.
La elevación del consumo popular de carne produjo una fuerte
suba de precios y ciertos desabastecimientos en el mercado local.
El gobierno detectó la existencia de redes de operadores urbanos
que lucraban con la carne a través de mataderos clandestinos, en­
tre aquellos especuladores estaba el cuñado del presidente, Juan
Duarte.97
Mientras que en el período 1945­1948, el índice promedio
del volumen físico de las exportaciones agropecuarias (1935­
1939 = 100) alcanzó el 86,6%, en 1949 se ubicó en el 56,1 %.98
La caída de los precios agrícolas internacionales, registrados a
partir de 1949­1950, y la sequía sufrida por los productores argen­
tinos agudizaron aún más ese retroceso.
La finalización del ciclo positivo de precios de posguerra mo-
dificaba la ecuación económica sectorial, afectando profundamente
al sector agropecuario argentino.
La sequía de 1951­1952 produjo que los ganaderos perdieran
casi todos los pastoreos naturales necesarios para el engorde de
la hacienda.

3.12 Consume per c.ápita por habitante 3.13 Volumen f!sico de las exportuclones
de carne (k¡¡ por habitante)
Índice base 1950 "' JO()
Periodo 1942-1955
Años Exportaciones ganaderas Exportaciones agrícolas Total
Año Consumo de carne vacuna
1946 130,2 112 123
1942 68,7
1947 123,7 112,3 11S,5
1943 65,5
1948 113,7 98,7 97,3
1944 67,8
1949 83,7 74,1 72,S
1945 70,8
1950 100 100 100
1946 79,2
1951 60�'1 76,4 78,6
1947 86,3
1952 64,2 49,5 51
1948 90,8
Fuente: Viltanuel; José (1990).
1949 91,6
1950 94,1
3.14 Volumen fisico de la producción de carne
1951 92,7 (Promedio general del quinquenio)
1952 84,6 Índice (1935-1939) = 100
19S3 84,2 Periodo 1940-1954
1954 85,2 Quinquenio indice
1955 91,5 1940-1944 101,4
Puente: Fetreres, Orlando (2005). 1945­1949 116,7
1950­1954 114
Las exportaciones cárnicas sufrieron una severa contracción, Fuente; Conade. Plan Nacional de Desarrollo 1970.
a partir de 1949, lo que sumado a la caída de las exportaciones
agrícolas produjo un brusco retroceso del volumen físico expor­ Un año más tarde, la reversión del saldo favorable de la balanza
tado. comercial del trienio anterior y la caída de las reservas ­ya evi­
96 Cattaruzza, Alejandro (2009).
97 Pigna, Felipe (2008). 98 Villarruei, José (1990).

234 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 235
denciada a fines de 1948­ encendieron las luces de alarma. Si no
se contaba con las divisas necesarias, el modelo distributivo entraba
en crisis.
En ese contexto, el gobierno devaluó la moneda doméstica,
endureció los controles de importaciones y firmó un convenio de
intercambio comercial con Gran Bretaña. A cambio de la adqui­
sición de carbón, petróleo y bienes industriales ingleses, la Argen­
tina se aseguró cuotas de mercado para su producción agrícola­
ganadera.
Sin embargo, la devaluación de un 30,5% de la libra esterlina
trajo como consecuencia la suspensión de los términos de ese acuer­
do comercial. Ante la depreciación de la moneda inglesa, el IAPI
respondió modificando los precios de los productos comercializa­
dos. Pero el gobierno inglés se negó a aceptar ese incremento y,
por lo tanto, Argentina decidió suspender los embarques a partir
de junio de 1950. Luego de arduas discusiones se firmó en abril
de 1951 el protocolo Paz­Edwards en el que terminaron acordando
las pautas a seguir en la comercialización futura.99 Ese acuerdo
volvió a ser renegociado a finales de 1952.
Si bien la balanza comercial volvió a mostrar números positivos
en 1950, durante los dos años siguientes el saldo volvió a estar en
rojo aun cuando en 1951 se asistió a una transitoria recuperación
de los precios por efecto de la guerra de Corea.
En 1952, el volumen de las exportaciones­medidas en términos
monetarios­ se retrajo más de un 40% con relación al año anterior.
La disminución de la renta agropecuaria obligó a un cambio en
la orientación de la política agropecuaria.
Para estimular al sector se tomaron un conjunto de medidas:
el IAPI comenzó a comprar las cosechas a precios superiores a
los vigentes en los mercados internacionales.P' se promovió la
importación de maquinaría agrícola utilizando una tasa de cambio
preferencial, 101 se distribuyeron semillas a precios subsidiados,
se promovió el uso de abonos y fertilizantes, se organizó un ser­
vicio nacional de sanidad agropecuaria, se construyeron decenas
de silos y se multiplicaron los créditos dirigidos hacia el sector
rural.
99 Villarruel, José (1990).
100 Ya desde 1950, el JAPI venía mejorando los precios relativos pagados a la
producción agropecuaria.
101 En 1949, el gobierno lanzó un Plan Trienal para fomentar la importación de
tractores e implementos agrícolas a tasas de cambio diferenciales. La medida apuntó
a incrementar 13 productividad sectorial mediante una mayor mecanización de las
tareas rurales.
236 / Diego Pubmzal: Histor,a económica argentina (1880 2009)
Por ende, el IAPI se endeudó con el sistema bancario oficial
a un ritmo vertiginoso y al ser liquidado ­en 1956­ su <leuda se
calculaba en 20.000 millones de pcsos.102
Además de esas medidas, la devaluación de la moneda domés­
tica mejoró los márgenes de rentabilidad del sector agropecuario.w'
El Segundo Plan Quinquenal ­anunciado en diciembre de 1952­
formalizó este cambio de política oficial. El gobierno sostuvo que
"el campo necesita seguridad y tranquilidad para producir" y afirmó
que "no hay latifundio si la tierra produce" y, además, que era
necesario procurar "reformas sociales equilibradas" .104
De todas formas, el cambio de política oficial no obtuvo resul­
tados satisfactorios. El área sembrada cerealera en 1955 fue tres
millones de hectáreas menor a la del quinquenio 1940­1944. En
cambio, la producción ganadera creció en cantidad de cabezas y
en tonelaje faenado.P'
S. El proceso de nacionalización económica
5.1. La nacionalización de los ferrocarriles,
teléfonos y servicios públicos
El peronismo profundizó las tendencias intervencionistas pre­
vias en el plano económico ayudado por un contexto propicio para
la adopción de medidas tendientes al fortalecimiento del rol estatal
y de la autonomía nacional.
Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, la Argentina era
un acreedor externo neto pero su principal deudor, Inglaterra, se
encontraba en un virtual estado de insolvencia. 106
Los saldos comerciales favorables acumulados en el Banco de
Inglaterra eran de 112 millones de libras que se encontraban blo­
queadas a fines de 1945.1º7
La imposibilidad de utilizar esas divisas por parte de la Argen­
tina recién pudo resolverse cuando se. utilizaron para nacionalizar
los ferrocarriles en 1947.
El proceso de nacionalización ferroviaria comenzó con la ad­
102 Girbal­Blacha, Nocmí.
103 En 1950, la clcprcciación cambiaría fue del orden del 48,5%. Fuente: Gerchu­
noff y Llach ( 1998).
104 Girbal­Blacha, Noemí.
105 Rapoport, Mario (2000).
106 Los británicos debían 3.500 millones de libras, de los cuales 2.72..'í se repartían
entre India, Egipto e Irlanda, y el resto entre Canadá, Australia y la Argentina. Fuente:
Horowicz, Alejandro (1990).
107 Basualdo, Eduardo (2004).
Diego Rubinzal: Histor•a ecorórrrca argentina (1880-2009) / ?37
quisición de los ferrocarriles franceses, que administraban una por­
ción minoritaria de los ramales totales, en diciembre de 1946.
La transferencia de los ferrocarriles británicos implicó arduas
negociaciones entre el gobierno inglés y el argentino.
El primer paso fue la firma de un tratado entre el presidente
del Consejo Económico Nacional Miguel Miranda y el jefe de la
misión comercial británica Wilfred Eady, en septiembre de 1946,
en el que acordaron una serie de cuestiones referidas a los millones
de libras esterlinas que la Argentina tenía bloqueadas en el Banco
de Inglaterra.
El acuerdo alcanzado incluyó los siguientes puntos: mantenía
el bloqueo de las libras pero Inglaterra abonaría un 0,5% de interés
y la Argentina dispondría libremente de 5 millones de libras por
año. A su vez, las futuras exportaciones argentinas serían cance­
ladas con libras esterlinas de libre disponibilidad y a Inglaterra se
le concedió el privilegio de monopolizar la compra de carne ar­
gentina. Con respecto a los ferrocarriles, el tratado acordaba la
creación de una compañía mixta argentino­británica encargada de
analizar las cuestiones referidas a la adquisición estatal de esas
empresas1º8 y la prórroga de las franquicias impositivas previstas
en la Ley Mitre que vencían el 12 de enero de 1947.109
Los términos del tratado fueron duramente cuestionados por
la oposición política que sostuvo que los ferrocarriles debían pasar
integralmente a manos del Estado sin resarcimiento alguno, o a
un precio inferior al finalmente acordado, ya que al vencerse todas
las franquicias tributarias y aduaneras el valor de las compañías
decaía notablemente porque sus bienes eran material rodante ob­
soleto. De acuerdo a esta visión, la nacionalización de los ferro­
carriles era funcional a los deseos ingleses.P"
Ya en 1940, un informe del Banco Central reveló que el gobierno
británico había expresado el deseo de que la Argentina comprara
los ferrocarriles ingleses.!"
108 En realidad era una suerte de nacionalización sut generis ya que el Estado se
hacía cargo del pasivo de las compañías y a cambio se le concedía un tercio de las
acciones. Por otra parte, la nacionalización del servicio ferroviario era una medida
auspiciada por las propias compañías extranjeras. En 1940, las cuatro empresas fe.
rroviarias inglesas (Sud, Central Argentino, Oeste y Pacífico) encomendaron al doctor
Federico Pinedo ­cx y futuro ministro de Hacienda­ la redacción de un Plan de
Nacionalización de los Ferrocarriles Particulares vinculado al Plan de Reactivación
Económica que el Poder Ejecutivo había enviado al Congreso. Fuente: Puiggrós, Ro­
dolfo (2006). Algunos opositores cuestionaron la medida sosteniendo que se estaban
comprando hierros viejos. Scalabrini Ortiz terció en esa polémica afirmando que se
estaba comprando soberanía nacional.
I09 Irazusta, Julio (1956).
110 Garnbini, Hugo (1971).
111 Portnoy, Leopo!do (1961 ).
238 / Diego Rubír,zal: Hstora econórrnca argentina (1880-2009)
Si bien el 13 de febrero de 1947 se firmó el contrato de traspaso
de los ferrocarriles británicos a manos argentinas, las autoridades
inglesas violaron los términos del acuerdo cuando declararon la
inconvertibilidad de la libra esterlina.
El incumplimiento inglés dio origen a nuevas negociaciones que
culminaron, en febrero de 1948, con la firma del llamado 'Acuerdo
Andes".
El 12 de mayo de 1948, el gobierno argentino tomó formalmente
posesión de los ferrocarriles en un multitudinario acto público.112
La nacionalización de los ferrocarriles implicó un fuerte retro­
ceso de las inversiones inglesas en la Argentina. A partir de ese
momento, la primacía extranjera quedaría en manos de los capitales
norteamericanos.
El gobierno nacional también nacionalizó la empresa telefónica
"The United River Plate Company Ltd.", subsidiaria de la nortea­
mericana ITI, el 3 de diciembre de 1947.
En el convenio de traspaso se estableció que la ITT propor­
cionaría asistencia técnica a la nueva compañía estatal por el tér­
mino de diez años.
La estatización de los servicios públicos y la cancelación anti­
cipada de empréstitos tuvo un costo total de 983 millones de dólares
(645 millones para adquirir los ferrocarriles, 95 millones para la
compra de la Unión Telefónica y 243 millones para cancelar em­
préstítosj.!'!
La nacionalización de los servicios públicos implicó un retroceso
del capital extranjero radicado en la Argentina.
Mientras que ese capital equivalía al 50% del activo fijo total,
en 1913, su participación decayó al 5% en 1955. En el mismo
sentido, las remesas al exterior por utilidades y/o intereses deca­
yeron del 58% al 2% del valor de las exportaciones entre 1910­1914
y 1955.114
La nacionalización de los servicios públicos tuvo una amplia
aceptación en la sociedad y en la dirigencia política, más allá de
las críticas referidas al precio acordado.
En cambio, la cancelación anticipada de los empréstitos no con­
tó con ese nivel de consenso porque los plazos de cancelación
superaban los 10 años y la fecha de vencimiento más próxima era
alrededor de 1950.
El apuro por cancelar esa deuda no se explicaba debido a
112 Za!ducno, Eduardo (1975).
113 Horowicz, Alejandro ( 1990).
114 Ferrcr, Aldo (2004).
Diego Rub1nza1: Historia económca argentina (1880-2009) / 239
que las condiciones de los empréstitos eran muy favorables: la
3.16 Evolución di? las reservas internacionales
tasa de interés era inferior al tres por ciento anual y casi el 50%
de la deuda pertenecía al área de la libra. Eso determinaba que En millones de dólares
los servicios de la deuda fueran cada vez más baratos porque la Año Reservas
moneda inglesa se devaluaba progresivamente con respecto al ¡94:; 994
dólar.115 1944 1.296
El dato positivo fue que el rescate de la deuda pública redujo
1945 1.639
los servicios del capital externo de 170 a 10 millones de dólares
(entre 1946 y 1948).116 1946 1.733
1947 1.176
1948 772
3.15 Deuda externa como porcentual del PIB
1949 665
Periodo 1938-1949
1950 843
Año Poreentaje
1951 708
1938 12,10%
1952 608
1939 13,60%
1953 633
1940 12,90%
1954 654
1941 11,60%
1955 509
1942 9,40%
Fuente: Memoria del Banco Central (1958).
1943 8%
1944 4,20%
1945 3,40% Además de los ferrocarriles y de la empresa telefónica, el
1946 0,50% peronismo nacionalizó depósitos bancarios, puertos,118 servicios
de gas,119 usinas eléctricas, compañías de tierras e inmobiliarias,
1947 0,30%
hoteles, frigoríficos, edificios y terrenos que pertenecían a
1948 0,20% las compañías ferroviarias, seguros, reaseguros y elevadores de
1949 0,10% granos.
Fueme: Naciones Unidas, Suuistlcal ltarbook. En materia de transporte automotor, el gobierno disolvió la
polémica Corporación de Transportes de la ciudad de Buenos Aires
que prestaba el servicio urbano de pasajeros. El gobierno anterior
La adquisición de los ferrocarriles y de la empresa telefónica ya había iniciado un juicio de expropiación en enero de 1946, que
y la cancelación anticipada de los empréstitos explicaron la dis­ fue concluido en septiembre de 1948 cuando se procedió a liquidar
minución registrada en las reservas internacionales a partir de definitivamente esa corporación.
1947.
Mientras que en 1946 las reservas del Banco Central cubrían 118 Fueron nacionalizados los puertos de San Nicolás, El Dorado, Záratc, Arroyo
alrededor de dos años y medio de importaciones, dos años más Las Parejas (Bahía Blanca), Puerto Galván, Ingeniero White, San Isidro, Madryn,
Bajada Grande (Paraná), lbicuy, Villa Constitución y Dock Sud. Fuente: Wright,
tarde sólo alcanzaban para poco más de cinco meses. 111 Winthrop (1980).
119 Ya en 1945 se había nacionalizado el servicio de gas de la Capital Federal.
Entre 1947 y 1948, el Estado adquirió las compañías que prestaban el servicio en !a
115 Horowícz, Alejandro (1990). Provincia de Buenos Aires y extendió la red con nuevos centros de distribución, re­
116 Eshag, E. y Thorp, R. (1969). bajando las tarifas un 30%. Así, el número de clientes de los servicios de gas pasó
117 Villarruel, José (1990). de 216.000 en 1943 a 400.000 en 1949. Fuente: Rapoport, Mario (2000).

240 I Diego Rubinzal: Historia ecooómca argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia ecorómka argentina (1880-2009) / 241
5.2. Las empresas públicas
La participación estatal en la esfera económica no se limitó a
las nacionalizaciones de las compañías ya existentes, sino que tam­
bién se conformaría una vasta red de empresas públicas.
Las creaciones de Yacimientos Carboníferos Fiscales (1946),120
Agua y Energía (1948), la compañía de aviación estatal "Aerolíneas
Argentinas"!" (1950), la empresa química mixta Atanor y la side­
rúrgica Somisa (creada a través de la promulgación de la Hamada
Ley "Savia" en 1947) e Industrias Aeronáuticas y Metalúrgicas del
Estado fueron algunos de los tantos ejemplos de ello.
El inicio de la construcción de Somisa dio cuenta del papel
desarrollado por el Estado durante esa etapa histórica. Azpiazu y
Basualdo sostienen que "dada la magnitud de los capitales deman­
dados, se consideró que las inversiones sólo podían ser encaradas
por el sector público, que de esta forma facilitaría y garantizaría
el desarrollo de los laminadores privados existentes en el país y,
por otro lado, induciría la incorporación y maduración de nuevas
firmas privadas en la elaboración de productos finales" .122
La relevancia del desarrollo de este emprendimiento estaba
dada por su carácter de industria básica, generadora de importantes
encadenamientos productivos y dinamizadora de los procesos de
industrialización sustitutiva.123
El aumento de la producción de acero nacional se constituía
en un elemento clave para abastecer a la industria de bienes de
consumo durable y descomprimir las presiones sobre la balanza
de pagos generada por la compra de acero importado.
La intervención estatal en la industria siderúrgica no sería una
rareza argentina. Entre las décadas de 1940 y 1960 se instalaron
plantas integradas de propiedad estatal en Brasil, México, Vene­
zuela y Chile.124
Por otra parte, la irrupción de Somisa favoreció el desarrollo
de empresas privadas como Acíndar, que había nacido en la década
de los 40 como productora de hierro redondo.P'
Otra empresa pública importante fue JAME (Industrias Aero­
120 Empresa creada sobre la base de la antigua Dirección General de Combustibles
Sólidos.
121 Resultado de la fusión de las empresas mixtas Alfa, Zonda, Aeroposta y Rota
Aérea Mercante Argentina (FAMA).
122 Azpiazu, Daniel y Basualdo, Eduardo (1995).
123 Soul, Julia (2008).
124 Soul, Julia (2008). . . .,
125 La ampliación de Aclndar fue llevada adelante en 1951 en Villa Constitución
(localidad elegida por estar situada cerca de Somisa),
242 / Diego Rub111Zal: Historia económica argentina (1880-2009)
náuticas y Metalúrgicas del Estado), asentada sobre las antiguas
instalaciones cordobesas de la ex Fábrica Militar de Aviones. La
planta de JAME, diseñada para la fabricación de automóviles na­
cionales, se comenzó a construir el 2 de diciembre de 1951 y fue
culminada en el término de siete rncses.126
La presencia de IAME produjo el surgimiento de una extensa
red de proveedores autopartistas. Muchos de ellos comenzaron
sus actividades gracias a los créditos otorgados por el Banco de
Crédito Industrial que desde el año 1948 otorgó un volumen de
préstamos que superaba el 50% del financiamiento total bancario
recibido por la industria.P?
La Argentina también produjo un avión a reacción, el Pulqui II,
capaz de desarrollar una velocidad de 900 kilómetros por hora. 128
Por su parte, la Dirección Nacional de Industrias del Estado
(DiNIE) administraba las empresas industriales al�manas que .ha­
bían pasado a manos estatales como consecuencia del confhcto
bélico. La DiNIE llegó a manejar 36 empresas que desarrollaban
una amplia gama de actividades (metalúrgicas, construcciones, quí­
micas, electricidad, combustibles).
La nacionalización de empresas preexistentes y la creación de
nuevas compañías públicas tuvieron corno lógico correlato el in­
cremento del empleo público.
Así, el plantel de empleados públicos pasó de los 324.400 (pe­
ríodo 1935­1939) a los 883.000 (1945­1949).129
De acuerdo a los datos aportados por Salvador Treber, el em­
pleo público creció a una tasa anual del 6,7% entre 1943 y 1955.130
5.3. La reforma constitucional La incorporación de la
nacionalización económica al plexo constitucional
La reforma constitucional de 1949 le confiaría al Estado un
papel relevante en el proceso económico, abandonando la neutra­
lidad propia de las concepciones liberales que impregnaban la
Constitución de 1853.131
Las elecciones constituyentes, celebradas el 5 de diciembre de
126 Harari, Ianina (2009). .
127 Altimir, Osear; Santamaría, Horacio y Sourrouillc, Juan (1967) sostienen que
esa relación llegó al 78,3% en 1949. ,
128 Pigna, Felipe (2008) señala que "En 1955 t�dos lo� .Proyectos �ereos de la
Argentina fueron abandonados por las nuevas autoridades libertadoras , por orden
de Ja Fuerza Aérea de Estados Unidos que ofreció a cambio la provisión gratuita de
185 aviones caza, de los que sólo llegarían 25 en pésimo estado dos años después".
129 Trcbcr, Salvador (1979).
130 Uach, Juan José (1978).
131 Cholvis, Jorge (2009).
Diego Rub1nzal: Historia económica argent,na (1880-2009) / 243
1948, le otorgaron un amplio triunfo al peronismo, que capturó
algo más del 60% de los votos.t" Esa cómoda mayoría le permitió
al oficialismo aprobar la reforma, el 11 de marzo de 1949, a pesar
del retiro de los convencionales opositores.
El estratégico artículo 40 de la nueva Constitución consagró la
nacionalización de los servicios públicos estableciendo: "la orga­
nización de la riqueza y su explotación tiene por fin el bienestar
del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los prin­
cipios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá
intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad,
en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites
fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Cons­
titución. Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo
del Estado, de acuerdo con las limitaciones y el régimen que se
determine por ley, toda actividad económica se organizará con­
forme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga por fin
ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales, eliminar
la competencia o aumentar usurariamente los beneficios. Los ser­
vicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún
concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación.
Los que se hallaran en poder de los particulares serán transferidos
al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización
previa, cuando una ley nacional lo determine. El precio de la ex­
propiación de empresas concesionarias de servicios públicos será
el del costo de origen de los bienes afectados a la explotación,
menos las sumas que se hubieren amortizado durante el lapso cum­
plido desde el otorgamiento de la concesión y los excedentes sobre
una garantía razonable que serán considerados también como re­
integración del capital invertido".
Además, la Constitución prohibió la explotación petrolera por
parte de las compañías privadas y extendió el universo de derechos
sociales.133
El doctor Arturo Sampay, padre ideológico de esa Constitución,
sostendría: "la llamada nacionalización de los servicios públicos y
de las riquezas básicas de la colectividad, además de haber sido
aconsejada por razones políticas, como la seguridad del Estado, y
132 El pcronismo obtuvo 1.590.634 votos, el radicalismo 834.436, los comunis­
tas 85.355, los nacionalistas 2.109 y 180.000 ciudadanos votaron en blanco.
133 El Capítulo III de la Constitución de 1949 reconocía el derecho a trabajar,
a una retribución justa, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo, a la pre­
servación de la salud, al bienestar, a la seguridad social, a la protección de la familia,
al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses profesionales. Curiosamente
el derecho de huelga no se incorporó al plexo constitucional.
El Capítulo IV trataba sobre la función social del derecho de propiedad, el capital
y la actividad económica.
244 / Diego Rubinzal: Historia económ:ca arqemina (1880-2009)
por consideraciones económicas, como el acrecentamiento de la
producción de esas riquezas ­ya que para hacerlas rendir al máximo
la técnica moderna exige una orientación colectiva y amplia, sólo
posible en manos del Estado­, ha sido movida también por la
necesidad de convertirlos en instrumentos de la reforma social.
Porque la nacionalización o estatización de los servicios públicos
­que es lo mismo­, al suplantar el espíritu y la organización ca­
pitalista de su gestión, permite fijar el precio y la distribución del
servicio, no en procura del lucro privado, sino por criterios de
utilidad social". 134
La reforma constitucional también habilitó la reelección presi­
dencial y suprimió el Colegio Electoral, al disponer la elección
directa del presidente y vicepresidente de la Nación.13�
La reforma constitucional estaba inspirada en las concepciones
peronistas que pugnaban por una rcdefinición de la noción de la
ciudadanía dentro de un contexto más amplio, esencialmente social.
Como afirma Daniel James, "la ciudadanía ya no debía ser definida
más simplemente en función de derechos individuales y relaciones
dentro de una sociedad política, sino redefinida en función de la
esfera económica y social de la esfera civil [ ... ] al subrayar cons­
tantemente la dimensión social de la ciudadanía, Perón desafiaba
en forma explícita la validez de un concepto de democracia que
la limitaba al goce de derechos políticos formales, y a la vez am­
pliaba ese concepto hasta hacerlo incluir en la participación en la
vida social y económica de la Nación".136
La inclusión de los derechos sociales significaba una novedad
en la tradición constitucional argentina y aproximaba la Carta Mag­
na a otras que se inscribían en el constitucionalismo social como
el caso de la Constitución mexicana de 1917, la alemana de la
República de Wcimar y la de la República española.P?
La consagración constitucional de nuevos derechos se sumaba
al reconocimiento otorgado a las mujeres para que ejerzan el su­
fragio.
El 23 de septiembre de 1947, en un multitudinario acto cele­
brado en Plaza de Mayo, Perón había firmado el decreto que puso
en vigencia la ley que instauraba el voto femenino.
134 Sampay, Arturo (1949).
135 La reforma del artículo 77 habilitó la reelección de Pcrún. E! radicalismo
sostuvo que ése era el verdadero objetivo de la reforma y sus 48 convencionales se
retiraron de la Convención Constituyente aduciendo la ilegitimidad de la misma ya
que la ley convocantc (ley 13.233) había sido aprobada únicamente por dos tercios
de los legisladores presentes y no por los dos tercios de todo el cuerpo parlamentario.
136 James, Daniel (1990).
137 Cattaruzza, Alejandro (2009).
Dtego l�uo nza1: His:or,a eco-emes argen!:'1a ( � 880-?089} / ;,i,:5
 Ese reconocimiento estaba en línea con decisiones análogas
adoptadas por otros países latinoamericanos gobernados por man­
datarios adscriptos a las llamadas concepciones nacional­populares
(el Brasil de Getulío Vargas [1932], la Bolivia de Paz Estensoro
{1953] y la Guatemala de Jacobo Arbenz [19451).
El padrón electoral creció sustancialmente debido al voto fe­
menino y a la creación de jurisdicciones provinciales en los antiguos
territorios nacionales que habilitaban a sus habitantes a ejercer el
derecho al sufragio. Así, los ciudadanos con derecho a voto pasaron
de los 3.800.000 en 1948 a los 8.630.000 en 1951.138
El ensanchamiento de los derechos sociales y políticos coexistió
con actitudes autoritarias del gobierno nacional (censura ejercida
por el secretario de Prensa y Difusión Raúl Alejandro Apold, clau­
sura del periódico socialista La Vanguardia, encarcelamiento de
líderes opositores, 139 intervención de las Universidades y cesantía
de profesores, 140 asesinato ­por parte de la policía rosarina­ del
doctor comunista Ingalinella, secuestro y tortura del estudiante
universitario comunista Ernesto Mario Bravo, intervención de sin­
dicatos díscolos tales como la Fotia tucumana, la Federación de
la Carne, los metalúrgicos y los ferroviarios, expropiación del opo­
sitor diario La Prensa,141 intervención federal de Corrientes ­la
única provincia en la cual el peronismo había perdido las eleccio­
nes­,142 prohibición de utilización de la radio en las campañas elec­
torales por parte de los candidatos de la oposición).143
Otra medida muy criticada por la oposición política fue la des­
titución de cuatro jueces de la Corte Suprema y del procurador
de la Nación mediante la aplicación del instituto del juicio político
en abril de 1947.
138 Cattaruzza, Alejandro (2009).
139 El dirigente Ricardo Balbín fue desaforado y encarcelado durante nueve meses
en la cárcel de Olmos.
140 Se calcula que alrededor de 1.000 profesores fueron cesantcados o renunciaron
por cuestiones ideológicas. Por el contrario se incorporaron a las aulas universitarias
un conjunto de profesores europeos emigrados (húngaros, rumanos, croatas) entre
los que se destacaron personalidades como Esteban Cottely, Oreste Popescu y Uros
Bacis.
141 El diario La Prensa tenía una tirada diaria de 450.000 ejemplares y, en 1951,
fue expropiado y entregado a la CGT.
142 Durante los dos gobiernos peronístas (1946­1955) se efectivizaron quince in­
tervencíones federales. Salvo el caso correntino, las intervenciones buscaban aplacar
las disputas intestinas entre sectores del partido peronista,
143 'Ierán (2008) menciona la expulsión de los miembros de la Academia de
Letras que no avalaron la candidatura al Nobel de Literatura de Eva Duarte de Pcrén
por su libro La rozón de mi vida.
Esa autobiograffa habla sido declarada por el Congreso nacional texto obligatorio
para todos los niveles de educación a partir de 1952.
246 / Dieg:> Rubtnzal: Historia ecooórnca argentiM (1880-2009)
6. Las politicas sociales
6.1. La Fundación Eva Perón
El pcronismo inauguró un inédito activismo en materia de po­
líticas sociales expandiendo el acceso, la intensidad y la calidad de
los servicios educativos, de salud pública y de infraestructura so­
ciaI.t44
La Fundación de Ayuda Social María Duarte de Perón­" fue
el instrumento privilegiado para ejecutarlas, a tal punto que algunos
autores la catalogaron como un verdadero "Estado dentro de otro
Estado" .146º
Creada el 19 de julio de 1948, la Fundación se transformó en
el bastión de la política asistencial peronista. Bajo el lema acuñado
por Evita: "Donde hay una necesidad, hay un derecho", la Fun­
dación construyó escuelas, hospitales, hogares de ancianos y de
madres solteras, maternidades, policlínicos147 y viviendas popula­
res.148 Además otorgó becas estudiantiles, instrumentos de trabajo;
creó una Escuela de Enfermería ­cn realidad fue sucesora de una
institución que dependía de la Sociedad de Beneficencia­; repartió
juguetes, materiales de construcción y electrodomésticos; abrió 170
proveedurías que vendían artículos de primera necesidad a muy
bajos precios; organizó campeonatos deportivos juveniles e infan­
tiles; impulsó el turismo social'< y otorgó préstamos a sindicatos,
empresas y provincias, 150 entre otras cosas.
Las actividades de la Fundación estaban financiadas por fondos
144 Stawski, Martín y Cortés, Ricardo (2008).
145 El B de julio de 1948, el decreto 20.564, firmado por el presidente Juan Pcrón
y el ministro de Justicia e Instrucción Pública Belisario Gaché Pirán, creó la "Fundación
de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón". El 25 de septiembre de 1950 pasó a
denominarse Fundación Eva Per6n. Fuente: Navarro, Marysa (2007).
146 Plotkin, Mariano (2007).
147 Se: construyeron policlínicas en Avellaneda, Lanús, San Martín, Ezciza, Ca­
tamarca, Salta, Mcndoza, Jujuy, Santiago del Estero, San Juan, Corrientes, Entre Ríos
y Rosario.
148 Se destacó especialmente la construcción del barrio Presidente Perón y Ciudad
Evita.
149 A tal fin se construyeron los hoteles de Chapadmalal ­cerca de Mar del
Plata­, de Uspallata (en Mendoza) y en Embalse Río Tercero (Córdoba). El creci­
miento del turismo social también fue posible por el accionar sindical. En aquellos
años, los sindicatos construyeron numerosos hoteles que permitieron a los trabajadores
vacacionar a precios accesibles. Cattaruzza (2009) detalla que '� Mar del Plata habían
arribado, en el verano de 1930, unos 65.000 turistas; en 1940, los veraneantes
eran 380.000, y en 1955 llegaban a 1.400.000".
150 Para 1952, el total de la suma de préstamos ascendía a 25 millones de pesos
aproximadamente y los créditos se daban en un plazo no mayor a dos años, salvo
excepciones aprobadas por el Consejo. Fuente: Srawski, Martín y Cortés, Ricardo
(2008).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (i880·2009) / 247
públicos151, aportes sindicales, empresariales y retenciones obliga­
torias a los emplcados.152
Eva Perón llegó a cuestionar públicamente las tareas de la So­
ciedad de Beneficencia153 y se ocupó de destacar que las "damas
de beneficencia" se limitaban a realizar actos de caridad. Para
Evita, la ayuda social se distinguía de la caridad porque se brindaba
como un acto de reparación y justicia y porque era otorgada por
iguales que conocían la necesidad sin depender del dinero que les
sobraba a unos pocos.P'
En su libro La razón de mí vida, Evita afirmaría que "la limosna
para mí fue siempre un placer de los ricos; el placer desalmado
de excitar el deseo de los pobres sin dejarlo nunca satisfecho. Y
para eso, para que la limosna fuera aún más miserable y cruel,
inventaron la beneficencia y así añadieron al placer perverso de
la limosna el placer de divertirse alegremente con el pretexto
del hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia son, para
mí, ostentación de riqueza y de poder para humillar a los hu­
mildes".
6.2. Los beneficios jubilatorios
La generalización de los beneficios jubílatorios que hasta en­
tonces estaba reservada a un pequeño universo de trabajadores
( una de las más importantes era la de empleados de comercio que
había sido creada en 1944) fue una de las medidas más trascen­
dentes de la gestión justicialista,
151 Ley 13.941: daba a la FEP el tres por ciento del impuesto establecido a la
venta de boletos de sport en las agencias de apuestas del Hipódromo Argentino de
la Capital; resolución 266: la CGT debía transferir a la FEP los salarios correspondientes
a los trabajadores sindicalizados del 111 de mayo y del 17 de octubre; ley 13.992: se
le encomendaba a la FEP la atención del Turismo Social y se le daba el dos por
ciento de lo producido, establecido por decreto 33.302/45 a cargo de empicados y
obreros; ley 5627 de Buenos Aires: impuesto del tres por ciento sobre las apuestas de
la provincia; ley 14.048: el Estado dona a la FEP tres millones quinientos mil pesos
por la realización de campeonatos deportivos. También, para ampliar los servicios
sociales y asistenciales se donan 25 inmuebles de propiedad nacional o municipal a
la FEP, como también todos los bienes muebles, construcciones, instalaciones, imple­
mentos, semovientes y demás elementos de propiedad del Estado existentes e11 dichos
inmuebles; ley 14.044: le designaba a la FEP las multas sobre juegos de azar; ley
14.060: se destinaba a la FEP el producido de la contribución única a cargo de la ex
empresa mixta Telefónica Argentina; decreto 7025; se le otorgaba a la FEP un por­
centaje sobre un aumento al personal de la Administración Pública; ley 14.231: intro­
ducía el seguro de vida obligatorio para espectadores y participantes de espectáculos
deportivos. Fuente: Stawski, Martín y Cortés, Ricardo (2008).
152 En ese último caso se fijaron dos fechas: el 1° de mayo y el 12 de octubre.
153 La Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires había sido creada en 1823 por
un decreto del ministro Bcrnardino Rivadavia. La entidad 5c financiaba mayoritaria­
mente con fondos públicos y fue intervenida por el gobierno peronista en 1946.
154 Martín, Ana Laura (2D08).
248 / Diego Rubinz.al: Historia económica argentina (1880-2009)
Las cajas de jubilaciones que apenas contaban con 300.000 afi­
liados en 1944 pasaron a cubrir a 3.500.000 trabajadores apenas
cinco años después. rss
Así, los trabajadores de la industria (1946), los trabajadores
rurales e independientes, los profesionales y empresarios (1954) y
los trabajadores del servicio doméstico (1955) pasaron a contar
con sus propias cajas.
El beneficio jubilatorio dejó de ser un privilegio para sólo algunos
empleados de determinadas ramas de la actividad económica, y el
acceso a la cobertura previsional pasó a depender exclusivamente de
estar incluido dentro del mercado de trabajo formal.P"
Por su parte, con la sanción de la ley 14.370 (1954), se abandonó
la lógica de capitalización individual imperante en los regímenes
jubilatorios existentes hasta ese momento. El criterio de reparto
se impuso como el nuevo paradigma previsional.
La recaudación neta proveniente de los nuevos aportantes al
sistema se aproximó, durante los primeros años, al 4% del PIB.157
Las contribuciones sobre salarios y seguridad social represen­
taron el 35,72% de los recursos recaudados por el Estado en 1954,
constituyéndose en la principal fuente de fondos de origen tribu­
tario. El segundo lugar lo ocupaban los impuestos internos con
el 34,77% del total, seguido por el producido del impuesto a las
ganancias de capital (21,11 % ). isa
Otra fuente de recursos adicionales fue la implementación de
un impuesto a los beneficios eventuales que recaía sobre una base
amplia de ganancias de capital por venta de inmuebles, acciones;
premios de lotería, entre otros.
6.3. El problema de la vivienda. La salud y la educación pública
La política crediticia oficial facilitó el acceso a la vivienda propia
ya que el Banco Hipotecario Nacional ampliaría sustancialmente
sus líneas de créditos a bajas tasas de interés destinadas a la cons­
trucción de viviendas familiares.
La aprobación, en 1948, de la Ley de Propiedad Horizontal
estimuló la construcción de edificios de departamentos.
Además, el Estado construyó más de 300.000 unidades habita­
cionales que eran pagadas por los trabajadores en cuotas mensuales
descontadas de sus salarios.159
155 Gambíni, Hugo (1971).
156 Arza, Camila (2009).
157 Gcrchunoff y Llach (1998).
158 Datos extraídos de Neffa, Julio César (1998).
159 Pigna, füipe (2008).
Diego Rub'nzal Historia económica argentina (1880-2009) / 249
 A pesar de eso, las multitudinarias migraciones internas desde
los sectores rurales produjeron la aparición de las primeras villas
miserias en la ciudad de Buenos Aires y partidos vecinos.
De acuerdo a distintas estimaciones, alrededor de 110.000 per­
sonas habitaban en esas precarias unidades habitacionalcs en
1956.160
La especial atención que el peronismo le prodigó a la salud
pública se simbolizó en la jerarquización administrativa de la an­
tigua Dirección Nacional de Salud Pública. En un primer momento,
la repartición se convirtió en Secretaría (año 1946) y luego fue
elevada a rango ministerial en 1949, siempre bajo el mando del
médico sanitarista Ramón Carrillo.
El ministro desplegó una intensa tarea destinada a fortalecer
la prevención sanitaria y la erradicación de enfermedades endé­
micas tales como el paludismo y la tuberculosis. El importante
crecimiento de la infraestructura sanitaria y del número de camas
disponibles y las masivas campañas de vacunación dieron cuenta
de ello.
El número de camas se elevó desde las 66.300 a las 1 14.000
entre 1946 y 1951.161 A su vez, se implementó un tren sanitario
que recorría todo el país, durante cuatro meses, y consultorios
odontológicos móviles.
Para Carrillo, el objetivo era que los hospitales argentinos no
fueran casas "de enfermedad", sino "de salud" de acuerdo a la
nueva orientación de la medicina.152
La infraestructura educativa también se incrementó sustancial­
mente mediante la construcción de escuelas primarias, secundarias
y técnicas.
Por otra parte, la creación de la Universidad Obrera Nacional
(posteriormente redenominada Universidad Tecnológica Nacional)
respondió al objetivo de ampliar la oferta educativa técnica que
incluyó carreras como la de ingeniería en construcciones antisís­
micas (San Juan), aeronáutica (Córdoba) y construcciones ferro­
viarias (Tucumán).
El gobierno estableció por decreto la gratuidad de la enseñanza
universitaria eliminando los aranceles vigentes hasta 1950.
También se creó el Consejo Nacional de Investigaciones Téc­
nicas y Científicas (Conityc) y la Comisión Nacional de Energía
Atómica.
160 Cattaruzza, Alejandro (2009).
161 Martín, Ana Laura (2008).
162 Carrillo, Ramón (1949).
250 / Diego Rubinzal: Hstoria económica argenlina (1880-2009)
La matrícula primaria se incrementó un 34%, la secundaria un
134% y la de las escuelas industriales un 220%, entre 1945 y 1955.163
Así, el peronismo profundizó el proceso de inclusión escolar
que venía produciéndose desde hacía tiempo.
Basta recordar que el índice de analfabetismo de las personas
mayores de 14 años, que era del 36% en 1914, había bajado al
13,6% en 1947.
7. El primer gobierno de Perón (1946-1952)
7.1. El Plan Quinquenal y el IAPI
Las líneas maestras de los gobiernos peronistas se plasmaron
en los llamados planes quinquenales. Entre los objetivos planteados
por el "Primer Plan Quinquenal" (1947­1951)164 se destacaban:
impulsar una transformación económica a través del desarrollo
industrial, reducir la vulnerabilidad externa, elevar los niveles de
vida de la ciudadanía y crear un amplio mercado interno. 165
El Plan preveía una importante transferencia de ingresos hacia
los sectores urbanos y un abultado cronograma de inversiones pú­
blicas (entre las que sobresalían las destinadas al área de salud y
la construcción de viviendas populares), 166 a la par de una política
fiscal y monetaria expansiva.157
3. 17 Evolución del gasto público en lérminos reales
Base /9,/1 = 100
Año índice
1941 100
1942 135,7
1943 147,7
163 Rapoport, Mario (2000).
164 El alma máter del Plan Quinquenal fue el mln!slro de Economía Miguel
Miranda que era un conocido empresario nacional apodado d "zar de las finanzas",
quien revestía el cargo de presidente del Banco Central y titular del Consejo Económico
y Social. A su vez, el principal redactor del mismo fue un reconocido discípulo de
Alejando Bunge: el secretario técnico de la presidencia José Figucrola.
165 Rapoport (2000).
166 Entre 1947 y 1951 se construyen 217.000 viviendas destinadas a la clase tra­
bajadora, 8.000 escuelas y 4.300 centros de salud. En cambio, las inversiones en in­
fraestructura caminera sufrieron una disminución con respecto al ritmo de construcción
registrado unos años atrás. Así, mientras que entre 1933 y 1944 se habían construido
243 kilómetros anuales promedio de caminos con pavimento superior, la cifra cayó
a los 54 kilómetros anuales durante el período 1945­1954. Fuente: Ccpal (1958).
167 En 1947, el dinero circulante duplicaba al existente al principio de la década.
El gasto público pasó del 16% al 29% del PIB.
Diego Rubinzal: Historia econémica argentina (i880·2009) / 25í
 3. 17 Evolución del gasto público en términos reales
Base 1941 = 100
1944 202,5
1945 202,2
1946 183,8
1947
203,8
1948 285,4
1949 284,8
Fuente: Elizagara)\ Alilio (!985).
El costo de la implementación y ejecución del Plan Quinquenal
se estimó en 1.270 millones de dólares. Si a eso se sumaba el
costo de las estatizaciones (ferrocarriles ingleses y franceses, te­
léfonos) y otras inversiones, la suma alcanzaba los 1.900 millones
de dólares.16&
El Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio
(IAPI) se transformó en una herramienta clave para redistribuir
los ingresos a favor de los asalariados.
El agente financiero del IAPI era el Banco de Crédito Industrial
quien le otorgó diversos préstamos destinados a financiar convenios
bilaterales, realizar compras del sector público en el exterior ( cuyo
objetívo principal era abastecer al mercado interno de productos
destinados al desarrollo y al mantenimiento de las actividades in­
dustriales), cubrir gastos operativos de empresas estatales o finan­
ciar nacionalizacíones.t'?
A partir de la campaña agrícola 1946­1947, el IAPI comenzó
a adquirir la cosecha ­durante los primeros años a precios menores
que los vigentes en los mercados internacionales­ para luego co­
mercializarla internamente (a precios disociados de los niveles in­
ternacionales) o en el exterior (obteniendo una diferencia a su
favor). La apropiación de esa porción de la renta agraria funcionó
como el combustible necesario para sostener el esquema redistri­
butivo,
La conformación de un monopolio estatal para comercializar
los cereales fue una respuesta similar a la dada por los Estados
Unidos ("Commodity Credit Corporation") y Canadá ("Canadian
Wheat Board").
De todas formas, el IAPI estaba lejos de monopolizar el co­
168 Potash, Robert (1981).
169 Rougier, Marcelo (2007).
252 / Diego RubW1zal: Historia econórrnca argentina (1880-2009)
mcrcio �n�crnacional agrario. Según Susana Novick, ese organismo
comercializaba alrededor del 80% de las cosechas trigueras y el
50% del resto de los ccrcalcs.t'"
A diferencia de lo acontecido con los productores agrícolas,
los. ganaderos no sufrieron el impacto de esas políticas expropia­
tonas de la rcnta171 ya que el IAPI destinó parte de sus utilidades
para subsidiar las pérdidas de esos productores ganaderos. Por
otra parte, el Estado subsidió fuertemente a los frigoríficos para
fomentar las exportaciones cárnicas a precios competitivos a partir
de 1949.
La apropiación parcial de la renta agraria se extendió hasta el
año 1948. Hasta entonces, la balanza comercial fue positiva debido
a la expansión de las exportaciones ­a pesar de que los volúmenes
físicos eran inferiores a los valores de prcgucrra­!" y al reducido
nivel de importaciones registrado, sobre todo, en el primer año
de la posguerra.
El superávit comercial ascendió a 500 millones de dólares en
1946, mientras que en los dos años siguientes descendió a 30 mi­
llones (1947) y 36,4 millones (1948).
La declinación del signo positivo comercial se explicaba por
la intensa recuperación de las importaciones registradas princi­
palmente en los rubros de maquinaria y transporte y comunica­
ciones. En efecto, las importaciones totales de 1947­1948 supe­
raron en más de un 130% a los deprimidos niveles existentes en
1946.
A partir de 1949 (y hasta 1955), la caída en los precios inter­
nacionales determinó que las compras del IAPI se liquidaran a
valores superiores a los vigentes en los mercados mundiales. Por
lo tanto, los desembolsos del IAPI significaron subsidios efectivos
para el sector agropecuario.173
La actividad del IAPI no se circunscribió a la comercialización
de la producción agraria, sino que también centralizó las impor­
taciones de materias primas y bienes de capital, estableció cuotas
de importación (para cuidar las divisas o como medida de protec­
ción de algún sector en particular como por ejemplo textiles, bienes
int�rmedíos producidos internamente) o restricciones a las expor­
taciones (para asegurar el abastecimiento interno), de acuerdo a
las necesidades de la política económica.
170 Novick, Susana (1986).
171 Vinarruel, José ( 1990).
172 Villarrucl (1990) apunta que "algunas de las causas de estos niveles inferiores
se encuentran en el tipo de cambio sobrevaluado y en el crecimiento del consumo
interno que reducía los saldos exportables",
173 Palacio, Juan Manuel (2008).
Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 253
 Mientras el IAPI mantenía depreciados los precios internos de 3.19 Participación de la masa salarial y participación salarial ''real gasto" en el P1Bpm
los bienes­salario que componían la canasta exportadora, el go­ Periodo: ¡943.¡955
bierno también avanzó en la formulación de precios máximos para
Año Real gasto Masa sala­ Masa sala­
determinados productos sensibles. rlal­Valor mínimo rial­Valor máxímo
En resumen, el Estado intervino activamente en la fijación de
1943 39,33 29,89 33,75
los precios de mercancías y factores productivos con criterio social,
1944 41,34 30,51 34,45
especialmente en la protección de los salarios del trabajador in­
dustrial y rural, y de los asalariados en general.174 1945 40,67 31,52 35,58
1946 43,24 31,71 35,8
7 .2. El aumento del salario real 1947 48,7 32,81 37.04
194B 55,61 36,67 41,4
El aumento de los salarios nominales y la imposición de precios
máxímos'" implicaron una mejora inédita de la participación sa­ 1949 57,38 40,78 46,04
larial en el ingreso nacional. Esa participación pasó del 35,8% 1950 54,01 41,77 46,48
(1946) al 46% (1949). Es decir, la masa salarial se expandió un 1951 51,12 38,62 43,6
50% más que un producto que, a su vez, registraba un ritmo de
1952 51,24 41,29 46,62
crecimiento elevado: alrededor del 5% anual.!"
1953 51,21 41,05 46,35
1954 53,32 42,44 47,92
3.18 Evolución de los salarlos reales
1955 49,27 39,9 45,05
Base 1945 ::a 100
Fuente: Graña, Juan (2007).
Año Índice
1945 100 Ese aumento en los niveles salariales podía ser parcialmente
1946 103 explicado por las profundas modificaciones en la legislación laboral,
1947 129
pero sobre todo encontraba su origen en una utilización intensiva
de la mano de obra en el sector industríal.!"
1948 156
El aumento de la tasa de sindicalización ­que llegó al 50% del
1949 162 total de trabajadores ocupados­P? y la irrupción de activas comi­
Fuente: Gerchunoff, Pablo y Llach; Lucas (1998). siones internas sindicales acompañarían el crecimiento del salario
real.

Medido en términos de "real gasto", 177 la participación salarial 3.20 Evohici6n de los salarios reales
alcanzó un récord histórico ­que jamás se repetiría­ del 57% en
1949. Base 100 año 1937
Año Salario real
1937 100
174 Galigniana, Lucas (1952).
175 Se implementó un control de precios sobre artículos que se consideraron de 1943 93,2
primera necesidad tales corno productos textiles, alimenlos, bebidas, muebles y ar­
tículos de bazar. "La Policía Federal fue encargada de la represión a los aumentos 1947 118,8
ilegales de precios, que no podían justificarse por los mayores costos laborales, pu-
Fuente: UADE (1993).
diendo arrestar al propietario o al responsable del establecimiento ( decreto 15.717/48)".
Fuente: Jáurcgui, Aníbal (2005).
176 Graña, Juan (2007).
177 La metodología del "real gasto" se construye relacionando los ingresos asa­ 178 Beccaria, Luis (1992).
lariados y el producto en términos constantes. 179 El crecimiento en la tasa de sindicalización se produjo concomitantemente a

254 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) / 255
 El crecimiento del salario real incrementó notablemente la de­
manda de bienes de consumo (nacionales e importados). El au­
mento de la demanda produjo un crecimiento de la producción
industrial y de las importaciones.
Por ejemplo, la producción de bebidas, vestimenta y aparatos
para el hogar creció a niveles superiores al 100% en los primeros
años de la presidencia de Perón, mientras que el consumo en ge­
neral se expandía a un promedio anual del 13,5%.180
El volumen de las mercancías importadas se cuadriplicó y el
PIB real aumentaría un 28%, entre 1945 y 1948. La disponibilidad
real de bienes y servicios ­total del producto interno más impor­
taciones menos exportaciones­ creció un 45%, favorecida por el
mejoramiento de los términos de intercambio y en los servicios
de los préstamos e inversiones extranjeras.181
La tasa de crecimiento anual promedio registrada (5,4%. Fuente:
BCRA), en el período 1943­1948, se ubicó por encima de otros lustros
anteriores que habían registrado altas tasas de crecimiento ­período
1932­1937 (Fuente: Cepa!) y 1953� 1958 con el 5% (Fuente: BCRA)­. 182
A comienzos de 1950, el PIB por habitante argentino duplicó
al español y mexicano y triplicó al brasileño.
En opinión de algunos autores, el mantenimiento de deprimidos
precios internos de la canasta alimentaria y de otros bienes y ser­
vicios. mientras el empleo y los salarios nominales subían rápida­
mente, produjo que el consumo privado absorbiera una excesiva
proporción del incremento de los ingresos reales. 183
De acuerdo a esa visión, la promoción de un "excesivo" consumo
popular conspiró en contra de un proceso de formación de capital
que volviera sustentable el crecimiento económico.
Otros autores centralizan sus criticas en la utilización de las
reservas para concretar la política de nacionalizaciones, en lugar
de invertirlas en el desarrollo de la industria "pesada".
En cambio, Basualdo sostiene que "la alternativa entre estati­
zación de los servicios públicos o industrialización pesada no era
tal, ya que el nivel de excedente generado anualmente y el acu­
mulado socialmente en manos del gobierno en términos de oro y
divisas (monto de las reservas) era suficiente como para llevar a
un alineamiento explícito de los gremios con la política oficial. Salvo durante la gestión
al frente de la CGT de Luis Gay (desde 1946 hasta principios de 1947), la central
obrera se transformó en uno de los principales pilares de apoyo incondicional del
gobierno peronista,
180 Cattaruzza, Alejandro (2009).
181 Mallón, R. y Sourrouillc, J. (1973).
182 Díaz Alejandro (1975).
183 Eshag, E. y Thorp, R. (1969).
256 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
cabo ambas iniciativas, aun acompañadas por la redistribución del
ingreso hacia los asalariados. Sin embargo, la condición para que
eso fuera posible era que la rentabilidad de las fracciones indus­
triales no estuviese engrosada por ganancias extraordinarias ali­
mentadas por transferencias desde el Estado, y por el ejercicio
oligopólico pleno resguardado por la protección arancelaria sin
medidas que orientara el excedente hacia otros fincs".184
3.21 Estructura económico
Año Agricultura, ga­ Manutac­ Transporte Comercio Servicios
nadería y pesca turas y mlnerfa
1948 17,90% 23,50% 8,50% 18,20% 31,90%
Fuente: BCRA (1976, vol. 111).
7.3. Los cambios en el equipo económico
La desaceleración económica mundial que comenzó a percibirse
a partir de 1949 redujo la demanda mundial de bienes. Las expor­
taciones argentinas se vieron reducidas a la mitad, en volúmenes
físicos, con relación al nivel de finales de la década anterior.1s.s
Una fuerte merma en la producción agropecuaria interna acom­
pañó la caída de la demanda mundial.
La reducción de la producción agropecuaria, de la demanda mun­
dial y el deterioro en los términos de intercambio se transformaron
en una pésima combinación para la economía argentina. El estan­
camiento de las exportaciones (mayoritariamente agropecuarias) y
las crecientes importaciones de insumos y bienes de capital produjeron
un "estrangulamiento externo" por insuficiencia de divisas.
El círculo virtuoso de la industrialización sustitutiva veía agotar
sus efectos al no poder seguir importando maquinarias e insumos
para continuar el esquema.t=
El problema de divisas se agravó por la política del IAPI de
retener los stocks de productos exportables a la espera de que
aumentaran los precios internacionales. 187
En ese contexto, la emergencia de una creciente inflación co­
menzó a preocupar a la conducción económica.
El gobierno dictó una serie de medidas tendientes a reducir el
déficit fiscal mediante una disminución de los gastos de capital,
de los subsidios a las empresas del Estado y de las compras de
184 Basualdo, Eduardo (2006).
185 Vitclli, Guillermo (1999).
186 Schvarzer, Jorge (1996).
187 Mallón, R. y Sourrouille, Juan (1973).
Diego Rubinzal: Hstoria económíca argentina (1880-2009) / 257
bienes y servicios. Además, el Banco Central estableció que los Los salarios reales decayeron un 7,1 % en 1951 y luego se redujeron
bancos debían suspender los préstamos de carácter especulativo, otro 5,4% el año siguicnte.194
se disminuyeron los límites de redescuento y se aumentaron las El proceso inflacionario fue contenido en el período 1953­1954,
tasas mínimas de interés.188 para comenzar a ascender nuevamente a partir de 1955.
Las tensiones económicas internas obligaron a un cambio en Para Prebisch, la inflación era consecuencia de las políticas mo­
el equipo económico. Mientras que Ramón Cereijo continuó a netarias y de ingresos implementadas por el peronismo debido a
cargo del Ministerio de Hacienda, el 19 de enero de 1949 Alfredo la creación excesiva de medios de pagos ­proveniente fundamen­
Górnez Morales asumió la conducción del recientemente creado talmente del déficit causado por la intervención del IAPI, la ad­
Ministerio de Finanzas. ministración de los transportes y los resultados de financiación de
El nuevo ministro procuró resolver los problemas del estran­ las operaciones hipotecarias­ y los aumentos masivos de salarios
gulamiento externo incentivando las exportaciones, por un lado, y sin correspondencia con los incrementos de productividad. 195
restringiendo las importaciones, por el otro. Para lograr este último
objetivo, Gómez Morales endureció los trámites de otorgamiento 3.22 Inñarién minorista y mayorista
de los permisos de cambio.189 Período: 1943-1955
Con respecto a las exportaciones, la única apuesta posible en Año indice de precios al consumidor Índice de precios mayoristas
el corto plazo pasaba por incrementar el volumen de productos
1943 1.10% 9,40%
primarios comercializadost'" debido a la inexistencia de un sector
manufacturero que sea competitivo internacionalmente. 1944 0,30% 8,90%
En ese sentido, Vitelli sostiene que el perfil industrial gestado 1945 19,90% 8,50%
entre 1938 y los primeros años de la década de los 50 limitaron 1946 17,60% 15,90%
la capacidad de estructurar ramas manufactureras que crecieran 1947 13,60% 3,60%
hasta adquirir competitividad internacional. Para producir inter­
1948 13,10% 15,30%
namente bienes de capital e insumos siderúrgicos y petroquímicos
se requerían cuantiosas inversiones que conformaran barreras al 1949 31,00% 23,10%
ingreso que provenía de las crecientes escalas empleadas en el 1950 25,56% 20,40%
exterior para la elaboración de esos productos.191 1951 36,70% 49,00%
La conjunción de elementos externos e internos había hecho entrar 1952 38,80% 31.20%
en crisis el modelo distributivo. Lo cierto es que como afirma Pigna
1953 4,00% 11,60%
esta crisis difería de otras debido a que "por primera vez entre sus
causas podemos destacar el incremento inédito de los ingresos po­ 1954 3,80% 3,10%
pulares vía salario directo e indirecto y el subsiguiente aumento de 1955 12,30% 8,90%
consumo a niveles absolutamente desconocidos en nuestra historia".192 Fuente: Rapoport, Mario (2000).
La devaluación de la moneda y el reajuste en las tarifas públicas
produjeron un importante brote inflacionario que comenzaría a 3.23 Participación de la masa salarial en el PIB (costo de factores).196 En porcentaje
carcomer los salarios reales y que se extendió entre 1949 y 1952.193
Periodo: 1950-1955
Año BCRA Llach­Sánchci
188 Rougicr, Marcelo (2007).
189 Rapoport, Mario (2000). 1950 49,69% 45,61%
190 Entre 1952 y 1953, las exportaciones aumentaron casi un 80%.
191 Vitelli, Guillermo (1999). 1951 47,44% 43,32%
192 Pigna, Felipe (2008).
193 García Martíncz, Carlos divide la historia económica argentina en dos etapas: 194 UADE (1993).
"Hay dos sociedades claramente diferenciadas en !a Nación, en este siglo: la de la 195 Prebisch, Raúl (1955).
economía sin inflación y la de la economía con inflación". La primera termina en 196 La metodología de costo de factores deja de lado en el cómputo los impuestos
1944, la segunda comienza en 1945. Citado por Frigerio, Rogelio (1983). indirectos netos de subsidios.

258/ Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·2009) / 259
 3.23 Pllrtlcipac!6n de h1 masa salarial en el PIB (costo de factor­es), En porcentitje
Periodo: 1950-1955
Año BCRA
1952 49,75%
1953 49,69%
19S4 50,84%
195S 47,68%
Fuente: Graña, J; Kennedy; D. y Lindenboim, J. (2005),
El desmejoramiento de las condiciones económicas impulsó pro­
testas obreras en los frigoríficos, en la industria azucarera y en los
gremios gráficos, ferroviario y bancario.I'"
Una de las huelgas más resonantes fue la que llevaron adelante
los trabajadores ferroviarios de la línea Roca, a finales de 1950,
qu� � term�nó extendien�o a casi todas las otras líneas. La propia
Evita mtervmo en el conflicto reclamándole a los trabajadores que
no le hicieran un paro a Perón. La reacción del propio presidente
fue menos conciliadora: intervino la Unión Ferroviaria y despidió
a los delegados y activistas que dirigían la huelga.
Los trabajadores respondieron declarando un paro general por
tiempo indeterminado a partir del 7 de enero de 1951.
Perón redobló la apuesta declarando ilegal la medida de fuerza,
con el apoyo de la propia CGT, y habilitando por decreto a personal
militar para que hicieran funcionar a los trenes. Centenares de
trabajadores fueron despedidos y muchos fueron encarcelados y
puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.198
7.4. Las elecciones presidenciales de 1951
El 22 de agosto de 1951, un millón de personas se reunieron
en la avenida 9 de Julio para realizar un Cabildo Abierto Justi­
cialista. El objetivo de la convocatoria era apoyar la candidatura
de Evita como vicepresidenta para las próximas elecciones.
Los organizadores de ese encuentro conocían la oposición de
la oficialidad castrense a esa candidatura. La verba inflamada de
la señora de Perón incomodaba a vastos sectores militares. En
cambio, Evita contaba con el respaldo incondicional del sanjuanino
José Espejo (dirigente sindical de la rama alimenticia y secretario
general de la CGT).199
197 Rapoport, Mario (2000).
198 Pigna, Felipe (2008).
199 Desde 1950, la CGT era formalmente una rama del Partido Peronista.
260 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
En el Cabildo Abierto, ante una multitud de manifestantes que
le reclamab.� que aceptara la candidatura a vicepresidente, Eva
Llacb-Sánchcz
Perón les p1d16 que esperaran un día más para dar una respuesta
definitiva.
45,50%
. , Las presiones militares finalmente surtieron efecto y Evita anun­
44,73% cio el 31 de agosto a las 20:30 horas por cadena nacional su "irre­
4S,34% vocable decisión de renunciar al honor que los trabajadores y el
41,86% pueblo de mi patria quisieron conferirme en el histórico Cabildo
Abierto del 22 de agosto".
La renuncia de Evita no impidió una asonada militar encabe­
zada por el general (RE) Benjamín Menéndez200 el 28 de septiem­
bre de 1951, que terminaría fracasando luego de que el gobierno
decretara e] estado de guerra interna y la CGT convocara a una
huelga general y a una movilización en Plaza de Mayo.
La frustrada intentona golpista motivó una reunión entre Evita
Espejo y el comandante en jefe del Ejército H urnberto Sosa Malina'.
En ese encuentro se decidió la compra de 5.000 pistolas automáticas
y 1.500 ametralladoras, utilizando los fondos de la Fundación Eva
Perón, destinadas a la formación de milicias populares. El presi­
dente rechazó esa idea y entregó las armas a] Ejército.
En las elecciones presidenciales celebradas el 11 de noviembre
de 1951, la fórmula Perón­Quijano se alzó con el 63,9% de los
votos, logrando un amplio triunfo por sobre el binomio opositor
conformado por Ricardo Balbín y Arturo Frondizi que cosechó el
30,8% de los sufragios.
El sistema de circunscripciones uninominales adoptado por la
legislación electoral le permitió al oficialismo obtener la casi to­
talidad de las bancas en juego de la Cámara de Diputados.
A pesar de ese apoyo popular y de la escasa presencia opositora
en los órganos legislativos, los problemas económicos jaquearían
la próxima gestión gubernamental.
8. El segundo gobierno de Perón
(1952�1955). El cambio de rumbo
8.1. El plan de estabilización
El año 1952 fue particularmente difícil para la economía ar­
gentina con una reducción del PIB global cercana al cinco por
200 �enéndez fue acompañado �n su aventura por los oficiales Julio Alsogaray,
1"omás Sánchcz de Busramantc, Alejandro Agustín Lanussc, Larchcr, Guglialmclli,
Alzaga y el c��itán de na�ío Viccnt_c �aroja. E! movimiento golpista había recibido
el apoyo de dm�ent�s radicales, so�1ahstas, conservadores, demócratas progresistas y
connotados nacionalistas como Julio lrazusta y Ernesto Palacio. La derrota de esta
Diego Rub1nzal: Historia ecorórruca argentina (1880-20091 / 261
ciento.201 La sequía agrícola y la reducción de la demanda (en
cantidad y precio) de los bienes primarios a causa de la finalización
de la guerra de Corca obligaron al gobierno a rcformular las bases
de su programa económico.é"
A partir del 4 de junio de 1952, el equipo económico pasó a
estar constituido por Pedro Bonnani como ministro de Hacienda,
Miguel Revestido como ministro de Finanzas y Alfredo Gómez
Morales como ministro de Asuntos Económicos. Este tridente es­
taría a cargo de conducir los cambios económicos plasmados en
el plan de estabilización y en el Segundo Plan Quinquenal.
El plan estabilizador anunciado en febrero de 1952203 combinó
distintas medidas tendientes a: mejorar la rentabilidad agrícola,
favorecer el ingreso de capitales extranjeros, disminuir el consumo
de los asalariados y contener el ritmo de aumento del gasto público
mediante una reformulación de la política de subsidios vigentes.P'
Con respecto al primer punto, la herramienta utilizada fue una
devaluación de la moneda local que mejoró notablemente los pre­
cios relativos de los productores de bienes transables.
Como señalan Eshag y Thorp: "En 1953, los precios del trigo
pagados a los agricultores se elevaron en dos veces y media sobre
el nivel de 1948, y los precios minoristas de los alimentos se tri­
plicaron" .205 La misma Sociedad Rural reconocía en enero de 1953:
"Se aumentaron los precios oficiales de los productos de la cosecha;
se dio libertad de precio para la carne; se facilitó y fomentó la
compra e importación de maquinaria agrícola; se dieron normas
sobre trabajo rural".206
Los incentivos económicos fueron acompañados por la decisión
sedición no impidió que se planificara un nuevo golpe de Estado previsto para el 3
de febrero de 1952, esta vez bajo el mando del coronel retirado José Francisco Suárez.
Una vez más, el plan fue descubierto y los líderes de la revuelta fueron encarcelados
juntamente con algunos líderes opositores que ni siquiera estaban en conocimiento
de ese complot.
201 Ese año, los cortes periódicos de energía serían una de las dificultades coti­
dianas que enfrentó la población.
202 Como si eso fuera poco, el 26 de julio falleció Evita, que era una insut1adora
de mística al proyecto nacional comandado por Perón. El gobierno declaró duelo
nacional por 10 días y la CGT declaró un paro nacional por 72 horas en memoria
de Eva Pcrón.
203 Para Vitclli (1986), el plan formalizado en febrero de 1952 se había iniciado
en realidad en 1948 cuando comenzó una reacomodación de los precios a partir de
la aceleración ínñacíonaría registrada en algunos productos.
204 El nivel del gasto público había crecido sustancialmente con relación a los
niveles de la preguerra. Además del gasto social, las erogaciones militares eran muy
importantes. Potash (1981) sostiene que en 1945, el 43,3% del presupuesto (el 6%
del PIB) estaba destinado a gastos militares.
205 Eshag, Eprime y Thorp, Rosemary (1965).
206 Anales de la Sociedad Rural, enero de 1953, citados por Pigna, Felipe (2008).
262 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009)
política de bloquear todas aquellas medidas en materia de política
de tierras y relaciones laborales que pudieran generar conflictos
en el sector agrario y entorpecer el normal desarrolla de las acti­
vidades productivas. Esto redujo la colonización estatal, las expro­
piaciones de tierras, y se dictó una nueva legislación que otorgaba
mayor seguridad a los propietaries.P?
En este último caso, la ley de colonización 14.392 eliminaba el
límite de dos mil hectáreas, a partir del cual se podían expropiar
tierras privadas, y en su lugar se establecía un difuso criterio .de
"explotación irracional" para ser susceptible de ser expropiado por
el poder estatal.
La modificación legal fue precedida por un discurso de Perón
donde emitió mensajes tranquilizadores a los productores rurales:
"El latifundio no se califica por el número de hectáreas o la ex­
tensión de la tierra que se hace producir, el latifundio se califica
por la cantidad de hectáreas, aunque sean pocas, que son impro­
ductivas. Dios nos libre si fuéramos tan cortos de entendimiento
que nos lanzáramos a la destrucción de las grandes explotaciones,
teniendo las inmensas extensiones que tenemos nosotros para que
cada agricultor argentino pueda tener todo el campo que se le
antoje".208
Otra de las claves del Plan de Estabilización pasaba por el con­
gelamiento de precios, salarios y tarifas por el término de dos
años. Además se anunció públicamente que, cuando se reanudaran
las paritarias, los aumentos salariales estarían atados al incremento
de la productividad laboral.
Para sostener esa política de ingresos, el gobierno creó una
comisión nacional de precios y salarios encargada de concertar los
convenios laborales y mantener un estricto control de precios.
Con el objetivo de fomentar el arribo de inversión extranjera
en actividades productivas cornplejasé" se sancionó una ley de in­
versiones extranjeras en 1953. La normativa elevaba los límites
permitidos para remitir remesas al exterior y para repatriar capi­
tales y establecía una exímicíón total o parcial de los tributos adua­
neros relacionados con la importación de maquinarias y equipos.
Un antecedente de este viraje, en el trato a las inversiones
extranjeras, había sido dado en 1950 luego de la visita del ministro
Ramón Cereijo a Estados Unidos. En ese entonces, el gobierno
argentino autorizó a las firmas norteamericanas a remesar divisas
207 Lattuada, Mario (2002).
208 Citado por Lattuada, Mario (2002).
209 Entre 1900 y 1943 se habían radicado 101 empresas extranjeras sin que se
hubieran concentrado en ningún sector en particular. Fuente: Villanueva, Javier (1972).
Diego Rubmal: Historia ecooórnca argentina (1880-2009) / 263
a una tasa de cambio preferencial a cambio de un préstamo de 125 En el caso de la Kaiser, la empresa norteamericana ingresó
millones de dólares otorgado por el Eximbank. como socia de la compañía estatal IAME dando origen a las In­
Defendiendo esta mano tendida al capital extranjero, Pe­ dustrias Kaiser Argentina.
rón señaló: "Ellos sacan su ganancia y nosotros la nuestra, es lo Mientras que IAME aportó su parque de maquinarias y el per­
justo".210 sonal especializado, la Kaiser proporcionaría capitales, maquinarias
Las inversiones extranjeras llegaban a 1.255 millones de dólares y personal técnico. La nueva compañía mixta comenzó produciendo
a finales de 1949, menos de la mitad del stock existente en 1945. jeeps y pickups, en dos modelos: tracción simple y doble, y tiempo
A partir de ese año se terminaría la primacía de las inversiones más tarde vehículos más pequcños.t'>
inglesas a causa del proceso de nacionalizaciones, comenzando
el predominio de las inversiones norteamericanas radicadas, so­ 3.24 Odgen de la inversión. Flujo porcentual de la inversíén
bre todo, en las ramas industriales no tradicionales y en los fri­
Periodo; 19./6-1956
goríficos.
1946/1950 1951/1956
Los capitales norteamericanos, excluyendo las inversiones ca­
nalizadas en la tenencia de títulos públicos, pasaron a concentrar Nacional 99,2 97,1
el 26,1 % de la inversión extranjera local.211 Extranjera 0,8 2,9
Lo cierto es que la indiferencia (u hostilidad, de acuerdo a la Fuente: elaboracián propia a partir de Vite/li (1999).
visión de algunos autores) hacia el capital extranjero fue dejada
de lado y reemplazada por una política de seducción.
De todas maneras, la supuesta hostilidad durante la primera 3.25 ln,ersión extraajera radicada en la Argentina, En millones de dólares de 1995
etapa del peronismo hacia el capital extranjero no impidió que
Perlodo:1930-1955
esas empresas obtuvieran niveles de rentabilidad extraordinarios.
Así, las rentabilidades sobre el capital invertido fueron del 1930/1945 1946/1955
23,9% (considerando las utilidades totales) o del 19,2% (si se con­ Total en millones de US$ 1.323,5 696,5
tabilizaban únicamente las utilidades distribuídas).212 Porcentual respecto del total 17% 9%
La reformulación de la política gubernamental213 produjo un Puente: Azpiazu, Kosakoff (1986).
incremento de las inversiones extranjeras, fundamentalmente las
de origen norteamericano, aunque las mismas siguieron represen­ El 1 !l de mayo de 1954, Perón anunció ­en el mensaje tradicional
tando una porción mínima con respecto al flujo total. También ante el Congreso nacional­ que se estaban tramitando convenios
reingresaron al mercado argentino algunas empresas alemanas para la extracción de combustibles con compañías foráneas.
(Siemmens, Bayer) que habían sido expropiadas por la Argentina
con motivo del conflicto bélico.214 Casi un año más tarde (el 25 de abril de 1955), el gobierno
dio a conocer la suscripción de un contrato de explotación en la
Entre los acuerdos más relevantes se contaron los realizados
zona de Santa Cruz con la empresa California Argentina de Pe­
con Mercedes Benz y Kaiser Motors para el desarrollo de la in­
tróleo SA subsidiaria de la Standard Oíl.
dustria automotriz y los concretados con la empresa Fíat y una
firma francesa para instalar algunas fábricas de tractores en la El contrato establecía la concesión por cuarenta años de la
Argentina. exploración y explotación de un área de 50.000 kilómetros cua­
drados, el compromiso por parte de la California de producir 200
210 Gerchunoff, Pablo y Llach, Lucas (1998). barriles diarios y entregarle al Estado el 50% de las utilidades, la
211 Rapoport, Mario (2000). venta de la producción a YPF y el otorgamiento de exenciones
212 Basualdo, Eduardo (2004). impositivas a la compañía norteamericana.
213 Esa reformulación también se trasladó a determinados aspectos de la política
internacional como por ejemplo: el apoyo a Estados Unidos en la Guerra de Corca Ese acuerdo significaba la renuncia a la histórica resistencia
o la ratificación del Congreso del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR).
214 Rapoport, Mario y Spiguel, Claudio (1994). 215 Ifarari, lanina (2009).

264 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880·2009) Diego Rub·nzal: Historia económica argentir.a (1880 2009) / 265
del peronismo a la presencia de capital extranjero en la exploración Hasta ese momento, el flujo de inversión extranjera (con rela­
y extracción petrolífera.t" ción al total) había sido extremadamente reducido.
Como era de suponer, Arturo Frondizi (flamante titular de la
UCR) objetó duramente ese cambio de posición. 3.27 Voriación de In inversión bruta interna fija
La asunción de Arturo Frondizi a la conducción del radicalismo Periodo 1946-/955
había impulsado un giro de la UCR hacia posiciones enroladas Año Inversión bruta interna fija Tosa de variación
en el nacionalismo de izquierda. Frondizí había sido uno de los en mili. de$ de 1993
principales redactores de la famosa "Declaración de Avellaneda"217 ·--
1946 9595 29,4N
dada a conocer el 4 de abril de 1945 durante la constitución de
1947 14.506 51,18%
la corriente interna radical apodada Movimiento de Intransigencia .
y Renovación (MIR).21s 1948 15.00R 3,46%
Vitelli sostiene que esa política de seducción a los capitales 1949 12.836 ­14,47%
internacionales era una respuesta a bajos niveles comparativos de 1950 12.556 ­2,18%
inversión interna.219
1951 15.457 23,10%
Según Basualdo, esa mano tendida al capital extranjero fue una
1952 13.753 ­11,02%
estrategia errónea porque implicó asumir la impotencia estatal para
llevar a cabo estas actividades y reconocerle a la fracción industrial 1953 13.594 ­1,16%
dominante la capacidad de hacerlo.220 19S4 13.053 ­3,98%
t955 15.141 16,00%
3.26 Inversión interna bruta (en% del PIB)
Fuente: 1946-1949 Secretaría de Asuntos Económicos (1955), 1950-1955 BCRA.
Periodo 1950.1955
Año Tasa de inversión
Con respecto al gasto público, la reducción operada no hizo
1950 15% más que reforzar las tendencias prevías que venían produciéndose
1951 17,80% desde 1949. Sin embargo, las erogaciones públicas volvieron acre­
1952 16,70% cer poco después debido al aumento de los subsidios destinados
a abaratar los precios internos de los productos agropecuarios de
1953 15,60%
consumo popular. Así, los subsidios pasaron del 20% al 30% de
19S4 14,40% los gastos corrientes gubernamentales, entre 1952 y 1955.221
1955 15,60% En su célebre Informe, Prebisch señalaba que "en 1954 los gas­
tos públicos en todo el país llegaban a la elevada proporción del
Fuense: Faneili, Iose María (1984).
22% del ingreso bruto nacional". Para Prebisch era evidente que
existía una gran cantidad de personal superfluo en la administración
216 En 1955, el 84% de la explotación petrolera era realizada por YPF. Solamente
el 54% del petróleo consumido Internamente era extraído del subsuelo argentino, el estatal. Concretamente precisaba que "en los transportes de la
46% restante se importaba. Esta dependencia crítica de la importación motivó los acuerdos ciudad de Buenos Aires se estima que de las 48.000 personas que
firmados por el gobierno argentino con la Standard Oil en abril de 1955. Fuente: Hidalgo, allí trabajan habría por lo menos un 15% de las cuales podría
Enrique (2009). La caída del gobierno frustró la aplicación de esos convenios.
217 La Declaración de Avellaneda sostenía que la tierra debía ser para el que la prescindirse. En los ferrocarriles trabajan aproximadamente
trabaje y reclamaba la nacíonalízaeíén de las fuentes de energía, servicios públicos y 200.000 personas, de las cuales calcúlase que el 10% incorporado
monopolios, entre otros puntos. en años de actividad máxima, ha conservado su puesto no obstante
218 Picheuo, J. R. (1983).
219 Mientras que la Argentina contó entre 1948 y 1975 con una tasa promedio no ser indispensables sus servicios" .222
de inversión (con respecto al PIB) de 18,9%, Australia tuvo una tasa promedio del
24,8% y Canadá del 23,3%. En ese sentido, el año 1951 fue una excepción ya que
los niveles de inversión se asemejaron a los porcentuales presentes en las naciones 220 Basuakío, Eduardo (2004).
industrializadas. Lo mismo ocurrió en 1960 y entre 1968 y 1969. Vilelli, Guillermo 221 Ferrcr, Aldo (2004).
(1999). 222 Prebisch, Raúl (1955).

266 / Diego Rubinzal: HiStoria económica argentina (1880-2009) Diego ffuo:nzal !-listona eco-crn.ca argert1na (1 88O­?JJ:1; / ?67
 3.28 Evolución del gasto público
8.2. El Segundo Plan Quinquenal
Base 100 =Al'lo 1950 El viraje introducido por el plan de estabilización fue acompa­
Año Gasto público ñado por el Segundo Plan Quinquenal presentado ante el Congreso
nacional a finales de 1952.
1950 100
El contraste entre los objetivos perseguidos entre el primer y
1951 100,1
el segundo Plan Quinquenal era notorio. Los propósitos persegui­
1952 83,8 dos por el nuevo Plan pasaban por estimular el desarrollo con
1953 94,8 equilibrio de precios, invertir públicamente en sectores básicos (si­
1954 112,6 derurgia, aluminio, química, mecánica), fomentar al agro e incor­
Fuente: Mann y Shulthess (1981). porar al capital extranjero.P'
Explícitamente, el Plan Quinquenal definiría el siguiente orden
de prioridades en desarrollo industrial: 1) siderurgia, 2) metalurgia,
El déficit fiscal, que se había reducido en el período 1951­1953,
3) aluminio, 4) química, 5) mecánica, 6) eléctrica, 7) construcción,
comenzó a crecer nuevamente a partir de 1954 aunque nunca
8) forestal, 9) textiles y cueros y 10) alimentación.
llegaría a los altos niveles alcanzados durante el período 1945­
Esas prioridades intentaban avanzar hacia otra etapa del pro-
1948.
ceso de sustitución de importaciones. En esa etapa "difícil" debían
Tanzi sostiene que el gobierno peronista construyó una política
predominar los procesos productivos intensivos en capital y cuyo
fiscal desequilibrada. En su opinión, el desequilibrio fiscal dinámico
actor social ya no sería el pequeño y mediano empresario que se
de la economía argentina estuvo causado por el hecho de que los
había afianzado durante la anterior etapa.225
argentinos le demandaban al Estado un rol más amplio del que es-
En los discursos oficiales aparecieron constantes mencio­
taban dispuestos a financiar.223
nes a la necesidad de incrementar el ahorro interno226 para fi­
nanciar el desarrollo industrial y a la necesidad de que la evo­
lución salarial estuviera limitada en función de los aumentos de
3.29 Délklt fiscal (en 'To del PIB) productividad.P?
Periodo 1945-1955
Año Déficit llscal/PIB 8.3. La CGE
1945 7,23 En esos difíciles momentos, la irrupción en la arena empresarial
1946 6,36 de la Confederación General Económica (CGE), entidad surgida
sobre las bases de la Confederación Argentina de la Producción,
1947 6,6
la Industria y el Comercio,228•229 le permitió al gobierno contar con
1948 17,87 un aliado en el rumbo industrializador impulsado oficialmente.
1949 4,76
1950 3,56 224 Rapoport, Mario (2000).
225 Villarrucl, José (1990).
19S1 2,31 226 En una publicación de la época, Eva Perón afirmaba; "Cada mujer peronista
será en el seno de su hogar centinela vigilante de la austeridad, evitando el derroche,
1952 2,ITT
disminuyendo el consumo e incrementando la producción".
1953 2,55 127 A pesar de eso, la participación salarial alcanzó su máximo histórico en 1954:
50,8%.
1954 4,74 228 Esa Confederación fue fundada el 26 de mayo de 1956 en la ciudad de Ca­
1955 4 tamarca, El Acta de Catamarca expresaba la necesidad de constituir esa entidad por
la "inexistencia de un organismo de carácter nacional auténtico".
Puente: C�pa/ (1958b). 229 Otro de los antecedentes de la conformación de la CGE había sido la Aso­
ciación Argentina para la Industria y el Comercio (MPIC) que, fundada por los
empresarios Miguel Miranda y Rolando Lagomarsino, había asumido la defensa de
223 'J'dnzi, Vito (2007). la política económica peronista, Fuente: Schvarzer, Jorge (1991).

268 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinza!: Historia económk:a argentina (1880•2C()9) / 269
 El alma máter de esa institución era un inmigrante polaco ra­ problema radicaba en el intervencionismo, el excesivo gasto estatal
dicado en Catamarca: José Bcr Gclbard, quien asumiría su con­ y el elevado nivel salarial.P'
ducción en ¡953_230 El retroceso empresarial dio lugar a que lo que O'Donnell­s
La CGE representaba a una burguesía nacional que había cre­ llama la "voz oblicua" -cs decir una queja escasa o tangencíalmente
cido cuantitativa y cualitativamente durante el peronismo y que audible­ se volviera más sonora.
se diferenciaba de las compañías nucleadas en la tradicional Unión
Industrial Argentina.P' 3.30 Evolución del PIB y del PIB pcr cépita y el saldo comercial de la Argentina
No todos los autores coinciden en sostener la existencia de una Penodo: /946-1955
diferencia cualitativa entre la CGE y las entidades más tradicionales PJB Tosa de PIB pel" Tusa de Saldo
Año Expor­ Impor­
del emprcsariado. Genry crecí­ cñpíía crecí­ ladones taciones balanza
Por ejemplo, el investigador germano Pcter Waldmann afirma Khamis miento miento (millo­ (millo­ comercial
(mili. anual anual nes de nes di'! (millones
que "si creemos que la CGE representaba una concepción econó­ US$ délares) dólares) de dé­
mica fundamentalmente distinta de aquella sustentada por los tra­ 1990) lares)
dicionales círculos económicos dirigentes, nos veremos defrauda­ 1946 77.277 8,93% 4.939 6,44% L.175 675 500
dos. Sus resoluciones no se diferencian mucho de las aspiraciones
1947 85.873 11,12% 5.364 8,60% 1.614 1.5S4 30
y pretensiones expuestas al gobierno por la Bolsa de Comercio.
Como ésta, la CGE reclamaba la urgente derogación de los precios 1948 90.578 5,48% 5.529 3,08% 1.627 1.590 37
máximos, exigía un aumento de las importaciones de materia prima, 1949 89.402 ­1,30% 5.334 ­3,53% 934 1.073 ­139
petróleo, maquinarias y bienes de inversión, solicitaba un otorga­ 1950 90.488 1,21% 5.276 ­1,09% 1.168 1.045 123
miento más liberal de créditos y una reducción de los impuestos,
1951 94.005 3,89% 5.366 1,71% 1.169 1.480 -311
y se quejaba de las excesivas cargas sociales, sobre todo del sistema
de cajas jubilatorias. Incluso en lo referente a la intervención del 1952 89.274 ­5,03% 4.994 ­6,93% 688 1.179 ­491
Estado en el proceso económico[ ... ] la CGE coincidía en lo esencial 1953 94.005 5,30% 5.156 3,24% 1.12S 795 330
con la Bolsa de Comercio al declarar que las intervenciones esta­ 1954 97.886 4,13% 5.268 2,17% 1.026 979 47
tales debían ser sensiblemente reducidas".232 1955 104.800 7,06% 5.537 5,11% 929 1.173 ­244
El historiador marxista Milcíades Peña también sostiene la ine­
Fuente: elaboración propia a partir de Ferreres, Orlando (2005) y BCRA.
xistencia de una burguesía industrial argentina portadora de un
proyecto industrializador transformador.233
La ofensiva empresarial coincidió con un aumento de la tensión
8.4. La caída del gobierno política. Las denuncias por corrupción contra el gobierno, en ge­
neral, y Juan Duarte ­secretario del presidente y hermano de Evi­
La situación económica mejoró durante 1953 de la mano de ta­, en particular, se multiplicaron.
una recuperación productiva y del salario real. El supuesto suicidio del cuñado de Perón, a principios de año,
A pesar de eso, la disminución de la rentabilidad empresarial no hizo más que extender las críticas de la oposición política.
aceleró la ofensiva contra el gobierno peronísta, Las fracciones La CGT convocó a una multitud a Plaza de Mayo para apoyar
dominantes del capital instalaron socialmente la idea de que el al gobierno el 15 de abril de 1953. Mientras hablaba Perón a la
concurrencia, estallaron varias bombas que terminaron con la vida
230 La primera dirigencia de la CGE estuvo encabezada por los metalúrgicos
de siete manifestantes.
Aquiles Merlini como presidente y Francisco Pratti como vicepresidente. La represalia no se hizo esperar y los adherentes al oficialismo
231 Femando Henrique Cardoso (1972) sostenía que las fracciones más débiles incendiaron las instalaciones del aristocrático Jockey Club y las
de la burguesía eran una de las características centrales del desarrollo asociado de
los capitalismos más "avanzados" de América Latina. A esa franja representaba ese
sedes partidarias de los opositores Partido Socialista y Unión Cívica
oocienlc grupo empresarial.
232 Waldmann, Peter (1981). 234 Basualdo, Eduardo (2004).
233 Peña, Milcíades (1973). 235 O'Donnell, Guillermo (1989).

270 / Diego Rubif"IZal: Historia económica argentina (1880-2009) Diego Rubinzal: Historia económica argentina {1880-2(X)9) / 271
Radical.236 Además se encarcelaron transitoriamente237 a varios lí­
deres opositores y se prohibió la publicación de los cables noticiosos
provenientes de las agencias norteamericanas.
En el mes de julio de 1953, la visita de Milton Eiscnhower
­hermano del presidente norteamericano­ contribuyó a distender
el agitado clima político interno.
En marzo de 1954, el gobierno decretó un aumento general de
sueldos y salarios. Ese año, los trabajadores consiguieron una me­
jora en su salario real que les permitió superar en un 12% al
vigente en 1952. 238
El 25 de abril de 1954, los argentinos concurrieron a las urnas
para elegir al sucesor del fallecido vicepresidente Quijano239 y a
los legisladores nacionales. El candidato oficialista ( el general Al­
berto Tessaire) superó ampliamente a la propuesta radical.
A pesar de eso, el aumento de los alimentos y el desabasteci­
miento de algunos productos generaron disconformidad en ciertos
sectores sociales.
En 1954 se reunió el Primer Congreso de Organización y Re­
laciones del Trabajo, que enfrentaba por primera vez a los repre­
sentantes de empresarios y obreros frente a la obligación de definir
los parámetros y métodos de producción racionales para toda la
economía. 240
Apelando a un discurso abierto y dialoguista, el gobierno inau­
guró el Congreso de la Productividad y Bienestar Social el 21 de
marzo de 1955. En ese ámbito, la CGE y la CGT debatieron ­sin
llegar a demasiados acuerdos­ cómo incrementar la productividad
laboral.
La CGE postulaba la necesidad de combatir el ausentismo la­
boral, 241 ligar los aumentos salariales a la productividad y recobrar
las facultades para cambiar de tareas ­de acuerdo a las necesidades
empresariales­ a los operarios.
En cambio, la CGT defendía las conquistas obtenidas y era
renuente a establecer modificaciones al entorno laboral.
Las coincidencias de ambas entidades en torno a la necesidad
de apoyar al gobierno permitió llegar a una solución de compro­
236 Rapoport, Mario y Spigucl, Claudío (1994).
237 Estas medidas fueron revertidas a fines de ese año ya que el gobierno dictó
una amnistía que benefició a todos los detenidos.
238 Cattaruzza, Alejandro (2009).
239 Quijano no llegó a asumir la vicepresidencia porque falleció el 4 de abril de
1952.
240 Jáurcgui, Anlbal (2005).
241 El ministro de Salud, Ramón Carrillo, dispuso la penalización a los médicos
que otorgaban certificados falsos. Fuente: Jáuregui, Aníbal (2005).
272 / Diego Rubinzal: Historia económica argentina {1880-2009)
miso. El acuerdo firmado preveía la necesidad de aumentar la
productividad mediante la implementación de medidas consensua­
das entre la patronal y los trabajadores, permitía una reubicación
de los operarios en aquellas tareas que sean más convenientes a
los fines productivos, aceptaba el otorgamiento de incentivos sa­
lariales a aquellos trabajadores más eficientes y creaba un Instituto
de la Productividad encargado de proponer aquellas iniciativas que
estimara convenientes para incrementar la productividad laboral.
La contundencia del triunfo electoral y el apoyo de la CGT y
la CGE no sirvieron para evitar que se conformara un poderoso
polo opositor galvanizado por la Iglesia Católica. Las relaciones
entre el gobierno y la cúpula eclesiástica habían sido buenas en
sus comienzos. Tanto es así que a pocos meses de asumir su primer
gobierno, el peronismo impulsó la ratificación legislativa de un
decreto­ley de 1943 que había instaurado la enseñanza religiosa
en las escuelas públicas.
Pero progresivamente se fueron sucediendo una serie de acon­
tecimientos que desgastaron esa relación. El oficialismo no apoyó
lo suficiente ­por lo menos en opinión de la jerarquía eclesiástica­
la celebración del Congreso Eucarístico en 1950. Al mismo tiempo,
Pcrón y Evita enviaron una carta de adhesión a un acto espiritista
celebrado en el Luna Park.
Esos escarceos alcanzaron su punto máximo hacia finales de
1954 cuando el gobierno promovió la sanción de una serie de leyes
(divorcio, equiparación de hijos matrimoniales y extramatrimonia­
les) que eran fuertemente resistidas por el poder eclesial y eliminó
los subsidios para los colegios católicos.
La creación del Partido Demócrata Cristiano con aval de la
Iglesia Católica, en julio de 1954, fue mirada con recelo por el
peronismo. Et 25 de noviembre de ese año, el Partido Peronista
convocó a un acto en el Luna Park bajo la consigna: "iPcrón sí,
curas no!"
Poco después, el gobierno anuló la personería jurídica de la
Acción Católica.
El 14 de abril de 1955 se suspendió la enseñanza obligatoria
de religión y moral en las escuelas. El 20 de mayo se suprimieron
las exenciones tributarias que beneficiaban a templos y organiza­
ciones religiosas y comenzó a debatirse la necesidad de separar la
Iglesia del Estado.
El 11 de junio de 1955, 200.000 personas concurrieron a la
procesión de Corpus Christi desafiando la decisión del ministro
del Interior Ángel Bor1enghi, quien había prohibido esa moviliza­
ción católica.
Diego Rublr>zal: Histci'ia eccoómca argent1ra {�880-2009) / ?73
 La celebración religiosa se transformó en un fuerte acto opositor
al gobierno nacional marchando desde la catedral metropolitana
hasta el Congreso nacional. Al llegar a ese destino, algunas per­
sonas reemplazaron una bandera argentina por la vaticana al tope
del mástil.
La respuesta de los militantes peronistas no se hizo esperar:
se quemaron una docena de iglesias y las instalaciones edilicias
de la Curia Eclesiástica de la Capital Federal. Esa reacción fue
respondida por el Vaticano mediante la excomulgación del presi­
dente argentino.
La CGT lanzó un paro activo en apoyo al gobierno y en desa­
gravio a la enseña nacional el 14 de junio.
Ese mismo día, el gobierno exoneró y expulsó del país al vicario
general y obispo auxiliar Manuel Tato y al canónigo diácono Ramón
Novoa.
Los enfrentamientos entre el gobierno y la oposición comen­
zaron a espiralizarse y adquirieron su toque más trágico durante
el bombardeo realizado por la aviación naval,242 el 16 de junio de
1955 en Plaza de Mayo, comandado por el vicealmirante Toranzo
Calderón.
Trescientos civiles muertos y cientos de heridos fue el saldo de
esa luctuosa jornada.
Los jefes militares leales al gobierno nacional (el ministro de
Guerra Flanklin Lucero, el almirante Ramón Brunet, el jefe de la
Aeronáutica brigadier Juan Ignacio San Martín, el general Arnaudo
Sosa Molina y Juan José Valle) lograron la rendición de los marinos
atrincherados en el Ministerio de Marina y unos 90 aviadores par­
tieron rumbo a Uruguay donde fueron asilados por el gobierno
de Luis Batlle.243
El fracaso de la intentona golpista no impidió que el gobierno
se encontrara jaqueado por distintos frentes.
Perón seguía teniendo el apoyo de los trabajadores y la oposi­
ción de los partidos tradicionales, los estudiantes y las clases medias.
Pero, a diferencia de lo que pasaba en 1945, ya no tenía de su
lado a la Iglesia Católica y se había debilitado el apoyo de las
Fuerzas Armadas.et'
La convocatoria a una pacificación nacional, realizada por el
propio presidente Perón la misma noche del 16 de junio, y la adop­
242 Muchos de esos aviones llevaban inscripta la leyenda "Cristo Vence".
243 Seoane, María (2005), El bombardeo a Plaza de Mayo. Los secretos del di«
más sangriento del siglo XX, en Clarín del 16 de junio de 2005.
244 Altamirano, Carlos (2001).
27 4 / Diego Ru�nzal: Historia ecorómica argentírla (1880-2009)
ción de una táctica negociadora que incluía el levantamiento del
estado de sitio, la autorización para que los opositores hablaran
por radio y modificaciones en el gabinete no sirvieron de nada.1.is
El 31 de agosto, Perón sostuvo ante una multitud reunida en
Plaza de Mayo, "hemos vivido dos meses en una tregua que ellos
han roto en actos violentos, aunque esporádicos e inoperantes.
Pero ello demuestra su voluntad criminal [ ... ] la contestación para
nosotros es bien clara: no quieren la pacificación que le hemos
ofrecido [ ... ] con nuestra tolerancia exagerada nos hemos ganado
el derecho de reprimirlos violentamente ¡ ... ] la consigna es con­
testar a una acción violenta con otra más violenta. Y cuando uno
de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos [ ... ] que cada
uno de ustedes recuerde que ahora la palabra es la lucha y la
lucha se la vamos a hacer en todas partes y en todo lugar. Y
también que sepan que esta lucha que iniciaremos no ha de ter­
minar hasta que no los hayamos aniquilado y aplastado".
El 16 de septiembre, el general (RE) Lonardi ­bajo la advo­
cación de la Virgen de la Merced y utilizando corno contraseña
la frase "Dios es justo"- encabezó un alzamiento militar con epi­
centro en la Provincia de Córdoba y que tuvo un fuerte apoyo de
las bases navales.
Luego de algunas escaramuzas menores, Perón firmó su capi­
tulación el 20 de septiembre iniciando un largo exilio en el Paraguay
de Stroessner.e" la Venezuela de Pérez Jiménez, la República Do­
minicana de Trujillo y la España de Franco.
El golpe fue saludado por un amplio arco de fuerzas políticas
opositoras al gobierno, la Iglesia y la Federación Universitaria Ar­
gentina.
Cuando cae el gobierno peronista, el Producto Bruto Nacional
era un 16% superior al registrado en 1948247 y los salarios reales
eran un 64% superior a los vigentes en 1945.248
Es decir, a pesar de que el gobierno peronista exhibió sus ma­
yores tasas de crecimiento hasta el año 1948, después de esa fecha
la expansión económica continuó su derrotero positivo (fundamen­
talmente por el desempeño del sector industrial).
245 Cattaruzza, Alejandro (2009).
246 Lonardi concedió un salvoconducto para que Pcrón se trasladara al Paraguay.
247 Eshag, E. y Thorp, R. (1969).
248 Rapoport, Mario (2000).
Diego Rubin7al: Hstona ecorómca arger.t,'la (188::'-?0'.)9) t ?.7t;