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El shock se define com o: "La p é rdida aguda de la adecuada capacidad de perfusión de los t ej idos para
alcanzar las necesidades m et ab ólicas celulares" . Es necesario reconocer inm ediat am ent e sus signos y
sínt om as para responder rápidam ent e y as í dism inuir la m orbim ort alidad. En un adult o la Tensi ón Art erial
( TA) sist ó lica < 90 m m Hg, el descenso de la m ism a > a 40 m m Hg o la Tensi ón Art erial Media ( TAM) < a 60
m m Hg, deben considerarse hipot ensión severa. Sin em bargo puede exist ir hipoperfusi ón y shock sin
hipot ensi ón art erial.
El shock es en realidad un sínt om a de la causa que lo desencadena. Siem pre el t rat am ient o debe
hacerse m ient ras que al m ism o t iem po se est á t rat ando de resolver la causa.
El shock se ha clasificado cl ásicam ent e, con fines did á ct icos y práct icos, de acuerdo a su et iolog ía en:
hipov olém ico, sépt ico, cardiogénico y neurog énico. Post eriorm ent e fue descript a por W. Shoem aker una
nueva clase et iopat og énica: el shock t raum át ico.
A cont inuación describirem os las caract er íst icas de cada uno de est os t ipos clásicos de shock ( Tabla 1 ).
En el cuadro precedent e se describen los signos cl ínicos y las caract eríst icas fisiopat ológicas m ás
relevant es del shock. Obsérvese com o no se m enciona la t ensión art erial com o un par ám et ro im port ant e a
t ener en cuent a. Si bien frecuent em ent e se ut iliza la TA com o indicador del grado de profundidad del
shock, no lo es. La TAM es im port ant e para m ant ener la presi ón de perfusi ón de los dist int os órganos y
t ej idos. La m ism a depende de la fuerza de eyecció n del vent rículo izquierdo, de la im pedancia aó rt ica y de
las resist encias perif éricas. Pero com o indicador de la profundidad del shock es inadecuado por varios
m ot ivos:
La diuresis es el signo clínico m ás eficaz para m onit orear el shock; 50 m l/ hr en un adult o, 1m l/ kg/ hr en
los ni ñ os y 2 m l/ kg/ hr en los lact ant es son los nú m eros que deben recordarse com o indicadores de que la
perfusi ón perif é rica es adecuada. Tam bi én se ha dem ost rado que la t em perat ura de las ext rem idades
( dedo gordo del pie) es un m uy buen m arcador de perfusi ón, que al igual que el fluj o de orina,
correlacionan perfect am ent e con el I C ( índice card íaco) .
La concent r ació n plasmá t ica de lact at o as í com o el d éficit de bases ( EB) , son m arcadores bioqu ím icos de
falla en la oxigenaci ón t isular y puest a en m archa del m et abolism o anaer óbico, caract er íst icos del est ado
de shock.
En m uchas oport unidades es necesario para el m anej o de los pacient es con shock el m onit oreo
hem odin ám ico con un cat ét er de Swan Ganz. Especialm ent e cuando no es claro el est ado de la volem ia,
para est o sigue siendo de vit al im port ancia la m edici ón de la presi ón capilar pulm onar ( PCP) , a pesar de
t odas las im precisiones que t iene su m edici ón y su ut ilización com o inferencia del volum en de fin de
di ást ole del VI . Tam bi én es de ut ilidad para m edir la eficiencia card íaca ant e las dist int as precargas. La
diferenciació n ent re est ados hipo e hiper diná m icos es fundam ent al as í com o la m agnit ud de las
resist encias perif éricas. Tam bién pueden ser de ut ilidad los dat os obt enidos sobre el t ransport e y el
consum o de O2 .
Pero sin duda lo m á s im port ant e y ú t il del m onit oreo hem odin ám ico con un cat ét er en la art eria
pulm onar es poder m onit orear la t endencia en el t iem po y la respuest a a las t erapéut icas aplicadas. Est e
m ét odo sigue siendo cont rovert ido, varios ot ros han int ent ado reem plazarlo aduciendo su inexact it ud y las
com plicaciones que present a. Lo ciert o es que t odav ía no se ha podido ocupar su lugar. Ninguno de los
m ét odos propuest os ha alcanzado la posibilidad de aport ar t ant os dat os ú t iles con baj o cost o y
confiabilidad, com o el del Swan Ganz que se ha im puest o después de 30 a ñ os de uso en t odo el m undo.
Com o m ét odo de m onit oreo de la perfusi ó n espl ácnica la t onom et r ía g ást rica e int est inal han
dem ost rado su efect ividad para evaluar la profundidad del shock, la posibilidad de sobrevida y guiar la
t erapéut ica.
Con un crit erio relacionado con los perfiles hem odin ám icos involucrados se ha clasificado al shock en:
cardiog énico, hipovolém ico, dist ribut ivo y obst ruct ivo ( Tabla 2 ).
PRI N CI PI OS D EL TRATAM I EN TO
El fin del t rat am ient o del shock es aum ent ar el t ransport e de O 2 a los t ej idos, aum ent ando el volum en
m inut o circulat orio, la presi ón art erial y el cont enido de O2 de la sangre art erial. Est o en general se logra
con aj ust e de la pre y post carga, aum ent o de la cont ract ilidad cardíaca, aum ent o de la concent raci ón de
Hb en la sangre. En algunas oport unidades es necesario corregir alt eraciones del rit m o card íaco,
bradicardias o t aquicardias ext rem as para t rat ar el shock. En m uchas oport unidades el ahorro de O2 que
im plica la sedaci ón y el reem plazo del t rabaj o de los m ú sculos respirat orios con asist encia vent ilat oria
m ecánica colabora con el t rat am ient o del pacient e en shock hast a que solucione la causa desencadenant e.
Causas:
· Enferm edad coronaria: I nfart o agudo de m iocardio ( I AM) m asivo ( ant erior) . I AM m oderado
sobreim puest o sobre una lesi ón pr evia.
· Enferm edad valvular:
Est enosis o insuficiencia a órt ica aguda o cr ónica.
I nsuficiencia m it ral aguda por rupt ura o isquem ia de un m úsculo papilar.
· Enferm edad peric árdica y t aponam ient o card íaco. Rupt ura de pared libre.
· Miocar diopatías: Dilat adas, Rest rict ivas o Hipert r óficas.
· Arrit m ias: Taquiarrit m ias o bradiarrit m ias. Pérdida de la cont ribuci ó n auricular al lleno
vent ricular. Anorm alidades en la secuencia de cont racci ón. Pérdida de la sincronía auricular.
· Fact ores m et ab ólicos: Acidem ia, Hipoxia, Anorm alidades elect rol ít icas, Ca, P, Mg, K.
Diabet es y enferm edades t iroideas.
· Fenóm eno del no refluj o: Post paro card íaco, Post cirugía de Bypass, Em bolia coronaria
dist al.
· Obst rucción al fluj o: Tum or o t rom bo int racard íaco ( p. ej .: m ixom a auricular) . Com presió n
de la vena cava y Em bolia Pulm onar.
Cuando el shock cardiog énico se present a com o com plicaci ón de un I AM las posibilidades de sobrevida
son escasas 10% inclusive ut ilizando soport e inot ró pico. Afort unadam ent e en los últ im os a ñ os las nuevas
t erapias de reperm eabilizaci ón inm ediat a ( m enos de 18 horas) de la art eria han logrado dism inuir la
m ort alidad en algunas series a niveles inferiores al 50% . El bal ón de cont rapulsaci ó n int ra a órt ico es de
gran ut ilidad en el m anej o del Shock cardiog énico ant es y después de la reperfusión del m iocardio
involucrado. La t rom bolisis con cualquier agent e debe ser desaconsej ada en el I AM con shock cardiog énico
puest o que se ha dem ost rado que no reduce la m ort alidad y por sus efect os ant icoagulant es dificult a los
t rat am ient os ult eriores; v ías venosas cent rales, punciones art eriales, cirugía de " by- pass" coronario, et c.
Mort alidad del shock cardiog énico post I AM con las dist int as t erap é ut icas:
Tam bién una rupt ura del aparat o valvular aó rt ico o m it ral com o consecuencia de endocardit is infecciosa
o isqu ém ica ( m it ral) pueden desencadenar shock que es de t rat am ient o quir úrgico.
El t rat am ient o m é dico se basa en la ut ilización t it ulada de drogas inot r ópicas con efect o vasoconst rict or
o vasodilat ador sobre el t errit orio vascular sist ém ico. Cuando el cuadro est á dom inado por la hipot ensi ó n
art erial, debe adm inist rarse noradrenalina en dosis baj as ( 2 a 8 µ g/ m in) o dopam ina en dosis alt as hast a
asegurar una TAM acept able ( 60 m m Hg) ; hay que recordar que la perfusi ón m iocárdica se produce en
di ást ole y depende de la TA diast ó lica por lo que la hipot ensi ón art erial con t aquicardia ( acort a la diá st ole) ,
com prom et en a ún m ás la perfusió n m iocárdica, lo que produce aum ent o del área infart ada a expensas de
la zona de penum bra. Una vez recuperada la TAM y opt im izada la precarga se debe com enzar a
adm inist rar drogas com o la Dobut am ina que aum ent a la cont ract ilidad m ioc árdica dism inuyendo las
resist encias perif éricas. En algunas oport unidades puede ser de ut ilidad la com binación de dos am inas
presoras, Dopa m ás Dobut am ina suele ser la com binación m ás út il cuando se requiere un leve efect o
presor con m ej or perfusi ón renal y gran efect o inot ró pico posit ivo, sin m ayor aum ent o de la frecuencia
card íaca..
Tam bién son drogas de gran ut ilidad los vasodilat adores Nit roglicerina ( NTG) y Nit roprusiat o de Na
( NPS) , la prim era con efect o preponderant e a nivel venoso ( precarga) y el segundo a nivel art erial
( post carga) . La NTG t iene su lugar fundam ent al cuando el problem a es el edem a pulm onar y la disnea,
acom pa ñ ada por los diuré t icos de asa com o la Furosem ida. El NPS t iene gran ut ilidad en el shock
cardiog énico cuando la TA est á dism inuida só lo levem ent e, puest o que al dism inuir la vasoconst ricció n
per iférica dism inuye la post carga y aum ent a el VM.
La siguient e es una list a de las m edidas de m anej o del Shock cardiog énico. No necesariam ent e deben
inst it uirse en el orden siguient e, m ás a ún varias de las m edidas deben ser sim ult áneas.
Ot ra causa es la em bolia pulm onar m asiva que al obst ruir el fluj o sangu íneo por la art eria pulm onar,
im pide la eyecció n del vent rículo derecho ( VD) . Est o det eriora el llenado de las cavidades izquierdas
principales responsables del m ant enim ient o de un VM adecuado.
La vasoconst ricci ón venosa produce el fen óm eno del ingreso r ápido a la circulación de t odo el volum en
sangu íneo que habit ualm ent e est á cont enido en est os vasos, t am bién conocidos com o lecho de
capacit ancia. La vasoconst ricci ón art eriolar es un m ecanism o que al aum ent ar las resist encias perif éricas
t iende a sost ener la TAM. Al dism inuir la presió n hidrost át ica en el capilar se favorece la ent rada de l íquido
del com part im ent o ext ravascular, produciendo un fen ó m eno espont áneo de hem odiluci ón y expansi ón del
int ravascular. Post eriorm ent e al dism inuir la presi ón coloidosm ó t ica en el int ravascular, ingresa alb úm ina
del int erst icio al int ravascular, produciendo a ú n m ayor recuperaci ón v olé m ica.
La t aquicardia y el aum ent o de la cont ract ilidad son result ant es de la descarga adren é rgica y de los
m ecanism os reflej os que t ienden a aum ent ar el fluj o sanguíneo. Tam bién se produce una redist ribució n de
la perfusi ón con dism inuci ón en el t errit orio cut áneo, m usculoesquelético y espl ácnico. Est o por un lado
preserva la irrigaci ón de los t ej idos nobles ( m iocardio, pulm ó n, cerebro) , est e fen óm eno sum ado a las
m odificaciones neuroendócrinas ( Renina-Aldost erona/ Hipot álam o-Hipofisaria) dism inuyen la producci ón de
orina que t iende a m ant ener la volem ia.
Debe t enerse en cuent a que en m uchas oport unidades est e perfil de respuest a fisiol ógica se m ezcla con
ot ro ( cardiog énico, sépt ico u obst ruct ivo) . Est e hecho hace que cuando no se obt iene la respuest a
esperada a la reposición de volum en int ravascular en un pacient e con shock, ant es de t rat ar con drogas
presoras o seguir adm inist rando volum en a pesar del aum ent o de la PVC por encim a de valores acept ables
( 15 cm de H 2 O) es im prescindible el m onit oreo invasivo para det erm inar exact am ent e el est ado
hem odin ám ico y del m et abolism o del O 2 .
Shock S é p t ico
Un Consenso realizado en 1992 ent re expert os de ACCP-SCCM ( Am erican College of Chest
Physicians/ Societ y of Crit ical Care Medicine) lo defini ó clínicam ent e com o un cuadro de sepsis con:
hipot ensi ón a pesar de una adecuada expansi ón de volum en, t rast ornos de perfusi ón con o sin acidosis
lá ct ica, oliguria o t rast orno del sensorio. Cuando se ha inst it uido t rat am ient o inot rópico o vasopresor la
hipot ensi ón puede no est ar present e. Se definió com o hipot ensió n, una sist ólica m enor a 90 m m Hg o una
reducci ón m ayor a 40 m m Hg en los valores basales.
Es im port ant e dest acar que Sepsis fue definida en est e m ism o Consenso com o un SRI S ( Síndrom e de
respuest a inflam at oria sist ém ica) con infección probada. El SRI S se define com o: 2 ó m ás de los siguient es
hallazgos: Tem perat ura > 38 o < 36; Frecuencia Card íaca > 90; Frec. Respirat oria > 20 o PaCO2 < 32
t orr, o recuent o de leucocit os > 12000, < 4000 o m á s de 10% de form as inm aduras en el hem ogram a.
Las caract er íst icas del shock sépt ico son part iculares por present ar un cuadro de alt o VM con resist encias
per iféricas baj as, siem pre con dism inuci ón del t ransport e y del consum o de Ox ígeno pero con diferencia
art erio -venosa de O 2 dism inuida. Est a últ im a caract er íst ica lo diferencia de las ot ras t res causas descript as
que la t ienen elevada. Est o se explica por la incapacidad de los t ej idos para ut ilizar el O 2 aport ado, lo que
aum ent a su cont enido venoso.
Hay que dest acar que en los est adios finales del shock s épt ico, el cor azó n ya se hace incapaz de
sost ener est a sit uaci ón de alt o VM y com ienza a producirse refract ariedad o respuest a insuficient e a las
drogas inotr ópicas. El cuadro com ienza a ser parecido a un shock cardiogénico.
En el pacient e polit raum at izado el shock s épt ico suele aparecer t ard íam ent e. No siem pre cursa con una
infecci ón com probable. Durant e la evoluci ón pueden desarrollarse DMO ( disfunciones de m ú lt iples
órganos) y la infecci ón reci én hacerse present e en est e m om ent o o ult eriorm ent e.
La falla en la sínt esis de Gluco y m ineralocort icoides en el pacient e cr ít ico puede ser difícil de
diagnost icar. Pero si no se la sospecha y se la t rat a puede t ener consecuencias devast adoras para el
pacient e con hipot ensi ón o shock. La insuficiencia suprarrenal aguda puede ser prim aria o secundaria. La
enferm edad de Addison es de baj a incidencia. Pero la supresi ón brusca de glucocort icoides es la causa m ás
frecuent e en el pacient e de Terapia I nt ensiva.
La frecuencia de la insuficiencia suprarrenal en Terapia I nt ensiva es m uy variable en la lit erat ura, ent re
1 y 35% .
· Hipot ensi ón/ hipot ensi ón ort ost át ica o Shock profundo.
· Déficit en la respuest a presora a las Cat ecolam inas I V en dosis habit uales. I m posibilidad de
ret irar las am inas presoras ( Dependencia a la Dopam ina)
· Trast ornos hidroelect rolít icos: hiperkalem ia, hiponat rem ia especialm ent e cuando es
persist ent e.
· Nauseas y vóm it os. Diarrea.
· Eosinofilia.
· Hipoglucem ia sin causa aparent e.
El diagnóst ico de cert eza debe hacerse con el t est r ápido de est im ulació n de ACTH. Se t om a m uest ra
basal para dosar Cort isol. Post eriorm ent e se adm inist ran 250 µ gr de ACTH sinté t ica, se t om an ot ras 2
m uest ras para Cort isol a los 30 y los 60 m in. Con niveles m ayores 500 nm ol por lit ro de Cort isol se
descart a la insuficiencia suprarrenal.
El t rat am ient o una vez hechas las t om as de sangre para dosar Cort isol plasm át ico debe com enzar de
inm ediat o con Dexam et asona 2m g I V c/ 12 hs., para evit ar los dosaj es elevados cruzados de Cort isol
plasm át ico, t am bién pueden adm inist rarse 60 m g de hidrocort isona cada 8 hs. aunque produzca
reacciones cruzadas para cort isol. Se recom ienda adm inist rar expansi ón de volum en con soluciones de
dext rosa al 5% en Soluci ón fisiológica.
Para evit ar el shock por insuficiencia suprarrenal, en t odo pacient e t rat ado cró nicam ent e con cort icoides
se debe duplicar la dosis ant es de una cirugía m ayor.
Shock N e ur og é nico
Se caract eriza por ser producido por un déficit de t ono sim pá t ico. Si bien puede producirse por la
adm inist ració n de drogas anest ésicas epidurales o raquídeas, así com o por dilat aci ón g ást rica aguda en las
lesiones int racraneales graves; en las v íct im as de t raum a lo m ás frecuent e es que sea debido a lesiones
penet rant es o cerradas de la m édula espinal.
La p érdida del t ono sim pát ico en la r egión denervada produce vasoplej ía t ant o art erial com o venosa.
Est o condiciona una m arcada dism inución t ant o de la pre com o de la post carga. La piel de la zona
denervada est á rosada y calient e m ient ras que en la región superior inervada est á fría y p álida por
vasoconst ricci ón com pensadora.
El t rat am ient o racional depende de la presencia de signos de hipoperfusi ón ( diuresis) . Prim ero se debe
adm inist rar volum en generosam ent e, pero t am bi én en form a precoz debe com enzar el m onit oreo
hem odin ám ico invasivo. En m uchas oport unidades la PVC puede ser suficient e. Recién cuando la precarga
se haya recuperado deben infundirse am inas vasoconst rict oras para recuperar la post carga, en la m enor
dosis posible para evit ar la producci ón de t oxicidad e isquem ia de ot ros t ej idos.
Sh ock Tr a u m á t ico
Durant e la evoluci ón de un pacient e con t raum a grave, el shock puede present arse por diversos
m ecanism os et iopat og é nicos. Así lo m á s frecuent e es que el shock de las prim eras horas en el lugar del
rescat e, en el t raslado o en la recepci ón hospit alaria, sea causado por hipovolem ia. La m ism a se produce
por grandes p érdidas sangu íneas ext ernas, hem at om as de part es blandas o focos fract urarios,
especialm ent e de pelvis, o fém ur. Tam bi é n en el t ronco se producen grandes focos de sangrado, que sólo
si exist e un alt o grado de sospecha se pueden diagnost icar precozm ent e. As í se logr ará realizar la cirug ía
inm ediat a que, j unt o con la reposició n de la volem ia, serán salvadoras.
El shock que se produce después de un t raum a grave t iene caract er íst icas especiales. En prim era
inst ancia la causa desencadenant e m ás frecuent e es la hipovolem ia producida por la pérdida de sangre y
líquidos en los t ej idos lesionados. Est e fenó m eno puede, en algunos casos, est ar acom pañ ado por
com presión card íaca ( shock cardiog énico) o por lesi ón de la m édula espinal con vasoplej ía ( shock
neurog énico) . Al exist ir m ult icausalidad la int erpret aci ón de los dat os y el m onit oreo cont inuo, con
respuest a rápida, son la única posibilidad racional para la int erpret aci ó n y el m anej o de un
polit raum at izado con shock en las prim eras horas.
Siem pre que no se consiga la recuperaci ón con la reposici ó n rá pida de volum en seg ú n el esquem a del
ACS ( Am erican College of Surgeons) debe pensarse en sangrado persist ent e, vasoplej ía o t aponam ient o.
En est e punt o debe colocarse un cat ét er venoso cent ral y m onit orear PVC.
En el t raum a es raro que la causa prim aria del shock sea cardiog énica. Puede aparecer en los
t raum at ism os de tórax que producen neum ot ó rax hipert ensivo o t aponam ient o card íaco. La caract eríst ica
es el d éficit de perfusi ón producido por falla de la bom ba card íaca causada por com presi ón extr ínseca
"Shock cardiog énico com presivo" . Tant o las heridas penet rant es com o las cerradas pueden cursar con
t aponam ient o cardíaco. Pero los t raum as cerrados que producen laceraciones card íacas o de grandes
vasos, con t aponam ient o son m ort ales r ápidam ent e y no suelen llegar al hospit al con vida. Las lesiones
penet rant es s í pueden ser t rat adas quir ú rgicam ent e, siem pre que se resuelva en form a precoz el
t aponam ient o peric árdico.
Aunque las yugulares no est én ingurgit adas, debe descart arse siem pre que haya shock y heridas
t orácicas pot encialm ent e product oras. Es posible que coexist a con hipovolem ia y que el t aponam ient o
reci én se ponga de m anifiest o despu é s de la expansi ón inicial. I nm ediat am ent e despu és de la reposici ón
de volem ia deberá colocar se un catét er cent ral para m edir PVC. Si es m ayor a 15 m m Hg debe descart arse
t aponam ient o peric árdico o falla card íaca de ot ra causa. El t raum a cerrado sobre la región est ernal puede
producir cont usi ón m iocá rdica, lesi ón direct a de una art eria coronaria y shock cardiog énico.
Tam bién el neum ot ó rax hipert ensivo producido por lesión penet rant e o cerrada puede ser la causa y en
raras ocasiones una hernia diafragm á t ica t raum át ica puede desencadenarlo.
El esquem a de r eposició n arriba m encionado, para un adult o de 70 kg, es 2000 m l de crist aloides,
Ringer lact at o o soluci ón fisioló gica, y luego com enzar con gl óbulos roj os desplasm at izados. Recordando
que por cada unidad de volum en de sangre perdida se debe reponer el t riple de crist aloides ( regla del t res
por uno) .
En el t raum a, aunque no est én present es los ot ros m ecanism os product ores del shock, la hipovolem ia no
suele ser el ú nico m ecanism o fisiopat ológico que se pone en j uego. La liberaci ón de diversas sust ancias
por los est ím ulos nocicept ivos est á m ediada por el sist em a neuroend ócrino. La vasoconst ricció n perif érica,
uno de los prim eros m ecanism os de com pensaci ó n de la hipovolem ia, no t iene lugar en los t ej idos
lesionados. En est as regiones se acum ula sangre y l íquido int erst icial y adem ás se liberan sust ancias que
act ú an a dist ancia en dist int os sent idos. Cuant o m ayor es la cant idad de t ej idos lesionados m ás part icipar á
est e m ecanism o fisiopat oló gico en el desarrollo del shock. La gravedad de los escores anatóm icos I SS y las
regiones afect adas est á por est o relacionada con los escores fisiol ógicos TSR ( Traum a Score Revisado) y
con la gravedad del shock.
Las células isqu ém icas son capaces de producir una serie de segundos m ensaj eros que alt eran funciones
celulares. Est o incluye la sínt esis de nuevas prot eínas que las act ivan para part icipar en fen óm enos
inflam at orios inm ediat os o secundarios. Est as c élulas act ivadas son m ás suscept ibles a la reperfusió n o a
inj urias secundarias.
La resucit aci ón puede generar inj uria m ediada por los radicales superó xido liberados por los t ej idos
reperfundidos.
Exist en fact ores que prim ariam ent e pueden perpet uar la inj uria: la vasoconst ricci ón sost enida, la
t rom bosis de la m icrocirculació n y la agregaci ón de plaquet as, gló bulos blancos y erit rocit os. Todo est o
lleva a una m ala dist ribuci ón del fluj o m icrocirculat orio.
Tam bién hay fact ores que pueden act uar com o perpet uadores de la inj uria en form a secundaria. Son los
m ediados por el accionar de los leucocit os ya sea a nivel local com o a dist ancia y de las Cit oquinas y
Leucot rienos t ant o in sit u com o sist ém icos.
Por últ im o la perpet uaci ón t erciaria ser ía la producida por la sepsis, la t raslocaci ó n bact eriana int est inal o
el shock secundario. Cualquiera de est os fen ó m enos t ienen un efect o devast ador cuando se present an
sobre órganos y sist em as ya act ivados por las noxas prim arias.
Com o hem os vist o el t raum a produce una respuest a inflam at oria sist ém ica que se pone de m anifiest o
por el SRI S. En la m ayor ía de los casos ést a es beneficiosa, se aut olim it a y lent am ent e vuelve a la
norm alidad.
En casos con inj urias t raum át icas m uy severas, un SRI S grave puede desencadenar DMO ( disfunciones
de m últ iples órganos) precoces " m odelo de un golpe" ( one hit m odel) . En est e punt o es int eresant e
recordar los t rabaj os de W. Shoem aker que dem ost raron, t am bi én en la resucit aci ón inm ediat am ent e
después del t raum a, que los pacient es que se recuperan son aquellos capaces de llegar a valores
supranorm ales de t ransport e ( DO2) y consum o ( VO2) de O2. Se ha dem ost rado ult eriorm ent e que
aquellos que no lo logran son los que desarrollan el DMO precoz. Probablem ent e la causa de est e
fen óm eno sea un desacople oxidat ivo m it ocondrial.
En ot ras ocasiones con lesiones m enos severas, en casos suscept ibles ( con células inflam at orias
"act ivadas") , un est ím ulo secundario t am bié n produce DOM, el " m odelo de dos golpes" ( t wo hit m odel) .
Est os pueden ser únicos o repet it ivos com o: un act o quir ú rgico, una com plicaci ón infecciosa o de ot ro t ipo
( Figura 1 ).
A m edida que pasa el t iem po y el pacient e se va recuperando de las lesiones, las respuest as
inflam at orias se van apagando y aparecen fen óm enos de supresi ón de la inm unidad, t ant o hum oral com o
celular, que persist en por lo m enos por siet e días. Así en form a t ard ía pueden desarrollarse procesos
infecciosos y DMO. En est e punt o t odav ía queda por dilucidar si la infecció n es la causa o la consecuencia
de la DMO.
Ut ilizam os el t é rm ino disfunci ón y no falla porque igual que ot ros aut ores lo consideram os m á s
apropiado, puest o que da una idea de un proceso que se va m odificando con el t iem po, a diferencia del
concept o de irreversibilidad que genera falla.
Cuando se analiza la aparici ón en el t iem po, cerca del 40% de las disfunciones aparecen ant es del t ercer
día post lesional, m ient ras que post eriorm ent e aparecen poco m ás del 60% .
La disfunci ón m ás frecuent e, t ant o ent re las precoces com o t ard ías, es la respirat oria ALI / SDRA ( I nj uria
Pulm onar Aguda/ Síndrom e de Dist ress Respirat orio Agudo) . Mient ras que ent re las t ard ías es frecuent e la
hep át ica, ent re las precoces lo es la card íaca. Es int eresant e se ñ alar que la m ort alidad del ALI / SDRA,
cuando aparece en form a precoz, es m ayor com o com plicació n de una inj uria t or ácica que si lo es de un
t raum at ism o encefalocraneano ( TEC) .
Los fact ores predisponent es para la aparición de disfunciones org ánicas después del t raum a son: a) I SS
25; b) fact ores que indican la profundidad del shock inicial: 1) más de 6 U de GR t ransfundidas en las
prim eras 6 horas; 2) d éficit de bases > 8 m Eq/ l en las prim eras 12 horas o 3) Lact at o s érico > 2,5 m m ol/ l
en las 12 horas subsiguient es. Tam bi én se ha dem ost rado valor predict ivo posit ivo para los niveles de
elast asa de neut r ófilos, ant it rom bina I I I , Trom bom odulina soluble e int erleukina 6 y 8. Todos est os no son
m ás que m arcadores s éricos de la gravedad del " prim er golpe" .
Si se analizan solam ent e las disfunciones t ard ías t am bi én es fact or de riesgo para su aparici ón la edad
m ayor a 55 a ños. La incidencia de DMO publicada para los pacient es con alt o riesgo es del 14 al 42% .
La m ort alidad de los pacient es con t raum a aum ent a con la aparició n de las disfunciones org ánicas. Para
Moore y Moore con un ó rgano involucrado es de 11% , con dos 24% , con t res 60% y con cuat ro 62% .
Aquellos t raum at izados que sufren DMO t ienen m ayor incidencia de com plicaciones t ant o infecciosas
com o no. Requieren m ás d ías de int ernaci ón en UTI y de v ent ilación m ecánica. Dent ro de las
com plicaciones infecciosas las m ás im port ant es son las graves: neum on ía, em piem a, abscesos
int rabdom inales, infecci ó n de heridas y m eningit is.
Las infecciones graves originariam ent e fueron responsabilizadas por la aparici ón de disfunciones
org ánicas en form a exclusiva. En dos form as fundam ent ales:
Act ualm ent e est á claro que t am bi én exist en m ecanism os no infecciosos ( t raslocaci ó n bact eriana,
isquem ia / reperfusi ón, teor ías de uno o dos golpes) que pueden desencadenarlo por int erm edio del
desarrollo de SRI S m aligno. De t odas m aneras la infecci ón com o com plicaci ón del t raum a grave sigue
siendo un gran product or de disfunciones de órganos y m ort alidad. Se ha dem ost rado que la
Decont am inaci ón Select iva I nt est inal ( DSI ) dism inuye la incidencia de neum onía e infecciones en general,
pero no la incidencia de DMO ni la m ort alidad. Tam poco se ha podido dem ost rar, durant e la laparot om ía
por t raum a, la presencia de alt as concent raciones de bact erias viables en la vena port a ni en los ganglios
m esent éricos. Sí se han podido encont rar en est os ú lt im os rest os bact erianos casi en el 100% de los
casos. Lo que se encuent ra aum ent ado t ant o en sangre port al com o sist ém ica despu és del shock
traum á t ico son: endot oxinas bact erianas, cit okinas ( I L6- TNF) y leucocit os act ivados. Todos est os
elem ent os producidos por el t ej ido linfát ico asociado al int est ino ( GALT) , que a su vez sería act ivado por la
isquem ia int est inal y la t raslocació n bact eriana a nivel local.
La nut rici ón ent eral precoz dism inuye la incidencia de DMO, aum ent a el t rofism o int est inal y reduce los
fen óm enos proinflam at orios producidos por el int est ino inj uriado.
Tr a t a m ie nt o y Pr e ve nci ón de la D M O
Los avances m ás recient es incluyen:
A) Mej or r esucit ació n del shock, int ent ando alcanzar los valores m á s alt os posibles de DO2
en el m enor t iem po posible. Para est o es im prescindible acort ar los t iem pos de diagnóst ico y
t rat am ient o de la causa del shock ( reperfusi ón m iocá rdica, t rat am ient o quirú rgico para
yugular la hem orragia, drenar el foco s épt ico, et c) . Trasladar el pacient e al hospit al que est á
capacit ado para resolver su problem a, en form a inm ediat a ( sin t raslados innecesarios) .
B) Cirug ías reparadoras definit ivas precoces.
C) I nt er nació n en una UTI donde haya experiencia y una aproxim aci ón sist em á t ica para
dism inuir las com plicaciones.
D) Sost én vigoroso de las funciones de los dist int os ó rganos y t ej idos para evit ar su falla.
E) Prevenci ón o t rat am ient o t em prano de las infecciones.
F) Monit oreo y evaluació n profundos en UTI para est abilizar las funciones vit ales ant es de
realizar las cirugías reparadoras.
G) Se han est udiado y se siguen est udiando diversos t rat am ient os para int ent ar frenar o
m odular la respuest a inflam at oria que desencadena la sepsis severa y el shock s épt ico, con o
sin infecció n. Por un lado se ha int ent ado bloquear las endot oxinas de las bact erias Gram -
con ant icuerpos espec íficos y ot ros bloqueadores con result ados dispares seg ú n los dist int os
aut ores. Tam bi én se han est udiado los Cort icoest eroides en dist int os rangos de dosis con
result ados dispares, llegando a la act ual conclusi ón que s ólo t ienen indicaci ón cuando hay
insuficiencia suprarrenal. Se ha int ent ado ut ilizar bloqueadores específicos de TNF ( Fact or de
necrosis t um oral) y de I L2 ( I nt erleucina 2) , sin result ados para dism inuir la m ort alidad.
Tam poco dem ost ró m ej orar la sobrevida la inhibici ón de la s ínt esis de ON. El em pleo de
I nt er ferón gam a y del fact or est im ulant e de colonias ( G -CSF) para aum ent ar la respuest a
inm une t am bié n han sido ut ilizados con result ados dispares. La hem ofilt ració n cont inua,
especialm ent e la de alt o fluj o ha sido post ulada com o un m ét odo que al elim inar los
m ediadores inflam at orios de la circulaci ón, m ej ora los result ados en grupos de pacient es con
sepsis severa y shock sé pt ico. Tam bién la adm inist raci ó n de soluciones de inm unoglobulinas
especialm ent e la enriquecida con I gM parece dism inuir la m ort alidad. Se ha report ado
recient em ent e la eficacia y la seguridad de la prot eína C act ivada recom binant e hum ana
( Drot recogin) en dism inuir el riesgo de m uert e en sepsis severa ( 19.4% ) y el riesgo de m orir
( 6.1% ) .
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