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Explicaciones sobre el caso del P.

Marko Rupnik dejan importantes


vacíos
Por Almudena Martínez-Bordiú y David Ramos
Redacción ACI Prensa

Las explicaciones que se han dado en el caso de las denuncias de abusos


contra al menos nueve mujeres religiosas a manos del conocido sacerdote
y artista jesuita Marko Rupnik, de 68 años, dejan importantes vacíos.

En un comunicado publicado el 2 de diciembre, tras la difusión de


artículos periodísticos que acusaban de abusos al P. Rupnik, la Compañía
de Jesús (jesuitas) señaló que “el Dicasterio para la Doctrina de la Fe
(DDF) recibió una denuncia en 2021 contra el P. Marko Ivan Rupnik S.J. en
cuanto a su forma de ejercer el ministerio. No hubo menores
involucrados”.

Tras una investigación preliminar encargada a la Compañía de Jesús, el


Dicasterio del Vaticano “determinó que los hechos en cuestión debían ser
considerados prescritos y por lo tanto cerró el caso a principios de
octubre de este año 2022”, dice el comunicado.

Sin embargo, desde esa investigación, la Compañía de Jesús tomó


medidas cautelares contra el P. Rupnik, que incluyen la “prohibición del
ejercicio del sacramento de la confesión, de la dirección espiritual y del
acompañamiento de los Ejercicios Espirituales”.

“Además, estaba prohibido para el P. Rupnik ejercer actividades públicas


sin el permiso de su Superior local”.

“Estas medidas siguen vigentes hoy, como medidas administrativas,


incluso después de la respuesta del Dicasterio para la Doctrina de la Fe”,
se lee en el comunicado de los jesuitas.

En declaraciones a ACI Prensa este 9 de diciembre, el P. Johan


Verschueren, consejero general y delegado para las Casas y Obras
Interprovinciales de la Compañía de Jesús en Roma, aseguró que “lo que
nos interesa a los jesuitas, desde el punto de vista legal, y desde el punto
de vista moral-religioso, son los probables indicios de que los votos
probablemente fueron atestiguados por la averiguación previa,
especialmente cuando hizo daño a personas”.

“No necesitamos los resultados del proceso penal para la toma de


medidas preventivas. Y aun cuando los puntos en los que se enfocó el
DDF sean declarados prescritos, esto no cambia nada con respecto a
nuestra perspectiva legal (administrativa)”.

“Por tanto, se pueden imponer medidas, proporcionadas, justas, eficaces


para asegurar la máxima seguridad al pueblo de Dios”, dijo.

¿Quién es el P. Marko Rupnik?


El P. Marko Rupnik es un artista conocido a nivel mundial, y sus obras
incluyen trabajos en el Palacio Apostólico del Vaticano, en el edificio de la
Conferencia Episcopal Española, en la Catedral de Santa María la Real de
Almudena, en Madrid, y el Santuario de Fátima.
El P. Rupnik hizo el logo del Jubileo de la Misericordia convocado por el
Papa Francisco el 8 de diciembre de 2015, y fue el encargado de elaborar
la imagen oficial del X Encuentro Mundial de las Familias, realizado en
2022.

A inicios de la década de 1990, junto a la hermana Ivanka Hosta, el P.


Rupnik fundó en Ljubljana (Eslovenia) la Comunidad Loyola, un instituto
femenino de vida religiosa, donde habría abusado de al menos nueve
mujeres.

Una de ellas habría llegado a intentar suicidarse a causa de los abusos.

Para 1993, el sacerdote jesuita dejó la Comunidad Loyola tras aparentes


conflictos con la hermana Hosta, y se fue a Roma, junto a varias de las
religiosas, y creó el Centro Aletti, dedicado a la promoción del arte
religioso y su conexión con la espiritualidad ignaciana.

En 2020 antiguas integrantes de la Comunidad Loyola recurrieron a la


Santa Sede para denunciar los abusos que se vivían al interior de la
institución, que se remontarían hasta los años en los que el P. Rupnik era
su capellán.

El Vaticano entonces designó como comisario apostólico a Mons. Daniele


Libanori, jesuita y Obispo Auxiliar de Roma.

A la fecha, el Santuario de la Santa Casa de Loreto (Italia) tiene


programado que el P. Marko Rupnik realice una jornada de ejercicios
espirituales del 13 al 17 de febrero de 2023. Esto implicaría que la norma
que requiere al P. Rupnik abstenerse de participar en eventos públicos no
estaría siendo obedecida.

En declaraciones a ACI Prensa este 9 de diciembre, Mons. Libanori se


refirió a esta jornada de ejercicios espirituales.

“Normalmente, el programa de retiros espirituales se elabora con al


menos un año de antelación. Realmente no creo que los organizadores
pudieran imaginar lo que se ha hecho público estos días”, dijo.
“Tampoco sé si, tras los hechos que han surgido y se han hecho públicos,
se mantendrá el rumbo previsto o si se sustituirá al padre Rupnik”, añadió.

Mons. Libanori explicó además que el comisariamiento a la Comunidad


Loyola no se ha mantenido en secreto: “El encargo de la Comunidad de
Loyola se ha hecho público en el foro apropiado, es decir, la Iglesia. Yo
mismo informé debidamente a todos los obispos en cuyas diócesis hay
una casa del Instituto”.

El Superior de los jesuitas: “Son problemas entre


adultos”
En una entrevista difundida el 7 de diciembre por el medio portugués
7Margens, el P. Arturo Sosa, Superior de la Compañía de Jesús, dijo que
para la congregación religiosa “cualquier caso como este es muy
doloroso”.

Sin embargo, continuó, “no tenemos que publicar todos los casos. Una de
las cosas a las que todos tenemos derecho como personas es cierta
cantidad de privacidad: tienes que hacer declaraciones públicas cuando
es público; cuando no es público, no hay nada que hacer al respecto y eso
no significa ocultarlo. No escondimos nada”.

“En este caso, me parece importante subrayar algunas cosas. Uno, que no
hay menores de edad involucrados. En otras palabras, estos son
problemas entre adultos”, agregó el P. Sosa.

La Iglesia considera que en una relación entre adultos donde hay un


desnivel de poder y de autoridad, como por ejemplo entre un fiel católico
y un sacerdote, un director espiritual o un superior, es abuso sexual.

El P. Sosa dijo luego que “no recibimos la denuncia directamente, sino de


la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe [CDF], la solicitud de
realizar una investigación porque habían recibido la denuncia.
Precisamente para no ocultarlo y hacerlo de la forma más transparente
posible, buscamos investigadores que no fueran de la Compañía de
Jesús”, continuó.

Consultado sobre por qué no se hizo público el caso, que involucraría a al


menos nueve víctimas, el P. Sosa dijo que “hay que preguntar a las
víctimas. No puedo tomar la palabra por alguien que no quiera”.

“No hay ningún proceso que diga que hay una víctima aquí y una víctima
allá. Fue prescrito. No hay calificación de víctimas, hay sospecha de
hechos que traspasaron los límites de lo que se hace entre adultos”,
señaló.

Respecto a los ejercicios espirituales que tiene programados el P. Rupnik


en el Santuario de Loreto para febrero de 2023, el P. Sosa señaló que es
“un retiro que no creo que esté previsto, pero no debería [hacerlo]”.

“[El P. Rupnik] No está detenido, ni ninguna de las medidas afecta a su


obra. Tiene compromisos artísticos muy importantes. Puede celebrar la
Eucaristía, lo que está prohibido es guiar ejercicios espirituales o
confesarse (sic). Esas son las medidas, porque tiene que ser proporcional
a los hechos”, indicó.

“Sigue teniendo la misma movilidad que cualquiera de nosotros, por


motivos de trabajo. No está limitado por este tipo de medida. Aquellas a
las que estaba sujeto las ha cumplido”, añadió.

A pesar de las sanciones, el P. Rupnik ha seguido publicando mensajes a


través del canal de YouTube del Centro Aletti. El más reciente de ellos
tiene como fecha el 8 de diciembre.

Consultado al respecto, el P. Johan Verschueren dijo que “ahora estamos


examinando todas las medidas implementadas y estamos tratando de ver
cómo hacerlas más efectivas de lo que ya son”.

¿El P. Marko Rupnik estuvo excomulgado?


Una de las acusaciones que ha trascendido a los medios de comunicación
es que el P. Marko Rupnik habría confesado sacramentalmente a una de
las mujeres de las que habría abusado sexualmente, por lo que podría
haber incurrido en excomunión automática, conocida en la ley de la Iglesia
Católica como latae sententiae.

Consultado sobre esta acusación, el P. Johan Verschueren, dijo a ACI


Prensa que “todas las preguntas con respecto a la competencia del DDF
están bajo restricción”.

Sin embargo, al ser consultado sobre por qué el caso del P. Rupnik fue
gestionado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y no por el
Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de
Vida Apostólica, que se encarga de las congregaciones religiosas como
los jesuitas, el P. Verschueren dijo: “Porque involucró algunas posibles
irregularidades en la forma en que se administraron los sacramentos, y
esto está dentro de la competencia del DDF”.

En efecto, las Normas sobre los delitos más graves reservados a la


Congregación para la Doctrina de la Fe, hoy Dicasterio para la Doctrina de
la Fe, establecen que este “juzga los delitos contra la fe y los delitos más
graves cometidos contra la moral o en la celebración de los sacramentos”.

A diferencia de un abuso sexual con adultos, una excomunión latae


sententieae, no prescribe sino hasta que el Santo Padre o alguien
encargado directamente por él proclame un decreto de absolución,
usualmente a través de la Penitenciaría Apostólica.

Mons. Libanori coincidió en que para el caso del P. Rupnik el Dicasterio


para la Doctrina de la Fe “era competente en aquel momento”.

“Cuando se presenta un caso, la Autoridad a la que se remite el


Denunciante lo envía al Ordinario del sujeto denunciado para su
investigación. Una vez finalizada la investigación, las conclusiones deben
transmitirse al Dicasterio competente, que a su vez debe decidir cómo
proceder”, explicó.

“La Compañía de Jesús hizo lo que estaba obligada a hacer y, para que no
hubiera sombras, encargó la investigación a una persona ajena a la propia
Compañía. En cuanto al Dicasterio competente, en el momento de la
investigación el competente era el DDF”, indicó.

Ante la consulta sobre si el P. Rupnik incurrió en excomunión, Mons.


Libanori dijo que “no he recibido información, así que no lo sé”.

El Obispo se manifestó “convencido de la necesidad de transparencia,


especialmente en casos como éste. Pero no dispongo de más
información”.

Además, indicó que “sería apropiado consultar al propio Marko Rupnik, a


quien tal vez se podría exigir al menos una disculpa, teniendo en cuenta
que el comunicado de la Compañía da a entender que las acusaciones
contra él no han sido desmentidas”.

“De hecho, se habla de prescripción”, señaló.

¿Por qué se mantienen las sanciones en un caso


“prescrito”?
El P. Johan Verschueren dijo que en el caso del P. Rupnik “no hubo juicio
penal y, por lo tanto, no se encontró culpabilidad o inocencia (según la ley
penal)”.

“Sin embargo, el derecho administrativo, que asegura la calidad de la vida


religiosa, es competencia del Superior Mayor. Y, como la Compañía de
Jesús quiere tomar medidas para garantizar los más altos estándares en
nuestro ministerio, las medidas siguen vigentes”, añadió.

¿Una respuesta del Vaticano?


Las preguntas que se mantienen abiertas en el caso del P. Marko Rupnik
podrían tener respuestas en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

Así lo indicó recientemente a ACI Prensa el sacerdote jesuita P. Hans


Zollner, experto en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia
Católica.
“Es obvio que tiene que contestar el Dicasterio de la Doctrina de la Fe”,
dijo.

Para el P. Zollner, los jesuitas “han dicho lo que podían decir y, por lo que
veo, las explicaciones sobre a qué llegaron con la sentencia las debe dar
el Dicasterio”.

“Ellos son los que han determinado que los hechos han prescrito. No lo
puede hacer la Compañía de Jesús, es competencia del Dicasterio”,
señaló.

“Eso es según mi parecer, ya que no soy experto, pero el Dicasterio debe


responder”, añadió el P. Zollner.

El 6 de diciembre, otro reconocido sacerdote jesuita, el P. Gianfranco


Matarazzo, ex Provincial de la Provincia Euro-Mediterránea de la
Compañía de Jesús, calificó el caso Rupnik como un “tsunami de
injusticia, de falta de transparencia, de manejo cuestionable, de actividad
disfuncional, de trabajo personalizado, de comunidad apostólica
sacrificada al líder y trato desigual”.

“Y el comunicado jesuita relanza este tsunami. Un caso paradigmático de


justicia negada”, lamentó.

Para el P. Matarazzo son necesarios cuatro pasos para hacer frente a este
drama. El primero, indicó, es “aceptar total responsabilidad y
consecuencias”.

El segundo es “ofrecer una reconstrucción detallada de todo lo que pasó”.


El tercer punto es “convocar una conferencia de prensa y responder todas
las preguntas de manera transparente, sin tener que hacer adiciones
previas por estar obligados a hacerlo”.

El cuarto y último punto señalado por el P. Matarazzo es “abrir de par en


par los archivos”.

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