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5:00 p.m. | 3 abr 24 (AM).- Un libro sobre sexualidad publicado en 1998 por el cardenal Tucho Fernández,
actual jefe de la doctrina en la Santa Sede, llamó mucho la atención al describir los orgasmos como un “acto
sublime de adoración a Dios”. Pero la publicación La pasión mística: Espiritualidad y sensualidad, que
reapareció recién a propósito del nombramiento de Tucho, no es la primera vez que un líder católico habla
con franqueza sobre sexo. Francisco ha exhortado a la Iglesia -en varias ocasiones y temas- a ofrecer una
enseñanza más directa y madura sobre la sexualidad, instando a considerar las experiencias de la vida actual y
real de los fieles.
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Para el papa Pío XII, no había nada malo en que las parejas casadas buscaran placer durante el sexo, y el papa
Juan Pablo II describió el sexo conyugal como la representación de Dios como amor en su libro de 1960 “Amor y
responsabilidad”. Y fue bajo su pontificado que Fernández, ahora Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la
Fe, escribió esas ahora “infames” líneas elevando el orgasmo a una especie de adoración divina.
En su década como Papa, Francisco ha tratado de introducir un enfoque más positivo y abierto del tema del sexo
en la Iglesia católica, instando a la institución a tener en cuenta las experiencias de la vida real de los fieles de
hoy y abordando temas que van desde la pornografía, la abstinencia y las aplicaciones de citas hasta los
orgasmos.
Partiendo de su exhortación apostólica de 2016 Amoris laetitia (Alegría del Amor), Francisco subrayó
la importancia del sexo en el matrimonio. Criticó a la Iglesia por adoptar con frecuencia un enfoque abstracto y
teológico de la sexualidad, y se mostró más a favor de un enfoque más realista y pastoral de la sexualidad
humana. En el documento, el Papa no habla del sexo como algo que haya que censurar o rechazar, sino como un
aspecto fundamental de la vida conyugal, que hay que cuidar y sobre el que hay que reflexionar.
Aquí una revisión de algunas enseñanzas de la Iglesia sobre el amor y la intimidad y las formas en que Francisco
ha reformulado esas conversaciones. Son cinco de los momentos más emblemáticos en los que el actual pontífice
ha abordado el sexo.
Francisco señaló los pasajes sensuales de la Biblia, como el Cantar de los Cantares, para subrayar que “en el
cristianismo no se condena el instinto sexual”.