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RECINTO DE PONCE

OSCAR M. GRANADOS DEL VALLE, SFM

Fundaciones de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica masculinas, nativas,

en Puerto Rico.

Teo. 665 - Historia de la Iglesia en Puerto Rico – Lunes 10:00 a.m. – 12:00 m.d.

Fray Carlos Alberto Rodríguez-Villanueva, O.P.

30 de abril de 2012

e-mail: A00240030@pionero.pucpr.edu
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Siglas

C.S.C. Congregación de la Santa Cruz

C.Ss.R. Congregación del Santísimo Redentor


Padres Redentoristas

M.C. Missionaries of Charity

O.F.M. Cap. Orden de Frailes Menores, Capuchinos

O.P. Orden de Predicadores

S.E.M.V. Servus Eucharistiae et Mariae Virgine


Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen

S.E.R. Su Excelencia/Eminencia Reverendísima

S.F.M. Sociedad Fraterna de Misericordia

S.V.A. Sociedad de Vida Apostólica

SJ Compañía de Jesús
Jesuitas
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Fundaciones de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica masculinas, nativas,

en Puerto Rico.

I. Introducción

No es posible realizar un ejercicio historiográfico sobre un evento eclesial si no se tiene

en cuenta que dicho evento es, primeramente, irrupción del Espíritu Santo en la Iglesia y en la

propia historia del fundador. Por ello es justo hablar de una cierta meta-historia donde se

conjugan la llamada de Dios y la respuesta, positiva o negativa, del hombre; en dicha respuesta

hay múltiples factores que entran en juego y que van configurando dicha respuesta; la persona

sobre la cual recae la irrupción del Espíritu, las propias vicisitudes de la porción específica de la

Iglesia donde se sitúa dicha persona y muchos otros factores adicionales que no se pueden

ignorar. Por tanto la fundación de un Instituto de Vida Consagrada o Sociedad de Vida

Apostólica, necesariamente, ha de comprenderse como acción de dos: la acción del Espíritu que

va suscitando el don carismático y la respuesta del fundador realizada en actos concretos, en su

pensar y vivir enmarcado en una situación histórica y espacio concreto. ¿Cuáles son las

fundaciones de las que hablaremos? Pues bien, una de ellas es una Asociación Pública de Fieles

en vías a ser un Instituto Clerical de Vida Consagrada y está enclavada en la Diócesis de Arecibo

y la otra es ya, una Sociedad Laical de Vida Apostólica de Derecho Diocesano y está enclavada

en la Diócesis de Mayagüez; ambas fundadas en suelo puertorriqueño y por puertorriqueños. La

primera ha recibido el nombre de “Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen” y la segunda

tiene como nombre, “Sociedad Fraterna de Misericordia”. Es importante señalar que nos parece

que ninguna de estas dos realidades eclesiales son lo suficientemente bien conocidas en la

circunscripción eclesiástica de Puerto Rico.


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II. Algunas consideraciones pertinentes

Hemos de considerar antes de comenzar nuestro ejercicio que “los distintos carismas que

tenemos en la Iglesia son solamente funcionales dentro de un grupo con una misión común”1 y

eso es precisamente lo que las fundaciones a las que estaremos tratando nos dejan ver: unos,

Esclavos de la Eucaristía son marcadamente contemplativos y la Sociedad Fraterna de

Misericordia tiene como nota constitutiva el apostolado, sin embargo ambos buscan como fin

primordial ser “testimonio radical de la presencia de la Iglesia en la sociedad”2, “testigos de la

alegría del Reino, en el que el Padre ama y elige a los pequeños y limpios de corazón para

repartir los tesoros de su misericordia”3.

Considérese como ejemplo en que alguna persona, al hacer un ejercicio historiográfico

sobre el nacimiento de la Orden de Frailes Menores, no tome en cuenta la condición de la Iglesia,

las condiciones sociales que imperaban en aquél tiempo y sobre todo no tome en cuenta las

vicisitudes en que fue moldeándose la persona de Francisco de Asís para al fin recibir en él esa

irrupción del Espíritu la cuál denominamos como carisma. Ciertamente, el historiador podrá

acumular una cantidad de información referente al nacimiento de la Orden, pero se quedará en

eso, en mera información perdiendo lo esencial, lo que se busca cuando se hace un ejercicio

historiográfico sobre un acontecimiento eclesial: descubrir el paso de Dios por la historia de la

Iglesia y de la humanidad en la que la misma se inserta. Por ello, tendremos que fundir

necesariamente el proceso fundacional de los Institutos al de la persona de su fundador.

Considérese también, que las fuentes bibliográficas sobre las fundaciones que son objeto

de nuestro estudio son escasas debido a la etapa infantil en que ambas se encuentran: los

1
Michael Amaladoss SJ, “Capítulo 3: Los religiosos en misión”, en Carismas en la Iglesia para el mundo: La vida
consagrada hoy, ed. Unión de Superiores Generales. (México: Ediciones Paulinas, 1995), 144.
2
Constituciones de la Sociedad Fraterna de Misericordia, n.2.3.
3
Luis Colón S.E.M.V., “¿Quiénes somos?, Mater ter Admirabilis: Magnificat 1 (2009): 4.
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Esclavos de la Eucaristía, aunque han perdido ya a su fundador, aún se consideran en proceso

fundacional. Según un diálogo sostenido con un Esclavo, el Padre fundador hablaba sobre cosas

que él no vería pero que sucederían en el futuro: de hecho, sus constituciones, escritas por el

mismo fundador, están escritas con miras al futuro pues marcan una forma y estilo de vida que

solo podrá vivirse cuando la fundación se solidifique y crezca numéricamente4.

La segunda, la Sociedad Fraterna de Misericordia, aunque tiene ya resulta su situación

canónica al haber sido erigida canónicamente como Sociedad de Vida Apostólica de Derecho

Diocesano5, cuenta con la gracia de tener a su Padre fundador con vida, lo que lógicamente lleva

a pensar en que los caminos que los sucesores hayan de recorrer, todavía están trazándose.

Nos atrevemos a afirmar que estas dos fundaciones podrían bien encarnar lo que dijera el

Arzobispo de San Juan, Mons. Roberto O. González Nieves en el Mensaje de Epifanía del 5 de

enero de 2000 en conferencia de prensa en el Palacio Arzobispal: “la evangelización y la

adoración conducen al servicio de los demás, a la promoción de la solidaridad, de la justicia, la

unión y la paz”6. Estas nuevas comunidades son y deben ser “parte de esa fuerza del Espíritu con

la que responde, a través de nuevos fundadores, a las necesidades de la Iglesia para el milenio

que nos ha tocado evangelizar”7 y he ahí precisamente la importancia de conocer estos carismas

que el Señor ha regalado a la Iglesia Universal y que se han encarnado, hecho vida, en estas

tierras borincanas.

4
Según un diálogo sostenido con un Esclavo, el Padre fundador hablaba sobre cosas que él no vería pero que
sucederían en el futuro: de hecho, sus constituciones, escritas por el mismo fundador, están escritas con miras al
futuro pues marcan una forma y estilo de vida que solo podrá vivirse cuando la fundación se solidifique y crezca
numéricamente. El dialogo al cual se hace referencia aquí, se llevó a cabo el día 20 de abril de 2012 con P. Luis
Colón S.E.M.V. en las oficinas del Obispado de Arecibo.
5
Según Decreto formal dado por S.E.R. Mons. Ulises Casiano Vargas, efectivo el día 10 de diciembre de 2008.
6
Roberto González Nieves, “Mensaje de Epifanía en conferencia de prensa en el Palacio Arzobispal: 5 de enero de
2000”, en Caminos de la Nueva Evangelización, ed. Consejo Episcopal Latinoamericano (Colombia: CELAM,
2001), 235.
7
“III. Historia de la redacción de las Constituciones” en Comentarios a las Constituciones. Colección privada de la
Congregación de los Padres Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen.
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III. Los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen

A. Marco eclesial

El 30 de abril de 1960 se creó la Diócesis de Arecibo con parroquias que correspondían

principalmente a la Diócesis de San Juan y en menor grado de la de Ponce, cuenta con una rica

tradición e historia eclesiástica que ha llegado a producir mujeres con talante de santas, con el

establecimiento de órdenes religiosas tales como las Hermanas de la Caridad, Capuchinos,

Franciscanos y Paúles, conto con Mons. Alfredo Méndez González C.S.C. como su primer

obispo y bajo éste se establecieron nuevas parroquias en la Diócesis. Su segundo obispo lo fue

Mons. Miguel Rodríguez C.Ss.R, quien continuó la obra de su predecesor fundando otras

parroquias y estableciendo nuevas comunidades y órdenes religiosas femeninas y masculinas 8.

Es bajo el episcopado de éste último que la fundación de los Esclavos de la Eucaristía y de María

Virgen logra concretizarse dentro de la Iglesia. Es dentro de esta Iglesia diocesana que el

fundador, P. Aníbal José de María Reyes Belén S.E.M.V. quiere dar a la Iglesia Universal,

llegando a expresar que lo que el busca es,

“un estilo de vida religiosa firme, sólida, abierta ampliamente al misterio de la gracia.
Una vida religiosa que sea vigorosa, que sea un árbol frondoso en el jardín mismo de la
Iglesia Católica Romana; en una comunión plena con el Sumo Pontífice, con los Obispos
y con el latido mismo de la Iglesia… la Iglesia jerárquica”.9

Por ello nos damos cuenta de la falta de fundamentación en los argumentos y un craso

desconocimiento de dicho Instituto de parte de las personas, que con la mejor intención, ponen

reparos frente a este carisma suscitado en la Iglesia que peregrina en Puerto Rico. La fundación

del P. Aníbal Reyes, injerta en una circunscripción eclesiástica específica no quiere ser otra cosa

8
Sub-comisión de Historia, “Informe de la Sub-comisión de Historia: Resumen de la Historia de la Iglesia en PR y
esbozo de las historias diocesanas”, Comisión de Evangelización,
http://www.comisiondeevangelizacionpr.org/entérate/documentos-y-descargas/historia-de-la-iglesia/ (accesado
Abril 23, 2012).
9
“III. Historia de la redacción de las Constituciones”, en Op.cit.
|7

sino una fuente donde los fieles de la misma y más tarde de la Iglesia Universal, puedan beber

del agua cristalina de una doctrina sólida y pura que solamente puede encontrarse en fuentes

plenamente unidas al Magisterio de la Iglesia y su jerarquía.

B. Síntesis del proceso fundacional de los Esclavos de la Eucaristía y de María


Virgen.

Aunque este trabajo no pretende ser una biografía de la persona de P. Aníbal Reyes

Belén, su vida y su fundación se entrelazan estrechamente y por tanto tenemos que adentrarnos

un poco en la vida del mismo para entender más allá de una posible superficialidad, en lo que

consiste el don carismático que se ha regalado a la Iglesia, pues Dios hace converger “los dones

de naturaleza y gracia que le harán responder eficazmente a una misión específica confiada” 10 a

todos los fundadores, incluyendo a P. Aníbal. Nuestros anhelos son, no obstante, que pronto los

Esclavos nos regalen una biografía completa de su Padre fundador para darnos así el instrumento

clave para apreciar mejor su obra.

Aníbal Reyes Belén nació en el núcleo de una familia estable, que le trasmite ciertos

valores que le ayudaran a configurar la vida de su futura Comunidad, al estilo de una vida

Nazaretana, en un espíritu de alegría y fraternidad honda. P. Luis Colón11 trae a colación dos

eventos que marcaron su vida en relación con a su futura fundación:

1. Su opción radical por el catolicismo en su infancia frente a la opción de su familia por

el protestantismo: define en su alma un amor y fidelidad al Santo Padre y a la Iglesia y le

lleva a tomar consciencia de su llamada a ser “signo preclaro de la Iglesia, por la santidad

de vida de sus miembros”12, frente a aquellos que disentían de la Iglesia así como una

base hacia un recto ecumenismo.

10
Ibíd.
11
Ibíd.
12
Ibíd.
|8

2. La experiencia de la trascendencia de la vida humana: ante la muerte de un familiar, a

la edad de nueve años, al toparse con el cadáver una angustia existencial surge en su

interior: “Al descubrir a los nueve años que uno moría, me renegué completamente contra

aquello que la gente llamaba “Dios”… lo veía sin sentido que se muriese. Aquello creó

una crisis grandísima en mi corazón, en mi vida, hasta el borde de la locura” 13. La

respuesta suscitada por la crisis se da de una manera positiva y le hace apreciar la vida, de

manera que se propone no dejarla pasar en la mediocridad.

Es en las vicisitudes de este segundo evento dentro de su vida que lo encuentra un fraile

dominico que trabajaba en la Iglesia de Ntra. Sra. Del Perpetuo Socorro en Bayamón, en tiempos

de preparación para recibir por vez primera el sacramento de la Eucaristía. Dicho evento se llevó

a cabo un 12 de octubre de 1958 y marcó la vida del pequeño Aníbal de tal manera que él mismo

en apuntes de un retiro la define como su “conversión a los nueve años y diez meses”14. Este

fraile, de nombre Bartolo será quien le saque de la crisis frente a la muerte y el primero que le

señala a la Madre de Dios, en advocación de Ntra. Sra. Del Santísimo Rosario, como su Madre.

Por tanto, podemos decir que es a esta edad que florecen en Aníbal Reyes, sus dos grandes

amores a los que dedicará desde ese momento, todo su vivir y actuar; la Virgen y la Eucaristía.

Este amor que él palpa desde su infancia le lleva a responder generosamente a la vocación

religiosa y a la edad de quince años lo encontramos dentro del aspirantado de los Padres

Dominicos, y es en ellos donde su alma se sumerge en lo que más tarde serán notas constitutivas

de su propia Familia religiosa: la Virgen y la vida fraterna al servicio de la predicación. Sin

embargo Aníbal dentro de su proceso de discernimiento opta por no continuar en la Orden de

Santo Domingo y en la búsqueda de otras posibles opciones se encuentra con los Misioneros

13
Ibíd.
14
Ibíd.
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Hijos del Inmaculado Corazón de María o Claretianos. Bebió también de su carisma misionero

con vertiente mariano y eucarístico, que, como ya hemos dicho eran sus grandes amores. Sin

embargo un largo proceso de discernimiento llevado a cabo junto a su director espiritual, D.

Baldomero Jiménez Duque, que le impulsaba a fundar, le llevó a abandonar el Instituto de Claret

tan entrañablemente querido y cuyo amor inculcó a sus Esclavos.

P. Aníbal buscaba vivir una vida religiosa coherente y auténtica frente a una realidad que

conocieron casi todas las comunidades religiosas de la época: esto es, una confusión causada por

las interpretaciones erróneas al Concilio Vaticano II que condujeron a una desvalorización de los

valores auténticos que la vida consagrada siempre había aportado a la Iglesia. Por ello podemos

afirmar que la vida del P. Aníbal Reyes hallaría eco en las palabras que Juan Pablo II dirigió a

los participantes del Congreso internacional organizado por la Unión de Superiores Generales en

el 1993: “La Iglesia en efecto, no tiene necesidad de religiosos deslumbrados por el secularismo

y por los señuelos del mundo moderno, sino de testigos valientes y de infatigables apóstoles del

Reino”15. Como hemos dicho, esto que P. Aníbal sufrió en carne viva mientras estudiaba en

Roma en muchos Institutos de Vida Consagrada tuvo como raíz lo que el mismo P. Aníbal logra

percibir y señala con meridiana claridad:

Un problema serio que veo en la vida religiosa hoy, es la masificación. Todos hacen lo
que hacen todos: una falta de personalidad, de criterios, de bases fijas, de dimensiones
fundantes, de solidez. Y convertimos un panorama que está llamado a ser pleno,
atrayente, fuerte, hermoso, lleno de luz, en una tragedia humana y en un proyecto
imposible de realizar en la vida. ¿Por qué? Nuestra interrogativa, incisiva y vital, debe ser
continua y responderla con profundidad, claridad y desde el Evangelio. Sabes, no quisiera
en este momento decirte mi modo de pensar y concebir la vida religiosa; mucho menos
responder a las causas y soluciones de este hombre masa que agobia y asfixia la vida
religiosa…sin rutas, sin fines, sin ideales, sin deseos…”16.

15
Juan Pablo II, “Capítulo 7: Discurso de Juan Pablo II a los participantes en el Congreso”, en Carismas en la
Iglesia para el mundo: La vida consagrada hoy, ed. Unión de Superiores Generales. (México: Ediciones Paulinas,
1995), 270.
16
“III. Historia de la redacción de las Constituciones”, en Op.cit.
| 10

En medio de esta vivencia de la vorágine de un Concilio mal interpretado es pues, donde

se va fraguando en su alma los deseos de regalar a la Iglesia una vivencia auténtica de Vida

Consagrada. Sin embargo, aún no tenía pensado el fundar un nuevo Instituto pero comienza a

buscar fuentes más cristalinas de espiritualidad y doctrina. Entra en contacto en primer lugar con

el Monasterio Madre de Dios17, recién fundado en Bayamón con las que conoce la figura y

espiritualidad de la Madre Teresa María de Jesús Ortega la cual aún vivía y cuya fama de

santidad exhalaba fervor religioso y contemplativo y que encendieron en el P. Aníbal una llama

por aquél estilo de vida, sin haber renunciado al carisma misionero claretiano. ¿Qué encontró en

esta Comunidad? La respuesta es simple, encontró el contrapeso ante las corrientes de

secularización y masificación, antes señaladas, y bebió de las Dominicas de Madre de Dios los

valores de una liturgia viva, cuidada, “saboreada en la unción del Espíritu. El Amor y centralidad

de la Eucaristía, tanto en su dimensión de celebración como en las horas de silenciosa adoración

ante el Santísimo”18. De ellas igualmente heredará la costumbre de hacer presente la presencia de

la Virgen en toda la vida, incluso en los detalles que aún perviven en la vida de los Esclavos; su

presencia en el nombre religioso, la Salve solemne después de Completas. Y por último, pero no

menos importante, la vida contemplativa vivida en gozo y el cuidado de la Liturgia de las Horas

como “vinculación al patrimonio común de la Iglesia Universal”19.

Otra figura primordial en la vida del P. Aníbal fue la de Don Baldomero Jiménez Duque,

quien fuera su director espiritual y le introdujera en las corrientes místicas del Carmelo teresiano-

sanjuanista, que será columna esencial dentro del carisma de los Esclavos. Al respecto dice el P.

Luis Colón S.E.M.V.: “El día que entre nosotros dejen de vibrar los versos del Cantico

17
Fundado por las Monjas Dominicas de clausura de Olmedo, España y que conforman una Federación.
18
“III. Historia de la redacción de las Constituciones”, en Op.cit.
19
Ibíd.
| 11

Espiritual, la Llama de Amor Viva, el poema de la Noche… (…) habremos perdido lo más noble

y bello de nuestro carisma, ser almas que saben decir al mundo a qué sabe Dios”20.

Finalmente ha llegado la hora de hablar acerca de aquello que constituirá la nota

novedosa del carisma de los Esclavos, es decir, su vinculación a Schoenstatt. Primeramente

hemos de mencionar que Schoensttat ofreció, en la persona del P. José Kentenich, la respuesta a

esa masificación de la que hacíamos mención anteriormente y que P. Kentenich detectó como el

bacilo que aqueja a la Iglesia en Occidente cuya cura consiste en encontrar la armonía entre lo

natural y sobrenatural, en un amar, pensar y vivir orgánicos. El primer contacto con el

Movimiento de Schoenstatt lo establece a través del P. Mario Mastrangelo O.F.M. Cap., cuando

la Comunidad Claretiana lo envió a cursar estudios en la Universidad Católica de Puerto Rico.

Vivió en esta época, con los Padres Capuchinos, que le acogieron gracias a la petición de parte

de los Claretianos al no contar éstos con casa en Ponce. Este punto es importante, porque la

Congregación Claretiana le envía a estudiar a Puerto Rico debido a que, por su frágil salud,

Aníbal no pudo permanecer en México –donde los Claretianos enviaban a los formandos-. La

importancia de este dato es dar a conocer el constante cuidado que los Claretianos le prodigaron

y deja entrever su atención hacia este formando que en sí llevaba esperanzas de vitalidad para la

Comunidad. Conoce en esta etapa al P. Guillermo Esters, miembro de los Sacerdotes diocesanos

de Schoenstatt, y a la Hermana María Petra de las Hermanas Marianas de Schoenstatt. Conoce

igualmente al P. Carlos Boskamp, quien ya conducía a los primeros Schoenstattianos presentes

en la Isla, venidos de Nueva York y testigos presenciales del P. Kentenich.

Dentro de todo este marco, Aníbal Reyes es ordenado presbítero de manos de S.E.R. Luis

Cardenal Aponte Martínez el 11 de agosto de 1974, en medio de dos corrientes teológicas que

marcaban la pauta dentro de los estudios teológicos: la Teología de la Secularización y la


20
Ibíd.
| 12

Teología de la Liberación, “sobre estas corrientes teológicas tuvo el Padre que abrirse camino,

especialmente en orden a dar a la vida sacerdotal y consagrada una autentica interpretación (del

Concilio Vaticano II) a la luz del rico magisterio que por aquellas fechas impartía el Papa Pablo

VI”21. Continuando con su relación con Schoenstatt, después de algunas experiencias directas

con el Movimiento en Roma, el Padre Aníbal cayó cuenta que el Espíritu le movía a buscar su

propia manera de vivir y proyectar existencialmente su Alianza de Amor con la Madre Tres

Veces Admirable y Vencedora de Schoenstatt22. Sus vínculos con Schoenstatt serán esenciales

tanto así que su futura fundación le tiene como elemento constitutivo concretizado en la Alianza

de Amor, elemento que le da a su vez, la dimensión mariana al carisma. Estando estudiando en

Roma, en un viaje a España entra en contacto con el Instituto de las Esclavas del Santísimo

Sacramento y de la Inmaculada, de quienes vuelve a beber aguas de espiritualidad cristalinas y

de la más sana doctrina23. Adopta de ellas el ideal de Amor e Inmolación y el estilo de vida

eucarística de adoración perpetua al Santísimo Sacramento.

Por último, este recorrido de proceso fundacional encuentra su clímax desde su llegada de

Roma en el verano de 1976 hasta su destino como formador. En este período funge como

administrador parroquial de la Ascensión del Señor en Rexville, Bayamón y es aquí, ya como

sacerdote que empieza a desplegar su carisma de Padre. No dejó perder, por ello, su contacto

con la familia de Schoenstatt e incluso llegó a trabajar mano a mano con el P. Guillermo Esters

en bien de la misma. Es importante señalar que siempre buscó vocaciones para los Claretianos

así como para la vida religiosa femenina, tanto de vida activa como contemplativa.

Su trabajo como administrador parroquial cesó en el verano de 1978 cuando es enviado

21
Ibíd.
22
La Alianza de Amor es el núcleo fundamental de la espiritualidad Schoenstattiana.
23
De las Esclavas del Santísimo es reconocido como Padre fundador el P. José Antonio de Aldama, insigne teólogo
jesuita y que goza de fama de santidad.
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como formador de los seminaristas claretianos que se formaban en Santo Domingo, República

Dominicana. Aquí, sin tener pretensiones fundacionales todavía, va formando y educando en los

valores religiosos por él asumidos a sus formandos, buscando ante todo forjarlos en el espíritu

auténtico del carisma de San Antonio María Claret, vitalizando el carisma e impulsando la vida

de comunidad con el fin de crear una fraternidad claretiana realmente evangélica y misionera y

todo esto sin introducir a ninguno de aquellos en el Movimiento de Schoenstatt. Sin embargo,

algunos Superiores y hermanos de la Comunidad, ya le percibían en una sintonía espiritual

diferente a la que vivía el Instituto24 y por ello no les causó extrañeza de que finalmente

abandonase, P. Aníbal, la querida Congregación Claretiana y partir, el 31 de mayo de 1981, para

Puerto Rico para dar el paso decisivo en la fundación de lo que hace tiempo se fraguaba en su

alma y corazón: sus Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen.

Llegó al Barrio Campo Alegre de Hatillo, Puerto Rico el 1 de junio de 1981 y desde ahí

desplega abiertamente su alma y corazón, la vuelca en la Parroquia a él encomendada por S.E.R.

Mons. Miguel Rodríguez C.Ss.R. y lo hace también con sus hijos, caminando a la vez “hacia las

cumbres de la unión transformante”25. Tras muchas cruces vividas en corto tiempo, físicas26 y

espirituales, consigue del Obispo Diocesano de Arecibo, la aprobación – no explícita - para la

fundación y la misma se concretiza un 13 de agosto de 1981. Logra también el comienzo de la

edificación del Santuario de Schoenstatt tan anhelado para él, así como la vinculación a la

Familia de Schoenstatt que se concretiza cuando los primeros Esclavos hacen su Alianza de

Amor en Cabo Rojo en el mes de octubre de 1983. Envió a los primeros Esclavos a Roma a

24
En Carta fechada el 5 de junio de 1981 el Padre Provincial de los Claretianos, escribía a un formando, amigo de P.
Aníbal, que se encontraba en Colmenar Viejo: “Para mí fue una sorpresa en absoluto. Sabía de algunos rumores
desde hacía meses, pero los negué, sin descartar la posibilidad de que el P. Aníbal con el tiempo pasara a una
comunidad Contemplativa, ya que ese era, yo diría, su carisma, bien manifestado en los últimos años”. Citado en:
“III. Historia de la redacción de las Constituciones”, en Op.cit.
25
“III. Historia de la redacción de las Constituciones”, en Op.cit.
26
Fue diagnosticado de enfermedad hepática, enfermedad que finalmente le llevará a la muerte.
| 14

cursar estudios eclesiásticos y se da un florecimiento en el noviciado y postulantado, aunque

como toda fundación en comienzos, pronto se darían cuenta de que el futuro no sería tan

esperanzador, pues tan temprano como en Abril de 1985, sufren el primer abandono de uno de

los cofundadores que fungía como Maestro de Novicios. Finalmente, después de haber dejado a

sus Esclavos el texto de las Constituciones, que habían sido elaboradas tras un largo proceso,

fallece el P. Aníbal José de María Reyes Belén el 7 de octubre de 1985. ¿Cómo se consideró ante

su fundación? Él mismo nos lo revela, comentando a las Constituciones:

Bueno a mí lo que me tocó fue abrir la puerta. Quien funda una comunidad religiosa es
Dios…es la Santísima Virgen. Hay uno que le toca ¿Qué?...empujar una puerta,
¿verdad?...abrir una puerta para entrar (…) Pero, ¿se puede decir que ése fue el que creó
la puerta y que creó el lugar donde vamos a estar nosotros?, no. Pues solamente a ese le
mandaron a que abriera una puerta. A mí me tocó simplemente, pues, abrir una puerta
para que todos entrásemos…yo el primero y detrás ustedes, ¿verdad? Porque Dios usa
siempre sus instrumentos27.

Esta es la historia, sumamente sintetizada de la fundación de los Esclavos de la Eucaristía

y de María Virgen que llevó a cabo un sacerdote puertorriqueña y que legó, en Puerto Rico, a la

Iglesia Universal un Instituto donde,

Ningún elemento queda disminuido, ni desvalorizado. Es un todo armónico… vertido en


cauces de contemplación o de vida religiosa contemplativa. Y aún aquí, no de la forma
medieval como se puede entender. Este es el dolor de cabeza para muchos. Es vida
contemplativa que no rehúye de su contacto con las personas; sin dejar de ser Padre para
su pueblo. Sin barras y eremitorios que priven al pueblo cristiano de la cercanía al
«hombre de Dios». Y a la vez, sin dejar de ser un verdadero contemplativo, deseoso de
soledad, silencio, sagrario abierto… sin perder el sabor de su celda monástica, y a la vez,
siendo de todos el señalador hacia las cumbres… Diciéndonos que la santidad es posible;
no es patrimonio del contemplativo, sino de todo hombre que quiera ser en el mundo
perfecta propiedad de Dios y de María28.

Actualmente los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen constan con una casa en la

27
“III. Historia de la redacción de las Constituciones”, en Op.cit.
28
Luis Colón S.E.M.V., “Introducción”, en Te abrazo en mi fuego: P. Aníbal José de María S.E.M.V., ed. Esclavos
de la Eucaristía y de María Virgen. (Hatillo, Puerto Rico: S.E.M.V., 1987), 32.
| 15

Diócesis de Minneapolis, Estados Unidos de Norteamérica y otra en la Diócesis de Córdoba,

España, además de continuar su presencia en la casa madre en Hatillo, Puerto Rico. Su

crecimiento ha sido lento, pero constante, y actualmente cuentan con diez miembros profesos

perpetuos, todos presbíteros, y con seis formandos: cuatro de ellos con profesión temporal, un

novicio y un postulante29.

IV. La Sociedad Fraterna de Misericordia

A. Marco eclesial

“La Iglesia siempre tendrá un lugar preferencial en su corazón para los pobres y los

necesitados”30 y precisamente esto es lo que se ha encarnado en una Diócesis relativamente

joven, erigida en 1976 y que tuvo como primer Obispo diocesano a S.E.R. Mons. Ulises Casiano

Vargas, natural de Lajas, precisamente de uno de los pueblos que conformarían la nueva

circunscripción eclesiástica. En otros estudios se ha reconocido que la feligresía que componía, y

compone, la Diócesis se caracteriza “por ser de tipo rural con predominio de pobreza y

desempleo así como mucha población de edad avanzada”31 y cuenta además con un clero nativo

cuyas proporciones alcanzan el 67%. Es una Diócesis que ha contado siempre con la fuerte

presencia de Institutos de Vida Consagrada, especialmente relacionada con la Congregación de

los Padres del Santísimo Redentor (C.Ss.R.) quienes se encargaron de la evangelización de la

mayor parte del área oeste de Puerto Rico. En cuanto a la caridad, Mayagüez, tuvo la dicha de

contar con la presencia de las Hijas de la Caridad quienes llegaron a dichas tierras en el 1864

29
Al respecto de ellos, Fr. Antonio Royo Marín, O.P., decía: “no hace falta tener el carisma extraordinario del don
de profecía para vislumbrar un poco el porvenir probabilísimo que aguarda a la Esclavitud Eucarística fundada por
el P. Aníbal. Estoy plenamente convencido que esta obra tan del agrado de Dios irá incrementándose poco a poco,
pero de una manera firme y constante, hasta convertirse con el tiempo en una gran Orden religiosa contemplativa de
las más fecundas y brillantes en la Iglesia”. Antonio Royo Marín, O.P., “Presentación a la Segunda edición”, en Te
abrazo en mi fuego: P. Aníbal José de María S.E.M.V., ed. Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen. (Hatillo,
Puerto Rico: S.E.M.V., 1987), 24.
30
Roberto González Nieves, “El diácono permanente: identidad, función y prospectivas”, en Caminos de la Nueva
Evangelización, ed. Consejo Episcopal Latinoamericano (Colombia: CELAM, 2001), 382.
31
Sub-comisión de Historia, Op.Cit.
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provenientes de España y en ese mismo año erigen el Hospital San Antonio para la atención de

los enfermos. Ya en 1895 estas hermanas abren las puertas del Asilo de Pobres para ancianos y

desamparados. Interesante es el dato de que fue en Mayagüez donde se fundan los comedores

escolares en Puerto Rico, obra de la creatividad de Sister Mary Padden Cassin 32. Por tanto

podemos decir que la fundación de la Sociedad Fraterna de Misericordia se suscita en el marco

de una Iglesia diocesana joven, pero con un largo trayecto recorrido e influenciado por dos

estilos de vida consagrada: la misión y la caridad.

B. Síntesis del proceso fundacional de la Sociedad Fraterna de Misericordia

La Sociedad Fraterna de Misericordia es una sociedad de vida apostólica, ¿pero qué es

una sociedad de vida apostólica? Una definición negativa sería el afirmar que las mismas no son

Institutos de Vida Consagrada, sin embargo limitarnos a esa definición sería atomizar demasiado

la realidad carismática que las mismas representan en la Iglesia. Las sociedades de vida

apostólica tuvieron su origen primigenio en el siglo XVI con los Oratorios de San Felipe Neri,

sin embargo, para aquella época el estilo de vida que marcan no estaba definido aún y se les

denominaba, hasta el Código de Derecho Canónico del 1917 como “sociedades de vida común

sin votos”. Esto último se debe a que en el principio muchas de las sociedades de vida apostólica

no solían abrazar los consejos evangélicos, teniendo como vínculos de unión el apostolado que

desarrollaban, la vida común y el seguimiento y cumplimiento de las Constituciones, estos tres

elementos fueron y siguen siendo las características que les definen hoy día, aunque se permite,

según lo dicten las Constituciones propias el abrazar los consejos evangélicos con el vínculo que

se determine pero con la nota característica de que no se abrazan públicamente. El Código de

Derecho Canónico de 1981 fue el que les denominó como sociedades de vida apostólica y les

32
Juan G. Lagoa González, “Mayagüez, la Catedral y la historia de su catolicidad”, Diócesis de Mayagüez.
http://www.diocesisdemayaguez.com/obispado/historia.aspx (accesado 23 de abril de 2012).
| 17

rige desde el número 731 y siguientes33. Es decir, que ya tenemos con ello, lo fundamental de la

Sociedad Fraterna de Misericordia: la S.F.M. no es un Instituto de Vida Consagrada y ello tiene

una razón fundamental que ya veremos más adelante.

El fundador de la Sociedad Fraterna de Misericordia lo es Carlos J. González Santiago,

nacido un 19 de noviembre de 1951 en Santurce, Puerto Rico. Hijo de una familia

profundamente católica de quien recibió la semilla de la fe. Cursó la escuela superior en el

Colegio San Ignacio de Loyola34. Piensa en cursar estudios en psicología y parte para el Spring

Hill College, en Alabama y es durante ese periodo en que, movido por la inquietud vocacional,

decide ingresar formalmente en la Compañía de Jesús, en la Provincia del Sur de Lousiana. El

carisma de San Ignacio le atrae fuertemente, recordemos que para aquél entonces el General de

la Compañía lo era el P. Arrupe, que ha pasado a la historia como un “segundo Ignacio de

Loyola” por su gran celo pastoral y fidelidad al carisma de su fundador en cuanto a su

constitución como una Orden de avanzada, sumida profundamente en un profetismo

verdaderamente evangélico y carismático. Sin embargo, sin querer repetir lo que hemos dicho

anteriormente, también nos encontramos en tiempos del post-concilio sumado a la disgregación

racial que existía en los Estados Unidos y sobre todo en el área Sur de los mismos. Nuestro joven

Carlos empieza a detectar que no era ese el camino que Dios le marcaba, no porque fuese mejor

o peor que lo que buscaba, sino precisamente, porque ese no era el camino por el que Dios quería

conducirle. Abandona el noviciado, a un año y medio de haber comenzado su experiencia, pero

decide continuar residiendo en el Sur de Norteamérica e ingresa a la Universidad de Loyola con

la intención de terminar su bachillerato. Es aquí donde por primera vez escucha el nombre de una

33
Germán Sánchez Griese, “Las Sociedades de Vida Apostólica”, Catholic.net
http://es.catholic.net/imprimir/index.phtml?ts=8&ca=358&te=2235&id=3395 (accesado 23 de abril de 2012).
34
Este será su primer encuentro con los hijos de San Ignacio, a los cuales llevará siempre impresos en su alma, tal
como reza tal adagio: “Once a Jesuit, always a Jesuit”.
| 18

tal Madre Teresa de Calcuta al leer el libro de Malcom Muggeridge, “Something Beautiful for

God” y esta lectura suscita en él los deseos de ver aquello con sus propios ojos a la vez de un

trabajar en el servicio a los más pobres.

La inquietud suscitada por la lectura y la persona de Madre Teresa no se quedaron en

letra muerta y decide viajar para India, así que utiliza el dinero que sus padres le habían enviado

para que pagase último semestre de estudios. En India, conoce personalmente a Madre Teresa a

quien se presentó como lo que era: un joven estudiante de psicología sin mucha experiencia pero

con dos manos dispuestas a trabajar, Madre Teresa que había ya adquirido experiencia con

jóvenes que se presentaban de voluntarios para trabajar a su obra le contesta: “Eso es

precisamente lo que quiero, porque Dios no puede llenar lo que ya está lleno. Además, tienes que

quitarte todas las ideas preconcebidas de lo que tienes que debes hacer o tienes que hacer aquí en

Calcuta y conviértete en cántaro vacío que Dios lo pueda llenar”35. Madre Teresa lo envía a

trabajar con la incipiente fundación de la rama de los Hermanos Misioneros de Caridad fundada

por el sacerdote jesuíta Ian Travers Ball, mejor conocido como Brother Andrew M.C.36, con

quienes colabora y aprende el apostolado de la caridad, trabajando directamente con leprosos y

otros enfermos, además de que su experiencia estuvo enmarcada también en el contexto de la

finalización de la guerra de Bangladesh. Para esta época la guerra de Vietnam había terminado,

supuestamente, por primera vez; tal noticia motivó al General de los Misioneros de Caridad, Br.

Andrew M.C. a querer abrir una casa-orfanato para niños víctimas de la guerra y para ello

solicita la ayuda a Carlos y a otro Hermano de la comunidad, sin embargo debido a que la visa de

Carlos se la habían concedido en la categoría de estudiante, el país que tenia recelos por todo lo

que oliese a revuelta, le negaron la entrada. Carlos regresa a Puerto Rico pero no por mucho

35
El hno. Carlos González narra con entusiasmo y sin variaciones en la versión cada vez que describe su experiencia
con Madre Teresa a los hermanos de la S.F.M. Así lo atestigua el autor de este trabajo.
36
Consultar: http://sites.google.com/site/hermanosmissionerosdelac/Home/historia (accesado 29 de abril de 2012).
| 19

tiempo: pronto un amigo suyo, que estaba estudiando medicina en Guadalajara, México, y le

invita a que le visite. Carlos accede y ya en Guadalajara su amigo le concede que aplique a la

Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la cual le admite como

estudiante de medicina. Su fin no era ser médico, sino tener una herramienta que le facilitase el

trabajo en lo que él había identificado como su vocación de servicio a los pobres.

En Guadalajara nuevamente se topa con la realidad de la lepra gracias al curso de

medicina social. Entra en contacto, pues, con el leprocomio de la ciudad37 “Estancia Padre

Bernal”. El director del leprocomio, un sacerdote diocesano, le invita a vivir con ellos y él

acepta. Aprende aquí un estilo de vida de familia alegre, que sabe acoger a los que más lo

necesitan. En medio de esta experiencia de vida, obtiene su título académico en 1977 y regresa a

Puerto Rico, donde ejerce su profesión y finalmente se establece en el pueblo de San Germán y

comienza a trabajar en el Centro Médico de Mayagüez como médico de sala de emergencias,

corría el año 1988.

El año 1988 será decisivo para su vocación y para la futura fundación dentro de la Iglesia

pues para esta época el VIH-SIDA cobraba fuerza dentro de Puerto Rico, que carecía a nivel

gubernamental e institucional de protocolos adecuados para el tratamiento de dicha población.

Carlos se topa pues, con algo que le hará recordar sus experiencias en Calcuta y palpará

nuevamente a Cristo, despreciado, marginado y juzgado por la sociedad en la persona de

aquellos enfermos de SIDA. Por aquél entonces Carlos fungía como director de la Unidad de

Salud Pública y toma acción: crea una clínica, conformada por los diferentes departamentos de la

Unidad de Salud Pública –nutrición, medicina interna, pediatría, etc.-, para atender los casos

específicos de tal población. Esta clínica se convertiría más tarde en el primer Centro de

Inmunología y el mismo a su vez se convirtió en modelo para la creación de estos centros en


37
Leprocomio que aún hoy funciona.
| 20

otras regiones de la Isla. Sin embargo, como todo Centro gubernamental, el horario se limitaba

de 8:00 a.m. hasta las 5:00 p.m. trayendo como consecuencia de que muchos pacientes, una vez

conducidos hasta ahí por sus familiares, eran abandonados en el Centro.

En el área Oeste de la Isla no existía ningún centro o corporación que brindase atención

como albergue a esta población y ni siquiera el gobierno contaba aún con una clasificación para

poder justificar dichos albergues. Carlos González acudió a las autoridades pertinentes para

plantearles la necesidad de dicho Centro y la posibilidad de que le cediesen un piso de unas

facilidades que se encontraban detrás del Centro Médico de Mayagüez, pero obtuvo una negativa

para abrir el Centro con fondos gubernamentales, sin embargo consiguió que le cedieran las

facilidades. En ese momento Carlos González, sin contar con los recursos económicos

necesarios38 y con la ayuda de unos pocos, al comienzo y otros colegas, familiares y amigos,

funda una Corporación sin fines de lucro, para dar vida al albergue tan deseado, con el nombre

de “Estancia Corazón”39. El nombre no fue dado a la ligera, pues el término “Estancia” se lo dio

con una referencia clara a su experiencia con los leprosos de México, en “Estancia Padre Bernal”

y claro, los enfermos de SIDA le hacían recordar aquella marginación que los leprosos vivían en

Calcuta. Al respecto Carlos González die: “sentí que Dios caminaba conmigo aunque no lo

reconocía y que, a su vez, me pedía algo más. Es el mismo camino de Emaús: el Señor camina

con uno todo el tiempo hasta que llega el día en que uno lo reconoce”40.

La obra de “Estancia Corazón” creció hasta convertirse en una gran Corporación sin fines

de lucro, que sigue operante aunque ha cambiado –por el avance en los tratamientos a los

38
Con solamente $50 dólares en el bolsillo y la posible cooperación de dos personas: el abogado Alfred Martínez
Martell y una voluntaria, Herenia Caro.
39
Para conocer más acerca de esta Corporación sin fines de lucro sírvase consultar:
http://www.estanciacorazon.org.
40
José A. Rodríguez González, “Dr. Carlos J. González Santiago, sfm: Próximo sacerdote de la Diócesis de
Mayagüez encuentra su ‘Calcuta’ en tierra borinqueña”, El Visitante, Entrevista, Año XXX, n.39.
| 21

pacientes VIH-SIDA-, fue el instrumento que la Providencia de Dios utilizaría para llevar a

Carlos González a entrar en contacto directo con la Iglesia. Estancia Corazón, naturalmente, era

objeto de atención pastoral y hubo sacerdotes que atendieron en el área espiritual a la población

atendida. Sin embargo, Carlos González detectó cierto recelo –recordemos que el VIH-SIDA,

sus complicaciones y tratamiento eran objeto de mucha ignorancia en todos los niveles de la

sociedad- en el trato a la población VIH-SIDA y lleva su inquietud ante el Obispo de Mayagüez,

S.E.R. Mons. Ulises Casiano Vargas, manifestándole la gran preocupación por las necesidades

espirituales y humanas que enfrentaba esa población. Ante la preocupación presentada al Obispo,

éste le presenta el Código de Derecho Canónico y le dice: “escribe lo que tú me solicitas y cómo

la Iglesia, según tú crees, debe servir a estos hermanos”41. Fue la ratificación de lo que Dios

había suscitado en el corazón de Carlos González bastante tiempo atrás, solo que las debilidades

humanas y el salto de abandono se presentaba en un grado de dificultad máximo; fue el dejar

todo atrás y seguir a Jesús que le llamaba incluso desde la misma Iglesia, por boca de uno de los

sucesores de los apóstoles.

Obedeciendo al Obispo, viaja a Jerusalén y ahí, en el Monte de los Olivos, comienza a

redactar el documento que se constituiría, valga la redundancia, en la Constitución de la

Sociedad Fraterna de Misericordia. El documento redactado fue sometido a Mons. Ulises

Casiano en el 1995. Sin embargo, esto no significo el nacimiento “formal” de la S.F.M. aunque

Carlos González comenzó a vivir, solamente él, el espíritu del documento.

No hubo respuesta inmediata de Mons. Casiano y el lapso de tiempo indujo a pensar que

el proyecto había quedado en el aire. Así que Carlos González espero hasta que el 25 de agosto

de 1997 decide solicitar formalmente el permiso para comenzar una nueva comunidad. Carlos

González recibe la respuesta de la aprobación inicial, a formar una “comunidad de hombres


41
Ibíd.
| 22

laicos” el mismo día del fallecimiento de aquella que le llevara a descubrir el rostro de Jesús bajo

los disfraces más desconcertante, Madre Teresa de Calcuta. Es decir, la aprobación inicial de la

Sociedad Fraterna de Misericordia se dio un 5 de septiembre de 1997 y fue erigida

canónicamente como Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Diocesano el 10 de diciembre de

2008. La Sociedad Fraterna de Misericordia pues, encuentra su razón de ser en el apostolado

dirigido a los pobres y marginados, pues, “el apostolado nace de la exigencia misma que pone el

Señor de recibirlo a Él en la persona de los más pequeños, sin ninguna exclusión”42. Esta es la

razón principal de haberse constituido como una Sociedad de Vida Apostólica, que a su vez le

permite mayor libertad ya que el mismo Código de Derecho Canónico prevé para ello.

Finalmente, como Sociedad de Vida Apostólica, la Sociedad Fraterna de Misericordia se

compone de hermanos de vida fraterna en común43 y asociados44; actualmente son tres hermanos

de vida fraterna en común (dos sacerdotes y un hermano) y diez asociados. Igualmente, la S.F.M.

ha comenzado a expandirse y lleva a cabo una misión cuasi-permanente en la Diócesis de Mao-

Monte Christi, República Dominicana. Vemos pues que la S.F.M., junto con las otras realidades

de Vida Consagrada presentes en Puerto Rico que gastan su vida por los pobres, la encarnación

de lo que el Arzobispo de San Juan ha dicho: “La labor de la Iglesia por la justicia social es por

lo tanto un aspecto esencial de su misión”45, además de un signo preclaro de dicha verdad

constitutiva de la Iglesia.

42
Constituciones de la Sociedad Fraterna de Misericordia, n. 4.10.
43
Quienes asumen los Consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia y además el del servicio a los pobres
y marginados.
44
Laicos que permanecen en su estado de vida pero se comprometen anualmente a vivir la espiritualidad de la
S.F.M. y colaborar con las obras de la misma.
45
Roberto González Nieves, “Mensaje de Epifanía en conferencia de prensa en el Palacio Arzobispal: 5 de enero de
2000”, en Op. cit.
| 23

V. Conclusiones

Puerto Rico en sus 500 años de evangelización ha sido ricamente bendecido por Dios, ha

contado con figuras de eminente santidad, el beato Carlos Manuel Rodríguez, el siervo de Dios

Rafael Cordero, las siervas de Dios, Madre Dominga Guzmán Florit O.P. y Madre Soledad

Sanjurjo, Sierva de María; ha contado con religiosos y religiosas que han vivido y siguen

viviendo auténticamente sus carismas y gastan sus vidas en bien de esta porción de la Iglesia. Sin

embargo, quienes pertenecemos a un Instituto de Vida Religiosa, un Instituto Secular o a una

Sociedad de Vida Apostólica constatamos un cierto desconocimiento en la feligresía, en

ocasiones dentro del clero secular mismo, de lo que en realidad somos, de lo que hacemos y

porque lo hacemos. Este desconocimiento, mayormente involuntario e inculpable, también lleva

a palpar la ignorancia que existe en cuanto a la misma acción del Espíritu que ha suscitado

fundaciones nativas46. Es nuestro deseo que las palabras contenidas en la Carta Pastoral “Paz y

Bien”, de S.E.R. Mons. Roberto O. González, encuentren resonancia en la Iglesia que peregrina

en Puerto Rico:

“En cuanto a la vida consagrada, encomiamos su valioso aporte, según los carismas
propios de cada grupo. Este compromiso absoluto debe ser más estimado por la
jerarquía y la comunidad cristiana. (…), los consagrados y las consagradas han de
integrarse plenamente en la Iglesia particular a la que pertenecen.(…).Urge fortalecer “su
participación en los diversos sectores de la vida eclesial, incluidos los procesos en que se
elaboren las decisiones, especialmente en los asuntos que les conciernen directamente”.
¡Cuánto debemos a los institutos religiosos en el campo educacional, catequístico,
sanitario, social y en la vocación contemplativa!”47.

Este es nuestro deseo y la razón primordial de porque hemos rebasado el “grueso”

permitido para este trabajo, de otra manera hubiese sido imposible dar a conocer, y aún puede

46
Entre fundaciones nativas femeninas se pueden contar más de ocho entre Institutos de Vida Religiosa, Institutos
Seculares y Sociedades de Vida Apostólica. Fundaciones masculinas solamente están identificadas y debidamente
aprobadas las dos de las cuales nos ocupamos en este trabajo.
47
Roberto González Nieves, “Carta pastoral: Paz y Bien”, en Op.cit.
| 24

ampliarse y debería hacerse, ya que estas realidades eclesiásticas no son sino un don para la

Iglesia Universal y concretamente para la porción de ésta, que camina en Puerto Rico.

VI. Anejos

Del libro "Te abrazo en mi fuego"


| 25

Autógrafo de P. Aníbal Reyes Belén, S.E.M.V.


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| 35

Mesa de noche del cuarto del P. Aníbal Reyes Belén, S.E.M.V.


| 36

Imágenes que pertenecieron a P. Aníbal Reyes Belén: como bien se puede observar, se

encuentran San Juan de la Cruz, Santa Rosa de Lima, un retrato de Pío XII y una imagen de

María Reina con el Niño sentado en su regazo y con el Corazón descubierto (elemento típico de

la espiritualidad cordimariana de los Claretianos): son sus grandes amores y tesoro espiritual.
| 37

S.E.R. Mons. Miguel Rodríguez C.Ss.R., P. Aníbal Reyes S.E.M.V. y algunos de los primeros

Esclavos de la Eucaristía en el monasterio “Madre de Dios” en la primera profesión de Esclavos.


| 38

Pertenencias del P. Aníbal Reyes S.E.M.V.: se puede observar una imagen pequeña de San

Antonio María Claret, fundador de los Claretianos a quienes siempre guardó gran estima.
| 39

Interior del Santuario de Schoenstatt “Magnificat Patris” que los Esclavos de la Eucaristía y de

María Virgen custodian y donde realizan a cabo la adoración eucarística. Este Santuario se

encuentra en el mismo corazón del claustro de su monasterio.


| 40

Mausoleo donde reposan los restos mortales del P. Aníbal Reyes Belén, S.E.M.V., Padre y

Fundador de los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen.

El mausoleo se encuentra detrás del Santuario de Schoenstatt “Magnificat” localizado en Hatillo

y que también se encuentra bajo su custodia y cuidado.


| 41

La Comunidad de los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen junto a todos los Obispos

Diocesanos de Puerto Rico, en aquél entonces, en la celebración de su

25 aniversario de fundación.
| 42

Primera aprobación eclesiástica de la Sociedad Fraterna de Misericordia


| 43

Decreto de erección canónica de la Sociedad Fraterna de Misericordia como

una Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Diocesano.


| 44

La Sociedad Fraterna de Misericordia

Hermanos de vida fraterna en común y Asociados


| 45

Hno. William Saltar Arocho, sfm

Misión en la Diócesis de Mao-Monte Christi, República Dominicana


| 46

Bibliografía

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Colección privada de la Congregación de los Padres Esclavos de la Eucaristía y de María
Virgen.

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