Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En este segundo capítulo Duverger desarrolla las características de los diferentes tipos de
miembros de los partidos políticos, sigue utilizando a los mismos partidos para ejemplificar
los diferentes tipos de miembros que existen. La importancia de estos radica en la función
que los miembros cumplen en los partidos.
La primera de las distinciones que hace Duverger tiene que ver con la importancia que los
partidos políticos asignan a sus miembros, estableciendo así dos tipos de partidos:
Partidos de masas:
Los partidos recurren a sus miembros para el financiamiento de sus campañas.
Los miembros son de vital importancia para el funcionamiento de los partidos, pues el
partido intenta brindar educación política a las personas que estén dispuestas a
escucharlos.
Se apoyan de la gente de a pie para lograr sus objetivos y están en constante
comunicación con ellos.
Los miembros pagan una membresía anual o mensual que permite que el partido siga
existiendo, firman un documento que los integra al partido y asisten a las reuniones de
este.
Dado que incentivan la integración de miembros a sus filas y ya que la mayoría de
estos partidos son de corte socialista o comunista, agrupan sus elementos de base en
secciones, se encuentran centralizados y gozan de una sólida articulación.
Partidos de cuadros:
Recurren al financiamiento privado (empresas, bancos, donantes anónimos) para el
financiamiento de sus campañas. En consecuencia, se espera que, en caso de ganar,
el partido corresponda a sus patrocinadores con favores que solo se pueden conceder
desde el gobierno.
Reúnen a personal capacitado y reputado que tendrá la función de patrocinador y
asesor, estas personas son seleccionadas de forma cerrada al público y bajo estrictos
requisitos.
Los partidos de cuadros no suman miembros formales, no hay adhesión por escrito y
rara vez intentan sumar miembros a sus filas.
Estos partidos forman comités, son descentralizados y carecen de una buena
articulación.
Duverger también pone sobre la mesa una tercera categoría que, si bien no está bien
delineada, vale la pena nombrar: se trata de los partidos de fieles o partidos de elite. Con ese
título nombra a los partidos de masas que seleccionan a sus miembros, no les interesa
sumar grandes cantidades de miembros, prefieren integrar miembros que estén de acuerdo
con todos los postulados del partido, que no cuestionen ninguno de sus argumentos y que
por ende sean completamente confiables.
El autor continúa explicando los requisitos que los partidos de masas establecen a sus
miembros para formar parte de este, solo menciona a los partidos de masas ya que son
estos los que a veces integran a personas de manera formal a sus filas a través de la firma
de un documento y una contribución periódica. Pero además de estos dos requisitos,
Duverger establece dos tipos de adhesión:
Adhesión abierta:
1. Solo se firma un boletín de adhesión y se paga una cuota.
Adhesión reglamentada: se hace en dos partes
1. El interesado presenta una solicitud de admisión, misma que será evaluada por las
autoridades de la sección. En ocasiones el interesado deberá ser respaldado por otras
dos personas que ya formen parte del partido, esto se hace para evitar la entrada de
infiltrados de las facciones enemigas.
2. Si el interesado pasa la primera fase le será entregada una credencial que le acredita
como miembro del partido, y este nuevo integrante procederá a entregar la cuota
(anual y/o mensual).
También hay partidos que tomando en consideración la situación económica de sus
miembros establecen una tarifa que varía según los ingresos del miembro y su capacidad de
aporte, tarifa que no siempre es respetada por los miembros (incluso los de bajos recursos),
por razones que van más allá de las cuestiones económicas.
Después, Duverger problematiza la posibilidad de colocar en números la cantidad de
miembros que poseen los diferentes partidos de masas. La discrecionalidad de los partidos,
la poca actualización de los datos que los partidos hacen de sus miembros, y una deficiente
captura de datos dificulta la posibilidad de obtener números reales sobre la cantidad de
miembros que forman parte de los partidos. Sin embargo, eso no impide que se puedan
establecer datos estadísticos basándose en los pocos datos con los que se cuentan.
Otra de las distinciones que Duverger menciona es la de miembros estables y miembros
inestables. Los miembros estables son aquellas personas que forman parte del partido de
manera constante, miembros que siguen formando parte del partido de forma activa a pesar
del paso del tiempo; mientras que los miembros inestables se caracterizan por ser personas
que se integran a un partido por el calor del momento, que pueden integrarse a un partido en
tiempos electorales e incluso participar ocasionalmente, pero con el paso del tiempo dejarán
de lado sus compromisos con el partido, e incluso habrá personas que olviden que alguna
vez se unieron a un partido.
En cuanto a los grados de participación, Duverger distingue tres distintos tipos de
participantes: electores, simpatizantes y militantes
Electores: son todas las personas que emiten su voto oficialmente. Posteriormente a las
elecciones, los partidos políticos realizan un balance entre la cantidad de miembros que
constan en sus registros y la cantidad de votantes para poder tener una cantidad aproximada
de cuantos de sus miembros votaron en las elecciones.
Simpatizantes: son personas que votan por un partido y que, además, previo a las
elecciones demostraron públicamente su apoyo a dicho partido, lo defendieron, pero no son
miembros por escrito del partido.
Se encuentra en algún lugar entre el elector y el miembro de partido.
Además de dar su voto, manifiesta su apoyo y dice abiertamente por quien votó.
No es necesariamente constante en sus preferencias: puede votar una vez por un
partido, pero en la próxima ocasión podría votar por otro, a veces se trata de las
personas que votan por rencor más que por afinidad.
Podría informarse de las actividades de un partido, podría ir a sus eventos, tal vez lo
apoye financieramente y difunda los ideales del partido, pero no existe una afiliación
por escrito al partido.
Tal vez apoye de diversas maneras al partido, pero nunca se incorporará oficialmente
a este por diversos motivos.
Los partidos podrían abrir organismos anexos para integrar a los simpatizantes a sus
actividades.
Militantes: son los miembros por escrito de un partido, forman parte de este antes y después
del periodo electoral, lo apoyan financieramente, y obviamente, votan por el partido al que
defienden.
Es el nombre que reciben los miembros más activos de los partidos y trabajan (bajo
supervisión de los verdaderos lideres), en las actividades que sean necesarias.
Los miembros de los partidos de cuadros pueden considerarse militantes.
Por último, Duverger hace una distinción según la naturaleza de la participación: los partidos
totalitarios y los partidos especializados. El partido totalitario se caracteriza por ser muy
demandante con sus miembros, el partido les exige a sus miembros que todos los aspectos
de sus vidas se vean influidos por las propuestas y necesidades del partido. Por otro lado, los
partidos especializados suelen ser menos demandantes, pero de igual manera exigen cierta
atención a sus miembros.
Referencia bibliográfica:
Duverger, M. (2002). Los miembros de los partidos. En Los partidos políticos (pp. 91 – 162).
Fondo de Cultura Económica.