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Apuntes de Historia Argentina Contemporánea © 2001, Mariano Santos La Rosa Editores, S. no A.


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APUNTES DE HISTORIA ARGENTINA CONTEMPORÁNEA


PROGRAMA ANALÍTICO:
IV. LA RESTAURACIÓN DEL ORDEN CONSERVADOR (1930-1943)
Problema central: hacia un nuevo modelo de acumulación y perfil del Estado. Democracia restringida y
Estado intervencionista

1- Crisis del sistema de partidos políticos/Parlamento como instancias de mediación entre la


sociedad civil y la sociedad política. Ampliación del poder corporativo. Golpe de estado y protagonismo
militar. Autoritarismo, “fraude patriótico” y reacción conservadora. El golpe de Estado de 1943
2- La década del 30 y la gran depresión. Ruptura de la división internacional del trabajo.
Substitución de importaciones e industrialización
3- Los procesos de diversificación social: migraciones internas, urbanización e industrialización.
Trabajadores y sindicatos

TEMA IV: LA RESTAURACIÓN DEL ORDEN CONSERVADOR

1. LA POLÍTICA

1.1) Crisis del sistema de partidos políticos/Parlamento


El peso de la conciencia del ascenso social obstruyó el desarrollo de la conciencia de clase. Ello
contribuye a explicar la dificultad para la formación de partidos políticos clasistas en Argentina. La
hegemonía burguesa es inequívoca en los planos económico y cultural, pero no logra serlo en el político,
donde su dominio no tiene consenso (Ansaldi)
El fracaso de construir un partido burgués en 1916 tiene efectos decisivos en el período de la
hegemonía pluralista (etapa radical) entre los cuales se destaca la primacía de las expresiones corporativas
sobre las partidarias (Ansaldi)
La debilidad de la articulación entre sociedad civil/sociedad política se debe a que la clase
dominante posee una concepción y una práctica restrictiva de la política, de la cual se autoconcibe como
único y legítimo actor por derecho propio. Las clases subalternas tienden a minusvalorar la lucha política
y a privilegiar la práctica corporativa, recurriendo a sus organizaciones sectoriales. Así, adquieren mucha
fuerza la Sociedad Rural, la Bolsa de Comercio, la Unión Industrial, y son débiles el Partido Autonomista
Nacional. En la base de la pirámide social, los reclamos y demandas tienden a expresarse mucho más a
través de los sindicatos obreros, la Federación Agraria Argentina, las sociedades de fomento y socorros
mutuos e incluso las colectividades extranjeras en vez de canalizarse a través del Partido Socialista. El
vacío que produce la ineficiencia de los partidos y el Parlamento en la mediación democrática tiende a ser
cubierto por las asociaciones de interés, por las corporaciones (Ansaldi)
La etapa de la hegemonía pluralista encierra una paradoja: la instauración de la democracia
política (después de 1916) resalta la debilidad del sistema de partidos políticos y parlamento como
vehículo de mediación entre la sociedad civil y la sociedad política (Ansaldi)
Como la articulación es débil, la fortaleza de la sociedad política termina dominando la fortaleza
de la sociedad civil y la va corroyendo. El debilitamiento de la sociedad civil favorece la expansión del
componente golpista de la cultura política, la no aceptación del libre juego de las posiciones y de sus
definiciones, la negación de la alteridad política, de la disidencia, germen de las posiciones totalitarias,
dictatoriales (Ansaldi)
Un rasgo distintivo de la cultura política argentina, independientemente de las banderías
partidarias: el régimen oligárquico, la causa radical y el peronismo se presentan como expresión de todo,
se niegan a admitirse como parcialidad. Esta fuerte tendencia organicista dificulta la consolidación de la
democracia (Ansaldi)

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En 1930 coinciden la crisis económica y la crisis política, pero la burguesía sólo consigue
solucionar la primera. Según Ansaldi, se producen varios movimientos orgánicos que se tornan
permanentes en la sociedad argentina:
1) Como respuesta, el estado es reformado y se acrecienta su fortaleza e intervención sobre la
sociedad civil
2) Crisis del sistema de partidos políticos/Parlamento como vehículo de mediación entre la
sociedad civil y la sociedad política
3) Peso creciente de las corporaciones en tal intermediación
4) Reorientación estratégica del movimiento obrero, con el afianzamiento del reformismo,
expresión de la mediación corporativa mencionada anteriormente
5) Exacerbación de la politización de las Fuerzas Armadas y su tendencia a escindirse del Estado,
de la sociedad y a actuar corporativamente
6) Ofensiva de la Iglesia en la lucha por la hegemonía cultural. En 1931 surge la Acción Católica
Argentina, en 1934 se realiza el Congreso Eucarístico Internacional en Buenos Aires, etc.
7) Institucionalización de la violencia política sobre los opositores. Fusilamiento de opositores
durante el gobierno de Uriburu, uso de la picana, asesinato de Bordabehere, represión a los manifestantes
estudiantiles, obreros, etc.
En 1930 la burguesía retorna al poder. Sin embargo, se muestra incapaz por legitimar la nueva
situación, domina pero no dirige. La ausencia de una alianza de clases se manifiesta en un “empate
hegemónico” en la que ninguna fuerza social y política puede convertirse en dirigente, pero todas tienen
poder de veto. Esa parece ser la clave de la persistente crisis de hegemonía (o crisis orgánica) abierta en
1930. Posteriormente, el peronismo será el intento más ambicioso por poner solución a la crisis orgánica
aunque fracasa (Ansaldi)
Si la burguesía argentina hubiese tenido un comportamiento más típicamente burgués (aceptando
el riesgo, la innovación, el emprendimiento) podría haber consolidado su hegemonía en todos los planos,
incluso en el político, beneficiándose de la temprana fortaleza del reformismo predominante en el
movimiento sindical y en la propia clase obrera (Ansaldi)
Sin embargo, la burguesía nunca asumió posiciones genuinamente democráticas, la clase media
osciló entre diferentes posiciones sin asumir ninguna y el proletariado descreyeron de la democracia o les
importó poco. Así, la democracia política no tuvo quien la practicara seriamente (Ansaldi)

1.2) Golpe de estado y protagonismo militar


1.2.1.- LOS GRUPOS PARAMILITARES:

1.2.1.1. La Liga Republicana:


En 1929 surgió la Liga Republicana, inspirada por Rodolfo Irazusta y Roberto Laferrere, quein fue
su principal figura. Se proponía resistir al gobierno en forma enérgica y “en previsión de posibles
agresiones oficiales, organizará a los adherentes en forma de que puedan repelerlas” (Barbero)
A medida que avanzaba el año 30, la acción de la Liga era más provocativa e intensa, siendo
común los enfrentamientos con el Klan radical. En los días previos al golpe militar de septiembre, los
liguistas junto a los miembros de otro grupo de choque, la “Legión de Mayo”, organizaron una serie de
incidentes como la silbatina en la exposición rural (Barbero)

1.2.1.2. La Legión de Mayo:


La Legión de Mayo tenía las mismas características que la Liga Republicana, pero a diferencia de
ésta fue creada recién en vísperas de la revolución y por iniciativa directa de Uriburu, por medio de
Alberto Viñas, diputado conservador y hombre de su confianza. Ambas entidades actuaron juntas en los
días anteriores a la revolución, en que Uriburu nombró a Viñas como jefe de todas las fuerzas civiles que
participaron en la custodia del general y acompañaron al ejército en su marcha hacia la capital, logrando
movilizar a 1000 civiles simpatizantes (Barbero)

1.2.2.- LA PRENSA NACIONALISTA:


En junio de 1930 volvió a aparecer el periódico La Nueva República, con el mismo objetivo de la
Legión de Mayo, preparar el ambiente para la Revolución

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1.2.3.- LAS CAUSAS DEL GOLPE DE 1930:


¿Qué provocó la caída de Yrigoyen?
1- ¿La crisis económica y financiera mundial?
2- ¿El petróleo?
3- ¿Las disensiones internas? ¿La ancianidad del viejo presidente?
Ninguna respuesta, considerada individualmente es convincente (Barbero)
1) El año 30 verá profundizarse la recesión: la caída de las exportaciones agrícolas (producto de la
mala cosecha de 1929-30) el descenso del salario real, etc. Sin embargo, la situación distaba de ser crítica
como sí lo había sido en otros momentos de la primera presidencia de Yrigoyen: la ocupación se mantenía
elevada, el grado de conflictividad social se mantenía bajo. Si la contracción de la actividad no era muy
grave desde el punto de vista socio-económico, sí lo era desde el punto de vista político. El estado ya no
pudo cubrir el déficit colocando títulos públicos, lo cual colocó al gobierno en una parcial cesación de
pagos, provocaron el aumento de la inflación, el descenso de sueldos y la disminución del gasto público,
esencial para el patronazgo oficial (Barbero)
2) Si la situación económica no puede darnos la clave sino sólo un marco de referencia, tampoco
puede hacerlo la simplista explicación del petróleo como móvil central de la conspiración (Barbero).
3) De mayor peso son las disidencias internas, vinculadas a la vejez del presidente. A este
problema se sumaba la parálisis administrativa del gobierno. El tradicional mutismo del presidente tendía
a agravar la imagen y a dar la sensación de que el mismo se encontraba secuestrado por sus colaboradores
e ignorante de lo que sucedía en el exterior (Barbero)
Que las cosas no funcionaban lo reflejaron las elecciones de diputados de marzo de 1930. El
radicalismo fue castigado electoralmente, descendiendo del 57,4% de 1928 al 41,7% de los votos en
1930, aunque igual había triunfado. Desde cierto punto de vista, el resultado era el peor posible: lo
suficientemente malo como para dar cierto consenso a un golpe militar, lo suficientemente bueno como
para demostrar a los opositores que el camino de las urnas seguía vedado (Barbero)
En este clima, el gobierno inicio un avance sobre la oposición con el objeto de ganar el control del
Senado. Se corría el peligro de que las próximas elecciones en Mendoza y San Juan (fijadas para el 7 de
septiembre de 1930) alterasen el equilibrio numérico del Parlamento y se llegase por fin a aprobar el
proyecto de nacionalización del petróleo (Ciria)

1.2.4.- EL GOLPE MILITAR DE 1930:


En el ejército, los sectores nacionalistas (liderados por Uriburu) y los liberales (conducidos por
Justo) debían buscar conformar una alianza para tener éxito en su intento de derrocar al gobierno.
-El sector uriburista busca aplicar un programa de reformas de tinte corporativo a la Constitución
Nacional, desea la derogación de la Ley Sáenz Peña y su reemplazo por un sistema de voto calificado
(Ciria)
- El sector justista, que comprende a la mayoría de la oficialidad que interviene en el golpe, tiene
vinculaciones notorias con los partidos políticos de centroderecha: conservadores y radicales
antipersonalistas. Intenta reemplazar el personalismo de Yrigoyen, convocando de inmediato a elecciones
y mantienen la vigencia de la constitución y de la Ley Sáenz Peña (Ciria)
El 27 de agosto, la conspiración fue detectada por Dellepiane, Ministro de Guerra (Macor). El
vicepresidente Martínez, el ministro del Interior Elpidio González y el canciller Oyhanarte minimizaron
la situación y prefirieron no alterar los ánimos con iniciativas apresuradas. El presidente se inclinó por la
opinión de estos últimos y el 3 de septiembre, el ministro de guerra presentó su renuncia, luego de que
González desautorizara la detención de varios supuestos conspiradores ordenada por él (Privitello)
La renuncia de Dellepiane allana el camino a los conspiradores. Pero a último momento se
presenta una complicación. Las diferencias ideológicas de Justo y los políticos opositores presionan a
Uriburu para que de garantías de no alterar la Constitución y de retornar pronto al sistema partidocrático.
El 5 de septiembre, Uriburu acepta las reformas al manifiesto de tinte corporativista que pensaba
proclamar una vez asumida la Presidencia (Barbero)
El golpe del 6 de septiembre se caracteriza por su debilidad en lo militar y por su éxito en la
opinión pública. La columna llegó hasta la Casa Rosada y se apoderó de ella sin que nadie intentara
detenerla. Sin embargo, la mayor parte de los cuadros militares se negaron a movilizar a sus tropas ya que
una fuerte cultura legalista hacía dudar a la mayoría. Paradójicamente, fue esa misma cultura la que
aseguró el acatamiento inicial al nuevo presidente Uriburu, una vez que renunciaron Yrigoyen y Martínez
(Privitello)

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El movimiento del 6 de septiembre recibió múltiples apoyos: desde instituciones patronales hasta
algunos sindicatos, casi todos los partidos importantes, la casi totalidad del periodismo, el movimiento
estudiantil universitario. Fue visto como uno más de los movimientos cívicos de origen civil, apoyados
por militares que constituían ya una larga tradición, reivindicada por el mismo Yrigoyen (Privitello)
El objetivo proclamado tampoco era demasiado original: la restauración del régimen democrático
e institucional que habría sido violado por el presidente. Esto diferencia al movimiento del ’30 de las
revoluciones europeas, ya que se impugnaba al gobierno afirmando los mismos principios que lo
sostenían, incluyendo la constitución liberal y la reforma de Sáenz Peña y no como sucedía en Europa,
descartando globalmente el sistema. La UCR también era considerada la culpable de los males que en
otros ámbitos se atribuían a la democracia en general (Privitello)

1.2.5.- EL GOBIERNO DE URIBURU:


El 10 de septiembre de 1930, la Corte Suprema produjo una acordada trascendental que sentará
jurisprudencia en el problema del reconocimiento de los gobiernos de facto (Ciria)
Los ministros elegidos por Uriburu sorprendieron a los nacionalistas, aunque no a los que tenían
conocimiento de las fuerzas sociales que se movían detrás de la revolución. La mayoría eran miembros
del Jockey Club. Sin fuerza para impulsar por ahora sus propuestas, Uriburu transaba con las fuerzas
tradicionales. Sin peso ideológico en la clase dirigente o en el ejército, sin base en ninguna fuerza social
como los sectores medios o bajos tal como lo mostraban los ejemplos europeos. Este modelo corporativo
no se apoyaba en un movimiento de masas como los fascismos sino en el Ejército. Pero el ejército, tan
imprescindible para el modelo, estaba lejos de ser controlado por el uriburismo (Barbero)
Sin embargo, el uriburismo no fue un fascismo, ya que era aristocrático y carente de cualquier aire
plebeyo. Tomó del modelo europeo el militarismo pero dejó fuera el movilizacionismo de masas (Macor)
Uriburu intentó imitar el ejemplo italiano mediante la creación de una agrupación paramilitar cuyo
objetivo era por un lado apoyar desde la calle la acción del gobierno y constituir en el futuro el embrión
de una agrupación sustentadora de un nuevo régimen. Se trataba de la Legión Cívica Argentina, fundada
en febrero de 1931 y reconocida oficialmente por el gobierno (Barbero)
La insistencia de Uriburu para imponer la reforma constitucional en un sentido corporativista, sólo
sirvió para erosionar su de por sí escaso poder y paralelamente, para consolidar la figura de Justo como
abanderado posible de la continuidad legal y de una rápida apertura comicial. Es que la interpretación que
los nacionalistas buscaban imponer estaba a contramano con la visión preponderante en la opinión
pública. El otro límite a su proyecto estaba dado porque el ejército, institución que Uriburu pretendía
transformar en fuente de su legitimidad y sostén, estaba controlado por Justo tanto material como
ideológicamente (Privitello)
Con respecto a las universidades, so pretexto de corregir la “anarquía universitaria” se las
interviene, se dictan estatutos reaccionarios, se persigue y encarcela a dirigentes estudiantiles que
comienzan a renegar de su anterior euforia setembrina (Ciria)

1.2.5.1. Las elecciones de 1931:


En 1931, Uriburu recibió un planteo por parte del sector del ejército controlado por Justo, el cual
exigía el inmediato retorno a la normalidad institucional. En este contexto de movilización militar se
inscribió el levantamiento del coronel yrigoyenista Gregorio Pomar en Corrientes (Macor)
Entonces, el ministro Sánchez Sorondo pensó en plebiscitar la gestión de Uriburu y recuperar así
la iniciativa política. La estrategia establecía una sucesión de elecciones que se iniciaría en abril de 1931
en Buenos Aires y luego continuaría en Santa Fe, Corrientes y Córdoba. Sin embargo, el triunfo radical
reveló la formidable capacidad electoral que aún mantenía el partido. Este revés decidió la suerte del
uriburismo y la caída de Sánchez Sorondo, suspendiéndose el cronograma electoral previsto y anulándose
las elecciones bonaerenses. Así, el juntismo pasó a controlar el gobierno, convocando a elecciones
nacionales para noviembre de 1931 (Macor)
Uriburu también fue rechazado por sus propios fieles. Tras haber apoyado fervientemente la
revolución, la mayor parte de los grupos nacionalistas se sintió pronto desilusionada por las medidas del
gobierno. En octubre de 1931, la Nueva República hizo pública su ruptura con el gobierno al que acusó
de haber traicionado el espíritu de la revolución, convirtiendo lo que debía ser un movimiento de cambio
en una restauración conservadora, pero cuando hizo el anuncio de elecciones, hubo decepción general
entre los nacionalistas. La Liga Republicana era igualmente crítica con el gobierno, al que no perdonaba
por haber creado la Legión Cívica en vez de apoyarse en el grupo de fieles que habían contribuido a hacer
la revolución. Sin embargo, muchos nacionalistas terminarían apoyando la candidatura de Justo, a la que
vieron como única alternativa para evitar el triunfo de la Alianza Civil (Barbero).

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El triunfo radical en la provincia de Buenos Aires en abril de 1931 impuso la necesidad de


establecer una coalición entre las fuerzas oficialistas y consolidó a Justo como el único candidato que
podía reunir detrás de sí a conservadores, antipersonalistas y socialistas independientes. La fortaleza del
liderazgo de Justo residió en contar con apoyos en el frente militar y en el civil (Macor)
Justo no sólo se aseguró el apoyo de los partidos de la Concordancia, sino además el de la Iglesia
Católica, alarmada por el público anticlericalismo de la Alianza Civil. En esta elección no se registraron
maniobras de fraude, salvo en Buenos Aires y Mendoza. En ambos casos el fraude no buscó perjudicar a
la Alianza sino que fueron parte de la lucha entre las agrupaciones que llevaban a Justo a la cabeza de al
fórmula y que disputaban entre ellas la vicepresidencia. En efecto, a pesar de una versión que quiere ver
detrás de Justo a una alianza formal y estable entre partidos llamada “Concordancia”, tal cosa no existía
en 1931 (Privitello)

1.2.6.- EL NACIONALISMO:

El Nacionalismo restaurador plantean una visión unanimista ¿Qué hacemos con el otro?. Son:
1- Antiliberales (rechazan la democracia liberal, quieren una democracia corporativa)
2- Antidemocráticos (rechazan el voto universal, quieren voto calificado)
3- Tradicionalistas (rescatan el pasado)
4- Elitistas (rechazan a las clases bajas)
5- Autoritarios (culto de la fuerza, del líder o caudillo, jerárquicos)

El nacionalismo popular

1.3) Autoritarismo, fraude patriótico y reacción conservadora


Justo debió tomar medidas destinadas a enfrentar la crisis económica y la crisis política, agravada
por la impugnación de legitimidad de su gobierno por parte de la UCR y la tirante relación entre los
conglomerados políticos que lo habían tenido como candidato (Privitello)
La abstención del principal partido político constituía un duro escollo para un régimen que se
quería consolidar. Justo buscaba transformarse en el redentor del partido a través del repudio a la figura
de Yrigoyen y deseaba mostrarse como la expresión del pluralismo político que habría sido violado por el
ex presidente. Como confirmación de esta última pretensión podía exhibir la colaboración en el Congreso
con la oposición socialista y demócrata progresista. Además, la bancada oficialista aprobó varios
proyectos de la oposición (en particular sobre temas sociales) lo que se ofrecía como prueba del
pluralismo oficial y del abandono de una política facciosa. Y cuando las condiciones de la economía
mejoraron, gustaba difundir la eficacia de su política económica en un implícito contraste con el
antecedente del radicalismo personalista (Privitello)
La corrupción política dio un tinte de degeneración social a la elite tradicional, protagonista de una
serie de escándalos. El malestar político y moral acarreado por esta situación engendró una notoria crisis
de la confianza que inspiraban las instituciones políticas establecidas y de la creencia en su legitimidad
(James)

1.3.1.- LOS PARTIDOS POLÍTICOS:

1.3.1.1. La situación política entre 1932 y 1935:


En las elecciones de noviembre de 1931 se presentaron dos coaliciones:
- Las fuerzas oficialistas organizadas en la Concordancia, integrada por el Partido Demócrata
Nacional, el Partido Socialista Independiente y la UCR antipersonalista.
- La oposición organizada en la Alianza Civil, en la cual coexistieron partidos con identidades
claramente diferenciadas: el Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista.
- Mientras tanto, el radicalismo decidió abstenerse, realizando una oposición externa al sistema.
Esto permitió que muchos votos radicales se volcaran hacia la Alianza Civil (Macor)
Inmediatamente, en agosto de 1931 las fuerzas conservadoras provinciales conformaron el Partido
Demócrata Nacional, que era en sí mismo una coalición. Existían enormes diferencias entre el
reformismo conservador cordobés y el conservadurismo fraudulento de Buenos Aires. Sin embargo, el
PDN fue la fuerza más importante del bloque oficialista, aunque debió resignar frente al antipersonalismo
la máxima candidatura en las dos elecciones presidenciales, la de 1931 y la de 1937 (Macor)

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El Socialismo Independiente tuvo protagonismo electoral en la primera mitad de la década, pero


prácticamente desapareció en la segunda mitad. Esto se explica por la muerte de sus principales figuras
como De Tomaso. El PSI ponía el acento en las cualidades intelectuales de sus dirigencia, capacitada para
responder a los problemas del Estado, transformándose en los principales actores en el proceso de
reformulación estatal. (Macor)
La Concordancia nunca fue una organización estable e institucionalizada, sino que funcionó como
una coalición de hecho, como un acuerdo parlamentario entre los bloques partidarios. Puede remontarse
hasta 1928 cuando los conservadores provinciales y el socialismo independiente apoyaron la fórmula del
antipersonalismo. (Macor)
Sin embargo, los partidos mantenían su propio perfil en las elecciones legislativas, adoptando un
candidato común sólo en los comicios para cargos ejecutivos. Esta unidad en la diversidad estaba
facilitada por el carácter general no competitivo del poder territorial de cada fuerza. Mientras el Partido
Socialista Independiente tenía todo su aparato en la Capital, el antipersonalismo tenía su principal fuerza
en el Litoral (Santa Fe y Entre Ríos) y los conservadores competían prácticamente en soledad con el
radicalismo en el resto de las provincias (Macor)
Justo controlaba a la Concordancia y desde esta posición, promovió la participación de
antipersonalistas y socialistas independientes en una proporción muy superior a la que les hubiera
correspondido por su importancia electoral, pero esta era una forma de mantener un equilibrio entre las
fuerzas de la Concordancia (Macor).

Por el lado de la Alianza Civil, más allá del común antiyrigoyenismo, ambas fuerzas tuvieron
recorridos distintos en la primer etapa de la dictadura de Uriburu. Para el PS, esta dictadura tenía
parentescos con el fascismo, por lo que se opuso casi desde el primer momento. En cambio, el PDP
mantuvo una posición ambigua, que recién encontró un punto de definición luego del triunfo radical en
las elecciones bonaerenses de 1931. La negativa de Lisandro De la Torre a aceptar el ofrecimiento
uriburista de ser candidato a presidente, se contrapuso al de otras figuras del PDP como Carlos Ibarguren
que fueron funcionarios de la dictadura. (Macor)
Pese a esto, a lo largo de 1931 socialistas y demoprogresistas avanzaron en el proceso de
constitución de una alianza electoral que les permitiera presentarse como una alternativa tanto al
radicalismo como al bloque de las derechas. La abstención radical volvía aconsejable una estrategia de no
confrontación con el partido de Yrigoyen si se trataba de convocar a sus votantes tradicionales. . Sin
embargo, para el PDP el 6 de septiembre de 1930 seguiría teniendo un sentido redentor: un movimiento
civil que venía a terminar con el flagelo yrigoyenista para recuperar el espíritu de la reforma de 1912. Por
esto, a lo largo de la campaña electoral, De la Torre se presentó como el heredero de ese espíritu del 6 de
septiembre, desfigurado por el militarismo del gobierno de Uriburu y por las prácticas políticas del
justismo (Macor)
Por otro lado, la Alianza Civil también era un acuerdo electoral que no afectaba a las
organizaciones partidarias y que reconocía las capacidades electorales de cada fuerza en los distintos
distritos. La fórmula presidencial de la Alianza reunió a los máximos líderes partidarios, Lisandro De la
Torre y Nicolás Repetto, en un orden que reconocía las mejores posibilidades electorales del PDP en los
distritos provinciales (Macor)

1.3.1.2. El abstencionismo radical (1931-1935):


Por el lado del radicalismo, tanto Uriburu como Justo confiaban en Alvear para profundizar las
fisuras del radicalismo hasta la ruptura, convocándolo a la lucha contra el yrigoyenismo. Sin embargo, el
ex presidente no se mostró dispuesto a esto, sobre todo luego de constatar en el ensayo electoral de abril
de 1931 el poder de los sectores yrigoyenistas, que lograron imponer la candidatura de Honorio
Pueyrredón en vez de la suya. Alvear se mostraba dispuesto a recuperar el primer plano del escenario
político, pero la bendición que Justo solicitaba competía de manera directa con esa ambición. Por todo
esto, en vez de mostrarse como apóstol del antiyrigoyenismo, prefirió convertirse en el abanderado de un
radicalismo unido. Ante la posibilidad que el antipersonalismo debilitara aún más al partido, el mismo
Yrigoyen aconsejó el apoyo a Alvear (Macor)
Luego, la proscripción de la candidatura presidencial de Alvear llevó a la abstención, de modo que
todo el partido cerró filas tras su nuevo líder. Para 1933, el alvearismo terminó por conquistar los
principales órganos de conducción, mientras que el 3 de julio de 1933 muere Yrigoyen. Sin embargo, el
retiro de la competencia electoral dificultaba la posibilidad de contener en las filas de la organización a
los sectores antiyrigoyenistas. Por otra, la abstención por sí misma era cuestionada por el yrigoyenismo al
no ser acompañada por una oposición intransigente que incluyera la alternativa revolucionaria. (Macor)

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Esto, sumado a la dispersión de militantes y dirigentes medios hacia la Concordancia, que


manejaba recursos estatales y la presión de la prensa que negaba justificativos a la continuidad de la
política abstencionista, llevaron al partido a modificar su estrategia en 1935, decidiendo el regreso a la
competencia electoral (Macor)
En 1934 el radicalismo tucumano decidió levantar la abstención en disidencia con las autoridades
nacionales. Inmediatamente, Justo puso especial cuidado para evitar que el conservadurismo realizara
fraude, por lo que la UCR ganó la elección. La prensa repudió a coro la abstención radical, lo cual alteró
la balanza de costos-beneficios de la abstención. Era evidentemente una apuesta demasiado alta ya que la
concurrencia electoral era promovida por la obligatoriedad legal, por los medios de prensa, por la
oposición socialista y demoprogresista, por los radicales disidentes y por la misma máquina electoral del
radicalismo. Las autoridades del partido no desconocían que muchos punteros negociaban sus votos con
los antipersonalistas a cambio del acceso a los beneficios materiales necesarios para mantener su
patronazgo, ya que advertían que las máquinas electorales sólo pueden reproducirse participando en los
comicios. El riesgo de mantener la abstención era la fragmentación del partido (Privitello)

1.3.1.3. La situación política entre 1935 y 1938:


Cuando en 1935 se produjo el retorno de la UCR a la lucha electoral, se sinceraron rápidamente las
representaciones parlamentarias de socialistas y demoprogresistas. Sin embargo, hubo intentos por
unificar a toda la oposición, primero bajo el Frente Popular (en 1936) y luego en la Unión Democrática
(Macor)
Sin embargo, el asesinato de Bordabehere en 1935 y la intervención de Santa Fe fueron duros
golpes para el PDP. Sólo los esporádicos intentos de reunir a la oposición sacaron al partido de su agonía,
que se agudiza en 1939 con el suicidio de De la Torre (Macor)
Los problemas del socialismo no fueron menores. Si bien la desaparición del PSI eliminaba una de
sus principales competencias electorales, el retorno del radicalismo amenazaba seriamente su
representatividad parlamentaria. Además, los conflictos que se sucedieron en el ámbito sindical a partir de
1935 profundizaron ciertos desacuerdos entre la dirigencia partidaria y los principales representantes
socialistas en el movimiento obrero. Este cambio está asociado al giro político del comunismo, que en la
primera mitad de la década se había mantenido al margen del juego electoral. Pero a partir de 1935, el PC
será uno de los principales promotores de la reunión de las fuerzas políticas democráticas en frentes
electorales. En este contexto se inscriben los intentos frustrados del Frente Popular de 1936, su apoyo a la
candidatura presidencial de Alvear en 1937y los primeros ensayos de Unión Democrática (Macor)
Por su parte, el radicalismo estaba dividido entre el antipersonalismo por fuera del partido y dentro
de la UCR el alvearismo y el yrigoyenismo. El enfrentamiento interno entre alvearistas e yrigoyenistas se
tradujo en dos pares de opuestos: abstención-participación e intransigencia-colaboración (Macor)
Confirmando las espectativas de la dirigencia, el regreso a la competencia electoral trajo consigo el
reflujo de importantes sectores partidarios emigrados al antipersonalismo. Pero los sectores intransigentes
no podían ver con buenos ojos el regreso a las filas partidarias de quienes habían acompañado al gobierno
de Justo. Surgió así FORJA, definida por su respeto a la tradición yrigoyenista y su oposición a la
conducción alvearista (Macor)
Contenida parcialmente la conflictividad interna por el triunfo en las elecciones legislativas de
1936 y por la campaña para las presidenciales de 1937, la derrota de Alvear en estas elecciones fue un
duro revés para la conducción partidaria y habilitó la revisión de la estrategia seguida. Sin embargo, pese
a la muerte de Alvear en 1942, sus partidarios lograron conservar el control partidario. En el seno de la
intransigencia, mientras tanto, se fue construyendo una generación de recambio, que tendría su hora en la
dirección partidaria poco después, precisamente cuando el radicalismo había perdido esa condición de
partido predominante (Macor)

1.3.2.- EL FRAUDE PATRIÓTICO


La fortaleza relativa de la Alianza en Capital y Santa Fe no compensaba su debilidad en el resto de
los distritos, donde los partidos de la Concordancia tenían asegurado el triunfo. Esta circunstancia hacía
menos necesaria la manipulación electoral para garantizar el triunfo oficialista. Así, se dejó los distrisod e
Capital y Santa Fe librados a las fuerzas del mercado electoral, ya que el nivel de exposición ante la
opinión pública capitalina volvía realmente costoso forzar la realidad electoral, por lo que el PDP accede
a la gobernación de Santa Fe hasta que en 1935 se interviene la provincia (Macor)
Sin embargo, el conservadurismo reformista de Córdoba ofreció mayores garantías para el
ejercicio de los comicios, por lo que el radicalismo sabattinista pudo alcanzar la gobernación. Ante esto,
el gobierno buscó recuperar alguno de los territorios opositores (Capital Federal o Santa Fe). La alta

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exposición de la Capital exigía transparencia, por lo que se aprobó la intervención de Santa Fe, la que
poco después caía en manos del antipersonalismo permitiendo su fortalecimiento. Así, el
antipersonalismo logró imponer un hombre de sus filas como sucesor de Justo (Macor)
El radicalismo se esperanzó por la limpieza de las elecciones legislativas de 1936. Ante la
posibilidad cierta de victoria radical en las elecciones presidenciales de 1937, el bloque oficial llevaría las
prácticas de manipulación electoral a su máxima expresión. Estas prácticas no habían estado ausentes en
la primera parte de la década, pero en la competencia con la Alianza Civil no habían requerido la escala
que ahora las volvía escandalosas (Macor).
No solo esto, sino que en septiembre de 1937 se modificó la ley electoral, volviéndose al sistema
de lista completa para el Colegio Electoral y se suprimió el tercio de representación de la minoría por
distrito. El partido ganador de una provincia se llevaría todos los electores y no solamente los dos tercios.
Con todas estas medidas se aseguró la elección de Ortíz, pero Justo hipotecó buena parte de la opinión
favorable que su gobierno había podido mantener (Macor)
Justo se decidió por Oritíz, radical antipersonalista, debido a que era un hombre políticamente
débil. Como vice, Justo tuvo que aceptar la imposición del conservador Castillo. Sin embargo, ni Ortíz ni
Castillo ajustarían sus políticas a los deseos de su elector (Privitello)

1.3.2.1. Crisis de participación y de legitimidad:


Durante la década del ’30 todos los partidos y órganos políticos tendieron a emanciparse de la base
de votantes y de afiliados, convirtiéndose en instrumentos de intereses de grupo. La crisis de participación
no siempre se basó en un consciente falseamiento de la voluntad de los electores. Por momentos se
produjo también en razón de que los intereses de un grupo de la población fueron mal interpretados por el
partido que debía representarlos (Waldmann)
Al hablar de la actividad parlamentaria del partido socialista, Ciria señala que dicho partido se
dedicaba a discutir proyectos de ley pero no a solucionar las necesidades materiales que afligían a la
mayor parte de la clase trabajadora (Waldmann)
Por otro lado, el poder de control social del Estado aumentó de forma considerable, pero en lugar
de emplear los medios de organización y de sanción al servicio de reclamos y objetivos de la sociedad en
general, el Estado los utilizó para defender los intereses de una minoría privilegiada. El sistema político
se expandió, pero no se lo consagró a solucionar los problemas nacionales (Waldmann)
Mientras tanto, la práctica autoritaria recibió un fundamento ideológico de los incipientes
movimientos nacionalistas. Al desvanecerse la influencia de las ideas liberales, constitucionalistas,
promotoras del estado de derecho, se produjo un cierto vacío político e ideológico y aumentó el espacio
de las fuerzas armadas en el escenario político (Waldmann)

1.3.3.- EL GOBIERNO DE ORTÍZ (1938-1940)


Al igual que Justo, Ortíz creía que la solución de la crisis de legitimidad política debía darse dentro
del régimen liberal y la Ley Sáenz Peña, pero en contraste con su antecesor, sus moderadas ambiciones
políticas le permitían imaginar la salida al fraude como una drástica apertura electoral, confiando en la
capacidad educadora de la práctica electoral, a la que pretendía ayudar con leyes que obligaran a los
partidos a transformarse en estructuras menos facciosas y más orgánicas (Privitello)
Cuando en 1938 asumió Ortíz, el equilibrio de la coalición había entrado en crisis. En primer
lugar, porque Ortiz no tenía una relación con las Fuerzas Armadas similar a la que tenía Justo. La
situación fue manejable mientras Ortiz estuvo en el poder, ya que el respaldo relativo de Justo permitió
evitar el distanciamiento y la erosión de la relación del poder político con el Ejército (Macor).
En abril de 1939 el Presidente decidió arremeter contra el fraude (si bien lo había consentido
antes) cuando anuló los comicios de San Juan. Luego, en febrero de 1940 dispuso la intervención de
Catamarca, la provincia del vicepresidente Castillo; y también la provincia de Buenos Aires, administrada
hasta ese entonces por Fresco (Privitello).
A cambio de la ruptura con sus aliados de antaño, Ortíz podía contar con el apoyo del
antipersonalismo y de la UCR, ya que la destrucción de la máquina fraudulenta era la única salida para el
partido, luego de haber levantado la abstención. La hostilidad de los conservadores hacia el gobierno
quedó en evidencia cuando comenzaron a ventilarse varios escándalos que supuestamente involucraban al
presidente. El más resonante fue la compra de unos terrenos en El Palomar (Privitello)
Sabedor de que la apertura del sistema electoral desataría una lucha entre fuerzas muy parejas,
Ortíz buscó desde un primer momento el crucial respaldo del Ejército que, convocado por el presidente,
paulatinamente volvió a instalarse en el rol de árbitro de la situación política. Sin embargo, Justo
controlaba aún al sector más poderoso de la oficialidad del Ejército. El conflicto abierto entre el

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presidente y el principal caudillo militar posibilitó la organización y el sostenido ascenso del sector de
oficiales nacionalistas. Este cambio fue alentado por el mismo Justo que, siguiendo lo que para él era una
conocida y eficaz estrategia, apostaba a dividir las aguas y promover los extremos para maniobrar con
mayor soltura y presentarse como única solución para lograr la unidad y la moderación (Privitello)

1.3.4.- EL GOBIERNO DE CASTILLO (1940-1943)


En cambio, con Castillo en la Casa Rosada, fue el PDN el que tomó las riendas del Ejecutivo y el
equilibrio de la coalición fue amenazado por le hegemonismo conservador (Macor).
La ruptura del equilibrio podía afectar directamente el liderazgo que todavía ejercía Justo y sus
esperanzas de volver al poder. Esta situación provocó el acercamiento de los sectores justitstas a la
oposición radical. La situación de quiebre del bloque oficial contribuyó a profundizar la autonomización
de las Fuerzas Armadas con respecto al sistema político y a constituir un nuevo cuadro de situación, que
se reveló maduro en el momento del golpe militar de 1943, poco tiempo después de que las muertes de
Alvear y Justo expusieran la vacancia del liderazgo político (Macor)
Es evidente que Castillo no debía sentir mayor simpatía por el Eje ya que llegado el momento, no
dudó en elegir a Robustiano Patrón Costas, un ferviente aliadófilo, como sucesor. Sin embargo, Castillo
se vio obligado a profundizar su política autoritaria, su alianza con los sectores nacionalistas del ejército y
la neutralidad para mantener su autoridad, todo lo cual venía a confirmar, para quienes quisieran creerlo,
las inclinaciones nazifascistas del presidente. A cambio de su apoyo, los oficiales nacionalistas obtuvieron
el ministerio de Guerra para el general Pedro Pablo Ramírez, a fines de 1942 (Privitello)
En marzo de 1942 moría Alvear. Entonces, para una parte de los dirigentes del Comité Nacional de
la UCR, Justo era la única figura capaz de enfrentar con éxito un posible fraude de Castillo y sobre esta
base se acercaron al viejo enemigo. Sin embargo, en enero de 1943 también moría Justo. Castillo parecía
no tener rivales y es probable que esto terminara con su capacidad de negociación frente a los militares
nacionalistas que, sin Justo, se daban cuenta de la inexistencia de una figura capaz de equilibrar su poder.
Entonces, desde el Comité Nacional de la UCR se ofreció la candidatura presidencial al ministro de
guerra Ramírez. Ante esto, Castillo le pidió su renuncia y luego quiso pasarlo a retiro. Ante esto, Ramírez
se levantó el 4 de junio de 1943. Así se produjo el primer golpe de estado en el cual el ejército participó
de forma autónoma. Abandonaba el rol de árbitro para ocupar un lugar como protagonista principal y a
cara descubierta (Privitello)

2. LA ECONOMÍA

2.1) La Década del ’30 y la gran depresión


A partir de la crisis que se desató en 1929 las características y la orientación de la economía
cambiaron profundamente. Las exportaciones hacia el mercado internacional dejaron de ser el impulsor
del crecimiento, cuyas tasas se redujeron significativamente (Korol)
La Gran Depresión implicó una retracción de las economías dentro de las fronteras nacionales, el
fortalecimiento de barreras proteccionistas, el abandono del patrón oro incluso por parte de Gran Bretaña
y la búsqueda de acuerdos colaterales que habrían de reemplazar el comercio abierto y bilateral que había
caracterizado a la etapa anterior (Korol)
Para enfrentar esta situación, los gobiernos de la década del ’30 llevaron adelante una serie de
políticas que abarcaron desde la búsqueda de fuentes de financiamiento que no estuvieran ligadas al
comercio exterior, hasta el mantenimiento de la inconvertibilidad monetaria decidida durante los últimos
tiempos del gobierno radical. Esas políticas incluyeron la creación del Banco Central, la adopción de
medias tendientes a disminuir las importaciones, los intentos de apoyo y regulación de la producción
agropecuaria y la búsqueda de caminos que permitieran salvaguardar la relación con los mercados
tradicionales, en particular el británico, para las exportaciones argentinas (Korol)
Los efectos de la crisis fueron claros rápidamente. Implicaron el derrumbe de los precios de los
principales productos de exportación de la Argentina (Korol) La eclosión de la crisis ayudó a disimular la
evidencia de que la Argentina se acercaba al límite productivo ofrecido por la expansión de las
actividades agropecuarias en la pampa húmeda. Incluso el saldo exportable se contrajo porque el consumo
interno (motorizado por el aumento de la población) requería una porción cada vez mayor de la oferta
(Schvarzer)
Toda esta situación provocó una disminución de la actividad económica y por consiguiente, el
aumento de la desocupación que llegó al 28%. Sin embargo, la recuperación fue rápida (Korol)

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2.1.1.- RESPUESTAS A LA CRISIS


La primera respuesta a al crisis por parte del gobierno de Uriburu consistió en afirmar la vigencia
de políticas ortodoxas. Se trataba de equilibrar el presupuesto del Estado, al mimo tiempo que se
mantenía el pago de la deuda pública (Korol)
Se redujeron lo gastos del Estado disminuyendo los salarios de los empleados públicos, en un
0,05% en los más bajos y en una proporción que llegaba a superar el 22% en los más altos. Esta reducción
de salarios quedaba atemperada por la deflación de precios. También se intentó aumentar la recaudación
por medio de nuevos impuestos internos y de aumentos en los aranceles a las importaciones (Korol)

2.1.2.- EL INTERVENCIONISMO ESTATAL


A partir de 1933, cuando Federico Pinedo asumió como ministro de Hacienda, se tomaron medidas
que continuaban las tendencias ya insinuadas como el impuesto a los réditos y la creación del Banco
Central. Pero también dispuso la devaluación del peso, una mayor intervención en el comercio exterior a
partir del control de cambios y una mayor intervención del Estado en el sostenimiento de los precios
agrícolas y en la regulación de la producción del sector (Korol)

2.1.2.1. El Plan de Acción Económica de 1933


Elaborado por el ministro Pinedo, marcó un principio de intervención estatal en la economía
estableciendo:
1- Un sistema de control de cambios, fijado primero por una Comisión de Control de Cambios y a
partir de 1936, por el Banco Central. Los exportadores estaban obligados a vender sus divisas a la
Comisión a un tipo oficial de compra, mientras que los importadores que necesitaran efectuar pagos en el
exterior debían adquirirlas con la autorización de la Comisión. Esto permitió reorientar discrecionalmente
el comercio exterior y fue una importante fuente de ingresos fiscales (Rapoport)
El sistema de control de cambios implicaba la creación de un mercado oficial donde las divisas
obtenidas de las exportaciones tradicionales se vendían al gobierno y éste las revendía a las empresas
favorecidas, que contaban con un permiso previo de importación, a un precio más alto. También existía
un mercado libre, donde los precios eran mucho mayores (Korol)
2- La devaluación del peso en un 20%, lo que permitió mejorar los ingresos de los exportadores,
posibilitando una paulatina recuperación del sector externo (Rapoport)
3- La creación de Juntas Reguladoras de la Producción

2.1.2.2. Las Juntas Reguladoras


A fin de evitar una mayor caída de la actividad interna, que manifestaba ya una seria baja en sus
niveles de ingreso, desde 1931 comenzaron a crearse diversas comisiones asesoras y juntas reguladores
cuya finalidad era proponer soluciones y encarar medidas para proteger los intereses de los distintos
sectores productivos (Rapoport)
Surgen las Juntas Reguladoras sectoriales, que controlaban desde la producción de quebracho
hasta la de yerba mate, pasando pro el algodón, los cereales y las carnes, exhibían una óptica semejante:
sostener su sector en el estado en que se encontraba, para evitar fricciones en la crisis (Schvarzer)
La Junta Reguladora de Granos compraba los cereales a los productores a precios básicos
(considerados mínimamente rentables) y los vendía luego a los exportadores a los precios de mercado,
deprimidos por la crisis. La idea era proteger a los primeros de la caída de los precios internacionales
absorbiendo las posibles pérdidas que pudieran tener (Rapoport)
Las compras de las Juntas beneficiaban a los grandes productores cercanos al poder, pero
perjudicaba a los pequeños y medianos, a los cuales no se les compraba la producción.

2.1.2.3. La creación del Banco Central


Una de las principales medidas económicas fue la creación del Banco Central en 1935, con el
objetivo de regular la moneda y el crédito, adaptando el circulante a las necesidades de la actividad
económica (Rapoport)
En 1932 se invitó al especialista inglés Otto Niemeyer para que aconsejara una serie de medidas
para mejorar el sistema financiero argentino. Sin embargo, el proyecto aprobado en 1935 fue diseñado por
Prebisch y difería de las propuestas de Niemeyer, que organizaba el capital sobre bases exclusivamente
privadas (Rapoport)
El nuevo plan no sólo reconoció una parte del capital al gobierno sino lo convirtió en el principal
accionista. Las funciones del banco serían:
- Detentar el privilegio exclusivo de la emisión de billetes en el territorio nacional

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- Mantener una reserva suficiente para asegurar el valor del peso, equivalente al 25% como
mínimo de los billetes en circulación. De esta manera se moderaban las fluctuaciones provocadas sobre la
moneda por las exportaciones y las inversiones de capital extranjeros
- Regular los créditos
- Inspeccionar la situación de las instituciones bancarias

2.1.2.4. La recuperación económica


Más allá de los méritos de las políticas diseñadas en los años treinta, la recuperación se inició a
partir de 1934 en buena medida como consecuencia de un aumento de las exportaciones y de un
mejoramiento de los términos del intercambio. Al iniciarse la crisis, las políticas de los gobiernos
argentinos parecían diseñadas para la coyuntura, manteniendo firmes algunos principios de la ortodoxia
económica: equilibrio del presupuesto, el pago de los servicios de la deuda externa, el privilegio de la
defensa del mercado de carnes. No estaban inspiradas en principios keynesianos de aumento del gasto
público como herramienta para disminuir la desocupación. Sólo a partir de 1940 estos postulados
comenzarían a ser aceptados por el pensamiento oficial (Korol)

2.1.2.5. El Plan Pinedo de 1940


Los continuos e intensos cambios que estaban ocurriendo en la economía local y mundial no
erosionaban la fe de los sectores dirigentes en el retorno al modelo agroexportador basado en las ventajas
comparativas naturales de la pampa húmeda. El Plan Pinedo era sólo una propuesta para superar la
emergencia que vivía el país al iniciarse la II Guerra Mundial (Schvarzer)
El Plan explicitaba la necesidad de proteger y desarrollar, con ciertas limitaciones, la industria
nacional y sostenía la idea de un incremento de la demanda interna como base para reactivar el aparato
productivo por medio del crédito (Rapoport)
El Plan Pinedo consistía en 5 iniciativas principales
1- Créditos para el financiamiento de la producción industrial, sobre todo de las “industrias
nacionales”, es decir, aquellas que utilizaban insumos locales (Korol)
2- Créditos para la construcción de viviendas obreras
3- Financiamiento de las cosechas que no se pudieran exportar (tarea luego asumida por el IAPI)
4- Compra de acciones de las empresas ferroviarias con el excedente de divisas proveniente del
comercio con Gran Bretaña. Este punto era solicitado por las empresas inglesas que desde 1918 no
realizaban inversiones ni renovaban el equipo (Rapoport)
5- Reorientación del comercio exterior, dado que los mercados tradicionales estaban afectados por
la guerra. Para esto, proponía la creación de una zona de libre comercio con los países vecinos y en
especial con Brasil. Al mismo tiempo, proponía una estrategia de acercamiento a los Estados Unidos
Pinedo proponía financiar la industria con créditos a 15 años a partir de un fondo oficial de 10
millones de pesos que debía cubrir el 10% de los aportes totales. Si bien el plan fue rechazado por el
Congreso, esta propuesta se concreto en 1944 con la creación del Banco Industrial (Schvarzer)
Pinedo no explicitaba qué industrias se debía promover, pero insistía en que no debía producirse
aquello que el país importaba para no afectar las posibilidades de exportar. Además, el Plan agregada que
ese crédito podía ser utilizado por las empresas locales para evitar que fueran absorbidas por consorcios
financieros. Esa mención arroja una duda sobre si esos créditos estaban pensados para estimular
inversiones o para proteger a los empresarios (Schvarzer)
Otra parte del plan proponía impulsar la construcción mediante créditos oficiales. Por esa vía se
deseaba resolver los problemas de vivienda y dar solución al desempleo. Los créditos previstos para esto
eran mayores que los destinados a la industria. El rechazo del plan postergó la puesta en marcha de esto
hasta que el gobierno peronista lanzó la construcción masiva de casas de confección sencilla para evitar
presiones del lado de las importaciones (Schvarzer)
Pinedo intentó garantizar la estabilidad industrial para después de la guerra. Esa posición difería de
quienes estaban convencidos que ciertas fábricas artificiales surgidas en el período debían desaparecer
luego del regreso a la “normalidad” (Schvarzer)
El plan económico fue aprobado en el Senado (sin demasiado entusiasmo) pero no llegó a tratarse
en Diputados por la oposición de los radicales. Ante esto, Pinedo presentó su renuncia (Rapoport)

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2.1.3.- LA POLÍTICA FISCAL


Entre 1928 y 1932 las exportaciones nacionales cayeron a la mitad, mientras la capacidad para
importar se redujo aún más debido a la demanda adicional de divisas necesarias para pagar los intereses
de la deuda. Todo esto obligó a crear los impuestos internos para solventar el presupuesto. Así se originó
la moderna estructura impositiva nacional y comenzó a separarse el gasto público de los recursos
aduaneros, hecho que ampliaría el margen de maniobra de los sucesivos gobiernos (Schvarzer)
La política fiscal sufrió a partir de 1933 una serie de transformaciones, produciéndose un
significativo aumento del gasto en inversión pública y la creación de los organismos reguladores. Sin
embargo, el déficit fiscal bajó hasta alcanzar superávit en 1935 y 1936 (Rapoport)
Las medidas de corte keynesiano todavía no se habían impuesto (Keynes publicó su libro en 1936)
por lo que la actitud adoptada para salir de la crisis fue la habitual: mantener un presupuesto equilibrado.
Para esto se creó un impuesto a los réditos (a las ganancias) que aportó el 13% de la recaudación total y se
aumentaron otros impuestos internos. Así, la recaudación aduanera que en 1930 significaba el 57% de los
recursos, cayó a menos del 30% a fines de la década (Rapoport)
El resultado de la reforma tributaria fue un gran incremento de la recaudación, que mejoró
paulatinamente la situación fiscal hasta el rebrote de la crisis de 1938, cuando la caída de las rentas
nacionales y una política fiscal expansiva para atenuar las tendencias recesivas originaron de vuelta un
déficit significativo (Rapoport)

2.2) Ruptura de la División Internacional del Trabajo


1930 marca el fin del comercio multilateral y el inicio de modelos proteccionistas. Estados Unidos
se vuelca a su mercado interno (New Deal), lo mismo hace Inglaterra, lo cual marca el fin de la
hegemonía inglesa y su recostamiento sobre sus colonias.
Las relaciones bilaterales (tratado Roca-Runciman) reemplazan las relaciones triangulares
Crisis del patrón-oro, reemplazado por el dólar en el comercio

2.3) Sustitución de Importaciones e Industrialización


2.3.1.- EL COMERCIO
El gobierno de Justo se caracteriza en lo económico, fundamentalmente por colocar al país en
situación de dependencia colonial con respecto a Gran Bretaña, favoreciendo a las oligarquías
tradicioanles (Ciria)

2.3.1.1. El Pacto Roca-Runciman


A mediados de 1932 los países de la Commonwealth se reunieron en la Conferencia de Ottawa
solicitando un retorno al sistema proteccionista a fin de defenderse de la crisis. Esto significaba para el
Reino Unido abandonar los principios del libre cambio por los cuales había bregado desde mediados del
siglo XIX. Gran Bretaña se comprometió con Australia y Nueva Zelandia a que la importación de carne
enfriada extraimperial sería mantenida al nivel de las importaciones de junio de 1932, cuando las
exportaciones argentinas sufrieron uno de los niveles más bajos de la década (Rapoport)
La Sociedad Rural comenzó a presionar al gobierno para que emprendiera una acción diplomática
a fin de ayudar a los ganaderos locales a mantener su participación en el mercado del Reino Unido. El 1
de mayo de 1933 se firmó el polémico pacto Roca-Runciman que aseguraba una cuota de carne enfriada
en el mercado inglés a cambio de diversas medidas que favorecían a los intereses británicos:
1- El pool de frigoríficos anglonorteamericanos se reservaría el 85% de las exportaciones de carne,
mientras el 15% restante sería cubierto con la producción de los frigoríficos argentinos (Korol)
2- Se garantizaba, a través del mecanismo del control de cambios, la cantidad de divisas necesarias
para hacer frente a las remesas corrientes al Reino Unido en un volumen igual a las ventas de productos
argentinos hacia aquel país (Rapoport).
3- Se asumía el compromiso de tratar de manera preferencial las inversiones inglesas
4- Se aceptaba no incrementar los aranceles sobre algunas importaciones británicas como el
carbón, e incluso reducir los aranceles para otros productos de ese origen (Rapoport)
5- El gobierno se comprometió a seguir pagando los servicios de la deuda externa, a diferencia de
lo que ocurrió con otros países latinoamericanos (Rapoport)
Inglaterra dependía en gran medida de las exportaciones argentinas y en particular de la carne
enfriada, debido a las distancias, ya que los barcos frigoríficos no garantizaban que los productos de otros

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países competidores llegaran en buenas condiciones al mercado británico. En esa cuestión, el pacto de
Ottawa era más un fantasma que una amenaza real (Rapoport)
El acuerdo Roca-Runciman tenía una duración de 3 años. Al culminar su vigencia en 1936, ambos
gobiernos iniciaron una nueva ronda de negociaciones. Como los ganaderos ingleses demandaban
protección frente a la competencia extranjera, en el nuevo tratado Malbran-Eden las carnes argentinas
fueron gravadas con un arancel del 20% sobre el precio de venta. A cambio de ello, el gobierno argentino
adquiría el derecho de distribuir los permisos de exportación entre los frigoríficos, aunque las cuotas no
sufrieron modificaciones sustanciales con respecto al período en el que eran manejadas por el gobierno
inglés. Este nuevo tratado ponía de manifiesto con más claridad que el anterior la debilidad del gobierno
argentino en las negociaciones. Para compensar las pérdidas que el nuevo tributo podría acarrear a los
ganaderos, el gobierno implementó un subsidio (Rapoport)

2.3.1.2. Otros tratados comerciales


El pacto Roca-Runciman afectó las relaciones comerciales con Estados Unidos debido a las
grandes ventajas otorgadas a Gran Bretaña (Rapoport)
En octubre de 1941 se firmó un tratado comercial entre la Argentina y los Estados Unidos. Si bien
ambos se concedían el tratamiento de nación más favorecida, que significaba gozar recíprocamente de las
mismas ventajas concedidas a terceros, no se eliminaron aranceles e impuestos sobre productos
agropecuarios argentinos. Sin embargo, la guerra favorecería por un tiempo la venta de productos
agropecuarios al país del norte. En Argentina eran los sectores industriales los más interesados en llegar a
un arreglo, pues la situación del abastecimiento de bienes de capital y materias primas se había tornado
crítica (Rapoport)
Otras negociaciones comerciales importantes se desarrollaron con Brasil y a partir de 1939 se
buscó el establecimiento de una unión aduanera con ese país. Finalmente, el 21 de noviembre de 1941 se
firmó un tratado sobre intercambio progresivo cuyo propósito era establecer en el futuro una unión
aduanera abierta a la adhesión de los países limítrofes (Rapoport)
También se firmaron acuerdos bilaterales con varios países europeos como Bélgica, Holanda y
Suiza, países que se habían convertido en grandes exportadores de manufacturas hacia la argentina
(Rapoport)

2.3.2.- LA INDUSTRIA DE LA CARNE

2.3.2.1. La Industria frigorífica


El carácter oligopólico de los frigoríficos y la falta de control estatal en el negocio provocaron que
los ganaderos volvieran a reclamar la intervención del Estado en su defensa. En septiembre de 1933 se
aprobó la ley que creaba la Junta Nacional de Carnes, se contemplaba la creación de un frigorífico
nacional y el establecimiento de la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP). Sin embargo,
los frigoríficos continuaron ejerciendo su dominio y mientras los precios en el mercado inglés
comenzaron a subir, ellos pagaban a los ganaderos un precio cada vez menor (Rapoport)
Mientras tanto, la investigación de la comisión presidida por Lisandro de la Torre mostró cómo las
empresas tenían ganancias exorbitantes pero no pagaban impuestos al estado mediante maniobras
contables como la subfacturación de operaciones. Los frigoríficos también estaban realizando un
vaciamiento de empresa y fuga de capitales que caracterizaba tanto a la mayoría de los ingenios como a
los ferrocarriles, retirando la mayor cantidad posible de ganancias y reduciendo al mínimo las nuevas
inversiones. Todo esto lo hacían en connivencia con el gobierno (Schvarzer)
Los frigoríficos enfrentaron un panorama complejo. La crisis mundial cerró los mercados externos,
excepto el británico. El acuerdo Roca-Runciman estableció un límite para este último, de modo que la
perspectiva era de estancamiento de la demanda a largo plazo. Entonces, las empresas tendieron a
diversificar sus productos o mercados (Schvarzer).
A partir de 1937, Alemania se convirtió en el principal comprador de carne congelada argentina,
incrementando también su importancia como comprador de cereales y lino. Dado el fuerte superávit
comercial que la Argentina tenía en el intercambio bilateral, el gobierno triplicó las compras oficiales
provenientes de dicho país, incluyendo importaciones de material ferroviario, hasta entonces monopolio
de las empresas británicas. Este comercio se interrumpió con el inicio de la II Guerra Mundial (Rapoport)

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2.3.3.- LA DEPENDENCIA COMERCIAL CON GRAN BRETAÑA


El control de cambios fue una de las primeras medidas tomadas frente a la escasez de divisas. Las
compras en el exterior no se definían más pro los precios sino por la oferta de divisas y por la cantidad de
libras esterlinas disponibles. La difícil intercambiabilidad de estas últimas por otras divisas era un
elemento más de la sujeción de la economía argentina a la inglesa. Sin embargo, el país no compraba los
productos más baratos ni los más competitivos (Schvarzer)
La salida de beneficios reducía la disponibilidad de divisas y contraía las inversiones de las
empresas en mantenimiento y mejora de la red ferroviaria. El país se descapitalizaba por ese atraso de su
infraestructura básica. Por la masa de sus capitales, la estrategia de los ferrocarriles en ese período puede
ser considerada uno de los mayores ejemplos de vaciamiento de empresas de nuestra historia (Schvarzer)
La dependencia respecto de Gran Bretaña tenía efectos graves sobre la economía nacional porque
ese país ya no era líder industrial y había perdido buena parte de su dinamismo previo. Esa lógica
constituyó un elemento crucial del atraso de la actividad industrial argentina durante la crisis y la guerra y
una causa de los problemas que surgieron más tarde. No resultó casual que los avances fabriles ocurrieran
en las ramas más independientes de dicha relación (Schvarzer)
Luego del pacto Roca-Runciman el potencial poder de compra del estado se utilizó en beneficio de
la oferta inglesa. En lugar de palanca del desarrollo fabril local, el Estado nacional favorecía la
subsistencia de la industria de la metrópoli. Esto se ve claramente en la preferencia otorgada a los
compradores de textiles británicos, que no sólo afectaban a la industria norteamericana sino también a la
producción textil local, que se mantuvo más de medio siglo atrasada respecto a sus similares de México o
Brasil. El carbón seguía siendo abastecido desde Gran Bretaña, a pesar de los inconvenientes y aún de los
costos. En 1933 se trajo carbón de Chile, pero los permisos de ese carácter se suspendieron a partir de
1934 para mantener al mismo proveedor habitual (Schvarzer)
Aunque el control de cambios discriminaba a las importaciones provenientes de los Estados
Unidos, estimulaba paradójicamente la radicación de nuevas inversiones de ese origen, atraídas por la
rápida expansión del mercado interno. Así, el flujo de inversiones norteamericanas iniciado en la década
del ’20 continuó sin muchas alteraciones en los ‘30 (Rapoport)

2.3.3.1. El Transporte
El 5 de octubre de 1932 fue aprobada la ley de Vialidad Nacional que estimulaba la construcción
de rutas y caminos en forma paralela a las vías del ferrocarril. No es casual que casi al mismo tiempo y
dando respuesta a los pedidos de capitales británicos, el gobierno enviara al Congreso un anteproyecto de
ley para regular el transporte automotor (Rapoport) Competencia entre el capitalismo inglés y el
norteamericano (que competían también en la industria petrolera).
El 30 de septiembre de 1936 se aprobó la Ley de Coordinación de Transportes, creando un
monopolio controlado por las empresas de transporte británicas, la Corporación de Transportes, a la cual
debían incorporarse compulsivamente todas las empresas del rubro, subordinando al transporte
automotor urbano de pasajeros (Rapoport)
La conformación del conurbano donde vivían los nuevos obreros creaba una gran demanda de
transporte

2.3.4.- LA INDUSTRIA NACIONAL


El rápido crecimiento y la multiplicación de las empresas industriales durante esta fase se había
cumplido fundamentalmente sin apoyo del Estado. Era un proceso instrumentado sólo por las fuerzas
sociales, en el cual desempeñó un importante papel el desplazamiento de grandes sumas de capital de la
esfera de producción agropecuaria a la industrial (Waldmann)
En el sector directamente ligado a las exportaciones (como los frigoríficos), predominaban la
concentración y el capital extranjero. En el sector que producía para el mercado interno, se trataba de una
industria de estructura heterogénea compuesta por algunas grandes empresas y una mucho mayor
cantidad de empresas menores y talleres (Korol)
El aumento de los aranceles y el sistema de control de cambios, combinado posteriormente con el
requerimiento de permisos de importación son parte de la explicación del crecimiento industrial en la
década de 1930. Finalmente, la guerra provocó el inicio de una etapa de mayor crecimiento. Hacia el final
de la guerra, la participación de la industria en el PBI superaba ya a la del sector agropecuario (Korol)
El producto del crecimiento industrial al finalizar la guerra tendría como destino principal el
mercado interno. La importancia de ese mercado también creció para los productos agropecuarios, en la
medida que aumentaba la población urbana y por lo tanto disminuían las exportaciones agropecuarias

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cuya producción había comenzado un proceso de estancamiento que se reflejaba en su participación en el


PBI (Korol)

2.3.4.1. Los nuevos sectores dinámicos


Los productos textiles, metálicos y el petróleo eran los que lideraban el crecimiento. La textil era
una rama relativamente rezagada y su crecimiento estuvo impulsado por la expansión del cultivo del
algodón que se había iniciado en la década anterior (Korol)
El crecimiento de cultivos regionales como el algodón, la yerba mate, el té, el arroz, las frutas y
otros semejantes inició la descentralización de la tarea productiva nacional más allá de unos polos
aislados. La clásica hegemonía de la pampa húmeda y de la producción de carne y granos comenzó a ser
enfrentada por el aporte de otras zonas hasta entonces desaprovechadas (Schvarzer)
El petróleo avanzó, aunque a menor ritmo que en la década del veinte. La explotación de calizas
dio base al auge de la industria del cemento, el cierre de las importaciones otorgó un impulso decisivo a
esta rama, que evolucionó a un ritmo de vértigo una vez que se encontró dueña del mercado interno. La
producción estuvo desde el inicio concentrada en la actividad de algunas grandes firmas ubicadas en
yacimientos adecuados y conocidos. La mayor fue Loma Negra, instalada cerca de Olavarría, junto a una
excelente cantera de calizas (Schvarzer)
El papel fue otro sector de fuerte dinamismo que se organizó a partir de la concentración de las
mayores empresas de la rama. Celulosa Argentina no tardó mucho en aunar esfuerzos con el Grupo Fabril
(Schvarzer)
SIAM ofrece otro caso relevante de evolución fabril en el período de la crisis. Esta empresa sufrió
el impacto de los elevados costos de capital, mientras disminuía la demanda de su comprador principal
debido a la remoción de Mosconi de la dirección de YPF. Para superar estos problemas SIAM encaró la
fabricación de nuevos productos, desde motobombeadores hasta heladeras, cuya demanda superó bien
pronto las espectativas. Sin embargo, al igual que la mayoría de las otras grandes empresas del país,
SIAM operaba bajo las formas tradicionales trazadas por su fundador y no dio paso a una gerencia
tecnocrática (Schvarzer)
Algunos de los nuevos industriales eran agentes comerciales importadores que necesitaban
acomodarse a las nuevas condiciones del mercado mundial. El más curioso fue Gath & Chaves, un
emporio comercial de capital inglés obligado a desarrollar proveedores locales cuando no pudo importar
desde la metrópoli (Schvarzer)
Las oportunidades para expandir la producción local eran tan amplias como grandes habían sido
las importaciones previas de los artículos que los argentinos se habían acostumbrados a consumir. Las
importaciones de hojitas de afeitar, que se mantenían en 100 toneladas por año hasta 1935, cayeron a cero
en 1943. Las nuevas fábricas nacían del desplazamiento de capitales agrarios y comerciales pero sus
beneficios iniciales eran tan grandes que lo esencial del proceso de acumulación ocurría a partir del
propio avance productivo. Las mayores restricciones no provenían tanto de la falta de ahorro como de las
dificultades para obtener los equipos necesarios (Schvarzer)
Muchas empresas del exterior se interesaron por producir en el país. Estas compañías no podían
seguir exportando a la Argentina debido a la aguda escasez de divisas y a las preferencias que el gobierno
otorgaba a los proveedores británicos. Descubrieron que instalar una plata local era la única manera de
sostener sus negocios en este mercado, dadas las dificultades para vender por otras vías. Estos inversores
tendieron a instalar plantas de armado final que exigían un flujo continuo de partes y piezas del exterior.
De este modo obligaban al gobierno a concederles permisos de importación (o divisas) para que dichas
plantas pudieran funcionar. Sin embargo, la imposibilidad de importar desde el inicio de la Segunda
Guerra Mundial fue el fin de estas plantas de armado, que quedaron reducidas a la fabricación de piezas
menores (Schvarzer)
Llegan empresas textiles norteamericanas, que sólo podían competir con las británicas
produciendo en el mercado local. También se instalan industrias químicas como Duperial, que se asocia
con el grupo Bunge y Born. Las empresas alemanas mostraron gran agilidad entre 1935 y 1938, cuando
esperaban ganarles mercados a los británicos. Tuvieron especial impulso en el sector eléctrico, mecánico
y químico antes de la Segunda Guerra. El avance de estas empresas era muy decidido en aquellas
actividades donde no debían enfrentar a los fuertes grupos económicos locales que mantenían su rol
monopólico en sus respectivos mercados gracias a su poder político (Schvarzer)
En 1935 se efectuó un censo para conocer la situación real del sector industrial. El censo incluyó
numerosas actividades, desde panaderías hasta talleres mecánicos de reparación de vehículos. Los
resultados que arrojó fueron que sólo el 10% de la producción provenía de establecimientos nacidos
después de 1930. Las fábricas argentinas eran antiguas y se habían fortalecido en las décadas anteriores.

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Un nuevo censo se realizó en 1946, el cual mostró que la producción y el número de obreros se
duplicaron. La industria aportaba un valor superior al del sector agropecuario y era la mayor impulsora de
la economía y del empleo nacional. Esto se dio como resultado de la crisis y de la II Guerra Mundial
(Schvarzer)
Poco a poco, Rosario se transformó en el segundo centro fabril de la república, aparte de los
nuevas industrias localizadas en Córdoba (Schvarzer)

2.3.4.2. Las industrias militares


Con Uriburu, los militares redujeron el gasto en armas, mientras que Justo aplicó un veloz
incremento del gasto militar, cuya tajada mayor se dirigió a construir nuevos edificios. Recién en 1936 se
creó la Dirección General de Materiales del Ejército y en 1941 la Dirección General de Fabricaciones
Militares (Schvarzer)
La Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de Villa María, Córdoba, estaba proyectada desde
1927, pero la obra quedó paralizada durante 10 años. En 1937 comenzó la tarea pero la planta no produjo
hasta 1942, cuando la disponibilidad de pólvora en los arsenales era menor a las demandas militares
normales y no había dónde comprarla (Schvarzer)
Un ingeniero militar se destacó por su impulso, dirigiendo con energía Fabricaciones Militares. El
general Savio propuso crear una amplia red de industrias básicas formadas por sociedades mixtas con el
capital privado, organizadas sobre estrictas normas de costos y eficiencia, destinadas a atender
necesidades militares así como a la demanda civil (Schvarzer)
Por todo esto, las fábricas militares fueron una proeza tecnológica pero no una solución. El poder
político de los militares y los grandes fondos disponibles no dieron el resultado esperable. Las plantas
llegaron tarde, o se instalaron con equipos envejecidos por el mero paso del tiempo. Pese a esto,
modificaron la estructura de la industria argentina y su distribución geográfica. Comenzó a romper la
hegemonía porteña, pero no llegó a transformar las condiciones operativas del conjunto. Luego de la II
Guerra Mundial, los mismos inconvenientes del pasado volvieron a surgir con renovada fuerza
(Schvarzer)

2.3.4.3. La II Guerra Mundial y la industria


Los efectos de la guerra fueron en la Argentina menos adversos que lo esperado. La economía del
país creció y hacia el fin del conflicto, la Argentina contaba con un importante saldo de libras a su favor
acumuladas en Londres, como resultado del comercio con Inglaterra. No obstante, el crecimiento ya no
estaba basado en las exportaciones agropecuarias sino en el desarrollo industrial (Korol)
Las condiciones de la guerra forjaron un sistema de precios relativos que orientaba el desarrollo
industrial. Ese mismo contexto contribuyó a crear empresarios que descubrían las ventajas del implante
fabril en ramas consideradas como impropias de la Argentina. Los costos eran elevados pero los precios
también lo eran y dejaban un margen de beneficios que amparaba la ineficiencia original de estos
ensayos. Un ejemplo de esto fue Acindar, dedicada a la producción de acero, material que escaseaba y
cuyos precios se habían disparado (Schvarzer)
Las ventas fabriles al exterior pasaron del 5% de las exportaciones totales en 1940 al 19% en 1945.
La salida fabril permitió ampliar la producción exportándola a los países limítrofes. Sin embargo, esto fue
efímero. Ni bien terminó la guerra, esos mercados se perdieron, en parte porque el propio gobierno
argentino tendió a prohibir diversas exportaciones por temor a que se desatendiera el mercado interno. En
parte porque los propios industriales se encontraban más cómodos colocando su producción en el
protegido mercado local (Schvarzer)
El discurso dominante defendía el avance industrial sólo para el mercado interno. Exportar
manufacturas parecía ser tan irrealizable como habían mostrado los antecedentes del azúcar y la harina a
comienzos del siglo. Ese repliegue sobre el mercado interno generaba dos trabas: forjaba posiciones
monopólicas que reducían incentivos para el desarrollo técnico y limitaba la demanda a dimiensiones
reducidas (Schvarzer)

2.3.4.4. Los empresarios


La UIA no modificó sus actitudes esenciales durante la crisis. Mantuvo sus pedidos de apoyo a la
industria existente y un abierto silencio en torno a las posibilidades de crear nuevas fábricas. La UIA
esgrimía la excusa de una crisis de sobreproducción y sumaba un curioso argumento adicional: las nuevas
fábricas incitarían a las instaladas a mejorar sus plantas en un momento en que las divisas no serían
suficientes para resolver las demandas de todas. La UIA defendía la permanencia sin complicaciones de
los monopolios instalados y la postergación del avance técnico en el sector (Schvarzer)

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Sin embargo, en 1940 la UIA apoyó el Plan Pinedo (Schvarzer)

2.4) Crecimiento industrial y alianza de clases


A partir de 1933 la industria argentina entra en una etapa de crecimiento. Este objetivo crecimiento
de las fuerzas productivas no podría haberse producido de haber mediado la oposición de políticas
gubernamentales (Murmis y Portantiero)
No hubo en el período contradicción entre una orientación pro crecimiento industrial expresada en
el Estado y los intereses de la fracción más poderosa de los terratenientes, aunque sí la hubo con los de un
grupo subordinado de propietarios rurales (Murmis)
El proyecto de industrialización promovido en la Argentina durante la década del ’30 es un
ejemplo claro de crecimiento a partir de la sustitución de importaciones. Su resultado será una economía
industrial pero “no integrada”, basada en una industria liviana, productora de bienes de consumo no
durables. Durante el período no aparecen propuestas orgánicas ni por parte del gobierno ni por parte de
los industriales mismos, que profundicen esa orientación hacia la sustitución de bienes de consumo y
productos intermedios, exigiendo además el desarrollo de una industria de base o la ruptura de la
subordinación económica a los centros internacionales (Murmis)
El proceso se basará en la expansión de una industria preexistente (que elaboraban materias primas
nacionales) más que en el fomento deliberado de una diversificación que hubiera debido apoyarse sobre
una coherente política de inversiones. Como límite del proceso podemos encontrar el escaso interés en
ampliar y diversificar el mercado interno de consumo, al cual solo se buscaba devolverle la capacidad
adquisitiva anterior a la crisis de 1929 (Murmis)
La hipótesis de Murmis es que en los países exportadores de materias primas como la Argentina, el
crecimiento industrial limitado no perjudica necesariamente a los grupos agropecuarios en su totalidad, ya
que a medida que desciende la participación de las economías agroexportadoras en el mercado mundial,
se hace necesario, para nivelar la situación a los nuevos términos, que la importaciones desciendan a la
altura de las exportaciones (Murmis)
Los grandes hacendados, obligados por la situación externa, modifican su orientación
librecambista tradicional y avalan las medidas oficiales que, indirectamente, tienen consecuencias
industrialistas como el control de cambios o el aumento de gravámenes: achicadas las exportaciones,
deben achicarse también las importaciones. Los grupos agrarios más privilegiados, una vez resuelta su
integración en el mercado mundial a través del pacto Roca-Runciman, se ven favorecidos por el proceso
de sustitución de importaciones ya que invierten directamente en industrias o porque la industrialización
permite un mejor funcionamiento del conjunto de la actividad económica (Murmis)
Si surgen oposiciones dentro de los productores agropecuarios menores, como los criadores. Para
ellos, la industria es un sector artificial, no dinámico, que no crea riqueza. Buscan ampliar el comercio
con Estados Unidos, quien podría transformarse en el proveedor del consumo nacional de manufacturas,
como una forma de ampliar sus posibilidades de intercambio al vacuno de conserva y al ovino, en vez del
chilled, cuya importación está vedada en los Estados Unidos (Murmis)

3. LA SOCIEDAD

3.1) Los procesos de diversificación social


La presencia de grandes masas de trabajadores afectó las relaciones de la clase dominante.
Mientras una franja proponía continuar la represión, otra comenzó a ensayar políticas paternalistas y
populistas. Estas últimas fueron más intensas en áreas de industrias antiguas como Tucumán y Avellaneda
(Schvarzer)

3.1.1.- MIGRACIONES INTERNAS


La corriente inmigratoria se fue reduciendo en forma notoria y a partir de la década del ’30 se
inicia un éxodo de la población rural y de las pequeñas ciudades del oeste y norte argentino, hacia las
ciudades del este. Parte de los nuevos elementos de la población urbana encontró ocupación en las
flamantes ramas de la industria y un porcentaje nada despreciable fue absorbido por el sector de servicios
públicos, en rápida expansión (Waldmann)

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3.1.2.- CRISIS DE IDENTIDAD


La pérdida de prestigio de la elite fue tan grande en la década del ’30 que ya no se la consideró
como clase dirigente, sino como enemiga de las demás clases. Ya no se la definió como elite sino como
oligarquía, designación que ha perdurado hasta hoy (Waldmann)
Si bien es cierto que, desde comienzos de siglo, la clase media se había ampliado de forma
considerable y había ganado notable poder político, nunca había podido desprenderse del todo de la
influencia determinante de la clase alta (Waldmann)

3.2) Trabajadores y sindicatos


La clase trabajadora fue la verdadera víctima de la recesión económica. Sobre ella se descargaron,
sin la menor consideración, tanto las pérdidas comerciales experimentadas por el sector agropecuario,
como los altos costos de inversión que exigía el equipamiento industrial. En las ciudades del este, las
principales víctimas de la explotación empresarial fueron los recién llegados, incluso muchas mujeres. La
mayoría de los obreros no tenían jubilación, seguro contra enfermedades, derecho a vacaciones ni
indeminización por despido. Algunas de las leyes sociales carecían de reglamentaciones punitivas. Sólo
algunos gremios antiguos y bien organizados habían logrado imponer estatutos de protección para sus
ramas laborales (Waldmann)
La fuerza de los sindicatos y su disposición para la lucha laboral era bastante escasa entre 1930 y
1943. Se atribuye esta debilidad a la desocupación, cuyo índice fue alto hasta 1935, y a la tendencia de los
dirigentes sindicales a aceptar arreglos (Waldmann)
El auge fabril desde mediados de la década permitió a los trabajadores recuperar cierto poder de
negociación a medida que la creciente demanda de empleo en el mercado de trabajo fortalecía su posición
social (Schvarzer)

3.2.1.- EL SURGIMIENTO DE LA CGT


Pocas semanas después del golpe del ’30 la Confederación Obrera Argentina (COA) controlada
por los socialistas, la Unión Sindical Argentina (USA) controlada por los sindicalistas y un grupo de
sindicatos autónomos se fusionaron para establecer la Confederación General del Trabajo (CGT) (Baily)
El régimen de Uriburu procedió a eliminar los sindicatos anarquistas y comunistas, dificultó las
reuniones sindicales, aplastó huelgas y no se preocupó por hacer cumplir la legislación laboral vigente.
Incluso, grupos como la Legión Cívica atacaban a los obreros. Los dirigentes de la CGT protestaron por
la violación de los derechos legales y constitucionales (Baily)
Para conservar la unidad gremial luego de una década de divisiones, los dirigentes de la CGT
insistieron en que ésta fuera independiente de todos los partidos políticos y grupos ideológicos. Sin
embargo, poco duró esta tregua y en 1935, los socialistas lograron adueñarse de la conducción de la CGT
(Baily)
El triunfo socialista se debió a que las ideas de los nuevos dirigentes eran más adecuadas a la
situación política de la década de 1930 que las de los sindicalistas. El programa de gremialismo apolítico
y cooperación con el gobierno pudo proteger los intereses obreros durante el régimen de Yrigoyen. Pero
ahora, los gobiernos de Uriburu y Justo se mostraron hostiles al sindicalismo, por lo cual la neutralidad
política resultaba ineficaz. Así, los socialistas tuvieron éxito en enfrentar a los sindicalistas porque éstos
no habían logrado proteger al trabajador frente a la hostilidad de los gobiernos conservadores (Baily)
Los nuevos dirigentes de la CGT expresaron un nacionalismo liberal popular y pronto iniciaron
una campaña antifascista (Baily) Mientras tanto, se producía el aumento de la influencia comunista en los
sindicatos de las nuevas industrias, al organizar a los nuevos trabajadores. Estos eran los obreros de la
construcción, textiles y metalúrgicos. Tenían que proteger pocas sedes sindicales, colonias de vacaciones,
hospitales o jubilaciones (Baily)
En 1937, los sectores sindicalistas reconstituyeron la USA y se opusieron a la creciente influencia
del Partido Socialista dentro del movimiento obrero. Mientras tanto, los socialistas de la CGT
comenzaron a dividirse en dos tendencias: (Baily)
Por un lado estaban los socialista que deseaban convertir a la CGT en un partido laborista
(Domenech). Otro sector estaba más interesado en seguir los lineamientos del Partido Socialista
(Borlenghi). En 1943, cuando debían elegirse nuevas autoridades se presentaron dos listas, ganando la
lista de Domenech (lista 1). La otra lista denunció fraude y esto llevó a la división de la CGT:
- La CGT Nº1 quedó compuesta por los gremios cuya primera lealtad se refería al movimiento
obrero (Unión Ferroviaria, Unión Tranviaria, Sindicato de Cerveceros)
- La CGT Nº2 que incluía a los gremios leales al partido Socialista o Comunista (La Fraternidad,
los empleados de comercio, los municipales, los gráficos)

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