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Cavarrozzi: Autoritarismo y democracia.

El autor hace una periodización de tres etapas.

1-1955-1966: “Gobiernos débiles” y “semidemocracias”

2- 1966-1983: “Gobiernos fuertes”

3- 1983-2006: “rearmado de la política Argentina

1- Gobiernos débiles:
Revolución libertadora: Leonardi (1955) /Aramburu (1955-58)
Gobiernos civiles, con poca legitimidad: Frondizi (1958-62)/ Guido (1962-63)/ Ilia (1963-66)

El autor nombra la etapa como gobiernos débiles, debido a la inestabilidad política en los ciclos de ascenso, crisis y desintegración, los cuales se
repetían con alteraciones de gobiernos constitucionales y gobiernos militares.

Este periodo comienza en 1955 con el derrocamiento de Juan Domingo Perón, por parte de la revolución libertadora, esta fue apoyada por partidos
no peronistas, representantes corporativos e ideológicos de las clases medias, la burguesía urbana y rural, fuerzas armadas y la iglesia, los cuales
tenían objetivos dispares.

Encabezado por el general Leonardi el objetivo principal era restablecer el régimen parlamentario y el sistema de partidos, levantando el estandarte
de la “democracia y libertad”, ya que consideraban al gobierno peronista como una dictadura totalitaria.

El autor hace mención que este periodo se caracterizaba por “semidemocracias”, ya que seguían funcionando las instituciones republicanas y el
régimen de partidos políticos ,pero “semi” por qué parte del electorado quedaba sin representación - debido a la proscripción del peronismo-

La misma proscripción del peronismo en la lucha electoral y participación democrática, trajo una “disyunción “ entre la sociedad y el partido político,
lo cual ,resulto en una emergencia de un “sistemas político dual” integrado por dos bloques: “los peronistas” que no tenían representación (sector
popular) y los antiperonistas ,quienes ahora tenían la posibilidad de recurrir a los mecanismo parlamentarios y gozar de los privilegios del estado.
(Burgueses y clase media).

Con respecto a la sociedad, Cavarozzi nos habla del “bloqueo recíproco y empate social”, como , una situación de equilibrio entre fuerzas sociales de
peso relativamente parejo cuyo resultado es bloquear los proyectos políticos de sus antagonistas, lo que no les permite imponer los suyos propios

Con la llegada del gobierno de Aramburu graficó de manera extrema la necesidad del régimen de prohibir la difusión de cualquier tipo de imagen y

mención al peronismo. Se trata del primer ejercicio de “desaparición simbólica” por parte de los militares.

Luego de la primera etapa peronista, la consecuencia expresada fue la antinomia: peronismo-anti peronismo y el marcado desfasaje entre los intereses
socioeconómicos y los bloques políticos.

En ese contexto, el radicalismo intentó inducir al sindicalismo a declinar en sus pretensiones salariales y alejarse de Perón. En respuesta, el
sindicalismo se consolidó como un movimiento autónomo con una estrategia defensiva y de clara oposición. De esta manera, configuró un esquema
de inclusión de aquellos que había sido despojado de su ciudadanía política. La inclusión de los trabajadores en las negociaciones colectivas permitió
la defensa de sus derechos y que los representantes gremiales realizaran demandas de carácter económico, corporativo y político. La idea de un
peronismo sin Perón y del no retorno encontró allí un cauce.

Simultáneamente, la propuesta liberal no solo de erradicar al peronismo sino también de reducir el intervencionismo estatal y eliminar a los sectores
industriales ineficientes fue ganando terreno.
2-“Gobiernos fuertes:

Revolución Argentina: Gral. Ongania (1966/1970) / Gral. Livingston / Gral. Lanusse (1970/1973).

Retorno de Perón: Campora (1973) / Juan Domingo Perón 1973-74) / Isabel Perón (1974-76).

Proceso de reorganización nacional: Gral Videla (1976-81) /Gral Viola (1981) / Gral Galtieri (1981-82) / Gral Bignone (1982-83)

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El período de los “gobiernos fuertes” comienza con la llegada de los militares a la participación política, los cuales llegaron a controlar el aparato
estatal y el gobierno, llamada: “Revolución Argentina”

Encabezado por la dictadura de Ongania en el año 1966. El autor llama “Gobiernos fuertes” porque al menos de Inauguraron y/o autodefinieron
como tales y se propusieron transformaciones radicales de la política e incluso de la sociedad argentina, y a Comparación con los “débiles”, en el
momento de su instalación se basaron en consensos de terminación bastante extendidos.

-Estos gobiernos fuertes terminaron también fracasando, pero eso expresó la capacidad de la sociedad argentina para bloquear proyectos autoritarios
y represivos.-

La revolución Argentina, de la dictadura de Ongania recibió el apoyo de los liberales y los sindicalistas -para el derrocamiento de Ilia- ,con el
objetivo principal de proponer transformaciones políticas y sociales. Suspendiendo las actividades de partidos políticos y instituciones
parlamentarias, como también la desvinculación de las fuerzas armadas del gobierno.

La propuesta de Ongania se basó en la renovación y la simplificación política y el desarrollismo económico.

Dentro de este periodo 1969, marco un año inédito de la historia Argentina, donde se comenzó el cuestionamiento de la autoridad que dirigían “las
organizaciones de la sociedad civil”, por parte de dirigentes sindicales, profesores y autoridades de universidades y escuelas .

El Pacto Social, fue un acuerdo firmado en junio de 1973 por sindicalistas y empresarios a los pocos días de llegado Cámpora a la presidencia. Sus
objetivos socioeconómicos principales fueron la distribución del ingreso y el control de precios.

Para eso, se estableció un moderado aumento de salarios y su posterior congelamiento, además de la suspensión de los mecanismos de negociación
por un compromiso del Ejecutivo de implementar medidas necesarias para mantener el poder adquisitivo del salario. El Pacto Social también incluía
medidas en otras áreas de política económica.

El pacto alcanzó uno de sus objetivos: controlar la inflación; pero la crisis internacional seguía perjudicando a la economía Argentina.

A principios de 1974 el Estado no tenía capacidad para resolver conflictos y aumentaron las presiones. Luego de la muerte de Perón lo poco que
quedaba del Pacto Social se disolvió.

Portantiero: Economía y política en la crisis argentina (1958-19

El autor intenta explicar por qué razón fracasó la Revolución Argentina. En este sentido, afirma que lo que ocurrió, luego del golpe de Estado a
Perón en 1955, fue que ningún grupo fue capaz de constituirse como dominante y legítimo, es decir, de imponer su propio proyecto particular como
válido para la sociedad en su conjunto.
El empate argentino:
Portantiero plantea que desde hace un tiempo en la argentina falta un orden político. La clase dominante es INCAPAZ de construir una dominación
legítima. Esta incapacidad de las clases dominantes comienza a ser evidente con la llegada de Frondizi al gobierno en 1958 ya que es en este
momento cuando empiezan a sentarse las bases que provocarán modificaciones profundas en el modelo de acumulación, poniendo en crisis al modelo
populista.
El empate se da en que, las fuerzas son capaces de bloquear los proyectos de las otras, pero sin lograr tampoco imponer el propio. Es un empate
hegemónico que ha dado lugar a la presencia de un Estado progresivamente aislado de la sociedad.
El golpe de 1955, que derroco a perón, cerró un modelo económico basado en un modelo de acumulación específico, y un orden político legitimo
sostenidos ambos por la alianza entre el estado, las FFAA, los sindicatos y la burguesía nacional.
A partir de la caída del peronismo ningún gobierno lograra un orden estable.

El período 55'-58' fue un intento de las clases dominantes de volver al orden anterior a la irrupción del peronismo. Para ello, se buscó borrar al
peronismo de todos lados; desarticulo a los sindicatos peronistas, promovió la venida de capitales extranjeros para la industria. Sin embargo, el
predominio económico de la clase dominante no se trasladara a lo político. Se llama crisis hegemónica a la incapacidad de un sector que deviene
predominante en la economía para proyectar sobre la sociedad un orden político que lo exprese legítimamente y lo reproduzca.
Hay un empate político entre la burguesía agraria pampeana (proveedora de divisas y por lo tanto dueña de la situación en el los momentos de crisis
externa) y la burguesía industrial, volcada hacia el mercado interior.
Los distintos sectores de la burguesía tratan de solucionar las crisis montando un modelo de acumulación que termina perjudicando al resto de las
clases dominantes. Así, la burguesía agraria puede precipitar la caída de un modelo industrial al impedir el ingreso de divisas del país, creando así
una crisis en la balanza de pagos, que bloquea la renovación de la industria. Por su parte la burguesía industrial puede perjudicar a la burguesía
agraria con fuertes impuestos. Esto hizo la burguesía industrial monopolista vinculada a capitales extranjeros ( gobierno de Ongania entre 67'-69') y
la burguesía industrial nacional ( tercer gobierno de perón en 73'-74') ambos fracasaron.
Una y otra vez el estado fue desbordado por la sociedad y se quebró la posibilidad de formar un orden político estable. La articulación entre estado y
sociedad civil influye en el comportamiento de todos los actores: en las FFAA, con su permanente interna entre liberales y nacionalistas, en los
sindicatos con su anti socialismo y su seguidismo hacia la burguesía industrial, en los partidos políticos incapaces de construir una hegemonía, en las
organizaciones empresariales y en la burocracia.
EMPATE HEGEMINICO: entrada de capitales extranjeros, sector industrial más complejo y moderno, dificultad para lograr hegemonía, demanda
divisas-> Estrangulamiento en la balanza comercial, aumento de importaciones, actores socioeconómicos: Reforzamiento del sector industrial, mayor
producción del capital extranjero en la industria.

A- Empate económico: a partir de 1958 se observa una situación de poder económico compartido entre la burguesía agraria y la burguesía
industrial. Estas se desplazan mutuamente para ajustar los desequilibrios cíclicos de la economía nacional, que provocan la
transferencia constante de los ingresos de uno a otro. Según el momento del ciclo que se esté atravesando, denominado por O‘Donnell
de stop and go, una u otra va a ser la dominante en la economía, pero de manera efímera. Este modelo se caracteriza por pasar por un
momento de devaluación (por desequilibrio de la balanza de pagos y falta de divisas) y consecuente aumento de precios reales
industriales y caída de la capacidad adquisitiva del salario; luego un momento de recesión, donde aumentan los saldos exportables por
la contracción del mercado interno; la burguesía agraria, antes perjudicada por el crecimiento industrial, comienza a beneficiarse por
los altos precios de sus productos cotizados en el exterior, entran divisas y se produce nuevamente una apreciación cambiaria. Hay un
momento de recuperación hasta que haya un nuevo desequilibrio en la balanza de pagos y el ciclo vuelva a comenzar.
B- Empate político: entre fuerzas que lo único que hacen es vetar los proyectos de las otras (pero sin recursos suficientes para imponer
los propios), lo que provoca una inestabilidad política constante y la falta de legitimidad (crisis de representatividad). Esa crisis de
hegemonía se da porque los grupos que devienen dominantes en lo económico no logran proyectar sobre la sociedad un orden político
que logre representarlos y reproducir esa hegemonía económica. La Revolución Argentina no fue una excepción.-
C- Para Portantiero es el más importante ya que es el que no permite consolidar un proyecto y construir un orden legítimo. Los actores
de la sociedad muestran actitudes ambiguas y constantemente cambiantes. La clase media, los partidos políticos, los militares, el
sindicalismo. Todos apoyan a uno u otro según sus intereses pero también según el momento.
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Novaro: La revolución libertadora; el fracaso de la restauración conservadora

-¿Integrar o erradicar al peronismo? ¿Restablecer el orden social o la libertad política?

“Revolución Libertadora” en esta hubo dos corrientes entre los militares:


-Nacionalistas y católicos: Estos rodeaban al primer jefe revolucionario, el general Eduardo Leonardi, estaba convencidos de que, una vez
desplazado Perón, podría preservarse lo que había de rescatable en el orden que él había creado, que no era poco.
-Liberales y Republicanos: Estos consideraban que el peronismo, había dado origen a un estado autoritario, corporativo y corrupto, que, al
igual que los aparatos sindicales y clientelares debía ser eliminado. Su referente era Aramburu.

Dos Rasgos persistentes: igualdad social y crisis de legitimidad política


La sociedad argentina es una sociedad fuertemente movilizada, tanto en términos sectoriales como políticos. El origen y la legitimidad del
orden estaban tan en deuda con el proyecto nacionalista corporativo de junio del 43 y con su protagonista (El Ejercito) como con el
17/10/1945 y el movimiento obrero, y con el 24/02/1946 y su imbatible aparato electoral. De esas fuerzas se alimentaba la autoridad del
líder, quien se erigía como único punto de encuentro y mediador necesario entre todas las partes. La crisis política de 1955, cuando los
conflictos acumulados con todos ellos y con los partidos opositores se radicalizaron y llegaron a los cuarteles. Así fue como el poder se
derrumbó casi sin ofrecer resistencia.
Los niveles de vida en la Argentina eran superiores a lo de algunos países europeos y la diferencia era aun mayor con Brasil, México y
Chile, sociedades por entonces mucho más desiguales y menos integradas y movilizadas.
En este país se daban ciertos factores estructurales:
-Relativa ausencia de una masa de población campesina
-Rápida expansión de las actividades agroexportadoras
-Asimilación de la inmigración europea

-Temprana urbanización
-Gravitación del sector moderno sobre los sectores marginales y poco desarrollados,
-Mercado laboral con pleno empleo
-Actividades industriales con mercados protegidos, economía configurada a una economía cerrada a la competencia externa.
-Fortaleza de los gremios contribuyeron además los servicios de salud brindados por sus obras sociales.
-Fijación de convenios colectivos nacionales (paritarias)
-Leyes que aseguraban la existencia de un solo sindicato nacional por cada rama de actividad, de una sola entidad nacional que los agrupara
(CGT) y de un sistema centralizado para financiarlos (que establecía que las cuotas sindicales se descontaban automáticamente del pago de
los salarios).
La caída y exilio de Perón, fortaleció a los gremios en vez de debilitarlos, porque, como han señalado Marcelo Cavarozzi y Juan Carlos
Torre, les permitió concentrar la representación sectorial y política de los trabajadores, algo que los sucesores de Perón y el mismo
intentarían combatir por todos los medios.

Lo que si cambio con la Libertadora: crisis del Estado y polarización de clases

El problema del deterioro de la autoridad del estado se hizo visible con la Libertadora, las tensiones ya anidaban bajo los gobiernos deerón.
Este había introducido de lleno los asuntos económicos y sociales en la agenda del estado. Este debilitamiento es un efecto y una causa de
la persistencia del fenómeno peronista en la sociedad que como señala Daniel James le permitirá reinvertirse como “partido del pueblo”,
como una fuerza “antisistema” que se niega a ser domesticada o erradicada.

La acción de la Resistencia y la reorganización del sindicalismo


¿Quién podría triunfar allí donde Perón había fracasado?, Leonardi busco rehabilitar los esquemas corporativos concebidos entre 1943 y
1945, pero ni el contexto internacional brindaba sostén para su proyecto, ni este era compatible con las expectativas de apertura
democrática de los partidos y los militares liberales, ni con las de amplias capas medias y altas de la sociedad de liquidar todo resabio
peronista. Mientras Leonardi prometía que no habría “ni vencedores ni vencidos” y que la libertadora seria “mucho más favorable a los
trabajadores que el régimen depuesto” y negociaba con la CGT para que se abstuviera de promover medidas de fuerza. La armada
encabezada por el almirante Isaac Rojas, y los generales liberales reclamaron la intervención de la CGT y que se tratara a los peronistas
como defensores de un régimen totalitario, indignos por tanto del ejercicio de todo derecho político. La tensión entre ambas posiciones fue
en aumento y Leonardi se vio forzado a renunciar.

James : RESISTENCIA E INTEGRACION

Originariamente publicado en castellano en 1990, este magistral estudio se ha convertido en un clásico sobre el tema. daniel james ofrece una
sugestiva imagen, a la vez compleja, matizada y profundamente comprensiva de un actor decisivo de la historia contemporánea: la clase obrera.
resistencia e integración combina el análisis de las fuerzas socioeconómicas y los factores políticos e ideológicos con una percepción de las
experiencias vividas en el proceso de reconstrucción de la cultura de los trabajadores. Durante el largo período que va de la caída del primer gobierno
peronista en 1955 al fin del segundo peronismo, en 1976, los trabajadores organizados de la argentina oscilaron entre la resistencia y la integración a
los modelos socioeconómicos impuestos por los sucesivos gobiernos. Ambos polos de una práctica y una actitud a menudo ambiguas resumen a la
vez las experiencias constitutivas de los obreros peronistas, su peculiar interpretación de esa ideología y su respuesta a las adversas condiciones de
existencia durante la larga proscripción que siguió a la caída del líder. de esa clase obrera surgió un singular grupo dirigente -la llamada "burocracia
sindical"- que la representaba, a la vez que moldeó y configuró. el "vandorismo", un sector experto en pactos y negociaciones, preocupado por evitar
los desbordes de una movilización que sin embargo debía alentar, dispuesto a apelar para ello al matonismo y al gangsterismo, también expresaba las
fuerzas que, objetiva y subjetivamente, alimentaban la resistencia popular.

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