Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación Profesor a cargo: Sergio Toro Profesores Colaboradores: Alluitz Riezu- Carolina Belmar- Paola Castro – Claudia Quintana – Andrea Bilbao
Estudiante: Iñaki Blanco
La escalada como mi medio de comprensión
educativa en plena pandemia Desde que tengo uso de razón siempre he estado trepándome a cosas, arboles, juegos, rocas, etc. Pero siempre fue en un contexto de juego. Años después, en una edad en que mi cuerpo pasaba por grandes cambios (pubertad) empecé a practicar la escalada como un deporte. Al comienzo no fue como creí, me sorprendieron algunas cosas de las que creí que sería capaz de hacer pero no lo fui, como por ejemplo sostener mi propio cuerpo solo con ambos brazos o con uno o usar correctamente los pieza la hora de buscar un apoyo, además me sorprendí de otras cosas en ese mundo, como que no solo uno podía escalar de manera vertical sino también lateral, que uno tiene que saltar, que existen agarres donde solo te cabe media falange de los dedos o agarres donde solo te cabe un dedo, poner empeines o el talón a alguna presa, en fin, había que tener una buena noción de la propia corporeidad. ¿Por qué estoy diciendo esto? Pues con la escalada puedo ejemplificar algunos temas como lo son la espacialidad o la temporalidad, ya que al ser un deporte que practico hace años y puedo dar una explicación más vivencial respecto al tema. En este ensayo sin embargo me voy a enfocar en las praxias y las habilidades globales y específicas. Tratar de explicar cómo funciona la praxia fina y global por separado es muy difícil por no decir imposible, ya que al ejercer una si o si se estará ejerciendo la otra. Pero bueno que son las praxias entonces o que es la praxia fina. “[L]a praxia fina implica precisión, eficacia, economía, armonía, y como no, implica acción, eso que nosotros denominamos movimiento consciente e intencional dotado de un sentido útil” (Pazos, 2001). Voy a explicar esto con un ejemplo. en la escalada hay tomas llamadas “regletas” porque son delgadas y cortas (como el borde de una regla) para tomar este agarre uno tiene que con sus dedos apoyarlos de manera que quede la máxima superficie en contacto con el agarre, luego retraerlos haciendo presión y luego con el pulgar apretar el dedo índice y el dedo medio si se puede, de esta manera se logra un correcto “regleteo” como se dice en la escalada, de esta forma se vuelve más eficiente porque se gasta menos energía y nos da más estabilidad y seguridad a la hora de ir a por el siguiente movimiento, de igual manera funciona para otras formas de agarre como “la pinza”, “el empotre”, “ el taloneo ”, “pie mano” etc. Todos estos son ejemplos de formar y técnicas de escalada para un uso eficiente de la energía y de la realización de la práctica. Al comienzo llevar a cabo estas técnicas me era muy difícil, pero con practica y repetición lo logre. Algo importante también a destacar de la praxia fina es la coordinación ojo objeto mano, en la escalada fue algo que me costó dominar y que si no fuera por estar estudiando educación física quizás nunca lo hubiera internalizado o asociado. Esta relación la veo latente en la ejecución de un salto en la escalada, más conocido como “dinámico” el cual trata de ir a una presa lejana por medio de un salto impulsado en el mismo muro. En esta acción es importante tanto la ejecución del salto como la recepción de este, sucede que al ir “dinámico” uno tiene que fijarse en la forma de la presa a la cual va para llegar a poner las manos a tiempo y de una manera en la cual no nos vote al momento de llegar. A esta coordinación de la praxia fina Le Blouch (1997) la llama “motricidad precisa” que se manifiesta principalmente en la mano y en los dedos, estando ligada estrechamente a la cognitividad. Es la mano para muchos autores la principal expresión de la praxia fina, Pazos (2001) quien decía que “las manos son dos de las partes del cuerpo humano que más han contribuido a la evolución del hombre en la búsqueda de una mejor calidad de vida” o el mismísimo Aristóteles quien denominó a la mano “instrumento de instrumentos” (Pazos, 2001). Sin embargo, no solo con las manos podemos hacer praxia fina, con los dedos de los pies también, con la lengua también, con muñones también, creo que con cualquier extremidad con la que hagamos una acción que requiera precisión, eficacia, economía y armonía ya estaríamos haciendo praxia fina. Ahora y como ya mencioné antes, la praxia fina se ejerce junto con la praxia global la cual “no sólo se coordina [con] nuestra corporeidad, sino que nos coordinamos con otras corporeidades (personas), objetos” (Pedrido, 2001), podríamos decir que la praxia global se relaciona también con la espacialidad. Pero haciendo más hincapié en la praxia global podríamos decir que esta tiene más relación con los músculos o extremidades más grandes como el brazo o la pierna enteros y esta praxia (al igual que la fina) “según vamos creciendo y conociendo cada vez más nuestra corporeidad, vamos alcanzando un mayor desarrollo de nuestras praxias, con el objetivo de alcanzar nuestras metas de manera eficaz y eficiente” (Pedrido, 2001). Siempre voy a recordar los primeros entrenamientos (como a los 14 años masomenos) que tuve, cuando mi entrenadora, la Nato, me daba un boulder y yo los hubiera ejecutado casi a la perfección de no ser porque mi única gran falla eran los pies, y ella siempre exclamaba - ¡no Iñaki los pies, los pies!- -¡ay niñito, apúrate en cumplir rápido los 18!- y yo a esa edad “pollito” no entendía porque me decía eso, ella me explicaba que por lo general la gente más grande tenía un mejor control de los pies y en general del cuerpo casi como por acto de magia, ahora me gustaría decirle que en verdad tienen un buen desarrollo de la praxia global entre otras cosas. Creo que de aquí se puede abrir un pequeño tema de discusión ya que conozco el caso de pequeños de 10 o 12 años que son unas máquinas escalando. Esta falta de praxia en mi a la edad en la que empecé a escalar pudo ser porque yo como a la edad de los 8 años deje de salir a jugar a un espacio amplio a jugar en las consolas o el computador, en este caso no creo que no haya desarrollado algún tipo de praxia, sino que la desarrolle en una espacialidad más limitada y enfocada a mis manos y vista más que a una corporalidad manifestándose en toda su expresión. Ahora bien luego de esa pequeña reflexión vamos a dar paso a las habilidades básicas donde “[d]entro de los contenidos de la motricidad, las habilidades básicas conjuntamente con las específicas, conforman las cualidades objetuales de la actividad motricia, que por medio de la dimensión extensiva del ser humano se hacen patentes, pudiendo ser objeto de observación directa” (Freire, 2001) explicando esto desde mi entender podemos distinguir las habilidades (sean básicas o especificas) de las praxias porque las habilidades las podemos ver, las podemos observar. Yo al ver a un escalador o escaladora no digo – guau, esa persona sí que tiene praxias –, lo más normal sería decir – guau, esa persona sí que tiene habilidades- (aunque capaz que ahora luego de estudiar esto voy y lo digo). En si las habilidades también nos vienen dadas por un proceso evolutivo pero creo que para el enfoque que estoy dando en este ensayo no profundizare en eso y pasare a explicar y relacionar las habilidades básicas que tenemos, como las locomotrices, que vendrían a ser las habilidades que nos permiten desplazarnos en el espacio, están las habilidades manipulativas las cuales nos permiten manipular o maniobrar objetos y están las habilidades de estabilidad las cuales nos permiten mantener el equilibrio del cuerpo. En la escalada se estarían aplicando las 3 ya que en el muro (el cual puede variar la inclinación de este) al ser un plano tanto vertical como horizontal nos podemos desplazar para arriba, abajo y a los lados, obviamente moviéndonos utilizando las presas que hay en el muro, haciendo uso de nuestras habilidades manipulativas y por ultimo y la que considero la más importante, las habilidades de estabilidad, que nos entregan una solidez y eficiencia a la hora de desplazarnos por el muro sea cual sea su verticalidad. Cuando empecé a escalar me dijeron algo que solo pude comprobar por la experiencia y la práctica, hay que escalar con el centro de gravedad lo más pegado a la pared o como me dijeron en su momento con el poto pegado a la pared, y de verdad se nota la diferencia entre tener el centro de gravedad en relación con el muro en su lugar y no tenerlo, tanto a la hora de desplazarse como de estar quieto descansando en el muro. Ahora bien, estas habilidades básicas más que aplicables a la escalada también lo son en actividades comunes como caminar, recoger algo, esquivar a una persona, etc. Ahí es donde entran “las habilidades específicas, como un conjunto de acciones motricias, fundamentadas en las habilidades básicas, mediante las cuales la motricidad, se puede expresar de diferentes formas en diferentes contextos” (Freire, 2001), las cuales según E. Trigo y colaboradores (1999) clasifican estas formas expresivas en: deportivas, del mundo del circo, del teatro, de los ejercicios, del dialogo corpóreo, de la danza, del juego, de las actividades ergonómicas y las que implican riesgo y aventura. En el caso de este ensayo nos centraremos en las formas expresivas deportivas, más específicamente en la escalada. Como dije casi al inicio al comienzo me era muy difícil llevar a cabo ciertas técnicas de la escalada, esas técnicas también las podríamos llamar habilidades especificas ya que el desarrollo de estas mismas se da a base de repeticiones y repeticiones de estas mismas, yo no aprendí de un día para otro a “talonear bien” o a colgarme de un bidedo o monodedo, no, esas habilidades las fui desarrollando con tiempo y trabajo. Recuerdo para mis clases de Ed. Física en la típica prueba de subir las barras y hacer dominadas yo podía subir sin los pies o “saltando” con las manos y en las barras las podía hacer colgando solo de dos dedos por manos, pero las podía hacer porque era un área que tenía bien trabajada corporalmente, distinto era mi desenvolvimiento en las canchas sea cual sea el deporte, futbol, basquetbol, handbol, etc. Mi desenvolvimiento era menos prolijo. Para concluir siento que me dejo temas de la escalada con la mentalidad que hay que tener para llevar a cabo los distintos tipos de escalada. Pero más allá de eso me agrada poder darle una perspectiva más pedagógica a este deporte ya que en parte fue la escalada lo que me motivo a estudiar lo que hoy estoy estudiando y sería un sueño para mi poder enseñar con lo que a uno le apasiona, además de que es bonito descubrir otras perspectivas otras vistas, otros horizontes de tu deporte. Referencias bibliográficas: Freire, A (2001) Habilidades básicas. En E. Trigo (Ed.), Fundamentos de la motricidad: Aspectos teóricos, prácticos y didácticos (pp. 319- 330) España: Gymnos. Freire, A (2001) Habilidades específicas. En E. Trigo (Ed.), Fundamentos de la motricidad: Aspectos teóricos, prácticos y didácticos (pp. 331-344) España: Gymnos. Le Boulch, J (1997): El movimiento en el desarrollo de la persona. Barcelona: Paidotribo. Pazos, J (2001). Praxia fina. En E. Trigo (Ed.), Fundamentos de la motricidad: Aspectos teóricos, prácticos y didácticos (pp. 247- 260) España: Gymnos. Pedrido, X (2001). Praxia global. En E. Trigo (Ed.), Fundamentos de la motricidad: Aspectos teóricos, prácticos y didácticos (pp. 235- 246) España: Gymnos. Trigo, E. y colaboradores (1999): Creatividad y motricidad. Barcelona: Inde.