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Hemos visto en el módulo anterior las características que reviste tanto un Informe
Forense como los otros tipos de informes que puede presentar un psicólogo en su
desempeño profesional. Pero la cuestión ahora radica en qué se diferencian estos
últimos del primero y porqué motivo no puede tomarse a uno en reemplazo por otro
desde un punto de vista procesal.
Estrictamente hablando un Informe Psicológico es aquella presentación (escrita u oral),
en donde el psicólogo actuante presenta en forma resumida las conclusiones de un
proceso diagnóstico a un otro que así lo ha requerido.
Esta definición abarca –tal como se puede apreciar- todos los tipos de informes
psicológicos que hemos ya detallado, pero es necesario efectuar algunas precisiones más
al respecto.
Tal como está expuesta esta definición, la primera disquisición que debemos hacer, es
sobre la presentación escrita u oral del informe. Si bien se considera que los informes
psicológicos deben ser siempre presentados en forma escrita, y que la presentación oral
es una segunda etapa de este proceso de presentación, bien puede ocurrir que no sea
necesaria la segunda o que se soslaye la primera por la necesidad que tiene el requirente
de poder profundizar en las conclusiones a las que a priori supone que el psicólogo ha
arribado.
Pero debe recalcarse que el informe escrito y el informe oral, en la teoría, son
equivalentes. Así las semejanzas estribarían, entre otras, en:
• Ambos son devoluciones de opiniones técnicas respecto a una evaluación
psicológica previa efectuada a requerimiento.
• Ambas versan sobre puntos periciales concretos, pues los datos irrelevantes
deben ser resguardados en aras de la privacía del peritado.
• Ambas implican la adecuación del lenguaje técnico específico a expresiones de
fácil entendimiento para legos en el campo psicológico
• Ambos deben encontrarse sometidos a las mismas exigencias ético-legales, y
por ello, en cualquiera de los dos casos, el profesional actuante asume idénticas
responsabilidades.
Pero resulta que en la práctica surgen algunas diferencias que deben ser mencionadas:
1. Datos Identificatorios: Tanto del peritable, del perito, del requirente y del
los grados de validez y fiabilidad, como así también los baremos que se
hubieran utilizado para tal fin, y los resultados que se obtuvieron en cada una
de las pruebas, o sea las puntuaciones tanto directas como centiles o típicas
engloban todo el informe. No debe ser extenso, y su lenguaje debe ser la más
10 –OMS).
recomendación para el caso en estudio, pero esta debe ser indicada por fuera
la opinión profesional del perito que por razones éticas y humanitaria, debe
Hemos visto que un informe puede resultar inadmisible o ser rechazado o declarado
nulo. Generalmente esto ocurre cuando el rol del profesional actuante no es claro
(inadmisibilidad), o por fallas propias que presenta el informe (nulidad). Nos
centraremos ahora en este último caso.
Un informe pericial puede ser inadmisible por no cumplimentar los requisitos de ley, o
no ajustarse a los puntos periciales requeridos. Es decir, que se puede tratar de faltas
formales o de fondo.
Así, la falta de datos del expediente judicial en donde se requirió la pericia, de la
descripción de la cosa o persona, del lugar y fecha en que se efectuó el examen, de las
técnicas utilizadas, de los resultados obtenidos, de las conclusiones a las que se arriban
a través de esos resultados, pueden generar la desestimación por faltas formales del
informe pericial presentado. En este mismo apartado, se incluye a los informes que no
evacuan la totalidad de los puntos específicos por los cuales se solicitó el mismo.
En cambio, una falta de fondo sería el caso en que el perito vierte consideraciones
personales, subjetivas y carentes de valor científico en sus conclusiones, lo cual
motivará que dicho informe pericial carezca de valor probatorio.
En los casos de faltas formales, nos encontraríamos en presencia de lo que se denomina
nulidad relativa y esta podrá subsanarla, si tanto el Juez como las partes están de
acuerdo, con una ampliación del informe pericial, en donde se consignen los datos
faltantes. En cambio, si la cuestión es una falta de fondo, se tratará de una nulidad
absoluta que motivará no solo la desestimación del informe, sino también el
apartamiento del perito y muy posiblemente una sanción administrativa
Por otra parte, ya en una etapa decisoria, el Juez puede desestimar la pericia presentada
sin que se deba a falencias como las mencionadas, ya que en los modernos Códigos de
Procedimientos, se establece que el Juez resolverá de acuerdo al Principio de Libre
Convicción, o Sana Crítica, siendo así, que al momento de resolver el Juez puede
apartarse de las conclusiones a las que arriba el perito, ya que si bien éste desde su
conocimiento técnico aporta datos sobre puntos específicos de los hechos en
tratamiento, el Juez al resolver debe hacerlo sobre la totalidad del asunto llevado a
juicio. Es decir, que el Juez puede evaluar tanto sobre los aspectos técnicos (aunque esto
no es muy frecuente), y sobre los hechos y conclusiones a las que arriba el perito. Esto
es necesario que ocurra de esta manera, ya que en sí de lo que se trata es de una
resolución judicial, y mal podría entonces quedar condicionada su resolución al
dictamen pericial, y por dicho motivo éste no es vinculante. Esto no quiere decir que el
Juez, sin más, pueda desestimar la pericia presentada, sino que debe exponer en su
resolución los motivos que lo llevan a ello, como así también en el caso en que se base
en dicha pericia para arribar a una conclusión. Esto se debe a que la resolución judicial,
si bien esta basada en el Principio de Libre Convicción, debe ser también fundada y
esto sólo es posible si se evalúa cada una de las pruebas aportadas al proceso, ya sea a
favor o en contra
Más allá de lo errores formales que se pueden cometer al redactar un informe pericial
(omisión de datos del peritado, lugar y fecha del examen, datos del expediente en donde
se requiere el examen, etc), existen algunos errores que se podrían denominar de estilo
de redacción, que, si bien puede no significar la invalidación del informe pericial, sí
puede acarrear la inutilidad del mismo.
Estos errores pueden ser englobados entonces dentro los siguientes ítems: