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LA ENTREVISTA PSICOANALÍTICA

ESTRUCTURA Y OBJETIVOS

1. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO


La tarea de la entrevisa es el primer paso antes de iniciar un tratamiento psicoanalítico.
Puede llamarsele entrevista psiquiátrica o entrevista psicológica, porque esto remarca que
objetivo es hacer un diagnóstico psicológico, con la finalidad de evaluar la psiquis, más allá de
que esté sano o enfermo.
El objetivo de la entrevista psicoanalítica es decidir si se procede con el tratamiento. También
se pueden ofrecer alternativas, como otro tipo de psicoterapia o tratamiento farmacológico.
Una entrevista es psicoanalítica cuando se lleva a cabo con los métodos del psicoanálisis y
cuando la realiza un psicoanalista.

2. CARACTERÍSTICAS DEFINITORIAS
La entrevista se puede definir por sus objetivos, que están presentes desde un inicio.
Los objetivos se rigen por pautas. Es necesario definir explícitamente las pautas al
comienzo de la entrevista, aunque el entrevistado no haga preguntas o no parezca
tener dudas.
Se delimitan los fines de la entrevista, solo será aceptable todo aquello que sirva para
llegar a esos fines.
Se debe facilitar al entrevistado la libre expresión de sus procesos mentales, dandole
el espacio para mostrarse como es. La entrevista pretende ver cómo funciona un
individuo, no cómo dice que funciona.
Según el psicoanálisis, nadie puede dar información sobre sí mismo que sea complet-
amente confiable. Sin descalificar lo que el entrevistado informa, se indaga más allá
de eso.
La entrevista propone orientar al entrevistado con respecto a su salud mental y al
tratamiento que sea más conveniente para su caso particular.
La entrevista también puede llevarse a cabo en el marco de una investigación, para el
beneficio del investigador. También puede ser a beneficio de terceros, como selección
de personal.
3. EL CAMPO DE LA ENTREVISTA
El campo se estructura en basea la relación de los participantes, que será la base
para todo lo que suceda en la entrevista.
Debe configurarse por las variables que dependen del entrevistado, debe contar con
un encuadre (setting), donde se juntan las constantes de tiempo y lugar, el papel de
ambos participantes y los objetivos.
El campo se dispone para que el entrevistado se exprese, el entrevistador trata de
participar minimamente. Debe ser un observador participante, mantener una
actitud donde no propone temas ni hace sugerencias. El entrevistado debe reaccion-
ar sin que se le de otro estimulo que el de su presencia, ni otra intención que la de
realizar la tarea.
Esta actitud permite cumplir la labor de determinar si le conviene o no analizarse al
consultante. También hay que evitar una actitud demasiado profesional y hermética
que puede causar confusión, ansiedad y enojo.
Con respecto a la angustia inicial de la entrevista, corresponde aceptarla y no inter-
ferirla. El entrevistado dio el primero paso de asistir, el entrevistador debe dar el
siguiente al preguntar el motivo de consulta.

4. ENCUADRE DE LA ENTREVISTA
El psicoanálisis solo puede darse en determinado encuadre. La entrevista
también tiene su encuadre, que es marcado por el objetivo; el objetivo es
recoger información del entrevistado para decidir si necesita tratamiento y
cuál. Se fijan como constantes las variables de tiempo y lugar, estipulando
ciertas normas que definen los papeles de entrevistado y entrevistador.
El entrevistado debe estar informado que la entrevista tiene la finalidad de
responder a una consulta suya sobre su salud mental y sus problemas, para
ver si necesita tratamiento y cuál sería. Tendrá que mostrar abiertamente lo
que le pasa, lo que piensa y siente, el entrevistador facilita esa tarea y evalua.
Es una situación asimétrica. Una actitud reservada y cordial, contenida y
continente pero no distante forma parte del rol del entrevistador.
La entrevista se realiza cara a cara, el uso del diván está formalmente prohibi-
do. Es preferible que los participantes se sienten frente a un escritorio, o en
dos sillones dispuestos simétricamente en un ángulo que les permita verse o
desviar la mirada de forma natural y cómoda. Usar el diván sugiere el arreglo
propio de las sesiones, no de la entrevista.
Para iniciar se pueden solicitar los datos de identidad, se indica luego el
tiempo de duración de la entrevista, se expresa la posibilidad de que no sea la
única y se le invita a hablar. La entrevista no está sujeta a la regla de la asoci-
ación libre, por no tratarse aún de tratamiento.
5. TÉCNICA DE LA ENTREVISTA
Al fijar el encuadre hemos sentado las bases de la técnica.
Sin recurrir a la asociación libre, obtenemos los informes necesarios por medio de
una técnica no directiva, permitiendo al entrevistado tomar la iniciativa pero siem-
pre ayudando de forma discreta y sutil en los momentos difíciles.
Asentir ligeramente, mirar amablemente o formular algún comentario neutro es
suficiente para que el entrevistado siga hablando si en algún momento se interrum-
pe la comunicación.
El nivel de interés del entrevistador puede influir en la elección de los temas que
toca el entrevistado. Esto justifica la importancia de un gesto de aprobación, una
mirada, sonrisa leve o una interjección. También se puede aplicar la técnica de
repetir de forma neutra o en tono leve de pregunta las últimas palabras del entrevis-
tado.

6. LA INTERPETRACIÓN DE LA ENTREVISTA
Se debe marcar la diferencia entre la entrevista y la sesión de psicoterapia. çEn la
entrevista no operamos con la interpretación. La entrevista debe ser una experiencia
distinta y contrastante con el tratamiento. Si no se hace evidente este contraste, las
primeras interpretaciones de la trasferencia negativa pueden ser decodificadas como
juicios de valor del analista. Marcar esta diferencia le da al analizado la posibilidad de
entender el sentido del análisis como una experiencia no convencional en que el
analista no opina sino interpreta.
En casos determinados y precisos puede ser pertinente y necesaria, algunos sostienen
que el alcance óptimo de la entrevista es la ENTREVISTA OPERATIVA, cuando el proble-
ma que se plantea se logra esclarecer en la forma en que concretamente se materializa
en la entrevista. Es legítima si apunta a remover un obstáculo concreto a la tarea que
se está realizando.
El sujeto no llega a entrevista a recibir insights, sino a cumplir la tarea de ser informado
de la necesidad de tratamiento y cuál. El problema de interpretar durante la entrevista
debe resolverse teniendo en cuenta los objetivos que nos proponemos y el material a
nuestro alance, no es un simple caso de sí o no.

ETCHEGOYEN, H. (1988). LOS FUNDAMENTOS DE LA TECNICA PSICOANALITICA (3a. ed.). BUENOS AIRES: AMORRORTU.

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