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Schweller
¿Los Estados tienden a aliarse con el lado más fuerte o el más débil dentro de un conflicto?
Dentro del lenguaje de las RRII: ¿Acaso los Estados tienden a practicar Soft Balancing o }
frente a un Estado o coalición que rompe el status quo? La respuesta a esta pregunta es
básica para la formulación de las estrategias y la definición de los intereses vitales. Si los
Estados se resistieron frente a los avances de sus vecinos uniéndose para restaurar el
equilibrio, entonces la conquistas no son fructíferas y las intervenciones hechas para
defender los compromisos no sólo son innecesarias, sino que a menudo son
contraproducentes al hacer que los estados cercanos se unan contra la intromisión de las
potencias y sus deseos. Al contrario, si los Estados gravitan hacia el poder que se expande,
predominará el efecto arrastre “bandwagoning”, cayendo los dominios y los grandes
poderes encontrándose en jaque debido al costo vinculado a defender áreas remotas de
ínfimo valor para su interés nacional.
Mientras los estudiosos des las RRII han aceptado de forma tradicional que los Estados
tienden a jugar al balance frente a las amenazas representadas por el aumento de las
capacidades de otro, paradójicamente, la práctica ha mostrado como el Bandwagoning es
común en la dinámica de la política internacional. Como Jack Snyder remarca “La mayoría
de los estrategas imperiales que defienden intereses lejanos a su espacio geográfico tienen
miedo de perder el dominio, siendo el desafío creciente poder anticipar la aplicación del
efecto arrastre”. Dean Acheson, por ejemplo, describió la imagen del Bandwagoning en la
estrategia de EEUU enunciada por su gabinete en 1947 “Si Grecia cae en la órbita Rusa, no
sólo Turquía sería afectada sino también Italia, Francia y toda la Europa Occidental”. De
forma similar, en 1635, el Duque de Olivares predijo que, en la próxima guerra contra
Francia, las pequeñas perdidas de España podrían significar cosas de mayor envergadura:
“Las mayores amenazas son hacia Milán, Flandes y Germania. Cualquier ataque contra
estas podría ser fatal para la monarquía;si alguno de ellos caerá el resto de la monarquía lo
seguiría, Alemania la seguiría Italia y Flandes, Flandes por las Indias y Milán por Nápoles y
Sicilia ”
La creencia dentro del Bandwagoning es que “nada sucede por casualidad” dentro de la
guerra, encontrándose esta marcada en todas las apuestas por el dominio del mundo.
Napoleón afirmó: “Mi poder depende de mi gloria y mi gloria de mis victorias. Mi poder no
caerá si no lo alimento de nuevas glorias y nuevas victorias. Las conquistas me han hecho
quien soy,y solo las conquistas pueden ayudarme a mantener mi posición”. Igualmente,
Hitler declaró: “Debemos aún enfrentar muchas batallas, pero ellas indudablemente
significaran magníficas victorias. Después de esto la vía al dominio mundial es certera”
En este artículo, yo argumento que todos los lados del debate han asumido de forma
incorrecta que el Bandwagoning y el Balancing son comportamientos opuestos motivados
por la misma meta: el mantenimiento de la seguridad. Como resultado, el concepto de
Bandwagoning ha sido definido (como amenazas) como lo opuesto al equilibrio. En la
práctica, los Estados tienen diferentes razones para elegir entre Balancing y Bandwagoning.
El objetivo del Balancing es la autopreservación y la protección de los valores propios,
mientras la meta del Bandwagoning es usualmente la extensión de sí mismo: obtener
valores codiciados. Simplemente el balancing apunta al deseo de evitar pérdidas, el
bandwagoning a la oportunidad de ganar. La presencia de una amenaza externa mientras
es necesaria para la existencia de un Balancing efectivo, es innecesaria para los Estados
en Bandwagoning.
Yo adoptó una definición diferente de bandwagoning- que si bien está en sintonía con el uso
común del término- opino que es más amplia que la de Walt. Para ello, debemos enfocarnos
en dos factores que han sido pasados por alto: el aspecto oportunista de bandwagoning, y
las alianzas que escogen los Estados que significan una amenaza mientras que otras
responden ante la amenaza. De forma reducida, en la literatura sobre las alianzas, es
menester volver a tomar en consideración al Estado revisionista.
En el Origen de las Alianzas y otros trabajos, Stephen Walt ofrece una redefinición de la
teoría de la balanza de poder, llamada balanza de amenaza. Como los teóricos
estructurales de la balanza de poder, Walt concluye que los Estados normalmente
equilibran y rara vez bandwagon, sin embargo destaca que los Estados no se alían en
respuesta a un aumento o distribución de las capacidades, en cambio lo hacen cuando un
Estado o coalición es peligroso. El nivel de la amenaza de un estado frente a otros es
producto de su potencial de poder, su proximidad geográfica, su capacidad ofensiva y la
percepción amenazante de sus intenciones.
Walt resalta que su teoría “mejora la tradicional teoría del equilibrio de poder dándole un
mayor poder explicativo” porque el potencial de poder es solo uno de los numerosos
componentes que definen la amenaza. La teoría de Walt explica, la formación de las
coaliciones ganadoras en las primera y segunda guerra mundial y “que las alianzas son
elegidas cuando los potenciales aliados del Estado son bastante similares en poder. En
dichas circunstancias, el estado se aliara con quien le parezca menos peligroso”
Robert Kaufman sostiene que las democracias no se comportan tal como lo predice la
teoría del equilibrio debido a que las restricciones internas impuestas por el proceso
democrático retrasan el equilibrio del comportamiento y diluyen su efectividad.Como
evidencia, Kaufman señala las políticas de apaciguamiento y el lento ritmo de equilibrio de
las democracias occidentales en respuesta a Hitler, quien, según él, "dio una amplia
advertencia de que dirigiría una Alemania poderosa y extremadamente insatisfecha ... por
un camino ... que llevaría hacía un conflicto inevitable con otros Estados". Dado el claro
peligro presentado por la Alemania nazi, Europa durante la década de 1930 es un "caso
fácil" para la teoría de Walt; Sin embargo, afirma Kaufman, falla en la prueba.
Jack Levy y Michael Barnett sostienen que el realismo es "relativamente silencioso con
respecto a las alianzas del Tercer Mundo en general o cómo las relaciones entre el Estado
y la sociedad en particular podrían dar lugar a patrones distintivos de comportamiento de
alineación". La función de alianzas de los recursos y el impacto de la economía política
interna en los alineamientos del Tercer Mundo 25, concluyen De que los líderes del Tercer
Mundo formen alianzas "para asegurar los recursos económicos y militares necesarios con
urgencia para promover los objetivos internos, responder a las amenazas a la seguridad
externa e interna y consolidar sus posiciones políticas internas"
En segundo lugar, la afirmación de que las élites endebles suelen inclinarse hacía el
Bandwagoning con adversarios secundarios para contrarrestar sus amenazas internas es
consistente con el argumento de Walt de que los Estados equilibran ante amenaza para su
supervivencia.Tercero, Walt tiene una ventaja en el debate porque nadie más ha
emprendido un estudio tan extenso sobre la formación de alianzas en el Oriente Medio y el
Sudeste Asiático, ambas regiones del Tercer Mundo. Esto socava la afirmación de los
críticos de Walt de que la teoría realista no puede explicar y es "relativamente silenciosa
con respecto a las alianzas del Tercer Mundo". En cuanto "la provisión de recursos" función
de las alianzas según por Levy y Barnett, Walt prueba de hecho la hipótesis de que «los
Estados escogen compañeros de alianza en orden de obtener pagos laterales en asistencia
material, como ayuda económica o militar». Finalmente, los críticos de Walt no han
propuesto una teoría alternativa para desafiar la teoría del equilibrio. Por lo tanto, se
sostiene bastante bien como una explicación de las escogencias de las alianzas.
Walt ha ganado hasta ahora el debate porque sus críticos, con la excepción de Levy y
Barnett, han aceptado su premisa de que las opciones de la alianza se examinan mejor
como respuesta a la amenaza, aunque algunos han ampliado el enfoque para incluir
amenazas internas y externas. En consecuencia, las "fuentes nacionales" como desafío, no
han cuestionado la definición de Walt de bandwagoning como acercarse a la amenaza más
amenazante.
Yo argumento, en cambio, que la premisa central de la teoría del equilibrio trata de colocar
la balanza a favor del equilibrio sobre el comportamiento del bandwagoning. Define
bandwagoning como una forma de capitulación frente al fuerte, y por lo tanto examinando
únicamente como alianzas a aquellas formadas como una respuesta a las amenazas
externas, no sorprende que el equilibrio para sea Wal más común que el bandwagoning.
Esto es especialmente cierto entre los Estados fuertes, cuando se dispone de aliados
creíbles y en tiempo de guerra antes de convertirse en una operación de "limpieza".
Las opciones de la Alianza, sin embargo, a menudo son motivadas por las oportunidades
de obtener ganancia, así como por el peligro, por el apetito y el miedo. La teoría del
equilibrio de está diseñada para considerar sólo los casos en los que el objetivo de la
alineación es la seguridad y, por lo tanto, excluye sistemáticamente las alianzas impulsadas
por el beneficio. Sin embargo, como el mismo Walt afirma, una de las principales
motivaciones para el bandwagoning es compartir los despojos de la victoria. Cuando los
beneficios en lugar de la seguridad impulsan las opciones de la alianza, no hay razón para
esperar que los Estados se vean amenazados para unirse al wagoner; lo hacen
voluntariamente. El bandwagoning gana impulso a través de la promesa de premios, no
ante la amenaza de castigo. Por lo tanto, no observaremos los casos de bandwagoning
para obtener beneficios al examinar las alianzas creadas como una respuesta a las
amenazas. Debemos mirar en cambio las opciones de la alianza hechas en la expectativa
de ganancia, sin restricciones por el deseo de una mayor seguridad.
Hay varios problemas con la definición de Walt de bandwagoning: se aparta del uso
convencional; excluye las formas de bandwagoning con fines de lucro sobre la seguridad;
reflejando un sesgo de status quo. Su conclusión de que el equilibrio es más común que
bandwagoning es por lo tanto un poco engañosa.
El uso convencional
Walt señala correctamente que los Estados practican el bandwagoning por temor a
perder y por el deseo de despojar a otros. Pero ambos motivos para el
bandwagoning pueden estar presentes incluso cuando no hay desequilibrio entre
las amenazas, es decir, cuando ninguno de los dos lados es percibido como
significativamente más peligroso que el otro.
En otra referencia al bandwagoning, Van Evera dice que "los militares exageran la
tendencia de otros Estados a ceder ante las amenazas -a el "bandwagon" con la
amenaza en lugar de " equilibrar " contra ella- tales mitos refuerzan los argumentos
de los militares para fuerzas mayores para reforzar las afirmaciones de que una
fuerza más grande puede utilizarse para obtener avances diplomáticos ".
Efectivamente, Van Evera, que se centra exclusivamente en el objetivo amenazado
de la acumulación de fuerzas militares, no considera cómo esta señal afecta a otros
Estados no amenazados que pueden verse a sí mismos como beneficiarios de la
fuerza militar más grande. Históricamente, las acumulaciones militares a veces han
servido para alentar a los Estados no orientados a marchar con la "fuerza mayor"
con fines de lucro o para protección de otros estados más amenazadores. Los
estados que carecen de fuerza y estabilidad internas tienden a gravitar lejos de los
poderes declinantes e inclinarse hacia un poder creciente.
Waltz está en lo correcto a afirmar que los Estados buscan aumentar su poder con
el Bandwagoning, no con el equilibrio. Pero no es cierto que el principal problema
de todos los estados sea la seguridad. Aquí el toma una perspectiva a favor de
status quo. Solo en referencia en a los países del primer mundo (*o potencias)
podemos afirmar que su meta principal es mantener su posición en el sistema. En
contraste, los realistas clásicos escriben que “los verdaderos intereses” de los
Estados son una “continua búsqueda de poder y expansión”. Para ello, la meta de
la diplomacia es “evaluar correctamente el juego de las fuerzas opuestas y sus
intereses para crear un ambiente favorable a la conquista y expansión”.
Llamando a un" nuevo orden ", los estados insatisfechos se sienten atraídos por las
potencias revisionistas en expansión. Waltz pasa por alto esos Estados cuando
afirma: "Los Estados secundarios, si son libres de elegir, acuden al lado más débil,
porque es el lado más fuerte lo que los amenaza, y en el lado más débil son más
apreciados y más seguros". Los estados son más seguros en el lado más débil es
una afirmación curiosa. ¿Son también más apreciados por el lado más débil?
Consideremos, por ejemplo, el caso de Italia en 1936. Mussolini creía que sería
más apreciado y políticamente autónomo como el satélite de Hitler que como
miembro de la más débil coalición anglo-francesa. A diferencia de Gran Bretaña y
Francia, la Alemania nazi apoyaba el objetivo de Mussolini de convertir el
Mediterráneo en un "lago italiano". Además, la decisión de Mussolini de llevar el
carro de Italia al wagon de los Nazis fue motivado por su crudas preferencias
darwinistas. Como asevera Alan Cassels, “Los fascistas adoraban la fuerza, y
Mussolini dibujo la política exterior fascista como aliarse con el poder más fuerte”.
Al Final, Italia pagó un alto costo por aliarse con Alemania. Esto no prueba que sea
la opción más segura, pero no porque Italia se haya vinculado a la coalición más
fuerte, prueba la lógica de Waltz. por el contrario, Italia estaba perdida, porque
después de la entrada activa de EEUU a la guerra, se encontraba en el lado más
débil.
Durante las guerras en la península itálica entre 1494 y 1517, por ejemplo, Venecia
“se acercó a la órbita Francesa debido a la idea de ganar territorio dentro de la
península” específicamente la mitad de Lombardía. Después, por el Tratado secreto
de Granada del 11 de Noviembre en el 1500, el rey Fernando de Aragón junto a
Luis XII de Francia utilizaron el Bandwagoning para quitarle su reino al rey de
Nápoles Después, en 1508, los aliados de la Liga de Cambrai- Francia, España y
Austria- arrastraron para cortar los territorios venecianos. Por último, en 1513,
Enrique VIII de Inglaterra utilizó el Bandwagoning con la Liga Santa contra el débil
lado Franco-Veneciano para ganar unas provincias al norte de Francia
La paz de Nimega que terminó la guerra Holandesa en 1679 probó que Louis podía
ocuparse de todos sus enemigos y aun así dirigir los acuerdos de paz. Una
declaración contemporánea afirma: “Francia se ha convertido en el árbitro de
Europa… Ningún príncipe estará seguro a menos que tenga amistad y alianzas con
francia”
Diciendo, “Yo seré tu mano derecha contra Inglaterra” Alejandro aceptó la oferta de
alianza con Francia, cuando “colocar el continente europeo entre dos poderes el de
Francia y el de Rusia, significaba en términos prácticos que la balanza
indiscutiblemente estuviera a favor de Francia”. Durante la guerra Franco-Austriaca
en 1809, Alejandro probó su lealtad a Napoleón “evitándose la oportunidad de
mantener el equilibrio entre los antagonistas, provocando que Francia derrotó a
Austria, añadiendo más territorio al Imperio y destruyendo la balanza en Europa”. La
derrota de Austria significó el despojo de muchas de sus posesiones en Italia, Illyria
y Alemania.
La amabilidad de Napoleón con Rusia en Tilsit no fue repetida con Prusia. Después
de aplastar al ejército prusiano en Jena, Napoleón estaba determinado a acabar
con el Rey Guillermo Federico por iniciar la guerra en su contra. En el tratado de
Tilsit, Prusia sufrió una humillación perdiendo un tercio de su territorio, casi la mitad
de su población, y fue ocupada por Francia mientras pagaba las indemnizaciones
de guerra.
Esto no sugiere que los efectos del bandwagoning son siempre indeseables; esto
depende de la naturaleza del orden existente. Si está caracterizado por el conflicto,
el comportamiento bandwagoning tal vez lleve a una paz más duradera. En este
caso, la razón de ser del Bandwagon también importa. “El secuaz” del
bandwagoning, que sigue a un Estado expansionista o una coalición que busca
romper el status quo, debilita la estabilidad del sistema. En cambio el bandwagoning
de “acumulación” lleva a la estabilidad del sistema. Otras formas de bandwagoning
puede tener otros efectos sobre la estabilidad del sistema. Lo que tienen en común
todas las formas de bandwagoning es que esta motivadas por la idea de obtener
premios. Aquí se encuentra la diferencia fundamental entre bandwagoning y
balancing. El balancing es una actividad costosa en la que los Estados
generalmente no se comprometen, pero a veces lo ven como una forma de
garantizar su supervivencia y sus valores. Bandwagoning rara vez involucra costos
y es hecho de manera típica donde hay expectativa de ganancia. Por ello, el
bandwagoning es más común, según mi creencia, que lo que Walt y Waltzes
sugieren.
El secuaz Bandwagoning
Así como el leon atrae a los chacales, un poderoso Estado revisionista o una
coalición atrae a los poderes revisionistas oportunistas. La meta de “secuaz
bandwagoning” es lucrarse. Específicamente, los Estados revisionistas realizan
bandwagon para compartir partes de la victoria. Porque el fin ilimitado de los
poderes revisionistas hace que no puedan “arrastrarse” (porque ellos son el
bandwagon), el bandwagoning ofensivo está hecho por los menos agresivos, que
yo llamo Estados Revisionistas con objetivos limitados. Típicamente, el menor
agresor alcanza un arreglo con el líder de los revisionistas con objetivos ilimitados
dentro de las esferas de influencia, a cambio de apoyar al líder en sus objetivos
expansionistas.
Más allá del deseo de adquirir territorio, las motivaciones del Bandwagoning secuaz
puede significar protegerse del león. Como remarca Roy Douglas “Stalin se merece
el famoso epíteto de Churchill “el chacal de Hitler” tanto como Mussolini, a quien
fue aplicado el epite inicialmente. Ya que las presas del león eran suculentas para
las bestias menores, pero también hacía que estas bestias al estar al lado del gran
depredador evitarás que éste pusiese sus atenciones en ellas”
A veces el líder revisionista es más fuerte que la coalición que apoya el Status Quo.
En estos casos el líder no requiere la asistencia de un secuaz. En cambio, busca
prevenir la formación de una coalición fuerte. Cuando el bloqueo es la meta, el líder
permite que los Estados revisionistas con objetivos ilimitados obtengan ganancias
bajo la condición de no claudicar ante la coalición anterior Porque qué chacal es un
carroñero y un verdadero depredador, este tipo de Bandwagoning es también
predatorio pero de una forma pasiva; el chacal busca andar libre sobre los
esfuerzos ofensivos de los otros.
Como ejemplo de esta estrategia, Hitler le dio valentía a Italia, a la URSS, Japón,
Hungría y Bulgaria para alimentarse de las presas del león nazi, en orden de evitar
la formación de una coalición peligrosa. Así,el Reich se convirtió en el amo de
Europa para 1942. Pero como Napoleón, destruyó la suerte de su grandeza
atacando a sus aliados, Hitler llevó a Alemania a la ruina al declarar la guerra en
contra de la URSS y EEUU, “dos poderes mundiales que solo querían que los
dejaran en paz”. Así el Führer forzó creación de una coalición con el suficiente
poder de evitar una victoria alemana en europa.
Piling on ( acumulación)
En la segunda guerra mundial, los soviéticos querían una pelea al final con Japón
para garantizar su ocupación En contraste, Turquía quería permanecer neutral pero
fue coaccionada por los aliados para declararle la guerra a Alemania y Japón en
febrero de 1945. Ankara lo hizo con base en la decisión de los aliados de excluir de
la conferencia organizativos de la ONU a cualquier nación que no haya entrado a la
guerra contra las fuerzas del Eje para el 1ero de marzo de 1945. Más
recientemente, la coalición contra Iraq en la guerra del golfo pérsico ejemplifica el
bandwagoning de acumulacion como comportamiento.
La ola del futuro
Los Estados pueden comportarse bandwagon con el lado más fuerte porque ellos
creen que representa “la ola del futuro”. Durante la guerra fría, por ejemplo, muchos
países poco desarrollados vieron en el comunismo esta vía. Como consecuencia
ellos no fueron coaccionados u obligados a unirse al bloque Chino-Soviético, ellos
lo hicieron voluntariamente. Las élites del tercer mundo al igual que las masas
fueron arrastradas al comunismo por razones racionales; ellos pensaban que
podían obtener más de los chinos y los soviéticos. Este tipo de bandwagoning es el
que más le preocupaba George Kennan en 1947, cuando entendió que “dada la
proporción de seguidores del movimiento comunista es necesario comprender que
estos se han adherido a él… primero por la creencia de que es el futuro…. y
aquellos que esperan sobrevivir en los próximos días serán aquellos que fueron
arrastrados cuando aún era considerado el movimiento del futuro”. De hec hecho, el
logro Soviético con Sputnik causó que lograran más dominios que la propia presión
militar soviética.
El aumento del prestigio de los alemanes frente a los ojos de los japoneses
sepultaron en la resurrección de un sentimiento por-nazi que hizo fallece el pacto de
no agresión. Este cambio en la opinión pública afectar el equilibrio entre las
facciones anglo-americanas y del axis en Japón. En segundo lugar, la existencia de
colonias francesas y holandesas en Indochina y las Indias Orientales entraron en el
conocimiento de la gente japonesa, y vieron la oportunidad de avanzar dentro del
Sudeste Asiático
Dejando de lado la máxima neorrealista que dice que los Estados valoran más sus
posesiones que lo que codician, tenemos que mirar la gama completa de los
intereses del Estado: algunos valoran más sus deseos que lo tienen, otros están
satisfechos con sus posesiones; otros valoran lo que tiene ligeramente un poco más
que su ambición, y viceversa; algunos Estados consideran que sus posesiones son
suficientes pero no envidian las de otros
La elección del león para representar a estos Estados está motivada por la famosa
discusión de Maquiavelo sobre el león y la raposa: “El príncipe sabiendo esto está
obligado a conocer que su actuar debe imitar al león y la raposa, el león no puede
protegerse a sí mismo de las trampas y la zorra no puede defenderse de los lobos.
Debe ser una raposa para reconocer las trampas y un león para pelear con los
lobos”
Así como los leones son los reyes de la selva, las Grandes Potencias dominan el
sistema internacional. Después de todo, los Estado que consideran el status quo
agradable son generalmente aquellos que lo crean; como los principales
beneficiarios del status quo, ellos son los más interesados en preservar. Y como los
leones “combaten a los lobos”, el status de las grandes potencias debe disuadir a
los revisionistas poderosos de la agresión, o si fallan, ser capaces de pelear para
defenderlo. Ellos toman esta responsabilidad no por la expectativa de ganancias o
altruismo, sino por la autopreservación y mantener sus posesiones y prestigio
dentro del sistema. La defensa común es un trabajo sucio, pero alguien tiene que
hacerlo, y solo los grandes poderes pueden. Como dijo Walter Lippmann dio: “Solo
una gran potencia puede resistir a un gran poder. Solo un gran poder puede vencer
a un gran poder”. Si ellos creen que otros pueden mantener esos bienes colectivos
por ellos, ellos tenderán a pasar la pelota.
Ovejas: Las ovejas son países que podrían pagar solo costos bajos para defender o
extender sus posesiones. En un mundo de depredadores y presas, estos Estados
son las presas.
Las ovejas son Estados débiles que poseen un bajo potencial de poder, sufren de
pobres relaciones entre el Estado Y la sociedad por diversas razones: sus elites e
instituciones pueden poseer poca legitimidad frente a las masas; puede poseer
conflictos étnicos, políticos, entre clases, religiosos, o tribales; la ideología del
Estado puede crear conflictos por su imposición a la cultura popular; o pueden ser
lo que Huntington llama Estados divididos “tienen un grado de homogeneidad
cultural pero se encuentran divididos porque su sociedad pertenece a varias
civilizaciones”.
Como los corderos son reacios a sacrificarse para mantener sis valores, su política
exterior no está llevada por objetivos irredentistas. Esto es lo que las distingue de
los chacales, los cuales también son Estados débiles. Las ovejas normalmente
ceden al bandwagon, según las implicaciones de Walt, de acuerdo a la amenaza.
Pero algunos, especialmente los Estados divididos, se acoplan en el bandwagoning
de la ola del futuro o el dominó. Otros se unirán con el lado fuerte para protegerse
de otros peligros, o por el miedo de ser castigados si se encuentran en el lado
perdedor. Ejemplos de ovejas son Checoslovaquia, Rumania, Austria, Yugoslavia y
Francia durante 1930. A excepción de Rumania, la decisión de los anteriores de
moverse bandwagon con Hitler fue la exitosa penetración de las quintas columnas
nazis en el Estado y la sociedad.
De manera adicional, los corderos pueden escoger no alinearse con ningun lado,
buscando distanciarse de los Estados amenazantes. Al adoptar la política de
distanciamiento, ellos buscan lo mismo que Ulises frente a los cíclopes: ser comido
de último. Existen numerosas razones para hacer esto. Primero, pueden esperar
que antes de que le toque ser atacado el agresor estará cansado o satisfecho con
la expansión obtenida. Como Winston Churchill remarcó sobre el comportamiento
de los pequeños poderes europeos “Cada uno tiene la esperanza de que si
alimentan a el cocodrilo lo suficiente, el cocodrilo se lo comerá de último. Todos
ellos esperan que la tormenta pase antes de que sea su turno de ser devorados”.
En segundo lugar, como los Estados predadores o la coalición gana fuerza con
cada conquista, la amenaza de otro poderosos Estados dentro del status quo que
se encontraban marginados aumenta. Consecuentemente, están más dispuestos a
unirse contra el agresor, cambiando la neutralidad por activar el balancing. En tercer
lugar, el poder del Status Quo puede esperar que, al transcurrir el tiempo, la
coalición revisionista opositora se desintegre debido al conflicto sobre las cuotas
militares o la división del botín. Al final, el Estado puede buscar ser devorado de
último porque cree que las políticas expansionistas del depredador pueden ser muy
costosas para sí mismo, manteniendo la esperanza de que a nivel interno el
gobierno será reemplazado por uno más amistoso.
Chacales: Son Estados que están dispuestos a pagar altos costos para defender
sus posesiones, pero darían mucho más por aumentar sus posesiones. Como los
lobos, son poderes insatisfechos, pero el valor de sus posesiones y su tendencia a
la expansión tiende a ser oportunista. Usando una metáfora bíblica: el chacal sigue
al león para recoger los restos que deja atrás. Mientras los chacales normalmente
siguen a los lobos (líderes revisionistas), ellos también siguen a los leones (líderes
de Status Quo) quienes están al borde de la victoria. Ambas formas de
bandwagoning son ejemplos de depredación y pasar la pelota; intentando avanzar
de manera libre en los esfuerzos de los otros.
Lobos: Son Estados depredadores. Ellos valoran lo que codician más allá de lo que
poseen. Como pacientes terminales, los Estados hambrientos están dispuestos a
tomar grandes riesgos - aún si perder significa la extinción- para mejorar su
condición, lo que ellos consideran intolerable. No poseyendo límites, son libres de
proponerse una temeraria expansión. Como Hitler le dijo a sus comandantes en jefe
en la víspera de la guerra: “Es más fácil para nosotros tomar decisiones. No
tenemos nada que perder, tenemos todo por ganar… No tenemos otra opción,
debemos actuar. Nuestros oponentes se están arriesgando todo y solo podrán
ganar algo pequeño”
Al nivel sistémico, la teoría del balance de intereses sugiere que una distribución de
capacidades, por sí mismo, no determina la estabilidad del sistema. Más importante
son las metas y el significado que esas capacidades o influencia pueden utilizar: ya
sea para manejar el sistema o destruirlo; o para en un futuro utilizar ese poder para
amenazar a otros Estados o hacerlos sentir más seguros. En otras palabras, la
estabilidad del sistema depende del balance de los revisionistas y las fuerzas
conservadoras. Cuando los Estados del Status Quo son más poderosos que los
revisionistas, el sistema será estable. Cuando el revisionista o coalición es más
poderoso que los que defienden el status quo, el sistema puede cambiar; solo
queda preguntarse qué pasa cuando la ventaja permanence indefinida.
Por el contrario, los Estados revisionistas valoran sus codicias más que sus
posesiones, aunque esta tendencia puede variar, generalmente utilizan la fuerza
militar para cambiar el Status Quo y extender sus valores. Para los Estados
revisionistas, las ganancias derivadas de la expansión son mayores que los costos
de la guerra. Necesitando un poder preponderante para cambiar el Status Quo, los
Estados insatisfechos se unen cuando creen que serán más poderosos que el lado
conservador, porque solo así pueden lograr sus ambiciones expansionistas.
Generalmente, los poderes revisionistas son quienes empiezan a mover los
alianzas, el status quo es “reaccionario” Una vez más, Wolfer escribe: “Porque la
expansión de forma invariable llama a poderes adicionales, los países que buscan
expandirse tienen a iniciar una competencia de poder y por el recurso de la
violencia.” Los estados agresores deben ejercer una presión inicial (esto es,
representar una amenaza significativa) antes de que los poderes satisfechos
respondan, siendo a menudo esta respuesta lenta y reacia. El realismo moderno se
refiere a esta reacción como "comportamiento de equilibrio", cuya teoría se
generaliza para todos los Estados. Pero ¿cuál es, entonces, la presión inicial
ejercida por los Estados revisionistas? Lo contrario del equilibrio no es el
bandwagoning, como lo afirman los realistas de hoy, sino más bien la agresión. En
ausencia de una amenaza externa razonable, los Estados no necesitan, y no
buscan, el equilibrio. No es sorpresa, que el Concierto Europeo reemplazará el
sistema de equilibrio de poder en 1815, cuando todas las grandes potencias
cansadas de la guerra aceptaron y aceptaron el orden del statu quo.
De forma corta, la presencia de las Grandes Potencias que son conocidos por
aceptar el status quo y que pocas veces se proponen metas expansionistas de
forma unilateral es necesario para el Concierto Europeo; la balanza de poder no
puede sobrevivir bajo dichas condiciones. Porque en el mundo de hoy “todos los
grandes poderes tienen una visión común sobre qué es lo aceptable dentro de
status quo”, el sistema actual posiblemente se transforme de balance a concierto.
La teoría de la balanza de intereses, enfocados en las variaciones de los actores y
sus preferencias, pueden llevar a ese cambio; la teoría de la balanza de poder y la
balanza frente a la amenaza no pueden
Conclusión
En segundo lugar, los Estados buscan la coalición ganadora y el fin de una guerra a
gran escala para reclamar sus recompensas o escapar de la venganza de los
vencedores. Aquí, los Estados realizan el Bandwagoning por el beneficio de, o al
menos para evitar ser dañados, la paz obtenida. Ocasionalmente, un nuevo orden
se levanta luego de la paz. Así tal vez sea muy temprano para afirmarlo, en 1993
tras el acuerdo entre Israel y la Organización de Liberación Palestina ha producido
un efecto bandwagoning en los Estados Árabes, cada uno buscando sus propios
asentamientos con Israel. Como este ejemplo muestra, el bandwagoning no es
siempre una respuesta a un régimen maligno; es hecho también de forma
voluntaria. Como el cambio en sí mismo, los efectos del bandwagon son temidos
por aquellos que están satisfechos con el status quo y bienvenido por aquellos que
no.