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I. DEFINICIÓN DE RACIONALIDAD.-
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-principio del tercio excluido: un enunciado o es verdadero o es
falso, no hay lugar para una tercera posibilidad: "llueve".
La verdad sigue siendo una gran aspiración del ser humano. Debemos huir
de la no aplicación de criterios que nos conduzcan hacia la verdad, pues
caemos en la superstición y el engaño. Hay que desechar creencias sin
fundamento, productos de imaginaciones irreales, que muchas veces
perjudican al ser humano, y pertenece a etapas oscurantistas de la historia
de la humanidad.
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Conceptos contrarios a conocimiento son: la ignorancia, la duda, la
falsedad, la creencia sin justificar. Cualquier afirmación basada en éstos, no
constituye conocimiento.
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Las creencias juegan también un papel fundamental en la acción humana.
Muchas creencias originan deseos, y como ya hemos visto, muchas
creencias son falsas, con lo cual, crean falsos deseos. Y así, los individuos
tienen problemas para adecuarse a la realidad, con consecuencias
desagradables y problemáticas.
Otros dos elementos de la racionalidad práctica son los fines y los medios:
una vez deseado un fin, hay que hacerlo realidad. Para ello hay que realizar
una serie de acciones, que son los medios para lograr dicho fin.
· Los medios son todas las acciones que se han de realizar para
conseguir ese fin propuesto.
Así, las acciones más racionales son aquellas que conducen de la forma
más adecuada al objetivo deseado. A esto se le denomina: elección
racional. Una óptima elección es aquella que busca los máximos beneficios
con los mínimos recursos. De este modo la acción racional es más eficaz.
Es en este campo donde la sociología y la psicología juegan un papel
importante, pues pueden predecir con cierta seguridad cuál será la decisión
que va a tomar una sociedad o un individuo.
Por otra parte, hay muchos deseos que son inconvenientes para el bienestar
del individuo. Para evitarlos, es necesaria la información. No obstante, y
debido a la libertad humana, el hombre puede llevarlos a cabo. Son los
llamados deseos destructivos, donde el individuo pierde el control de su
racionalidad: el individuo desea una cosa, pero no puede evitar hacer otra.
En este terreno son indispensables la prudencia y la prevención.
En las sociedades actuales, los hombres han unido sus deseos para lograr
grandes fines: aparece la cooperación y la solidaridad. No obstante, el
egoísmo es frecuente en individuos que buscan el mayor beneficio para sí
mismos a costa del bienestar de los demás. Sus acciones se vuelven
cuestionables. Y es la ética la que se encarga de analizar este tipo de
conductas, conceptuando el bien como el deseo máximo a conseguir, tanto
en las acciones individuales como en las colectivas. Del mismo modo la
política, que se encarga de estudiar decisiones colectivas, fundamenta el
concepto de justicia.