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TIPOS DE LIBRO
Durante la Baja Edad Media asistimos a la multiplicación de los libros y documentos debida a
tres factores:
Tendencia a la especialización
Banalización
Posterior conversión del libro en un objeto de rango social o manifestación de poder
El mundo escrito comienza a ser accesible a un público más amplio a pesar de seguir siendo
minoritario.
LAS HISTORIAS
Las historias y crónicas solían realizarse en lengua vulgar. Cuatro quintos de la colección de
libros de Felipe el Bueno estaban escritos en francés. Este tipo de textos solía organizarse en
dos columnas y no había casi palabras abreviadas.
Proliferan los Libros de las Horas, libros señoriales muy cuidados de pequeño formato, escritos
en letra gótica y decorados con mariposas, pájaros…que acompañan al creyente a lo largo del
día. Ejemplos de este tipo de libro son “Horas de Juana Hevreux” o “Muy ricas horas del duque
de Berry” Los talleres más activos se encuentran en Italia, Flandes o Turín.
Dos lugares se verán particularmente afectados por estos grandes cambios en el sentimiento
religioso: Bohemia y más adelante Países Bajos.
En 1409 surge el mov. husita que propugna una reforma religiosa y a la vez da un impulso a los
escritos y traducciones en lengua vulgar, checa o altoalemana. Si los husitas fracasaron
seguramente fue por la falta de un buen medio de difusión de su mensaje como la imprenta.
LA “DEVOTIO MODERNA”
La “devotio moderna” es un mov. espiritual nacido en los Países Bajos hacia el 1375. Laicos y
religiosos en busca de un modo de vida más cercano al modelo de la Iglesia primitiva se reúnen
en “casas” para congregarse al servicio de Dios y de los hombres.
Por lo que respecta al mundo escrito la acción de la “devotio moderna” fue muy profunda
puesto que los hermanos impulsaron la función docente en las “pequeñas escuelas” y por otro
sus hábitos de lectura y adquisición de libros hicieron que se incrementara la producción.
Se establece una nueva relación entre el libro y el lector, que persigue la meditación.
La Imitatio Christi del autor y compilador Thomas de Kempis alcanza una difusión colosal con
más de 700 manuscritos y mil cuatrocientas ediciones impresas hasta la época
contemporánea.
EL RENACIMIENTO DE LA ESCRITURA
El Renacimiento de la escritura, que culmina en el siglo XIII, está determinado por una
producción y difusión mayores debido en parte a la creación de las universidades, cambios en
el soporte, etc
A finales del siglo XI y principios del XII aparecen las primeras universidades en la Europa
cristiana: Bolonia, Oxford, Cambridge, Palencia… comenzaron a albergar los estudios de
derecho, medicina o teología. Había que asegurar pues que los estudiantes tuviesen a su
disposición los libros necesarios así que junto a estas instituciones se instalan en seguida
copistas y libreros. Con la aparición del sistema de “pecia” (el ejemplar era dividido en
cuadernos y cada uno era encomendado a un estudiante o copista con lo cual podían realizarse
más copias con más rapidez) el número de libros se incrementó vertiginosamente.
El papel, ya utilizado en China siglos atrás y difundido por los árabes llega a Sicilia en el siglo XI.
La materia prima, la celulosa, se mete a remojo, se prensa y se trata hasta obtener hojas listas
para escribir. En el siglo XIII las papeleras de Fabriano mejoran la técnica de fabricación gracias
a pilas hidráulicas, encolamiento con gelatina…
El papel constituía un soporte hasta diez veces más barato que el pergamino y podía
producirse mucho más rápido. En el siglo XIV se impone en occidente para los trabajos más
corrientes y parte de los libros manuscritos.
La xilografía surge en occidente en el siglo XIV. En esta técnica se corta en primer lugar una
plancha de madera y se recubre de una capa blanca. A continuación se traza con tinta el dibujo
y / o la escritura y se “talla al vacío” La parte vaciada se rellena con tinta y esa plancha se aplica
sobre el papel.
En un principio la xilografía se utilizó para la decoración de telas y después para la creación e
imágenes piadosas, retratos de santos acompañados por una breve leyenda, etc. La “madera
Protat” conservada en la Biblioteca de Rávena (Italia) posee una colección excepcional de
imágenes de santos y escenas de la Pasión de Cristo.