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El poema describe la confusión emocional del autor al estar atraído por alguien que no le corresponde y rechazar a alguien que siente atracción. Por un lado, adora a alguien que le aborrece e ignora a quien le adora. Además, ofrece su alma a quien más le desprecia y desprecia a quien le ofrece afecto. Esto atormenta su mente al no poder satisfacer los deseos de ninguno.
El poema describe la confusión emocional del autor al estar atraído por alguien que no le corresponde y rechazar a alguien que siente atracción. Por un lado, adora a alguien que le aborrece e ignora a quien le adora. Además, ofrece su alma a quien más le desprecia y desprecia a quien le ofrece afecto. Esto atormenta su mente al no poder satisfacer los deseos de ninguno.
El poema describe la confusión emocional del autor al estar atraído por alguien que no le corresponde y rechazar a alguien que siente atracción. Por un lado, adora a alguien que le aborrece e ignora a quien le adora. Además, ofrece su alma a quien más le desprecia y desprecia a quien le ofrece afecto. Esto atormenta su mente al no poder satisfacer los deseos de ninguno.
Lisardo me aborrece y yo le adoro; Éste… por quien no me apetece ingrato, lloro, y al que me llora tierno no apetezco. Éste fue a por leña, A quien más me desdora, el alma éste le ayudó, ofrezco; a quien me ofrece víctimas, desdoro; desprecio al que enriquece mi decoro, éste encontró un huevo, y al que le hace desprecios, enriquezco. éste lo frió, Si con mi ofensa al uno reconvengo, y este gordito, me reconviene el otro a mí ofendido; y a padecer de todos modos vengo, se lo comió. pues ambos atormentan mi sentido: aqueste con pedir lo que no tengo, y aquél con no tener lo que le pido.
Mañana cuando vuelva el aire
a cernirse sobre las flores, sobre las altas paredes que custodian el mundo, Corté una rama y los ángeles regresen cansados a sus y clareó mejor árboles; por la ventana. cuando el horizonte cante debajo del cielo y haya hombres que bailen alegres, juntando Masaoka Shiki los brazos vertiginosos, y las aves del mar se quejen y vuelen alrededor de los mástiles, yo pensaré: oh, mi hogar del sur, al oeste de un gran río, y gozaré memorias agradables. -Alguna vez, el olvido también correrá sobre el mar, y mi tierra irá callada hacia la otra tierra sin esperanza, y yo no sé si seré feliz. Ricardo E. Molinari, «No sé si cantando se seca el viento» (fragmento)