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Cultura digital desde un enfoque de derechos y cuidados de niños y niñas

Clase 3. Grooming

Introducción
En este recorrido por el multiverso, nos detendremos a pensar, analizar y construir
herramientas sobre grooming, uno de los temas más sensibles, que representa
considerables riesgos para las infancias en el mundo digital. Para analizar esta problemática,
es importante reconocer en primer lugar que no es una práctica que surja de Internet.
Lamentablemente, tanto el abuso sexual contra la infancia como la explotación sexual de
niñas y niños son violencias históricas que en Internet pueden reconvertirse y en algunos
casos potenciarse por la facilidad del contacto en forma privada con niños y niñas. A esto se
suma la posibilidad y facilidad que proporcionan los entornos virtuales para crear perfiles
falsos, y la falta de compañía y consejos de los adultos en esos territorios.

¿Qué dice la ley?


En 2013, a partir de la sanción de la Ley 26.904 (2013) se incorpora al Código Penal el
Artículo 131:
“Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de
comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de
transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de
cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.”

En el grooming se reconocen las fases propias del acoso y abuso sexual. Iremos desglosando
estas fases a lo largo de esta clase para poder identificarlas e intervenir de manera reflexiva
y empática.

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¿Qué es el grooming?

El grooming es un delito penado por ley ya que constituye una forma de abuso a la
sexualidad de niños, niñas y adolescentes. Consiste en el contacto de una persona adulta, a
través de medios o dispositivos digitales, con un niño, niña o adolescente con la intención de
abusar de su integridad sexual.

En este sentido, al ser una forma de abuso a la sexualidad, debe tratarse como tal y no como
la antesala de un abuso o delito (“predelito”). En ocasiones se cree que si no existe un
contacto físico, el grooming no sucede. Esta premisa es falsa, ya que el grooming es una
problemática que vulnera los derechos y la integridad sexual de niños, niñas y adolescentes.

El tratamiento de la problemática del grooming debe tener en cuenta las características que
este tipo de abuso sexual comparte con los abusos que se dan en espacios presenciales:

● Generación de confianza y amistad por parte de quien abusa/groomer, quien no se


presenta como una o un acosador sino como alguien cómplice y de confianza.
● Inicio de un vínculo con la víctima, en este caso a partir de conversaciones o envíos
de imágenes.
● Inversión de la responsabilidad: la persona abusadora/groomer suele responsabilizar
a la víctima con el fin de manipular y amenazar, haciéndole creer que por sus
acciones las personas adultas de confianza se enojarán o no le creerán.

Es clave saber que estamos frente a un delito que debe ser denunciado en la justicia y que
además todas las plataformas cuentan con herramientas que permiten reportar contenido y
actitudes inapropiadas. Es importante conocerlas y saber que, si se detecta una conducta
abusiva como el grooming, esta debe ser denunciada primero en la justicia y luego en la
plataforma donde haya sucedido.

¿Qué aspectos caracterizan al grooming?

A partir del análisis del texto de la ley y de la jurisprudencia existente es posible desglosar
algunos aspectos principales que caracterizan a la problemática:

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● Una persona mayor de edad se contacta con un niño, niña o adolescente con fines de
abusar de su integridad sexual a través de medios digitales.
● Esta persona, el groomer, busca generar confianza y amistad con la víctima.
● El groomer suele atacar a varios chicos y chicas al mismo tiempo y desde distintas
cuentas.
● El groomer puede mentir sobre su identidad, creando perfiles falsos donde se hace
pasar por un niño o niña, pero no es condición indispensable para que se configure el
delito de grooming. Muchas personas del entorno cercano de la víctima utilizan
plataformas digitales para generar una relación de mayor confianza y así abusar de
ellas/os, sin necesidad de mentir sobre su identidad. También existen casos donde
quien abusa no necesita mentir por diversos motivos: simplemente dice la verdad y
logra su cometido, o al tener poca diferencia de edad con la víctima no lo necesita.
● El groomer suele pedir algo: fotos o videos íntimos, secretos, confesiones o incluso
información personal.
● En muchos casos de grooming es muy fuerte la amenaza o extorsión de parte del
groomer, quien utiliza la información íntima que la víctima envió como elemento de
poder.

¿Qué reglamentaciones, programas y proyectos existen en nuestro país y en otros


países?

La Ley 26.904 incorpora al Código Penal de la Nación Argentina un artículo breve y poco
específico.
A modo de exploración personal les proponemos que realicen búsquedas sobre
reglamentaciones, programas y proyectos que aborden este tema y reflexionen sobre
aquellos aspectos que dan mayor claridad sobre las acciones preventivas ante casos de
grooming.

¿Cómo actúa la persona que comete grooming?

● De manera planificada. En términos generales suele atacar a varios niños, niñas y


adolescentes a la vez. Busca a estas personas en redes sociales, juegos en línea y

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otras plataformas digitales, valiéndose de la información que obtiene, con el objetivo
de establecer un vínculo de cercanía.

● La persona que comete abusos suele tomarse el tiempo necesario para obtener la
confianza de su potencial víctima. La estudia, analiza, observa y aprende sus gustos y
preferencias (juego, estilo de música, red social en la que pasa más tiempo, etc.).

¿Sabés cuál es la edad promedio de las y los jugadores online?


Según la Asociación de Software de Entretenimiento (ESA, por su sigla en inglés) en su
estudio Hechos esenciales sobre la industria de los videojuegos en 2021, encontramos
que la edad promedio de quienes juegan online es 31 años y que el 80% de estas
personas son adultas (mayores de 18 años).
Si bien este estudio está realizado en los Estados Unidos, informes similares de otras
regiones del mundo nos sugieren la misma tendencia: en su mayoría, los jugadores son
varones adultos. Sin embargo, al desconocer estas cifras, muchas familias destinan
tiempo, atención y acompañamiento solamente al uso que sus chicos y chicas hacen de
las redes sociales, sin tener presente que la mayoría de los gamers no son niños, niñas o
adolescentes en edad escolar.
Es importante que desde la escuela se piense (tanto en las clases como en los
encuentros con las familias) a los juegos en línea como un espacio digital más que puede
ser habitado tanto por pares, por personas adultas sin malas intenciones pero también
por por potenciales groomers.
¿Conocían este dato? ¿Les sorprende? ¿Cuánto conocen sobre juegos en línea?

Fases del grooming

En el grooming reconocemos fases progresivas propias del abuso sexual infantil:

Fase 1

Durante la fase 1, el/la groomer se acerca, entabla alguna conversación, se presenta como
un/a usuario/a más. No se muestra amenazante ni peligroso/a. Interactúa con la potencial
víctima durante el tiempo que sea necesario hasta ganarse su confianza. En muchas
ocasiones ese primer contacto surge luego del stalkeo (vocablo del inglés que significa

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acechar), es decir, de observar y analizar la huella digital de la persona a quien pretende
acosar e incluso de algún familiar.

Es importante recordar, tal como abordamos en la clase 1, que la huella digital está
conformada por los rastros que cada persona usuaria deja cuando navega en Internet
(publicaciones, comentarios, fotos y videos), pero también de los contenidos que otras
personas suben y asocian a esa persona particular (forma parte porque aparece el
rostro, el nombre y apellido o directamente fue arrobado el nombre del perfil). Toda esa
información disponible puede ser utilizada con diferentes fines. Quienes cometen
grooming la usan para obtener información (escuela a la que asisten, dónde viven, con
qué personas viven, gustos, etc.) de niños, niñas y adolescentes y así acceder a ellos y a
ellas con menos dificultad.

Fase 2

Una vez realizados los primeros contactos, puede reconocerse la fase 2: donde se manifiesta
la generación de una confianza percibida como real por el niño, niña o adolescente. Esto le
permite a la o el groomer manipular emocionalmente a sus víctimas con fines de acoso o
abuso sexual.

En líneas generales, la persona que hace grooming suele pedir algún tipo de material:
una foto, audio o video de la intimidad, alguna confesión sexual o información privada.

En el contexto de este vínculo y bajo la manipulación afectiva llevada adelante por la


persona que ejerce el grooming, tanto niños, niñas como adolescentes pueden sentir culpa o
vergüenza por el hecho de haber enviado materiales de su intimidad. Es importante recordar
que no existe la posibilidad de hablar de un envío consentido dado que un menor de edad
no puede dar consentimiento. La responsabilidad será siempre de la persona adulta. Es en
este sentido que debemos cuidar no invertir jamás la responsabilidad en este tipo de
violencia: por ello, denominamos a la producción y el intercambio de material de la

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intimidad sexual de niños, niñas y adolescentes como materiales de abuso y explotación
sexual infantil, jamás de pornografía (retomaremos más adelante este punto).

Fase 3

En la fase 3 (que puede no existir) la o el groomer utiliza el material recibido para


extorsionar: si el niño, niña o adolescente no sigue compartiendo material de su intimidad,
por ejemplo, amenaza con volver públicos todos los materiales obtenidos hasta ese
momento.

Es importante tener presente que estas fases representan el común denominador en el


accionar de las personas que buscan vulnerar la integridad sexual de niños, niñas y
adolescentes en espacios digitales. Si no hubo extorsión o amenaza, de todas maneras,
estamos frente a un caso de grooming.

En este enlace pueden acceder a una infografía animada sobre las fases del grooming
https://view.genial.ly/5f96fa5f758b4e0d00b94b24/interactive-content-etapas

Los efectos en personas que sufrieron este delito, que pueden ir desde angustia y
sentimientos de soledad hasta la sensación de responsabilidad o culpa y aislamiento del
entorno afectivo, pueden ser utilizados por quien comete grooming para reforzar la fase de
extorsión. Es indispensable tener presente que ante esta situación quien sufrió abuso no es
responsable, ya que ha sido vulnerada o vulnerado en sus derechos por una persona adulta.

El grooming, además, puede convivir o derivar en otros delitos como son la explotación
sexual infantil y el tráfico de este tipo de material.

Campaña sobre Grooming junto a Movistar

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¿Por qué hablamos de explotación sexual infantil y no de pornografía infantil?

● Porque hablar de pornografía infantil es banalizar y ocultar el abuso, ya que la


industria de la pornografia es legal y adultos que han consentido a la distribución de
su imagen participan en ella. Es por esto que el término ‘pornografia infantil’ es
incorrecto ya que personas menores no pueden consentir a esto. Es entonces una
situación de explotación.

● Hablar de pornografía infantil es, una vez más, invertir la responsabilidad ya que se
presta a la noción incorrecta de que las personas menores están participando en la
creación de estos contenidos voluntariamente y que son ellas y ellos los que se
encuentran en falta. Es elegir nombrar a las víctimas mientras se invisibiliza la acción
de quienes abusan y/o acosan.

● Niñas, niños y adolescentes víctimas de la explotación sexual merecen respeto y


visibilidad.

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Cómo identificar posibles situaciones de grooming

Los niños y niñas que sufren una situación de grooming pueden mostrar síntomas similares a
cualquier persona víctima de abuso sexual. Especialmente en niños y niñas debemos tener
en cuenta cuando aparecen cambios abruptos de comportamiento, cuando se muestran con
momentos de mucha tristeza o angustia, cuando tienden a aislarse o bajan el rendimiento
escolar. Una situación clave para detectar un posible caso de grooming es cuando los niños o
las niñas que usan habitualmente dispositivos o plataformas manifiestan no querer
conectarse a internet, jugar en línea u realizar otras prácticas que involucren el entorno
digital o les angustia el hecho de hacerlo.

Este tipo de circunstancias pueden tomarnos por sorpresa y analizar de antemano cómo
actuaremos frente a esta situación puede ayudarnos.
Este video realizado por el Gobierno de Nueva Zelanda puede ser un disparador para
pensarnos en nuestro rol como docentes vinculado a la problemática:
Keep it Real Online (Subtitulado)

¿Cómo abordar y prevenir un caso de grooming?

● Hablar con tus estudiantes sobre las diferencias existentes entre contactos conocidos
y desconocidos: ¿qué tienen en común? ¿Qué cuestiones son distintas? ¿Puedo
asegurarme quién es esa persona que no conocí personalmente? El objetivo no es
juzgar los vínculos digitales, sino generar una mirada reflexiva sobre aquellos
contactos que no conocen personalmente y con los que deben tener cuidados extra.
Esta charla debe incluir el debate sobre lo fácil que es mentir sobre la identidad, las
diferentes intenciones que tienen las personas y la necesidad, por ende, de cuidar
qué información se le da a las personas extrañas en línea. Por ejemplo se puede
decir: “no hay problema en hablar sobre gustos musicales con conocidos o
desconocidos. Sin embargo, no es lo mismo que dar información sobre tu dirección o
sobre el trabajo de tus familiares. Seguramente a los amigos que conoces cara a cara
puedas contarle todo esto, pero no es seguro hacerlo con aquellos que conozcas solo

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en Internet porque al ser personas extrañas, desconocemos sus intenciones y no
podemos asegurar que sean confiables”.

● Ayudar a identificar alertas: ante qué tipo de situaciones deben pedir ayuda a
personas adultas de confianza. Es importante que tus estudiantes no gestionen en
soledad estos contactos o situaciones.

● Incorporar a tus clases ejercicios de alfabetización digital, como la configuración de


la privacidad en redes sociales y juegos online. Para que de esa manera aprendan a
gestionar y elegir quién los contacta, habla o envía mensajes.

● Actualizar los consejos: esos abordajes iniciales que se dieron con los primeros
acercamientos a Internet deben actualizarse a medida que tus estudiantes cambian
sus usos, intereses y preocupaciones en los espacios digitales.

● Contactar con la familia y, en caso de tratarse de un o una estudiante de lu clase, será


necesario también comunicárselo a las autoridades de la institución educativa.

Si un niño, niña o adolescente te cuenta que está ante una situación de grooming será
necesario generar un espacio de escucha privado y reflexivo, en el que no se juzgue ni
cuestione las acciones de quien está sufriendo.

¿Qué hacer ante un caso de grooming?

Recordar: el grooming es un delito penal.


Es indispensable que desde nuestro rol docente trabajemos junto con toda la comunidad
educativa en la identificación de casos, pero también en su gestión.
Si estamos frente a una situación de grooming debemos:
1. Guardar las pruebas (capturas de pantalla de diálogos, pedidos de imágenes,
contenidos íntimos que se hayan intercambiado, audios y todo aquello que dé
cuenta de la situación de abuso).
2. Tomar nota y guardar todo dato que sirva para rastrear la identidad de quien
cometió el delito (nombre de usuario; dirección —URL— del sitio o plataforma

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donde se dieron las conversaciones; si sucedió en WhatsApp, número de teléfono).
3. Radicar la denuncia en la justicia con la evidencia ante las autoridades
correspondientes.
4. Reportar el perfil de quien cometió abuso en las plataformas.
5. Bloquear el perfil en las plataformas y así evitar que vuelva a contactarse.

Es importante realizar estas acciones en este orden, ya que, si se bloquea al perfil


abusador antes de realizar la denuncia en la justicia, se corre el riesgo de perder
evidencia del delito.

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Abordaje docente
Como docentes, es imprescindible que recordemos y reflexionemos sobre lo siguiente:

● Estamos frente a un caso de acoso y abuso a la integridad sexual infantil.

● Una persona mayor de edad cuenta con más recursos para manipular y ejercer
poder. Es decir, hay una diferencia de poder entre una persona adulta y una persona
menor de edad.

● Frente a una situación de abuso y acoso, niños, niñas y adolescentes siempre se


encuentran en estado de vulnerabilidad. No son responsables de lo que les haya
sucedido.

● Es clave el acompañamiento adulto, el diálogo y el abordaje de estas situaciones en


la escuela para prevenir y concientizar respecto a esta temática.

● Es muy importante que nuestros y nuestras estudiantes habiten espacios digitales


seguros. Si como docentes debemos contactarlos o contactarlas de manera online
(para compartir materiales didácticos, dictar una clase virtual o llevar a cabo un
encuentro sincrónico) es indispensable que establezcamos normas de convivencia
digital (¿Cuándo se habla?, ¿sobre qué temas se habla?, ¿qué palabras no están
permitidas usar?, ¿por qué no permitimos esas palabras?, ¿quién puede ingresar al
grupo o aula virtual?, ¿quién será el administrador de ese espacio?, por ejemplo).
Estas deben ser claras, concisas, pensadas y difundidas tanto con nuestros
estudiantes, como con sus familias y autoridades escolares.

Material de interés

● Hashtag, el podcast de Faro Digital:


https://open.spotify.com/episode/4KIL7SJZzkrA3ahMB2Zz5a?si=wpigfclCRuWVni
WMjXW8_g
● Hablemos de grooming, campaña del Ministerio de Educación de Argentina:
https://www.youtube.com/watch?v=QKgUc4zE9N0
● Concurso Rap Digital 2021: https://youtu.be/mO_CwngmMIA

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● Grooming (Canal Encuentro, Argentina):
https://www.youtube.com/watch?v=40K2MnShkgQ&ab_channel=CanalEncuent
ro
● Publicaciones sobre Grooming (Portal Educ.ar
https://www.educ.ar/noticias/200529/nueva-publicacioacuten-sobre-grooming
● Cuentos feroces (para trabajar con los y las niñas)
https://www.youtube.com/watch?v=TiBtccdS4aY
● Zamba te da consejos sobre los peligros de hablar con desconocidos
https://www.youtube.com/watch?v=JxKGVjzDNys

Actividades
Actividad obligatoria:
Llegó el momento de conocer las respuestas de los niños/ñas o familias.
Si bien la muestra puede resultar pequeña para pensar los resultados como una
generalización, nos interesa que este ejercicio sirva a modo de microindagación para
conocer la relación entre los y las niñas de cada comunidad educativa y el uso de pantallas.
Por ello, en esta ocasión les pedimos realizar una sistematización de las respuestas que
obtuvieron en la implementación del recurso que comenzaron a realizar en la primera clase,
y ponerlo en común con sus colegas.
Les pedimos que plasmen los resultados de sus relevamiento en una infografía o gráfico,
tomando los aspectos más importantes que fueron relevados. Pueden utilizar múltiples
herramientas para realizar este trabajo. Les proponemos algunas:
Canva
Genially
Infogram

En la infografía les pedimos que agreguen la provincia y localidad de los niños/as que
respondieron sus preguntas.

Compartan el instrumento y la infografía con los resultados, en el espacio


“MICROINDAGACIÓN”

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No olviden colocar a todos/as los que colaboraron en la producción y el aula a la que
pertenecen.

Bibliografía de referencia
Faro Digital y UNICEF (2020). Guía sobre Convivencia Digital [Archivo PDF].
https://farodigital.org/wp-content/uploads/2021/01/Gu%C3%ADa-sobre-Convivencia-Dig
ital-2020.pdf

Marquina Ghezzi, V. (2020). Ciberacoso a niños y adolescentes (grooming) [Tesis de grado,


Universidad Peruana Cayetano Heredia].
https://repositorio.upch.edu.pe/handle/20.500.12866/8425

Rodríguez, M. S. (2021). Grooming [Tesis de grado, Universidad Nacional de La Pampa].


https://repo.unlpam.edu.ar/handle/unlpam/7410

Créditos 
Autores: Faro Digital

Cómo citar este texto: 


Faro Digital (2022). Clase Nro 3: Infancias y pantallas. Cultura digital desde un enfoque de derechos y
cuidados de niños y niñas. Actualización Académica en Educación y tecnologías digitales para el nivel
primario. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación. 

 
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