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En cuanto a los derechos del sujeto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF) siguiendo la línea de los Derechos Humanos en el mundo, contempla 54
derechos que corresponden a las niñas, niños y adolescentes dentro de los cuales el derecho
29 corresponde a los Objetivos de la Educación: “La educación deberá estar encaminada a
desarrollar la personalidad, aptitudes y capacidades mentales y físicas hasta el máximo de
las posibilidades de las niñas, los niños y adolescentes; debe prepararlos para que sean
personas respetuosas con los demás, responsables, pacíficas y respetuosas con el medio
ambiente en una sociedad libre”. Quiere decir, que la educación juega un papel
preponderante para la formación del sujeto por lo tanto debe ser un quehacer pedagógico
que cumpla con las necesidades y derechos del sujeto; ha de ser un ejercicio que trascienda
el aula y en el cual, el maestro se ocupe, en compartir en el marco de la alteridad sus
recursos internos con el sujeto. Considera la UNESCO desde el enfoque humanista junto
con Rogers, Skinner, Popper y otros que los recursos internos son el fundamento de la
subjetividad, el punto de partida en el desarrollo del potencial humano y el soporte en el
modelamiento de la conducta humana del sujeto.
Esto obliga a preguntarse qué y cuáles son los recursos internos? Los recursos internos
son las herramientas fundamentales para la vida. Cuando el ser humano adquiere existencia,
desde su concepción, se inicia el desarrollo ontogénico, proceso que le permite participar de
muchas circunstancias en espacio intrauterino y a partir de su nacimiento, con las relaciones
e interacciones del entorno familiar y social, durante su desarrollo y a través del aprendizaje
de los modos estilos y condiciones de crianza, inicia la formación de sus recursos internos
que deben crecer y madurar en el aula a partir de la transferencia que el maestro haga de los
suyos al sujeto; ellos le van a permitir el logro de las competencias a nivel integral, en lo
biopsicosociocultural, ambiental y espiritual. Surge un interrogante: ¿Qué nivel de
habilidades sociales, capacidades cognitivas, recursos emocionales y recursos morales y
éticos, posee el maestro “formado”, para producir sujetos como expresa Zuleta y contribuir
así a mejorar la sociedad de estos tiempos?
CAPACIDADES COGNITIVAS
Son funciones, que puede desarrollar el cerebro humano con la información que
adquiere del ambiente o en las interacciones sociales, las cuales le permiten al sujeto
verdadero aprendizaje a través de conocer, saber, pensar, almacenar información,
organizarla y transformarla hasta generar nuevos productos, desarrollar las capacidades
del pensamiento, decidir y valorar los riesgos, solucionar problemas, proponer
soluciones, ser reflexivo, creativo, tener visión de futuro entre otros. El desarrollo de las
capacidades cognitivas solamente se logra mediante su uso pleno. Para De Zubiría (2008),
[…] la unión de todas las capacidades cognitivas son las actividades mentales complejas
que utiliza el sujeto para organizar, guiar, regular y evaluar el comportamiento necesario
para adaptarse a su entorno y conseguir sus metas.
RECURSOS EMOCIONALES
Representan la columna vertebral de la salud mental del sujeto. Hay que tener muy claro
que los recursos emocionales, como cualquier otro recurso, son limitados y su mal uso
conduce al desgaste emocional y a un estado indiferente, en el cual la persona pierde la
capacidad de dar y de recibir amor, cuando se pierde la alegría, la esperanza, el goce y el
disfrute de la vida, cuando todo da igual y nada produce la emoción. El deterioro
emocional, puede ser muy peligroso, porque abre las puertas a la tristeza, a la depresión y al
suicidio. Estos recursos cuando son fomentados permiten el equilibrio emocional y mental
del sujeto, es de vital importancia utilizar los recursos emocionales de manera inteligente;
es responsabilidad del maestro en el aula ayudar al sujeto a cuidar estos recursos y tomar
consciencia sobre su disponibilidad y sus límites.
BIBLIOGRAFÍA
LÓPEZ, C.E. (2019) La pedagogía del amor y la ternura. Una práctica humana del docente
de educación primaria. Rev. Scientific, Vol.3 No.13 Pp 261-277. Instituto internacional de
investigación y desarrollo tecnológico educativo. Caracas. Venezuela.