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RESEÑA DEL TEXTO: ¿POR QUÉ EL ARTE MODERNO ES TAN MALO? De Robert Florczak.

Reseñado por: Juan Manuel Arboleda Orozco.

Robert Florczak nació en Washington, DC. Obtuvo una licenciatura en Bellas Artes de la
prestigiosa Cooper Union en la ciudad de Nueva York, estudió pintura con Will Barnet y fotografía
con Gary Winogrand. Florczak fue artista residente en la Widener University y enseñó pintura en el
Instituto de Arte de Filadelfia, el Laguna College of Art and Design y la San Francisco Academy of
Art University. Robert Florczak. (s.f). http://www.robertflorczak.com/

En el texto, el autor realiza una crítica al arte moderno, exponiendo que el concepto de belleza en
el arte se ha distorsionado a través del tiempo, al igual que el concepto de excelencia y calidad en
este mismo ámbito; igualmente realiza un llamado de atención a los “consumidores” de este, ya
que el arte es un negocio y al igual que todos los demás, se produce lo que se demanda, por lo
tanto todos poseemos un poco de culpa en cuanto a la degradación del arte.

Los artistas de la sociedad occidental sorprendieron mediante obras de arte con altos estándares
de calidad y excelencia; no obstante, en el siglo XX estos estándares fueron sustituidos por el
surgimiento del arte moderno y su nueva percepción del mismo, que le cambiarían el sentido y
desencadenarían la pérdida de calidad, debido a que finalizando el siglo XIX los llamados
“impresionistas” se revelaron en contra de las normas de la academia del arte y como resultado
surgió el relativismo estético, escuela de pensamiento por la que dichos artistas se direccionaron a
agradar con sus nuevos ideales que aún mantenían parámetros objetivos, que terminarían
perdiéndose con el paso del tiempo. En consecuencia, se degradó la naturaleza de este al no
aplicar estas normas, acentuándose en la subjetividad por no determinar la belleza con estándares
claros y objetivos. Cabe recalcar que los culpables de esta situación no son únicamente los autores
de las obras, sino la comunidad del arte, los promotores del arte, en resumen; pero los
espectadores pueden cambiar esta situación ya que las galerías de arte son otro tipo de negocio y
no se produce aquello que no se vende.

Estoy de acuerdo parcialmente con la posición del señor Florczark, debido a que se puede ver una
muy notoria diferencia en cuanto a la calidad y excelencia del arte actual con el antiguo; en el
pasado existían unos altos estándares que determinaban la excelencia de este, contrario a muchas
obras de arte contemporáneas, donde lienzos con unas cuantas figuras abstractas se consideran
obras maestras y retratos extremadamente detallados se consideran simples dibujos, un ejemplo
real se ve al comparar obras como La Gioconda o La noche estrellada con la escultura Petra. Sin
embargo, algunas obras de arte moderno son de me agrado, porque, así como no puedo afirmar
que todo el arte antiguo es bueno, no puedo afirmar que todo el arte moderno es malo; podemos
encontrar obras modernas como “el rostro de la guerra” (1940) y “la persistencia de la memoria”
(1931) de Salvador Dalí, u obras impresionistas como “la noche estrellada” (1889) de Vincent Van
Gogh, las cuales son famosas a nivel mundial debido a la excelencia y belleza que poseen a pesar
de no cumplir con las normas de excelencia y belleza existentes en la antigüedad. Además, si el
arte moderno fuese tan malo como lo postula el autor del texto, museos como el Museum of
Modern Art (MoMA) situado en New York, no contarían con el gran prestigio y respeto con el que
cuentan.

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