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Pablo VI en naciones unidas tuvo el coraje de decir a todos los representantes mundiales:
“nunca más los unos con los otros, jamás nunca más, si queremos ser humanos dejad caer las armas de vuestras
manos. No se puede amar con armas ofensivas en las manos”.
La guerra es tan antigua como la humanidad, en el siglo XX han florecido la “polemología” y la “irenologia” como
disciplinas que estudian los conflictos y la paz. La eliminación de la guerra se presenta como un valor ético
primordial.
La guerra se define como “conflicto violento a gran escala entre grupos, países o estrados”. La definición de la paz
en términos negativos es la ausencia de guerra, esta es el fracaso de los ideales morales de convivencia y
solidaridad. La paz es el paradigma de todos los bienes que constituyen la felicidad humana.
En la reflexión moral la guerra no es una fatalidad y la paz es un don gratuito, es responsabilidad del hombre buscar
la paz y la solidaridad humana.
A) DIFCULTADES PERSONALES
El hombre se ha habituado a la discordia y a la guerra y no se atreve a soñar con una paz estable, percibe la paz
como una UTOPIA futura. se habla de una paz parcelada, del alma, del exterior, de la política, se habla de paz como
ausencia de conflictos siempre de una manera pasiva.
B) DIFICULTADES SOCIALES
Las guerras no nacen por sí solas, muchas veces la paz nace del miedo al adversario y no como consecuencia del
esfuerzo fraternal y de Justicia. La paz es continuamente boicoteada por intereses que prevalecen sobre la seguridad
de las personas como por ejemplo los nacionalismos excluyentes, odios étnicos, religiones…
Con ello resulta muy difícil concebir la paz como una meta de la comunidad universal. Aún después de la Segunda
Guerra mundial los conflictos se han multiplicado en muchas partes del mundo, además tenemos que asumir la lacra
del terrorismo internacional tras los atentados del 11S. Esto hace que en ocasiones por la búsqueda de la seguridad
se ha llegado al recurso ilegal de forma unilateral de violaciones del derecho internacional humanitario.
Las dificultades sociopolíticas por la paz aumentan cada día.
C) DIFICULTADES TEOLOGICAS
El ser humano cree que la paz se logra únicamente con su esfuerzo olvidándose de la dimensión trascendente. En los
momentos de angustia se atribuye a Dios la exclusiva responsabilidad de la guerra y se le culpa de la miseria del
hombre. Nacen aquí el prometeismo y el quietismo.
El reduccionismo hace que se piense en una paz social que parece ignorar los valores espirituales del ser humano.
Pocos temas tocan tan profundamente al hombre como el binomio guerra y paz.
La palabra hebrea “Miljamah” significa hostilidad entre grupos humanos y la palabra” Shalom” qué significa paz
proviene de una raíz que evoca la perfección. La paz bíblica es la armonía del ser humano consigo mismo, con lo
otro, con los otros y con el absolutamente otro, es la bendición, el descanso, su imagen existencial es el paraíso. Es
el mejor deseo qué se le puede decir a las personas amigas y es entendida además como un regalo de Dios.
E) EL EVANGELIO DE LA PAZ
1.- En la nueva alianza Juan El Bautista se adelanta al Señor para que guiase los pasos de su pueblo por el
camino de la paz. (Luc 1,79). El nacimiento de Jesús es anunciado con un canto de paz, “Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra…” (Luc 2,14). Al comienzo de su misión Jesús proclama dichosos a los que hacen la paz. (Mt 5,9).
En las bienaventuranzas Jesús propone otro tipo de comportamientos y otro tipo de personas, los
“pacificadores”. El premio que se otorga a los pacificadores es que serán llamados hijos de Dios por el mismo Dios.
2.- Jesús envía sus discípulos con el encargo de llevar un saludo de paz, sin embargo, avisa a sus oyentes
indicándoles que la fidelidad a su doctrina suscitará en El Mundo divisiones.
3.- en la doctrina apostólica Jesús de Nazaret es recordado y presentado como el mensajero de la paz, su
mensaje es propuesto como el Evangelio de la paz. El Cristo glorificado ya no es solo el mensajero que ha venido a
anunciar la paz, sino que la a llevado a su cumplimiento por su entrega en la Cruz. El mismo Cristo puede ser
identificado como la paz junto.
“Vino a anunciar la paz, paz a vosotros que estabais lejos y paz a los que estaban cerca” (Ef. 2, 13-17)
Esta confesión de fe trasciende los límites de la antigua separación Entre Israel y los pueblos paganos. El Espíritu
Santo continúa derramando la paz entre los seguidores de Cristo, La dádiva De Dios en Jesucristo se ha convertido
en el ideal moral de las nuevas comunidades según San Pablo. El mismo Pablo escribe a los romanos indicándoles
que es “preciso vivir de acuerdo con el don de la paz, procuremos por tanto lo que fomente la paz y la mutua
edificación” (Rom 14,19). El saludo tradicional hebreo se convierte para los cristianos en una auténtica
manifestación de fe en el Dios revelado por Jesucristo: “El Dios de la paz sea con todos vosotros. Amen” (Rom
15,33).
Afirma el Catecismo de la iglesia que la paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo el príncipe de la paz. Por
la sangre de su Cruz dio muerte al odio en su carne reconcilió a Dios con los hombres e hizo de su iglesia el
sacramento de la unidad del género humano y de su Unión con Dios, “Él es nuestra Paz” (Ef. 2,14)
En los primeros siglos De la Iglesia falta una reflexión sobre la licitud o ilicitud de la guerra. Tertuliano había
negado a los cristianos el uso lícito de las armas y por tanto de la guerra, pero en general la iglesia dejaba en manos
del Estado administrar la justicia política.
F) DOCTRINA TRADICIONAL
La paz constantiniana significo el final de la inhibición de los cristianos en política, la Nueva Alianza entre la iglesia
y el imperio obligó a los cristianos a entrar en las decisiones políticas, incluida la guerra.
San Agustín consideraba que el justo debe estar dispuesto a renunciar a la propia defensa cuando lo exija un bien
mayor, aun cuando algunas veces habrá que obrar de otra forma precisamente en razón del bien común y por el bien
de los mismos enemigos. Dice San Agustín que solo los malos encuentran placer en la guerra Y para los buenos no
se trata más que de una necesidad inevitable.
San Agustín afirma siguiendo el antiguo lema si quieres la paz prepara la guerra que la guerra se hace con el fin de
instaurar la paz. Al anotar las condiciones que legitima la guerra se muestra excesivamente oficialista y la condena
evangélica queda únicamente para para quienes utilizan la espada sin autorización o mandato legítimo de la
autoridad que es quien legitima la guerra.
la carta del derecho a la guerra y su licitud queda consagrada en el decreto de Graciano cuyo planteamiento será
afectado por Santo Tomás de Aquino quien señalará 3 condiciones para la licitud de la guerra:
1.- que sea declarada por un príncipe con autoridad y no por personas privadas.
2.- que esté en juegos una causa justa como había comentado San Agustín en el libro de Josué.
3.- que los combatientes tengan una intención recta y una cierta mesura y humanidad.
4.- Doctrina católica reciente Vamos a limpiar eso con agua sí pero
2) El Papa papá Juan XXIII concluyó su pontificado con la encíclica PACEM IN TERRIS y en la misma
llama al desarme de todas las naciones y al final del aumento del armamento. reconoce que la paz
internacional no puede apoyarse los equilibrios militares. Las relaciones internacionales deben regirse por
las normas de la recta razón, es decir, las normas de la verdad la, justicia y de una gran actividad solidaria
contratados amistosos.
I) CONCILIO VATICANO II
A punto de concluir el Concilio Vaticano segundo, el papá pronunció en la ONU un discurso con un dramático
ruego “nunca más la guerra”. dos años más tarde concluía su encíclica POPULORUM PROGRESSIO.
La encíclica del CONCILIO GAUDIUM SPES había abordado el problema de la guerra:
1) Había que frenar la crueldad de las guerras y el terrorismo. La sofisticación del armamento había crecido
exponencialmente apelando el Concilio al derecho internacional y a la conciencia ética de la humanidad.
Alababa a todos los que luchan por la paz y consideraba la guerra total como una tragedia. en momentos
álgidos de la guerra fría indicaba que el equilibrio de poder no es paz e invitaba a las naciones a abordar las
verdaderas causas de los conflictos.
2) El Concilio Vaticano segundo propugna una absolución total de la guerra. Hay que crecer y crear una
conciencia universal que trabaje por la paz, todos los hombres y estados son responsables de la paz
mundial.
J) DE JUAN PABLO II A
Han existido muchos conflictos tras el Concilio Vaticano segundo
1.- Juan Pablo segundo habló en la ONU en 1979 y denunció la producción masiva de armamento, alentó a la
Cooperación Internacional y señaló las injusticias como la causa primera de los conflictos. En el año 1995 volvió a
dar un discurso en la ONU para defender los derechos de las naciones como una extensión de los derechos de los
hombres y condenó el nacionalismo radical.
Menciono la guerra en varias encíclicas como por ejemplo en CENTESIMUS ANNUS Y LA EVANGELIUM
VITAE. Especial mención a su mensaje con ocasión del 50 aniversario del final de la Segunda Guerra mundial.
Su mensaje ha quedado plasmado en los numerosos mensajes anuales de las jornadas mundiales de la paz con 3
ideas fundamentales:
Con motivo del ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 Juan Pablo segundo reunió en Asís el 24
de enero de 2002 a los líderes de diferentes confesiones y religiones mundiales. El motivo no era otro que orar por la
paz y promoverla y evitar que la fe se convirtiera en motivo de discordia en El Mundo. Se concretó el decálogo de
Asís por la paz enviándose a todos los presidentes y jefes de gobiernos mundiales.
2.- Benedicto 16 eligió el título “en la verdad, la paz” en su primer mensaje con motivo de la jornada mundial de la
paz el 1 de enero de 2006 indicando en el mismo que la paz no puede reducirse a la ausencia de conflictos armados.
“la paz es imposible cuando falta la adhesión al orden trascendental de la realidad. la paz es posible cuando se
reconoce que todos los hombres pertenecen a la misma y única familia.
El papá aborda 3 temas concretos:
Loa busos contra personas civiles
El terrorismo
El riesgo atómico
El Papa recordó proyectos que buscaban la seguridad en las armas nucleares e indicó que la verdadera paz exige un
camino hacia el desarme progresivo y acordado de todas las naciones. pidió igualmente la renovación institucional y
operativa de la ONU con el objetivo de promover valores de Justicia solidaridad y paz. Proclama el Evangelio de la
paz siempre con la verdad de Dios y del hombre que constituyen los fundamentos de una auténtica paz.
A las causas de la guerra se refiere también el Catecismo de la iglesia católica cuando afirma que las desigualdades
excesivas y las envidias el orgullo y la desconfianza amenazan la paz y causan la guerra. (CCE 2317)
La primera tarea de la ética será conocer las causas reales que originan los conflictos no aquellas que parecen ser a
simple vista, recordó Benedicto 16 que los sistemas ideológicos y políticos aberrantes del siglo 21 han tergiversado
la verdad y han llevado al exterminio de hombres como a familias y comunidades enteras por lo que es necesario
hacer relucir la verdad.
El comercio de armas es una nueva forma de sometimiento de países en vías de desarrollo ya que genera una enorme
deuda externa y contribuye a mantenerlos en estado de pobreza y dependencia.
Hay que recordar las monstruosidades que la guerra parece justificar en referencia a los derechos humanos y a la
matanza de inocentes. No se puede defender moralmente el exterminio de un pueblo de una nación o de una minoría
étnica, antes que los acuerdos internacionales, el derecho internacional tenemos el derecho natural qué nos dice que
es preciso respetar y tratar con humanidad a los no combatientes, a los soldados heridos y a los prisioneros. Ni
siquiera el deber de obediencia militar puede excusar a los que practican la barbarie. Existe la obligación moral de
desobedecer aquellas decisiones que ordenen genocidios. CCE 2313.
2.- entre los aspectos positivos sobresale la necesidad de promover el respeto y el desarrollo de la vida humana y de
los derechos que contribuyen a salvaguardar la dignidad del ser humano. La paz no puede alcanzarse en la tierra si la
salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto a la dignidad de
las personas y de los pueblos y la práctica asidua de la fraternidad. Como decía San Agustín es la tranquilidad del
orden, obra de la justicia y efecto de la caridad.
La búsqueda de la paz exige el compromiso ético en pro de la justicia, en el día de hoy la cuestión de la paz sigue
siendo una utopía inaddicable.
1. Nos comprometemos a proclamar nuestra firme convicción de que la violencia y el terrorismo se oponen al
auténtico espíritu religioso, y, condenando todo recurso a la violencia y a la guerra en nombre de Dios o de la
religión, nos comprometemos a hacer todo lo posible por erradicar las causas del terrorismo.
2. Nos comprometemos a educar a las personas en el respeto y la estima recíprocos, a fin de que se llegue a una
convivencia pacífica y solidaria entre los miembros de etnias, culturas y religiones diversas.
3. Nos comprometemos a promover la cultura del diálogo, para que aumenten la comprensión y la confianza
recíprocas entre las personas y entre los pueblos, pues estas son las condiciones de una paz auténtica.
4. Nos comprometemos a defender el derecho de toda persona humana a vivir una existencia digna según su
identidad cultural y a formar libremente su propia familia.
5. Nos comprometemos a dialogar con sinceridad y paciencia, sin considerar lo que nos diferencia como un muro
insuperable, si no, al contrario, reconociendo que la confrontación con la diversidad de los demás puede convertirse
en ocasión de mayor comprensión recíproca.
6. Nos comprometemos a perdonarnos mutuamente los errores y los prejuicios del pasado y del presente, y a
sostenernos en el esfuerzo común por vencer el egoísmo y el abuso, el odio y la violencia, y por aprender del pasado
que la paz sin justicia no es verdadera paz.
7. Nos comprometemos a estar al lado de quienes sufren la miseria y el abandono, convirtiéndonos en voz de
quienes no tienen voz y trabajando concretamente para superar esas situaciones, con la convicción de que nadie
puede ser feliz solo.
8. Nos comprometemos a hacer nuestro el grito de quienes no se resignan a la violencia y al mal, y queremos
contribuir con todas nuestras fuerzas a dar a la humanidad de nuestro tiempo una esperanza real de justicia y de paz.
9. Nos comprometemos a apoyar cualquier iniciativa que promueva la amistad entre los pueblos, convencidos de
que el progreso tecnológico, cuando falta un entendimiento sólido entre los pueblos, expone al mundo a riesgos
crecientes de destrucción y de muerte.
10. Nos comprometemos a solicitar a los responsables de las naciones que hagan todo lo posible para que, tanto en
el ámbito nacional como en el internacional, se construya y se consolide un mundo de solidaridad y de paz fundado
en la justicia.
24 de enero de 2002