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Jhosmer Pérez
C.I. V-28.285.261
Exp. 73174
Características del compendio de la doctrina social de la iglesia
La paz es un atributo esencial de Dios, y todo lo creado tiene esa búsqueda de la misma.
La paz es una relación entre cualquier cosa creada y Dios, y esta es marcada por la rectitud.
Representa la plenitud de la vida, siendo un don divino dado a todos los hombres, siendo a su
vez la meta de la convivencia social.
Se le adjunta la frase: “Cuando el rey gobierna según la justicia de Dios, la rectitud brota y la
paz abunda”, Hasta que no haya luna.
La paz es un valor y un deber universal, y no debe ser considera solo ausencia de guerra.
Es fruto de la justicia, entendida como el respeto del equilibrio de todas las dimensiones de la
persona humana.
La guerra es un flagelo, y no representa nunca una búsqueda de la paz, en palabras sencillas, no
se puede buscar la paz a la fuerza porque estaría siendo una contradicción. Los conflictos
armados generan daños morales, materiales y físicos, y no es correcto pensar que profetas
armados o los estados promuevan la guerra por una falsa búsqueda de la paz.
En el caso de defensa, un estado tiene el derecho y el deber de defenderse con igual magnitud
con la que fuera atacado, siempre y cuando se cumplan una lista de condiciones rigurosas.
La carta de las Naciones Unidas, que surge a raíz de la Segunda Guerra Mundial, se basa en la
prohibición de la fuerza como medio o recurso para la resolución de conflictos.
Se debe proteger y ayudar a los inocentes y a las victimas que no puedan defenderse de la
agresión.
El principio de la humanidad, marca la obligación de proteger a la población civil de todos los
efectos consecuentes de la guerra.
Existen sanciones que funcionan como medidas para abrir negociaciones o diálogos que sirvan
como resolución para conflictos entre 2 partes.
Las armas de destrucción masiva representan una gran amenaza contra la integridad de todas
las personas, y quienes poseen estas tienen una gran responsabilidad delante de Dios y de la
humanidad.
Se condena el uso de niños y adolescentes como soldados y como iniciados en actos terroristas.
Es una difamación todos aquellos grupos delictivos y terroristas que dicen obrar a favor de Dios
o que alegan realizar actos sagrados.
La promoción de la paz en el mundo es parte de la misión que lleva la Iglesia, y ésta se encarga
de enseñar la verdadera paz, que solo es posible a través del perdón y la reconciliación.
Este perdón no debe anular las consecuencias y exigencias de la justicia, ni mucho menos
impedir el camino que conduce a la verdad.
La Iglesia lucha por la paz en la oración, y esta abre el corazón. Infunde el valor y sostiene a los
verdaderos amigo de la paz.