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RUPTURA PREMATURA DE
MEMBRANAS
1. DEFINICIÓN
Rotura Prematura de Membranas: se define como la rotura espontánea de las
membranas ovulares al menos dos horas antes del inicio del trabajo de parto. Puede
ocurrir en embarazos de término (37.0 semanas o más), o de Pretérmino (< 37.0
semanas).
2. FACTORES DE RIESGO
Los factores de Riesgo asociados a la Rotura Prematura de Membranas se observan
principalmente en embarazos Pretérmino. Entre los diferentes factores descriptos cabe
destacar los siguientes:
3. CLASIFICACION. –
4. FISIOPATOLOGIA
Las membranas fetales están formadas por el amnios, que recubre la cavidad
amniótica, y el corion, que se adhiere a la decidua materna. Inicialmente, el amnios y
el corion son capas separadas. El saco amniótico es visible en la ecografía hasta que
se fusiona con el corion al final de la semana 14 de gestación. Posteriormente, el
amnios y el corion se conectan mediante una capa de tejido conjuntivo rica en
colágeno, con el amnios representado por una sola capa epitelial cuboidal y capas de
tejido conjuntivo compactas y esponjosas subyacentes, y el corion más grueso
formado por capas reticular y trofoblástica. Juntos, el amnios y el corion forman una
unidad más fuerte que cualquiera de las capas individualmente. La remodelación
fisiológica de la membrana ocurre con el avance de la edad gestacional, lo que refleja
cambios en el contenido y tipo de colágeno, cambios en la matriz intercelular, y
apoptosis celular progresiva. Estos cambios conducen a un debilitamiento estructural
de las membranas, que es más evidente en la región del orificio cervical interno, la
ubicación típica de la rotura espontánea de la membrana.
La PROM prematura puede surgir a través de una serie de vías que, en última
instancia, dan como resultado un debilitamiento acelerado de la membrana. Las
bacterias ascendentes pueden secretar colagenasas y proteasas que causan
directamente el debilitamiento del tejido de la membrana fetal. Un aumento de las
citocinas locales del hospedador o un desequilibrio en la interacción entre las MMP y
los TIMP en respuesta a la colonización microbiana pueden tener efectos similares.
Existe evidencia que vincula la infección del tracto urogenital y la colonización con
PROM prematuro. Los cultivos de líquido amniótico después de PROM suelen ser
positivos (25 a 35%) y la evaluación histológica en el contexto de un parto prematuro
demuestra con frecuencia inflamación aguda y contaminación bacteriana a lo largo de
la interfaz coriodecidual. Aunque estos hallazgos pueden reflejar una infección
ascendente después de la PROM, es probable que la colonización bacteriana
ascendente esté directamente involucrada en la patogenia de la PROM prematura en
muchos casos. Los patógenos específicos del tracto genital que se han asociado con
PROM incluyen Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis, Tricomonas vaginalis
y Streptococcus β- hemolítico del grupo B (GBS). Aunque la bacteriuria por GBS se ha
asociado con PROM prematuro y bajo peso al nacer y es posible una asociación entre
la colonización cervical por GBS y PROM prematuro, 24 no parece que el transporte
vaginal por GBS esté asociado con PROM prematuro. Si bien se ha establecido una
asociación entre la vaginosis bacteriana y el parto prematuro, incluido el parto
prematuro debido a PROM no está claro si la vaginosis bacteriana simplemente
identifica a aquellas mujeres con una predisposición a la colonización e inflamación
anormales del tracto genital, facilita el ascenso de otras bacterias al tracto genital
superior, o causa directamente la ruptura patológica de la membrana.
Los efectos físicos relacionados con las contracciones prematuras y el prolapso de las
membranas con dilatación cervical prematura pueden predisponer las membranas
fetales a la rotura, al igual que el aumento de la presión intrauterina que se observa
con el polihidramnios. Es probable que ciertos trastornos del tejido conectivo (p. Ej.,
Síndrome de Ehlers-Danlos) puedan provocar un debilitamiento intrínseco de las
membranas y una ruptura temprana de la membrana. Las asociaciones clínicas con
PROM prematuro incluyen bajo nivel socioeconómico, masa corporal magra materna
(<19,8 kg / m 2), deficiencias nutricionales (p. ej., cobre, ácido ascórbico) y conización
cervical previa. Durante el embarazo, el tabaquismo materno, la presencia de un
cerclaje cervical, sangrado en el segundo y tercer trimestre, enfermedad pulmonar
aguda, episodios previos de trabajo de parto prematuro o contracciones y
sobredistensión uterina por polihidramnios o gestaciones múltiples también se han
relacionado con la RPM prematura. Aunque uno o más factores pueden conducir a la
ruptura de la membrana, la causa clínica final a menudo no es evidente en el momento
del parto.
5. DIAGNOSTICO
El primero de los procedimientos es la especuloscopía, que permite apreciar salida de
líquido amniótico a través del orificio externo del cuello uterino en forma espontánea o
a través de la compresión manual del abdomen materno que moviliza el polo fetal
pelviano, de modo que facilita la salida de líquido. Cuando el diagnóstico es evidente,
la altura uterina es menor que en los controles previos y las partes fetales se palpan
con facilidad.
En caso de duda clínica se recurrirá a la realización de:
1.Test de cristalización: Bajo microscopía se observa la cristalización de
las sales de sodio en forma de helecho.
La muestra debe ser obtenida del fondo de saco o pared vaginal y se
debe secar por 10 minutos antes de ser observada.
Tiene una sensibilidad descrita, entre 51-98% y especificidad 70-88%.
Falsos positivos de 5-10%, generalmente atribuibles a la presencia de
semen o mucus cervical en la muestra.
2. pH vaginal (normal pH 3.4-5.5): Es un test colorimétrico. El líquido amniótico es
alcalino (pH > a 6.5). Presenta falsos positivos (semen, orina, sangre, vaginosis
bacteriana) y falsos negativos (candidasis).
3. Ecografía fetal: evidencia de oligoamnios no existente previamente. Tiene una
escasa sensibilidad y especificidad.
Ambas pruebas son poco específicas y no concluyentes por lo que en casos
seleccionados en los que persiste la duda diagnóstica se recurrirá a:
4. Pruebas bioquímicas:
Insulin-like growth factor binding protein-1 (IGFBP-1) (PROM test®,
Amnioquick®): Su sensibilidad varía del 74-100% y su especificidad del 77-
98.2%.
Placental alpha microglobulin-1 (PAMG-1) (Amnisure): Presenta una
sensibilidad cercana al 99% y una especificidad que varía del 87.5-100%.
Ambas son pruebas con similar sensibilidad y especificidad por lo que pueden ser
utilizadas indistintamente en los casos en los que existe la duda diagnóstica de rotura
de membranas2.
5. Amniocentesis diagnóstica. En casos muy seleccionados, el diagnóstico definitivo
puede realizarse instilando fluoresceína (1 mL fluoresceína diluido en 9 mL de suero
fisiológico) en la cavidad amniótica mediante amniocentesis. La detección de
fluoresceína en una gasa vaginal a los 30-60 minutos confirma el diagnóstico de RPM,
aunque pasado este tiempo pierde especificidad.
En dilataciones avanzadas con membranas expuestas tanto las pruebas bioquímicas
como la amniocentesis con instilación de fluoresceína pueden presentar falsos
positivos.
6.-DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial del líquido amniótico suele ser con orina, flujo o semen. El
criterio clínico y los test permiten la diferenciación en la mayoría de los casos.
7.- COMPLICACIONES MATERNAS Y FETALES
Las complicaciones maternas y fetales asociadas a la Rotura Prematura de
Membranas se presentan en forma inversamente proporcional a la edad
gestacional en que ocurre la rotura y al volumen residual de líquido amniótico, y
se relacionan en forma directa con el intervalo entre la rotura y el nacimiento. En
la Rotura Prematura de Membranas de Pretérmino, la mayoría de los nacimientos
ocurre dentro de los siete días y en más del 75% de los casos, dentro de las dos
semanas. Entre las complicaciones descriptas se destacan las siguientes:
Prematurez: esta asociación depende de la edad gestacional de presentación de la
rotura de membranas, asociando en estos casos la morbilidad perinatal propia del
nacimiento Pretérmino: enterocolitis necrotizante, sepsis, hemorragia intraventricular,
síndrome de dificultad respiratoria.
Muerte Fetal: su asociación es mayor cuanto menor es la edad gestacional de la
ruptura y menor el volumen de líquido. Suele ser secundaria a la infección pero
también puede ser consecuencia de emergencias obstétricas asociadas a la Rotura
prematura de membranas como el desprendimiento placentario y la procidencia de
cordón.
Deformidades fetales: estos hallazgos se observan en la Rotura Prematura de
Membranas ocurrida en el segundo trimestre, previo a la viabilidad, secundarios a una
reducción franca del volumen del líquido amniótico. A menor líquido, mayor riesgo. La
hipoplasia pulmonar se observa en el 30% de estos casos y presenta una alta
mortalidad perinatal superior al 70%. Las malformaciones de posición (artrogrifosis,
tortícolis, pie bot, etc.), dependen del volumen de líquido amniótico y el tiempo de
latencia, pero pueden ocurrir a cualquier edad gestacional dado que el desarrollo
articular se presenta a lo largo del embarazo.
Presentaciones anómalas fetales: pelviana y transversa.
Complicaciones ovulares: Desprendimiento placentario: su presencia es mayor
cuanto menor es la edad gestacional de ocurrencia de la Rotura de Membranas.
Procidencia de cordón (2 – 5%)
Hemorragias de la primera y segunda mitad del embarazo y post parto. Retención
placentaria.
Infecciones maternas y perinatales: Corioamnionitis: su presencia puede ser
causa o consecuencia de la Rotura Prematura de Membranas. Cuando se presenta,
suele hacerlo dentro de los siete días de ocurrida la ruptura. Su presencia es mayor
cuanto menor es el volumen de líquido amniótico.
Endometritis puerperal: se observa en el 30% de los embarazos del segundo
trimestre, disminuyendo su frecuencia a mayor edad gestacional. Sepsis: < 3%
8.MANEJO DE RUPTURA PREMATURA DE MEMBRANAS
GESTACIONES A TÉRMINO
En gestantes con RPM a término, la finalización de la gestación de forma inmediata (al
ingreso) o en las siguientes 24 h se asocia a un menor riesgo de corioamnionitis
clínica y endometritis que la conducta expectante sin aumentar por ello el riesgo de
morbimortalidad materna ni neonatal, ni la tasa de cesáreas o partos instrumentados,
ni el riesgo de sepsis neonatal3. Ambos métodos de finalización (maduración con
prostaglandinas o inducción con oxitocina) presentan resultados perinatales similares
aunque se ha observado que la inducción con oxitocina se asocia a una latencia al
parto más corta y a un menor riesgo de corioamnionitis4. Por último, en la RPM a
término, a diferencia de las pretérmino, no existe un consenso universal respecto la
utilización de antibióticos.
Con este conocimiento, nuestro manejo de la RPM a término diferirá en función de las
horas de evolución de RPM:
GESTANTE CON RPM DE < 24 HORAS DE EVOLUCIÓN:
1. Pruebas complementarias: Al ingreso NO será necesario hemograma ni PCR.
2. Antibioterapia: No existe evidencia suficiente para justificar la profilaxis antibiótica en
RPM a término salvo en caso de portadoras de SGB. Es por ello que si RPM < 24h y
SGB negativo NO iniciaremos antibioterapia coincidiendo con la finalización.
Únicamente en las pacientes SGB positivo, administraremos ATB al ingreso con:
Si dinámica uterina (DU): penicilina 5M ev + penicilina 2,5M/4h ev o ampicilina
2g ev + 1g/4h ev.
Si NO DU: amoxi-Clavulánico 1g/6 horas ev (presenta una mayor cobertura
frente a microorganismos que la penicilina).
Alergias: clindamicina 900 mg/8h ev (sólo si el antibiograma es sensible). Si es
resistente a clindamicina o se desconoce antibiograma, teicoplanina 600mg/24
h ev.
Finalización de la gestación: Aunque se respetará la conducta expectante en
aquellas mujeres que lo soliciten, nuestra recomendación en una mujer con
RPM que no ha iniciado el trabajo de parto será finalizar de forma activa la
gestación en las horas siguientes al ingreso. El método de finalización
(misoprostol/dinoprostona/oxitocina) dependerá de las condiciones cervicales,
aunque se valorarán aspectos como el descanso nocturno de la gestante, la
paridad y la organización/disponibilidad de la guardia.
GESTANTE CON RPM DE ≥ 24 HORAS DE EVOLUCIÓN:
1. Pruebas complementarias: Al ingreso se solicitará hemograma y PCR.
2. Antibioterapia: Inicio al ingreso de amoxi-Clavulánico 1g/6 horas ev,
independientemente del estado portador de SGB. Alergias: el tratamiento de elección
es clindamicina 900 mg/8 h ev (si antibiograma sensible) o teicoplanina 600 mg/24 h
ev (si resistente a clindamicina o antibiograma desconocido).
3. Finalización de la gestación: se programará la finalización de la gestación al ingreso.
El método de finalización (misoprostol/dinoprostona/oxitocina) dependerá de las
condiciones cervicales, aunque se valorarán aspectos como el descanso nocturno de
la gestante, la paridad y la organización/disponibilidad de la guardia.
RPM PRETÉRMINO
CONSIDERACIONES GENERALES en el manejo en UCIAS:
1. Datar la gestación. Si es posible, mediante la ecografía del 1º trimestre.
2. Descartar la presencia de otros factores de riesgo mediante la anamnesis y la
exploración
3. Evitar en estas gestantes los tactos vaginales salvo dinámica uterina establecida
que requiera de la valoración de las condiciones obstétricas. La valoración cervical se
hará mediante:
Espéculo
Longitud cervical ecográfica
Pruebas complementarias
Hemograma, PCR, pruebas de coagulación (éstas últimas si no actualizadas
en los últimos 2 meses)
NST (UCIAS): para valorar bienestar fetal y descartar la presencia de
dinámica uterina
Ecografía fetal básica: Estática fetal, biometrías, líquido amniótico.
Antibioterapia: se iniciará antibioterapia profiláctica de amplio espectro con
ampicilina 2g/6h ev + ceftriaxona 1g/12h ev + claritromicina 500 mg/12 h vo. La
profilaxis antibiótica propuesta es de amplio espectro, presenta una buena
seguridad (respecto toxicidad) tanto para el feto como para la madre y penetra
de forma completa y en pocas horas en tejidos como la placenta.
Consideraciones con la antibioterapia:
1. En caso de Alergias a penicilinas o betalactámicos: la profilaxis de elección será la
combinación de teicoplanina 600 mg/24h ev + aztreonam 1g/8h ev + claritromicina 500
mg/12 h vo. Su utilización como profilaxis de RPM no aumenta el riesgo de
resistencias por lo que seguirán siendo fármacos de elección en caso de utilizarse en
el tratamiento de infecciones por gérmenes sensibles a los mismos.
2. En el caso que la paciente ya haya iniciado tratamiento antibiótico en otro centro
distinto al propuesto en nuestro protocolo, substituiremos la pauta antibiótica al
protocolo actual.
3. Como excepción a la profilaxis propuesta, en las gestantes con algún cultivo orina
positivo (independientemente del trimestre de gestación) para gérmenes Gram
negativos productores de betalactamasas (BLEAs) se sustituirá la ceftriaxona por
antibioterapia sensible a Gram negativos BLEAs según antibiograma. En caso de no
disponer de antibiograma, se administrará ertapenem 1g/24h ev. El resto de
antibióticos (ampicilina 2g/6h ev + claritromicina 500 mg/12 h vo) se mantendrán sin
cambios.
4. Finalmente, hay que considerar que existen algunas mujeres con mayor riesgo de
ser portadoras de beta-lactamasas de espectro extendido (BLEE o BLEA):
a. Infección o colonización previa en los últimos 6m por BLEE (u otro meticilino
resistente) (criterio mayor)
b. Ó 2 o más de los siguientes factores:
Comorbilidad (IRC, DM pregestacional, Cardiopatía, EPOC),
Inmunosupresión (neutropénicas, trasplante de órgano sólido o
precursores hematopoyéticos, corticoides (>20mg/día de prednisona
o equivalente durante más de 2 semanas), inmunosupresores o
citostáticos, HIV con <200CD4+, inmunodeficiencias primarias).
Portadora de sonda vesical.
Antecedente de ingreso hospitalario >72h en los 3 meses previos.
Uso de antibiótico sistémico (oral o ev) durante ≥ 5 días en los 3
meses previos (frecuentes en pacientes con ITUs de repetición).
Procedente de áreas endémicas (Latinoamérica, Caribe, Asia,
Región Mediterránea extracomunitaria) que lleven < 6 meses
viviendo en nuestro país.
Cuando existan estos factores de riesgo (1 mayor o 2 menores), o si microbiología
informa en alguno de los cultivos de germen BLEE o BLEA, se administrará ampicilina
2g/6h ev + ertapenem 1g/24h ev + claritromicina 250 mg/12h vo. En estos casos
seleccionados se cursará un frotis rectal para despistaje BLEE al ingreso, ya que si
pare o hace corioamnionitis clínica puede ser información importante para obstetra y
neonatólogo.
6. Finalización de la gestación: Ante un cuadro de corioamnionitis clínica o pérdida de
bienestar fetal (ej. NST patológico o PBF < 4/10) se finalizará la gestación
independientemente de la edad gestacional.
En ausencia de dichas complicaciones, se individualizará el manejo clínico de estas
mujeres en función de la edad gestacional estimando el riesgo para la madre, para el
feto y las complicaciones neonatales derivadas de un parto pretérmino.
GESTACIONES DE 35.0 – 36.6 SEMANAS
1. Ingreso hospitalario.
2. Antibioterapia: al ingreso se iniciará antibioterapia profiláctica de amplio espectro
con ampicilina 2g/6h ev + ceftriaxona 1g/12h ev + claritromicina 500 mg/12 h vo.
Aplicar las mismas consideraciones respecto antibioterapia que en apartado anterior
respecto alergias y gérmenes BLEE.
2. Corticoterapia: NO indicada.
3. Tocolisis: NO indicada.
4. Finalización de la gestación: igual manejo que en RPM a término