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Maestría en Derecho Procesal Civil con

Especialización en Juicios Orales

Materia: AUDIENCIA PRELIMINAR

TRABAJO DE FALSEDAD DE DOCUMENTOS

Alumno:
EMILIANO VILLA

Ciudad de México, 5 de octubre de 2020.


1. ¿Qué incidente procede cuando un documento resulta falso?
R: Incidente de falsedad de documento.

2. ¿En qué momento procesal se hace valer el Incidente?


R: De conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código de Procedimientos Civiles
para el Distrito Federal, el momento para hacer valer el incidente de falsedad de documento
abarca desde la contestación de la demanda y hasta seis días anteriores a la celebración de
la audiencia de pruebas y alegatos.

Las partes pueden impugnar la falsedad de documentos aportados tanto al momento de


presentar los escritos de demanda y contestación como en la reconvención y contestación
de ésta o en algún otro momento, hasta seis días antes de la audiencia referida, por lo que
la impugnación de falsedad debe hacerse valer como defensa o excepción al contestar la
demanda.

3. ¿Qué pruebas resultan idóneas para probar el incidente de falsedad de


documento?
R: Documentales que acrediten que el documento es falso, lo que podría ser con otra
documental pública o privada que acrediten lo contrario del documento exhibido, por el
contrario, tanto en su continente como en su contenido. Las pruebas pueden ser:

a) Pericial en Grafología: en caso de que la falsedad sea en la firma o en el contenido


del escrito.

b) Informe de la Institución de la que se cree que no emitió la documental (en caso de


que sea una documental pública), en ésta se acreditaría que dicha institución emitió
o no el informe, así como la veracidad en el sello.

c) Documentales: En similitud a las que ofrezca el contrario, con la distinción en su


continente y contenido.

Para efectos de acreditar lo antes manifestado se ejemplificará de la siguiente manera:

• Actor: Pablo Francisco Cisneros


• Vía: Ordinario Civil
• Acción: Plenario de Posesión
• Demandado: Fátima Guzmán Cortés
• Fecha de presentación de la demanda: primero de agosto del dos mil veinte
• C. Juez competente: Primero de lo Civil en primera instancia, expediente
672/2020.
• Valor del inmueble según el avaluó es por la cantidad de $700,000.00
• Auto admisorio: seis de agosto del dos mil veinte
• Fecha de emplazamiento al demandado: veinte de agosto del dos mil veinte
• Fecha de contestación a la demanda: veintisiete de agosto del año en curso
• Dentro de la cual se hizo valer como excepción de falsedad de la documental
privada, consistente en el contrato de compraventa, (documento base de la
acción).
• Fecha de interposición de la demanda incidental: dos de octubre 2020
• Fecha de audiencia: veinte de octubre del dos mil veinte.
Pablo Francisco Cisneros
VS
Fátima Guzmán Cortés
Ordinario Civil/Plenario de Posesión
Incidente de falsedad de documentos
Exp.: 672/2020

C. Juez Primero de lo Civil en la


Ciudad de México

Fátima Guzmán Cortés, promoviendo por mi propio derecho en mi carácter


de demandada vengo a demandar en la vía incidental del C. Pablo Francisco Cisneros
la FALSEDAD DE DOCUMENTOS del contrato de compraventa que exhibe como
documento base de la acción, el cual puede ser localizado en calle Rio Tenayuca 23,
colonia Vértiz Narvarte alcaldía Benito Juárez, código postal 03600 Ciudad de
México, del que reclamo las siguientes:

PRESTACIONES

➢ La nulidad del documento base de la acción consistente en el contrato de


compraventa de fecha 15 de enero de 2019.

➢ El pago de gastos y costas que se genere en el presente asunto.

HECHOS

➢ En fecha tres de enero de dos mil catorce, la suscrita celebró contrato de


compraventa con el C. ARON CHAVEZ ROSA, que se elevó a escritura pública por
el Notario Público número 51 de la Ciudad de México, con número de escritura
8541 (Anexo 1).

➢ En fecha veinte de marzo de dos mil catorce, se inscribió en el Registro Público


de la Propiedad y el Comercio la escritura pública número 8541, bajo el número
de folio real 5142369 (Anexo 2).

➢ En fecha treinta de marzo del dos mil catorce, la suscrita ingresé al domicilio
ubicado en DOLORES 16, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, código postal
06000, Ciudad de México, México.
➢ En fecha primero de agosto de dos mil veinte el C. Pablo Francisco Cisneros
ingresó escrito inicial de demanda, al que por turno le tocó conocer al C. Juez
Primero de lo Civil en la Ciudad de México, bajo el número de expediente
672/2016.

➢ En fecha de publicación nueve de agosto de dos mil veinte, se publicó un auto


de fecha seis de agosto del año en curso, en el que, entre otras cosas, se admite
la demanda y se ordena el emplazamiento a la suscrita.

➢ En fecha veinte de agosto de dos mil veinte la suscrita fui notificada de la


demanda instaurada en mi contra.

➢ En fecha veintisiete de agosto de dos mil veinte di contestación a la demanda


dentro de la cual interpuse como excepción y defensa la de IMPUGNACIÓN DEL
DOCUMENTO BASE DE LA ACCIÓN exhibido por mi contrario en su escrito inicial
de la demanda, consistente en el contrato de compraventa de fecha primero de
octubre de dos mil diecinueve.

Son aplicables las siguientes consideraciones de:

DERECHO

Lo anterior se robustece con la tesis número 2358, Publicada en el Semanario Judicial


de la Federación y su Gaceta, en la Novena Época, la cual ser dicta al tenor de lo
siguiente:

DOCUMENTOS. OBJECIÓN E IMPUGNACIÓN DE FALSEDAD.


DIFERENCIAS (Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal).

La objeción y la impugnación de falsedad de documentos previstas en los


artículos 335 y 386 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal, respectivamente, son instituciones diferentes, en razón a su
naturaleza, finalidad, materia, plazo y sustanciación. En conformidad con el
primero de los preceptos, la objeción es el medio dado por la ley para evitar
que se produzca el reconocimiento tácito del documento privado y para
conseguir de esa manera, que el valor probatorio del propio instrumento
permanezca incompleto. En cambio, la impugnación de falsedad, prevista en el
artículo 386 del citado ordenamiento, constituye un acto jurídico distinto que
opera en diferentes circunstancias a las de la objeción de un documento
privado, puesto que esta impugnación se ejercita para evidenciar la falsedad de
un documento, ya sea público o privado. En atención a la naturaleza de las
citadas instituciones, la diferencia radica en que, la objeción es un acto jurídico,
esto es, una expresión de voluntad tendente a poner de manifiesto, que quien
la produce no está dispuesto a someterse al documento privado contra el cual
se formula ni a pasar por él. De manera que la actitud de quien opone tal reparo
evita incurrir en el no hacer o en la pasividad ante el instrumento y, por ende,
dicha conducta activa consigue que no se produzca el reconocimiento tácito del
documento privado. Por cuanto hace a la impugnación de falsedad se
encuentra que, aunque implica también una manifestación de voluntad, la
característica que la distingue es que está dotada de un propósito más
enérgico, porque a diferencia de la objeción, en la que sólo se busca no incurrir
en la impasibilidad para que un documento privado no quede perfeccionado,
en la impugnación de falsedad, la voluntad está encaminada a privar de efectos
al documento que, por alguna razón, ya tiene pleno valor probatorio, como por
ejemplo: un documento público, o bien, un documento privado atribuido a la
contraparte del oferente de la prueba, cuya firma ha sido reconocida por su
autor, etcétera. De esta manera, para que quede patentizado el sentido hacia
el cual se orienta la voluntad del promovente del incidente de impugnación de
falsedad, al plantearse, deben exponerse claramente los motivos específicos
por los cuales se redarguye de falso el documento, así como las pruebas con las
que éstos se pretendan demostrar, las cuales deben ofrecerse en términos del
artículo 386 del Código de Procedimientos Civiles. Esto se logra a través de la
formulación de una demanda incidental, en la cual esté indicada la petición y la
causa de pedir, así como las pruebas aptas para demostrar esta última. Otra de
las diferencias que existe entre las instituciones en estudio es la atinente a su
finalidad, pues la objeción tiene como presupuesto la aportación al juicio de un
documento privado. Esta clase de instrumentos son imperfectos y necesitan de
otro medio probatorio para poder completarse. Uno de los medios que da la
ley para perfeccionar al documento privado es el reconocimiento tácito, que
surge de la impasibilidad de la contraparte del oferente frente a tal
instrumento, en el tiempo previsto en la ley. Por tanto, la finalidad de la
objeción consiste en evitar que se produzca el reconocimiento tácito, con lo
cual se logra que el valor probatorio del documento privado permanezca
imperfecto. En cambio, en la impugnación de falsedad, el presupuesto consiste
en que uno de los contendientes aporte un documento público al juicio, o bien,
uno privado, pero ya perfeccionado, por ejemplo, porque el oferente ya ha
obtenido su perfeccionamiento con algún medio previsto por la ley, por
ejemplo, el reconocimiento expreso de la firma. Con la objeción se evita
completar una prueba que por sí misma es imperfecta. En tanto que, con la
impugnación de falsedad, a un medio de prueba que en principio tiene plena
fuerza de convicción, quien hace valer el incidente respectivo pretende
disminuir o anular esos efectos probatorios plenos. Por cuanto hace a la
materia de las instituciones citadas, la objeción (artículo 335 del Código de
Procedimientos Civiles) recae sobre documentos privados y la impugnación de
falsedad se dirige, indistintamente, contra documentos públicos y privados
(artículo 386, primer párrafo). Otra distinción de ambas instituciones se
encuentra en el factor temporal, esto es, en el plazo otorgado por la ley para
plantear una u otra. En la objeción se cuenta con tres días para formularla, lo
que indica un tiempo breve. En cambio, en el incidente de falsedad de
documento no se cuenta con un plazo específico; sin embargo, se prevé un
tiempo acotado claramente para que se presente el incidente respectivo, que
va desde la contestación de la demanda, hasta seis días antes de la celebración
de la audiencia de pruebas y alegatos, lo que implica que se tiene un periodo
más amplio que en la objeción. Por cuanto hace a la sustanciación, la ley prevé
detalladas formalidades para que la autoridad pueda conocer de la
impugnación de falsedad, formalidades que corresponden a la naturaleza,
finalidad, materia, plazo, etcétera, de la institución. Esto contrasta con el escaso
formalismo previsto en la ley para la objeción, puesto que, la ley sólo menciona
el breve plazo de tres días que se tiene para hacerla valer. De ahí que, las
diferencias apuntadas permitan concluir que la objeción e impugnación de
falsedad de documentos constituyen actos jurídicos distintos que no deben
confundirse.

Así como la tesis número 1127, publicado en el Semanario Judicial de la Federación,


Novena Época.

FALSEDAD DEL DOCUMENTO BASE DE LA ACCIÓN EN UN PROCESO


CIVIL. DEBE IMPUGNARSE COMO DEFENSA O EXCEPCIÓN AL
CONTESTAR LA DEMANDA.
De una interpretación sistemática del contenido del artículo 386 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal puede establecerse válidamente
que, por regla general, se concede el derecho de impugnar de falso
un documento en un plazo que abarca desde la contestación de la demanda y
hasta seis días anteriores a la celebración de la audiencia de pruebas y alegatos,
lo que implica la posibilidad de que las partes impugnen la falsedad de
documentos aportados tanto al momento de presentar los escritos de
demanda y contestación como en la reconvención y contestación de ésta, o en
algún otro momento del juicio, hasta antes de la audiencia referida, de lo que
se deduce que tratándose de la impugnación
de falsedad del documento base de la acción, aun cuando opera el mismo
plazo, debe tenerse como un caso excepcional y exigir como requisito o
condición previa, que la falsedad indicada se haga valer como defensa o
excepción al contestar la demanda. Lo anterior, porque tratándose
del documento basal de un proceso civil, para no tenerlo como consentido, la
inconformidad en su contra debe ser inmediata, ya sea porque las firmas en él
consignadas no correspondan a las de las personas supuestamente signantes,
o bien, porque exista algún otro vicio formal que le reste validez. En tal virtud,
atento a la naturaleza jurídica de dichas cuestiones, es inconcuso que el
enjuiciado puede y debe hacer valer esos aspectos desde el momento de
contestar la demanda, dado que se le corre traslado tanto con las copias del
escrito de demanda como del documento fundatorio de la acción desde que es
emplazado, momento a partir del cual tiene la oportunidad de conocer el
contenido y las irregularidades que pudieran existir, contando con el tiempo
suficiente para la impugnación que al efecto considere pertinente y que, a su
juicio, afecte la validez del documento basal. Por tales motivos, es lógico y sano
estimar que esas circunstancias deben exponerse al contestar la demanda
oponiendo las defensas o excepciones que forman parte de la litis del juicio; lo
que a su vez le permitirá contar con la posibilidad de promover
el incidente contenido en el referido numeral 386 del código adjetivo civil en
comento dentro del plazo establecido y se resuelva congruentemente la litis
planteada en el juicio para que no se preste a maniobras retardatorias,
contrarias a derecho y a los principios procesales contenidos en la ley.
Considerar lo contrario, esto es, que no se tuviera como requisito para
impugnar la falsedad del documento básico que se hiciera valer como defensa
o excepción al momento de contestar la demanda y, por ende, que no formara
parte de la litis planteada en el asunto, traería como consecuencia, en primer
término, que la demandada pudiera impugnar con posterioridad y subsanar
omisiones del escrito de contestación respectivo, aun sin haberlo presentado
y, en segundo lugar, que pudiera oponer, en su caso, defensas y excepciones
que no formaron parte de la litis en el proceso, con la subsecuente violación al
principio de igualdad procesal de las partes que debe regir en todos los
procesos judiciales.

SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Así como la tesis número 40321, publicada en el Semanario Judicial de la


Federación, publicados en la Novena Época.
INCIDENTE DE FALSEDAD DE DOCUMENTOS A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO
153 DE LA LEY DE AMPARO. NO SÓLO VERSA SOBRE LOS SELLOS Y FIRMAS
QUE LOS CALCEN, SINO QUE SU MATERIA PUEDE REFERIRSE A LA
VERIFICACIÓN DE OTROS ELEMENTOS EXTERNOS, POR LO QUE SI AQUÉLLOS
(SELLOS Y FIRMAS) NO SON ANALIZADOS, ESA CIRCUNSTANCIA NO HACE QUE
DICHOS DOCUMENTOS ADQUIERAN AUTENTICIDAD, SI POR DIFERENTES
MEDIOS SE DEMUESTRA LA FALTA DE ÉSTA.

Voto particular de la Magistrada Clementina Flores Suárez: Con todo respeto


disiento del criterio sostenido por la mayoría toda vez que, en mi opinión, es
esencialmente fundado el primer agravio hecho valer por el quejoso.-En efecto,
en el aludido motivo de inconformidad el impetrante de garantías expone, en
esencia, que es ilegal el fallo recurrido, toda vez que la juzgadora federal
determinó que carecía de interés jurídico para promover el juicio de amparo al
no contar con la manifestación de construcción correspondiente, en tanto
estimó como falsa la copia certificada de la manifestación de construcción tipo
"B" o "C" con número de folio **********, que exhibió.-Al respecto, el quejoso
señala que tal determinación es incorrecta, toda vez que las responsables en
ningún momento objetaron las firmas o el sello que calza la documental en
cuestión, toda vez que tales elementos son los que dan valor a dicho
documento.-En mi opinión, asiste la razón al quejoso.-Ello es así, toda vez que
del análisis del fallo recurrido, específicamente del considerando sexto, se
advierte que la Jueza de Distrito sobreseyó en el juicio de garantías por falta de
interés jurídico, al haber determinado, en el considerando quinto, que existían
suficientes elementos probatorios aportados por las autoridades responsables
en el incidente de objeción de documentos que demostraban la falsedad de la
copia certificada de la manifestación de construcción tipo "B" o "C" con número
de folio **********, que anexó como prueba la parte quejosa, en tanto
quedaba demostrado que en la Subdirección de Ventanilla Única de la
Delegación del Gobierno del Distrito Federal en Miguel Hidalgo, no se recibió ni
registró la manifestación de construcción antes referida y, por ende, procedía
declararla como falsa para los efectos de ese juicio de amparo.-Sin embargo, al
tenor de lo dispuesto por el artículo 153 de la Ley de Amparo, los alcances o la
materia de la objeción de falsedad del documento debe referirse a su
autenticidad, es decir, a su continente y no a su contenido, situación que no
respetó el fallo recurrido, en tanto la declaratoria de falsedad se basó en la
impugnación del contenido de la manifestación de construcción tipo "B" o "C"
aportada por el quejoso y no a su continente.-En efecto, el artículo 153 de la
Ley de Amparo, dispone: "Artículo 153. Si al presentarse un documento por una
de las partes, otra de ellas lo objetare de falso, el Juez suspenderá la audiencia
para continuarla dentro de los diez días siguientes; en dicha audiencia, se
presentarán las pruebas y contrapruebas relativas a la autenticidad del
documento.-Lo dispuesto en este artículo sólo da competencia al Juez para
apreciar, dentro del juicio de amparo, de la autenticidad con relación a los
efectos exclusivos de dicho juicio.-(adicionado, D.O.F. 16 de enero de 1984).-
Cuando el Juez desechare la objeción presentada, podrá aplicar al promovente
de (sic) la propuso una multa de diez a ciento ochenta días de salario.".-El
numeral transcrito autoriza a objetar de falsos los documentos presentados por
alguna de las partes; y en su párrafo segundo precisa los alcances o la materia
de tal objeción al señalar que lo dispuesto en el propio precepto legal sólo da
competencia al Juez para apreciar, dentro del juicio de amparo, la autenticidad
con relación a los efectos exclusivos de dicho juicio.-De lo anterior, deriva que
la objeción de falsedad del documento debe referirse a su autenticidad, es
decir, a su continente y no a su contenido, pues esto último será materia de
análisis al emitirse la sentencia correspondiente con base en los elementos
probatorios aportados por las partes y demás constancias de autos.-En otras
palabras, el incidente a que se refiere el artículo 153 de la Ley de Amparo, sólo
procede en aquellos casos en que se aduzca de falso un documento ofrecido
como prueba en un juicio de amparo indirecto, entendiéndose que la
falsificación se da en aquél, sea porque haya sido alterado en su texto original
o porque las firmas no correspondan a las personas que lo suscriben, a efecto
de que el oferente demuestre su autenticidad.-Sirve de apoyo a lo anterior el
criterio sostenido por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
la tesis de jurisprudencia P./J. 5/2001, aprobada en su sesión privada celebrada
el once de enero de dos mil uno, publicada en la página 10, Tomo XIII, enero de
2001, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, que es
del tenor siguiente: "INFORME JUSTIFICADO. PUEDE SER OBJETADO DE FALSO
SÓLO EN CUANTO A SU AUTENTICIDAD.-El artículo 153 de la Ley de Amparo
autoriza a objetar de falsos los documentos presentados por alguna de las
partes; y en su párrafo segundo precisa los alcances o la materia de tal objeción
al señalar que lo dispuesto en el propio precepto legal sólo da competencia al
Juez para apreciar, dentro del juicio de amparo, la autenticidad con relación a
los efectos exclusivos de dicho juicio, precisión que de por sí indica que la
objeción de falsedad del documento debe referirse a su autenticidad, es decir,
a su continente y no a su contenido, pues esto último será materia de análisis
al emitirse la sentencia correspondiente con base en los elementos probatorios
aportados por las partes y demás constancias de autos. De ahí que el
documento público en el que la autoridad responsable rinde su informe
justificado sólo pueda ser objetado de falso en cuanto a su autenticidad y no
respecto de su contenido.".-A mi parecer, el decidir si las autoridades
responsables recibieron y registraron o no la manifestación de construcción
tipo "B" o "C" con número de folio **********, que anexó como prueba la
parte quejosa, implica objetar su contenido y no así su continente.-Ello es así,
porque se ponen en duda aspectos que atañen a la manera en que fue expedida
la referida manifestación de construcción.-Por tanto, al no impugnarse las
firmas o el sello que calza la documental en cuestión, que constituyen
objeciones al continente y no al contenido, resulta incorrecta la determinación
alcanzada por la juzgadora federal, en tanto declaró la falsedad del documento
aludido.-Por las razones que preceden me aparto del criterio sostenido por la
mayoría, toda vez que, en mi opinión, es esencialmente fundado el primer
agravio hecho valer por el quejoso.

En términos de lo previsto en los artículos 3, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de


Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta
versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
Así como la tesis número 1127, publicado en el Semanario Judicial de la Federación
y su gaceta, Novena Época, la cual se describe a continuación:
FALSEDAD DEL DOCUMENTO BASE DE LA ACCIÓN EN UN PROCESO
CIVIL. DEBE IMPUGNARSE COMO DEFENSA O EXCEPCIÓN AL
CONTESTAR LA DEMANDA.

De una interpretación sistemática del contenido del artículo 386 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal puede establecerse válidamente
que, por regla general, se concede el derecho de impugnar de falso un
documento en un plazo que abarca desde la contestación de la demanda y
hasta seis días anteriores a la celebración de la audiencia de pruebas y alegatos,
lo que implica la posibilidad de que las partes impugnen
la falsedad de documentos aportados tanto al momento de presentar los
escritos de demanda y contestación como en la reconvención y contestación
de ésta, o en algún otro momento del juicio, hasta antes de la audiencia
referida, de lo que se deduce que tratándose de la impugnación de falsedad del
documento base de la acción, aun cuando opera el mismo plazo, debe tenerse
como un caso excepcional y exigir como requisito o condición previa, que
la falsedad indicada se haga valer como defensa o excepción al contestar la
demanda. Lo anterior, porque tratándose del documento basal de un proceso
civil, para no tenerlo como consentido, la inconformidad en su contra debe ser
inmediata, ya sea porque las firmas en él consignadas no correspondan a las de
las personas supuestamente signantes, o bien, porque exista algún otro vicio
formal que le reste validez. En tal virtud, atento a la naturaleza jurídica de
dichas cuestiones, es inconcuso que el enjuiciado puede y debe hacer valer esos
aspectos desde el momento de contestar la demanda, dado que se le corre
traslado tanto con las copias del escrito de demanda como del documento
fundatorio de la acción desde que es emplazado, momento a partir del cual
tiene la oportunidad de conocer el contenido y las irregularidades que pudieran
existir, contando con el tiempo suficiente para la impugnación que al efecto
considere pertinente y que, a su juicio, afecte la validez del documento basal.
Por tales motivos, es lógico y sano estimar que esas circunstancias deben
exponerse al contestar la demanda oponiendo las defensas o excepciones que
forman parte de la litis del juicio; lo que a su vez le permitirá contar con la
posibilidad de promover el incidente contenido en el referido numeral 386 del
código adjetivo civil en comento dentro del plazo establecido y se resuelva
congruentemente la litis planteada en el juicio para que no se preste a
maniobras retardatorias, contrarias a derecho y a los principios procesales
contenidos en la ley. Considerar lo contrario, esto es, que no se tuviera como
requisito para impugnar la falsedad del documento básico que se hiciera valer
como defensa o excepción al momento de contestar la demanda y, por ende,
que no formara parte de la litis planteada en el asunto, traería como
consecuencia, en primer término, que la demandada pudiera impugnar con
posterioridad y subsanar omisiones del escrito de contestación respectivo, aun
sin haberlo presentado y, en segundo lugar, que pudiera oponer, en su caso,
defensas y excepciones que no formaron parte de la litis en el proceso, con la
subsecuente violación al principio de igualdad procesal de las partes que debe
regir en todos los procesos judiciales.

Amparo directo 3186/2004. Alejandro Leal Cortés. 27 de mayo de 2004.


Unanimidad de votos. Ponente: María Soledad Hernández de Mosqueda.
Secretario: Hiram Casanova Blanco.

Tesis aislada, Quinta Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la


Federación Tomo IV, Materia: Civil. Página: 25, de rubro y texto:
JUICIO CIVIL, SUSPENSION DEL. SI DURANTE LA SECUELA DE
UN JUICIO CIVIL, SURGE UN INCIDENTE PENAL, POR RAZÓN DE
IMPUGNARSE DE FALSEDAD EL DOCUMENTO BASE DA LA
ACCIÓN, DEBE SUSPENDERSE EL JUICIO, MIENTRAS NO SEA
RESUELTO ESE INCIDENTE.
Tesis aislada, Quinta Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación Tomo III, Materia: Penal. Página: 923, que a la letra dice:
“DOCUMENTO FALSO. Cuando se redarguya de tal, el presentado en un juicio
civil, como base de la acción, el Juez requerirá de la parte que la haya
presentado para que diga si pretende que se tome en consideración o no; en
caso afirmativo, se suspenderá el juicio en el estado en que se halle, hasta que
recaiga ejecutoria sobre el incidente de falsedad, y en caso negativo, no se
suspenderá el curso de los autos civiles, pero, en ambos casos, se dará la
intervención necesaria al Juez del Ramo Penal.”- - - - - - - - - - - - - - - - - Tesis
aislada, Quinta Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de
la Federación Tomo XLIX, Materia: Civil. Página: 759, que a la letra dice:
“FALSEDAD CIVIL. Del artículo 235 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, se desprende que la falsedad de un documento presentado como
prueba en un juicio, debe discutirse y resolverse en el incidente que menciona
la ley, y no en la sentencia que se dicte en el juicio. Ahora bien, como el
incidente penal nacido de la impugnación de falsedad, que se haga de un
documento rendido como prueba, no tiene por objeto como incidente dentro
de un juicio civil, llegar a establecer quienes son los responsables de un delito,
si es que los hay, si no, de una manera más limitada y directa, tiende a
establecer si existe, o no, la falsificación, el único medio para determinar la
falsedad de un documento, es la sentencia que se dicte en dicho incidente
criminal, y si en éste, por cualquier causa, no llega a pronunciarse sentencia
en ese sentido, el documento redargüido de falsedad, conservará en el juicio,
la fuerza probatoria que la ley concede a los auténticos.”.- - - - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - - - - - - Tesis aislada, Sexta Época, Instancia: Tercera Sala,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación Volumen CXIV, Cuarta Parte,
Materia: Civil. Página: 16 de rubro y texto: “FALSEDAD DE UN DOCUMENTO
DE INFLUENCIA NOTORIA EN EL PLEITO. LA SENTENCIA PENAL DEBE SER
TOMADA EN CUENTA EN EL JUICIO CIVIL. Los artículos 1251 del Código de
Comercio, 327 del Código de Procedimientos Civiles y 51 del de
Procedimientos en Materia de Defensa Social, del Estado de Chihuahua,
demuestran que en el caso concreto de la falsedad de un documento de
influencia notoria en el pleito, se subordina la sentencia civil, en cuanto a la
apreciación del valor probatorio del instrumento, a la decisión de la autoridad
penal, y sólo en el supuesto de que el procedimiento criminal concluya sin
decidir respecto de la falsedad, se deja libertad de apreciación, previo el
incidente respectivo, al tribunal civil. Resulta evidente, por ende, que en
tratándose de la falsedad, la sentencia penal surte efectos de cosa juzgada
con relación a la jurisdicción civil. Es por lo anterior, que esta Sala considera
que tiene razón el Magistrado responsable 11 cuando afirma que el Juez no
debió dictar sentencia sin tener en cuenta el resultado del proceso penal. Por
ello se justifica también que el propio Magistrado hubiera tomado en cuenta
la sentencia penal que se le dio a conocer antes de que se dictara su fallo,
puesto que, siendo dicha sentencia penal posterior a la dictada en primera
instancia, su existencia bien pudo hacerse valer, como en realidad lo hizo la
demandada, como excepción superveniente.”

Por lo que solicito las siguientes:


MEDIDAS PROVISIONALES

➢ Se le requiera a mi contraria para que manifieste si insiste en que el documento


base de la acción sea tomado en consideración; en caso de insistir y de que el
documento sea falso, se le dé vista al Ministerio Público para que procesa
conforme a derecho; en caso de que deje de insistir en el documento base de la
acción, se tenga por desistida a la parte actora de la demanda principal.

➢ Se sirva suspender el procedimiento principal hasta en tanto se tenga por


resuelto el presente incidente.

Por lo anteriormente expuesto solicito:

PRIMERO. Se me tenga por admitido el presente incidente.


SEGUNDO. Sea notificada la parte actora en el principal del presente incidente.

TERCERO. Se tengan por admitidas las pruebas que se agregan al presente.

CUARTO. Se sirva dictar sentencia a favor de la suscrita.

PROTESTO LO NECESARIO

FÁTIMA GUZMÁN CORTÉS


Ciudad de México, cinco de octubre de dos mil veinte.

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