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BLOQUE 1

ARQ+HIA T.+HIA I.
(1+21+2+22+32+41)

TEMA 1
ARQUEOLOGÍA CRISTIANA Y ARTE CRISTIANO
(“CRISTO ICONIZADO”)

1. Definición. Objeto de estudio.


2. Arte y Teología.
3. Fundamentos teológicos del arte cristiano.
4. Iconografía.
5. El arte de los primeros siglos: catacumbas y basílicas.
6. Arte bizantino: los iconos.
7. Románico.
8. Gótico.
9. Renacimiento.
10. Barroco.
11. Arte cristiano actual.

1. Arqueología y arte cristiano: Definición. Objeto de estudio.

Arqueología viene del griego: Arjeo (antiguo, viejo, primero); Logia (estudio). Por
tanto, significa etimológicamente el estudio de lo antiguo o primario. Es el
estudio de las artes, objetos, monumentos y sociedades de la antigüedad,
especialmente a través de sus restos.
Para los Romanos equivale a historia rebus antiquis= estudio de las cosas
antiguas.
A partir del S. XVIII se define la arqueología como una disciplina científica
que se ocupa del estudio de los restos de civilizaciones antiguas.
DEFINICIÓN DE ARQUEOLOGÍA CRISTIANA (según Testini) => Ciencia
histórica que tiene por cometido el estudio de los testimonios monumentales
de los primeros siglos de la antigüedad cristiana, cuya interpretación debe ser
hecha a partir del método histórico religioso comparado y con ayuda de la
teología positiva.

Objeto Material: artes, objetos, monumentos y sociedades de la antigüedad que


pueden revelar algo de las comunidades cristianas (incluso monumentos
paganos o del judaísmo, o de sectas y herejías).
Objeto formal: El objeto formal es la reconstrucción de la vida cristiana de la
antigüedad, en todas sus manifestaciones, a través de los estudios
paleocristianos. Este estudio puede revelar algo del estilo de vida,
sentimientos y creencias de los primeros cristianos.

2. Arte y Teología. Fundamentos teológicos del arte cristiano.

«Arte y Teología» están estrechamente relacionados. Si la Teología es,


etimológicamente, el discurso (oral o escrito) sobre Dios; de modo
semejante, el arte se puede entender como la imagen (por tanto, visual)
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sobre Dios (una Teoiconía). Tanto el artista cristiano como el teólogo
expresan la misma fe, aunque por caminos diversos.
Las obras del arte sacro expresan ideas y sentimientos religiosos, y la teología
del momento histórico en que se ha realizado. Por ello, su estudio es de gran
interés para la teología. Más aún, incluso se puede a afirmar, siguiendo a M.D.
Chenu, que «el arte sacro es un lugar teológico».

Durante siglos, el pueblo de Dios ha visualizado la palabra de Dios contenida


en las Escrituras gracias a imágenes la biblia pauperum («la biblia de los pobres»
Pórtico de la Gloria…). El desarrollo de la teología dogmática, sobre todo la
cristología, tuvo su reflejo en las artes (CRISTO ICONIZADO) (Recordar la
querella iconoclasta que dio lugar a Nicea II (787) Por su parte, la liturgia se
funde con el arte de múltiples modos, de modo que ella misma supone un ars
celebrandi.

3. Fundamentos teológicos del arte cristiano

La obra de arte manifiesta la concepción que su autor y la sociedad de su tiempo tienen de lo


humano y lo divino.
Toda obra de arte auténtica es un reflejo de la belleza de Dios y un acto de
cooperación humana al engrandecimiento de la creación divina y participación
espiritual del proceso creativo.
La obra de arte auténtica tiene una capacidad de remitir a algo que está por
encima de ella, y permite abrirse a los valores trascendentes (trascendencia de
la obra de arte).
El cristianismo es la religión del “Dios hecho hombre”: Si Dios
(irrepresentable) asumió la condición humana, se puede representar en forma
humana. (CRISTO/DIOS ICONIZADO)

4. Iconografía

Definición: estudio de la historia de las imágenes. Consiste en la descripción,


identificación (contenido de las imágenes), clasificación y estudio del origen
y evolución de las imágenes. Es un «escribir imágenes». Principal: CRISTO
Fuentes: La Biblia, literatura apócrifa (en arte son tan importantes como los
canónicos), vidas de los santos, leyendas hagiográficas, la liturgia, la doctrina
teológica y el dogma (Inmaculada, etc.), los tratados, leyendas, tradiciones e
historias, símbolos naturales y mitos no cristianos (ej. Un unicornio, que
aparece arrodillado ante imágenes de la Virgen).

5. El arte de los primeros siglos: catacumbas y basílicas.

Las catacumbas

En su origen era el nombre de una depresión en un sitio concreto de la Via Apia.


En el siglo IX se generalizó el nombre para denominar cualquier cementerio
subterráneo. En Roma existen 44 catacumbas.

Origen y construcción: surgen por agotamiento de espacio externo. En Roma


el suelo estaba compuesto en tufo (piedra moldeable, que al con contacto el
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oxígeno se endurece, facilitando la excavación y la consistencia posterior).
Administración: Los fossores se encargaban del mantenimiento, conservación,
funcionamiento de las catacumbas. Pertenecían al clero: su función se
consideraba un ministerio eclesiástico.
Algunas catacumbas romanas: San Calixto, Priscila, Domitila, S Sebastián.

Las basílicas cristianas

Etimología: la palabra basílica viene de la expresión griega stoa basiliké (aula


regia o imperial). Este término se fue restringiendo para designar los edificios
de culto cristiano más espléndidos.
Orígenes: Con la paz constantiniana y el aumento de las conversiones, las
pequeñas Domus Ecclesiae no eran suficientes para acoger a los fieles. Por ello
se determinó construir templos. No se escogió el modelo de los templos
romanos sino la basílica (βασιλικἠ), puesto que la distribución del espacio en
el templo romano no permitía el culto litúrgico cristiano.
Teorías que explican el origen de las basílicas:
- Teoría de la derivación material (la basílica cristiana se deriva de edificios
precedentes)
- Teoría litúrgica (su origen está en las exigencias del culto cristiano, por tanto
es una invención totalmente cristiana)
- Teoría ecléctica (punto medio: la basílica no se deriva de un tipo fijo. Es una
creación nueva de la comunidad del siglo IV que aprovecha modelos
precedentes, modificando según las necesidades de culto).
Elementos de las basílicas: Atrio o pórtico, nártex, naves, el crucero o transepto,
schola cantorum, presbiterio, ábside, cátedra, altar, cimborrio (baldaquino),
dyaconicon, , torre, cripta, canceles.
Basílicas constantinianas: San Juan de Letrán, San Pedro Vaticano, Santo
Sepulcro (Palestina).

6. Arte bizantino: los iconos

En 395 Teodosio dividió entre sus hijos Arcadio y Honorio el Imperio romano; dejando
a Arcadio el Imperio de oriente. Este hecho va a dar origen al que será el Imperio
bizantino, que tiene ya como capital a Constantinopla, ciudad fundada por el
emperador Constantino. Debido a su privilegiada situación y a la caída del Imperio
romano de occidente en poder de los bárbaros, pronto será la capital cultural por
excelencia en el mundo occidental. Así nace el arte bizantino como confluencia de
los estilos griegos, helenísticos, romanos y orientales.
El arte bizantino paleocristiano abarca sólo desde la fundación de
Constantinopla/Bizancio (330) hasta la muerte de Justiniano (565). Entre los factores
que contribuyeron a su formación destaca la munificencia de los emperadores
de los siglos IV-V y sus espléndidas construcciones públicas.
Características: La característica que sobresale en el arte bizantino es su
condición sagrada, áulico, uniforme, estático, frontalidad.
Arquitectura: cruz griega, inserción de la cúpula, función peculiar de la
exedra, perforación de los muros. Destaca la Basílica de Santa Sofía.

Arte bizantino. Arte y desarrollo teológico

El uso de iconos o imágenes pintadas constata del S. IV pero proliferó en el


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S.VI. Contribuyeron a su popularización: La dificultad de conseguir reliquias
y la costumbre habitual de honrar la efigie del Emperador. Esto propició que
los cristianos hicieran lo mismo con la persona de Jesús.
San Germán de Constantinopla y San Juan Damasceno serán los grandes teóricos del
uso de imágenes en la Iglesia
Objetivo: transportar, relacionar al fiel con la esfera de lo trascendente. Por
eso la abundante utilización del oro en los fondos y ropajes.
Características: Hieratismo y estaticismo, frontalidad, estilización de líneas,
geometrización, simbolismo (también cada color tiene un significado), uso
litúrgico y devocional (carácter teofánico), falta premeditada de originalidad
(se repiten los mismos modelos durante siglos).

7. Románico

Marco histórico, social y religioso: Siglos XI-XII. No en todas partes se


desarrollará al mismo tiempo. Gran expansión de las órdenes religiosas
(fundamentalmente monásticas). Las peregrinaciones permitirán la difusión
de las nuevas categorías artísticas.
Arquitectura: La arquitectura persigue la solidez, la monumentalidad y la
funcionalidad. Edificios prototípicos: los monasterios (ámbito rural) y las
catedrales (urbano). Cuánto más importante es la ciudad, más grande y
majestuosa es la catedral; la catedral es un símbolo de la ciudad.
Clave del arte románico: el arco de medio punto. Esta será la clave del sistema
de bóvedas de cañón (prolongación del arco de medio punto en su eje).
Esta bóveda va aportar numerosas ventajas. Los templos no son de gran
altura y tienen pocas ventanas
Escultura: dependencia de la arquitectura (es arquitectura tallada). Algunas
características: Horror vacui (gran decoración), hieratismo (influencia
bizantina), expresividad y dramatismo (influencia occidental y mozárabe),
deformación intencional, uso de la gradación jerárquica. El artista todavía es
considerado sólo como un artesano.
Pintura: Decoración del templo cristiano. Iconografía y simbología: Temas
fundamentales: Pantócrator, juicio y el apocalipsis. Theotokos Concilio de
Éfeso de 431. (Madre de Dios y trono de la sabiduría).

8. Gótico

Nombre impuesto por los autores renacentistas (el arte de los godos (G. Vasari)
al periodo entre mediados del s. XI - XV. La consideración social del artista
se desarrolló. El gótico es un fenómeno urbano. Los mentores ya no son sólo la
Iglesia y la nobleza, sino también la burguesía. Desarrollo del gusto artístico.
Marco histórico, social y religioso: En su estado inicial se da el declive del
feudalismo y la reafirmación del poder real, la formación y consolidación de
los estados centralistas, el apogeo de las escuelas catedralicias y
universidades (Escolástica). Ya en el siglo XIV se da una crisis generalizada:
Peste de 1348, Guerra de los cien años: gran mortandad, destierro de
Avignon (1309-1367) y cisma de Occidente. En el siglo XV, camino del
Renacimiento, aparece el humanismo, el desarrollo del capitalismo y la
nueva espiritualidad: Devotio moderna.
Arquitectura: Edificio emblemático: la catedral gótica, que refleja el gran edificio
intelectual de la escolástica (Summas). Clave de la arquitectura: el arco
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ojival/apuntado, bóveda de crucería y arbotante, que permiten prescindir de los
gruesos muros (se pondrán más ventanas-vidrieras; por tanto, habrá mucha más
luz interior), ya que se estructura con contrafuertes y arbotantes exteriores.
El arte gótico tiende hacia la verticalidad; las bóvedas se elevan a lo alto y
pretenden elevar al que entra en la catedral hacia Dios, a las alturas. Sentido
ascensional. (Ciencias y virtudes/capacidades humanas al servicio de la
ciencia y la virtud divina. La arquitectura y evoluciona gracias a la
matemática y esto se emplea para dar más gloria a Dios) (Árbol FE-ESP-
CARID. Catedral: FE-ESP-CARID)

Escultura: Frente al románico, el gótico tiende al naturalismo: se representan


las cosas como se ven. Se dará un arte naturalista, no simbólico. Se
representa al hombre como individualización del género humano (los
universales). Respeto escrupuloso de la proporción.

Pintura: Desaparecen los colores planos para introducir toda una gama que,
con efectos, busca transmitir calidades y texturas, tímida aparición de la
perspectiva (gran logro del Renacimiento).

9. Renacimiento

Tres momentos importantes: Trecento (siglo XIV) (destaca: Giotto);


Cuattrocento (siglo XV) (destacan: Fra Angelico, Boticelli); Cinquecento
(manierismo: desde 1530 a la aparición del Barroco). Reacción frente a la
belleza clásica mediante la introducción de formas retorcidas.
Los pintores logran dominar la perspectiva. Época de las individualidades
artísticas (aparecen los genios: interés que tiene el hombre de dejar constancia
de su paso por el mundo).
Arquitectura: Vuelta al arte clásico (arco triunfal, cúpula, fachada sostenida
por columnas), formas simétricas, unidad espacial (diafanidad-planta de cruz
latina).
Escultura: Por primera vez la escultura se valora por sí misma. Estudia e imita
la naturaleza. Se vuelve a representar el desnudo de una manera repetitiva.
Réplica de escultura grecolatina.
Pintura: Perspectiva: las cosas se representan en tres dimensiones. Junto a los
temas religiosos, reaparece la mitología.

10. Barroco

Período entre los siglos XVI y XVII y que tuvo repercusiones en todas las
artes principales. No se sabe bien qué significa barroco. Puede que derive del
portugués: Barrueco (“perla irregular”). Idiomáticamente, la expresión barroco
contiene ideas de extravagancia, y exageración; con un marcado sentido
peyorativo que alude a un rebuscamiento formal sin fundamento real.
Exuberancia, extremo horror vacui
Doctrina estética: rebuscamiento de efectos novedosos y de sorpresa; un
desafío al reto de las dificultades formales, haciendo alarde del ingenio en la
creación de artificios que implican un esfuerzo en el receptor de la obra de
arte, para descifrar su sentido y su contenido. Mientras el Renacimento es
esencialmente realista, el barroco destaca por las formas irregulares.
Arquitectura: En el siglo XVI, Miguel Ángel anunció el Barroco de forma colosal
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en la cúpula de la Basílica de San Pedro, así como las alteraciones en las
proporciones del orden clásicos en otras de sus obras. La arquitectura se
reflejó en el urbanismo, las catedrales, los palacios.
Pintura: Se desarrollan géneros como los bodegones, cuadros costumbristas, y
se enriquece la iconografía de temas religiosos. Destacan: Rafael, Miguel
Ángel, Caravaggio, Velázquez…

11. Arte cristiano actual

Estilo modernista (s. XIX): Adopción en el arte del progreso industrial. Tuvo
muy poca entrada en la arquitectura sagrada. En España influyó más templo
expiatorio de la Sagrada Familia (Gaudí (1852-1926)
En ese marco nace una arquitectura cristiana del siglo XX. Esta surgió por la
confluencia de tres causas: 1) Aceptación de las técnicas modernas de
construcción; 2) el movimiento litúrgico 3) Directrices eclesiológicas CVII.
La lectura errónea del Vaticano II pareció enfrentar dos mundos, uno pasado
que había que superar, y otro actual, “moderno” a implantarse a toda costa. Y
surgieron los contrastes entre lo antiguo y lo nuevo, se agudizaron las
diferencias y controversias. Amparados bajo el consejo de que las imágenes
fueran pocas y guardaran el debido orden la imaginería se diezmó hasta
parecer templos protestantes.
Arte religioso abstracto: debería hablarse más propiamente de un arte «no-
figurativo». Este tipo de pintura libera al artista de una excesiva sumisión al
objeto. Ante los temas sagrados, muchos artistas de la actualidad han
renunciado a ser didácticos, no quieren tanto contar cuanto cantar, es decir,
expresar una emoción.

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TEMA 21
HISTORIA DE LA TEOLOGÍA (S.VIII-XV)

1. Siglos VIII-XI: autores orientales y occidentales.


2. Siglo XII: reforma de Cluny, teología monástica y escolástica, autores
3. Benedictinos, escuela teológica de San Víctor, santa Hildegarda de Bingen.
4. Siglo XIII: San Buenaventura, Duns Scoto y Santo Tomás.
5. Siglo XIII-XV: las santas medievales. Arte y teología: la Catedral.

1. Siglos VIII-XI: autores orientales y occidentales.

San Ambrosio Auperto


Benedicto XVI dice de él: “Supo descubrir el “misterio de la Iglesia”,
reflejado en la Virgen María. Fue preceptor del futuro emperador
Carlomagno. En 777 fue elegido abad (benedictino) en una época de
tensiones políticas, que repercutían en la vida interna de los monasterios.
Esto se refleja en sus escritos. Su obra más importante es su comentario en
diez libros al Apocalipsis, que constituye, después de siglos, el primer
comentario amplio en el mundo latino a este libro. Sus ideas marianas
anticipan a san Bernardo y a la mística franciscana, pero no separa nunca a
María del misterio de la Iglesia. Por eso, se considera el primer gran
mariólogo de Occidente.

San Germán de Constantinopla


No es una de las figuras más representativas de Oriente, pero su nombre
aparece con cierta solemnidad en la lista de los grandes defensores de las
imágenes sagradas (crisis iconoclasta) redactada en II Nicea. Fue patriarca
de Constantinopla (715–730) y luchó contra el emperador León III en la
defensa de las imágenes. Benedicto XVI señala que San Germán enseña
fundamentalmente tres cosas: En Cristo contemplamos el rostro de Dios
(fundamento del uso de las imágenes); la belleza y la dignidad de la
liturgia; y amor a la Iglesia.

San Juan Damasceno (Damasco. Aristotélico. Escuela de Antioquía: más


literal y racionalista)
Es testigo del paso de la cultura griega y siriaca a la cultura del Islam. Se
recuerdan de él sobre todo los tres Discursos contra los iconoclastas,
resaltados en Nicea II. Fue uno de los primeros en distinguir entre
adoración (latreia) y veneración (proskynesis/hacia-movimiento): la
primera sólo puede dirigirse a Dios, sumamente espiritual; la segunda
puede utilizar una imagen para dirigirse a aquel que es representado en esa
imagen. También defiende la veneración de las reliquias de los santos,
basándose en la convicción de que los santos cristianos, al haber sido
hechos partícipes de la resurrección de Cristo, no pueden ser considerados
simplemente "muertos”.

Rábano Mauro
Fue quizá el que más contribuyó a mantener viva la cultura teológica,
exegética y espiritual a la que recurrirían los siglos sucesivos.
Probablemente fue el compositor del "Veni Creator Spiritus". Tenía gran

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conciencia de la necesidad de involucrar en la experiencia de fe no sólo la
mente y el corazón, sino también los sentidos. Así, trató de comprender los
significados teológicos escondidos en los ritos. Dedicó casi toda su vida a
estudiar la biblia y redactó explicaciones pastorales para casi todos los
libros de la biblia.
También compiló "Penitenciarios", que enumeraban los pecados y las
penas correspondientes, utilizando en la medida de lo posible
motivaciones tomadas de la Biblia, de los Concilios, y de las Decretales.
También escribió "De disciplina ecclesiastica" y "De institutione
clericorum", que eran como pequeños catecismos dirigidos a personas
sencillas y al clero.

Juan Escoto Eriúgena


Prestó mucha atención a Dionisio el Areopagita (escritor sirio del s. V).
Juan Escoto Eriúgena, como todos en la Edad Media, estaba convencido
de que este autor era un discípulo de san Pablo (Cf. Hch 17, 34). Juan
Escoto tradujo al latín las obras. Su trabajo teológico no tuvo mucha
suerte, pues representa un platonismo radical, aunque ortodoxo.
Estudia y medita la biblia: dice que sólo se puede llegar a una
comprensión teológica del texto bíblico gracias a la constante purificación
de la mente y del corazón, que lleva al umbral del misterio de Dios. Así, el
reconocimiento adorante y silencioso del Misterio, se revela como el único
camino de una relación con la verdad que sea a la vez la más íntima
posible y la más escrupulosamente respetuosa de la alteridad. Juan Escoto,
basado en la tradición de lengua griega, llamó a esta experiencia "theosis"
o divinización.

San Pedro Damián


Una de las personalidades más significativas del siglo XI. Es uno de los
más grandes escritores del medioevo latino. Su sensibilidad por la belleza
lo llevaba a la contemplación poética del mundo. Decidió alejarse del
mundo y retirarse al monasterio de Fonte Avellana (ca. 1034). Este
eremitorio estaba dedicado a la Santa Cruz, y la cruz será el misterio
cristiano que más fascinó a Pedro Damián. "No ama a Cristo quien no ama
la cruz de Cristo".
De los primeros en utilizar estos términos de teología trinitaria: processio,
relatio y persona. Como su teología lo lleva a contemplar la vida íntima
de Dios y el diálogo de amor entre las tres divinas Personas, saca de él
conclusiones ascéticas. También la meditación sobre la figura de Cristo
tiene reflejos prácticos, al estar toda la Escritura centrada en él. La íntima
unión con Cristo no sólo implica al monje, sino a todos los bautizados. La
comunión con Cristo crea unidad de amor entre los cristianos.
Fue monje a fondo, con formas de austeridad que hoy podrían parecer
excesivas, pero así hizo de la vida monástica un testimonio elocuente del
primado de Dios y una llamada a todos a la santidad, libres de toda
componenda con el mal. Se consumió por la reforma de la Iglesia de su
tiempo. Consagró todas sus energías espirituales y físicas a Cristo y a la
Iglesia.

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2. Siglo XII: reforma de Cluny, teología monástica y escolástica,
autores Benedictinos, escuela teológica de San Víctor, santa
Hildegarda de Bingen.

Reforma de Cluny
Gracias a la donación del duque de Aquitania, se fundó un monasterio en
Cluny (910), donde se restableció la observancia de la Regla de san Benito
con algunas adaptaciones. Sobre todo se quiso garantizar el papel central
de la liturgia. Impulsaron la música sagrada, la arquitectura y el arte;
enriquecieron el calendario litúrgico; incrementaron el culto a la Virgen
María.
Su éxito se debió ante todo a su elevada espiritualidad, y también a otras
condiciones favorables: el monasterio de Cluny y las comunidades
dependientes estaban sometidas directamente al Romano Pontífice, y los
abades eran elegidos sin injerencia de las autoridades civiles. La reforma
de Cluny influyó en la renovación espiritual de la época y aportó muchos
beneficios a la sociedad: práctica de la caridad, las llamadas "treguas de
Dios" y la "paz de Dios". (Ver: Apartado 17.3.1).

Teología monástica y escolástica


Tras la reforma gregoriana, en el siglo XII la teología volvió a florecer.
Los ambientes en los que tuvo lugar la actividad teológica fueron: los
monasterios y las escuelas de la ciudad (que darían vida a las
universidades). De estos dos ambientes surgen dos modelos de teología: la
"teología monástica" y la "teología escolástica". Los representantes de la
teología monástica eran monjes dedicados a suscitar y alimentar el deseo
de Dios. Los representantes de la teología escolástica eran hombres cultos
deseosos de mostrar la racionabilidad y la autenticidad de los misterios.
En los monasterios del s. XII el método teológico estaba vinculado a la
explicación de la Sagrada Escritura. También se dedicaban a la lectio
divina, la lectura orante de la Biblia. Se trata de una íntima actitud orante,
que debe preceder, acompañar y completar el estudio de la Escritura. Por
consiguiente, la teología se convierte en meditación, oración y canto de
alabanza.
La teología escolástica se hacía en las scholae, que surgieron junto a las
grandes catedrales. El método partía de una quaestio (problema), ante el
cual surgen preguntas y nace el debate entre maestro y alumnos. En el
debate aparecen los temas de la autoridad y los de la razón; y se busca una
síntesis que permita una comprensión más profunda de la Palabra de Dios.
La organización de las quaestiones dio lugar a síntesis cada vez más
extensas, las llamadas summae.

3. Autores benedictinos

Guillermo de san Thierry


Biógrafo de Bernardo de Claraval. Fue abad del monasterio de Saint-
Thierry (Reims). Una de sus ideas fundamentales es que la energía
principal que mueve al alma humana es el amor. La naturaleza humana, en
su esencia más profunda, consiste en amar. Aprender a amar requiere un
camino largo y arduo, que conduce a unificar la vida en Dios, fuente, meta

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y fuerza del amor.
San Pedro el Venerable
Destacó por su delicadeza y su capacidad para dirigir la abadía en
momentos difíciles. Para él el ideal del monje consiste en "adherirse
tenazmente a Cristo" a través de la "humildad monástica" y la
laboriosidad. Así, toda la vida queda penetrada de amor profundo a Dios y
a los demás, que se manifiesta en la apertura sincera al prójimo, en el
perdón y en la búsqueda de la paz.
Ruperto de Deutz
Participó en la controversia eucarística, que en 1077 condenó a Berengario
de Tours. Afirmó la continuidad entre el Cuerpo de Cristo y el presente en
las especies eucarísticas. Sostiene que la Encarnación estaba prevista
desde la eternidad, independientemente del pecado del hombre, para que
toda la creación alabe y ame a Dios Padre como una familia reunida en
torno a Cristo.

Escuela teológica de San Víctor


En la abadía de San Víctor, en París, se inauguró una escuela donde se
realizó una feliz síntesis entre la teología monástica y escolástica. Los
filósofos y teólogos Victorinos se ocupaban especialmente la teología, que
requiere ante todo el estudio amoroso de la Sagrada Escritura

Hugo de San Víctor: Para interpretar la Escritura propone ante todo el


sentido histórico-literal; después, el alegórico y anagógico; y, por último,
el moral. Define el "sacramento" como un elemento material propuesto de
forma externa y sensible, que representa con su parecido una gracia
invisible y espiritual, la significa, y la contiene, porque es capaz de
santificar.

Ricardo de San Víctor: A diferencia de Hugo, privilegia el sentido


alegórico de la Escritura. La contemplación es el resultado de un camino
que implica el diálogo entre fe y razón. Esto lo aplica en su De Trinitate,
donde reflexiona sobre el Misterio trinitario, y afirma que el amor, aunque
nos revela la esencia de Dios, es sólo una analogía para hablar de un
Misterio insondable.

Santa Hildegarda de Bingen


Nació en 1098 en Renania (Alemania) y murió a los 81 años. Fundó una
comunidad benedictina en Bingen. Animada por San Bernardo y con la
aprobación de Eugenio III comenzó a escribir sus visiones místicas. Su
prestigió creció y se le conoció como «profetisa teutónica». Se distinguió
por sabiduría espiritual y santidad de vida. Como los profetas del A.T.,
interpreta las Escrituras con categorías de su tiempo, aplicándolas a las
distintas circunstancias de la vida. También se ocupó de medicina, ciencias
naturales y música. Compuso himnos, antífonas y cantos.
Sus visiones hacen referencia a los principales sucesos de la historia de la
salvación, y usan un lenguaje principalmente poético y simbólico.
Desarrolla el tema del matrimonio místico entre Dios y la humanidad
realizado en la Encarnación. En el árbol de la cruz se llevan a cabo las
nupcias del Hijo de Dios con la Iglesia, su esposa. También describe la

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creación en su relación con Dios y la centralidad del hombre,
manifestando un fuerte cristocentrismo de sabor bíblico-patrístico.

4. Siglo XIII: San Buenaventura, Duns Scoto y Santo Tomás.

San Buenaventura
Monje franciscano. Una de las grandes figuras que contribuyeron a la
armonía entre fe y cultura en el s. XIII. Todo su pensamiento fue
profundamente cristocéntrico. Redactó las normas de los Frailes Menores
y escribió una biografía del santo de Asís que se convirtió en Legenda
maior (biografía oficial encargada por sus superiores)
Contra los “Franciscanos espirituales” (una Iglesia sin gobierno
jerárquico): (1) rechaza la idea del ritmo trinitario de la historia. La
historia es una. (2) Jesucristo es la última Palabra de Dios. (3) Esto no
significa que la Iglesia esté anclada en el pasado y no pueda haber
novedad en ella. (4) Adoptó una línea de gobierno caracterizada por un
sano realismo y por la valentía espiritual.
Entre sus obras destaca el Itinerarium mentis in Deum, que es un "manual"
de contemplación mística. Habla de seis etapas que llevan al hombre desde
el conocimiento de Dios a la unión íntima con la Trinidad por medio de
Cristo.
Por tanto, para san Buenaventura nuestra vida es un "itinerario", una
subida hacia Dios. Pero sólo con nuestras fuerzas no podemos subir. Dios
mismo debe ayudarnos. Por eso es necesaria la oración: madre y el origen
de la elevación, "sursum actio", acción que nos eleva.
Semejanzas con Tomás de Aquino:
- Ambos pertenecían a las Órdenes Mendicantes
- Ambos estudiaron los misterios de la Revelación usando los recursos de
la razón
- Ambos sirvieron a la Iglesia con diligencia, con pasión y con amor
- Fueron invitados al II Concilio de Lyon
Diferencias con Tomás de Aquino:
- Para Santo Tomás, la teología es teórica, y es práctica. Pero da primacía
al conocimiento. Fin supremo: ver a Dios. Categoría más alta: verdad
- Para San Buenaventura, quien ama quiere conocer cada vez más y mejor
a la persona amada. Por tanto, la verdadera teología quiere conocer mejor
al amado (primacía del amor). Fin supremo: amar a Dios (felicidad).
Categoría más alta: verdad
Son matices distintos de una visión fundamentalmente común.

Santo Tomás de Aquino


Dominico. Nació entre 1224 y 1225 en Roccasecca, cerca de Aquino y de
la abadía de Montecassino (San Benito fundó su orden aquí en torno al
529), donde fue enviado para que comenzara a formarse. Estudió teología
en París bajo la dirección de San Alberto Magno, en un periodo donde el
mundo latino fue estimulado por la obra de Aristóteles.
Gran obra de Santo Tomás: mostrar que entre fe y razón hay una armonía
natural, pues ambas proceden de una única fuente de toda verdad, el Logos
divino, que actúa tanto en el ámbito de la creación como en el de la
redención. Además, ambas se valen de procedimientos diferentes. La

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razón acoge una verdad en virtud de su evidencia; la fe, en cambio, acepta
una verdad basándose en la autoridad de la Palabra de Dios. Esta
distinción garantiza la autonomía de las ciencias humanas y de las ciencias
teológicas, pero no como separación, sino como colaboración.
Principios que manifiestan la concordancia entre razón y fe:

1. El lenguaje teológico es un lenguaje analógico. La distancia entre el


Creador, y el ser de sus criaturas es infinita. A pesar de ello, en toda la
diferencia entre Creador y criatura existe una analogía que nos permite
hablar con palabras humanas sobre Dios.

2. La Gracia divina no anula, sino que supone y perfecciona la naturaleza


humana. Todas las facultades del ser humano son purificadas,
transformadas y elevadas por la Gracia divina. En conclusión, propone una
visión de la razón humana amplia y confiada: amplia porque no se limita a
la razón empírico-científica, sino que está abierta a todo el ser; y
confiada porque la razón humana, si acoge las inspiraciones de la fe
cristiana, promueve una civilización que reconoce la dignidad de la
persona, sus derechos y deberes.
Summa Theologiae: Es su obra maestra, aunque quedó incompleta. Es una
aplicación de la inteligencia humana a los misterios de la fe. Parte del
hecho de que existen tres modos distintos del ser y de la esencia de Dios:
Dios existe en sí mismo, está presente en la vida del cristiano, y, de modo
totalmente especial en la Persona de Cristo.
La primera parte de la Summa indaga sobre Dios mismo, sobre el misterio
de la Trinidad y sobre la actividad creadora de Dios. También reflexiona
sobre la realidad auténtica del ser humano en cuanto salido de las manos
creadoras de Dios.
En la segunda parte, santo Tomás considera al hombre, impulsado por la
gracia, en su aspiración a conocer y amar a Dios para ser feliz en el tiempo
y en la eternidad. En la tercera parte, estudia el Misterio de Cristo por
medio del cual podemos reunirnos con Dios Padre. Aquí escribe páginas
casi no superadas sobre el misterio de la Encarnación y de la Pasión de
Jesús, añadiendo también una amplia disertación sobre los siete
sacramentos, de los cuales se detiene de modo particular en el misterio de
la Eucaristía, por el cual tuvo una grandísima devoción.
Definió a la Virgen con el apelativo de Triclinium totius Trinitatis, lugar
donde la Trinidad encuentra su descanso, porque, por la Encarnación, en
ninguna criatura, como en ella, las tres Personas divinas habitan y sienten
delicia y alegría por vivir en su alma llena de gracia.

5. Siglo XIII-XV: las santas medievales. Arte y teología: la Catedral.

Las santas medievales

Clara de Asís
Contemporánea de san Francisco. Primera mujer en componer una Regla
escrita (franciscana). Su fe en la presencia real de la Eucaristía era tan
grande que, con la ostensión del Santísimo Sacramento, alejó a los
soldados sarracenos, que estaban a punto de atacar el convento de san

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Damián y devastar Asís. Fue canonizada dos años después de su muerte.

Santa Isabel de Hungría


Su padre, el rey de Hungría, la entregó en matrimonio a Luis, príncipe de
Turingia. Se comportaba con sus súbditos del mismo modo que se
comportaba delante de Dios. Practicaba asiduamente las obras de
misericordia. Su matrimonio fue muy feliz. Cuando enviudó se retiró a
Marburgo, fundó un hospital donde servía a los enfermos y cuidaba a los
moribundos.

Santa Brígida
Copatrona de Europa. Estuvo casada por 28 años y tuvo 8 hijos. Junto con
su marido, adoptó la regla de los Terciarios franciscanos. Cuando enviudó,
se dedicó a la oración, la penitencia y las obras de caridad. No accedió a la
consagración religiosa, pero se estableció en un monasterio. Tuvo muchas
revelaciones, las cuales tienen un contenido y un estilo muy variados
(diálogos entre las Personas divinas, la Virgen, los santos, los demonios;
visiones particulares; o revelaciones de la Virgen). Solían dirigirse a los
creyentes, y a las autoridades religiosas y políticas. Pero siempre con
respeto y fidelidad al Magisterio de la Iglesia, en particular al Papa.

Santa Catalina de Siena


Copatrona de Europa y Doctora de la Iglesia. Vivió en un siglo (s. XIV)
difícil en la Iglesia y en la sociedad europea. Entró en la Tercera Orden
Dominicana a los 16 años. Tuvo una intensa actividad de consejo
espiritual a todo tipo de personas, incluido el Papa Gregorio XI y a quien
Catalina exhortó enérgica y eficazmente a regresar a Roma. Viajó mucho
para solicitar la reforma interior de la Iglesia y para favorecer la paz entre
los Estados. Su religiosidad y espiritualidad es especialmente
cristocéntrica. Siempre invitó a los ministros sagrados, incluso al Papa, a
quien llamaba «dulce Cristo en la tierra», a ser fieles a sus
responsabilidades, impulsada siempre por su amor profundo y constante a
la Iglesia. Describe a Cristo como un puente entre el cielo y la tierra, y
formado por tres escalones, por los que el alma pasa por las tres etapas del
camino de santificación: alejamiento del pecado, práctica de la virtud y del
amor, y unión con Dios.

Santa Juana de Arco


Santa francesa, fallecida a los 19 años. En su tiempo había un Papa y dos
Antipapas. Además, había guerras en Europa, la más dramática fue la
«Guerra de los cien años» entre Francia e Inglaterra. Uno de los aspectos
más originales de su santidad es el vínculo entre experiencia mística y
misión política. Dicta una importante carta al rey de Inglaterra
proponiendo una paz verdadera a la luz de los nombres de Jesús y de
María, pero es rechazada, y Juana debe luchar por la liberación de la
ciudad. El otro momento cumbre de su acción política es la coronación del
rey Carlos VII en julio de 1429. Durante un año, vive con los soldados,
con quien desarrolló una auténtica misión de evangelización. Después de
caer prisionera, la llevan a la ciudad de Rouen, donde tiene lugar el largo y

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dramático proceso de condena por parte de sus jueces, que son
eclesiásticos. La condenan como hereje y a la hoguera. Cerca de 25 años
más tarde se declara nula la condena. Juana vive la oración en la forma de
un diálogo continuo con el Señor, que ilumina también su diálogo con los
jueces y le da paz y seguridad. La liberación de su pueblo es una obra de
justicia humana, que Juana lleva a cabo en la caridad, por amor a Jesús.

Arte y teología: la catedral

La fe cristiana medieval inspiró también una de las creaciones artísticas


más elevadas de la civilización universal: las catedrales. Desde el siglo XI,
en Europa hubo un extraordinario fervor artístico. A esto contribuyeron,
ante todo, las condiciones históricas más favorables, y que, además, los
arquitectos hallaron soluciones técnicas para aumentar las dimensiones de
los edificios, asegurando
al tiempo su solidez y majestuosidad. Pero fue principalmente gracias al
entusiasmo y al celo espiritual del monaquismo en plena expansión como
se construyeron iglesias abaciales. Así nacieron las iglesias y las catedrales
románicas, caracterizadas por el desarrollo longitudinal de las naves para
acoger a numerosos fieles, con gruesos muros, bóvedas de piedra y líneas
sencillas y esenciales. La introducción de las esculturas (con finalidad
educativa) es una novedad. Para suscitar sentimientos que incitaran a huir
del mal, y a practicar la virtud, el tema recurrente era Cristo como juez
universal, rodeado por los personajes del Apocalipsis. En los siglos XII y
XIII, desde el norte de Francia se difundió la arquitectura gótica, con dos
características nuevas: el impulso vertical y la luminosidad. El impulso
hacia lo alto quería invitar a la oración y él mismo era una oración.
Además, los muros perimétricos podían ser perforados y embellecidos con
vidrieras polícromas. Las ventanas se convertían en grandes imágenes
luminosas, muy adecuadas para instruir al pueblo en la fe. Otra cualidad de
las catedrales góticas es que en su construcción y su decoración,
participaba toda la comunidad cristiana y civil. La escultura gótica hizo de
las catedrales una "Biblia de piedra", la Pasión se representaba de modo
realista y difundió una devoción sentida y filial hacia la Madre de Dios,
vista a veces como una mujer joven, sonriente y materna.
Dos elementos del arte románico y gótico útiles en la actualidad:
1- Estas obras maestras son incomprensibles si no se tiene en cuenta el
alma religiosa que las inspiró.
2- La fuerza del estilo románico y el esplendor de las catedrales góticas
recuerdan que la via pulchritudinis, el camino de la belleza como senda
privilegiada y fascinante para acercarse al misterio de Dios (ÁRBOL-
CATEDRAL: Fe-Esp-Car)

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TEMA 2 HISTORIA DE LA IGLESIA: EDAD ANTIGUA
(HASTA FIN DEL IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE. AÑO 476.
Invasiones germanas)
1. Persecuciones imperio romano.
2. Expansión de la Iglesia en los primeros siglos.
3. Creación y desarrollo de las estructuras eclesiásticas.
4. Vida cotidiana de los primeros cristianos.
5. Confrontación con el judeo-cristianismo y el gnosticismo.
6. La Iglesia y el Imperio Romano pagano.
7. Revolución constantiniana.
8. Controversias trinitarias y cristológicas.
9. Monacato.

1. Las persecuciones durante el imperio romano

Principales acusaciones contra los cristianos:


Ateísmo (LA MÁS IMPORTANTE): pues los cristianos no creían en los
dioses de la ciudad, no observaban los sacra pública, ni prestaban culto al
Emperador.
Antropofagia: Acusación según la cual los cristianos se comían a los niños.
Crimen maiestatis. No prestar culto al Emperador se consideraba por los
paganos una traición al mismo Emperador, desde el punto de vista
religioso y político.
Incesto. Derivaba del hecho de que por el carácter reservado de las
celebraciones cristianas los paganos pensaban que aquellas reuniones
secretas eran verdaderas orgías.
Vana superstitio: Al no aceptar los dioses paganos era una religión ilícita.
Asociabilidad. Los cristianos no participaban en la vida pública de la ciudad.
Es la acusación más grave. De esta participación estaban exentos los judíos
(que era una religión lícita).
Hesterni. ¿Comportamiento social ajeno a los demás?

Primer período: La persecución de los cristianos bajo Nerón y Domiciano


Bajo Nerón (54-68): Se tomó como pretexto el incendio de Roma (64 d.C.).
Parece que la persecución se circunscribió a Roma. Entre las víctimas más
ilustres están san Pedro y san Pablo. Algunos documentos hablan de 979 los
cristianos muertos en esta persecución

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Bajo Domiciano (81-96): Escasa información sobre su extensión y el número de
víctimas. Victimas destacadas: Flavio Clemente y su esposa Flavia Domitila, y San
Juan Evangelista.

Segundo período: La persecución de los cristianos como personas privadas


Trajano (98-117): los cristianos «no han de ser buscados; pero si son
acusados y perseveran, deben ser castigados». Mártires ilustres: San Clemente
Romano, San Ignacio de Antioquía.
Adriano (117-138): Siguió la política de Trajano: La persecución de los
cristianos dependía del celo de la plebe o de los gobernadores locales.
Parece desconocer la ley contra los cristianos.
Marco Aurelio (161-180): no modificó el sistema de persecución; pero urgió
el cumplimiento de las leyes existentes. Mártires ilustres: san Justino y los
mártires de Lyon.
Tercer período: La persecución sistemática
En el siglo III la persecución se encrudece. Antes se perseguía tras una
denuncia. En este periodo se establecen edictos contra los cristianos. El
cristianismo se considera como religión ilícita.
Septimio Severo (193-211): prohibió todas las asociaciones ilícitas. Mártires
insignes: san Leónidas, padre de Orígenes; Santas Perpetua y Felicidad y el Papa san
Víctor (189-199).

Persecuciones generales de Decio a Diocleciano


En este periodo, las persecuciones son más crudas y sistemáticas. Ahora
los cristianos se consideran un peligro para el Imperio.
Decio (249-251): Se propuso volver a dar al Imperio el antiguo esplendor.
Trató de restablecer el culto del Emperador como religión del Estado.
Rápidamente salió un edicto contra los cristianos. La larga paz había
producido flojedad en muchos cristianos. Ante los lapsi surgieron dos
posiciones extremas: recibirlos sin problemas o no admitirlos nuevamente.
La solución final fue intermedia: admitir nuevamente a los lapsi pero con
confesión pública y su penitencia.
Diocleciano (284 – 305): Hubo paz general durante la mayor parte de su
reinado, de modo que los cristianos adquirieron gran prestigio. Pero de
repente se inició la persecución el año 303. No hay persecución como la
de Diocleciano. Por ello, esta persecución es designada como era de los
mártires. Mártires insignes: san Sebastián, Sta. Inés, Sta. Lucía, Santa
Catalina de Alejandría.

7. La revolución constantiniana

Año 312: victoria de Constantino sobre Majencio en la batalla de Puente


Milvio. Antes de la batalla, hace imprimir en los escudos de los soldados
el anagrama de Cristo. En cuanto al “Edicto de Milán” no hay material que
lo confirme ¿?? Para algunos, no existió. En realidad, en 313 se reúnen
Constantino y Licinio, y confirman un acuerdo previo de 311. Constantino
venció a Licinio en 324 d.C. y tomó el poder del Imperio. Al año

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siguiente, convoca el Concilio de Nicea.
En cuanto a la conversión de Constantino hay tres posturas: Para unos, no
hay conversión: Constantino favoreció a la Iglesia como estrategia
política. Para otros, Constantino acogió el cristianismo, pero no lo asimiló
y por ello su política fue sincretista. Para otros, Constantino sintió una
atracción especial por el cristianismo y, por tanto, hubo una verdadera
conversión. En este caso la verdad está contenida un poco en las diferentes
opiniones.
Aunque la legislación constantiniana tiene base religiosa, también es hija
de la mentalidad romana: el Estado tiene el deber de asegurar la paz del
orbe, la pax deorum. Por eso, el Estado debía ocuparse de la religión. Sin
embargo, ahora la realidad es que la Iglesia se arroga el pleno poder de
regular la relación entre la divinidad y los hombres. Resuelve la cuestión
reconociendo a la Iglesia la competencia sobre las “cosas internas” (fe,
moral, disciplina eclesiástica, medios de salvación), y atribuyéndose la
intervención sobre las “cosas externas” (hacer respetar las decisiones de la
Iglesia) (Cesaropapismo)
La legislación constantiniana toma en cuenta cuatro puntos:
-las exigencias generales del cristiano (el cristiano sólo honra al verdadero
Dios);
-las exigencias materiales (facilitar la práctica de la religión);
-las exigencias espirituales (moralización de las costumbres);
-la exigencia de privilegiar a la Iglesia dentro del Imperio (aseguró la
condición social al clero y a la jerarquía)

8. Las controversias trinitarias y cristológicas.

El favor oficial que recibía la Iglesia y su rápido crecimiento trajeron


consigo errores y herejías, al no estar definidos los dogmas fundamentales
de la Redención.
Herejías trinitarias: Fueron una continuación de las herejías del periodo
anterior. Ante todo hubo que fijar la relación entre el Hijo y el Padre,
Herejías cristológicas. Es el grupo de herejías más persistente y peligroso.
Admitida la divinidad del Hijo, seguían una serie de problemas muy
difíciles de resolver, los cuales tenían por objeto la unión entre la
naturaleza divina y la humana en el Verbo Encarnado.

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Arrianismo:
- El Verbo no es eterno - El Hijo no es consustancial al Padre - El Hijo no es
divino sino pura criatura
Negación de la divinidad del Hijo. Se quiere defender hasta tal punto la
unidad de Dios que se niega el que haya personas divinas.
Doctrina de Arrio, que negaba la consustancialidad del Verbo y, por tanto,
la divinidad de Cristo.Condenado en el Concilio de Nicea (325), primer
Concilio.
Fuera de estos grupos, son dignos de consideración algunos errores o
herejías de carácter más o menos esporádico e independiente como el
donatismo; diversos errores y cismas originados de las contiendas arrianas;
la cuestión de los Tres Capítulos; las controversias origenistas y los errores
gnóstico-maniqueos de Prisciliano.

9. El monacato.
El monacato en Oriente: La vida monástica inició en la cuna misma del
Cristianismo, pues muchos fieles se abstenían del matrimonio para
alcanzar la perfección, según los consejos de Cristo (Mt 19, 12) y del
Apóstol (1 Co 7, 32ss). Estos ascetas, ayunaban, vestían ásperamente, etc.,
y por lo menos más tarde, se obligaban a esta vida con voto. Las
persecuciones sistemáticas empujaron a muchos fieles a los desiertos. Así
se poblaron los desiertos de Egipto de anacoretas, de los cuales los más
célebres son san Pablo Ermitaño (m. 341) y San Antonio (m. 356), amigo
fiel de san Atanasio y maestro de la vida monástica (IMPORTANTE). San
Pacomio, primero soldado y luego ermitaño, fue maestro de la vida
cenobítica, estableciendo en la isla del Nilo, Tabenna, un monasterio para
cuyos moradores dio su Regla.
El monacato en Occidente: El monacato fue dado a conocer por San
Atanasio, quien fue a Roma en 340 con dos monjes, y cuya Vida de San
Antonio ejerció grande influjo. Fomentaron la vida monástica San Eusebio
de Verceli y San Ambrosio en el Norte de Italia, San Jerónimo entre la
nobleza de Roma, San Martin en la Galia y San Agustín en África. A fines
del siglo IV había muchos millares de monjes; al entierro de San Martín de
Tours (397) asistieron 2.000.
Pero los monjes de Occidente adolecieron de dos defectos: algunos

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(gir´`ovagos) andaban errantes de una parte a otra y con excesiva libertad;
otros vivían en pequeños grupos sin superior ni regla fija (sarabailes).
Estos males se remediaron con la Regla de San Benito de Nursia, la cual
exigió votos, fijó los monjes en su claustro (loci stabilitas), los obligó para
toda su vida y confederó los monasterios en una gran familia,
ofreciéndoles mutuo auxilio. En los siguientes siglos esta Regla fue
substituyendo en Occidente a todas las demás.
La vida monástica produjo inmensos bienes a la Humanidad, como lo hizo
el martirio en la época anterior. En Oriente ayudaron para vencer las
herejías; en Occidente, para civilizar y convertir a los bárbaros. Los
claustros dieron a la Iglesia excelentes obispos, y con su ejemplo elevaron
el nivel del Clero y la moralidad del pueblo. A la ciencia prestaron
inestimables servicios, conservando los tesoros de la Antigüedad y
cultivando las ciencias eclesiásticas. Enseñaron a los pueblos nuevos la
agricultura y las artes, la laboriosidad y la obediencia. Y los pueblos
reconocieron estos beneficios y establecieron sus moradas en torno del
monasterio protector.
San Benito y la Regla: San Benito nació en Nursia (480), estudió en
Roma, pero se retiró a una cueva de Subiaco, donde pasó tres años en
ásperas mortificaciones. Luego se fue al antiguo Cassinum, cristianizó al
pueblo y fundó el monasterio modelo de Monte Casino, donde estableció
su regla, y murió en 543. La hermana de Benito, Santa Escolástica, fundó
cerca un monasterio de mujeres con la misma Regla. Fue de gran
importancia el influjo del primer Papa benedictino, San Gregorio Magno,
quien promovió muchos monasterios. La vida de San Benito, escrita por
Gregorio Magno produjo un efecto semejante a la de San Antonio por San
Atanasio.
La Regla de San Columbano: procede de los monasterios de Irlanda y se
extendió en el siglo VII, pero su excesiva severidad y poca determinación,
fue substituida por la de San Benito.

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TEMA 22
HISTORIA DE LA IGLESIA: EDAD MEDIA

1. La formación de las iglesias germánicas y el proyecto carolingio.


2. El Oriente cristiano y su relación con la Iglesia latina.
3. La reforma gregoriana.
4. Desarrollo teológico y vida cristiana en la Europa de las ciudades.
5. La crisis papal: de Aviñón al Cisma de Occidente.
6. Anhelos de reforma y devotio moderna.

(DESDE 476 Invasiones germánicas. HASTA 1492 o 1453 Invasiones árabes:


Cae imperio r. oriente)

1. La formación iglesias germánicas. Proyecto carolingio.

Formación de las iglesias germánicas


Al hablar de la evolución de la religiosidad de estos pueblos se habla de tres
fases:

Periodo “pagano”:
Algunos pueblos (ostrogodos y vándalos) permanecieron arrianos hasta su
extinción. Otros (visigodos, suevos, longobardos), después de un periodo de
arrianismo se adhirieron a la fe católica; y otros pasan directamente del periodo
pagano al periodo católico. Características:
Identificación de la divinidad con las fuerzas naturales.
Pragmatismo religioso: Relación obsequio-favor con la divinidad (do ut des).

Periodo arriano:
Factores de la arrianización:
Acción misional en el “limes”(límites fronterizos del imperio romano). Figura
importante: ULFILAS: Para evangelizar a los godos, crea un alfabeto
germánico y traduce la Biblia al gótico
Solidaridad vertical con jefe del clan: Si el líder se convierte, sus súbditos se
convierten.
¿Oportunismo político? Pudo existir una mentalidad de oportunismo en los
pueblos germánicos porque esta población solía asociar el ámbito político con el
religioso.
Identidad germánica: Los germanos, en las luchas contra la población romana,
establecen la fides germánica como un elemento de identidad. En los comienzos
del Medievo, el arrianismo de los pueblos bárbaros fue la fides germánica
enfrentada a la fides romana (ortodoxia nicena) religión oficial de la población
mediterránea. Pero ya el arrianismo se había superado en la Iglesia universal, y
al final, los pueblos germanos se convierten al catolicismo.

Conversión católica y formación de iglesias territoriales germánicas


En 496 se convierte el primer rey germánico: Clodoveo (rey de los francos). A
lo largo del siglo VI varios pueblos germánicos abrazaron la fe católica. Con la

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conversión de los visigodos liderada por Recaredo nació en Hispania la
monarquía visigodo-católica.
Exemplum regis: En estos procesos era muy importante la conversión del rey o
duque nacional, el cual se convertía en el principal agentes de la conversión de
sus pueblos. Con todo, estas conversiones eran fruto del convencimiento de la
falsedad del paganismo y de la creencia en que Jesucristo era el Salvador y el
Dios de los cristianos.

Características de las “iglesias territoriales”:


Estrecha relación entre el rey y el episcopado, con sus elementos favorables y
peligrosos:
Organización eclesiástica: Sigue la estructura diocesana romana y surgen las
iglesias rurales
Paso del politeísmo difuso a un Dios creador.
Paso de un Dios de salvación escatológica a un Dios protector
Purificación de la moral: Desaparece el “derecho de venganza” y se acaba la
poligamia.
Vida sacramental: Se rompe el ritual de iniciación característico de la
antigüedad cristiana.
El proyecto carolingio

Junto a Carlomagno participaron del proyecto algunos eclesiásticos de diversos


lugares: El más ilustre, Alcuino de York (inglés), creador y director de la
«escuela palatina».
Propagación de la fe y de la civilización cristiana. Dos líneas de acción:
Educativa – disciplinar: quiere recuperar el conocimiento, la sabiduría latina.
Uniformidad: La variedad litúrgica se unifica en la liturgia romana. Surgen: el
Sacramentario gregoriano, la Colección canónica Adriana (primera colección de
derecho canónico).
El ordo trinus de la sociedad carolingia
Partiendo de la idea de la Iglesia como un cuerpo surge la teoría organicista: la
Iglesia como un conjunto de miembros, cada uno con su labor en función de la
salvación. De esta manera surge el ordo trinus: la estructuración de la Iglesia en
tres categorías.
Episcopado y clero: empieza a darse una jerarquía entre los obispos. Comienza
a ser mayor la separación entre el presbiterio y la zona del pueblo.
Los laicos: Se les llama ordo congiugalis (“los que se casan”). Revalorización
del matrimonio.
El monacato: Carlomagno impuso la Regla de san Benito y urgía su fiel
cumplimiento.

2. El Oriente cristiano y su relación con la Iglesia latina.

Elementos característicos del oriente cristiano que mantienen la unidad:


La presencia de un emperador: como cabeza del poder político y cabeza de la
Iglesia.
Organización en patriarcados: Constantinopla, Antioquía y Alejandría.
Continuación de los Concilios ecuménicos (los concilios en Occidente serán
locales).

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La Iglesia imperial de los patriarcados
Un patriarcado es una circunscripción eclesial con una sede patriarcal. Los
define y caracteriza respecto a los demás una tradición litúrgica y una lengua
propia
Constantinopla: Es el patriarcado más reciente. Se habla latín y griego. Sin
embargo, con el tiempo va desapareciendo el latín y comienza un proceso de
helenización.
Alejandría: Cristología descendente. Después de Calcedonia, se vuelve hostil a
los concilios y al imperio. Perderá fuerza intelectual y comienza a identificarse
con el monacato sirio.
Antioquía: Cristología ascendente. Tendrá también problemas teológicos pero
desarrollará también una corriente teológica. Estará muy dividido a partir del
concilio de Calcedonia.

Intentos imperiales de restablecer la unidad eclesial


Tras el concilio de Calcedonia, el imperio se fragmenta religiosamente. En los
años posteriores al concilio se verán varios intentos del emperador por
restablecer la unidad:
El cisma de Acacio (482) por la fórmula de unión con los monofisitas del
emperador Zenón.
La disputa de los tres capítulos: condena a tres autores nestorianos por
Justiniano.
Heraclio establece el monotelismo para buscar la unidad pero es rechazado por
Roma.
Los Isaurios y la cuestión de las imágenes (730 – 843): Los Isauros (que
gobiernan Bizancio) eran hostiles a las imágenes y prohíben venerarlas. Tras las
sucesiones de emperadores se celebra Nicea II (a favor de las imágenes) en 787.
Luego resurgirá brevemente la polémica y se solucionará definitivamente en
843. (Sínodo de Constantinopla).

El Cisma de 1054
El cisma de Oriente y Occidente, gran cisma o cisma de 1054, conocido en la
historiografía occidental como el Cisma de Oriente y en los países ortodoxos
como el cisma de los latinos fue el evento que, rompiendo la unidad de lo que
era la Iglesia estatal del Imperio romano basada en la pentarquía, dividió el
cristianismo calcedonio entre la Iglesia católica en Occidente y la Iglesia
ortodoxa en el Oriente. Aunque 1054 se indica normalmente como el año del
cisma, fue en realidad el resultado de un largo período de distanciamiento
progresivo teológico y político entre las dos ramas eclesiales que subsiste hasta
la actualidad.
Iniciada por Miguel Cerulario, patriarca de Constantinopla (1043), quien se
enfrenta con el papado por la invasión de los normandos por el Mediterráneo
hacia territorios bizantinos. Ante esta hostilidad, el papa envía dos legados
papales, los cuales, al no lograr un acuerdo con Miguel Cerulario, colocan una
bula de excomunión al patriarcado de Constantinopla en la catedral de Santa
Sofía el 16 de julio de 1054. Una semana después, un sínodo presidido por
Cerulario interpretó la excomunión del Patriarca como dirigida contra toda la
Iglesia griega y respondió lanzando la excomunión contra los legados y contra
los que le hubieran enviado.

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3. La reforma gregoriana (culmen en el papa Gregorio VII)

Situación de la Iglesia en el cambio de milenio[editar]


La época de plenitud del orden feudal constituyó un periodo de grandes contrastes. La
sociedad, básicamente rural, se ve sometida a los abusos de los señores feudales. Esta
situación dio lugar a un gran movimiento reformista dentro de la Iglesia. Primero,
los papas germánicos del siglo X y luego los renovadores, desde Nicolás II a Gregorio
VII, lucharon encarnizadamente por eliminar los grandes vicios que sufría la sociedad
cristiana, entre los que destacaban: la simonía –compra-venta de oficios y dominios
eclesiásticos–, el nicolaísmo o poca ejemplaridad del clero –que a menudo no guardaba
el celibato– y la investidura laica –provisión de cargos eclesiásticos por parte de los
poderes seculares–. Todos estos males tenían un origen común: el olvido del fin
sobrenatural de la Iglesia y el afán de ambicionar más bienes temporales.

La idea reformadora nace en los monasterios pero alcanzó al papado y a toda la


cristiandad. La renovación monástica (fase monástica): Imperio, eremitismo y
Cluny

Focos de renovación:
Monacato imperial: El imperio los protege y los monjes rezan por el emperador.
Monacato eremítico-toscano: En Toscana surgen monasterios sin relación con el
Imperio
Cluny (Borgoña): el que tendrá más influencia en la reforma gregoriana.

La reforma de Cluny

Exención canónica: tenía independencia del poder político. Tampoco tenía


dependencia jurisdiccional del obispo diocesano y dependía directamente de
papa.
Su liturgia será un foco de evangelización y de atracción espiritual. Aparecen
prácticas como la procesión, que incluso influirán en la arquitectura de sus
templos.
Clericalización de los monjes: Allí surgen las “misas votivas”, y la Fiesta de
todos los santos.
Teología de Cluny: el estudio no es un elemento fundamental de la labor del
monje. Aun así, en los monasterios dependientes de Cluny se da el despunte
teológico del s. XI (Ej.: San Anselmo).
Influencia de Cluny: Cluny tendrá una proyección y una gran influencia social:
Cluny fomentó la «Paz de Dios»: Un tipo de protección de determinados lugares
donde no se puede ejercer la violencia. En cambio, la «Tregua de Dios» se
aplica a tiempos concretos.
Se debe a Cluny el relato del primer santo que no es rey ni reina sino un laico
común: Geraud d’Aurillac. Es la construcción de un guerrero pero con
espiritualidad monástica.

La reforma pontificia

Grandes líneas de la reforma gregoriana:


Purificación del clero: Se decide reducir el estrecho contacto entre clero y poder

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político.
Enfrentamiento con el poder laico: Lo anterior producirá enfrentamientos con el
Imperio.
Fortalecimiento y centralización romana: el papado adquirirá enorme fuerza
institucional.
Santificación del mundo: Se insiste en la necesidad de santificar el mundo.
Así pues, los papas, al no estar influenciados por los intereses aristocráticos,
serán cada vez más espirituales. La Reforma alcanzará su culmen con Gregorio
VII (1073 – 1085).
Dictatus papae (1075): Es un resumen de los principios fundamentales de la
reforma gregoriana. Proclamaban que la supremacía en la Cristiandad
pertenecía al Pontificado romano, que encarnaba en el mundo la potestad
espiritual (argumento espiritual).
Donación de Constantino (argumento histórico) Por la «Donación de
Constantino», que nadie ponía en duda. El Papa podía usar las insignias
imperiales, en virtud de la pretendida cesión que Constantino había hecho al
Papa Silvestre.
Lucha de las investiduras: Fue el primero de los grandes enfrentamientos entre
la Iglesia y el Imperio. Cuestión esencial: ¿Cuál de las dos potestades de la
Cristiandad debía ejercer una efectiva primacía, la potestad espiritual o
temporal? El problema durará alrededor de un siglo.

Consecuencias de la reforma en la historia de la Iglesia:


En el papado: Surge una administración central muy desarrollada (Curia
Romana). También tiene lugar la convocatoria de Concilios ecuménicos (4
Concilios de Letrán). Se emprende la uniformización de la liturgia (en torno a la
liturgia romana). Nace la figura del legado papal. El papa se convierte en el
líder de la Cristiandad, de la comunitas christiana.
En el Imperio: El Imperio cae en desprestigio, pues el papado le ha retirado la
“aureola sacra”, y es despojado de la dimensión religiosa que había adquirido en
la época carolingia.
Relación Iglesia-mundo: Equilibrio de la relación entre la Iglesia y el mundo. Se
comienza a desarrollar una espiritualidad de tipo laical que tendrá sus efectos
posteriormente.

4. Desarrollo teológico y vida cristiana en la Europa de las ciudades.

Desarrollo urbano

El siglo XII es un siglo rural. Pero poco a poco la ciudad va tomando fuerza en
el siglo XIII. El mundo urbano se desarrolla a partir de un nuevo grupo social:
los artesanos o burgueses. Las ciudades se desarrollan, sobre todo, en el norte de
Italia, en los Países Bajos, y en algunas zonas del sur (Granada, Córdoba y
Sevilla). Surge en este tiempo una nueva forma de trabajar y la aparición de
nuevos grupos sociales (hermandades, cofradías, y gremios).

El despliegue cultural: de las escuelas catedralicias a las Universidades


La Edad Media inventó las universidades. Su nacimiento fue espontáneo, a
partir de las escuelas monásticas y las catedrales. La «universidad», la
corporación de profesores y alumnos, constituyó un «estudio general» y recibió

24
el reconocimiento de la autoridad eclesiástica y civil. Primero tomó forma en
París. Después Oxford, Bolonia, Salamanca. Facultades características:
Teología, Derecho, Filosofía, Medicina y Artes. La universidad no fue tan solo
una institución cristiana, sino propiamente eclesiástica. La mayoría de los
profesores eran clérigos.

El desarrollo de la Escolástica

La escolástica es la «ciencia de la Escuela». Nació a finales del siglo XI con el


objeto de elaborar una armonización entre el conocimiento natural y la fe
fundada en la Revelación. Su método se basaba en la disputa dialéctica, que
termina en una síntesis.
Primera escolástica: su tema principal fue la cuestión de los «universales». San
Anselmo de Canterbury abrió el camino del progreso teológico. También
destacó Pedo Abelardo con su método dialéctico. Pero quien recogió con acierto
la doctrina de sus predecesores y la expuso con amplia perspectiva fue Pedro
Lombardo.
El siglo de oro de la Escolástica fue el siglo XIII con el aristotelismo cristiano.
Ante la «invasión» aristotélica en árabe y con tinte averroista, la Iglesia buscó
cristianizar a Aristóteles en lugar de rechazarlo. Santo Tomás coronó la obra
iniciada por Alberto Magno y terminó la construcción de un aristotelismo
cristiano. Su saber fue menos extenso que el de Alberto Magno pero le superó
en rigor, claridad, precisión y profundidad teológica

El impacto de las órdenes mendicantes: franciscanos y dominicos


Los mendicantes dieron especial relevancia a la pobreza cristiana. Un siglo
antes, el Císter había renovado entre los monjes la sencillez y austeridad
primitivas.
La orden cisterciense (en latín: Ordo Cisterciensis, O.Cist.), igualmente conocida
como orden del Císter o incluso como Santa orden del Císter (Sacer Ordo
Cisterciensis, S.O.C.), es una orden monástica católica reformada. Tienen como regla la
de San Benito, la cual aspiran seguir en forma estricta. Nacieron en 1098 como una
reacción de la relajación que consideraban que tenía la Orden benedictina de
Cluny (de 910), queriendo volver al espíritu original de la Orden de San
Benito (de 529). Su origen se remonta a la fundación de la Abadía de Císter por Roberto
de Molesmes Las Órdenes Mendicantes ya no vivían siquiera como el Císter del
trabajo de la tierra, sino que renunciaban a todo y se mantenían de la caridad, de
las limosnas de los fieles.
San Francisco y los franciscanos: A los 25 años, San Francisco abandonó la
familia y sus bienes y se retiró a la soledad. Hacia el año 1209 se constituyó la
familia de los Fratres minores con una sumaria regla (la Regla Primera) con
textos del Evangelio. La historia de la Orden se caracterizó por: Su gran
desarrollo (antes de un siglo tenía unas 1500 casas y cerca de 45.000 religiosos);
y las discordias en torno a la pobreza (entre los defensores de una interpretación
literal de la Regla y los partidarios de una observancia mitigada)
Santo Domingo y la Orden de predicadores: Los dominicos nacen en la
predicación contra la herejía albigense iniciada por Domingo de Guzmán a
partir de 1207. Tras la muerte de Domingo, la Orden se extendió por toda
Europa y antes de un siglo tenía 18 provincias y 10.000 religiosos. La práctica
de la pobreza fue muy regulada y no produjo los problemas que suscitó entre los

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franciscanos. Consecuentes con su vocación originaria de defensores de la fe,
dieron especial importancia a los estudios y trabajaron desde primera hora en las
grandes universidades. También tuvieron una rama femenina y una Orden
tercera.

5. La crisis papal: de Aviñón al Cisma de Occidente.

El papado de Aviñón

El sucesor de Bonifacio VIII (que tuvo varios enfrentamientos con el rey de


Francia, Felipe el Hermoso) fue Benedicto XI cuyo pontificado fue muy breve.
Luego, tras un largo y difícil cónclave se decidió elegir Papa a un no cardenal y
designaron a Bertrand de Got, arzobispo de Burdeos (Clemente V). El papa
rehusó trasladarse a Italia por temor, y decidió ser coronado en Lyon. Por más
de 70 años los Papas residieron en Francia y, a partir de 1309, en Aviñón.
Característica del pontificado de Aviñón: preponderante influencia francesa,
que se manifestó tanto a nivel geográfico como en la personalidad de los Papas,
en la composición de la Curia, en los criterios de las creaciones cardenalicias:
fueron franceses los siete Papas de este periodo; de los 134 cardenales creados,
113 eran franceses.
Los Papas de Aviñón siguieron la obra de centralización de los Papas de la
época gregoriana. Estos Papas utilizaron el aparato administrativo que habían
desarrollado para reservar a la Santa Sede la resolución de un número cada vez
mayor de asuntos de las diversas iglesias particulares.
Esto se conjugó con la multiplicación de las tasas y exacciones fiscales que
hicieron famoso el papado aviñonés. Los Papas de Aviñón necesitaban dinero
para sufragar los crecientes gastos que ocasionaba la Corte pontificia, el Colegio
de cardenales y la construcción del nuevo palacio apostólico de Aviñón. El
procedimiento fue recurrir a la creación de un sinfín de impuestos y gabelas
gravados a todos los actos en los cuales tuviera alguna intervención la Curia
papal.
También en esta época hubo un auge de absentismo eclesiástico y de prebendas
en personajes de la Curia que no desempeñaban ninguno de los oficios para los
que habían sido nombrados.
El retorno del Papa a Roma
La presencia del Papa en Aviñón siempre se consideró como una situación
excepcional que desaparecería cuando las circunstancias favoreciesen el
traslado a Roma. Éstas comenzaron a darse en el siglo XIV. Una de ellas fue el
restablecimiento del orden en los Estados Pontificios. Fueron dos mujeres las
que más influyeron en el regreso de los papas a Roma: Santa Brígida y Santa
Catalina de Siena. En 1367, Urbano V regresó a Roma, pero en 1370 tomó el
camino de Aviñón por los problemas y peligros que había en Italia, sin embargo
murió en el camino. Su sucesor, Gregorio XI, instado por Santa Catalina de
Siena, abandonó definitivamente Aviñón y se instaló en Roma en 1377. Su
muerte condujo al Cisma de Occidente.

El Cisma de Occidente y el conciliarismo


El Cisma de Occidente duró 40 años, con grave daño a la Iglesia. Se produjo a
raíz de la elección del sucesor de Gregorio XI. Ante la presión del pueblo
romano, los cardenales (la mayoría franceses) eligen al arzobispo de Bari, un no

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cardenal (Urbano VI) (1378 - 1389). Pronto se produjo un enfrentamiento entre
el nuevo Papa y los cardenales, que, en su mayoría declararon inválida la
elección de Urbano VI por falta de libertad en los electores. Los cardenales se
reunión en ese mismo año y eligieron al cardenal Roberto de Ginebra (Clemente
VII). Los dos elegidos se excomulgaron mutuamente y así quedó instituido el
cisma oficialmente. Con el tiempo se abrió camino la idea de que solamente un
Concilio era capaz de terminar con el Cisma.
En 1408 un grupo de cardenales romanos y aviñoneses convocan un concilio y
eligieron Papa al arzobispo de Milán (Alejandro V). Pero ninguno de los dos
depuestos pontífices aceptó la solución y la Cristiandad quedó en una confusión
mayor. Ya no había dos sino tres obediencias. El sucesor de Alejandro V, Juan
XXIII, buscó apoyo en Segismundo y se decidió a promulgar en diciembre de
1413 la convocatoria del Concilio Ecuménico de Constanza.
Concilio de Constanza (1414) y resolución del Cisma
Juan XXIII esperaba ser reconocido en Constanza como único Pontífice. Pero el
sistema de los votos decidió el futuro del Concilio: se impuso la exigencia del
voto por «naciones» (había cuatro «naciones»: inglesa, francesa, alemana e
italiana. Luego se añadió la nación española. También se atribuyó un voto al
Colegio cardenalicio). Al ver peligrar su confirmación, Juan XXIII huyó de
Constanza. Pero el Concilio prosiguió por dos razones principales: la actitud del
emperador Segismundo y la postura de un grupo de cardenales y teólogos que
adoptaron una doctrina eclesiológica fundada en las teorías conciliaristas.
Proclamada su supremacía, el Concilio declaró culpable y depuso a Juan XXIII
del Pontificado. Después Gregorio XII, deseoso de contribuir a la solución del
Cisma, legitimó la constitución del Concilio de Constanza y abdicó. Pero
Benedicto XIII se negó a abdicar. Tras ello, el Concilio lo procesó, lo condenó y
lo depuso en julio de 1417.

Posteriormente, se eligió al cardenal Otón Colonna (Martin V). El Concilio se


cerró en 1418 y se declaró que el próximo sería dentro de cinco años en Padua.
Aunque el Concilio devolvió la tranquilidad a la Iglesia, sus decisiones
despertaban recelos en el terreno doctrinal y fueron los gérmenes de futuros
conflictos, que culminaron en el enfrentamiento entre el papado y el Concilio de
Basilea y que selló la victoria del papado frente al conciliarismo.

6. Anhelos de reforma y devotio moderna.

La religiosidad del cristiano bajo medieval se hizo más personal, su piedad más
interior. La idea de la muerte dominaba a los hombres de este tiempo, a la vez
que un afinamiento espiritual les permitía una mayor vivencia de la historia
evangélica, y en especial, de la Pasión y Muerte de Cristo. A esto contribuyó la
catequesis de grandes predicadores como Bernardino de Siena, san Vicente
Ferrer y Juan Gerson. El resultado fue que la piedad se enriqueció notablemente
en el curso de estos años, con una sensibilidad religiosa ahora más delicada con
una mayor capacidad para sentir mejor el dolor de los pecados personales y para
revivir la Pasión del Señor.
El lugar primordial que la Sagrada Pasión ocupó en la devoción de los fieles se
dejó también sentir en la devoción popular a la Santísima Virgen. La
importancia de la Pasión y de la Virgen Dolorosa en el arte de la Baja Edad

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Media fue importantísima. También se enriqueció la fe en la Presencia real y las
muchedumbres se sentían atraídas por la procesión del Corpus Christi.

Devotio moderna: Por la misma época en que florecía la mística alemana surgió
en los Países Bajos una corriente más interior y personal: la devotio moderna:
una forma de piedad fundada en el cultivo de la vida interior, apropiada para
sacerdotes, religiosos y para simples fieles que, estando en el mundo, desearan
practicar las virtudes evangélicas y avanzar en el seguimiento de Jesucristo.
Fundamento de su espiritualidad: la oración personal, no la litúrgica.
Expresión más característica: la Imitación de Cristo, que enseña a practicar el
desprendimiento de las criaturas para encontrar a Cristo y seguirle por el camino
real de la Santa Cruz.
La espiritualidad propia de la devotio moderna inspiró las fraternidades
iniciadas por Gerardo Groote, conocidos como «hermanos de la vida común».
Estas fraternidades estaban integradas por sacerdotes y laicos, y su organización
flexible era poco centralizada.

La mística renano-flamenca: Las regiones renanas de la Alemania occidental y


de los Países Bajos fueron el principal foco de un corriente de misticismo cuya
primera figura fue el maestro Eckhart (1260-1327), gran místico especulativo
que formuló una doctrina oscura y profunda de las relaciones de Dios con el
alma, en la que hay proposiciones de sabor panteísta, algunas de las cuales
fueron condenadas después de su muerte. Sus discípulos Juan Tauler y Enrique
Suso son completamente ortodoxos. Esta corriente se difundió por Alemania y
otros países, sobre todo en monasterios y conventos de religiosas.

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TEMA 32
HISTORIA DE LA IGLESIA: EDAD MODERNA
(1453 HASTA 1789 REV F)

1. Significado, características y delimitación cronológica.


2. Renacimiento y humanismo.
3. La PreReforma.
4. La Reforma protestante.
5. El concilio de Trento.
6. Frutos del concilio.
7. División religiosa en Europa.
8. Absolutismo y creación de iglesias nacionales.
9. El jansenismo.

1. Significado, características y delimitación cronológica.

Significado del término «Moderno»: Modus hodiernus. Sin embargo, este


término es confuso. Se puede determinar fácilmente cuándo culmina, pero no es
fácil determinar cuándo comienza. Existen diversas opiniones al fijar el
comienzo de la Edad Moderna. Dos hechos paradigmáticos:
La caída de Constantinopla (14/05/1453): Entrada de los turcos en
Constantinopla. Con esto desaparece el mundo antiguo y medieval, basado en
el concepto del Imperio.
El descubrimiento de América (12/10/1492): Este acontecimiento resume lo
que será la Edad Moderna: una edad de grandes descubrimientos, ir más
allá de los límites.

El final de la Edad Moderna se acepta unánimemente: la revolución francesa


(14/07/1789).

Características generales de la Edad Moderna

Es una época de superación de límites, de grandes cambios, inventos y


descubrimientos: la imprenta es el invento que cambia por completo el mundo y
el más relevante de la época.
Consolidación de la burguesía y del capitalismo como sistema.
Nueva mentalidad: el hombre como centro del universo: antropocentrismo.
Se da una exaltación de los valores del mundo clásico (Grecia y Roma) frente a
los valores medievales.
Ideales: belleza, proporción, equilibrio, la perfección. Y esto se busca en el arte
y en la vida.
Avanza a pasos agigantados la independencia de lo secular frente a lo
eclesiástico. Se da un acceso mayoritario en los cargos de gobierno a personas
de la burguesía, pues hay una mayor cantidad de personas no eclesiásticas
suficientemente preparadas para ocuparlos.
Contra la autoridad y la jerarquía, va cobrando fuerza el individualismo y el

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subjetivismo.
Se acelera el proceso de separación entre razón y fe, la cual tendrá su punto
culminante alrededor del siglo XVIII.
Se rompe la unidad medieval, también en lo político. Consolidación de los
Estados modernos.

2. Renacimiento y humanismo.

El mundo moderno se edifica sobre un movimiento cultural: el humanismo del


Renacimiento: El Renacimiento nace en Florencia a finales del siglo XIV y se
difunde a lo largo de Europa a lo largo del siglo XV, alcanzando su plenitud en
el siglo XVI. El nombre de renacimiento surge con el pintor Giorgio Vasari que
consideraba que al mundo clásico llegaron los pueblos bárbaros del norte y
dieron lugar a una época oscura en la que se vivían los valores de estos pueblos.
Consiste en una vuelta a descubrir la importancia del hombre (humanismo). Se
suele definir de este modo, y así contraponerlo a la Edad Media. Una Edad
Media teocéntrica que da lugar al movimiento opuesto: poner al hombre en el
centro.
El hombre del renacimiento se redescubre a sí mismo: se dan respuestas
científicas a fenómenos que suceden incluso en su propio cuerpo. Ej.: se
descubre la circulación de la sangre.
Los hombres del renacimiento ayudaron a exaltar la capacidad del ser humano.
Por tanto, el humanismo no fue un movimiento de renacimiento pagano.
Excepto algunos movimientos de tinte pagano en Italia, el Renacimiento vuelca
su atención sobre el hombre sin dejar de considerar que el hombre es una
criatura de Dios.

3. La Pre-Reforma

Desde los siglos bajomedievales se venía escuchando el clamor por la reforma


de la Iglesia, in capite et in membris. Hubo intentos más o menos serios de
reforma, pero no cuajaron. Algunos de ellos se desviaron peligrosamente hasta
acabar con el conciliarismo. Esta desviación se debe a que algunos intentos se
realizaron desde aspectos teológicos confusos.

La reforma de la Iglesia. ¿Qué es lo que había que reformar?


El ministerio del Papa, cuya autoridad se había debilitado a raíz del traslado a
Aviñón.
La Curia, que se había dedicado sobre todo a percibir las tasas por diversos
conceptos. Los obispos ocupaban las sedes nominalmente y no se ocupaban del
cuidado de los fieles
El clero participaba de los vicios del pueblo, de sus superiores, y carecía de
preparación.
Las órdenes religiosas habían abandonado el espíritu fundacional, sobre todo la
pobreza. La vida cristiana de los fieles tenía residuos de paganismo y falta de
formación cristiana.
- Al final de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna había en Europa
un ansia grande de Dios, un fuerte anhelo de religiosidad en los fieles que no era
satisfecho.

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El evangelismo: ideal de reforma fraguado en los círculos humanistas de
Francia y de los Países Bajos. Se caracteriza por su radical oposición a la
teología escolástica. Muchos aspectos de este movimiento coinciden con la
devotio moderna.
Erasmo de Rotterdam (1469-1536): es el más importante de los humanistas. Se
educa con los «Hermanos de la vida común»: ámbito espiritual de la Devotio
moderna. Desarrolló un mordaz espíritu crítico. Cabe señalarle como uno de los
impulsores de la reforma católica, con gran influencia en muchos personajes
relevantes de la siguiente generación. Proporciona un cristianismo fuertemente
moralizado, promueve una ascética dirigida a todos los cristianos. Sin embargo,
su concepción del cristianismo es fundamentalmente moral o ética. Su
dogmática es demasiado ambigua. Obras: Manual del Caballero Cristiano y el
Elogio de la locura.
El caso de la Iglesia española: En España la reforma de la Iglesia se dio con
anterioridad al resto de la Cristiandad, desde mediados del siglo XV. El mayor
impulso se lo dieron los Reyes Católicos y el cardenal franciscano Francisco
Jiménez de Cisneros. Supuso una reforma del clero regular (iniciada por la
Orden franciscana), del clero secular (selección de los candidatos más dignos).

4. La Reforma protestante.

Lutero, quizás por la forma burda en que a veces se predicaban las indulgencias
y, sobre todo, por la forma en que las entendía la gente sencilla, se rebela contra
esta práctica, que considera opuesta a su concepción de la justificación: frente a
la salvación gratuita otorgada por Dios, se presentan las indulgencias como una
especie de compra de la salvación.
Lutero expresa su pensamiento en una serie de tesis que colgó en la puerta de la
Iglesia del castillo de Wittemberg el 31 de octubre de 1517. Este hecho es hoy
considerado como una leyenda, aunque pudo ocurrir pero limitado al ámbito
académico. Según la historiografía clásica, señala en sus 95 tesis puntos
discutibles de la doctrina católica. Lo cierto es que las doctrinas de Lutero se
iban afianzando y no recibían respuesta adecuada por parte de la jerarquía.
Factores de impulso (grandes aliados) de la Reforma de Lutero: La imprenta: lo
cual facilitó la difusión de sus ideas; y el apoyo de los príncipes seculares.

Sus tesis empezaron a difundirse. La autoridad eclesiástica se enteró del éxito


de Lutero cuando empezó a disminuir la recaudación de las indulgencias. El
Papa envía a Alemania para arreglar este asunto al cardenal Tomás de Vio,
Cayetano. Pero no consigue una retractación formal.

Para resolver la controversia doctrinal se convino mantener una disputa


teológica entre Karlstad, discípulo de Lutero, y el teólogo católico Juan Eck,
vicario general de la Diócesis, que se había manifestado como el más firme
polemista contra los errores luteranos. La disputa tuvo lugar en el ayuntamiento
de Leipzig entre junio y julio de 1519. En este contexto, Lutero negó el primado
del Papa y la autoridad del concilio en materia doctrinal, sosteniendo que el
cristiano solo está obligado a creer lo que se encuentra en la Sagrada Escritura.
León X publica el 20 de junio de 1520 la bula Exsurge Domine en la que le
amenazaba con la excomunión. El 10 de noviembre, Lutero quema

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públicamente la bula. El 3 de enero de 1521, por medio de la bula Decet
Romanum Pontificem, León X excomulga a Lutero. En la Dieta de Spira
(1529) se acuerda que cada estado alemán actúe con la nueva religión de
acuerdo con la conciencia de su príncipe. Alemania queda dividida en dos
mitades.
Paz de Augsburgo: Firmada por Carlos V en 1555 a raíz de la presión de los
nobles rebeldes (afines a Lutero): Se reconoce al luteranismo el status de
religión libre; cada príncipe alemán puede profesar la religión que quiera, e
imponerla para todo su territorio: Cuius regio, eius et religio. Los súbditos no
conformes no tienen otra solución que cambiar el territorio.

La doctrina de Lutero puede resumirse así:


Sola gratia.La doctrina católica afirma la importancia de la colaboración
humana.
Sola fides. La Iglesia afirma además la importancia del mérito de las obras.
Sola Scriptura. La Iglesia además afirma la importancia de la Tradición y el
Magisterio.
Desde el punto de vista doctrinal, el Luteranismo alcanzó el 25 de junio de 1580
su formulación canónica en el Libro de Concordia. Allí se recopilan las
principales y confesiones y escritos doctrinales luteranos: La Confessio
Augustana (1530), elaborada por Felipe Melanchton; los Catechismus maior y
minor, escritos por Lutero; Los Articuli Smalcaldici, también de Lutero; y la
Formula Concordiae (1580), alcanzada por los principales representantes del
protestantismo.
El protestantismo avanzó en primer lugar a Suiza con sus dos personajes
destacados: Zwinglio y Calvino. Después continuó su expansión por el resto de
Europa.

5. El concilio de Trento

El deseo de un nuevo concilio se había difundido por buena parte de la


cristiandad y lo habían reclamado algunos monarcas. Se inauguró el 13 de
diciembre de 1545.
Ya desde el comienzo hay intereses contrapuestos entre el rey y el papa. Carlos
V deseaba que el objetivo del concilio fuera eminentemente práctico, de forma
que se procediera a la deseada reforma de la Iglesia. Por el contrario, el papa
Paulo III deseaba que se diera prioridad al debate de los temas dogmáticos. Se
llegó a un acuerdo: que ambos asuntos se trataran simultáneamente, mediante
decretos disciplinares y decretos dogmáticos.
Para las votaciones se recuperó el sistema primitivo de voto per capita, no el de
voto por naciones utilizado en los concilios anteriores.
El Secretario del Concilio, que tuvo una actuación destacada, fue Angelo
Massarelli. Aunque varios participantes fueron cambiando, este personaje se
mantendrá durante todas las sesiones. Esto es de gran importancia para la
unidad de todo el Concilio.
El método de trabajo de los padres conciliares se organizó en tres clases de
reuniones:
Congregaciones particulares: los peritos teólogos discutían los temas en
presencia de los padres conciliares. De allí salían las quaestiones a debatir en las
congregaciones generales.

32
Congregaciones generales: sólo intervenían los padres conciliares, se discutía lo
acordado y se ajustaban detalles al documento proveniente de la congregación
particular.
Congregaciones solemnes: votación de las quaestiones discutidas.
Obra maestra del Concilio: Decreto sobre la justificación: se sitúa entre Pelagio
y Lutero. El hombre recibe la gracia preveniente sin ningún mérito suyo, pero
puede seguirla o rechazarla porque tiene auténtica libertad para hacerlo.
Otros temas importantes que se definieron: Las fuentes de la Revelación, las
Sagradas Escrituras, los sacramentos, la Eucaristía, el sacrificio de la Misa, la
penitencia, el Orden y el matrimonio
El concilio se suspendió en 1552 y se reanudó en 1562. Finalmente, se
aprobaron solemnemente todos sus documentos por medio de la bula
Benedictus Deus, fechada el 30 de junio de 1564.

Significado del Concilio de Trento: Trento supuso el inicio de una nueva época
para la Iglesia:
Inició el camino de una verdadera reforma y estableció de un modo
comprensivo y sistemático la doctrina católica”. De Trento nacen los
catecismos.
Logró clarificar y fijar la doctrina católica sobre muchos puntos cruciales de la
fe.
Se señaló el camino para la renovación radical de la Iglesia in capite et in
membris.
Se atajó la sangría de la profunda herida abierta en la Iglesia por los líderes
protestantes. Sin embargo, no pudo (era demasiado tarde) cerrar la herida y
evitar la amputación.

6. Frutos del concilio

El concilio de Trento impulsó extraordinariamente la vida interna de la Iglesia


Católica, de forma que sus frutos son patentes:

Nuevas formas e institutos de vida consagrada.


Un gran incremento de la actividad misionera: Se erige la Congregación de
Propaganda Fide (1622), tiene lugar la evangelización de América y de las Islas
filipinas.
El esplendor del culto: se crea la Congregación de Ritos. Se publicaron el
nuevo Misal, el breviario, el martirologio y otros libros litúrgicos. También se
desarrolla la piedad barroca y la piedad mariana. Surgen nuevas fiestas como el
Corpus Christi.
La renovación de las ciencias eclesiásticas: Trento supuso un impulso a la
actividad teológica. Alcanzó una importancia extraordinaria la denominada
Escuela de Salamanca, iniciada por Francisco de Vitoria. Después tendrá lugar
la controversia De auxiliis.
Y, por encima de todo, el florecimiento de la santidad: Después de Trento se dio
en un florecimiento de la santidad sin parangón. Muchos de los protagonistas de
la verdadera reforma de la Iglesia han sido canonizados y puestos como ejemplo
para todos los fieles.

7. División religiosa en Europa.

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Con la frágil Paz de Augsburgo de 1555, la Iglesia católica había sufrido
grandes pérdidas espirituales y materiales. Muchos territorios se habían perdido
y varios príncipes obispos se obispos habían pasado al protestantismo. También
el calvinismo empezó a ganar terreno en Alemania, a pesar de no estar
reconocido en la paz de Augsburgo.
También en Bohemia habían alcanzado la libertad de culto los protestantes en
1609, lo cual creó numerosas tensiones que estallaron con violencia en la ciudad
alemana de Donauwörth en 1606. Una vez hubo cesado la violencia, los
calvinistas se sintieron amenazados y se agruparon en la Unión Evangélica (o
Liga Protestante), creada en 1608 al mando de Federico IV del Palatinado. Los
católicos también se agruparon en la Liga Católica, bajo el liderazgo del duque
Maximiliano.
En 1618 estalla la Guerra de los 30 años, que tuvo un primero periodo en
Bohemia, luego tiene alcance internacional enmarcándose en la guerra entre
Francia (protestante) y España (católica) que supuso la división de Europa en
dos bandos.
Finalmente, se firmó la Paz de Westfalia, de gran repercusión a nivel político y
religioso. La Paz de Westfalia, rubricada mediante los tratados de paz de
Osnabrück y Münster (del 15 de mayo y 24 de octubre de 1648), diseña una
nueva Europa.
IMPORTANTE: A partir de Westfalia la Iglesia pierde todo control sobre
Europa. Se puede hablar de una Iglesia antes de Westfalia y otra después de
Westfalia. Efectos de la paz de Westfalia:
Religiosos: Se ceden a los protestantes los territorios ocupados desde la Paz de
Augsburgo (1555); se sanciona la división religiosa de Europa, con lo que se
destruye la unidad religiosa católica como fundamento de Europa; se otorga
libertad de culto en las ciudades libres; se acuerda no iniciar conflictos bélicos
por cuestiones religiosas; se acuerda prescindir de la opinión del Papa sobre esta
paz y sus previsibles quejas.

Político: Reconocimiento de la hegemonía europea de Francia; el Imperio se


mantiene tan sólo como un título; el papel del Papa en la política internacional
comienza a ser secundario.

8. Absolutismo y creación de iglesias nacionales.

Después de la paz de Westfalia, en todas las monarquías, y muy especialmente


en la francesa, se va a radicalizar la tendencia al absolutismo: los monarcas son
dueños y señores absolutos y no admiten poder alguno que se les pueda escapar
a su control. De ahí que intenten controlar a la Iglesia por todos los medios.
En el siglo XVIII, el absolutismo regio se convertirá en despotismo ilustrado,
que derivará en problemas para la Iglesia por la injerencia de los monarcas y los
estados: regalismo, galicanismo, josefinismo… Máxima del despotismo
ilustrado: todo para el pueblo pero sin el pueblo.
Otra característica de la Iglesia del siglo XVIII es el intento por parte de los
monarcas de constituir iglesias nacionales, que se manifiesta de diversos modos:
galicanismo en Francia, josefinismo en Austria, febronianismo en Alemania,
regalismo puro en España, Portugal e Italia. En este intento siempre hubo
eclesiásticos más devotos de sus respectivos monarcas que de la Santa Sede.

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9. El jansenismo.

Cornelio Janssen (Cornelius Jansenius) nació en Holanda en 1585. Saint Cyran


se convirtió en el líder del “jansenismo”. Contaba, sin embargo, con la estima
de san Vicente de Paúl y san Francisco de Sales, entre otros pro-hombres
eclesiásticos. Además, era confesor y director espiritual del monasterio de
religiosas cistercienses de Port-Royal des Champs, a partir del cual surgió un
grupo de seguidores, incluida toda la familia Arnauld. Port Royal se convirtió
en el santuario del jansenismo. Las religiosas, dirigidas por la madre Angélica,
difundieron desde el locutorio y por carta las ideas jansenistas, que calaron
especialmente en un grupo de sacerdotes, intelectuales (como Pascal) y
miembros de la nobleza y la Corte.
Bajo la supervisión de Saint Cyran, se publicó en 1640 el Augustinus (Obra de
Jansenius basada en una mala interpretación de las obras de San Agustín), con
todas las licencias. Fue tal su éxito que se reeditó en 1641 y 1643. Pero también
encontró gran oposición, especialmente de los jesuitas de Lovaina, que lo
denunciaron ante la Inquisición por su doctrina sobre la gracia, cercana a las
tesis de Bayo. Saint Cyran fue el verdadero gestor del jansenismo.
En 1649 la Sorbona, extrajo del Augustinus siete tesis, que se redujeron a cinco,
que por su delicadeza en cuestiones doctrinales fueron enviadas a Roma. Tras
largo examen, las cinco proposiciones fueron condenadas por Inocencio X
mediante la bula “Cum occasione” (1653).
El sistema de Jansenio se conoce con el nombre de “sistema de delectación
relativamente victorioso”. En el estado de naturaleza caída, el hombre ha
perdido la posibilidad de elegir libremente entre el bien y el mal. Se halla
sometido a dos impulsos: el celestial y el terrero viciado, igualmente atraído por
ambos. Si cede al impulso de la gracia quedará relativamente triunfante la
gracia, y viceversa. La gracia inclina al hombre, por eso es siempre eficaz. Sólo
se salvan los elegidos, aquellos que se benefician de la gracia; los que no han
recibido este beneficio se condenan sin remedio.
Tras la condena de Roma, Antonio Arnauld (continuador del jansenismo) la
acató pero introdujo una distinción: Estas tesis no se encuentra en el Augustinus
de Jansenio. Estando así las cosas, Alejandro VII en 1656 confirmó, por medio
de la bula “Ad sacram Beati sede”, la condena de Inocencio X, señalando que
las cinco proposiciones sí se encontraban de hecho en el Augustinus.

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TEMA 41
HISTORIA DE LA IGLESIA: EDAD CONTEMPORÁNEA

1. Influencia de la Revolución francesa y Napoleón en la vida de la Iglesia.


2. El magisterio papal del siglo XIX frente al liberalismo.
3. La cuestión obrera: su origen y respuesta de la Iglesia.
4. La vida religiosa de la Iglesia en el siglo XIX: devociones, órdenes
religiosas, el clero, asociacionismo laical, apariciones marianas.
5. El modernismo.
6. Pío XI frente a los totalitarismos.
7. Magisterio de Pío XII.
8. El Concilio Vaticano II.

1. Influencia de la Revolución francesa y Napoleón en la vida de la Iglesia.

Medidas contra la Iglesia durante la Revolución francesa

13 de febrero de 1790: supresión de todos los conventos de Órdenes


contemplativas. Los religiosos exclaustrados recibirán una pensión y deberán
vivir en casas particulares. Las monjas pueden seguir residiendo en sus
conventos. Las propiedades son incautadas y vendidas.

Constitución civil del Clero


Por la influencia del clero ilustrado, del clero galicano, y todo el ambiente
racionalista, se tomó la decisión de reorganizar la iglesia. Se decide:
Nueva división de las diócesis: de acuerdo con los departamentos.
Los obispos y los párrocos han de ser elegidos como todos los funcionarios.
Los sacerdotes tienen una remuneración económica como cualquier asalariado.
El papa tenía un primado de honor y derecho a ser informado, pero nada más.
Las decisiones eran tomadas por personas ajenas a la Iglesia.

Consecuencias en la vida de la Iglesia (en Francia):


Final del Antiguo Régimen: Los franceses siguen siendo generalmente católicos
de hecho, pero no lo es de derecho. Desaparece todo incentivo por ocupar
beneficios eclesiásticos. Hay una cierta depuración, pues, del elemento político
de la Iglesia.
No se podrá restaurar la vida religiosa. Solo quedarán las órdenes religiosas
femeninas de enseñanza, y algunas masculinas.
La reorganización de las diócesis se revelará acertada por ser más racional.
Tanto el Estado como la Iglesia seguirán tratando de influir el uno en el otro,
pero de un modo diferente.

2. El magisterio papal del siglo XIX frente al liberalismo

Encíclica Mirari Vos (1832) Es la primera toma de postura oficial de la Iglesia


con respecto al liberalismo. Es la encíclica inaugural del pontificado del papa

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Gregorio XVI. Se critica: la separación Iglesia – Estado, la exaltación popular,
la libertad de prensa, la libertad de cultos; todo ello en su conjunto lleva a un
indiferentismo religioso. No es que el papa los condene sin más, sino que los
condena porque eran utilizados para atacar a la Iglesia.
IMPORTANTE: La posición romana ante el liberalismo, según la Mirari vos, es
la siguiente:
Se toleran las libertades modernas si se aseguran los derechos de la Iglesia.
Donde estas libertades modernas han sido impuestas por la presión de la opinión
pública, los católicos deben luchar en defensa de la religión y de la Iglesia.
El indiferentismo, que piensa que cualquier religión es buena para la vida
eterna, no es ni un ideal ni un progreso.
IMPORTANTE: Por tanto, lo que se reprobaba era: la libertad sin freno, la
apología de la libertad en sí misma, que pretende la autonomía del hombre
frente a Dios.
Reticencias de la Iglesia para aceptar el liberalismo:
Se hace mal uso de las libertades que se proclaman.
Los liberales no fueron consecuentes con sus principios. Defienden la libertad
religiosa y no lo cumplen, la libertad de enseñanza y no quiere libertad de
enseñanza religiosa.
Estas libertades se presentan como hechos subjetivos, abiertos al indiferentismo,
por tanto no obligan a buscar la verdad. La libertad religiosa no era solo para
evitar algunos males, sino una libertad mal que no obliga a nada, cualquier
religión es igualmente buena.

Consecuencias:
Aspecto positivo: la separación Iglesia–Estado. Aunque en muchos sitios la
separación produjo un laicismo radical. Otros llevan un laicismo positivo
(respeto a la religión).
Aspecto negativo: El liberalismo asumió valores cristianos despojándoles de
fundamentos religiosos y dándoles un fundamento racionalistas y laicistas.

En 1864, Pio IX publica la Encíclica “Quanta cura” dirigida contra el


liberalismo. Esta encíclica tiene anexo un documento llamado “Syllabus”, un
compendio de 80 errores agrupados así:
Panteísmo, Naturalismo y Racionalismo absoluto.
Racionalismo moderado.
Indiferentismo, latitudinarismo.
Socialismo, comunismo, sociedades secretas, sociedades clérico-liberales.
Errores relativos a la Iglesia y a sus derechos.
Errores relativos al Estado (tanto en sí mismo como en sus relaciones con la
Iglesia).
Errores acerca de la moral natural y cristiana.
Errores acerca del matrimonio cristiano.
Errores acerca del poder civil del romano pontífice.
Errores referentes al liberalismo moderno.

El contenido de los textos suscitó reacciones por ser una doctrina de difícil
comprensión. Las cuestiones importantes de este documento no se explican
suficientemente y se mezclan con otras cuestiones poco importantes. F.
Dupanloup (1802-1878) hizo unas reglas para entender el documento, que

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fueron
bendecidas por Pío IX: Conocer los documentos de los que salía el error; y ver
el documento desde un punto de vista moderado. Una proposición puede ser
condenada en su carácter absoluto, pero puede ser aceptada en una concepción
moderada.

3. La cuestión obrera: su origen y respuesta de la Iglesia.

Hechos de base: la revolución industrial, el crecimiento demográfico, el trasvase


del campo a la ciudad, las migraciones a América; las revoluciones liberales
burguesas; el librecambismo; el ferrocarril, etc. Esa serie de cambios técnicos
que combinados van a influir en la economía y en la sociedad; en las relaciones
que se dan entre la gente y la relación con la religión.
Primero, hay un cambio de orden donde la burguesía es la nueva clase social
emergente, que aprovecha todos los avances económicos y defiende el
pensamiento liberal. En definitiva el valor supremo va a ser el dinero. Esto llevó
a unas consecuencias, como son el nacimiento del proletariado: Son la gente
que emigra a la ciudad en busca de mejoras; se van creando una especie de
guetos, donde la gente vive en la ciudad. Antes el artesano vivía de su taller,
pero ya no puede competir con las fábricas, por lo que se ve obligado a buscar
trabajo en la ciudad.
En esta época la sociedad pasa a ser sociedad de clases: antigua aristocracia,
burguesía, proletariado y campesinado. En este caldo de cultivo emergen las
ideologías socialistas: socialismo utópico, marxismo y anarquismo.
Actitud inicial de la Iglesia: La Iglesia en el siglo XIX tardará en dar respuesta a
esta situación. Su primera reacción fue de carácter paternalista-caritativo.
Catolicismo y movimientos obreros:
En Alemania surgen los primeros sindicatos católicos y mixtos (católicos y
protestantes). En esta época, además, había cierta prevención por parte de los
obispos, que a menudo no tomaban medidas importantes
En este tiempo aparece la Doctrina social de la Iglesia. La Iglesia reaccionó
tarde por algo parecido a lo ocurrido con el liberalismo: Los movimientos
obreros en un principio son capitalizados por los dirigentes más extremistas;
gente que piensa que Dios ha abandonado a su pueblo. Con todo, aparecen
personajes que hacen obras por el mundo obrero: Ozaman, que funda las
cofradías de san Vicente de Paul; en Inglaterra está el cardenal Manning;
un obispo suizo, Merminong, que organiza congresos para hablar de economía.
Pero el principal impulsor del catolicismo social es un obispo alemán, Ketteler,
se preocupa no solo en lo caritativo, sino también en el tema de la injusticia, de
que el obrero estuviera bien tratado.
El mismo Concilio Vaticano I tuvo un apartado dedicado a los obreros, aunque
no llegó a votarse.
Luego viene la Encíclica Rerum novarum (1891) de León XIII, que significa
una novedad. Apoyó todo el movimiento social católico. Lo primero que hace
es describir la condición de los obreros. También se tocan temas como la
necesidad de un salario de acuerdo con las necesidades de la gente, el derecho
de asociación en los sindicatos, el derecho de los estados de intervenir en la
economía. Es el paso de una fase paternalista a una idea más cristiana del
trabajo.
Aparecen los primeros sacerdotes dedicados al mundo obrero, son conocidos

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como sacerdotes democráticos (algunos fueron al parlamento); congregaciones
dedicadas al mundo del trabajo.

4. La vida religiosa de la Iglesia en el siglo XIX: devociones, órdenes


religiosas, el clero, asociacionismo laical, apariciones marianas.

Las prácticas devocionales del siglo XIX tienen unas características comunes:
Son devociones bastantes centralizadas. Casi todas son dadas por Roma. Esto
por algunas características, los mensajes del papa, los obispos viajan a Roma.
La piedad se mueve a través de asociaciones, el siglo XIX es el siglo de las
asociaciones.
La piedad de este siglo está muy impulsada, no por los intelectuales, sino por el
pueblo.
Algunos puntos negativos:
Muy poco aprecio por la Sagrada Escritura, porque se ve en como un rasgo
protestante.
Se descuida el tema del sacerdocio universal de los fieles. La Iglesia era el
Clero.
Al enseñar el catecismo de Trento, no se respondía a lo que sucedía en este
tiempo.
Devoción al Sagrado Corazón de Jesús: será una de las referencias de la piedad
de la época Será una devoción muy fuerte durante todo el siglo XIX, hasta el
final del siglo XX. León XIII consagró todo el mundo al sagrado corazón. Es
uno de los principales promotores de esta devoción.
La restauración de las Órdenes religiosas: Una de las medidas de los gobiernos
liberales era expulsar las órdenes religiosas, con lo cual viven una gran crisis.
En el siglo XIX hay que, de alguna manera. Las órdenes tradicionales son
restauradas (orden dominicana, Compañía de Jesús, oratorianos de San Felipe
Neri y los Paúles). Además, en esta época surgen muchas nuevas
congregaciones, más de 500. Por ejemplo: claretianos, salesianos, hermanos
maristas…
Piedad sacerdotal: Destacan el cura de Ars y san Juan Bosco. Además, en esta
época nacen las Asociaciones Sacerdotales Modernas como una manera de
proteger al sacerdote diocesano. Aparecen la Liga de Santidad Sacerdotal, la
unión de san Francisco de Sales, etc.
El culto a la Virgen se intensificó a partir de las apariciones y definiciones
dogmáticas: Lourdes, Medalla Milagrosa, la inmaculada concepción. Aparecen
también los congresos marianos.

5. El modernismo

Fue un movimiento intelectual que se desarrolló a finales del XIX y principios


del XX en el ámbito eclesiástico, sobre todo en Francia y, de modo distinto, en
Italia, Alemania e Inglaterra, y que incidía en diversos campos: filosofía,
exégesis, historia, reforma interior de la Iglesia. En todos ellos, los modernistas
querían dar una respuesta acorde con los nuevos tiempos al conjunto de
problemas intelectuales que afectaban a la vida católica a raíz de la «revolución
del pensamiento» operada en el curso del siglo XIX. En cada país, el
modernismo adquirió unas características particulares. No todos los que
intervinieron en el movimiento se convirtieron en autores modernistas. Algunos

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buscaron la solución de los problemas dentro de la fidelidad a la fe y sin perder
la conexión con la Iglesia.
El movimiento modernista se convirtió en la crisis modernista a medida que las
energías desplegadas en él fueron cristalizando en doctrinas que suponían una
reinterpretación de la fe cerrada a las diversas formas de asimilación o rechazo
que la Iglesia tiene en su desarrollo, y particularmente al juicio de la autoridad.
La crisis estalla en el momento en que la autoridad eclesiástica comenzó a
intervenir en relación con escritos de algunos autores. La intervención consistía
sobre todo en poner en el Índice de libros prohibidos determinadas obras que
eran juzgadas erróneas desde el punto de vista de la fe.
Los principales documentos de condena del modernismo son:
El Decreto del Santo Oficio Lamentabili sane exit: recoge 65 proposiciones que
no pueden ser admitidas desde un punto de vista católico. Se elaboró a partir de
una relación de 33 proposiciones extraídas de obras de Alfred Loisy, de E. Le
Roy y de G. Tyrrtell.
Según la descripción expuesta en Lamentabili: los modernistas leen la Escritura
con el auxilio de la ciencia crítica, y por tanto aplicando una exégesis científica
y libre. Concluyen, a su vez, que hay una oposición entre los dogmas de la
Iglesia y los hechos de la historia.
La encíclica Pascendi Dominici gregis: Tiene dos partes fundamentales: una
exposición densa de las doctrinas modernistas y diversas medidas para
combatir el modernismo.

6. Pío XI frente a los totalitarismos.

Condena al comunismo: desde el inicio de su pontificado, Pio XI se ocupó del


comunismo para condenar con energía sus errores doctrinales, que lo hacían
incompatible con el cristianismo. Pero fue la intensidad de la persecución
religiosa en España y en México, y la terrible situación en Rusia, lo que le
empujó al Papa a renovar la condena del comunismo mediante la encíclica
Divini Redemptoris, en 1937. Allí subraya la primacía del valor de la persona
humana y la urgencia de construir “un orden social cristiano”.
La Encíclica Quadragesimo anno fue una alternativa social a la lucha de clases
y al capitalismo: una justicia social basada en los principios del Evangelio,
manifestado a través de la paz y de la justicia, de la solidaridad, del bien común,
de la subsidiariedad, del derecho a la propiedad, del derecho de asociación y del
papel fundamental de la familia en la sociedad.

Condena del fascismo italiano: El fascismo fue una doctrina política de signo
totalitario que estuvo vigente en Italia (bajo el gobierno de Mussolini) entre las
dos guerras mundiales del siglo XX. En la encíclica Non abbiamo bisogno, Pío
XI hizo una completa defensa de la libertad de la Acción Católica y denunció
los abusos de Mussolini. A favor de Mussolini está la firma de los Pactos de
Letrán por los que nacía el Estado de la Ciudad del Vaticano, garantizando a la
Santa Sede un territorio soberano para hacer posible su independencia frente a
los demás Estados.
Condena del nazismo alemán: El nazismo fue una doctrina política de signo
totalitario y racista que lideró Adolf Hitler en Alemania y que provocó la
Segunda Guerra Mundial en el siglo XX.
En Alemania, los problemas de la Iglesia fueron más graves por el mayor

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fanatismo totalitario y pagano del nazismo. En 1937 Pío XI redacta y publica en
alemán su encíclica Mit brennender Sorge, donde condenaba sin paliativos la
entraña doctrinal totalitaria y racista del nacionalsocialismo alemán. Por ello,
Pío XII en 1939 señalaba que nadie podría acusar a la Iglesia de no haber
denunciado a su tiempo el verdadero carácter del movimiento nacionalsocialista
y el peligro en que él ponía a la civilización cristiana.

7. Magisterio de Pío XII

Pío XII pasará a la historia por sus grandes encíclicas (40 en total) y por sus
numerosos y variados discursos. Estuvo siempre al día en los más diversos
problemas del hombre contemporáneo.
Entre sus encíclicas cabe recordar la primera de su pontificado, la “Summi
pontificatus”. En ella hace un análisis de la situación y subraya la importancia
de la solidaridad y la caridad y ofrece en ella las grandes líneas de su labor
pontificia. En 1943 publica “Mystici corporis Christi”, en la que analiza la
naturaleza de la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo. En ese mismo año
aparece la “Divino afflante Spiritu”, en la que manifiesta la gran importancia de
la exégesis bíblica. En 1947 publica “Mediator Dei”, donde un excelente
estudio sobre la Liturgia.
En 1950 publica la “Humani generis”. En ella, el Papa sostiene que todas las
ciencias, la filosofía y la teología deben buscar la verdad y pone en guardia
sobre determinados errores. El problema misionero es analizado en la
“Evangelii praecones” y en la “Fidei donum”. En “Miranda prorsus” manifiesta
la importancia del cine, de la radio y de la televisión.
Pío XII quiso que sus palabras y su pensamiento fueran conocidos por el gran
público y de aquí la importancia de sus radiomensajes, sobre todo los
navideños.

8. El Concilio Vaticano II

La idea de celebrar un concilio ecuménico ya había sido considerada por los


Papas anteriores a Juan XXIII (Pío XII, y sobre todo Pío XI), quien Juan
anunció el 25 de enero de 1959 su proyecto de convocar un Concilio
Ecuménico, además de un sínodo romano, al que siguió pronto el de emprender
la reforma del código de derecho canónico. Entre mayo de 1959 y junio de 1960
tuvo lugar la fase antepreparatoria, en la que se consulta a los obispos de todo el
mundo, a los superiores de institutos religiosos y a las universidades católicas
sobre los asuntos que consideraban que debían ser objeto del futuro concilio. En
junio de 1960 comenzó la fase preparatoria. El concilio se inauguró el 11 de
octubre de 1962. El Concilio se clausuró el 8 de diciembre de 1965. En esa
celebración se leyeron ocho mensajes: a los padres conciliares, a los hombres de
Estado, a los intelectuales, a los trabajadores, a los artistas, a las mujeres, a la
juventud y a los enfermos y a los pobres.
Participantes: Los dos Romanos Pontífices (Juan XXIII y Pablo VI), los obispos
(en total fueron convocados 3.017 padres conciliares, aunque no siempre
estaban todos presentes), los peritos oficiales, los auditores y los observadores
de las iglesias y confesiones cristianas. Hay que añadir los medios de
comunicación social, que adquirieron una importancia de primer orden.
Primera sesión (20/10– 08/12/1962): se publica el Mensaje de los padres

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conciliares a todos los hombres.
Segunda sesión (29/09 – 04/12): Se centró en la discusión sobre el esquema De
Ecclesia, sobre los deberes pastorales de los obispos y sobre el ecumenismo. Se
aprueban los dos primeros documentos: Sacrosanctum Concilium e Inter
mirifica.
Tercera sesión (14/09 – 21/11): había una cierta sensación de que todo se estaba
prolongando y de que era necesario acelerar los trabajos. Se discutió, entre otras
cosas, sobre la oportunidad de que el Vaticano II incluyera en el texto sobre
María los títulos de Madre de la Iglesia y de mediadora. Se aprobó la
Constitución Lumen Gentium, y los decretos Orientalium Ecclesiarum y
Unitatis redintegratio.
Cuarta sesión: (14/09 – 08/12/1965) se publican: Gaudium et Spes, Dei
Verbum, Apostolicam actuositatem. Dignitatis Humanae, Ad Gentes, Christus
Dominus, Perfectae Caritatis y Optatam totíus, Gravissimum educationis y
Nostra aetate.

Documentos del Concilio:


Constituciones (4): Lumen Gentium, Dei Verbum, Sacrosanctum Concilium,
Gaudium et Spes.
Decretos (9): Ad Gentes, Presbyterorum Ordinis, Christus Dominus, Perfectae
Caritatis, Optatam totíus, Apostolicam actuositatem, Orientalium Ecclesiarum,
Unitatis redintegratio; Inter Mirifica.
Declaraciones (3): Dignitatis Humanae, Gravissimum educationis y Nostra
aetate.

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