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El feminismo es para todo el mundo. Bell Hooks.

1. Introducción.

Feminism is for everybody: passionate politics, Hooks, B. (2000), Nueva York, South End Press,
traducido al español como El feminismo es para todo el mundo, Hooks, B. (2017), Madrid,
Traficantes de sueños.

2. Síntesis

Bell Hooks, nacida con el nombre de Gloria Jean Watkins (25 de septiembre de 1952-15 de
diciembre de 2021), fue una escritora y activista social feminista afroamericana. El enfoque de la
escritura de hooks fue la interseccionalidad entre raza, clase y género, y lo que ella describió como
su capacidad para producir y perpetuar sistemas de opresión y dominación de clase. En este libro
hooks, aborda la teoría y los conceptos feministas desde un enfoque interseccional, desde la visión
de las mujeres de la periferia, quitando la mirada del feminismo blanco, académico y burgués. A lo
largo de 19 capítulos nos habla que en la opresión de género está presente el sexismo, machismo,
racismo, colonialismo y capitalismo, que es imposible tener una sola forma global de “hacer”
feminismo que aplique para las diferentes mujeres que hay en las diferentes regiones del mundo.
Nos hace darnos cuenta que cada mujer, tiene un contexto y una situación específica, que los
problemas de una mujer negra soltera y pobre no serán iguales a los de una científica blanca y con
nivel socioeconómico alto, así que, dar una solución general para erradicar el sexismo y la opresión
del género femenino queda obsoleto antes estas afirmaciones. A pesar de haber sido escrito hace
22 años y, que desde entonces han surgido nuevas corrientes y pensamientos en el movimiento
feminista, se han hecho nuevos trabajos teóricos y prácticos, la obra de hooks sigue estando
vigente y las situaciones que expone en su libro siguen perpetuándose en la sociedad a pesar de
todos los avances en temas de igualdad y equidad de género. Al final la autora nos hace
reflexionar sobre nuestra historia, luchas, propuestas y como estas son afectadas por la raza, la
orientación sexual, el nivel socioeconómico, la desigualdad de clase, el nivel educativo y las
discapacidades de cada persona.

3. Tema

Bell Hooks comienza tocando el tema de la política feminista, explicando lo que para ella es el
feminismo, una lucha contra el sexismo, la explotación sexista y la opresión, en la que participan
tanto mujeres como hombres, nos explica el despertar de muchas mujeres a la dominación
masculina, incluso cuando ellas luchaban al lado del hombre, siempre las querían tener
subordinadas. Luego nos habla de la toma de conciencia sobre el patriarcado como sistema de
dominación, entonces las mujeres se dan cuenta que esto las pone en desventaja y beneficia a los
hombres, esto da comienzo a una revolución, que comenzaba con espacios en los que las mujeres
demostraban su hostilidad y rabia hacia todo lo que vivían, para luego dar paso a dar estrategias y
dialogar con otras sobre los cambios posibles. Todo esto empezó con grupos pequeños que se
fueron solidificando hasta crecer exponencialmente.

Nos menciona el tema de la sororidad como una arma poderosa para la hermandad entre mujeres,
y llega a hacer el símbolo del compromiso compartido en la lucha con la injusticia patriarcal, pero
es imposible alcanzar la verdadera sororidad si algunas mujeres siguen utilizando su poder de raza
o clase para dominar a otras mujeres. Nos dice que en los 2000, la sororidad fue olvidada y
muchas rechazaron esa noción, y hooks espera que las nuevas generaciones puedan levantar la
voz y proclamar que la “sororidad es poderosa”. Hooks critica el que desde siempre somos
socializadas para aceptar el pensamiento sexista, desde la educación en casa y en la escuela somos
expuestas a imágenes y textos sexistas. Que es importante la creación de programas de estudio de
la mujer en las universidades, e incluso el movimiento feminista genera una revolución para que
se reconociera el trabajo académico en mujeres. A si mismo, la legitimidad académica fue crucial
para el avance del pensamiento feminista y también presento una dificultad al parecer que la
teoría era exclusiva para publico académico dejando en fuera a las personas que no pudieran
entender los tecnicismos. La autora es muy entusiasta en decir que se necesita una educación
feminista para hombres y mujeres para evitar la información negativa acerca de la lucha y la
desvirtuación de la teoría y la practica feminista.

Nos habla de la lucha sobre los derechos sexuales y reproductivos, en el 2000 aún se pensaba que
antes de llegar a la equidad de género es necesario que las mujeres accedan a métodos
anticonceptivos seguros y eficaces, así como al aborto. Así, como educación sexual básica y
asistencia preventiva. Hace 22 años ya Hooks, prevería que la lucha por los derechos reproductivos
seria una prioridad en la agenda feminista. Cuestiona el pensamiento sexista, en la cual las
mujeres deberían liberarse desarrollando amor propio y autoestima, las intervenciones feministas
permitieron que las mujeres usaran la ropa que ellas quisieran y sin pensar que necesitaban añadir
algo mas a menos que fuera su decisión.

La lucha de clases fue una problemática que también fue hablada en la lucha feminista, pues era la
división mas evidente entre ellas, pero cuando las mujeres blancas con educación tuvieron acceso
al poder de clase que los hombres blancos dejo de considerarse importante. Incluir la cuestión de
la clase en la agenda feminista para disminuir la brecha entre ricos y pobres y la continua
feminización de la pobreza. Otros temas importantes tocados en el libro son sobre
neocolonialismo y como este ha borrado a mujeres negras de las luchas. Las mujeres trabajadoras,
el salario y las oportunidades de crecimiento en las mujeres, y como incluso el empleo no libera a
las mujeres de la dominación masculina.

Nos menciona que el reconocimiento de la raza y la existencia del racismo cambio radicalmente al
feminismo estadounidense. Nos habla de las intervención feminista sobre la violencia hacia las
mujeres, sobre todo en el hogar; el papel de los hombres en el feminismo y el porque es
importante que ellos igual se desprendan de las ideas patriarcales y sexistas; sobre un nuevo tipo
de crianza feminista, libre de sexismo y nuevas alternativas de educación, pues las infancias son un
tema central en el feminismo. Como las mujeres heterosexuales entraron al feminismo motivadas
por el sexismo en sus relacione personales y en matrimonios, y como eran condenadas a las
mujeres no vírgenes o infieles. Como se esta creando una nueva política sexual feminista
cuestionando todos los estereotipos sexuales sexistas y como en su tiempo el discurso feminista
era el único movimientos para pedir justicia sexual. Habla de las lesbianas en el feminismo y la
lucha de elegir a quien amamos y compartimos nuestras vidas. Y por último la relación de la
espiritualidad con el feminismo, y como la espiritualidad a dado a mujeres refugio y consuelo a
pesar de ser dirigidas por hombres.

4. Conclusiones
Muchas veces se confunde el feminismo como querer la igualdad entre hombres y mujeres, como
si todos tuviéramos las mismas características biológicas (como la que da la fuerza física y las que
hace que las mujeres podamos parir), tampoco existen las mismas oportunidades de educación,
de crecimiento laboral, de vivir libre de violencias y de decidir en tu propio cuerpo. Ni mucho
menos olvidar todas las demás características que atraviesan a cada mujer y que la hacen ser
vulnerable a muchos tipos de discriminación aparte de la violencia machista y misógina, como la
lesbofobia, la hipersexualización, el racismo, el clasismo, el elitismo y la explotación laboral. En la
actualidad hay mucha polarización de ideas dentro de la filosofía feminista, existen en el foco
publico principalmente dos grandes grupos que son las feministas radicales y las feministas
liberales, y otros grupos que se centran en problemáticas más específicas como el ecofeminismo,
el lesbofeminismo, el feminismo transincluyente, anarcofeminismo, etc. Esto a mi parecer, ha
fragmentado y desunido a grandes grupos de mujeres por creer que sus ideas son las “correctas”
para seguir la lucha, lo ideal en mi opinión es que todas luchemos todas las luchas, porque al fin y
al cabo es para lograr una nueva sociedad, ya que no basta acabar el sexismo, machismo y
misoginia, si seguirá vigentes el clasismo, el racismo, la homofobia, explotaciones y
desplazamientos a los pueblos indígenas y la explotación y consumismo de los recursos de la
tierra. A pesar de que todas tenemos experiencias en común, que hemos vivido las mismas
violencias, hemos sido testigas de lo que el sistema patriarcal nos hace, el ego individual de
muchas alimentado por la afirmación de otras que han adoptado ciertos pensamientos, ha hecho
que el patriarcado gane de nuevo al poner a mujeres contra mujeres. Gracias a las mujeres que
simpatizan con el movimiento radical se han logrado muchos cambios, tomando en cuenta la
palabra radical en el sentido de “arrancar de raíz las malas costumbres” y no desde el concepto
negativo de extremismo: ellas acuerpan a las mujeres que van a las marchas como el 8M y demás,
llevan a cabo la iconoclasia que les recuerda a todas las personas que vivimos en un país en que la
violencia machista mata a 11 mujeres diario y violan a niñas y mujeres de cualquier edad, han
llevado a cabo marchas y acciones que presionan a las autoridades a dar justicia a las víctimas de
feminicidio. A pesar de esto, algunas ideas que han adoptado no coinciden con las de otras
mujeres que viven otras realidades, como el hecho de casi obligar a cortar toda relación con otros
hombres y excluir a las mujeres trans por haber nacido como “hombre”. Para mí, resolver estas
diferencias es mucho más fácil decirlo que hacerlo, se necesita que todas las personas
involucradas tengan un pensamiento y razonamiento crítico, que se den cuenta de los privilegios
con los que se cuentan y que se validen la vivencias de todas las mujeres y se practique la empatía
aunque tu no hayas pasado por nada de lo que se denuncia, comprender que muchas mujeres
luchan desde el dolor, desde el enojo y la ira, desde el hartazgo y la impotencia, incluso la
venganza, porque es sabido que el sistema de justicia, al menos en México es ineficiente, corrupto
y revictimiza a las víctimas, porque en su mayoría los jueces y policías son hombres que encubren
a otros hombres, porque incluso, culturalmente los hombres tienen el gran beneficio de una regla
invisible que es “amigos antes que mujeres”, en los cuales incluso sin ser conocidos, se defenderán
por ser del mismo género, un ejemplo muy claro es lo que pasa en las redes sociales, cuando se
hacen denuncias digitales hacia agresores, siempre habrán grupos de hombres (y mujeres
también) defendiendo a esa persona y dudando de la palabra de la posible víctima.

Mucho se ha teorizado sobre hacer un feminismo interseccional, incluso muchas académicas y


profesoras empiezan a enseñarlo en clases de género y derechos humanos, pero poco se ha
puesto en practica sino fuera por los grupos compuestos por cada sector marginado que luchan
por las opresiones que acuerpan. Pero, cada vez más los espacios académicos, así como los
espacios sociales como los medios de comunicación, prensa, congresos, y en la política publica
existen representaciones de mujeres pertenecientes a distintas etnias, afrodescendientes y de
diferentes orientación sexual. Una frase que recuerdo mucho y que fue con la que me empecé a
cuestionar a mi misma y el ambiente en el que he vivido es “lo que no se nombra, no existe”, lo
que me permitió dejar de sentir indiferencia solo porque no es mi “problema” y porque no lo he
vivido, hablar de las problemáticas a las que nos enfrentamos como sociedad sin tener miedo a las
represalias y al castigo como el que te dejen de hablar conocidos y amigos, poder usar mi posición
sea de poco o gran alcance para hacer conciencia de la mayor cantidad posible de contextos que
viven diversas mujeres, también el tener responsabilidad y ética por tener el poder de expresarme
en una red social o frente a otras personas, sabiendo que en muchos países las mujeres no pueden
dar ni una sola opinión.

Para dejar de ver a la mujer como una victima del sistema, y más como un motor de cambio y
poder, debemos de compartir, educar y ser sororas con otras mujeres, compartir las experiencias
con otras mujeres y fortalecer las relaciones con las demás, no juzgarlas por no pensar lo mismo o
no tener conciencia del sistemas heteropatriarcal en el que vivimos, dejar de poner un
feministómetro, en el que se haga sentir mal a una mujer por no aplicar todas las acciones que
“debería” en su vida para estar en sintonía con el movimiento feminista. Entablar debates
respetuosos con mujeres que duden o ataquen el movimiento. Todo lo que sea para unir y no
fragmentarnos más. Después de todo, feminista no se nace, se hace. Tener paciencia porque no
todas tomamos conciencia al mismo ritmo, y sobre todo no molestarse o tomarse personal el que
otra no quiera autonombrarse feminista a pesar de estar conscientes de todas las opresiones que
vivimos. Al final, las practicas sexistas, machistas, misóginas las reproducen y las perpetúan tanto
hombres como mujeres, incluso muchas relaciones lésbicas imitan y se rigen por muchas reglas y
conductas machistas y heteronormadas, pues han sido introyectadas desde que nacemos por
todos los medios. Pero siempre se debe estar conscientes que en la realidad de miles de mujeres y
estadísticamente son los hombres los principales agresores de las mujeres y de los mismos
hombres. Lo cual, no significa que el hombre nace siendo violentador, sino que se hace a partir del
ambiente y cultura en el que se crece, además de las experiencias personales y las personas con la
que conviven diariamente, porque claro que una nueva masculinidad es posible, una nueva forma
de ser hombres es posible ya que todos son constructos sociales que pueden ser modificados a
discreción. O en un mundo utópico no tendrían que haber “maneras de ser” hombre o mujer, ni
roles específicos ni características ni ideas preconcebidas de acuerdo a tu genitalidad.

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