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CLASIFICADOS
LIVINA SANTOS
UNA NOCHE FRENTE AL ESPEJO
El tiempo, el espacio, los personajes, narrador y desenlace, según Lauro Zavala son los
elementos que deben cumplir una historia para que sea un cuento clásico. Pero esta
historia de Santos, es lo contario, es un cuento moderno y su principal elemento que se
destaca a lo largo del texto es el tiempo. Es la narración de una madre y el cómo va
creciendo su hija, pero eh ahí su punto, es algo confusa pero muy realista, parece que
acaba de dar a luz, pero al mismo tiempo ya su hija se fue de casa. Algo que es muy
notorio es que este cuento es una cruda realidad de la maternidad, del amor a los hijos
en el inicio el cuanto se les ama y protege por lo delicados que son, los dolores de
cabeza que se suele tener cuando comienzan a dar sus primeros pasos y rompen todo y
la etapa más complicada, aunque no lo parezca, la adolescencia, donde la paciencia y
tolerancia jugaran el papel más importante como padres.
Esta mujer ama a su hija, y lo repite constantemente: “Hoy voy a llegar temprano a
casa” es el lema del cuento; sin importar en qué etapa de crecimiento se encuentre, si
puede cuidarse sola o no ella quiere ver a su hija y de ahí el desenlace y al mismo
tiempo el inicio. Cada párrafo es como si se dividiera en dos partes o tiene dos
visibilidades: la madre está contando como fue el crecimiento de su hija o lo está
viviendo y lo narra poco a poco.
Es confuso, pero es el plan del autor, ella cuenta como era su hija y al mismo tiempo
como ella quería que fuera. No lo acepta, no lo quiere ver y vive en un estado de
negación que se presenta en cada inicio de cada párrafo para después volver al mundo
real; y la sección del periódico que da por nombre a esta historia, Clasificados es la
cereza del pastel siendo un giro de 360° que lleva a la realidad tanto al personaje
principal como al lector, siendo el mensaje principal: Los hijos crecen y se van.