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CAPÍTULO I
Antecedentes
Cuando Colón descubrió América, lo que hoy llamamos España estaba
dividida en varios reinos, en los que ocurrían grandes transformaciones en
todos los órdenes, incluso en su derecho.
La península ibérica primitiva había estado poblada por los celtas y los iberos
os, siendo luego conquistada por los romanos, quienes impusieron sus
instituciones jurídicas, su lengua y su organización política. Pero al
resquebrajarse el dieron Romano, ocurrieron las invasiones del su blog va r va
ros y uno de ellos, el visigótico, dominó la península, y a su vez, trajo sus
costumbres y usos jurídicos.
En el Siglo VIII la pena nula fue invadida por las motos, que lograron
establecerse en el sur donde crearon califatos e impusieron su debe ha.
Luego de una lucha de varios siglos, los reinos del norte fueron
reconquista1ulo el sur, hasta que en 1492 se rindió el último red acto moro, G
·amad a, y desaparece ido el derecho mu sum en del pen ínsula la ibérica.
Cuando el Rey de Aragón Berna do, se casó con Isabel, Reina de Ca ti la, no
se produjo la unión de esos dos reinos, sino que cada uno conservó sus
instituciones.
Pero como los viajes de Colón fueron patrocina a dos so1ame ate ir Isabel de
Castilla, el derecho y las instituciones que llegaron al nuevo continente fueron
los castellanos. Por eso, el derecho que se implantó en las islas y tierra firme
que se descubrió no fue exclusivamente el que regía en el Reino de Castilla.
Las tierras del poder real en Castilla du1ante el reinado de Isabel la Católica
produjo la unificación polín" ca de todo, el reino que repercutió visiblemente en
el derecho castellano y que, co1no se verá establece1á también la
organización en política y jurad rica de los nuevos pueblos os conquistad os en
el N nuevo mundo.
Así Castilla logró mucho antes que la mayoría de los antiguos estados feudales
de Europa convertirse en un verdadero Estado-Nación. Isabel logró unificar
también la legislación religiosa del Rei110 de Castilla y la puso fuera al alcance
del poderío papal a través del ' Real Patronato; que otorgó derecho a los
monarcas castellanos (y luego españoles) a desiguar las autoridades
eclesiásticas, y a restringir los enormes pri vilegios que de antaño gozaba la
Iglesia Católica en Castilla y que por muchos aüos siguió disfrutando en otros
países de Europa.
Otro logro de Isabel fue la consolidación del sistema ju acial que ven í a kJ
perfil ándese desde e atrás; ero que se plasmó en la creación, en 1494, de dos
Reales Cl cancillerías ' (Valladolid y Ciudad Real que fueron las cortes de
apelación a donde recurrían los casos y litigios de las distintas audiencias
locales. Esto es muy importante para nuestra o estudio, pues este nuevo
sistema fue trasplantado casi intacto a América durante los primeros decenios
del Siglo XVI y permaneció con poca alteración durante todo el periodo
colonial.
La unidad juró dicha tan1bié11 debilitó o abolió mucha jura adicciones
especiales, tales como las de los nobles, eclesiásticos, gremios, órdenes
militares, etc.
Por supuesto, co1no veremos más adelante, las distancias, los intereses
creados los excesivos privilegios que saber otor gol a Colón y demás
descubridores,, las poderosas fuerzas económica as que se desataron como
resultado del descubrin1iento, las luchas decolases otros factores7 malograron
en gran parte el vasto p]en unificador que Isabel ideó para sus nuevos reinos y
explica en gran medida el fracaso de sus sucesores -los n1onarcas españoles-
en sacar al descubrimiento y colonización de América a todas las ventajas y
todo el poderío que le aseguraba la unificación de Castilla y su 1nonopolío en
la colonización de tan vastos territorios.
La tierra de la Península Ibérica bajo los Reyes Católicos estuvo precio Ed ida,
desde el punto de vista d su ley, por las compila cines de los antecesores de
Isabel en el trono de Casi la. El antiguo de1, echo feudal, el de los Fueros
Municipal es, fue sed i Endo desde el Siglo XII en adelante al ñu esas
instituciones y preceptos provee mientes en su m ayer parte del derecho roma
no justo niña o. De manera principal podemos decir que el Código de las S1ete
Impidas, imponente obra de Alfan so X El Sabio, ¡pros hurgados al- rededor de
1260! estable crió la preen in encaja en Casa la del derecho rom ano general y
por ende nacional-sobre los usos, costumbres y fueros de la Edad Media.
E: ste hecho facilita bastante el estudio del derecho etílico y privado castellano
vigente en la época del descubrimiento de América ya que fue el derecho
supletorio ido aplicado en los nuevos territorios cuando no se establecieron
regímenes o leyes particulares para Las Indias. Es decir, que como derecho
base al cual recurrir cuando no se dieron norma as especiales para las nuevas
situaciones nos vemos apelando al 5 derecho rom ano Justin ·.an o que fue
fuente principalísima del derecho castellano y que a partir del Siglo XII aparece
plasmado en Las Siete Partid as. Posteriormente y en 1480 el derecho o
castellano se unificó más a través del gr por de leyes denominado 07'denanzas
Reales de Castilla.
Para un, estudio del derecho dominicano estas circunstancias son doblemente
interesan es; pero, porque nuestro actual de echo va Sico (el de los códigos
franceses) provo ene tan bien en gran parte del derecho ·o mano, lo que
facilitará Grand y mente el estudio del derecho castellano al encontrarnos con.
regímenes, normas y máxima as cine ya nos son familiares por el este dio del
dar echo francés; y segundo, po1·que n os} Permitirá ver có1uo el derecho
romano justo ni ano fue uno d Hincad ose en cada uno del sistema as jur' disco
que 1os il1teresa n, el derecho ca tella no y el francés.
Será curioso observa r cómo partiendo de una fuente común -el derecho
romano-llegamos a nuestro actual derecho por caninos que inicialmente se
sepa ·aron durante la época de oscurantis1no jurídico que conocemos como
Feudo alismo, donde lo que imperó fue el derecho local costa marista y brama
o de los peque nos estados -del medioevo de extracción básican1ente gem ni
ca. Ese derecho rom en o, reviví do al tensionar la época feudal, tenía
caracteres distintos en ‘España y, en Francia, d vida a la existencia de la costa
tres locales, pero fue básicamente el mismo derecho que rigió a toda la Europa
Romana anterior al derrumbe de su Imperio
No hay duda, pues que la fuente común que la costa el derecho español y el
francés, permitirá comprende1· en cuanto a este último, su fácil aceptación por
los juristas dominica nos del Siglo XIX. Es que ya se tenía una base jurídica
ro1nana a través del derecho castellano que. rigió en la época colonial en
todos los aspectos del derecho civil y penal donde las circunstancias
especiales del ambiente o los intereses económicos prevalecientes no habían
introducido norn1as} J articulares.
Los príncipes píos básicos del de ·el o ron ano, en especial los con
corriente al derecho 10 privad o 11 garrón a n muestra Isla prin1ero en las
páginas del Código de Las Siete Partid es y luego os recibimos en ova dos y
indelicados, tres siglos después, encuadernados dentro de los· Códigos
apolen cos.
CAPITUL, II
Poco a poco (\. los Monarcas de Castilla (y en menor grado los de Aragón)
logra1.'on supla notar los viejos ·sistemas mes ilegales de gobierno no por un
sistema centralizado y absolutista t que caracterizara luego tanto a España
como a la ensayaría de los países de Europa durante la
Edad Moderna.
En una h raga lucha entre reyes y burgueses por un Ado, y a no-· Blesa feudal
y la milita r, por el otro, lograron por fin los monarcas de Castilla unificar el
derecho de ese reino, a través de las codificaciones, tales como El
Ordenamiento de Alcalá (1263), el Código de las Siete Partidas (1260) y las
Ordenanzas Reales de Castilla (1480). A raíz de] desci1brimiento (1505) se
promulgaron más Leyes de Toro, importan te recopila acial de legislación
castean. Estos cuerpos de leyes suplantaron en gran parte los fueros de la
noble sí; del clero., de las ciudades. de los gremios y de las órdenes milita res.
Se centralizó el poder en manos d un rey con pretensiones de designado de
Dios en un momento en que en España por lo menos, el fanatiza 110 eligio.so,
real y nacional, eran una misma cosa.
Debido a su lucha exitosa contra los moros durante varios siglos, Castilla se
consideraba la elegida de Dios para barrer de la Península la los últimos
vestigios de la ocupación árabe. ¿La ti erra contra los n1oros fue en España
tanto una guerra santa o cruzada en no1nbre del catolicismo, como una lucha
de independ1? ncia y reconquista de los territorios perdidos en el siglo VIL Las
medidas de orden econó1nico y jurídico dictadas contra el musulmán mes y
también contra los judíos; tuviera no una n1isma finalidad: la unidad regios y
política del reino castellano. Abanderada en la lucha contra los ' 'fieles'' Casi la
ogro al mismo tiempo el pr1edominio sobre los demás reinos de la península y
la he ,manía manía 1 aünque exigió del Papa, como contrap.a ·tida, el derecho
de su. R eye.s a tener mayo r ingerenda en los asuntos re ligiosos del pa ís. n
ated alizad en la a , ono111ía en la desigi ación de los ob" spos y supel'iores
t'eligiosos t así como en la recoleC" ción pa1·a sí de los diezmos y otros pri
Hegios feudales pcr t n ecícntes a la Iglesia Católica (El Real Patronato).
Con esta idea de uni dad se dictaron leyes restrictivas contra las acti idades
econó1nícasy , 1igiosas de los judíos y los moros. Todo el que no era d · estir
Je pttra '1 o "cristiano vi jo '·, como los 'marran osn (judíos conversos) o
·moriscos" (mor os conversos) fue objeto de persecuciones y restricciones en
toda su v 'tla social. En 1405, 11or ejemplo, las Cortes de Valladolid dictai on
regula c iones contra los n oriscos y dispusieron para éstos vesthnen as
especiales para d is inguirlos de los cristianos.
Otras disposiciones! del año 1412 obligaron al arrinconruniento de los no
cristianos en sectores o arrios especia les de las ciudades. Finalmente,
continuos hostiga 1niientos y expulsiones tanto de judíos como de moros,
fueron política constante de los Reyes de Castilla en beneficio de la pureza
reÍigíosa de rég" me11 pero produjeron inales económicos de con sideración,
aden1ás del despojo d.e tierras y otros bienes que f'ueron a parar a manos el e
los nobles y burgueses.
Las continuas luchas de los nobles entre sí y de éstos frente al Rey impedían
un desarrollo económico de tipo capitalista que ya en1pezaba a florecer en los
centros u 1banos. Los reyes tuvieron que crear sus propios ejércitos opolicías
especiales de carácter voluntario (las Hermandades) para imponer la paz en
las ciudades} los caminos y los cam pos en constante intl·anquilidad a causa
de las depredaciones de nobles alzados de bandidos y de militares
desocupados como.consecuencia de la terminación de la guerra contra los
moros.
Todo lo anterior. esto es! la unidad religiosa y racial y la alian za del Rey con la
burguesia, forjó la Castilla unificada que se nos presenta a fines del Siglo XV
cuando es descubierta América. Esta unid ad significó una sola legislación
para tod o el reino, que es ]acaracterística princí pal en el aspecto jurídico es
lo que nos llama más la atención, pu es en este aspecto CastllJ a se adelantó
en va1·ias décadas a los dem ás países de Et ropa, si uclo l a precursora de
las grandes mon arquías nacionales y absol utistas, her cl itarias y religio sas
de los Siglos XVI y XVII.
La sei1a lada nidad .iurf d ica implicó leyes iguales p ara tod os los
homb ·es 'limpios)' del reino, con el control administrativo,Iel ·gioso, económico
y social en manos de unos monarcas con afanes d expan sión territorial y
dinástica, imbuidos d,e un "cesarismo'' proveniente del estudio y la aplicación
del derecho Romano-.Justinia no. Esta teoría política y juddica ftie la base del
ordenamiento institucional sobre que se crearon las colonias americanas de
España, tan distintas en derecho y en regímenes econó1nicos y sociales a las
col01 ias de las otras potencias europeas en el Nuevo M mdo.
Por vía directa, a través de la legisla ióu clerical que regía para todo lo relatívo
al e..stado civil de las personas; por vía indirecta, media11te la incorporación a
Ja legislación vigente de atenuantes a los principios clasistas del Medioevo,
evidentemente inaplicables en una sociedad que cn1peza ba un desa n ollo
económico de tipo capitalista.
La Pro1>iedad
Las órd·enes nülita res (especialmente las del Tem ple, Calatrava y Santiago),
por las inis1nas razones, recibieron grandes extensiones de tierras
recapturadas, ju1to con los campesi.nos moros que las habitaban y que no
habían huido al avance de la reconquista. Las nuevas 1nunicipa Hdad 1es de
las ciudades recapturadas reeibieron asimismo terrenos circunvecinos y,
ünalmente , la propia Corona se reservó para sí bu enas porciones de las
tierras así obtenidas .
La economía castellana de los Siglos XIII y XIV se vio seriamente afectada por
este sistema jurídico ilnplantado pa a los nobles, maestros de las órdenes
milita res; dignatarios eclesiásticos y ot os ''grandes 1 que acapara , on la
mayor parte de los terrenos aptos para agricultura y los convirtieron en pasto
para ganado lanar.
Las Personas
Al cierre del Siglo XV1 los países de la Península Ibérica, co1no mu chos otros
de parecida evolución tenían un concepto sobre la capacidad.jurídic a las pe
'Sonas qu e era mezcl a de leee,cho roma n o, d rerho canónico y re1nahentes
clel d erecho vi . j gótico. rimaba , no obstante,. el derecho cru1ónico que m
nopolizaba las relaciones familiares.
Por ejen1plo Las Siete Pa,rt-id u.s deJinen a la persona humana con10
aquella que había nac ·, do viabl r e¡ e hubiese sido bautiza da., O sea, que el
no católico n o era un ser con JJ l enitud de derechos.Asimismo, las mujeres
sufrían u 1a serie de discriminaciones, pues les estaba vedado ocupa r dertos
cargus otorgar testa1nentos, recibir sucesión, manejar su propio pa trimonio y
otros in pedimentos que las hacían vivir en continua tu tel a.
·
La esclavitud existía y fue objeto de acomodac ión para no torcer dem asiado
los pr ·nci pios evangélicos. En la época final del Medioevoen CastiUa la
esclav··ti1d se sufr'a por de echo de onquista en «ju sta guerra » , como fue el
caso de los miles de 1nusu1manes que quedaron habitando las regiones
conquistadas. Otros medíos de caer en la escla vitud eran la captura de piratas
y corsa ·i os. Sin embargo, la esclavitud fue atenuada por la posibilidad de la
n1anumisión, casi sie1npre co1no consecuencia de la conversión de los
esclavos al catolicis1no. Los ,ex esclavos se denominaban < affora dos> .
La Fan1ilia
En Castilla durante el Siglo XV sólo hereda ban los hombres «li bres» . Habí a
sucesión testamentaria y la «ab-intestato» como en nues tro aetual derecho.
Para los hi,i os legitimas existía una. proporción reservada: <d a legítima »,
pero estaba reglamentada la deshe1edación.
Las Obligaciones
Las figuras ju rídicas clásicas sobre los contratos, las causas y efec tos de las
obligacion s las garantías, los delitos y cuasi-delitos civ·les que hoy conocemos
en el Código Civil Dominicano, son casi idénticos en esencia a. los que aparee
n en las feyes de Castilla medieval y moderna. Asimismo, el incipiente
desa1Tollo comercial del Siglo XV dio auge a las comanditas, al seguro
marltin10 y a las lonj as de prod uctos y de d'nero(generaln1ente en manos de
genoveses y de otros extranjeros) que flore cieron en las grandes urbes
castellanas (Sevilla especia11nente) y de las otras regiones de fa Península
Ibérica. Con l a apertura al comerc·o de las vastas zonas del nuevo continenter
el derecho comercial castellano (y luego español) tuvo gran desarrollo y, al
mismo tiempo,. fue objeto de gran interé · por parte de la Corm a, quien se
aprovechó de ello para son1eterlo a extensas regla mentaciones y a múltiples
ilnpuestos.
El Derecho Procesal
De los fallos d-e estas audiencias se apelaba a las «Reales Chanci Herías» .
Con10 órgano supremo jurisdiccional estaba el Supremo Con sejo de Castilla .
Existieron, por supuesto, jurisdicciones, procedimien tos y fueros especiales
para l a nobl za el clero y los asuntos comer ciales (con su1ados l el mar), pero
fueron perdiendo fuerza con el tie1rrpo y ya en la época de los Reyes Católicos
existía una sola Ju1isdicción Civil y Crinlin a l para to lo el reino.
El Derecho Penal
Este derech o evoluci onó del de la. venganza y la com.poskión al penal -de
cará cter público quedando asin1is1uo elimina do el j uicio <( de Dios)> por
«Or dalias,, y o ras rél}lo ·as del der·echo germ ánico y visigót iuo.
Resuinen
Lo anterior es un corto resurnen del d·erecho, tanto público como privado, que
regía en Castilla durante el Siglo XV. Como se dijo ya , ésefue el derecho
supletorio aplicable en América cuando no se dictaban leyes especiales .
Básicamente, las instituciones de derecho privado sufrieron po cas mod i
ficaciones al ser trasplantadas al Nuevo lVIundo, por lo que puede decirse que
el derecho civil,, penal y procesal dl Código de las Siete Partidas fue el
aplicado en los tres siglos coloniales de la Améric a Hispana.
En Santo Domingo, pues durante toda la colonia fuimos regidos por las
antiguas leyes castellanas recopil adas en Las Si' te Parti daB aunque, co1no
se verá, las nuevas situaciones obligaron a la prom ulga ción de leyes que
n1odificaron la legislación original castellana> las que han sido puestas baje;>
el títn1o de DEllECHO INDIANO. En materia·
.admil ·strativa fue donde más se apartaron los Reyes de las antiguas leyes
castellanas. Las nuevas situaciones, las grandes distanc i.as, la enor1ne
diferencia entre los pueblos y costumbres y muchos otros fac tores, obligaron a
crear un sisten1a administrativo sui-genel'is cuyos rasgos n1ás característicos
iremos viendo en los capítulos siguientes.
CAPÍTULO I
El Dereeho en la Sociedad Taína en La Española
Aunque del sistema jurídico que pudieron tener los indígena s de Quisqueya
poco dijeron los cronistas y nada quedó del mismo, podeinos colegir algo de
sus leyes a través del sistema sociam y económico bajo el cual vivían y- sobre
el que si se posee más información.
Las Casas, Pané, Oviedo y otros cronistas, al describir la organi zación politica
existente en nuestra Isla a1momento del descubrimiento, nos sugieren.un
sisten1a ju 1·ídico bajo el cual se debieron regir los indios quisqueyanos. Pero
es difícil llegar a conclusi ones sobre este siste1na, ya que los propios
cronistas s.e contradicen frecuentemente- entre sí y, ade1n.ás,. retratan una
visión hispánica necesa1·iament.e distorsionada.
Lo poco que podemos sacar en claro es que, cuando llegaron los españoles,
los taínos de nuestra Isla pasaba n por un período de tran sición, de una
sociedad de cazadores y recolectores a una de agricul tores sedentarios.. La
división del trabajo apenas surgía en esta ·etapa . de nuestra raza aborigen. Si
habí a división de clasest ésta era sin1ple habiendo una de jefes y otra de
trabajadores. Roberto Cassá en su obra Los Taínos de La Espafwla, señala
que al no haber diferencia en la posesión o propiedad de los med ios de
producción y de la tierra, no puede hablarse de clases sociales propiamente
dichas. Sin embargo,parece que el grupo gobernante, el de Los Caciques y
Nitainos, tenía el poder por herencia, sea por vía materna o via paterna (pues
éste es precisamente uno de los casos de contradicción entre los cronistas), lo
que parece indicar la existencia de u.na elase o familia gobernante o de sangre
real. Había quizás una nobleza de raza encabezada por el grupode los
Caciques y sus familias y compuesta asimismo por otros nobles e
que eran los «Nitaínos}L Estos últimos serían sub-jefes que gobernaban
regiones dentro del cacicazgo, o formaban el tren administrativo del Cacique,
al que asistían en las labores gubernativas .
1".a mbíén dentro de la clase dirigente podemos incluir a los sacer dotes o
«behiques», que al propio tiempo fungían de curanderos . En ocasiones parece
que servían de grupo consultivo al Cacique en la toma de decisiones
importantes.
No creen1os con base las tesis que quieren ptesentarnos una or ganización
juridica entre los aborigenes como la que sustenta. Mejía
Ricart en su Historia del Derecho Doniinicano.3 Creemos que se ha querido · ··
asimilar la cultura quisqueyana a otras más avanzadas del continente, por
argumento de analogía. Las pocas pr uebas que hay de la existencia de un
derecho penal (el castigo al robo y al incesto) no pueden servir de única base
para suponer la existencia de tribunales, d·e jueces, leyes y códigos. Es lógico
que debieron existir regl as sociales obligatorias permanentes cuya violación
conllevaría el consiguiente castigo, pero no nos atrevemos a presuponer por
eHo la existencia de todo un anda n1iaje jurídico como lo tuvieron los mayas,
aztecas y otras razas n1ás avanza das del continente.
CAPÍTULO IV
El D1eI•eeho ,al Descubrimieu.to
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Sequiso dar el ropcüe de Guerra Santa a lo que no era más que conquista,
rapiña y despojo que1 diciéndolo con justicia, fue empresa común "detodas las
razas, reinos y doctrinas del medioevo cristiano y no sólo de Espaüa.
Si eran dueños de los n1ares,, con mayor ·azón podían los Reyes nombrarles
gobernadoresi alrofr.antes y vil'reyes a lasislas y tierras que estuvieren tras eI
horizonte.
¿Qué derecho podía invocar el Papa para dar tan desmesurada '
donación de la mitad del globo terráqueo a estos reyes? En el mismo · texto de
la Bu la quedó 1mplicitamente contesta da la pregunta: Al ser . el Papa el
Vicario de Cristo en la Tierra, podía disponer de ella a su :.· antojo. Este
derecho que así se arrogaba el Pontífice no era universal- '.· mente aceptado
por todos los reyes cristia nos, mucho menos por los de :_·, otras religiones.
Si gran trabajo costó a los papas del Medioevo imponer : .· su autoridad moral
sobre los reyes cristianos, mucho más difícil les fue :'. dictarles.órdenes de
carácter ten1poral, de tipo político y territorial, ya ) que en esto los de1nás
monarcas lo veían como un príncipe inás, espe \.
cialtnente al irse terminando el Medioevo .
Pero el hecho es que la Bula fue acatada por los dos países afectados; CastiU
a y Portugal ya que ambos estabanregidos por monarcas obedientes · al poder
espiritual del Papa y porque convenía a los intereses económicos
y expansionistas de ambos. Además) al mon1ento de dictarse dicha Bula, .
las den1ás naciones de Europa no tenían aún cabal conocimiento ni mayor
interés sobre divisiones territoriales de mares e islas nebulosas, pobladas por
indígenas desnudos y pobres. Sin embargo se dice que Francisco I de Ftancia
se preguntó dolido de ser excluido del reparto: {<quisiera ver en .,, el
testamento .de Adán dónde aparece esta donación>>; pero la oposición
efectiva al derecho de posesión de España y Portugal sobre América llegó
Wclrios decenios después, cuando Francia1 Inglaterra y otras potencias se
perataron de la importancia económica del Nuevo 1\IIundo.
Para fortalecer más aún sus derechos sobre las islas y las tierras descubi ertas
por Colón y las c1ue se suponía serían descubiertas se guidamente, sabel de
Castilla concertó un tratado con su vecino, e) Rey Manuel de Portugal firmado
en Tordesili as el 7 de julio de 1494,. en el cual la línea de la Bula Papal fue
alejada considerablemente hacia el oeste.
Mientras tanto, digamos que a los dos años del descubrünie nto> o sea, al
inieio del segundo viaje de Colón, Castilla contaba ya con ins trumentos
jurídicos de carácter internacional que le hicie1·on sentirse con autoridad para
descubrir conquistar y colonizar a las llamad as
«Indias}> , por lo que el derecho de pacta1·sobre esas enipresas eon Colón
y demás descubridores tenía, por lo menos a los ojos de los juristas de la
Corte, confirmación legal irreprochable.
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CAPÍT-ULO V
El Pri01e1·Derecho en la Isla Española
Así, en esta primera etapa de1 derecho de nuestra Isla (que va desde el 1493
hasta el 1499), las Cap iívutaciones de .Santa -F-.e y las d·e1nás instrucciones
y prívilegios dados por los Reyes a Colón¡ que ya llemos
someramente señalado, fueron las disposiciones legales sobre las cua les se
basó la nueva colonia. No ha.y otro derecho que el del convenio
roonopoUsUco ·entre los Reyes y Colón. Apoyado en él, el Descubridor
gobernó a su antojo, dictó disposiciones , ordenó viajes y poblamientos juzgó y
castigó delincuentes, repartió tierras e indios, retuvo y expulsó españoles y
actuó con plena libertad, como. verdadero Señor de la Isla. La única ingerencia
de la Corona consistió en poner al lado de Colón a tres funciona rios que
supervisaron la recolección de la parte de los Re:yes del oro, el algodón el palo
bra zil y las demás mercaderías que se expor taban a la metrópoli, las
contabilizaron y vigilaron su remesa a España. Estos funcionarios fueron
enviados a partir del segundo viaje de Colón (1494) y eran el Tesorero Real
que se ocupaba de recibir y custodiar la. parte que tocaba a los Reyes de los
ya señalados p,roductos; el T1eniente Contador, quien tenía por misión
contabilizar todos esos artículos; y el Veedor, quien custodiaba las armas de la
expedición. Otros funcionarios
Desde el princ ipio Colón utilizó a plenitud su poder de Virrey con todas sus
prerrogativas y son1etido solamente a los Reyes por su condición de socio
minoritario en la e1npresa descubridora y coloni zadora de Las lndias.
Esta situación devirtual autonomía sería precisamente el punto álgi
do de los pro blemas políticos que bien pronio enfrentaría la colonización de la
Isla Españ.ola. Los i)rimeros pobladores , que no vinieron con idea de ser
empleados a sueldo de un advenedizo extranjero, y autoritario por demás, a
poco se rebelaron a esta situación de servidumbre y sm·gieron las prhneras
quejas y conflictos, que fueron llevados a La Corte por el Padre Boil y
Pedro :Margarite, produciéndose luego la defección de Roldán y fi nalmente,
cornoveremos, el envío por los Reyes detm "Juez Pesquisiclorn,
Francisco de Bobadilla, con el encargo de reducir el poder omnímodo de '
CoJón y de poner fin a sus abusos.
Los primeros pobladores llegaron también con sed de oro, pero para ellos, no
para serles quitado de las manos tan pronto lo sacaban de los ríos y minas.
Se produjeron la tensión y las quejas. Colón que no logró obligar a los indios a
proveer por las buenas todo el oro que deseaba intentó (verano de 1494)
arrancárselo por la fuerza y al efecto envió a Ojeda con una expedición al
interior de la Isla quien encontró tenaz resistencia de los indios por lo que este
último eaphtró a más de 1600 de ellos y los llevó a La Isabela como
prisioneros, desde donde fueron enviados más de 500 a España como
esclavos.
Más aún como los españoles, debilitados po.r las enfermedades y poco
acostumbrados al trabajo manual, se negaban a laborar y exigían no obstante
el pago de sus sueldos, Colón tuvo que buscar otra fórmula de pagarles que no
fuera oro o moneda ambas escas·as. Asi, ante las primeras amenazas de
revuelta , se inclinó a pagar esos salarios en especie, pero en especie
humana, y en 1496 hgo entrega.a cada español e indios '!ra su servicio
personal. Cuando Rold n se rebeló y alzó hiz.o lo n1ismo en ene,1 cto · e sus
compañ1ero5;)- en ras negociacion es de reconciliac ión Coi,ón le reconoció el
derecho a esa servidumbre h1unaa.
Esta situación,. puro i·esabio feudalJ introdujo e;nuest.ra Isla la Edad l\!I.edia,
cuando la rnisma empezaba a declinar en la Península Ibérica, y detei minó
claramente el tipo y curso de la historia de La Espafiola en el Siglo XVI, con
profundas consecuencias no sólo para la raza aborigen que desapareció como
r,esuitado de eno sino también para laraza africana qué la sustituiría y para
todo el siste1na económico social y jurídico de Santo Domingo durante su
época colonial.
Lo prin1ero que había que hacer era poner freno al ,gobierno absoluto de
Colón. Con este propósito fue e1tviado en mayo de 1499 Francisco dti Bobad
Hla, con el Utulo de ciJue.z Pesg uisi do con el encargo formal de r,educir
drásticamente los poderes del Almirante y de pacificar 1a Isla que se hallaba
en medio de una revuelta de los propios espanoles (La Re.belión de Roldán),
causada precisamente por los exeiesos de Colón y de su herma no rtolom a
quien éste había dejado como ''Adeláñtado,, mientras realizaba su expedición
a Cuba. Con tres Reales Cédulas que llevó BobadiUa, se· cercenó
enorine1nente
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el poderío de Colón, se destruyó práctica1nente la razón social creada por las
Capitulaciones, se eliminó toda posibilidad del establecimiento de feudos en
las nuevastierras descubiertas, afianzándose la autoridad reaL En síntesis, se
pasó de una elnpresa de tipo mercantil-descubridora a una colonización
gubernan1ental.
Los trescientos sesenta pobla dores que se estima había en la Isla. fueron
confirm ados en las encomiendas y repartinlientos de indios para su servicio y
se les redujo de un tercio a un décimo la parte que debían dar a la Corona del
oro hallado por ellos. Esto produjo un régilnen de colonización popu lar, pues
esos pobl adores) que eran de la clase "tnenestra P1 o segundones de la
bajanobleza castellana se enriqu ecieron prontamente en tierra, oro y "criadosn
indios, como jamás pudieron haberlo hecho en su país.
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
EL DERECHO INDIANO DOMINICANO
DERECHO PÚBLICO
EL GOBIERNO
La parte este de la Isla Española, hoy República Dominicana, estuvo bajo la
dominación y las leyes de España durante un periodo continuo que abarca
desde 1493 hasta 1801; es decir, 307 años. Durante esta larga etapa nuestras
leyes vinieron de España, nuestro sistema jurídico fue el de las Leyes de Indias
y el mecanismo gubernativo fue el que se nos imponía desde la metrópoli.
Parece haber sido intención expresa de los Reyes mantener un control estricto
y minucioso sobre el acontecer político y jurídico en sus colonias, por lo que
crearon un mecanis1no de equilibrio de poderes en las distintas
de1narcaciones en que se dividieron las tierras del nuevo continente. Esto
parece que lo hizo la corona con el fin de evitar la creación de feudos o de
funcionarios demasiado poderosos e independientes del Poder Real. Según
Os Chapequé, "mientras la polémica entre las dos potestades (el Gobernador y
la Rea Audiencia) pudiera surgir, eran 1nás difíciles las extralimitaciones”
Teóricamente el Virrey de Nueva España, con sede en México (desde que fue
creado ese Virreinato en 1535) tuvo autoridad sobre el Gobernador de la Isla
Española, pero en la practica la práctica éste dependió siempre directamente
de España. A su vez nuestro Gobernador tuvo sus frenos, a través de la Real
Audiencia, y fue sujeto frecuentemente a investigaciones, delaciones y control
espontaneo de los Visitadores, Pesquisidores y Jueces enviad os para
residenciarlo y reprimir sus excesos.
Sirva el anterior preámbulo para explicar por qué esa gran diferencia entre las
distintas disposiciones que rigieron a Santo Domingo durante su período
colonial y la verdad de su aplicación, como surge al estudiar la jurisprudencia
colonial y otras muestras de cómo se vivía en la Isla durante esa época.
El Gobernador
El Gobernador de la Isla Espafio1a fue siempre designado por los monarcas
como la máxima autoridad política de Santo Domingo. En principio debía ser
escogido de una terna sometida al Rey por el Consejo de·Indias.22 Duraba en
sus funciones a discreción del Monarca, aunque en algunos casos se le fija va
un término (8 años en el caso del Gobernador Batirán de Viamonte, nombrado
en 1636).
Todo esto no es extraño dadas las enormes distancias entre la Isla y la)
metrópoli y lo poco frecuente que era la comunicación en esa época.
Por otro lado, el centralismo creciente hizo que con el corre·
Como los Reyes de España tuvieron control casi absoluto sobre la Iglesia
Católica tanto en la metrópoli como en las colonias de América en virtud del
llamado "Real Patronato", tocó al Gobernador recibir y ejecutar las
disposiciones que se dictaban sobre la Iglesia en la Isla, tales como la
designación de piel a dos, la fundación de iglesias y monasterios, la
recaudación de los diezmos otros tributos eclesiásticos (Real "Cédula del 13 de
febrero de 1541).
La Justicia
El sistema judicial l creado por España para sus colonias en La Indias fue un
reflejo basta ante fiel del que existía en la metrópoli partir del reinado de los
Reyes Católicos y que fue ya someramente. descrito en. Un capítulo anterior.
·
La Prim era "J justicia" en la Isla Español a estuvo a carg0 del Almirante
Cristóbal Colón, como Juez único, en virtud de las Capitulaciones de Santa Fe,
pero estos poderes pronto le fueron quitado$ y la j jurisdicción en p1·imer
grado, tanto civil como penal, pasó a manos de los alcaldes Mayores de las
ciudades, con recurso de apela ion a · Gobernador, sistema que se 1nantuvo
en vigor hasta 1511. .·.
Por Real Cédula dada en B1ll'gos el 15 de octubre de 1511se ere la "Real
Audiencia de Santo Do1ningo", primer tribunal colegiado d América y modelo
sobre el cual se calcarían los demás que se iría estableciendo en las otras
regiones del nuevo continente.
A este tri banal se le dio facultad plena para conocer, como corte de apelación.
de los recursos de alzada contra las decisiones dictadas en primera instancia
por el Gobernador y por los alcaldes de las ciudades, tanto .... de la Isla
Española como de todos los territorios sometidos a las juras dicción de la Real
Audiencia, los que al principio fueron todos los de. continente americano hasta
entonces conquistados por los españoles, Luego la Real Audiencia perdió
territorios con la creación de otras Reales Audiencias (México 1527, Panamá
1536, Lima 1542, Guatemala.
Como se indicó ya, las leyes bajo las cuales estuvieron sometidos'. los
territorios espaf10les en América fueron las de Castilla, púrica: parmente el
Código de las Siete Partidas y otras leyes y costumbres castellanas, luego
recopiladas y ampliadas en las Leyes de Toto de 1505.
Los alcaldes de las ciudades (que siempre fueron dos, como se verá al tratar
de los Municipios) fueron los jueces de menor categoría en el orden judicial
colonial. Sus sentencias eran recurribles al Cabildo Local si eran de asuntos de
menor cuantía. Pero para asuntos más graves o de mayor importa necia
económica la apelación iba entonces a la Real Audiencia. El Gobernador de la
Isla tuvo en ocasiones facultades para dictar justicia en primer grado.
En todos los asuntos que afectasen a la Corona, debía estar pre. ' senté para
defenderla, el Procurador Fiscal.
Los recursos en materia penal a las sentencias de la Real Audiencia, se
elevaban ante ese mismo tribunal y se llamaban "Revistas", siendo las
sentencias de las Revistas, últimas y definitivas.
Las penas y los castigos fueron también variables según que los reos fueran
personas de calidad, blancos pobres, negros libertos o esclavos. Para las
personas de "calidad" las penas fueron la multa, la confiscación de sus bienes,
la deportación, la cárcel o el presidio.
Para ambos existió la pena de muerte, que se aplicó por ahorcamiento. Los
esclavos y los libertos tuvieron por castigos los azotes, la marca con hierro
candente, la mutilación de un miembro y el descuartizamiento del cadáver.32
Algunas penas nos parecen hoy cándidas: al casado adúltero se le obligaba a
mandar a buscar a su mujer a España.
A una mujer alborotadora se le condenó "a que viva en recogimiento sin dar
nota de escándalo ni tenga riñas con ninguna persona usando de mucha
modestia en sus palabras"; a otra acusad a de prostitución se le ordenaba
mudarse del barrio.
En la época que estarnos estudiando, la regla era que todos los poderes se
centralizaban en el Rey, quien era a la vez legislador, juez y ejecutivo n1áximo.
Esa concentración de poderes se filtraba también a los organismos y
funcionarios inferiores tanto en la n1etrópoli como en las colonias. Así ve1nos
que los alcaldes Municipales fueron siempre los jueces de primer grado al
tien1po que eran funcionarios de los Cabildos. La Rea l Audiencia, siendo
primordialmente un tribunal de apelación, en erció también importantes
funciones no judiciales.
Vemos así que las ordenanzas o bandos dictados por los Cabildos requerían,
para su validez, la confirmación de la Real Audiencia (función que luego fue
atribuid a a los Gobernadores). Cuando surgía un conflicto entre los Cabildos y
la Real Audiencia sobre el alcance de sus jurisdicciones respectivas, esta
últin1a generalmente determinaba que el asunto era un "caso de Corte" y, por
ende, le tocaba a ella y no al Cabildo conocerlo en primera instancia.
Todo litigio sobre derechos de la Corona tocante al Real Patronato Indiano, era
conocido por la Real Audiencia en primera instancia y en apelación iba al Real
Consejo de Indias. También con relación al Real Patronato toda bula papal que
llegara a la Isla y que la Real Audiencia consideraba que atentaba contra los
derechos de la Corona, era retenida y su ejecución suspendida.
Otra función muy especial de la Real Audiencia como delegada del Rey en los
territorios bajo su jurisdicción fue la de otorgar las "Capitulaciones" para
conquistar y poblar territorios en tierra firme, ti · co1no se desprende de unas
otorgadas el 20 de diciembre de 1631 pai: la Real Audiencia de Santo
Domingo en favor de Juan Orlin relativas. a la región de los Cumanagotas, en
Venezuela.42 En estos casos también · se necesitaba la posterior confirmación
por el Rey.
Desde que fue creado el primer municipio en Santo Domingo en el afio 1496
(no se está seguro si La Isabela tuvo cabildo durante s ' corta existencia), su
dependencia del Rey y del Gobernador fue patente. Las Capitulaciones de
Santa Fe dieron a Colón facultad para designar los alcaldes de las ciudades y
otros funcionarios municipales y luego: entre los poderes otorgados a los
Gobernadores Bobadilla y Ovando se encontraban los de designar a todos los
funcionarios de las ciudades que se iban fundando. En 1501ya había alcalde l\
labor en Santo Domingo, y en 1504 se nombró un Alcaide: Mayo r para
Concepción de La Vega, ambos designad os por el Rey.
!
Se ha dicho que el régimen municipal que España implantó en In días fue la
única institución donde las masas populares tuvieron alguna representación
política, y se ha dicho tan1bién que los cabildos colonia él les tuvo rasgos
de democracia representativa .44 Lo anterior no nos parece exacto, al menos
para la Isla Española.
Si bien es cierto que los Regidores municipales fueron al principio elegidos por
votación, no es menos cierto que en esas elecciones sólo participaban los
'vecinos" de las ciudades y esta calidad excluía a Los obreros, mercaderes,
mujeres, y, por supuesto, a los esclavos, libertos y extranjeros. Vecino era el
español "de calidad", casado, con domicilio real dentro del término municipal,
con propiedad inmueble en el mismo (ver Real Cédula del 9 de julio de 1560).
Este privilegio limitado duró poco y pronto las elecciones quedaron en manos
de un grupo aún más restringido, la pequeña aristocracia colonial de cada
pueblo o ciudad, cuyos pocos miembros se repartían los cargos. En la ciudad
de Santo Domingo los apellidos de abolengo, tales con10 los Tapia,
Pasamente, Caballero, Tostado, etc., se repitieron constantemente entre los
cargos municipales de los Siglos XVI y XVII. En Santo Domingo también el
cargo de Alguacil Mayor estuvo hereditarian1ente en manos de uno de los
descendientes del Almirante Cristóbal Colón, por Mayorazgo, por lo menos
hasta mediados del Siglo XVI.
En oportunidades los alcaldes llegaron a ser designados por el Gobernador,
perdiéndose así el último vestigio de participación popular.
Como se mencionó ya, fue frecuente que los Regidores fuesen encomendados
con cargos municipales aparte del suyo propio, como Alguacil Mayor,
acaparando así dos o más posiciones, especialmente en las pequeñas
ciudades de la Isla, donde no había suficiente gente "principal" para llenar
todos los puestos.
Los Alcaldes: Cada municipio tuvo siempre dos Alcaldes, elegidos
anualmente por los Regidores. En ocasiones la arbitrariedad les quitó esa
facultad de elección y ven1os que el Gobernador Batirán de Via1non te
designó un alcalde para la ciudad de Santiago por encima del voto de los
Regidores de esa ciudad, abuso del cual fue acusado al ser residenciado en
164554 y en 1700 el Gobernador Manzaneda forzó a los Regidores a nombrar
alcalde de Santo Domingo al candidato de su preferencia.
Como miembros del Cabildo, los Alcaldes tenían voz y voto en las sesiones y
fueron además sus representantes legales, tanto frente a · otros órganos del
Estado como frente a particular. Dirigían y presidíán las reuniones, excepto en
la ciudad capital donde el Gobernador de la Isla asumía la presidencia del
Cabildo. Ninguna persona podía ser elegida alcalde si tenía deuda pendiente
con el Fisco (Real Cédula ·' del 15 de junio de 1620).
Existió para nuestra Isla desde fines del Siglo XVII un funcionario con el
non1bre de "alcalde: Mayor de Tierra Adentro", especie de Subgobernador
para todo el Cibao y Región Norte de la Isla. Este no1nbrami ente obedeció al
hecho de que las luchas contra la intrusión francesa en la "banda norte" puso a
toda esa zona bajo régimen cuasimilitar por muchos años y se precisó un j efe
regional sobre los. varios municipios del área.
Fiel Ejecutor. Era también nombrado anualmente por el Cabildo ·· y tenía por
misión vigilar que no se adulteraran las pesas y medidas en. los mercados, así
como el cuidar de que se cu1npliesen las disposiciones sobre precios máximos
a alimentos y bebidas vendidos dentro del ámbito municipal.
Tesorero municipal. Sólo las ciudades grandes, con ingresos es., tables,
tuvieron este funcionario, cuya misión fue la de recaudar los arbitrios y o ti as
rentas municipales, custodiar los fondos y autorizar los egresos.
·
Escribano. Fue a la vez secretario del. Municipio y Notario. Decir'. nado
anualmente por el Cabildo, debía levantar y certificar las actas de reuniones,
llevando el Libro de Acuerdos en el cual también debía 'escribir las Reales
Cédulas y otras disposiciones emanadas de la Orona o del Gobernador.
También redactaba los procesos sentencias Estos ante los alcaldes. Como
Notario escrituraba las actas auténticas Tte. particulares, como ventas,
hipotecas, testamentos, etc.
Alférez Real. Fue un cargo de prestigio y, por lo tanto, muy sol todo. Fue
frecuentemente vendido al mejor postor. Tenía voz y voto en las reuniones del
Cabildo. Su función fue la de portar el Pendón el (bandera que tenía en un lado
el escudo del Rey y en el otro el de ''a ciudad) en las procesiones y otros actos
públicos. Como el Pendón ; e presentaba a la persona misma del Rey, llevarlo
era un codiciado honor en aquellas épocas de pompas y protocolos.
Los Bienes Propios fueron aquellos que habían sido concedidos a la ciudad
por el Rey al momento de ser fundada. Podían ser objeto de arrendamiento y
de enajenación en provecho de los particulares. El arrendamiento de solares
municipales fue una de las principales fuentes de ingresos de nuestras
ciudades en la época colonial, y se mantuvo también hasta bien entrado el
período republicano.
Los Ejidos fueron tierras alrededor de las ciudades, separadas para uso
con1ún, generalmente para el pasto libre del ganado de los habitaditas de la
comarca. Dado su carácter comunitario, eran inalienables.
Asimismo, los nobles podían disponer por venta o por aren, da miento de
ciertos proventos municipales, tales como los mataderos la que eran
re1natados cada cierto tiempo. El derecho a recolectar impuestos pudo ser en
ocasiones arrendado a particulares.
La Residencia y la Visita
Las enormes distancias entre la n1etrópoli y las colonias en Amé rica, ju no
con el largo tiempo que tardaban en llegar las comunicaciones e instrucciones,
hacía que los órganos de gobierno radicado· en Indias actuaran de hecho con
bastante libertad, pese a las n1ucha$ reglan1entaciones que emanaban del
Rey y del Consejo de Indias.·.
Los Juicios de Residencia pueden definirse como las revisiones hechas a los
altos funcionarios coloniales al término de sus manda tos, sobre la conducta
que observaron en el desempeño de su cargo. Frece ente mente la Corona
designaba con10 Juez de Residencia al funcionario que venía a sustituir al que
se iba a ju zar, y ju no con la cédula a de su nombre raimiento el designado
traía la que le daba pode res para enjuiciar así antecesor.
Al término de la instrucción, el Juez dictaba sentencia sobre '· cada uno de los
cargos. Si el acusado resultaba culpable, la pena era de multa y confiscación y,
en el caso de malversación de fondos, se le condenaba, además, a devolver lo
tomado61 siendo poco frecuentes los casos de prisión. Si un cargo no era
probado, se le declaraba "libre" del mismo. Con frecuencia a y en asuntos
engorrosos que el Juez temía investigar a fondo, o cuando había envueltas
razón es de Estado, éste solía remitir el punto al propio Rey o al Consejo de
Indias. Los cómo: plicas del funcionario condenado, generalmente sus sus
alternos, eran., también castigados si evidenciaban culpabilidad.
La Real Hacienda
Una de las principales funciones del sistema colonial español en Indias si no
principal fue que sirviera de fuente de ingresos para la Corona. De ahí la gran
importancia dada a la recaudación fiscal y a la extracción en de minerales
preciosos.
Pero queda ron los impuestos, y de ellos siempre se ocupó la Corona mediante
frecuentes disposiciones real es. Los funcionarios encargados de la
recolección de los diversos tributos fueron siempre de los más importantes en
la jera quía colonial y uno de ellos, él Te sobrero, rivalizó con el Gobernador en
relevancia política.
Los Oficiales Reales. Bajo este nombre se conocieron, desde los primeros
años de la colonia, el Tesorero, el Contador, el Veedor y el Factor.
Por excepción a una regla general, estos cargos no eran de los que podía ser
vendidos al mejor postor (Real Cédula del 1de diciembre de 1573). La forma
de recolección de los impuestos, su custodia, manera de gastarlo y envío a
España, fueron minuciosamente reglamentadas.67
Impuesto del Papel Sellado: Las hojas de papel en las cuales se redacta ban
documentos in1porta antes, t (les como ventas, hipotecas, testamentos, etc.,
eran vendidas por el Fisco y tenían el precio impreso en cada pliego. Varió de
6 Reales a un Cuartillo.77 Y como vimos, fue el único in1puesto que no fue
objeto de exoneración en La Española.
Un funcionario llamado Juez del Papel Sellado era el encargado de administrar
este tributo.
Las Ventas de Cargos: Ingresaban también al Fisco los dineros pagados por
los que adquirían algún cargo mediante compra en pública subasta. El precio
podía ser pagado a plazos. Entre los cargos vendibles estaban muchos de los
de recaudar impuestos (Receptor de
la Alcabala, Juez del papel Sellado, etc.)
El Situado: La miseria de la Isla Española fue tal, a partir de Siglo XVII, que
los ingresos locales del Fisco resultaron insuficientes para cubrir los gastos de
la administración y se hizo necesario, a pal ti de 1608, traer un subsidio de las
colonias más ricas de la América· Hispana. Esta ayuda, llamada "el situado",
provenía ver México y Perú, y venía anualmente en galeones que eran
ansiosamente esperados en Santo Domingo. En ocasiones dos o más años se
acunaban sin que llegara el situado, acrecentando la pobreza, la falta d
moneda y el endeudamiento general. Cuando el situado se atrasa' mucho, se
ofrecía alguna comisión a ofrecía ar para que aviara u: ría nave y lo fuera a
traer.
La anterior descripción del sistema impositivo que España está blocó en la Isla
Española revela prin1ero un centralismo exagerad: en la percepción de input
estos y, además, muestra más que n Ada, (. pobreza acarreada por el sistema
político y económico que se impla · tú. Además, surge del estudio de los
Juicios de Residencia, que aun l poco percibido fue objeto de desfalco y
111alversación por parte de los Gobernadores y otros funcionarios.
El Derecho Privado
Recorde1nos que, en España, al ocurrir el descubrimiento d ' América, regía el
derecho tú no plasmado en el Cód. gol de las Siete Partidas y en legislaciones
posteriores. Este derecho continuó vigente durante todo el período colonial
español, tanto en España como en Indias, como legislación básica en materia
de derecho civil, y en esta esfera fue donde menos se innovó, quedando
bastante' inalterado el derecho surgido de las antiguas leyes roma nos, encepe
, en aquellos tópicos donde las nuevas condiciones socioeconómicas exigieron
cambios para mantener eficazn1ente el control del Estado · de las clases
gobernantes sobre los miembros de estratos inferiores'; así como sobre los
otros grupos sociales marginados, como lo fueron: los esclavos, los libertos,
los no católicos y los extranjeros.
La Capacidad
Plena y total capacidad jurídica la disfrutaron pocas personas en la época
colonial española. El cerrado sistema de clases sociales imperante en la
España 1nedieval fue trasplantado casi intacto a sus colonias allende los
mares.
Las incapacidades por razón de posición social provenían algo, nos veces de
disposiciones legales expresas, tal como la que dispón que sólo los vecinos
podían votar y ser elegidos en las elecciones anticípales para regidores (Real
Cédula del 15 de abril de 1540)87 y variadas disposiciones sobre entrega de
mercedes de tierras a persona · "de calidad" o a los descendientes de los
primeros conquistadore y colonizadores (Instrucciones a Colón de 1497 y Real
Cédula del l. de octubre de 1588)86, pero en la mayoría de los casos
provenían esa incapacidad aves de pura discriminación social o racial,
resultante de sistema español de rígidas clases sociales.
Los Menores
Bajo el derecho español, como herencia del romano, la capacidad, se adquiría
no sólo a partir del nacimiento, sino desde el mo1nento d la concepción, al
tenor de la vieja máxima "infant conceptus pro nato abetur..." que tanbién nos
rige hoy, y con las mismas condiciones de '· ¿al nacer el niño debía ser vivo y
viable.
Pero no todo ser humano, 'n nacido viable, era en España sujeto automático de
derechos, pues "'que le era menester, además, haber sido bautizado en la
religión etílica. Por consecuencia, los herejes, infieles y demás no católicos,
exultaban ser criaturas incompletas, inferiores jurídicamente. Estos Sincicios
aparecen en el Código de las Siete Partidas (Partida No. 4, {oyes 4 y 5) y en la
Ley No.13 de las de Toro de 1505, que rigieron tanto en : España co1110 en
sus colonias indianas durante todo el período colonial.
Las Mujeres
En cuanto a las mujeres, fue notoria su escasa posibilidad de ejercer derechos
bajo la legislación hispano indiana. Ellas se encentraban casi siempre bajo
alguna tutela, puesto que se mantenían bajo la potestad de sus padres neutras
perna mecieran solteras, pero caían en la de sus maridos al casarse.
Únicamente las viudas podían., considerarse libres de ambas potestades.
Fueron pocos los actos de la vida ju radica que las mujeres podían ejercer
solas. Por ejemplo, les quedó prohibido contratar sin la autorización de sus
esposos; no podían aceptar ni repudiar sucesiones sin que el marido
concurriese autorizándolas; no podían comparecer a juicio sin estar
acompañadas del marido; también les estuvo prohibido ejercer cargos
públicos.
Los Extranjeros
Se evidencia a desde el inicio de la colonización y hasta sus finales que fue
política constante de los monarcas españoles mantener a su. colonias
a1nericanas libres de extranjeros. Inicialmente el término "extranjero" abarcó
hasta a los españoles que no fuesen de Castilla Así, en las primeras décadas
del Siglo XVI se prohibió a los aragoneses catalanes y otros peninsulares
pasar a Las Indias y traficar en ellas impedimento que sólo empezó a ser
levantado en el reinado de Carlo V como todo a persona que pasaba para
Indias tenía que registrarse e, la Casa de Contratación, y los únicos puertos
habilitados para la llegad · y salida de naves a Indias eran Sevilla y Cádiz, se
pudo mantener este control, habiendo lógican1ente sus escapes y existiendo,
por supuesto casos de permisos individuales otorgados por el Rey, como fue el
d ¿: muchos aragoneses.
Las prohibiciones a extranjeros para emigrar a Las Indias sin licencia real
arrancaron de las instrucciones dadas por los Reye •. Católicos al Gobernador
de La Española, Nicolás de Ovando, el 17 d. septiembre de 1501, las cuales
fueron ratificadas por unas instrucciones a la Casa de Contratación en 1510 y
más tarde e en 1560. La prohibición o mes para comerciar constan en una
Real Cédula de 1540 para la Isla Española y el castigo si lo hacían era la
confiscación de la nave y las mercancías.
Aun los extranjeros llegados a la Isla con permiso del Rey tuve ron sus trabas y
raras veces que aron en igualdad de condiciones con Jos españoles.94
Cuando en 1513 la Corona dio incentivos y exenciones para que La Española
fuese poblada, se dispuso que no se pudieran dar encomiendas de indios a los
extranjeros; y también se prohibió que las naves que hicieran la ruta de
España a Indias tuvieran a extranjeros entre sus tripulantes .
Para evitar la penetración a la Isla de las ideas y los credos reló gibosos
católicos que cundían por Europa, se dictaron disposiciones in1pidiendo que
pasaran a la Espacial a sin expreso permiso real, los moros, herejes, luteranos,
gitanos, cristianos reconciliados, así como los hijos y nietos de aquellos que
hubieran sido quemad os en la ahogue da por la Inquisición (Instrucción en a
Ovando de 1501, y Reales Cédulas del 6 de octubre de 1511, del 3 de octubre
de 1539 y del 13 de julio de 1559)97• Desde 1511se prohibió que losinos
nietos de "quemados “que habita ban en la española (se supone que con
permiso real) ocuparan cargos en la administración o en los municipios.
Los Esclavos
En un capítulo anterior, al tratar sobre ciertos, (' jurídicos en la Espabila
durante el inicio de la colonización, esbozan el conde acción de los id iOS y de
los negros. En cuanto a los primeros, por haber desaparecido totalmente te a
mediados del Siglo XVI, no ha · legislación adicional para la Isla durante el
resto del período colonial pero la población de los esclavos negros aumentó
continuamente y totalmente en la economía de la. Colonia contribuyó a crear
toda uro" estructura jurídica a la cual quedaron sometidos.
que se tuvo que actuar con mano dura para mantener a los esclavos
sometidos y evitar sus alzamientos.
El derecho principal de todo esclavo era que si lograba reunir suficiente dinero
para reembolsare a su amo lo que había pagado por él cuando lo compró, éste
estaba obligado a darle su libertad, y si se trataba de uno nacido esclavo podía
obtenerla si compensa va a su dueño con 200 pesos fuertes (Real Cédula del
28 de junio de 1768).108 Dadas las condiciones de la esclavitud, no sería muy
común que un esclavo lograra ahorrar dinero para poder liberarse, ya que no
gana · jornal de su amo, y si éste lo alquilaba a otro, el precio del alquiler
pasaba íntegramente al mismo. Sin embargo, fueron frecuentes al final del
período colonial, casos de a1nos que dieron libertad a su esclavo: por
testamento o ''cartas de libertad". Los Archivos Reales que aún {conservan de
La Española Colonial109 dan cuenta de casos de mamut sin testamentaria o
por acto de liberación. En vida, hechos por un am. en favor de algún esclavo
doméstico. Cuando las guerras entre España · y otras potencias en el Siglo
XVIII, se indujo a los esclavos católico de las colonias inglesas y holandesas a
escapar a las españolas, atar; yéndolos con el incentivo de que al pisar
territorio hispano ganar {
automática mente su Libertad; de este modo se trató de desarticular la
economía esclavista de las colonias enemigas y traer brazos para las
españolas (Real Cédula del 24 de septiembre de 1750); y en nuestra Isla
cuando surgieron los problemas fronterizos entre las dos colonias · francesa ·y
española, el Rey de España dictó una disposición, de fecha 21 de octubre de
1764 (ratificada para Santo Domingo por Real Cadú del 17 de julio de 1771),
dando libertad y derecho a fundar pueblos a los negros esclavos que huían
hacia acá.
Los Libertos
Era legalmente posible que un esclavo lograra su libertad, fuer < porque su
amo se la acordara graciosamente (por "carta de libertad")1 o por testamento.
Atinaban resultó posible, como se indicó, que un excl., va pagara a su amo
determinada suma con la que compraba su libertad Ambos casos de
tnanu1nisión, inicialmente raro en La Española, fuero · más frecuentes en los
Siglos XVII y XVIII. Con su liberación el neg1; q liberto (llamado también
"horro") mejoraba algo su situación jurídica; pero continuaba bajo fuerte
discriminación y permanecía aún situado en los estratos más bajos de la
sociedad colonial. Al convertirse en hombre libre, el antiguo esclavo quedaba
inmediatamente sometido al requisito de pagar los impuestos como todos los
demás (Real Cédula · del 27 de abril de 1574).112 Pero continuaba impedido
de portar armas, así como de usar ropas finas y alhajas (Real Cédula de
1574). i14, Sin embargo, les estuvo permitido adquirir bienes, alquilar sus
servicios y recibir jornal, contratar, testar y disponer libremente de
· su patrimonio.
Los hijos de libertos eran hombres libres, a menos que los ha vieran tenido con
una esclava, pues como se vio, en ese caso corrían la suerte de su madre.
A nuestro juicio, la mayor ventaja de la libertad es que ella era irreversible. No
existió razón legal para que un liberto pudiera caer de nuevo en la
esclavitud.115
La Filiación
La di gerencia entre los naturales y los espurios era importante, porque los
primeros tenían vocación sucesora! (a falta de hijos legítimos), mientras
que los segundos nunca heredaban, al menos del lado paterno, aunque estuvo
prevista la sucesión de los hijos espurios sobre los bienes de su madre
únicamente y sólo cuando ella no tuviera descendencia legítima. Estuvo
permitido legitimar a los hijos naturales, fuera por sub siguiente matrimonio de
su par res, fuera por testamento o por dos posición del Rey. Los hijos
legitimados por subsiguiente matrimonio heredaban, mientras que los otros no.
Existió la adopción, pero los
hijos jamás heredaban a sus padres adoptivos.
79
Aparte de las ya apuntadas diferencias jurídicas, los hijos nacidos fuera del
matrimonio no podían ser consagrados como eclesiásticos y sus posaba lida
des de avanzar dentro del cerrado sistema social España eran escasas.
El Matrimonio
Como sacramento que era de La Iglesia Católica, el matrimonio se rigió por la
disposición iones canónicas insertas en el Cód. digo de las ·· Siete Partidas en
cuanto a validez y efectos.
Previo al matrimonio, existieron los esponsales, que podían celé brearse desde
que se tenía 7 años de edad y tenían por efecto pros uci · impedí omento para
otro matrimonio. Pero los esponsales no eran re: · quesito indispensable paila
la celebración del matrimonio.
Para casarse, aun los menores de edad, se requería el libre con sentimiento de
los contrayentes, pero además se necesitó la aceptación paterna para los que
tuvieran menos de 25 años. Existieron como nula dades absolutas
almatrin1onio, la falta de consentimiento, la de1nencia; · el error en cuanto a la
persona de uno de los contrayentes, la falta de edad, y el haber hecho voto de
castidad. Impedimento tos relativos fueron el parentesco, la diversidad ad de
religiones y la imposibilidad de procrea r. Los impedimentos por razón de
parentesco se extendían. indefinidamente en línea recta y hasta el cuarto
grado inclusive e. línea colateral, e incluía el parentesco bautismal (matrimonio
entre par irnos y ahijados).
El matrimonio era sólo disuelto por la muerte. Se permitió la anulación de un
1natrimonio no consumado cuando uno de los cónyuges deseaba ingresar a
alguna orden religiosa. La separación legal entre cónyuges, que no disolvía el
matrimonio, fue reglamentad a por sevicias graves de un cónyuge a otro, por
adulterio y por enfermedad contagiosa.
Pero bajo cualquier régimen que se estableciera, (el marido siempre era el
administrador, tanto de los bienes comunes contó de los propios de la
mujer.
Disposiciones especiales fueron establecidas para los m atrio momios en las
colonias.
Así, quedó permitido casarse los españoles con las indias (Rea l Cédula del 19
de octubre de 1514); pero se proxi vio entre blancos y negros (Real Cédula del
28 de junio de 1527).116 Se dispuso en 1575 que los Virreyes, Gobernadores,
Oidores, alcaldes y otros funcionarios coloniales no podían contraer
matrimonio sin la previa licencia del Rey mientras desempeñaran sus cargos,
so pena de la perdí ida de los mismos.
Las Sucesiones
Bajo el sistema jurídico Castell ano, la transmisión heridita ir a ser hacía por vía
de sucesión legal o por vía testamentaria, dentro del contexto general del
derecho romano que rige aún en la República Dominicana.
Existían los herederos reservatorios, que eran los hijos y sus des pendientes y,
faltando ambos, los ascendientes. La parte reservatoria (llamada "la legítima")
era de las 4/5 partes para los hijos. Si no había hijos o descendientes de ellos,
la legitima de los ascendientes se re decía a las 2/3 partes. Estuvo permitido
mejora r un hijo con respecto a los demás, legándole hasta 1/3 de la sucesión.
Los Contratos
Los principios generales sobre las obligaciones y los contratos. vigentes en
España casi no sufrieron cambios al ser aplicados a Las_ Indias. Excepto en
materia comercial, la libertad de contratación no sufrió grandes modificaciones.
Se dispuso, sin embargo, que el con1ercio entre particulares quedará prohibido
para ciertos productos, tales como el oro, la sale las armas, los naipes y el
tabaco, los cuales estuvieron sometidos a monopolio estatal, el cual podía, sin
embargo, ser dado en conceso en a particulares. Lo mismo ocurrió con el
tráfico de esclavos.
Ella servía también de correo con Las Indias y, en fin, fue el tribunal en materia
comercial que juzgaba todos los asuntos relaciona dos con la navegación y
con el tráfico marítimo entre España y sus colonias americanas y los delitos
cometidos en el curso de los viajes.
Las primas tenían que pagarse dentro de los tres meses de firmado el contrato,
el cual era sólo válido por dos años y cualquier reclamación por pérdida total o
parcial tenía que presentarse dentro de ese mismo plazo. El seguro empezaba
a surtir efecto no desde la fecha de su firma, sino desde que las mercancías
eran colocadas en los lanchones que las llevaban a las naves que
permanecían en el río Guadalquivir en Sevilla y hasta que fueran descargadas
en tierra en el puerto de arribada en Las Indias y viceversa.
ocupación de las vastas áreas de las islas antillanas y del contén ente. Para tal
fin, la Corona abrió con largueza sus manos y dio facilidades de todo género a
los nuevos pobladores y entre esos incentivos estuvo la entrega gratuita de
tierras para que fueran puestas a cultivar.
Cuando un español obtenía del Rey una "capitulación" para fundar un pueblo,
recibía también el derecho a repartir solares y parcelas entre los pobladores
que trajera, con facultad de darles a cada uno una "provisión" como título
provisional, lo que debía ser ratificado por la Corona mediante una "merced",
luego de haberse comprobado que la tierra había ya sido puesta a producir por
el dueño dentro del plazo que se le hubiera dado para ello en la provisión.
Luego en 1558 por Real Cédula de Felipe ll128 se autorizó a la Real Audiencia
de la Isla Española a dar mercedes de hasta mil fanegas de tierras baldías a
quienes quisiesen venir a la Isla a realizar labranzas, a condición de que las
pusieran en producción dentro de 6 años, so pena de perderlas. Hasta una
cuarta parte de cada predio podía ser destinada a ganadería.
Pero a partir de la segunda mitad del Siglo XVI, pasado ya el primer ente sismo
colo11izador y pacificada la Isla Española y los otros territorios, con1enzaron
en España las guerras dinásticas con los consiguientes gastos del Tesoro y,
con10 consecuencia, una gran de1nanda de fondos provenientes de las
colonias. Puede decirse que a partir de esos no menos se inició un segundo
período, que llamaremos de política fiscal territorial en la española.
Al mismo tiempo se hizo y vid ente que inicios de los pobladores habían
ton1ado más terreno del que originalmente se les había así nado en sus
títulos. An1bos problemas indujeron a la Corona a buscar por primera vez
beneficios fiscales en las operaciones inmobiliarias que se realizaban en sus
colonias americanas. Consecuencia de esto fue la Real Cédula del 1de noviez
ver de 1591, llamada por los dominicanos Ley de An1paros Reales, aunque su
título en los cedúlanos es de "Real Cédula sobre la Restitución de las Tierras
que se poseen sin Justos y Verdaderos Títulos".
A los que mostraran títulos válidos les serían confirmados sus derechos, pero
la tierra ti nada en demasía debía ser tornada al patrimonio real para que el
Rey pudiera "hacer merced y disponer de ella a m i voluntad". Se estableció un
procedimiento mediante el cual el Gobernador (asesorado de una persona "de
letras y conciencia") fijaba un término para revisar los títulos y dar confirmación
escrita a los que tuviesen títulos buenos, o justificasen "justa prescripción"
sobre los terrenos que ocupaban ningún terrateniente podía pretender
indemnización por la parte del terreno que se le quitaba, según termina
expresando dicha ley.
Así fueron confirmados para toda América los títulos correctos y las
prescripciones legales, pero al mismo tiempo la Corona se restituyó enormes
cantidades de terrenos buenos, que pudo vender a nuevos pobladores.
Para los terrenos adquiridos con títulos posteriores a 1700, se dispuso que
debían ser confirmados dichos títulos, y en cuanto a las ocupaciones, se
ordenó a la Real Audiencia estudiar cada caso y si juzgaba que lo citadas
leyes, podía dar a los reclamantes títulos que amparasen tales ocupaciones,
siempre que pagasen el impuesto que se estableció a tal fin. Si la Real
Audiencia consideraba que no procedía regularizar La prescripción adquisitiva
bajo el derecho castellano era de 1.0 años entre personas presentes y de 20
años cuando había ausentes.
El procedimiento general para obtener un Amparo Real se esté blocó por una
Real Cédula de 1563, donde se indicaba que toda petición en tal sentido debía
ser dirigida primeramente al Cabildo Municipal, el cual opinaba y mandaba su
parecer al presidente de la Real Audiencia, ·: quien tenía la última palabra. Si
se accedía a la petición, el título d · propiedad era otorgado por el Escriba no
Municipal.
De toda esta legislación dictada en el lapso de tres siglos y que fue general
para todas 1as colonias americanas de España, se desprenden, estas
conch1siones que copiamos de Os Chapequé:
El interés principal del Gobierno Español en este as pecto fue que las tierras
americanas sirvieran no sólo para el sustento de sus habitantes, sino que
además fueran las recompensas para los conquistadores y colonizadores por
sus esfuerzos, y, además, para que participaran como fuente generadora de
ingresos fiscales.
Nótese, finalmente, dos principios que aparecen claramente delineados en el
ámbito de la propiedad inmovilizar en la América Hispana.
El primero señala que los terrenos dados por el Gobierno en virtud de una
merced o de una Confirmación, eran para ser cultivados y debían ponerse a
producir. dentro de determinado tiempo generalmente tres meses después de
adquiridos, so pena de que el Gobierno se los quitara al dueño para dárselos a
otro que sí los pusiera a producir (Real Cédula del 20 de novia embree de
1536 y Ordenanza de 1564, citadas). Segundo: que el Rey era el árbitro final
en cuanto a la validez de los títulos y ocupaciones de tierras y no los
tribunales.
Las Minas: Sobre los bienes del subsuelo, inicialmente se permitió que los
particulares los explotasen en su propio beneficio, con el solo requisito de
pagar al Rey su "Quinto".
Estos bienes fueron las minas, las perlas y piedras preciosas, la sal gema y la
sal marina, los tesoros, encontrados, los bienes de los antiguos cacicazgos, los
bienes mostrencos,1311 las sucesiones vacantes y los esclavos cimarrones
capturados y cuyos dueños no los hubiesen reclamado dentro de cierto tiempo.
Dicha ley estableció así mismo, para la ciudad de Santo Domingo en particular,
un área de terreno común de 10 leguas de circunferencia. En otras ciudades el
área común fue de una legua en circunferencia. Dentro de esos terrenos
comunes, llamados Ejidos, nadie podía alegar derecho de propiedad y, en
cambio, los vecinos de las ciudades los podían utilizar para el pasto de sus
animales.
No deben confundirse los Ejidos con los bienes "propios" de los municipios
coloniales, que sí podía n ser objeto de enajenación, ya que constituían las
tierras del dominio privado de las ciudades, tales con10 los solares y edificios
municipales. Deben también quedar en categoría aparte los bienes de dominio
público estatal o municipal, tales como los caminos, los ríos, los puertos, las
calles, los puentes, las fortalezas, etc., inalienables entonces como lo son aún
bajo nuestra actual legislación.
Los autores que han estudiado los terrenos comuneros en Santo Domingo
(Bono, Ruiz Tejada, Bonilla Útiles, Alburquerque, Clase, etc.) especulan sobre
el origen de este particular sistema de propiedad territorial, presentando
diversas hipótesis, ninguna de las cuales parece concluyente. Lo que sí es
evidente es que los terrenos comuneros surgen del régimen hatero establecido
en las tierras llanas de la Isla a fines del Siglo XVI. Es posible que esas vastas
extensiones fuesen adquiridas generalmente por Real Merced o Amparo, luego
reforzada por Real Confirmación bajo las leyes de 1631y 1754 ya citadas, y tu
_ vieran sus linderos muy vagos, extendiéndose cada vez más sin queja oficia
l, deteniéndose sus dueños sólo cuando llegaban al lindero de otro hato o ante
algún accidente natural. Las dificultades para mensurar las propiedades rurales
causarían problemas a la hora de ventas.
Las sábanas servían de pastos para los animales mansos y para conucos,
mientras que en las monterías se cazaban las reses cimarronas y se cortaba la
madera. Generalmente los condueños de un Sitio Comunero convenían usar
en común las monterías, mientras que, por el contrario, las sábanas siempre
fueron consideradas propias de cada dueño, quien usualmente les ponía
linderos claros para marcar la extensión de su Predio.
CAPÍTULO VIII
El Derecho en los Últimos Años de la Colonia Española
, Du1·ante los largos años del período colonial español, la política y la
economía, lejos d·e ser elementos estables, evidenciaron profundos cambios.
Las posesiones hispanas en América fueron peones en el jueg o político
llevado a cabo por los reyes españoles en sus guerras, pactos, alianzas y
e1npresas imperialistas. España estuvo en casi constan.te guerra e.oij.
Holanda, Inglaterra y Francia y los períodos de paz fueron mucho menos
frecuentes que los de guerra; repercutiendo esta situación en las colonias del
Nuevo Mundo. Santo Domingo, por su situación tan estratégica, fue de las
colonias más afectadas,
No entra evidentemente dentro del propósito de esta obra, explicar las
vicisitudes políticas de la colonia española. en Santo Domingo 1 pe1·0
-·· como el derecho es cons,ecuencia de la interacción de las fuerzas políticas
y éstas, a su vez, son condicionadas por hechos económicos, es necesario
tomar en cuenta esos factores, para poder explicar las transformaciones que
sufrió el derecho en las postrilnerías del período colonial españot ya que fueron
precisamente. las fue ·za políticas y económicas las que sumíeron a Santo
Domingo en una profunda crisis institucional y las que,
' a la postre, la arrancaron del dominio español.
Recordemos qu.e durante los Siglos XVII y XVIII, la soberanía española sobre
la totalidad de la Isla Española, fue mermando, al ir los franceses ocupando
poco a poco la porción occidental de ella, primero con10 bucaneros y
filibusteros sin control de su gobierno y luego como colonos inás o menos
autónomos de las autoridades francesas. Ya a filiales del Siglo XVII, la pal'te
occidental de la Isla estuvo firmemente en manos de Francia la cual nombi·ó
Gobernadores allí1 creando una organización administrativa y aplicando entre
los habitantes el derecho francés; todo esto sin poder Francia basar su
ocupación en instrumento jurídico alguno .
95
Los hechos se impusieron al derecho- y pot·n1ás que los españole protestaron
y trataron de evitarle;, los franceses mantuvieron firmes s· ;' o.cupaciones
sobre la parte de la Isla que hoy conocemos con10 Haití;
La colonia francesa (que ellos Ua1naron Saint Domingue) fue diferente a la
española, especi.almente en lo que respecta a su sistem económico. Mientras
en Santo Dotningo prevalecía el hato ganadet como unidad econónüca en
Saint Domingue prevaleció la plantació ;: agrícola. Mientras a la colonia
española apenas llegaban negros par·;. fortalecer la economía esclavista, a la
francesa llegaron muchos mil "' ·
' '
de ellos.146 Mientras en la parte oriental de la Isla no había más deveinf i·
ingenios azucareros como únicos exponentes de actividad industri".
capitalista,]47 en la parte occidental existieron (1754) inás d.e 500t apa ' de las
grand es plantaciones de café tabaco y cacao. La diferenc ,_ no pod ía ser
1nayor, y se dio la paradoja de que en una mís1na isf tropic al, tuvo Francia su
más próspera colonia y España Ja más pobf y abandonad a de las suyas. '···
La constante penetración de los franceses y el con1ercio ilícito·d.. reses y
cueros que se estableció de la colonia española a la frances · para el sustento
de la nu1nerosa pobl ación de esta última, mantuvier9:' alas autoridades de
Santo Domingo continuamente ocupadas afectandb notablemente la economía
de la colonia lo que influyó, con10 veremoi: en el derecho local. ,, ,
El Gobierno
96
La Justicia
El cambio más importante realizado en este campo fue la creación del cargo
de Regente de la Real Audiencia, dispuesto por Cédula del 20 de junio de
1776.152 Este funcionario fue puesto en posición inferior a la del Gobernad or.,
pero por encima de los Oidores y su misión paree haber sido precisamente
servir para amortiguar las constantes
97
Cambio en España
El Comercio
El Siglo XVIII vio el 'fin del régimen de comercio monopolístic··\ de España con
sus colonias en América. Primero, por el Tratado d'. Utrecht en 1713 España
se vio obligada a conceder a barcos inglesel
el derecho de un tráfi co limitado de mercancías y a permitir que lo§.,
ingleses introdujeran a las colonias hispanas hasta 144,000 negr'Q.:
esclavos en un período de 30 años.154 ,:·' '
En 1756 la Corona Española se asoció a un grupo de comerciante. de
Barcelona para formar una sociedad comercial llamada Rea"., Compañía de
CataluüaJ a la cual se le autorizó realizar co1nercf$
98
'.:. _entre Barcelona y I.os puertos de Santo Domingo1 Puerto Rico y la Isla
/ Margarita, en desmedro del monopolio sevillan-0.100
Un paso importante que ben efició mucho a las colonias fue
' :. una disposición del 16 de octubre de 1756, que abrió al comercio
:?internacional los puertos de Cuba, Santo Do1ningo Trinidad y la Isla
;;-'. :Margarita, habilitándose al mismo tiemp.o siete puertos españoles para
/.'''tal tráfico, y estableciéndose un a1·ancel fijo del 3% para los productos
> españoles importados a las colonias citadas y del 7% si se trataba
:?: de pl'oductos extranjeros . Asimismo 1 esa ley pertniti6 a las colonias '.
comerciar libre1nente entre sí. Esta disposición y otras posteriores para
\, las demás colonias, destruyeron al fin el 1nonopolio comercial sevillano.
- El corso> que había estado permitido, pero enforma esporádica según
' : las guerras en que España se involucraba, fue autorizado y reglamentado
\: permanentemente en febrero de 1772, mediante unas ordenanzas que
··_:- permitieron a los que armaran naves para estos finest retener para sí el
:.:: producto de la venta en pública subasta de las mercancías que hubiesen
·· tomado de barcos enemigos; con el solo requisito de entregar la nave y la
tripulación a las autoridades en calidad de presas.
·. La Situación Frouteriza
·:.... i&i
Desde que fue evidente que los español es no iban a poder desalojar a los
franceses de la parte occidental de la Isla, resultó necesario acomodarse a los
hechos y tratar de que por lo menos no se extendiera más la ocupación.
Surgieron entonces una serie de acuerdos entre los Gobernadores
de ambas colonias o de sus comisionados
dando asi viso jurídico a las
ocupaci ones de hecho lo que implicó un reconocimiento del dominio francés
sobre la parte ocupada por sus súbditos. Ya desde el 1680 existía un acuerdo
que íijó el Río Rebuc CGuayu bín) como el limite máximo de las ocupaciones
francesas en e] occidente de la Isla. Sob e la parte central y sur nada se había
estipuladot al parecer por no haber entonces muchos franceses en esas
regiones.
Con n1otivo del fin de otra de las muchas guerras entre Francia y
- España , se firmó en 1680 el Tratado de Ryswick, donde España tuvo que
aceptar las ocupaciones francesas realizadas hasta esa fecha ei1todos los
territorios españoles. Aunque el acuerdo no especificó en nada a Santo
Domingo, los franceses lo interpretaron en el sentido de que España había
dado su reconochniento a las ocupaciones francesas en la parte de la Isla que
hasta ese n1omento venían controlando.
99
100
1!
El Comercio Fronterizo
.¡
159) .ARTICULO IX
"En cambio de la restitución de que se trata en el artkulo IV, el Rey de España
1 por si y por sus antecesores1 cede y abandona en toda propiedad a la Repú
blica Francesa toda. la parte española de la isla de Santo Domingo en las
Antillas. Un mes después de saberse en aquella isla la ra.tifi.cación del
presente tratado, las tropas españolas estarán prontas a evacuar las plazas,
puertos y establecimientos que allí oc.upan, pa ra entregal'los a las tropas
francesas cuando se p.i·esenten a tomar posesión dé ella. Las plazas, puertos
y establecimientos referidos se darán a 1a República Francesa con los
cañones, municiones deguerra y efectos necesarios a su defensa; que existen
en ellos; cuando tengan noticia del presente Tratado en Santo Domingo. Los
habHantes de la parte española de Santo Domingo, que µorsus intereses u
otros motivos prefieran transferirse con susbienes las posesiones de
S.M. Católica, podrán hacerlo en el espacio de un ano contado desde la fecha.
de este tratado".(Copiado de Ramón Lugo Lovatón. "El Tratado de Basilea,,,
Bol.etín. dei Archivo General de la Nación, (68) eneru-marzoJ 1951).
103
104
1
l
l
1
1
1
1¡
¡1
1
11
Uainad as Escalines, para la parte espanola, que corrieron conjun tamente con
las antiguas monedas españolas.163 Toussaint también· dispuso abrir al
comercio interna cional 1 sin limitaciones 1 todos lok, puertos de la Isla. La
constitución de 1801 mantuvo el catolicismH2 como religión oficial (permitiendo
el culto privado de otras religiones):;
pero dispuso que los bienes de la Iglesia fueran administrados por los
municipios y se suprimieran los díezmos.1M >.·
Con la llegad a de la expedición de Lecl erc en enero de 1so2·s
term inó para Santo Domingo el gobiern o de Toussaint y duranf los seis años
siguientes la antigu a parte españ"üla fue regida pcf =··. Goberna dores
franceses. Durante este período en la parte Oeste d · ·' la Isla los esclavos se
enfrenta ron a las tropas francesas, a quienes lograron vencer l en 1804
proclamaro n la R.epúbHea de Haití. - ,'.:
Leclerc, desd e que llegó quiso tranq uili zar a los orientales: prometiélld OleS
resp etar SUS leyes, COStUrnbres y teligión:16G s·:,; abolieron todas las leyes
y medidas de Toussaint, pero se reimplanto:
la esclavitud 166 y se permitió el trá.fico negrero desde África. En 1805 s_e;·
llegó hasta autorizar a los habita ntes de la parte Este vender y exporta!., todos
los negros ha itianos que pudiesen capturar. Con tod.a s est.as;
medidas quise atraerse a los blancos que habían enügrado durante lo'. turbul
entos años desde el Trata do de Basilea y tranquilizar a las clase altas a las
cuales habían perjudicado las medidas revolucionarias d )
Toussaint. ·
·:
Durante este períod o los franceses introdujeron un interesante·:
experimento en el orden legal y jud icial; al establecer un régime·tj·' mixto,
manteniendo una dua lidad de derechos, aplic ando para los: franceses que
Uegm·an a habitar la colonia sus leyes metropolitanas,' pero conservando las
antiguas leyes españolas para los habita ntes dg, origen español. En efecto,
por Decreto de Napoleón de l8021m seorde1tÓ que debían continu ar vigentes
todas las leyes, usos y divisiones tant.O civiles eomo eclesiásticas, que habían
regido a Santo Domingo durante' el períod o colonial español. . ""
106
107
108
..,.. Para alentar la inmigración de franceses, el Gobierno de Ferrand
/::·dispuso en 1806 otorgar tierras a los que quisieran cultivarlas, sien1pre
I'que nadie pudiera alegar de1·echo previ o sobre las nüsmas y que el
:"iluevo dueño las sembrara dentro del año de recibirlas, momento en el i"Eual
se le libraba título definitivo de propiedad .Asimismo) se dispuso invitar a todos
los donünicanos que hubiesen e1nig1·ado a causa de las '"'.Xguerras, a
regresar dentro de un plazo de tres meses, con promesa de L' cancelarles
cualquie1 deuda que tuviesen con el Fisco pero señalando
>que se les confiscarían definitivamente sus propiedades si declinaban
.la invitación .
.·· Este periodo te.rminó en 1809, cuando grupos de dominicanos
;,¿:'·' dirigidos por ,Juan Sánchez Ramírez, alentados por las autorid ades
.. '},'·_ coloniales españolas de Puerto Rico y ayudados por el bloqueo de la
·Ciudad de Santo Domingo por una escuadra inglesa, derrotaron a las tropas
francesas y proclamaron la reincorporación a Espa1la.
Desde el punto de vista jurídico, los hechos más sobresalientes
,,_de este corto régin1e11 fueron la Constitueión de Toussaint con su
·Asamblea Constituyentet así como la ünplantación por primera vez de
·· "una legislación que no ela la española, con la introducción 1de leyes y
·.' jurisdicciones francesas, en la forma paralela que hemos explicado,
/; con el aparente ínterés de minimizar los conflictos de una sociedad
f ya acostumbrada a tres siglos de leyes y usos españoles y· cuyas clases
·" : dirigentes desconfiaban del liberalismo, con el cual la Europa del Siglo
;··.. de las Luces pretendí a romper su hegemonía secular.
. ·:
109
CAP'ÍTULO X
El Segundo· Período Español
(1809- 1.321)
111
Poden1os1 pues, dividir este periodo en cuatro etapas:La primera abarca los
años de 1809 a 1812, en que la colonia se encuentra casi to.:. talmen te sola,
aislada de una metrópoll invadida y en estado de guerra::' Dura nte la 1nism a1
Sáncbez Ramírez goberné casi autónomamente. Eh- 1812 al oxganizarse la
monarquía constituci01ial Santo Domingo reeibllL
y adoptó las nuevas instituciones . En 1814 la reacción absolutista hizo si{'
aparición y volvieron las viejas leyes1 las que continuaron rigiendo hasta
el año 1820 cuando la nueva ola liberal reimplanté la Constitución déi 1812,
pero por unos cortos meses, pues en 1821Núñez de Cáceres dio su'_: golpe
de estado con la intención de independizar eincorporar la colonia
a la Gran Colon1bia e imedi atamente las tropas de Boyer cruzaron f - ,'
frontera y se inició el período haitiano. --- -'
De eada una de estas etapas daremos los rasgos jurídicos má interesantes,
haciendo hincapié en la de la Constitución de Cádiz, qlié"
aunque corto, pues estuvo en vigor dos años escasamente
ilnport;-:
novedosas instituciones ju rídic as a la colonia de Santo Domingo, la''<
cuales fueron conservadas como recuerdo por los grupos liberale domini
canos, para ser luego rein1puestas, en parte, al declararse lit independenci
a de la República Dominicana en 1844. - --\:;
Con el re.torno de la Isla a la soberanía de España1 se implantaron los viejos
sistemas políticos y jurídicos que estaban en v.igór al térmi:,- _ nal' el primer
período c;olonial. Salvo el corto periodo bajo la égida d-t!'. la Constitución de
Cádiz, Santo Domingo volvió a estar sometido a la ,;
arcaicas leyes hispanas y a la Legislación de Indias. Los doce años d --
paréntesis francés con sus interesa ntes experimentos y algunas innoP
vaciones, quedaron abandonados. _ · ;,1
La prim_era de las cuatro etapas de este nuevo perí odo en la his:;-''
toria jurídica dominicana empezó con la toma de posesión de Sá.nche ·=
Hamírez, quien de inmediato comunicó a la Junta de Gobierno Pró\
visional de Sevilla la reincorporació n de la parte oriental de la Isla :
a la Corona Española y mientras se esperó la aceptación} se organi{·, la
administración Ioc al,. nombrándose ayuntamien tos provisionales· compuestos
de tres miembros. Todos los franceses que no habían sid _-:-·
evacuados cuando la capitulación de la ciudad fueron expulsados=,
__-,
obligados a vender sus bienes (Bando del 9 de octubre cte 1809) y suW;
esclavos vendidos en beneficio del Fisco. Se man tuvo la esclavitud qüif los
franceses habían reimplantad-0 en 1802.175 :-;;
La Junta de Sevilla, aceptó la reincorporaci ón de la colonia, con?
firmó a Sánchez Ramírez co1no Goberna dor y dictó medidas políticas Y.,':
;f:·
112
!
comicios se realizaron y cada cabildo eligió sus regidores y alcaldes y pa1a
representar a Santo Domingo en la Constituyente de Cádiz se
escogió a Francisco de Mosquer:.'.l (con José Alvarez de Toledo como
Suplente). La Constituyente se reunió en Cádiz desde septiembre de 1810
basta enero de 1812, y eI 19 de marzo de este último año se proclamó la
113
114
115 1
Diputados a las Cortes y los miembros de las Diputaciones Provinciale Santo
Dorningo celebró las suyas entre noviem bre de 1812 y febrero: cf · 1813.De
un total de 60.012 habitantes,tuvieron derecho al voto 11,984, l({ cuales
escogieron 386 coinpromisarios, quienes a su vez escogieron a lo: 60
electores" así como a los siete miembros de la Diputación Provinci .,. y éstos
entonces eligieron a cinco Electores Provinciales los cualé finalmente
escogieron al Diputado que debería representar a Sant · Domingo ante las
Cortes Españolas quien fue Don Franciseo Javfe Caro. Para la Diputación
Provincial fueron elegidos Francisco Ruiz, Jt!á'. Vícenté Moscosoy Manuel
Aybar.,por Santo Domingo., Juan de Azcona pof ; Santiago, José Urquerque
por el Este, Eugenio Villafa ña por La Vega,."·· Pablo Altagracia Báez (padre
de Buenaventura) por el Sur.180 · -·:
Al amparo de la nueva situación política, las Cortes díctaron url' Ley de
Organización Judicial para todo el reino, de fecha 9 de octubr ··" de 1812 bajo
la cual se reestructuró la justicia en Santo Domingo dentt·. de los lineamientos
de la Constitución y, el 5 de agosto de 1813 se díCt .: una Ley de División
Territorial para la Provincia de Santo Domingc) ' la cual quedó cornpuesta de
cinco Partidos, Capital) Este,. orte, Cib,·- . y Sur, los cuales, a su vezi se
dividieron en parroquias.
Pero esta etapa constitucional duró poco, pues como se ha visto/ ;
la aída de Napoleón en 181 Fernando VII fue libertado de su cautiv" río,
retornó a España y rehusó someterse a la Constitución que se habf' dictado en
su no1nbre, la cual quedó derogada por el Real Decreto del .·. de mayo de
1314, junto con la legislación dictada al amparo de la mism ·_· Volvió el régim
en. absolutista a Españ a y sus dependencía·s quedando la monarq uía de
nuevo bajo el sistema jurídico y polític '
anterior a la Constitución de Cádiz,, perdiéndose las escasas conquista que
dicha Carta l\llagna había establecido, retornándose al régitil-:,f reaccionario
colonial, y perdiendo los organismos de 11ivel local todo ,,, sus atributos de
autonomía. Por decreto del 28 de diciembre de 1814,·é 'i Rey dispuso que "en
las dos An1éricas e Islas Filipinas se restablez·c el sistema gubernativo,
económico y de administrac ión de justicia qu, · regía antes de las Ilan1adas
leyes nuevas''.181 Esto implicó la supresió,ri de los Ayuntamientos·Constituci
onales y la puesta en posesión de los: que existieron en 1808 aunque para
Santo Domingo se tuvo que hacer: una excepción, y se puso en manos del
Gobernad or el nombramient& provisional de las autoridades municipales,
puesto que resultaba hn6, posible poner en posesión a las existentes en 1808,
ya que en esa époC'.,
:'
180) José Gabriel Garda. I-Hstoria de... t. JI, p. 43. 181} Ots. Capdequ.í.
Historia del Derecho ... p, 330.
182) A·rchivo Real de Bayagiuin.a, Libro No. 21, Doc. o. 12.
116
·:,. estábamos bajo el dominio francés.183 Se restableció el Real Consejo de
· Jndiasi se suprimió el cargo de Jefe Superior Político d e ,las Provincias
? las cuales c.tuedaron de nuevo dirigidas por un Gobernador y Capitán
) General, que b ajo esos títulos reunía otra vez los mandos político y
·(militar de Santo Domingo. En lo judicial se suprin1ió el Juez de Letras ' .'
para asuntos de Primera Instancia y estos asuntos quedaron de nuevo a cargo
de los Alcaldes Municipales. Los antiguos impuestos y tributos
·. fueron restablecidos.
· En eJ orden internacional Perna ndo VII concertó con Francia, de nuevo
n1ona rquía absolutista como Españai un Tratado de Paz fir mado en París el
20 .de jun,io de 1814, en cuyo Art.3 rancia reconoció que la parte oriental de la
Isla de Santo Domingo sería nuevainente posesión española volviéndose a la
situación anterior al Tratado de Basilea de 1795.
La tercera etapa del segundo periodo español en Santo Domingo,
el de la monarquía absoluta de Fernando VII, duró seis años, pues en 1820 se
produjo en la metrópoli una reacción liberal con el golpe de Estado del General
Riego que obligó al Rey a poner de nuevo en vigor la Constitución de Cádiz. Al
llegar a Santo Domingo las noticias de los hechos en la Penínsu la, se
reunieron las autoridades y se j ur6 de nuevo la Constitución, poniéndose en
vigor los organismos administrativos y judiciales que ella establecia. De nuevo
se hizo ·c-0nvocator ia a"éleccío nes pai·a elegir el Diputado dominicano a las
Cortes, para la Diputación Provincial y para los Ayunta mientos, las cuales se
celebraron en junio de 1820.183 En esa época se dictó un Decreto que
suprimió los Tribunales de la Inquisición y otro que cerr1ó todos los conventos
de la Isla y sus bienes pasa ron al Estado. Un nuevo arancel de aduanas
dictado en España en 1821 que protegía a las industrias peninsulares, tuv-0
que ser modificado para Santo Donüngo pues ma pobr,eza reinante no per
mitfría la compra de géneros .españoles y se tuvo que permitir que los
dominicanos comprara n en Las Antillas no españolas, con un arancel único
del 18%.184·
Al amparo de la libertad de im,prenta consagrada por la Constitu cióni
aparecieron en Santo Domingo losprimeros periódicos surgiendo el Telégrafo
Coristitttcional y Ei Dtwnde en donde no sólo se publicaron
117
119
Provisional de Gobierno com puesta por los propulsores del golpe, los cuales
eran en su mayoría los más altos funciona rios criollos de la anti'.: gua
administración española entre t llos los miembros de Ja Diputació .,,
Provincial, con cuya inclusión se dio el inás fuerte carácter representa ' tivo que
se podía, ya que ellos eran los únicos de elección ciud adana .... nivel nacional.
El regla1nento puso en manos de Ia Junta rovisional lo ''''' pode1es
legislativos y ejecutivos, dándole facultad para levantar ejér citos, crear
impuestos establecer el orden judicial y nombrar jueces ;: así con10 la facultad
de ton1ar todas las medidas conducentes "a consd:b: lidar la independencia y
ponerla al abrigo de todo ataque de enemigoj internos y externos". Se
establecieron ciertas libertades tales com · '
la igualdad de todos los ciudadanos at1te la ley,, la inviolabilidad de f':
propiedad privada, la libertad de prensa la prohibición de allanar los.
domicilios sin mandamiento escrito de un juez, la libertad bajo fianza:· en
materia correccional, - etc.·, todas las cuales. pueden considerarse : como los
derechos más reconocidos en las naciones libres de la époc · ·;: Pero sólo se
consideraban ciudad anos los hon1bres libres, de cualquie color o religión que
fuesen. Esta preconstitución no abolió la esclavitud; grave falta que· de
fnrnediato hizo al nuevo régimen impopular entr¡· . la gente de color y dio
lugar, sin duda, a que la agitación del Gobiernd
de Haitl hallara mayores adeptos pues existía una corriente entre ·é
pueblo, especiahnente entre la gente de color y los esclavos, que pro,:'.
pugnaba por una unión con Haiti; y el mantenimie nto de la esclavitucfü\
en el Estado recién creado favoreció necesariamente esa tendencia.: "··'r·/''
El Reglamento Provisional dispuso mantener en vigor las antiguaá.
leyes de Indias, así como la existente organización municipal y fiscai,i; basta
tanto se dictaran leyes apropiadas. La judicatura se·organizó ai base de una
Corte Superior de Justicia para recibir las apelaciones., y:· como Tribunales de
Primera Instancia en inateria civil y criminal se.'
mantuvo a los Alcaldes Munic"ipales.
Pe10 la independencia ) la soberanía de la nueva República qtie2;; daba gra
ve1ne:ote mutilada por el hecho de que fue intención de Sl('; fundadores) y así
lo expresan en el Acta de Inclependencia y en el Réi!;·
glamento Provisional, que se buscara inmediatamente una alianza con':'
{:
pueblo alterar o abolir su forma y adoptar otra nueva que le parczea más
condttcenté··' a su segu l'idad y futuro bien.En hora buena, que los
gobiernos,fundados de farg·o.., tíenipo, no se cambien por ligerns motivos y
causas transeú ntes. La prudencia, dieta que se sufran los males mientrns
sean soportables; pero cuando tocan en el:'' último ápice, cuando la misma
experiencia demuestra que el designio es reducidQ; :·:
todo a un absoluto despotismo, entonces sería desgrada rse de seres
racionales Y:
libres silos hombres no d-0sechasen en sl lUomento un gollierno diametral
mente: :· contral'ío a los altos fines de su OI'iginari-a institución''.. "
120
1
121
CAPÍTULO XII
El Pe••Íodo Haitiano
En febrero de 1822 se inició un iinportan te periodo en la historia del derecho
dominicano, que podemos denominar período puente entre los siglos
coloniales y la etapa republicana iniciada en 1844.
Durante los 22 años en que la actual República Dominicana es tuvo unida a la
República de Haití, se inh·odujo un sísten1a ju rídico totalmente diferente al
que había regido en las etapas anteríores y este nuevo régimen es
básican1ente el que ha continuado rigiendo desde entonces en l República
Dominicana. De ahí que ese período sea tan importante para el estudio del
derecho dominicano, y por lotanto debe ser expuesto con detalle, pese a su
corta duración.
Para poder comprender bien este perÍodo , resulta necesario pasar revista a la
historia haitiana, desde que esa parte de la isla de Santo Domingo se
independiz6 de Fi·ancia enL.!,...l.l-....
El ·primer gobierno haitíano, el d: Dessalin s, duró escasamente 2 años, y se
distinguió por su inte_rés en m · · er · . lismo sistema 1eco nómico y jurídico
que existió durante la. dominación francesa aunque los nuevos "amos ' fueron
los generales y funcionarios del gobierno, mientras que los antiguos esclavos
se convirtieron en peones asalaria dos de éstos en las grandes plantaciones
agrícolas que pasa ron a manos del Estado. Por supuesto, con la nueva
situación de independencia, se alejó a todo extranjero, principalrnente si era
blanco, del control político y se le prohibió tener tierras.
A lamuertede Dessalines, en octubre de 1806, la unidad de la nueva nación se
destruyó y Haití quedó dividida en dos ,estados; uno en el Norte gobernado
po1 Henri Ci istophe., primero como Presidente y luego como
Rey
con. su capital en Cabo Haitiano) y otro en el Sur, bado Alejandro
Petíón1 quien sostuvo el régimen republicano, con su capital en Puerto
Príncipe. En su interés de mantener la independencia contra Francia, ambos
regímenes fueron iguales pero en su estructura económica no
123
187) Sólo la Constitución d.e 1806, que estuV'o en vigor un-0s meses;
estableció un"·..
presidencia alternativa, con períodos de 4 a.fí.os. ··
188) Art. 12 de la Co197) Ardouin . .Etudes Sur... L. VIII, c. 9, pp. 90-91.
124
TI
189) Manuel Fraga. Iriba rne, prólogo del lihl·o Las Constituciones en Haití ,
por Luis
Mariñas Otero.Madrid: Ediciones Cultura. Hispánica 1968.
.) ;
·!
125
126
El Gobierno
Ji
I
El Poder Ejecutivo estuvo encabezado por un Presidente de la
República, que en la Constitución de 1816 era vitalicio. Se estableció que
elpropio mandatario designara su sucesor, consignando su non1bre en una
carta cerrada que se guardaría en un cofre con dos llaves, una la tendría el
propio Presidente y l a otra el Presidente del Senado. El Presidente a su
albed1·ío podía cambiar al heredero. A la muerte del Presidente 1 el
Presidente del Senado abriría el cofre y hal'Ía público
127
::_.::
el nombre del sucesor, pero el Senado podía aeogerlo. o no y si lo re ' chazaba
competía al propio Senado designar al nuevo Presjdente. Esté siste1na no se
llegó a uti lizar mientras los dominica nos y los haitian mf estuvieron unidos, ya
que Boyer fue destituido por un golpe de Esta d6- en 1843 y la Constitu.ción
de 1816 fue abolida. El sucesor, Herard, fte
designado por una Junta Provisiona l. ,'.,.:
Bajo el Presidentet la Admínisb·ación Pública quedaba dirigida po.r
tres altos funcionarios: El Secretario de Estado, el Secretario Genera · y el
Gran Juez. Las funciones de los tres aparecen en una Ley del 2.2 dé. marzo
de 1819. El Secretario de Estado era el encargado de las finanzas' y de la
recolección de impuestos y tenía bajo su control los bienes na/ cionales. El
Secretario General era qtrien contra-firtnaba todos los acto",S;,
y decretos presidenciales y les ponía el sello de la República. Todala];t;.
correspondencia) órdenes y proclamas presidenciales se hada n por su¿s
vía, y a través suyo los funcionarios se comunica ban con el Presidente":-- El
Gran Juez tenía a su cargo la supervisión detodos los tribunales
Respondía de la fiel ejecución de las leyBs y de que fueran aplicad·a
correctamenteJ dando directrices o interpretaciones de las mismas'
Conservaba los archivos públicos y legalizaba los docun1entos que
para el extranjero. ..,.. '.
·Hasta 1822192 el territorio haitiano estuvo dividido en cuatro·: .
departam.entos (Sur Oeste, Artibon ito y Norte) los cuales a su vez sé:>
dividieron en veinte distritos llamados "arrondisments'' y estos e.n. ..,?:,:
56 comunes. Cada una de estas divisiones estuvo administrada por:::
jefes militares llamad os Con1andantes, designados por el Presidente 2Y
Cuando se incorporó la parte oriental de la Isla en 1822, se crearon do·
departa1n.entos más, el del Ozama y el del Cibao y estos a su vez se ctt3,
vidieron en 14 con1unes.rn3 A los pocos días de la ocupación de la parte/''.
Este1 Boyer dictó un decreto disponiend o elecciones en esa porción dé:t:; la
Isla, para escoger los quince diputados de las comunes orientale·s::.:'._ ante la
Cámara de Representantes. Las eleccionés tuvieron lugar en<_ tre 1narzo 1y
10 de 1822, y los ciudadanos elegidos se incorporaron af ': Congreso Haitiano
en Puerto Príncipe cuando la legislatura ordinari -- se inició en agosto,
resultando uno de los representantes dominicanos, _:; José María Canünero
elegido prin1ero como Secretario y luego com&:J: Presidente de la
Cámara.19' , ·\
Los Comandantes milita res de las con1unes, por órdenes de Boyel";;;·:
empezaron la reorganización de la parte dominicana, cambiando loS.H
.,p_, ,
.::.:
·:
193) Ver Ley de División ·re1ritoriaJ del 17 de och1bre de 1821.
193) Ver Ai-dotün. Etud es Sm.. t. IV c. 9, p. 36. .
194) Ver Mensaje de la Cániara de Representantes al Piiebw, 22 Sept. 1822.
Listant Pradine:-
T. Ill, p.485. Lrm et -A..cts de Govern..rnent D)Haiti, y Ai·douin, Etudes Sur... p.
39.
128
. ombres a los organismos para arn1onizados con los establecidos por Jás
leyes y la Constitución. Así, los Ayuntainientos se viníeron a denomi nar
Consejos de Nota bles, las milicias criollas de la época española se
'.'convirtieron en dos regimientos del ejército regular haitiano) bajo los
·· ümeros 31y 32 y e·n el Cibao se creó otro regimiento bajo el No. 33.195
··.. > En poco tiempo y sin grandes tropiezos logró Boye1·organizar ad
'ministrativamen te la parte del Este. Menos fácH le resultó adaptar a Tos
dominica nos al n uevo sistema legal haitiano; basado en la trad ición jurí.dica
francesa, y en materia de la propiedad de la tierra, como se
:.vei·á, nunca se consiguió armonizar eI ancestral siste1na español con
·::la legislación franco-haitiana.
La Justicia
129 !
ir
196) El Código Rural de 1.826 será estud iado en. la sección refet1ente al
Derecho dX
Propiedad durante el pe.tíodo haitiano .
130
jueces capaces de establecer otro tribunal colegiado, amén del excesiv costo
en sueldos que ello significaría para el Estado.un .
En los juicios civiles) el tribunal debía estar compuesto del Jue
Decano y de dos jueces ordinarios.
En cuanto a la 1nateria penal, estos tribunales conocían de todo los asuntos
criminales, sín excepción requiriénd ose sie1npre la pré:-· sencia del
Comisario del Gobierno o de su sustituto y la asistencia d , todos los jueces.
Una última función de los tribunales civiles fue la de conocer d los envíos
hechos por el Tribunal de Casación, de las sentencias casadas por és·te,
provenien tes .de otro tribunal. "
Quedaron exceptuados de la jurisd icción de los tribunales civiles:
los delitos militares) salvo que estos hubieren sido cometidos contra personas
civiles o con cómplices civiles. En juícíos de "almirantazgo' -" el tribunal
competente era el Tribunal Civil de Puerto Princípe.198 =:_>f
Boyer estableció la política de emplear a do1ninica noslo m.ás qü''·
pudo para ocupa r los cargos civiles (adnlinistrativos y judiciales) e -
la parte Este. Así ve1nos que todos los jueces de paz, así como los do ··
jueces de los tribunales civiles fueron domiuicanosl muchos de ello·
abogados y m·agistrados del período colonial español.199
El Tribunal ·de Casación. Como tribunal supremo, con ju risdicción sobre toda
la República, existió el Tribunal de Casación con asiento éii Port-a u-Prince) y
compuesto por un Juez Decano y 6jueces titulares, corf sus suplentes
respectivos. Había un Comisario o fiscal con su sustituto ·
un Secretario y un Alguacil .. Los jueces de este alto tribunal no podía:·:. ser
suspendidos ni sustituidos sino por disposición del Alto Tribunar de Justic ia,
sobre acusación hecha poi·el Senado. , Eran atribuciones del Tribunal de
Casación: a) conocer de las acu:< saciones contra los juec es de los tribunales
inferiores· b) conocer de los" recursos elevados contra los jueees inferiores
por exceso de poder c).'. conocer de los recursos de casación contra las
sentencias dadas por los, Jueces Civiles en rnateria civil, comercial y criminal;
d) decidir sobr ,,,, conflictos de ju risdicción entre diversos tribunales; e)
conocer sobre ale"''. gatos de incompetencia pl'esentados conti a los juec es
de paz.. Cualquiéti
;;.
132
'l!
¡-::' recurso en materia civil elevado ante el Tribunal de Casación debía ser
.'. .. precedido de la prestación de una fianza de 25 gourdes·. Para el conoci
miento de los recursos debían estar presentes por lo nienos el Decano y
. 5 jueces, además del Comisario. El Decano designaba a uno de los otros
jueces para que hiciera un informe sobre el caso, que era smnetido al tribunal
en pleno, quien acogía o rechazaba el recurso. Sí el recurso era
.acog.ido la sentencia era casada y el asunto enviado al tribunal civil más
próximo al que dictó la sentencia casada.. Igual que bajo el sistema actual, el
tribunal de casación no conocía del fondo .del caso sino sobre si en el Htigio
hubo o no correcta aplicación de la ley o de los procedimiento s judiciales . Se
estableció también que ninguna sentencia dictada por un juez de paz con
cargo a apelación, pod1·ia pasar al Tribunal de Casación sin antes ser
conocido en apelación por un Juez Civil.
Del Ministeiio Público. Los fiscales eran denominados "Comisarios
del Gobierno'' y había uno para ca.da tribunal civil y para Ja Corte de
Casación, todos subordinados al Gran Juez. En los juzgados de paz no
había u n Comisario permanente, sino que cuando la materia requería 1
¡
un dictamen tiscall se apelaba a la opinión del notario inás antiguo de
la común.
Los Comisarios asum.ían la defensa de la sociedad llevando la 1
acusación en todos los asuntos penales pero ade111ás debían opinar en r]
lasmaterias civiles y comerciales donde eI Estado tuviera algun interés..
Competía asin1i.s1no a ellos la ejecución de las sentencias dadas por los
tribunales ante los cuales estaban acreditados.
Los abogados. El ministeri o de abogado era s6lo permitido en los ribunales
civiles, siendo expresamente prohibido a ellos litigar ante los juzgados de paz y
el tribunal de casación aunque en estos últimos podían a1npliar por escrito las
conclusiones presentadas por sus clien tes. No había lhnite al nít mero de
abogados en cada común y no se exigió requisito para ser "defensor público
'.20º
Los Oficiales de Estado Civil. La legislación haitiana siguiendo el
nuevo sistema francés de quitar a la Iglesia el i·egistro dé los actos del 1
estado civil, decretó el establecimiento de un oficial de éstos para cada
común aunque para Port-au-Prince y las capitales del Departamento se 1
caciones de residencia, l
fijó el número de dos. Sus funciones fueton constatar los nachnientos,
muertes, matrimonios y divorcios de los ciudadanos y expedir certifi
200) Una disposición del Tribu nal de Casación del 5 de agosto de 1819 les
ord.enó
abstenerse de llamarse 'abog.ados1 a los defensores públicos. 1
'
133
a seis pata la capital de la Repúb lica, cuatro por cada co1nún cabecera · y
dos para cada una de las otras co111unes. Estaban bajo la supervisión ;? de
los tribunal es y debían enviar al Gran Juez copia de todos los actos}'.
traslativos de propiedad in1nobilia1·, y cada 3 meses debían someter sut:i
protocolos al examen del Cotnisario del Gobierno. Los honorarios
los Notari os podían cob1ar estaban sometidos a una tarifa prom ulgadcl1f
el 15 de septie1nbre de 1813. _; ;
1
Modificaciones de 1826
Al cuarto año de haber ocurri do la unificación de las.dos par tes de'.:,; la Isla,
Boyer dictó una nueva Ley de Organización Judicial de fecha;,: 9 de febrero de
1826, que aportó numerosas n1odificaciones al 1égi111en:IC existente hasta
entonces y el cual ha sido resumido en lo que va delL'
presente capítulo. Esta nueva ley se dictó en el mismo al1o en que se<!
promulgan los primel'OS Códigos haitianos y una de sus finalidades fue:S
ponerla en armonía eón ellos. ·. u\·,
La nueva ley de Organizaci ón Judici al produjo las siguienhú;'.sl
lnodificacio11es al siste111a vigente: En los juzgados de paz, habría en··;':_ lo
adelante 3 suplentes en vez de dos1 pero se estableció que si en sus<
funciones de conciliadot'es los jueces de paz no lograban arm.onizar {;:i.
las pa1tes, eJ asunto debía necesariamente llevarse ante árbitros. Este:·,_,:
arbitraje obligatorio) existente y.a bajo la anterior legislación, fue forta lecido en
la de 1826 al hacer el arbitraje un recurso contra las sentencias<·· deno
conciliación ante losjueces de paz.O sea, que en l'ealidad se creó;,-:,. un
recurso nuevo; ya que entre los jueces de paz y los jueces civiles s"e:..;
estableció el recurso arbih'at para todo litigio susceptible de transac7-:o; ción1
y la decisión arbitral era susceptible de ser a su vez recurrida·; ', ante los
Tribunales Civiles. De hecho esta nueva n1odalidad lo que hizo:;:,'\· fue crear
el recurso de apelación bajo otro nombre y a cargo de jueces ::L,; designados
por las partes; pero cou posibilidad de un tercer gr·ado dX; jurisdicción (los
Tribunales Civiles) y la posibilidad final del recurso,;(_;< de casación.201 Bajo
esta nueva ley los Tribunales Civiles conservaron .·:;: todas sus facultades,
excepto que les fue quitada la materia comercial/':-_
134
',]
Ir
,1
1
viendo a los tribunales civHes La facultad de. conocer de ·los litigios en materia
comercial, pero aplicando en estos casos el Código de Comercio, sistema que
es el que prevalece en la Repú.bUca Dom1nicana actualmente.
2.03) Llstaut Pradine,L-Oü; et Aet-s.,. T. lll, p. 353.Esta obra. es la Colección.d
e /,ey es haifc.anas y cuando citamos una ley, decreto o disposición, pueden
e:11con:trarse sus textos en el Tomo correspondiente.
,.&·e Las ordenanzas del antiguo régimen, pero aplicaron las atenuaciones
;,y]as modificaciones que convenían a los intereses de la nueva clase
dominante> ávida de tomar el poder político y económi co que habf a
..:.afrebatado a la nobleza. Cuando se calmaron las aguas de la revolución ,
!!lcf.que quedó en pie fue un sistema jurídico que coronó la hegemonía
'dela burgu esía, equilibrando los conceptos modernos con los feudales.
·En cuanto a sus fuentes., los códigos napoleónicos to1naron tanto del
;·derecho romano co1uo del derecho consuetud inario francés, algo del
".canónico y, por supuesto, los principios niveladores de la revolución,
!(que puso fin a los privílegios de la antigua nobleza y del clero.
e· Pero no puede decirse que los códigos napoleónicos fueran lo más
·;:;;':·conveniente para la nueva. república de Haití, pues allí no existió una
'..:·clase media poderosa que se pudi era beneficiar de la nueva legislación.
--,· Haití estuvo compuesto, en los primeros decenios del Siglo XIX, de una
.. ..:· clase alta, casi toda mulata, aliada a unos pocos extranjeros blancos que
.:. dominaban el comercio exterior, y de una enorn1e n1asa de labradores
,": y soldados qu,e componían la clase baja. Si los haitianos adoptaron los
.;.·códigos napoleónicos se debió a la admiración que sus líderes sentían
·i por la revoluc ión fran cesa y por no tener otro ejemplo que imitar.
·'Pero en una sociedad precapitalista, sin clase burguesa , dedicada casi
. exclusivamente a la agricultura de subsistencia 1 los códigos franceses
resulta ban ser un ropaje inapropiado.
Lo anterior se pone de mani:nesto al conocerse la vida jurídica durante el
período haitiano. El andami aje judicial que se expone en la
"' Constitución, en los códigos, en las leyes de organización de los tribuna
:- les1 etc.i no responde totalrnente a la realidad. De hecho Haití era una
dictadura militar) sometida a la voluntad de Boyer, secund ado por los
. comandantes n1ilitares de los "arrondism·ents".Un viajero de la época
describe al gobierno haitiano como "una mona rquía republicana sos- tenida
por las bayonetas" .200 Este autor sigue diciendo: "No poseyendo el poder
judicial del país la reputación suficient para asegurar que se respeten sus
decisiones; la interpretación final de las leyes es sien1pre
referida al Presidente personalm ente
quien se convierte en Juez de la
intención y operación de las leyes hechas por su propia legislatura, y él
modifica la naturaleza de la ley para ajustarse a lo que considera será de
beneficio público. El carácter honesto y probo del Presidente hace que estas
enorn1es prerrogativas sean generalmente conducentes al bien común".m El
país estuvo aden1ás sometido a una fuerte injerencia
1.37
<-:):.
de los jefes. militares,. por la existencia de un pod eroso ejército, que eéfüi au
tor señalado calcula en 40,000 hombres1 La ignorancia de la mayorí de la
población y la poca raigambre de u1 orden constitucional, hiciero.nf que el
régimen que nos pintan la constituci ón, los códigos y las leyes-,:.;:;
no fuera una democracia, sino más bien una dictadura benigna, bien '.1
intencionada , pero centrali zante y no so1netida a control o responsabi;-
lidades. Todo esto se refleja en una falta de independencia del podet 1:' judicial
.Y en una atrofiada vida jurídica, no exenta de conupci6n .. --';-
Como se esbozó más arriba, bajo el sistem a legal haitiano, lá{: Isla estuvo
dividida en D-epa.rtamentos., Distritos ("Arrondismentsn) y;;., Comunes, /".):
Los Departamentos fueron inicialmente cuatro (Norte, Sur, Oeste:;. '' y
Artibonito) y al incorporarse la parte don1inicana en 1822 se agrega:·:·,''.. ron
el del Ozama y el del Cibao. Los departan1entos fueron divisiones·:;)·
geográficas y no políticas, no existiendo régimen legal para ellos. .<1;-;. La
mayor división política fue la de los BArrondisments", qué:;'1:
eran reunion'és de dos o más comunes. Hubo 20 "Arrondisments" bajo.;}
la ley del 17 de octubre de 1821. Para la parte Este se establecieron 4:;:.:
"arrondisn1ents", dos dentro del Departamento Ozama (Azua y SantoT'
Donüngo) y dos dentro del Departamento Cibao (Santiago y Puerto Plata)•.:y,
Estos j'arrondis 1nentsn estuvieron dirigidos por Jefes militaresdesignadol:k·
por el Presidente y no contaban con autonomía alguna. Las funciones
delos:''.··. jefes fueron las de hacer cun1plir las leyes dentro de sus
demarcaciones >:{}:: inspecciones delos cultivos, asegurándose que no
hubiera ganados sueltos.,:·.:; ni trabajadores ociosos, repo1·taban al
Presidente los sucesos y junto cori.J) otros funcionarios locales hacían
recomendaciones al Ejecutivo. .. ,.
El núcleo municipal haitiano fue la Común.Antes de la unificacióu ';'.j'. de 1822
Haití estuvo dividido en 52 comunes. AJ incorpora rse la parte:?;:.,".;
donün1cana j se crearon 14 comunes más.200 '°··'·' El régin1en municipal fue
bastante diferente al que existió bajo la.-< · colonia española . Estuvo regido
inicialmente Jor una ley del 2 de agosto'·:,::{: de 1820, modificada en 1822 y en
1835.El 01·ganismo rector de las co.munes·:j·J
208) Las comunes dominicanas fueron Santo Domi ngo, Azua Las Tu.fatas
de Fai·fán. San . Juan de la Maguana, Neyba 1 Bani, Seybo) Higüey, Samaná,
Cotui, La Vega, Santiago;" Puedo Plata y Montecristi. .
209) La ley 1835 redujo su término a dos afios, aumentando el número de
miembros deL :> Consejo para las comunes de Santo Dmoingo y Santiago a 5.
Se recorda1·á que el '''T nombre uconsejo de Notable-s'' había existido durante
el pedodo de J a ocupación. ·,
francesa (1801-1009).
138
140
ti
141
142
-¡¡
¡
··: tuvieran una doble tributación. La ley fue 1nodificada varias vecesdurante el
período 1322-1844}principalmente con el fin de reducir el impuesto (el del valor
locativo se redujo al 2.5o/o en 1833 y el de los establec.imientos rurales al 5%
en 1830).
Iinpuestos sob1·e registros de actos. En virtud de una Ley de 1807,
.ampliada en 1826, se hizo obligatorio registrar los actos que ünplka ran
traslación de derechos de propiedad inmobiliar o los que requerian tener fecha
cierta. Dicho registro se realizaba mediante el pago de cier- tos derechos, unos
fijos y otros proporcionales, percíbidos por el Fisco. Esos derechos variaban
según la naturaleza del acto. Los derechos fijos iban desde 75 céntimos a 10
gourdes y los derechos proporcionales del
medio por ciento hasta el 5% del valor envuelto. Asimismo, existió un 1
impuesto aplicado a la mutación de derechos de propiedad inmobiliar ¡
y a la inscripción de créditos hipotecarios 1 en virtud de una ley de 1825. El
impuesto sobre mutación fue del 1% del valor de la opetación y el de
inscripción hipotecaria fue del medio por cíento.214
Contribución ·extraordinaria. En 1825 el Gobierno Francés i·econo ció la
independencia de Haití, pero como contrapa1tidat éste se obligó a pagar a
Francia una indemnización de .150 millones de francos pa1a resa1cir a los
antiguos colonos franceses por la expropiación de sus
:'' propiedades a raíz de la independencia. Para captar los fondos para
tan enorn1e indemnización el gobierno haitiano concertó un préstamo en la
misma Francia y al ntismo tie1npo dispuso recabar 30 millones de gourdes a
ti·avés de un irnpuesto extraordinario, durante un período de 10 años, en virtud
de la ley del 1de mayo de 1826. Dicha ley esta bleció la obligación de recaudar
.3 millones de gourdes anuales, entre todos los habita ntes de la isla, de los
cuales 458,600 gourdes anuales correspoti.d1eron a los distritos de la parte
dominicana. Se estableció una comisión que distr ibuida el impuesto por cad a.
eo1nún, y luego y a su vez ,entre los contribuyentes. Se auto1·izó a realizar el
pago de esta contribución en varias cuotas anuales para que no fuese muy
gravoso al contribuyente Sin embargo es.te impuesto r,esultaba pesado para
los habitantes de la isla, por demás empobrecidos, y en particular molestó a los
dominicanos. que no se creyeron obligados a contribuir al pago de una deud a
que no habían contraído. Y no les faltba razón, ya que el reconocitniento de la
independencia de Haití por Francia tjecía inuy claramente que ' los habita ntes
actuales de la parte francesa de Santo
143
Do1ningo pagarían ... etc." y más adelante se estipu laba que el Rey d:
( Francia uconcedí a en esas condiciones, a los actuales habitantes d·'\'. la
parte francesa de la Isla de Santo Do1ningo la ind ependenci a plena.
y entera.''215 y no podía ser de otro modoi pues el Gobierno Francés no'.
quería adm itir que la parte oriental de la Isla era parte integrante de(
Haití para no crearse un conflicto con Espa11a, pues ellohubiera signifi<
cado que Francia reconocía la pérdida dela soberanía de España sobi;· la
porción oriental de la isla, lo cual la propia España no había jamás .'
reconocido. Este impuesto fue n1uy impopular. y fue una de. las quejas
planteadas por los don1inicanos al dar las razones de su declaratoriat'
de independencia en 1844.
Impuesto sobre la renta. Una Ley del 9 de septiembre de 182(ti. estableció
otro impuesto directo, que debía pagar toda persona que,·$ percibiera ingreso,
sin excepción. Este impuesto consistía en el pago ;: anual del 5% de los
ingresos del contribuyente . Para la percepción del,'.:' mismo se establecieron
comisiones comunales, co1npuestas por los. '"'' principales funcionarios de la
localidad, encargados de preparar las.\•. listas de contribuyentes, de fijar el
monto a pagar p.or cada uno, y de/: pe1s:eguir el cobro. De los impuestos
recabados por este impuesto, a la?( comisión le, tocaba el 1% para sus gastos.
Durante los años 1828 y 1829:.: Boyer tuvo que amonestar freeuentemente a
estas conüsiones, por s((''.i apatía en el cobro de este impuesto, que debió
haber sido muy imp(}.\t: pular, en partícula!' por ser establecido en adición a la
contdbucióri :,,:.. extraordinaria de 1826 para el pago de la indemnización a
Francia::"<
Esta ley tuvo sólo dos años de aplicación : ya que a partir de 1830 dejó,\ de
tener vigor. ..:"·
La IVIoneda y la Banca. Al principio Haití usó la vieja moned.áé: francesa (los
Luises y Napoleones) y el franco1 aunque las n1onedasºYi de plata españolas
circularon tambié.n. En 1817 se estableció la nueva..·_ '. moneda, el gourde,
dividido en 100 céntimos,216 emitiéndose sólo mone-;; '.; das metálfcas 1 pero
se mantuvieron en circulación las citadas inonedas '/: extranjetas hasta 1826
en que se prohibió su uso en la isla, excepto qu,\ se exigió que los derechos de
aduana se pagaran en n1oneda extranje1·a:··: de oro y plata, de modo que el
Fisco tuviera con qué pagar la deuda/ con Francia. Sin en1bargo entre los
dominicanos se continuó calculán..;'.;: dosé en pesos y reales en las transacci
ones comerciales, operaciones ,,'·; inmobiliarias, etc. :-'-'·s
216) Gourde s1gnifica cmlabar.a en francés, pero se cree que el nombt·e d:e
la moneda' haitiana es una derivación de la palabra española "go1·da"' nombre
ba.i o el cuar : se Llamaba vulgarmente el pe.so de plata en España. <.
217) Los dalos sobre monedas y banca p1·ovienen de Robert Lacomme,
Histoire Moneta·rie:· de St Domingue et de la Republique D'.Haiti. Paris:
Laorse, 1958.
144
r.I
l
'1
En 1826 una ley creó ,el Banco de Haití que no llegó a ponerse
e'h operaciones, siendo todo el sistema fiscal y n1onetario mantenido
·d.irectarnente por el Presidente, con el Secretario de Estado como sub
· Iterno inmediato.217
,:·:· r .·.
218) Allí donde los códigos franc-eses decían "reino!' o 1•rey", los haitianos lo
cambiaban
por ''República'> o "Presidente".
145
147
148
En la parte Este, de tradicionales costumbres españolas y ca tó licas el divorcio
no fue bien visto y sólo se dieron pocos casos entre dominicanos. Además, las
autoridades eclesiásticas de la parte Este no reconocían la validez de estos
divorcios.
Varias decisiones de los tribunales haitianos quisieron anular losma trhnonios
religiosos contraídos por donlinicanos durante el régimen español, alegando
que sehadan en contravención a las leyes haitianas, pero el Gran Juez,por
instruccionesdel 28dejulio de 1836 ordenóa losComisarios recurrir en casación
esas sentencias1 seiíalando que la constitución y el Código Civil proclamaban
la no retroactividad de la ley y poi·lo tanto esos matrimonios eran
pe1fectamente v:álidos y debían ser reconocidos por las autoridades
como produciendo todos sus efectos jurídicos. f
La Filiación. Bajo las disposiciones de la Ley del 10 de noviembre
¡i
de 1313 incorporadas 1uego al Código Civil, los hijos eran legítimos o 1
naturales, según sus padres estuviei-·an casados o no. El régimen de los
hijos naturales estuvo sometido a dos principios: que era prohibido investiga r
la paternidad de un menor, y que sólo el padre podía reco nocerlo, aunque
necesitaba el consentimiento de la mad re. Los hijos naturales reco11oc1dos
recibían el apellido del pad re, quien debía contribuir, con la inad re, a su
sostenimiento.
En cuanto al derecho de los hijos naturales reconocidos sobre la sucesión deJ
padre; se estableció gue si concurría n a la sucesión con hijos legítimos, los
naturales recibían 1/4 de la sucesión. Si no había
!egithnos, J os hijos naturales recibían la totalidad de la herencia, pero en
estos casos le estaba permitido al padre legar a terceros hasta la 1nitad de sus
bienes.
Los hijos naturales reconocidos qu e fueran legítimos por el sub
siguiente matrimonio de sus pad res; eran tratados igual que los hijos legítimos
habidos de un matrimonio anterior. Frente a la Sucesión de sus madres, los
hijos natw'ales estaban en igualdad de condiciones que los hijos legítimos de
ella, y si la n1adre no tenía de estos últimos, los naturales recibían la totalidad
de la su<!esi6n materna.
l sistema haitiano mejoró la situación de los hijos naturales reconocidos, ya que
bajo el régimen legal español los hijos naturales reconocidos sólo hered aban
si no había hijos legítimos.
Las Sucesiones.Al amparo del Código Civil de 1826, las sucesiones se abrían,
no sólo con la n1uerte, sino por el hecho de una persona perder en forma
definitiva la calidad de ciudadano. En efecto, la pérdida de la ciudadanía
llevaba consigo la muerte civil,lo que implicaba que quien era despojado de su
calidad de haitiano veía abrirse su sucesión, repartirse sus bienes enb·e sus
herederos y hasta anulado su matrimonio. El siste1na haitiano síguió en esto el
vigente Código Civil francés de la época.
14Q
Se record ará qüe a los extranjeros les estuvo prohibido recibir; bienes
inmuebles, lo que implicó que se prohibió CArt. 470 del Códig'Ó: Civil a los
haitianos legar o donar inmuebles en favor de extranjeros :.\ Existieron la
Reser va here ditaria y la colación d e las libe. : ralidades sólo que ésta
últim a sólo se aplica ba en los legados qu·' atentar.en contra la reserva y no
en las donaciones entre vivos. ·
Las sucesiones de los descendientesi ascendientes y colaterale · : fueron
similal'es a las del Código Napoleón. Asinüsmo) en Haitíi de n·'·-·. haber
sucesores, la hei-encia pasaba al Estado. Por supuesto, a.l cónyug.' supet-
viviente le tocaba la mitad de los bienes comunes, al romperse hr comunidad
por divorcio, muerte o mue1te civil del otro esposo. ·'
El Derecho Comercial
Hasta la pron1ulgación del Código de Comercio en 1826, los Htir
gios con1erciales· eran conocidos por los tribunales civiles. Cuando sé1
dictó el Código) se dispuso crear cuatro Tribunales de Comercio, til'i{f
en Puerto Príncipe otro en Cabo llaitiano, un tercero en Los Cayos y ef '. último
en Santo Donlingo. Estos tri bunal es est.uvieron ·compuestos pot;::: un Juez
Decano y cuatro jueces titulares con sus cuatro sustitutos; todos/
escogidos por los Consejos de r otables de la ciudad sede del tribunal::.; de
una lista preparad a cada año en una asamblea de comerc ian.tes.::'./ Sólo
loscornerciantes con más de 30 años podían ser jueces (el Decano',:
40) y tenían que ser contri buyentes en las primeras tres categorías de.\ la
Ley de Patentes. Una ley de 1830 creó 4 nuevos tribunales m ás, en:'?.: las
ciudades. de Jacmel, Gonaives, Jeren1ías y Santiago, para llevarloá'..@ a un
total de 8 tribunales para toda la República. El cargo de.juez efl!,.·.:: los
tribunales de c-0n1ercio era honorífico. · ···
El procedimiento del Código de Comercio de 1826 era bastante :'·-":' parec ido
al francés y al que en la actualidad rige tan.to en Haití conú/J' en la República
Dominicana, excepto que contra las sentencias de los\·, tribunal1es de
co1nercio sólo había recursos de oposición y casacióni.:>: si_guiendo el
sistema haitiano que eliminó la apelación. El principio<:· general haitiano que
estableció un arbitraje obligatorio en todo litigio.<: no era aplicable en matei·ia
co1nerc ial. :·, El Código pet·m itió el estableeim.i ento de tres tipos de
sociedades ·::, comerciales: las en nombre colectivo, las comanditas y las
cmnpañías ·:,: anónimas. Para pod er establecer compañías anónimas ei·a
necesarió :·
contar con la previa autorización del Presid ente de Haití.
150
El Derecho Penal
Uno de los proble 111as inás espinosos pal'a las autoridades haiti it
nas fue el de la propiedad territorial en la parte- Este. Esto se debió";'': lagran
diferencia que había entre el siste1na inmobiliar existente en-g Santo Domingo
español, heredado del per·íodo coloni al, y el que existf< en Haití. Cuando se
quiso implantar en la parte Este el sistema haitianc¡'. se confrontaron
dificultades aparentemente insolubles. Y es que no sóI' .
el sistema legal de tenencia de tierras era díferente, sino que lo fueroij'·
también el del cultivo de la tierra, de prod ucción y trabajo agrícola,'T' Se
trataba básican1ente de dos sistemas económicos diferentes '§.
sobre cada uno había una superestructura jurídica distinta. La Replli,,
blica Haitiana bajo Boyer (y desde la época de Petión) estuvo dividid''' princ
ipalmente en pequeñas parcelas dedicadas a la inicroexplotaciÓ> de
subsistencia, en contraposición al de la gran plantac ión de agricu't"; tut·a
intensiva que había impera.do durante la época colonial francesi y que
quísieron perpetuar Dessalines y Cristophe. La política agrari'> de Petión fue
dar concesiones de tierra a todo el que la quisiera, é''' cantidades pequeñas,
en las cuales lógicam ente el cultivo exteusiy'.'.·: no resultaba posible, y mucho
1nenos la ganadería. Ello se logró paré' lando las grandes plantaciones de los
colonos expropiadas que había '· quedado en estado de abandono durante el
turbulento perí odo enti '. 1804 y 1807.225 Este sistema, si bien no mejoró la
situación econó1nic( · del Estado, fue bien acogido por los haitianos) para
quienes la pos . sión de la tierra era un sueño largamente acariciado y una
segurída#: de estabilidad futura. Las parcelaciones se hicieron, sea mediani
ventas a bajos precios y en plazos largos (Ley del 22 de marzo de 1812);', sea
mediante clonaciones a funcionarios 1nilitares y civiles (Ley del l de
julio de 1818). ·
Algunas de las grandes plantaciones fueron mantenidas sin diviclii-'y;:;:
entregadas a funcionarios o genera.les.pero lo usual fue Ja parcelación cii?
pequeñas fincas para prod ucción de alimentos básicos para la poblaci6·:.:.
Todas las concesiones eran otorgadas por el Presidente de la Repúblic·i"'.1
Por las razones anteriores, la prescripción adquisitiva de la legi 1:
lación francesa fue inaplicable en materia de inmuebles rural.es durante los
p1imeros at1os de la República Haitiana y la ocupación precaria;. podía ser
fácilmente convertida en derecho de propiedad. ;, Reeordemo8 ahora el
siste1na existente en el Santo Domingo/ español a] concluir el período colonial.
Las concesiones de amparos·
.,
....
225) Una de las primeras 1eyes de. Petión, del 18 de mal'Zo de 1807,
expropió en favó< del Estado las propiedades rurales de Jos colonos ausentes
y las entregó a 1os.-:; agrieultores que las venlan trabajando. ··
152
153
las cuales fueron convertidas en la Ley del 8 de julio de 1824. Esta ley} se
basó en el principi o, según su considerando principal de que ''éf .:' der,echo
de propiedad es inseparab le de la calidad de ciudadano'' y'· en su texto
declaró confiscados sin compensación y en beneficio det
Estado ha itiano: a) todos los inmuebles que a la fecha de la uni fic ació .,:.
ele la isla, no perteneciera n a p articulares; es decir se ratificó el
principio de que todos los terrenos sin propietarios conocidos eran; del Estado;
b) todos los bienes, tanto n1uebles como inmuebles, asi.'/ com o los capitales y
rentas afectados a inmuebles, que hubiera n sidci\;'., propiedad de la Corona
espafiola y de la Iglesia Católica, incluyendo} conventos) hospicios t
n1onasterios 1 etc.; y e) todos los bienes, muebles ;·': e inn1uebles ,
pertenecíentes a las personas que hubiera n estado ei1. el extranjero cuando
se produjo la unificación de las dos partes de·. la isla, y no hubieren regreso
para el 10 de junio de 1823, así comó'.· las pertenecientes a quienes se
hubieran ausentado después de la·,,;! un iftcac1ón sin haber jurado fidelidad al
gobierno haitiano. Esta ley'm: asimismo dispuso la creaciún de comisiones en
cada común para hacer ,: un censo de los terrenos comuneros y determinar los
derechos de 10.S{ titulares de "acciones" de peso en Jos n1isn1os y convertir
esos pesü's}'.
en medidas hqitia nas ('carreaux'). Luego de ese Censo
a las personas·':.
cuyos derechos aparecieran correctos, el Presidente les confirmaría su ::.
títulos, aclarándose la extensión de cada predio y sus linderos.2211 Sobre>;,
los terrenos comuneros fambién se dis})USO que todo el que surgiera>:·/_ con
título limpio sobre porciones menores de 5 carreaux, debía an1pliar··: ·, sus
terrenos a esa cantidad, mediante compra a vecinos o al Estado·,) con lo cual
se quiso establecer un mín imo de.5 carreaux por due:ño.23.0:,·.:,·:,: .
En cuanto a l ashipotecas, censos, tributos y otros grav.ámenes que
afectaban a los inmuebl es que por la misma ley habían pasado al Esta\;'.'/. do,
se dispuso reducir a un tercio el monto de. los capitales y perdonar , :3
totalmente el pago de los réditos e intereses. Para el capital se dispuso :}: que
debía ser pagado al fisco en un plazo de 3 años, a partir del 1de.
enero de 1825 y a falta de pago en ese término, el Estado secuestraría et
inm11eble en su propio pr-ovecho hasta tanto el dueño cubriera su deuda(< .
La ley asimisn10 dispuso la extinción de tod os los lnayorazgos y capellanías,
autorizando a losque tuvieran sus tierras afectadas a ellos · -. , a libe1·arse de
esas cargas. Tal como se declaró en uno de los "consi- . derandos" de la
ley1 estas medidas tendían a "desh11ir todo rastro de O'.-:. feudalismo en la
parte este".
154
:, _ Otra disposición de la Ley del 8 de julio de 1824 fue p1wohibir los hatos
· eganado mayor en fincas de menos de 50 carreaux y de ganado 1nenor en
: neas menores de 25 carreal1x; especificándose que ningún hato ganadero
.· odrá existir en las cercanías de terrenos dedicados a la agricultura, que
Iándo los infractores sujetos a las disposiciones de la Ley del 11de mayo
·· Í819que prohibía la crianza lib1·e1 que i·estríngía el transporte de ganado
de una común a otra y que castigaba con la confiscación de los anin1ales
.Que por andar sueltos hubieran dat1ado cultivos agrícolas.
.:... La Ley del 824, aplicada en todas sus partes). hubiera implicado
_una vasta reforma agraria que revoluciona ría todo el sistema de tenen- cia
detierra en la parte dominicana de La isla y hubiera además modi:fi- ''cado
profundamente· la economla del país, pues con ella el Estado pasó
<ª ser dueño de grandes extensiones de tierras y acreedor de capitales
;.;:que antiguamente percibian las instituciones eclesiásticas. Además
·_=:'ásestaba un rudo golpe a la ganadería tradicional, afectando duramente
·re1 poderío de la clase social de los hateros .. La Iglesia Católica fue l.a
'más afectada por esta ley, pues quedó eliminada como terrateniente y
:,·perdió gran parte de sus ingresos. Tan así fue, que la misma ley, en sus I·
{ artieulos finales, reconociendo que los curas quedarian sin rentas los
'. puso a pei-ibir sueldos del Estado.
. Esta ley se empezó a implementar y basada en ella se hicieron
'.i:. ·reparticiones de terrenos en antiguos hatos y fincas que pertenecieron
:·. a emigrados, dándose parcelas de 10, 20 o 30 carreaux a funcionarios
\. civiles y milita1•es1 señalándoles con10 condición para que sus titul as
fueran definitivos! que en un piazo no mayor de 6 meses las cercaran,
mensuraran y pusieran a cultivar. Se crearon las comisiones para depurar los
títulos u ocupacion es en terrenos comuneros. Pero en este punto el gobierno
se encontró co11 dificultades. Aclarar la inaraña de los títulos de pesos en
sitios comuneros no era cosa fácil, y los funcionarios haitianos no tenían cabal
conocimiento del complicad o sistema de propiedad territorial que sé había
creado durante los 3 siglos de dominación espafiola en la pa1·te este. Las
quejas fueron muchas y a Boye1·se le so1netieron varias peticiones de
ciudadanos solicitándole derogar las disposiciones de la ley sobre depuració n
de los terrenos comuneros.231 Se le argüia que se trastornaría toda la
producción ganadera, fuente principal ele la riqueza de la parte
este, que con ella se violaban derechos consagrados por la posesi ón 1
inmemorial 1 que los campesinos eran demasiado pobres para pagar
los gastos de mensurar y cercar sus hatos, etc. Boyer parece no haber 'f
1
231) Los datos de estas quejas los tomamos de Ardouin, Etudes sttr... T. , c.
61 pp. 59 y 60.. ¡
¡
155
¡¡
232) Sín embai·go hemos encontrado en los archivos notariales del año 1830
casó ' de exámenes de títulos de propiedad por las comisiones de
depul'aciones co-;.,
.reducciones de terrenos, o confirmaciones de otros. <Pl'otocolos del Notaio
Jos4 .:.
Troncoso, afio 1830. Archivo General d.e la Nación, Santo Domingo). -···
156
157
158
La Ley 4 del Código se ocupó de los hatos ganaderos y por conse cuencia fue
la más importante para los terratenientes domi nicanos. En ella se estableció
que no podía n establecerse hatos en las cercanías de cultivos agrícolas. A los
hateros se les prohibió tener sus pre.dios sin
cercar, quen1at los pajones sin autorización del Policía :Rural, transfe rir sus
animales de un lugar a otro sin permiso y tener animales per tenecientes a otro
hatero Todo anüual .encontrado fuera de cerca era
confiscado y vendido en pública subasta. Ningú n hato ganadero podía tener
más de 5 peones. Las mismas reglas para la contratación de en1- pleados que
existió para la agricultu ra se exigió para Ja ganadería. Se permitió a los
peone.s tener anin1ales propios que debían mante11e1·se ju nto con los del
dueño; pero el costo de su mantenimiento era dedu cido de la remuneración
del peón . Si un animal era encontrado dentro
-, de un cultivo agrícola; su dueño quedaba obligado a pagar los
daños que hubiera causad o y de no hacerlo el animal ei'a vendido en pública
subasta y el prod ucto pasado al dueño del cultivo como inde1n11ización. La
Policía Rural y los Jueces de Paz fueron encargados de la aplieaeión de tod
s estas disposiciones.236 Los Ayuntamientos fueron
' encargados de asesorar a los füncionarios citados en la aplicación del Código.
La .Policía Rural estuvo compuesta de inspectores y guarda campestres y
tenían derecho a pedir la ayuda del ejército en caso de necesidad en la
aplicación del Código y del castigo de sus infracciones. En cada común se
ordenó la creación de Consejos de Agricultu ra, con1- puestos por los
propietarios más importantes del lugar, encargados de velar por el
cumplhniento del Código, de fomentar la concordia entre los propietarios y
entre éstos y los trabajadores, de señalar a las auto ridades los abusos o
negligencias de los oficiales de la Polic1a Rural y de rendir informes
periódicos a los Comandantes Militares sobre la situación de la agricultura en
su común. Los Co111andantes a su vez debían rendir un infonne anual al
Presidente.
Otras disposiciones del Código obligab an a los trabajadores agrí
colas a repara r gratuitameute los caminos públicos de las comunes, bajo pen
a de prisión si no se presentaban cuando eran requeridos para esos trabajos.
A los trabajadores no se les permitió tener reuniones ni fiestas nocturnas
excepto los sábados, domingos o días de flestar bajo pena de prisión.
El Código Rural fue un conjunto de 202 artículos abarcando una enorme gama
de disposiciones, de las cuales sólo hemos mencionado las que hen1os
considerado más destacadas. Fue un intento ambicioso de
235) A partir de una Ley del 15 de noviembre de 18a9 las funciones de los .J
ueces de Paz en la aplicaión de este Código fuen;m pasadcis a los
Comandantes Militares de los) Arrond isments.
159 1
160
161 I,
1·.-:·r-:--:--·,-·
240)
241)
: ··.;;.:;·.
Ver: E.Rodríguez Demol'izi: En tomo a Duarte. Santo Domingo: 1976, pp.9-1;
Pa.pek;'.? del.General San'tana.Roma: 1952 p. 46; y Hojas de Servicjo
de1Ejérc1to Dominica no; :· Santo Domingo: 1968.
En sus instruccion es del 11 de febrero de l822 a las nuevos Comandantes
militares>:
de las eomune.s del este, Boyer les instruye: "Uds. deberán hacer remlir al
cura, a las_:\ autoridades-civiles y oficiales de la G_uardia Nacional} p.ra que
en rededor de Uds. ._, se les comunique a todos y se les explique la razón de
vuestra misión. Aprovecharán 'i: esas circunstancias para hablade. de .modo
ele \"1-Umentar y reafirmar su confianza <:: en el gobierno y su amor a la
República. Como agentes mios; Uds. no ejercerán / niugmi.a autoridad
ejecutiva, sino que vuestras funcim1es serán las de un mentor, ••• . de un
consejero1 de un superv1sorsobre la ejecución de las leyes, de un explorador.
< de un observador en fin, en el ámbito de la jurisdicción que os he asignado.
Et ·. ·=
interés de la República es que el pueblo de la parte este cambie tan
prontamente )_.:'• como se pueda, sus hábi. os y costumbres para .adoptar los
de la República a fin de:o:::·:
que la fusión sea perfecta, y que la diferencia que hasta ahora ha existido y
que s/{
autoridades qQ.isieran mantener, desaparezcan. Para lograr esta finalidad tan
esencial ,_;g::
e importante, no debemos provocar choques; no debemos precipitamos ..."
>
162
163
La Refor1na
Tras la caída de Boyer, en cada departamento se formaron "Juntas \:
populares'' que asunüeron todas las funciones guberna tivas provisioi. ,
nalmente, y para la República entera se formó una Junta Provisional ' de
Gobierno compu esta por cinco generales y encabezada por Charles :.
Herard.244 Quedaron disueltas las Cámaras Legislativas y destituid o{< la
1nayor parte de los altos funcionari os civiles y militares del antiguo <.-'
régimen, excepto aquellos que se habían plegado oportunamente a la:.. :
{ revolución. .:'
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Las nuevas autori dades se impusieron a la d ifícH tarea de ...+"
164
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· Muchos de los impuestos gravosos de Boyer fueron suprími dos I·
· b -·rebajado s, en especial se dispuso suprimir todos los impuestos de
1
.-·. xportación (Decreto del 10 de agosto de 1843) y reducir en 50% los de
_> tmportaeión de alimentos básicos (Decreto del 24 de abril de 1843).
:t-._ Para alentar la n1arina n1ercante nacional, un decreto del 10 de agosto
«?de 1843 otorgó primas en dinero extranjero a todo barco de bandera
:,· haitiana que llegara del extranjero con mercancías. Se pidió a Francia
,: 'una m.oratoria en el pago de la deuda, pero fue rechazada. Finalmente
debemos citar el Decreto del 26 de diciembre de 1843 que autorizó a
., los funcionarios de la parte este a red actar sus documentos tanto en
i3.:•.
165
francés como en español, a.sí con10 otro del día siguiente que liberó :á/ tod a
autorización el corte de ma deras en la parte dominicana y reduf a la mitad los
impuestos sobre dicha.s actividades. . ..·
Todas estas inedidas liberalizadoras tendí an a congraciarse a·f·
ciudadanía y en especial a los habitantes de la parte este en donde -y'
eran evid entes los movimientos separatistas de los dominicanos.
medidas prorn ulgadas fueron inuy tardías, pues se vinieron a dictar.:
en su mayorí a en las postrimerías de 1843, cuando la organizaCi ·d del
movhniento independentista estaba muy avanzado y los ánimos y-' soHvia
ntados.
Pero la preocu pación inayor del gobierno provisional de 1843 fu dotar a Ha ití
de un régimen constitucional democrático, descentr· rizado, y en donde los
poderes del Estado pudieran fnncion.ar armónie ·: mente y con autonomía. Ast
pues, entre las primeras medidas tomad· fue la de convocar a una asan1blea
constituyente que redactara la nue·\r . constitución para sustituir la de 1816.
....
A esos fines, por un. Decreto del 4 de abril de 1843 se convocaron :" todos
losciudadanos mayo.res de 21años, con un año de residencia.
en·s1( c01nnnes respectivas y que tuvieran alguna '¡industria ',, a congregars
para elegir a los electores que habrían de nombrar a los constituyente&
Las elecciones se celebraron el 15 de jnnio. Quedaron elegidos 620 eleé.
tores (de los cuales 145provenían de las eotnunes dominicanas) y éstos, . su
vez, escogieron almes siguiente a los 124 miembros de la constituyent Cde los
cuales 29 representaban las co1nunes dominicanas). La AsambJe>· se reunió
en Puerto Príncipe el 23 de septiembre y tras tres meses de d¿' liberaciones
promulgó la Constitución de 1843. Este texto constitucioni{ es importante no
sólo porque consagró en Haití nuevos conceptos sobr... la forma del Gobierno,
sino porque a los dos meses de promulgada s·':
produjo laindependencia de la parte este. Este último hecho parecer'·. hac.er
innecesario estudiar aquí dicha Constitución, pues apenas rigfo:. en la parte
oriental de la Isla. Pero resulta que en J.a discusión de ·esá'
Constitución partieiparon algunos domínicanos que luego fu ron figuta'
irupo1·tante s en la formación del Estado doulinicano y fue ese texto Únq de
los que inspiraron a los prin1eros constituyentes de la nueva uación.M5,
Así, pues se puede aseg'Urar que la Constitución haitiana de 1843 fu, la
preconstitución de la República Dominicana. ' Esta Constitu ción sirvió
también de modelo a todas las otra , constituciones haitia nas y su formato
se ha venido prod uciendo en gran.
parte en las constituciones de la República Dom inicana.
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