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TEMA 3: RAZONAMIENTO DEDUCTIVO

INTRODUCCIÓN: El razonamiento usa conceptos para operar. Los seres humanos generamos conceptos para hacer
nuestra propia representación del mundo y nos comportamos de acuerdo con esa representación en vez de acuerdo con el
“mundo real”. Y no solo eso, también somos capaces de crear situaciones hipotéticas que contienen relaciones causales
anticipadas (p.e. si nieva, el camino se pone resbaladizo) con las que no es necesario que se dé un fenómeno (p.e. nieve)
para poder adelantar lo que ocurriría en su caso (p.e. el camino se pone resbaladizo) y poder, por lo tanto, tomar medidas.

La psicología del razonamiento ha estudiado dos modalidades generales de inferencia:

Razonamiento deductivo Razonamiento inductivo


Parte de unas premisas para alcanzar una conclusión Parte de un conjunto de casos para alcanzar una conclusión
que siga necesariamente a las premisas. probabilística (las conclusiones no son inequívocamente ciertas,
sino probablemente ciertas).
Es imposible que la conclusión sea falsa si las La conclusión en un argumento inductivo nunca está
premisas son verdaderas porque la conclusión no garantizada, es siempre una conclusión hipotética que puede ser
contiene nada que no estuviera ya en las premisas. falsada por un caso problemático.
P1: Todas las italianas son muy simpáticas. P1: Arianna es italiana y es muy simpática.
P2: Gabriela es italiana. P2: Gabriela es italiana y es muy simpática.
C: Por lo tanto, Gabriela es muy simpática. P3: Valentina es italiana y es muy simpática.
C: Las italianas son muy simpáticas.

MODELOS NORMATIVOS: Averiguar cómo razonamos los seres humanos y por qué nos equivocamos es uno de los
principales retos de la psicología del razonamiento. Para ello, se han desarrollado diversas teorías:
 Lógica proposicional: Utiliza el razonamiento deductivo.
 Método de Mills: Utiliza el razonamiento inductivo causal.
 Teorema de Bayes: Utiliza el razonamiento inductivo probabilístico.
 Elección racional: Interviene en la toma de decisiones.

LÓGICA PROPOSICIONAL: ciencia que estudia los razonamientos válidos o, , los argumentos formalmente
correctos. Esta ciencia proviene de la filosofía aristotélica y permite tanto formalizar los procedimientos de razonamiento
como operativizarlos en términos lógico-formales mediante la estipulación de unas reglas estandarizadas. Además, es
importante saber que la lógica sólo se ocupa de las relaciones entre los distintos términos del razonamiento y no de su
contenido.

Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo dentro de la Psicología Experimental muestran que el pensamiento
humano no se ajusta a los esquemas de razonamiento propuestos por la lógica formal.

De la comparación entre cómo deberíamos pensar y cómo pensamos realmente surgen los denominados modelos
normativos. Sabiendo todo esto, los tipos de tareas deductivas son:
 Verificación: Consiste en evaluar la validez de la conclusión (p.e. todos los cisnes son blancos).
 Selección: Consiste en elegir entre varias opciones la conclusión que siga las premisas (p.e. esta ave es un cisne).
 Producción: Consiste en generar la propia conclusión (p.e. por lo tanto, esta ave es blanca).

MODELOS NORMATIVOS EN EL RAZONAMIENTO DEDUCTIVO


 Razonamiento silogístico categórico.  Razonamiento silogístico transitivo.  Razonamiento condicional.

RAZONAMIENTO SILOGÍSTICO CATEGÓRICO


ESTRUCTURA LÓGICA: Un silogismo categórico está formado por dos premisas y una conclusión. La lógica de este
silogismo es que las dos premisas pueden relacionarse mediante el término medio para dar lugar a la conclusión.
 Premisas: conocimiento que viene dado por el problema y son de dos tipos
 La premisa mayor es la que contiene el predicado y el término medio.
 La premisa menor es la que contiene el sujeto y el término medio.
 Término medio: aquel que permite conectar el sujeto y el predicado.
 Conclusión: conocimiento nuevo que surge a raíz del razonamiento, en este caso, deductivo y en ella se conectan el sujeto
y el predicado sin la aparición del término medio.

El silogismo categórico es posible porque los seres humanos tenemos la


capacidad de hacer representaciones abstractas en las que no se relacionan
conceptos, sino términos.
PROPIEDADES: opera con tres propiedades distintas
 Polaridad: si es un enunciado positivo o negativo.
 Cantidad: si el enunciado es universal o particular.
 Posición: La posición del término medio determina la figura del silogismo.

En definitiva, la combinación de los cuatro tipos de enunciados y las cuatro


figuras dan lugar a un total de 256 silogismos posibles, de los cuales solo son
válidos 24.

VALIDEZ, FALACIA Y VERDAD


 La validez se refiere a si su conclusión se sigue necesariamente de sus premisas o no. Si se parte de unas premisas
verdaderas, las conclusiones son necesariamente verdaderas y no existe conclusión que lo pueda falsar (inequívoca).
 Una falacia es un argumento que parece válido, pero no lo es, dando lugar a una conclusión probable (que no verdadera).
 La verdad de un enunciado se refiere a su correspondencia con cómo es el mundo teniendo en cuenta el contenido
semántico (p.e. “los gatos tienen cuatro patas” es falso y “algunos ingleses son morenos” es verdadero).

La noción fundamental de la lógica no es la de verdad material o, de hecho, sino la de coherencia. La lógica no se ocupa de
verdades materiales (semánticas), sino de las relaciones formales entre ellas.

EXPLICACIÓN DE ERRORES: La investigación empírica sostiene que el sujeto humano, adulto e inteligente alcanza
una elevada tasa de errores cuando tiene que resolver silogismos. Las líneas de investigación que se han centrado en el
estudio de la importancia de las variables estructurales de la tarea de razonamiento silogístico defienden que los errores de
los sujetos pueden atribuirse a diferentes teorías:

Hipótesis de la atmósfera de las premisas: Los datos muestran que los sujetos elaboran y aceptan
una conclusión como válida o inválida en función de la impresión global que les generen las
premisas.

Esto se produce porque (Begg y Denny, 1969):


 Si las premisas tienen al menos un cuantificador particular (algún), la conclusión
(impresión) debe de ser igualmente particular y, en el caso contrario, será universal
(todos).
 Si las premisas contienen una negación (ninguno), la conclusión parece aceptable si también es
negativa.

Interpretación de las premisas


 Conversión ilícita de las premisas: Los sujetos
cometen errores en la interpretación de la
universal afirmativa (A) y de la particular
negativa (O) porque cambian el orden de los factores
y el producto no es el mismo.

 Inferencia probabilística: Los sujetos suelen hacer inferencias probabilísticas erróneas, aunque tenga consistencia interna
en el razonamiento (aunque tenga sentido), las reglas lógicas empleadas son erróneas. El razonamiento probabilístico
seguido es posible, pero la conclusión a la que se llega no es válida porque no se sigue necesariamente de las
premisas.

Las premisas deben conducir inevitablemente a la solución. Si A


tiene propiedades que lo hacen estar en la clase de B y C tiene
propiedades que lo hacen estar también en la clase B, entonces A
y C quizá (probablemente) compartan más propiedades, hasta el
punto de que en algunos casos C pertenezca también a la clase A.

 Influencia de la disposición de los términos de las premisas


(efecto figura): Los sujetos generan diferentes conclusiones en
función de dónde se coloque el término medio en la figura del
silogismo. Además, manifiestan una preferencia por responder en
alguna dirección, bien se de abajo-arriba o de arriba-abajo.

En la siguiente tarea de generación de conclusiones, se observó que en la figura 1 los sujetos tienden a utilizar el sujeto de
la premisa mayor y el predicado de la premisa mayor, tal y como establece la lógica que hay que hacer; pero en la figura 4,
ocurre, al contrario.
 Efecto del contenido: El rendimiento lógico mejora cuando se emplea
contenido familiar que, en términos abstractos, de modo que podemos
decir que el contenido semántico mejora la validez. Esto evita el efecto
atmósfera, errores de inferencia y conversión de premisas.

Cuenta con la desventaja de que puede producirse un sesgo


de creencias con el que, ante un conflicto entre la validez de
una conclusión y las creencias, prevalecen las creencias.

Esto desemboca en un razonamiento más pobre, existiendo


una mayor probabilidad de aceptar conclusiones creíbles que
increíbles independientemente de su estatus lógico.

Evans y col. (1983) hicieron un experimento con el que


recogieron el porcentaje de respuestas aceptadas como
válidas o no ante situaciones creíbles o increíbles.

La interacción entre la validez lógica y las creencias se explica mediante el


modelo de escrutinio selectivo (Evans et al., 1983). Los sujetos se
focalizan en la conclusión y, si esa conclusión es coherente con sus
creencias, se acepta sin analizar lógicamente las premisas; mientras que, si
esa conclusión no es coherente con sus creencias, se desarrolla el análisis lógico.

Además, analizando los protocolos verbales, se identificaron tres estrategias de solución:


- Fijarse en las conclusiones sin atender a las premisas. - Ir de las premisas a la conclusión.
- Ir de la conclusión a las premisas.

Estas dos últimas son las más susceptibles de responder con respecto al sesgo de creencias (credibilidad de la conclusión).

Por último, también se observó un mayor efecto del sesgo de creencias si los sujetos deben generar sus propias
conclusiones (Oakhill et al., 1985; Markovits et al., 1989).

Modelos basados en la representación de conjuntos: los humanos representamos las premisas


como si fueran imágenes para llegar a una conclusión.
 Círculos de Venn: Las premisas se representan en dos círculos superpuestos en los que la zona
sombreada significa que no hay miembros en enunciados universales (no hay ningún elemento) (A
y B) y la X significa que existe un miembro en enunciados particulares (hay algún elemento) (I,
O).

En las relaciones de tres elementos, la conclusión se


representa mediante la “suma” de las áreas
sombreadas.

Las críticas a este modelo son que:


- No se hacen predicciones sobre los errores. - Es probable que solo ocurra en sujetos expertos (Simon,
- No se aportan datos empíricos. 1989).

 Teoría de los modelos mentales: Los modelos mentales constituyen el marco teórico general del razonamiento
deductivo (Mani y Johnson- Laird, 1982). En esta teoría se concretan las etapas del razonamiento deductivo:
- Primero empleamos el conocimiento general y lingüístico para comprender las premisas y poder construir un modelo
mental inicial de aquello que viene descrito en las premisas. Este modelo está constituido por símbolos que representan
miembros representativos del conjunto.
- Luego combinamos las representaciones del modelo inicial para dar lugar a una sola descripción (conclusión tentativa)
más sencilla que no se encuentra en las premisas. En ella se añade el modelo mental de la segunda premisa al modelo de
la primera mediante el término medio.
- Finalmente, buscamos modelos mentales alternativos de las premisas que nos permitan falsar la conclusión tentativa,
de manera que, si no encontramos ninguno, podemos determinar que la conclusión tentativa es válida; y, si lo
encontramos, tenemos que volver a la segunda etapa para seguir probando conclusiones (búsqueda de contraejemplos).

En este caso, las críticas están más relacionadas con:


- Su dificultad, pues requiere una gran cantidad de procesamiento.
- Los errores en el razonamiento debidos a las limitaciones de la memoria de trabajo, ya que representan bien silogismos
sencillos, pero no los más complicados.
RAZONAMIENTO SILOGÍSTICO TRANSITIVO: se centra en el estudio de las inferencias que
dependen de las relaciones de transitividad (hay una propiedad que se transfiere). La transitividad es la
propiedad de cualquier escala o dimensión de acuerdo con la que se comparan u ordenan objetos.

En este caso, las tareas experimentales son tanto deducir las relaciones como evaluar la validez de la conclusión.

MODELOS EXPLICATIVOS
Modelo operacional (Hunter, 1957): El razonamiento debe seguir tanto un orden (A, B, C) como una dirección (> o <). En
función de cómo se presenten las premisas, existen distintos niveles de dificultad de los silogismos transitivos y hay que
resolverlos siguiendo unas determinadas reglas operacionales.

Modelos basados en imágenes mentales (De Soto, London y Handel, 1965): La


solución de silogismos transitivos requiere la combinación de interpretaciones de
las premisas en una representación unitaria y espacial, es decir, está basado en la
elaboración e interpretación de una imagen sobre el contenido de las premisas. Su
dificultad se explica por la dificultad a la hora de elaborar una representación espacial
de los tres términos.

Los resultados experimentales mostraron que se siguen dos principios en la elaboración de imágenes:
 Principio de referencia direccional: Los órdenes espaciales se construyen en determinadas direcciones (izquierda-
derecha y arriba- abajo) de acuerdo con la preferencia cultural. En Occidente es más fácil resolver el silogismo si la
primera premisa contiene en primer lugar el término situado arriba o a la izquierda (“A es mejor que B” más fácil).

 Principio de anclaje de los extremos: Es más fácil resolver el silogismo si aparece primero uno de los dos extremos de
los ejes o, lo que es lo mismo, si no aparece primero el término medio espaciales (“A es mejor que B” y “C es peor que B”
es más fácil que “B es peor que A” y “B es mejor que C”).

Las aportaciones de este principio son que:


- Se ajusta a las preferencias culturales en cuanto a escritura y lectura se refiere.
- Establece que, al comprender la primera premisa, se colocan los términos sucesivos espacialmente (Huntennlocher,
1968).

Modelo lingüístico (Clark, 1969): Propone que el sujeto representa la información del problema de manera lingüística y
que, para ello, construye una representación proposicional de las premisas. Por lo tanto, el procesamiento deductivo de
razonamiento es análogo al proceso de comprensión del lenguaje. En este modelo destacan dos principios:

 Principio del marcado léxico (Clark): El sujeto distingue entre adjetivos no marcados y marcados.
- Los adjetivos no marcados se ofrecen antes y tienen una valencia positiva (bueno, alto, inteligente). Cuando se emplean
en una frase comparativa, incluyen información neutra, se limitan a relacionar dos términos en una escala de medida
determinada indicando simplemente la posición que ocupa uno de ellos con respecto al otro.
- Los adjetivos marcados se ofrecen después y tienen una valencia negativa (torpe, bajo, malo). Son aquellos que
desplazan la posición de los dos términos comparados hacia un extremo de la dimensión (p.e. Juan es más torpe que
Pedro) y requieren de una premisa semántica más compleja.

 Principio de congruencia: La recuperación de la información es más fácil si la representación de las relaciones


funcionales es congruente con la pregunta formulada, es decir, si la información se presenta en el mismo sentido que el
silogismo (p.e. “A es mejor que B” y “B es mejor que C” es más fácil que “C es peor que B” y “B es peor que A”). Está
relacionado con el tipo de búsqueda en la memoria y con la dificultad de almacenamiento de la información.

RAZONAMIENTO CONDICIONAL: se centra en las relaciones contingentes o hipotéticas que vienen enunciadas por
medio de operadores lógicos como “si p, entonces q”. Sin embargo, la formulación habitual de este tipo de razonamiento en
el lenguaje cotidiano presenta una serie de dificultades cuando se interpreta a través de un modelo normativo lógico.

Si Pepa va a cenar a casa de sus padres, entonces se queda a dormir.


Pepa cenó en casa de sus padres, entonces se quedó a dormir.
Pepa durmió anoche en casa de sus padres, ¿inferimos que cenó con sus padres?

ESTRUCTURA LÓGICA: La estructura lógica del razonamiento condicional está formada por dos premisas (una mayor
y una menor) y una conclusión.
 Premisa mayor: Enuncia la relación condicional entre el antecedente (p) y el consecuente (q). “Si p, entonces q”.
 Premisa menor: Afirma o niega el antecedente (p) o el consecuente (q). Son p, no p (¬p), q, no q (¬q).
 Conclusión: Puede ser válida o inválida.
 Una conclusión es válida cuando:  Una conclusión es inválida cuando:
- Se afirma q por la afirmación de p (modus ponens). - Se niega q (¬q) por la negación de p (antecedente).
- Se niega p (¬p) por la negación de q (modus tollens). - Se afirma p por la afirmación de q (consecuente).

TIPOS DE INFERENCIAS Y SUS CONCLUSIONES


Modus ponens (MP): Que ocurra el antecedente es suficiente para
que ocurra el consecuente.

Modus tollens (MT): El consecuente es necesario para que ocurra el


antecedente, de modo que la no ocurrencia del consecuente implica la
no ocurrencia del antecedente.

Falacia de negación del antecedente (NA): El antecedente es


suficiente para que ocurra el consecuente, pero no necesario; para
que fuera necesario tendríamos que decir “Solo si Pepa va a cenar a
casa de sus padres, entonces se queda a dormir”. Esta inferencia es
inválida porque, cuando el antecedente es suficiente, su negación no
implica que el consecuente no pueda ocurrir con otros antecedentes
(p.e. aunque para viajar a Barcelona solo pueda ir en avión, no
significa que sólo coja el avión para viajar a Barcelona).

Falacia de la afirmación del consecuente (AC): El consecuente es


necesario para que ocurra el antecedente, lo que implica que, si no
ocurre el consecuente, no puede darse el antecedente; pero que ocurra
no significa que se haya dado el antecedente (p.e. puedo coger el
avión para viajar a otro sitio que no sea Barcelona). Con la premisa
mayor no estamos excluyendo otras circunstancias (antedentes) por
las que se podría quedar a dormir, simplemente que Pepa duerma no
implica necesariamente que haya ido a cenar.

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