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Jose Miguel Vargas Huarahuara 2017-127011

El proceso de amparo es uno de los recursos judiciales más importantes que hay en
Perú. Esta figura jurídica permite a los ciudadanos acudir al poder judicial para defender
sus derechos fundamentales (DF) violados por autoridades públicas. Su procedencia en
el Perú es contra cualquier autoridad, pero protege los derechos en el art. 2 de
constitución, sobre a la procedencia contra normas legales existe en el derecho
comprado un dilema porque existe un proceso de inconstitucionalidad para resolver este
dilema se tuvo que analizar tres tesis (denegatoria, admisoria amplia y admisoria
moderada) en el régimen peruano claro dice el art. 200 inc.2 “No procede contra normas
legales” porque el amparo no solo procede contra violaciones de DF también procede
contra amenazas de violaciones de DF, es válido la demanda contra amparo contra
normas aduciendo amenaza de su aplicación (normas auto aplicativas). Había una ley
N° 23506 que no regulaba el procedimiento del amparo contra normas se tuvo que
pronunciar la TC obedecer cabalmente el art. 200 inc. 2 generaría una indefensión y
estaría en contra los principios constitucionales bien corresponde la acción contra
normas violatorias de derechos a fin de inaplicarlo. Por lo tanto, el régimen jurídico
peruano está dentro de la “tesis permisiva amplia” aceptando la procedencia contra
actos lesivos basado en normas y normas autoaplicativas.

Contra resoluciones de igual en el art. 200 inc. 2 de la constitución “ni contra


Resoluciones Judiciales emanadas de procedimiento regular” pero si emana de un
proceso irregular si procede, entonces va haber un control constitucional a la resolución
judicial solo si afecta derechos constitucionales o fundamentales venido de un proceso
irregular. Aplicando el canon: examen de razonabilidad (hay vulneración de un DF),
examen de coherencia (el acto lesivo vinculado directamente con la decisión judicial) y
un examen de suficiencia (debe ser intensamente necesaria el control constitucional).

Contra amparo procede siempre que sea de otro proceso constitucional de amparo, debe
tratarse de una violación manifiesta a los DF, una intensidad de la afectación y el nivel
de acreditación. es procedente porque no se puede ante una afectación significativa de
los DF dejar en indefensión al afectado.

Contra laudo arbitral, igual no se le exceptúa el control constitucional, se debe a la


supremacía constitucional, procede contra laudo arbitral si esta se desvincula de un
procedente vinculante o doctrina del Tribunal constitucional. Pero antes se haya
culminado el proceso arbitral y agotado toda vía previa.

Contra resoluciones de CNM, como se sabe que no existe ordenamiento jurídico que
esté exenta del control constitucional, ningún órgano publico autónomo puede separase
procedentes vinculantes y doctrina del TC a pesar si la constitución expresamente
sanciona con improcedencia la demanda contra resoluciones de la CNM si estas
contravienen de alguna forma el contenido constitucional.

Contra resoluciones JNE. Órgano autónomo, pero estas sus resoluciones pueden ser
falibles por esta razón deben ser revisadas por el poder judicial mediante un amparo,
procede si la resolución del JNE incurre una violación a un DF. Pero esto no afecta su
autonomía o que este subordinado a otro órgano, se protege los derechos
constitucionales de participación política y el debido proceso.

Es importante destacar que el amparo no siempre es concedido. El juez deberá analizar


cuidadosamente el caso para determinar si los derechos fundamentales fueron
infringidos. Por lo tanto, el proceso de amparo debe ser solicitado de manera adecuada
para evitar posibles problemas legales.

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