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Alumno: César Díaz Arribas / Profesor/a: María Auxiliadora

Trabajo de Estadística: El sentimiento de pertenencia ante


la Unión Europea dentro de las encuestas.
Ciencias Políticas & Gestión Pública / 2022 – 2023

I. INTRODUCCIÓN.

La sucesión de crisis sistemáticas que han ido su-


cediendo en el marco de la Unión Europea en los
últimos años, destacando la desatada en el año
2008, ha provocado cierta desconfianza en las ins-
tituciones europeas, esto ha generado un senti-
miento de poca utilidad en el marco de desarrollo
de la Unión Europea.

Esta situación ha alimentado el euroescepticismo y


la aparición de partidos políticos de corte populista
y/o nacionalista que lo han ido incitando cada vez
más. Este creciente euroescepticismo nace a raíz
de la existencia de un profundo malestar democrá-
tico europeo expresado también a nivel nacional.

El objetivo que persigo con la realización de este


trabajo es medir la opinión pública de los españo-
les respecto a la Unión Europea y, a raíz de ello,
observar el sentimiento de pertenencia con res-
pecto a esta última. Para la realización de este estu-
dio he tenido en cuenta las variables del estudio
sociológico del CIS número 2566.

La hipótesis que he intentado deducir gira en torno


a la existencia de una opinión positiva, ergo, favo-
rable con respecto a la Unión Europea, por ende,
los ciudadanos perciben la utilidad de ser un Es-
tado miembro. Hay una conciencia general sobre
la necesidad de ser un Estado miembro, de no ser
un país asolado, cuyo fin sea caminar al margen
del progreso. Al contrario, se insiste en la idea de
volver a ser una potencia económica y mundial.

Para testear estas hipótesis voy a recurrir a las varia-


bles clásicas independientes: sexo, edad y estudios. Y
como variable dependiente: la ideología política. Esta
relación con la variable dependiente se lleva a cabo re-
lacionando esta última variable con el sentimiento de
pertenencia a la Unión Europea: “En su opinión, si tu-
viera que hacer una valoración general, ¿diría Ud. que
el pertenecer a la Unión Europea más bien ha benefi-
ciado o más bien ha perjudicado a nuestro país?”.

II. MARCO TEÓRICO

1. Origen de la opinión pública y el valor de las encuestas.

Las encuestas de opinión pública tienen sus antecedentes, se-


gún Stoetzel y Girard en:

I. El interés de los gobiernos, a lo largo de la historia, en conocer el


estado de la opinión pública.
II. Las denominadas votaciones particulares, grandes encuestas que co-
menzaron en 1824 en dos periódicos norteamericanos, tradición que
continuó especialmente el Literary Digest a lo largo del siglo XIX y
hasta 1936.
III. El método representativo, principal espaldarazo a las encuestas de
opinión pública, el reconocimiento del muestreo por el Instituto Inter-
nacional de Estadística (INE) nos permite, bajo el supuesto de la se-
lección adecuada de las unidades de muestreo, representatividad de
los datos y su extrapolación a la población de donde es extraída la
muestra.
IV. La medición de actitudes, aporte del universo académico, que comple-
menta el esfuerzo estadístico, introduciendo las escalas de medición y
los tipos de preguntas que sistematizaron el diseño de los cuestiona-
rios.
V. La investigación de mercados, pues antes de que se desarrollaran las
encuestas de opinión pública, comenzaron los estudios de mercado y, a par-
tir de la aparición de la radio, los estudios de audiencia.

Un “approach” para explicar teóricamente el efecto de este uso


de las encuestas podría encontrarse en la teoría de la espiral del silen-
cio, de Noelle-Neumann, según lo cual las personas tienden a formar
sus opiniones viendo en el medio ambiente cuál es la opinión domi-
nante y se adaptan a ella para no aislarse. Las encuestas de opinión
pública son, entonces, otro mecanismo usado para tratar de influir so-
bre la opinión electoral. Los mecanismos son variados:

1. Falsificar los resultados de una encuesta, esto es, reportar resultados distintos a los
obtenidos.
2. Se inventan las encuestas.
3. Se distorsionan elementos de la encuesta.
III. EVOLUCIÓN DE LAS ENCUESTAS

Lindberg & Scheingold (1970) consideran que la integración europea tuvo mayor creci-
miento entre los años 50 y mediados de los 70, ya que existió un contexto de consenso,
más permisivo entre los ciudadanos de la UE. Esto significa que a la mayoría europea o
no le interesaba la integración europea o simplemente apoyaban las políticas que ejercía
el Gobierno de su país para perpetuar esa integración. La crisis europea de 1981 hizo
caer hasta un 50% el apoyo al proyecto de la UE, pero con la reactivación económica e
integración europea consiguió subir hasta un 71% en el año 1991.

Gráfico 1. Evolución del apoyo a la Unión Europea de 1973 a 1991.


En conclusión, cuando la economía es prospera, el proyecto europeo tiene
más apoyos que, en tiempos de crisis económica. Este fenómeno se deno-
mina: “vacas gordas” y esto no es la primera vez que sucede, ya que ha ocu-
rrido en reiteradas épocas de recesión económica, desde mediados de los 90,
aunque también se ha ido perpetrando de forma endémica en los consiguien-
tes años. David Easton (1965), fue quien describió el apoyo utilitario consi-
derando que el apoyo europeo se ve respaldado o no, en función del benefi-
cio que consigue la población europea.

Este apoyo utilitario volvió a subir en 2007, casi tanto como había ocurrido
en 1991, la entrada en la Eurozona justificó la razón de dicho crecimiento.
Sin embargo, el apoyo efectivo no se vio tan favorecido y, se estudia que la
razón del descontento fuera la ratificación del Tratado de Maastricht en
1992. El apoyo a la UE fue bastante elevado, con valores de entre 65 y 80%,
en países europeos como Holanda, Luxemburgo, España, Bélgica e Irlanda.
Por otro lado, en Alemania se llegó hasta el 60% entre los 2000-2007.

Gráfico 2. Evolución del apoyo a la Unión Europea


entre 2007-
2013.

La imagen de la UE descendió, pasó de ser positiva o muy po-


sitiva con un 55% de apoyo, a negativa o muy negativa, con un 30%;
dejando al 40% restante con una imagen “neutral”.
Esta visión de la imagen de la Unión Europea ha ido decreciendo pau-
latinamente, ya que la opinión acerca de la pertenencia a la UE, no ha
sido favorable para el país en cuestión. La encuesta realizada por el
Eurobarómetro de la Comisión Europea, número 67- 69, nos aclara que
los resultados no son favorables, significando entre un 35-40%, aunque
parece que al final se termina estabilizando en un 50%.

A pesar de la crisis política y económica, el apoyo utilitario no ha lle-


gado a los bajos niveles de finales de los 90, cuando únicamente el 41%
consideraba que pertenecer a la UE beneficiaba a su país en cuestión.

Siguiendo con esta tendencia decreciente, el apoyo afectivo


ha sufrido los mínimos en cuanto a la imagen que se tiene de la UE,
siendo una de las instituciones europeas más criticadas, y llegando a
unos niveles de desconfianza de un 36% lo cual atañe al caso de la
Comisión Europea.
III. MÉTODO

1. Casos de estudio y metodología: las encuestas.

El objetivo de este trabajo se centra en el estudio de la opinión


pública de los ciudadanos a través de las encuestas, este análisis estudia
el grado de satisfacción y cercanía con respecto a la Unión Europea.
La opinión pública tiene suma relevancia para determinar el grado de
satisfacción o insatisfacción en los últimos años.

El objetivo de las encuestas es medir las relaciones entre varia-


bles demográficas y sociales; conocer los patrones de estas variables
nos sirve para evaluar periódicamente los resultados que se obtienen.
Es decir, que, gracias a las encuestas se conoce la opinión del ciuda-
dano promedio acerca de un tema en particular, aunque para que tenga
un resultado óptimo es necesario hacer una investigación previa sobre
las características de la población, y eso nos sirve para realizar las pre-
guntas correctas y obtener respuestas congruentes.

Otro método que se usa bastante en las encuestas es el Euroba-


rómetro, de tal forma que la Comisión Europea lleva a cabo este tipo
de encuestas desde 1973, además de que mantiene un estudio perió-
dico. Por tanto, también se dedica al análisis y la posterior síntesis de
la opinión pública, sobre todo teniendo en cuenta temas relacionados
con la Unión Europea y sus circundantes Estados Miembros.

Los estudios de Eurobarómetro que he empleado son: ‘Evolución del


apoyo a la Unión Europea desde 1973 a 1991’, ‘Evolución del apoyo a
la Unión Europea entre 2007 y 2013’ y ‘Actores más preparados para
hacer frente a la crisis. nº 67-6’.

Estas encuestas también sirven para dar a conocer qué tipo de percep-
ción tienen los ciudadanos de las Instituciones Europeas, y, cuál es el
principal rol del Parlamento Europeo. Además, se tiene en cuenta el
grado de conocimiento que se tiene de este, y, cuál es su cometido a la
hora de supervisar las opiniones públicas en cuanto a su pertenencia
dentro de la Unión Europea. También se matizan los beneficios que
ésta tiene, el sentimiento de identidad de los ciudadanos, el contraste
de la ciudadanía europea en relación con el estado de pertenencia de su
Nación, y los valores prioritarios de la política internacional.
La proyección que poseen estas encuestas en las sesiones plenarias se
centra en facilitar a los diputados, información acerca del Eurobaróme-
tro sobre los temas clave tratados en sesión, y así, capacitarlos para
realizar sus actividades políticas, contribuyendo al debate de manera
más oportuna y pertinente.

El Parlamento Europeo tiene distintas maneras de lanzar sus consul-


tas de manera periódica:

● Encuestas temáticas: se centra en temáticas de muy diversa índole.


Desarrollan consultas generales en todos los Estados Miembro o se
dirigen en rangos de edad, género y clase social.
● Parlámetro: son encuestas anuales y se realizan en cada Estado
Miembro. Su objetivo es conocer la impresión ciudadana sobre el
trabajo del Parlamento, la afinidad que se tiene con el sentimiento
europeo y la cercanía a las instituciones comunitarias.
● Eurobarómetro Flash: se realiza a través de llamadas telefónicas pre-
guntando por temas concretos. Su ventaja es conocer la opinión
pública a corto plazo.

Las encuestas de opinión pública siempre han interesado a los gobiernos y a la población.
Es de gran importancia reconocer que, si no se realizan adecuadamente las encuestas, se
pueden presentar algunos inconvenientes.

El método representativo depende de una selección de muestreo, también dependerá de


la representatividad de los datos, y su consecuente extrapolación. A parte del problema
de representatividad, según SOJO (1999, p. 176) podemos encontrar los siguientes pro-
blemas:
1. falsificar los resultados de una encuesta, esto es, reportar resultados distintos a los
obtenidos.

2. Se inventan las encuestas.

3. Se distorsionan elementos de la encuesta”.

Para no caer en estos errores se requerirá de herramientas que nos permitan acceder a
una muestra de gran tamaño, si no fuese posible llevaremos a cabo la llamada teoría
exacta de muestreo, la cual se lleva a cabo en muestras de menor tamaño. Así, obtendre-
mos unos resultados confiables que puedan ser aplicables, en pro de no sesgar el voto,
ya que se harían unas respectivas generalizaciones, lo cual significa que los resultados
obtenidos aluden a toda la población española.

Sin embargo, el principal inconveniente de la opinión en las encuestas o de cualquier otra


opinión pública, es la teoría llamada Espiral del silencio de Noelle-Neumann.
Esta teoría nos informa de que las personas tienden a formar sus opiniones tras ver en el
ambiente cuál es la opinión dominante. Este fenómeno puede verse sobre todo en perio-
dos electorales, ya que influye en el comportamiento de los electores.

Teniendo en cuenta que las encuestas afectan de gran manera a la población es impor-
tante recalcar la opinión de GROSSI (2007, p.11) “La opinión pública como resultado
fijo (o prefijado) y no como motor de la democracia” es decir, la opinión pública es una
herramienta que impulsa el debate social o como método de intercambio de ideas y opi-
niones. Este es el objetivo final del trabajo, que el lector forme su propia opinión consi-
derando el contenido de este trabajo, y observe como los datos cambian según factores
externos, o como en la actualidad de un problema global sanitario.

2. Objetos a encuestar y Variables.


Para realizar este estudio y definir el perfil sociodemográfico
de la población española respecto al sentimiento de pertenencia y afi-
nidad a la Unión Europea he recurrido al estudio del CIS nº. 2566, rea-
lizado mediante entrevistas personales en el domicilio a 2488 indivi-
duos mayores de 18 años entre el 7 y el 12 de mayo de 2004.

La encuesta fue realizada de manera presencial, consistiendo en


la selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) de las
secundarias (secciones) de forma aleatoria proporcional, y de las uni-
dades últimas (individuos) por rutas aleatorias y cuotas de sexo además
de la edad.

Con el objetivo de responder a nuestra pregunta planteada ¿di-


ría usted que el pertenecer a la Unión Europea más bien ha beneficiado
o más bien ha perjudicado a nuestro país?, planteamos un estudio biva-
riable, mediante tablas de contingencia cruzadas, que nos permita des-
cribir, en definitiva, las características sociodemográficas y las actitu-
des políticas generales de la población que se siente perteneciente a la
Unión Europea.
Además, con el fin de establecer este perfil sociodemográfico y
político entre diferentes sectores de la población realizaremos un aná-
lisis de asociación entre las variables mediante la prueba Chi-cuadrado.
Observando los residuos tipificados de interés para determinar la rela-
ción estadística entre las variables de interés y viendo en qué categorías
específicas se concentra esta asociación.

Como veremos en el próximo punto de análisis, expondremos


las tablas de contingencia derivadas al cruzar las cuestiones de senti-
miento de pertenencia a la Unión Europea con diferentes variables de
interés. Estas variables incluyen atributos sociodemográficos básicos
como son el sexo, la edad y el nivel de estudios, y políticos, como la
escala de ideología política.
IV. ANÁLISIS.

En las tablas se incluyen los porcentajes de columna y los resi-


duos tipificados corregidos, y se debe enfatizar que cuanto mayor es la
magnitud de los residuos, independientemente del signo, más impor-
tante es la asociación entre las variables, o sea, la relación entre ellas
es más fuerte.

Debajo de cada tabla se especifica la muestra total (N) corres-


pondida con el cruce de ambas variables, el resultado del chi-cuadrado
y la V de Kramer. He tomado como valores perdidos los casos de ‘N.C’
puesto que distorsiona el chi-cuadrado a la hora de hacer nuestro aná-
lisis. Además, algunas variables han sido recodificadas para facilitar el
cálculo estadístico y la interpretación de los resultados. En el caso de
la variable de edad, ha sido recodificada en grupos de edad para la
realización de la tabla de contingencia, al igual que la variable de es-
tudios, los cuales los hemos categorizado según el nivel alcanzado por
los sujetos entrevistados, y la variable política, en la cual hemos reco-
dificado los resultados obtenidos agrupando la escala numérica del 1
al 10 de manera que los votantes de 1-2 son pertenecientes a la extrema
izquierda, los del 3-4 a la izquierda, 5-6 en el centro, 7-8 a la derecha
y 9-10 en la extrema derecha.
Tabla 1. En su opinión, si tuviera que hacer una valoración general,
¿diría Ud. que el pertenecer a la Unión Europea más bien ha benefi-
ciado o más bien ha perjudicado a nuestro país? Según el sexo.
N=2481 Chi²= .0 V de Kramer: .167

*0 casillas (,0%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento


mínimo esperado es 117,44.

El 64,1% de los ciudadanos españoles consideran que pertene-


cer a la Unión Europea más bien ha beneficiado al país. Este porcentaje
es mayor en los hombres (70,8%) que en las mujeres (57,8%) las cuales
se muestran más reticentes.

El 13,6% del total consideraba que pertenecer a la Unión Euro-


pea ni beneficia ni perjudica, siendo superior el porcentaje entre las
mujeres con respecto a los hombres (15,3% con respecto a 11,8%)

El 12,5% de los ciudadanos considera que más bien ha perjudi-


cado pertenecer a la Unión Europea, de los cuales las mujeres (12,9%)
superan por poco a los hombres (12,0%) de nuevo recalcando el carác-
ter reticente de la posición de las mujeres.

Con respecto al último apartado el “No sabe” (9,8%) encon-


tramos que la posición de las mujeres (14,0%) tiene una gran diferen-
cia con respecto al de los hombres (5,3%)

En este caso podemos admitir que la relación entre sexo y la


opinión positiva o negativa de pertenecer a la Unión Europea es signi-
ficativa ya que la prueba de Chi cuadrado es de 0,0 inferior a 0,05.
Atendiendo a la V de Cramer, podemos señalar que la rela-
ción entre la opinión general positiva o negativa según el sexo es dé-
bil (0,167)

Por tanto, el ser hombre o mujer tiene valor, ya que nos permite
conocer el estado de la opinión pública como ayuda a percibir de ma-
nera representativa de que las mujeres se muestran reticentes en com-
paración con los hombres a pertenecer a la Unión Europea. Esto es es-
pecialmente interesante ya que teniendo en cuenta la teoría de la Espi-
ral del Silencio de Noelle-Neuman, se afirma que las personas tienden
a formar sus opiniones según el medio y teniendo en cuenta la opinión
dominante. Siendo la opinión dominante que ha beneficiado pertenecer
a la Unión Europea.

De esto podemos deducir que las mujeres muestran opiniones


más reacias (12,9% “Más bien ha perjudicado”) o dubitativas (14,0%
“No sabe”) en comparación con los hombres.

Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta el aumento de las


actitudes euroescépticas, si definimos euroescepticismo como las acti-
tudes políticas que sean contrarias o escépticas a la existencia de una
Unión Europea. No hay que olvidar que la crisis democrática europea
se produce también por las crisis democráticas a nivel nacional.

Uno de los problemas más significativos que podemos encon-


trar como posible causa de la opinión contraria a la Unión Europea, es
el déficit democrático europeo. Según Follesdal y Hix (2006) “el défi-
cit democrático de la UE está compuesto por cinco afirmaciones: 1.
Las decisiones de la UE las toman principalmente actores ejecutivos.
2. Los ciudadanos no están tan bien conectados con el Parlamento Eu-
ropeo como sí lo están los parlamentos nacionales. 3. No hay "eleccio-
nes europeas" porque los ciudadanos no pueden votar sobre políticas
de la UE, excepto en los referéndums periódicos sobre la adhesión a la
UE o la reforma de los tratados, ya que las elecciones europeas no sue-
len tratar sobre Europa sino sobre temas de política nacional. 4. La UE
es demasiado distante, demasiado tecnocrática en su funcionamiento y
poco comprensible para el ciudadano europeo. 5. La UE ha sufrido una
"deriva política", aprobando políticas que no tienen el apoyo de la ma-
yoría de los ciudadanos en muchos estados miembros (o incluso en la
mayoría de ellos)” (pg. 534-537)
Tabla 2. En su opinión, si tuviera que hacer una valoración general,
¿diría Ud. que el pertenecer a la Unión Europea más bien ha benefi-
ciado o más bien ha perjudicado a nuestro país? Según la edad.

N= 2481. Chi²=.0 V de Kramer: .127

*0 casillas (,0%) han esperado un recuento menor que 5. El re-


cuento mínimo esperado es 30,26.

El 64,1% de los entrevistados piensan que nuestra integración


en la Unión Europea “más bien nos ha beneficiado”. Este porcentaje es
mayor entre las personas de 45 a 54 (70,7%) y de 35 y 44 (69,1%) que
entre el rango más joven (de 18 a 24, 63,5%) y el más mayor (65 y más
años, 53,5%).

El 13,6% asegura que la entrada de España en la Unión Europea


“ni ha beneficiado ni ha perjudicado”. Aquí vemos unos porcentajes
muy similares en todos los rangos de edad. Entre el rango más joven,
de 18 a 24 y de 25 a 34, con un 15,2% y 15,3%, respectivamente, esta
opinión es ligeramente superior. Entre el rango de media y mediana
edad, los porcentajes son prácticamente idénticos moviéndose entre
13% y el 13,3%. En el rango de mayor edad, 65 y más años, vemos el
porcentaje más bajo con respecto a esta opinión con el 12,1%.
El 12,5% considera que nuestra entrada en la Unión Europea
“nos ha perjudicado”. Aquí vemos también unos porcentajes muy si-
milares en todos los rangos de edad y muy bajos todos ellos. Este por-
centaje es superior entre los más jóvenes, de 18 a 24, con un 13,9%,
seguido del rango de media edad, de 35 a 44, con un 13,3%. El más
bajo lo encontramos en el grupo de 45 a 54 con un 8,4%.
Finalmente, el 9,8% afirma “no saber” ante esta cuestión. Este
porcentaje es mayor entre el rango más alto, de 65 y más años, con un
21,2% que, entre el rango medio, de 25 a 34 y de 35 a 44, con un 5,4%
y un 4,4%, respectivamente.

Estos datos coinciden, por tanto, con la información recopilada


en nuestro marco teórico donde, según el eurobarómetro 491, de mayo
de 2019, el 78% de los españoles entre 15 y 39 años piensan que el
comercio internacional resultante de nuestra entrada en la Unión Euro-
pea les beneficia y, que están totalmente de acuerdo en que la Unión
Europea defiende los intereses de España en el ámbito internacional.
Ahora bien, no hay que obviar el porcentaje de ciudadanos españoles
que sienten incertidumbre ante el proyecto europeo ya que la Unión
Europea, afirman, carece de “proyectos unitarios vertebradores, atrac-
tivos para la ciudadanía y, directamente, ligados a los intereses de la
misma”, también recogido en el eurobarómetro anteriormente mencio-
nado. Pues entre los ciudadanos que consideran que la entrada en la UE
nos ha perjudicado y los que piensan que no nos ha perjudicado ni be-
neficiado, suman un 26,1%.

Para saber si esta relación es estadísticamente significativa se


emplea la prueba Chi Cuadrado. La Prueba Chi cuadrado parte de la
hipótesis de que dos variables son independientes. En este caso pode-
mos admitir que la relación entre edad y opinar si ha beneficiado o
perjudicado la entrada de España en la UE es significativa ya que la
prueba Chi Cuadrado es de 0,0 inferior a 0,05.
Atendiendo a la V de Cramer podemos señalar que la relación
entre opinar si ha beneficiado o perjudicado la entrada de España en
la UE y la edad es débil (0,127).
Tabla 3. En su opinión, si tuviera que hacer una valoración general,
¿diría Ud. que el pertenecer a la Unión Europea más bien ha benefi-
ciado o más bien ha perjudicado a nuestro país? según los estudios.

N=2481 Chi²= .0 V de Kramer: .183

*3 casillas (10,7%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento mínimo es-
perado es 1,08.

El euroescepticismo podemos considerarlo como las actitudes


políticas que sean contrarias o escépticas en cuanto a la existencia de
una Unión Europea. Esta opinión puede ir totalmente en contra del pro-
yecto europeo, o simplemente mostrarse ‘escépticos’ con respecto a los
avances de integración europea.

Este creciente euroescepticismo nace a raíz de la existencia de


un profundo malestar democrático europeo expresado también a nivel
nacional. Entonces, se puede confirmar que la crisis democrática euro-
pea, se producen también por las crisis democráticas que ocurren a ni-
vel nacional.

A pesar de esta tendencia, el 64% de los entrevistados piensan:


“más bien nos ha beneficiado”. Según los últimos sondeos, aquellos
que tienen Estudios superiores (84,2%) son los que piensan que nos ha
beneficiado de forma ostensible, los demás son proclives a este por-
centaje, Medios Universitarios (82,7%) Secundaria (77,5%) y
F.P. (70%) sin embargo, aquellos Sin Estudios (41,9%) y con Estudios
de Primaria (57,3%) se hallan en minoría con respecto a este último
dato.
El 14% considera: “ni nos ha beneficiado, ni nos ha perjudi-
cado”. Los encuestados que no tienen estudios (16,2%) y el resto de
los ciudadanos, con independencia del nivel de estudios, son menos
proclives a no saber si nos ha beneficiado o perjudicado.

Podemos observar un descenso paulatino del nivel de incerti-


dumbre, en sendos niveles de estudios. Estudios de primaria (14.5%)
F.P(14%) Secundaria (11.4%) cuando llegamos a Medios Universita-
rios (10.1%) y Estudios Superiores (9,7%) observamos un porcentaje
cada vez menos dubitativo, es decir, casi ínfimo en comparación a los
Estudios de Primaria.

El 12% cree: “más bien nos ha perjudicado”. Los ciudadanos


encuestados, Sin Estudios (15,2%) Primaria (16,5%) y F.P. (11%) con-
solidan unos porcentajes más altos, en cuanto al nivel de perjuicio que
ha supuesto la entrada en la Unión Europea, frente a Secundaria (6,5%)
Superiores (6,1%) y Medios Universitarios (4,8%) cuyos porcentajes
son mucho más bajos.

El 9,8% “N.S”. Los encuestados, Sin estudios (26,7%) y Pri-


maria (11.7%) no saben con certeza, si la entrada en la Unión Europea
ha sido un aliciente, para el devenir de España. Por otro lado, aquellos
con estudios de F.P. (4,8%) Secundaria (4,6%) y Medios Universita-
rios (2,4%) tienen menos dudas al respecto.

La imagen de la UE descendió de ser positiva o muy positiva


con un 55% a negativa o muy negativa con un 30%, dejando al 40%
restante con una imagen ‘neutral’ de la Unión Europea. Esta visión de
la imagen europea ha crecido simultáneamente con la opinión de que
la pertenencia a la UE no es beneficiosa para el país al que se pertenece,
situada entre un 35 y 40% según la encuesta realizada por el Euroba-
rómetro n.67-69 de la Comisión Europea. Pero terminó estabilizándose
la opinión sobre la pertenencia a la UE por encima del 50%.

Estos datos son significativos, ya que, podemos estribar, según


el Eurobarómetro n.67-69, que, más del 50%, o sea el 64% considera
loable o favorable para los intereses de España, el hecho de pertenecer
a la Unión Europea.

Para saber si esta relación es estadísticamente significativa se


emplea la prueba Chi Cuadrado. La Prueba Chi cuadrado parte de la
hipótesis de que dos variables son independientes (no existe relación
entre ellas y ninguna ejerce influencia sobre la otra). En este caso po-
demos admitir que la relación entre nivel de estudios o carecer de ellos
completamente, si ha beneficiado o perjudicado en la repercusión de la
opinión pública con respecto a la entrada de España en la UE, y, por
eso esta prueba es significativa ya que, Chi Cuadrado es de 0,0 o infe-
rior a 0,05.

Atendiendo a la V de Cramer, podemos señalar que la vincu-


lación entre indicar si ha beneficiado o perjudicado la entrada en la
UE, es bastante poco destacable (0,183).

Tabla 4. En su opinión, si tuviera que hacer una valoración general,


¿diría Ud. que el pertenecer a la Unión Europea más bien ha benefi-
ciado o más bien ha perjudicado a nuestro país? según la ideología
N= 2185. Chi²= 0 V de Kramer:
.162
*3 casillas (12,5%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento mínimo esperado es
2,53.

Se puede observar que existe un porcentaje significativo y ma-


yor (66,3%) en la opción de ‘Más bien ha beneficiado’ que en el resto
de las opciones. En esta opción predomina la opinión de la derecha
(72,4%), la cual se acerca a la de la extrema izquierda (71,2%). Sin
embargo, destaca el residuo corregido en la opción de ‘No saber’ en
qué espectro político ubicarse.

Respecto a la opción de ‘Ni beneficia ni perjudica’ es impor-


tante destacar que los que no saben en qué espectro político posicio-
narse ocupan el mayor porcentaje (18,4%). Los porcentajes son ma-
yores en la extrema derecha, distando 8.8 puntos con la extrema
izquierda. Si sumamos el bloque de la derecha tendríamos que el 27%
opina que incluir al país en la Unión Europea no ha beneficiado ni per-
judicado frente al bloque de izquierdas con un 20,1%. Esto quiere decir
que el espectro más conservador tiene una opinión más neutra sobre la
pertenencia o no a la UE.

En la opción de ‘Más bien ha perjudicado’ tenemos como ma-


yor porcentaje la opinión de la extrema izquierda, la cual dista 7,5 pun-
tos de la opinión de centro en el espectro político.
Como hemos venido viendo en nuestro marco teórico, se puede
validar la adhesión de España con la UE a través del estudio de la ideo-
logía política con estudios como los de Avilés (2004), Aspinwall
(2002) y Ray (2003). En la hipótesis de Aspinwall se concluye con que
los más partidarios de la UE son los pertenecientes al centro, lo cual se
acerca a lo que nuestra tabla 4 muestra siendo la opción preferida por
los ciudadanos de centro. Aspinwall además cree que son los partida-
rios extremistas, tanto de izquierdas como derechas, los que se ven más
reacios a formar parte de la UE, lo cual podemos observar en la opción
de ‘Más bien ha perjudicado’ con el mayor porcentaje proveniente de
la extrema izquierda (17,3%).

Son los sectores conservadores los que se mostraron al princi-


pio más distantes, más euroescépticos, con la pertenencia de España a
la Unión Europea ya que defendían una identidad española por encima
de la identidad europea supranacional. Esta hipótesis se destaca en la
tabla 4 con los 11,2 puntos que dista la opinión de la extrema izquierda
con la de la extrema derecha en cuanto al beneficio del país de perte-
necer o no a la Unión Europea.

Tanto en España como en el resto de Europa se puede llegar a


la idea de que la historia nacional es esencial para analizar el senti-
miento de pertenencia y apoyo al movimiento europeo.

V. CONCLUSIONES
Tras la realización de este análisis, puedo sacar una conclusión
en profundidad para dar respuesta a la hipótesis lanzada, una perspec-
tiva muy distinta a la que se aprecia en lo expuesto con anterioridad.
Nos encontramos con que la actitud y la opinión pública en general,
con respecto a la Unión Europea es positiva y favorable. Esto hace que,
primero, vean de manera genérica un beneficio en ser un país miembro
de la UE y, a su vez, esto genera como consecuencia que se desarrolle
un sentimiento de pertenencia. Vemos, por tanto, nuestra hipótesis se-
cundada pues a pesar de la creciente ola nacionalista, existe una opi-
nión positiva, favorable con respecto a la Unión Europea y los ciuda-
danos perciben la utilidad de ser un Estado miembro desarrollando así
un sentimiento de pertenencia. Hay una conciencia general sobre la ne-
cesidad de ser un Estado miembro, de no ser un país aislado que camina
al margen del progreso y del crecimiento económico que supone ir de
la mano de las principales potencias mundiales.

Ahora bien, si atendemos a ciertas variables como el nivel for-


mativo muchos no están completamente satisfechos con sus actuales
circunstancias o esas variables hacen que afecte en su nivel de interés
con respecto a la UE.

De este análisis se desprende, por ejemplo, que las personas con


estudios universitarios o superiores son los más informados sobre asun-
tos relacionados con la Unión Europea y los que perciben un mayor
beneficio en pertenecer a ella. Y por el lado contrario, las personas me-
nos cualificadas, con estudios de primaria o sin estudios, se muestran
menos interesadas por este tipo de noticias, afirmando la mayoría que
están poco o nada informados sobre la Unión Europea.

O si atendemos a la variable ideológica podemos denotar una


gran polarización de sendas ideologías. Los encuestados de extrema
izquierda y extrema derecha piensan que la entrada en la Unión Euro-
pea ha tenido un efecto fructífero, no tanto en el desarrollo económico
y político del país, si no en cuestiones de otra índole.
En definitiva, pese al surgimiento de partidos euroescépticos y
a las crisis sufridas, y a las diferencias observadas según las variables,
la opinión pública resulta favorable. Incluso observamos cómo votan-
tes de partidos euroescépticos admiten lo beneficioso de ser un país
miembro. Así, aunque el apoyo no es unánime y existen diferentes ni-
veles de entusiasmo promovidos en parte por las diferentes perspecti-
vas sobre el grado de
progreso, el sentir general es de un amplio apoyo en favor de los valo-
res democráticos y de la economía de libre mercado que representa la
Unión Europea.
VI. ANEXO

Tabla 1.

Pruebas del chi-cuadrado.

Medias simétricas.

Tabla 2.

Pruebas del chi-cuadrado


Medias simétricas.

Tabla 3.

Pruebas del chi-cuadrado.

Medias simétricas.

Tabla 4.

Pruebas del chi-cuadrado.

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