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1.- Al respecto, el quinto párrafo del numeral 20.4 del TUO de la Ley 27444, aprobado por el
Decreto Supremo 004-2019-JUS, establece que “(…) [la entidad que cuente con disponibilidad
tecnológica puede asignar al administrado una casilla electrónica gestionada por esta, para la
notificación de actos administrativos, así como actuaciones emitidas en el marco de cualquier
actividad administrativa, siempre que cuente con el consentimiento expreso del
administrado.” Cabe agregar que mediante el Decreto Legislativo N°1497, publicado durante el
impacto económico generado por la propagación del covid19, se dispuso que dicho
consentimiento expreso también puede ser otorgado vía electrónica, por ejemplo, a través de un
correo electrónico u otros mecanismos de mensajería instantánea.
a partir de esa fecha hicimos uso de la casilla electrónica, por lo que tomamos conocimiento de
los requerimientos de fecha 16 y 26 de marzo de 2021 al momento de que su entidad nos
notifica la imputación de cargos, siendo que las notificaciones tienen fecha anterior a la fecha de
apertura o activación de la casilla electrónica.
Tal es el caso del análisis que hace la Primera Sala del Tribunal de Fiscalización Laboral,
recaída en la Resolución N°129-2021-SUNAFIL/TFL, de fecha 22 de julio del 2021,
manifestando que: “6.11 Por otro lado, el numeral 20.4 del artículo 20 del T.U.O. de la Ley del
Procedimiento Administrativo General (en adelante, el TUO de la LPAG), no determina de
ninguna manera que se requiera de un consentimiento expreso del administrado.” Nótese que,
en este apartado, el Colegiado no hace referencia alguna a la validez de la notificación, sino que
soslaya rotundamente la necesidad de requerir un consentimiento expreso por parte del
administrado, haciendo que esta posición atente contra el principio de legalidad y acarree la
nulidad del acto administrativo
Estas comunicaciones o alertas no solo son una disposición legal sino también van muy acorde
con el proceso de modernización de la gestión del Estado y la obtención de mayores niveles de
eficiencia, en el sentido que las notificaciones no atendidas involuntariamente por muchos
empleadores terminan limitando el efectivo cumplimiento de la función de inspección y la labor
de los inspectores de trabajo
Queda claro que es derecho de todo administrado conocer oportunamente el contenido de los
documentos que le sean notificados, que se respete la legalidad y goce del derecho a un debido
procedimiento.
En ese sentido, todas las diligencias exigidas por ley que debe desplegar la Autoridad Inspectiva
de Trabajo deben estar orientadas a la eficiencia y eficacia de los servicios que brinda. Así, en
términos generales, si un civil puede hacer todo lo que la ley no le prohíbe la administración
pública solo puede hacer lo que la ley le permite en forma expresa .
b) Identidad de Hechos: Los hechos que se le atribuyen a la inspeccionada, si bien son similares
en tanto constituyen incumplimiento a la labor inspectiva, versan sobre los requerimientos de
información notificadas mediante casilla electrónica el 15/03/2021 otorgando como plazo el
19/03/2021 y ante el incumplimiento del sujeto inspeccionado nuevamente emitió un nuevo
requerimiento que fue notificada mediante casilla electrónica el 26/03/2021 otorgando como
plazo el 31/03/2021, hechos que se dieron en distintas fechas, por lo que no existe identidad de
hechos al tratarse de diferentes requerimientos de información.
Como se puede apreciar del cuadro, en color amarillo resaltado, está el número de requerimiento
y que dé se trata, lo resaltado en rojo, son los documentos que solicito el inspector, los cual al
detalle son los mismos documentos que solicita tanto en el primer como segundo requerimiento
de información, como es posible que su entidad pretenda desconocer tales hechos? Vulnerando
los derechos del administrado, y los principios legales por la cual se rige el procedimientos
administrativos.
Más aun cuando el administrado, cumplió con presentar los documentos requerido por el
inspector, antes que se dé inicio al procedimiento sancionar, lo cual no fue tomado en cuenta por
la entidad.
6.- Que no se habrían valorado los medios probatorios ofrecidos ya que el inspector comisionado
solo se ha basado en “visita in loco”( Investigación en el lugar de los hechos), la resolución
venida en grado ha establecido que ello no es correcto debido a que, en el presente
procedimiento sancionador, se estaría discutiendo las sanciones impuestas a la inspeccionada
por no remitir la información requerida por la autoridad administrativa vía correo electrónico en
atención a los requerimientos de fechas 16 y 31 de marzo de 2021.
Fiscalizar el carácter arbitrario que pueda asumir una determinada decisión, implica por otra
parte cotejar las prescripciones normativas invocadas en la resolución o pronunciamiento objeto
de cuestionamiento con las finalidades perseguidas por la Constitución. En este sentido, no
basta con que una situación o controversia jurídica sea encarada con sujeción a lo que dispone
una determinada norma o conjunto de normas; es necesario, en términos del debido proceso
sustantivo, verificar si los objetos perseguidos por las mismas están siendo correctamente
utilizados. Se trata, en otros términos, de constatar la correcta utilización del derecho,
proscribiendo de plano todo tipo de abuso o distorsión de sus propósitos.
Exigir racionalidad o sentido común supone, por último, el evitar que la decisión o
pronunciamiento objeto de examen se sustente en fórmulas absurdas, incoherentes o
simplemente extravagantes. En tales circunstancias la resolución con la que se concluye un
proceso deberá evaluarse caso por caso a fin de verificar si la aplicación de la norma ha sido
adecuadamente ponderada de modo que las respuestas dispensadas se adecuen a estándares
como los aquí graficados.
cuanto a las Actas de Infracción de la Inspección de Trabajo, la Ley N.º 28806, ha previsto que
deben contener una serie de requisitos, como son: a) los hechos constatados por el inspector de
trabajo que motivaron el acta, b) la calificación de la infracción que se impute, con expresión de
la norma vulnerada, c) la gradualidad de la sanción y su cuantificación, d) en los supuestos de
existencia de responsable solidario, se hará constar tal circunstancia, la fundamentación jurídica
de dicha responsabilidad y los mismos datos exigidos para el responsable principal. Esto es, no
se trata meramente de un documento que contenga una narración o descripción de los hechos
constatados in situ por parte de los inspectores laborales, sino que a raíz de tales hechos y de la
aplicación concreta de la norma supuestamente afectada se configure la infracción y se
proponga la sanción.
Ahora bien, dichas actas no están exentas del deber de motivación de los actos administrativos,
así como de la ponderación de todas las pruebas aportadas, pues precisamente dan inicio al
procedimiento administrativo sancionador en ciernes, siendo que la decisión tomada por la
autoridad laboral traerá como consecuencia la imposición de sanciones administrativas y
pecuniarias. Dicha inspección debe estar dotada de los principios de razonabilidad y
proporcionalidad en términos constitucionales.
Debe tenerse presente, además, lo prescrito por el artículo 44 de la ya citada Ley N.º 28806,
“(…) las partes gozan de todos los derechos y garantías inherentes al procedimiento
sancionador, de manera que les permita exponer sus argumentos de defensa, ofrecer pruebas y
obtener una decisión por parte de la autoridad administrativa de trabajo debidamente fundada en
hechos y derecho (…)”.
POR LO EXPUESTO: