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Precipitación orgánica

Las especies orgánicas más comunes que causan daño a la formación son las
parafinas y los asfáltenos. Las parafinas son hidrocarburos de cadena larga que
precipitan de ciertos tipos de crudo cuando baja la temperatura o la composición
del crudo cambia por la liberación del gas a medida que declina la presión. Los
asfáltenos son compuestos aromáticos y nafténicos de alto peso molecular, que se
encuentran en dispersión coloidal en algunos crudos. Este estado coloidal está
estabilizado por la presencia de resinas en el crudo, cuando se reduce de algún
modo el contenido de estas resinas, los asfáltenos pueden agregarse (flocular),
formando partículas lo suficientemente grandes como para quedar atrapadas en el
medio poroso, causando daño a la formación. Cualquier cambio químico en el
crudo que reduzca la concentración de estas resinas puede ocasionar este
fenómeno.
La precipitación de productos orgánicos puede ser también natural o inducida. La
natural en el caso de las parafinas está asociada a la disminución de la
temperatura del crudo, y se da con más frecuencia en las tuberías que en la
formación. La precipitación natural de asfáltenos está asociada a cambios en la
composición del crudo por liberación de gas y fracciones ligeras, a medida que la
presión declina. Si hay una zona de alta caída de presión en las cercanías del
pozo, los asfáltenos pueden precipitar en el medio poroso.
La precipitación inducida resulta de la alteración del equilibrio entre el crudo del
yacimiento y sus constituyentes parafínicos y asfalténicos. Esta alteración puede
producirse durante cualquiera de las operaciones que se llevan a cabo en un
pozo. Filtrados de fluidos de alto pH que invaden la región del yacimiento cercana
al pozo pueden ocasionar la precipitación de asfáltenos, dependiendo de la
naturaleza ácida o básica del crudo y de su polaridad. La inyección o filtrado de un
fluido a temperatura menor que la del yacimiento, durante las operaciones de
terminación, estimulación o inyección de agua, puede causar precipitación de
parafinas al caer la temperatura del crudo por debajo del punto de nube. La
adición de fluidos orgánicos ligeros, tales como pentano, hexano, gasolina, gasoil,
nafta y LNG, con baja tensión superficial, puede precipitar asfáltenos.
El contacto de fluidos de estimulación de bajo pH (ácidos), con el crudo, también
puede causar la formación de un precipitado asfalténico, conocido como sludge.
Esto se debe a que la molécula de asfalteno, de alto peso molecular, tiene un
núcleo con carga neta positiva, la cual se compensa por una doble capa externa,
de carga negativa. Cuando esta doble capa entra en contacto con los protones de
una solución ácida, la doble capa colapsa, y las partículas de asfalteno se agregan
y precipitan.
La precipitación de asfáltenos también se facilita por la presencia de otros cationes
presentes en la solución, tales como hierro III y hierro II, siendo el primero más
activo. Por esto, los preflujos de HCl usados en estimulación, que capturan hierro
de las tuberías del pozo, deben ser separados de todo contacto con el crudo del
yacimiento.
Donde ocurra la precipitación de asfáltenos, las partículas finas de la formación y
los materiales precipitados de las reacciones del ácido (como el hidróxido de
silicio), adsorben los asfáltenos y se vuelven parcialmente mojados por petróleo.
Los asfáltenos se adsorben sobre arcillas, areniscas, calizas, y cualquier otro
material, o sea, sobre cualquier superficie disponible. Si hay una capa de agua
recubriendo esa superficie, retardará la adsorción del asfalteno, pero no las
impedirá, y la condición original de las superficies a ser mojadas por agua se
perderá, al convertirse en parcialmente mojadas por petróleo.

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